La Ley moral

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LEY MORAL, 1
Definición clásica: “Ley es la ordenación de la razón al bien
común, promulgada por quien tiene el cuidado de la comunidad”.
De está definición derivan las cualidades de la ley:
1. Ordenación de la razón: se sitúa en lo “razonable” y no depende
de la voluntad del legislador.
2. Ordenación al bien común: es decir, a aquella situación que
posibilita el que el conjunto de los individuos, las familias y otras
instituciones intermedias alcancen la perfección debida.
3. Para ser norma que vincule, debe ser establecida por quien tiene
autoridad para ello en la comunidad.
4. Adquiere carácter vinculante cuando es “promulgada”, es decir
cuando se da a conocer a los súbditos por el medio oficial.
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LEY MORAL, 2
División de la ley: - eterna
- divina: natural / divino-positiva
- humana: civil / eclesiástica
Ley eterna: es la misma Sabiduría
divina, en cuanto dirige todos los
movimientos de las criaturas.
La Providencia (con la que Dios
provee los medios para que las
criaturas consigan su fin) incluye
el plan de gobierno y la efectiva
ejecución de este plan. La ley
eterna no es sino el primer aspecto
de la Providencia.
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LEY MORAL, 3
Ley natural: es la participación de la ley eterna en la criatura
racional. Es la ley propia del ser humano. No es la ley física
de los minerales ni la ley biológica de las plantas y de los
animales, sino una ley escrita por Dios en la naturaleza del
hombre que le permite conocer el bien y el mal.
Veritatis splendor 43: “Dios provee a los hombres de manera
diversa respecto de los demás seres que no son personas: no
‘desde fuera’, mediante las leyes inmutables de la naturaleza
física, sino ‘desde dentro’, mediante la razón que, conociendo
con la luz natural la ley eterna de Dios, es por esto mismo
capaz de indicar al hombre la justa dirección de su libre situación”.
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LEY MORAL, 4
La ley natural no es exclusiva de la Teología Moral: ya aparece
en otras culturas: Ejemplo: Cicerón.
Cicerón, De Republica, III, 22-23: “Ciertamente existe una ley
verdadera, de acuerdo con la naturaleza, conocida de todos,
constante y sempiterna... A esta ley no es lícito ni arrogarle ni
derogarle algo, ni tampoco eliminarla por completo. No podemos disolverla por medio del Senado o del pueblo. Tampoco
hay que buscar otro comentador o intérprete de ella. No existe
una ley en Roma, otra en Atenas, otra ahora, otra en el porvenir; sino una misma ley, eterna e inmutable, sujeta a toda la
humanidad en todo tiempo (...). Quien no la guarda, se traiciona a sí mismo y ultraja la naturaleza humana, y por ello sufre
máximas penas, aunque crea escapar de los suplicios”.
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LEY MORAL, 5
La ley positiva es la que es promulgada por un legislador concreto
que goza de autoridad para legislar. Puede ser divina o humana,
y la humana se divide en eclesiástica y civil.
1
Ley divina positiva: tiene a Dios por autor. Son los Diez
mandamientos en el AT y el precepto del amor en el NT.
2
Ley eclesiástica: tiene por legislador a la Jerarquía de la
Iglesia. Es el caso de muchas leyes que regulan el matrimonio y, en conjunto, las leyes del Código de Derecho
Canónico.
3
Ley civil: es la legislada por la autoridad pública legítima.
Ejemplos: leyes fiscales, normas jurídicas de los Códigos
de los distintos Estados.
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LEY MORAL, 6
Las leyes positivas deben tener en cuenta las exigencias de la
ley eterna y de la ley natural. En muchas ocasiones, tanto la
divina como la eclesiástica, son explicitaciones y aplicaciones
de la ley natural. Esto vale también para la ley civil. Pero la
convivencia ciudadana contiene otro cúmulo de normativas
legales que no tienen que ver directamente con la ley natural.
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LEY MORAL, 7
Ley nueva
La “nueva ley” consiste principalmente
en la gracia del Espíritu Santo, que nos
llega a través de Cristo, y nos mueve a
obrar según la luz de la fe que opera por
la caridad. Es una guía intrínseca y activa
de nuestros actos. Pero también es “ley
externa” que se contiene en la Sagrada
Escritura y en la Tradición.
La “nueva ley” confirma la ley natural y contiene nuevas enseñanzas y preceptos referentes a la gracia y a la vida nueva que instaura. Es propia y específica de la moral cristiana, de los que tienen la
nueva vida en Cristo por el bautismo. Se llama también “ley del
Espíritu” o “ley del Evangelio”.
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LEY MORAL, 8
Principios morales en relación con las leyes, 1
1. Todos los hombres están sometidos desde su nacimiento a las
exigencias de la ley natural. Es objetiva, universal e inmutable.
2. En la ley natural se fundamentan los derechos y deberes universales de la persona, que deben ser respetados y protegidos
jurídicamente.
3. Las normas que se deducen de la ley natural son vinculantes
en conciencia.
4. En la ley natural se distinguen principios “primarios” (no
asesinar) y “secundarios” (el derecho de propiedad). Los “primarios” no admiten excepciones.
5. Las exigencias morales de los Diez Mandamientos obligan a
todos los hombres, sean o no cristianos. Pero, en cuanto “preceptos” vinculan sólo a los creyentes en el Dios que los promulgó.
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LEY MORAL, 9
Principios morales en relación con las leyes, 2
6. La Jerarquía de la Iglesia puede dar normas universales que
vinculan la conciencia de todos los creyentes.
7. Todos y sólo los bautizados, a partir de los siete años y con
uso de razón, están obligados a cumplir las leyes de la Iglesia,
excepto aquellas que exijan otra edad determinada.
8. Los actos puramente internos sólo pueden estar sometidos
a la autoridad de la Iglesia.
9. Las leyes civiles justas obligan en conciencia a todos los
súbditos.
10. Pueden ser objeto de ley civil las acciones externas, y solamente aquellas que, por ejecución u omisión, contribuyen al
bien común.
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LEY MORAL, 10
Libertad y ley
Libertad y ley no se oponen, sino que ambas se requieren mutuamente. La ley es una ayuda necesaria para que el sujeto conozca
lo que ha de hacer y se afiance en el bien que le indica la norma.
La ley moral no significa una limitación de la
libertad, sino más bien indica al sujeto el camino que ha de seguir para hacer un uso inteligente y lúcido de ella. Al modo como las
normas de circulación no coartan la voluntad
del conductor, de modo semejante la ley divina
no sólo no limita la libertad del hombre, sino
que le guía para que pueda orientar su existencia por una ruta que le lleve a la salvación.
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LEY MORAL, 11
Conciencia y ley
La conciencia no crea las categorías de bien y de
mal, sino que sólo las constata: descubre en la
norma lo que es bueno o malo.
CCE 1800: “El ser humano debe obedecer
siempre el juicio cierto de su conciencia”.
Pues es la ley la que ayuda al hombre a
emitir ese “juicio cierto” sobre lo que ha de
hacer y debe omitir si quiere llevar una conducta digna de la persona humana.
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