Los registros

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Los registros
Los registros son los distintos modos de emplear la lengua según la situación
comunicativa en la que nos encontramos: básicamente, de qué hablamos (tema), con
quién hablamos (modo), cuál es nuestra intención (finalidad) y qué canal empleamos
para ello (básicamente oral o escrito). Estos cuatro factores motivan la elección de un
registro determinado, que deberá adecuarse a la situación comunicativa concreta. Nos
encontramos, por tanto, ante un aspecto ligado a la adecuación de un texto a su
contexto. [Este sería el párrafo introductor de la noción de registro si os preguntaran por
algún registro o por los registros en general de un texto. Como ves el registro está
vinculado a la adecuación textual. Otra opción para redactarlo:] Los registros son los
distintos modos de usar la lengua según la situación comunicativa en que nos
encontramos, en concreto, según el tema de que hablamos, el receptor al que se dirige la
comunicación, nuestra finalidad y el canal empleado para tal efecto. Todos ellos son
aspectos ligados a la adecuación de un texto a su contexto comunicativo.
En particular, el texto que analizamos pertenece a un ámbito de uso público, los
medios de comunicación periodística escrita (canal), y constituye un artículo de opinión
o columna, por tratarse de un texto expositivo-argumentativo firmado por [escribes el
nombre del autor] en [escribes el nombre del periódico y, si eres capaz, delimitas su
área de influencia (provincial, regional, nacional) y su ideología (conservadora o
progresista)]. El autor trata un asunto de actualidad [lo enuncias brevemente]. La
finalidad de su reflexión es la de orientar la opinión y conducta de los lectores [enuncias
el tema o tesis del texto: “la necesidad de…”, “la crítica a…”, “la defensa de…”…].
Dados estos parámetros, el registro utilizado en el artículo es el estándar culto
[casi siempre será este, salvo que os pregunten en concreto por el registro informal
coloquial o vulgar, que puede ser secundario pero relevante en ciertos textos], ligado al
código elaborado, y apropiado para la situación formal a la que pertenece la prensa.
Asimismo, se trata de un texto preparado con antelación y unilateral, ya que no recibe
respuesta de sus receptores. En todo caso, se dirige a un lector modelo (persona de un
nivel medio-alto social y cultural) comprometido con unas ideas determinadas
[liberales, progresistas, patrióticas, religiosas… ponemos las que sean dependiendo del
medio en que aparece el artículo].
El autor ha empleado una serie de rasgos lingüísticos que confirman que el
registro predominante empleado es el estándar culto:
1) En primer lugar, resalta el estilo cohesionado del texto, como revela el
predominio de enunciados amplios, con oraciones complejas o compuestas.
Estas, además, aparecen ligadas entre sí por procedimientos de cohesión
como los nexos y conectores argumentativos. En suma, es el estilo
característico de los textos expositivo-argumentativos.
2) El empleo de ciertas figuras retóricas [las mencionas] ratifica el uso de un
nivel de lengua culto.
3) En cuanto a las marcas diacríticas del nivel culto, señalaremos como usos
metatextuales el uso de los paréntesis y guiones (incisos parentéticos [y
concretamos su finalidad: aclaratoria, expresiva de la postura del autor, etc.),
de la letra cursiva [y explicas el uso concreto en el texto: focalizar un
término, remarcar una ironía, señalar el título de una obra, etc.], la utilización
de comillas [para introducir una cita ajena directa, transcribir un
extranjerismo, etc.]…
4) Por último, si bien predomina el vocabulario de la lengua estándar,
señalamos el empleo de cultismos [palabras que conservan los formantes
latinos o griegos], arcaísmos [si los hay], el uso de siglas o acrónimos, la
utilización de un léxico especializado (científico, tecnológico,
humanístico…) que demuestra el grado de conocimientos del emisor.
5) El cambio a un registro más informal de la lengua como es el coloquial o
incluso el vulgar también es un recurso de un hablante culto. Puede servirle
para captar en ciertos momentos la atención del lector mediante el uso de
palabras tabú (los eufemismos serían más acordes con un registro culto),
oraciones simples, elipsis, impropiedades semánticas, distorsiones fonéticas,
acortamientos o abreviaturas de palabras, etcétera. [este punto solo si
efectivamente aparecen estos vulgarismos o coloquialismos que muchas
veces tienen que ver con la transcripción de la lengua hablada: recuerda la
polifonía del texto de “Torrente”]
En definitiva, los anteriores rasgos refuerzan la visión de este texto como un
documento que emplea el registro estándar culto y el código elaborado de la lengua
española, ello en consonancia con el tipo de texto expositivo-argumentativo propio del
género de opinión y, sobre todo, de acuerdo con la situación comunicativa propia de los
medios de comunicación de masas periodísticos.
[Como puedes comprobar, la cuestión del registro está muy relacionada con la
tipología textual, el ámbito de uso y la intención o finalidad comunicativa. Creo que si
sale algo así saldrá todo junto. Si solo preguntan tal registro o los registros también es
conveniente sacar a relucir lo de tipo de texto, ámbito de uso, etc. como yo lo he hecho
en este simulacro de respuesta.]
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