METODOLOGÍA PARA EL ANÁLISIS, DISEÑO Y EVALUACIÓN DE POLÍTICAS DE SEGURIDAD: EL PLAN DE SEGURIDAD CIUDADANA DE BARCELONA Marta Murrià Sangenís, Carlos González Murciano, Albert Cónsola Clavé ([email protected]; [email protected]; [email protected]) Abstract Las políticas en materia de seguridad ciudadana deben desarrollarse en el marco de intervenciones amplias que tomen en consideración la pluralidad de factores que componen la dimensión objetiva de la seguridad (delincuencia) y su dimensión subjetiva (percepción de seguridad). En consecuencia, el diseño de políticas locales de seguridad requiere de instrumentos y metodologías que garanticen que éstas se fundamenten en un conocimiento contrastado. El Institut d’Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona, consorcio para la investigación de cuestiones económicas, sociales y territoriales vinculado a la Universidad, participó en la elaboración del primer Plan de Seguridad de Barcelona (2009-2011). Actualmente colabora con el Ajuntament de Barcelona en la edición 2012-2015. Los planes de seguridad son concebidos como un proceso dinámico a través del cual se identifican problemáticas, se definen prioridades y se establecen mecanismos de intervención. La identificación de las situaciones objeto de atención prioritaria y las propuestas de intervención reflejan las diferentes opiniones, responsabilidades e intereses que tienen que ver con la seguridad. Por lo tanto, la planificación local de políticas públicas de seguridad debe contar con la participación de la ciudadanía, así como de las instituciones y operadores con competencias en su gestión. Debe ser transversal, atendiendo tanto a la dimensión objetiva como subjetiva de la seguridad. En conjunto, se trata de encontrar los mecanismos que subministren información y reflexión al servicio del trabajo transversal y favorecer acuerdos. El desarrollo de un plan estratégico de seguridad tiene tres vertientes principales: la diagnosis, la estrategia y la evaluación. La primera consiste en la identificación y análisis de los problemas de seguridad en la ciudad. La estrategia consiste en la priorización y planificación de acciones e intervenciones. La evaluación es el seguimiento de las acciones y de sus objetivos. En el caso de Barcelona se utilizaron técnicas cuantitativas y cualitativas para cada una de estas fases, principalmente: análisis de datos de fuentes diversas (encuestas de victimización, registros sobre incidencias en el espacio público, encuestas de opinión, estadísticas policiales), así como grupos de trabajo y entrevistas a representantes de los distintos operadores que directa o indirectamente contribuyen a la seguridad en la ciudad (policía, comercio, turismo, prevención social, urbanismo, etc.). Como resultado, el plan se constituye como una herramienta para la mejora de la seguridad en la ciudad que proporciona mecanismos e instrumentos para adaptar el sistema de seguridad ciudadana a las dinámicas urbanas y sociales de la ciudad de Barcelona. También proporciona un diagnóstico actualizado del estado de la seguridad ciudadana y contiene un conjunto articulado de acciones preventivas destinadas a maximizar la percepción de seguridad, minimizar la delincuencia y anticipar los conflictos que surgen en la convivencia. Finalmente, aporta los elementos necesarios para evaluar y hacer un seguimiento de la implementación de estas acciones. Todo ello entorno a los cuatro ejes estratégicos sobre los que se estructura: percepción de seguridad en el espacio urbano, minimización y anticipación a los conflictos de convivencia, prevención y control de la delincuencia, y gestión local de la seguridad. Palabras clave: políticas de seguridad, planificación, seguridad ciudadana, convivencia, Barcelona. 1. Introducción: el plan de seguridad como instrumento para la toma de decisiones y la planificación de las políticas de seguridad mediante la información y la participación A finales de 2008 la Direcció de Serveis de Prevenció de l’Ajuntament de Barcelona pidió la colaboración del Institut d’Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona para elaborar el Plan de Seguridad Ciudadana de la capital catalana. El plan se concebía como un instrumento para la toma de decisiones y para la planificación de unas políticas públicas de prevención que tuviesen en cuenta la dimensión objetiva de la seguridad (delincuencia) y su dimensión subjetiva (percepción de seguridad). El planteamiento requería, por lo tanto, de un enfoque integral que no se centrase únicamente en el fenómeno delincuencial y en su correlato (el miedo al delito) sino que también debía tener en cuenta aquellos procesos urbanos y de las relaciones comunitarias que pudiesen dificultar una vivencia tranquila de los barrios y de la ciudad. El encargo suponía un reto metodológico pero también planteaba una cuestión sobre las relaciones que se establecen entre conocimiento científico, práctico y político, por lo demás común a cualquier investigación aplicada (Gledhill, 2009; Robert, 2009). En primer lugar, el organismo que efectúa el contrato normalmente dicta los términos del trabajo y puede tratar de imponer sus puntos de vista. En segundo lugar, existe el riesgo de que la implicación en un proyecto se utilice para legitimar procesos que, en la práctica, no prestan atención real a las realidades locales, dándoles una apariencia de estudio y de “consulta”. Hay además un tercer peligro, el de tratar de imponer las propias posturas personales adoptando una apariencia de objetividad. Para controlar estos sesgos el equipo llegó a dos acuerdos: 1) que su objetivo en este proceso sería aportar aquellas informaciones y análisis que permitiesen tomar decisiones y actuar basándose en el conocimiento; 2) tratar de asegurar tanto la representatividad como la validez de las fuentes. Esto nos devuelve de nuevo al tema principal ya que desde un punto de vista metodológico podemos entender el plan como un proceso dinámico que, más allá de la estrategia política y la planificación de políticas públicas, proporciona un sistema continuo de recogida de información que combina, integra y articula fuentes de datos diversos, requiere de la participación de múltiples actores y del uso de técnicas cualitativas y cuantitativas. Por esta razón, este texto se centrará principalmente en los mecanismos, instrumentos y metodologías que se han utilizado para la recogida y la 1 gestión de la información en las diferentes etapas del plan, haciendo, eso sí, un breve apunte sobre su contexto. 2. El contexto del Plan de Seguridad Ciudadana: Barcelona y la prevención Las políticas de prevención cuentan en Barcelona con una larga tradición que arranca con el segundo mandato de los ayuntamientos democráticos. Tal y como expone Juli Sabaté (2005), los poderes locales se encontraron con un fenómeno imprevisto que iluminaba el nuevo paisaje ideológico y civil: el aumento de la delincuencia y la aparición de un sentimiento colectivo de preocupación por la seguridad. En 1983 Pasqual Maragall, entonces alcalde de la ciudad, constituyó una comisión para elaborar un diagnóstico y proponer al equipo de gobierno las medidas necesarias para emprender una actuación eficaz en el ámbito de la seguridad ciudadana. Tras catorce meses de trabajo, la Comissió Tècnica de Seguretat Urbana de Barcelona estableció unos principios (prevención, solidaridad, participación) y un modelo de gestión que se adaptase a las necesidades propias de una política local (conocimiento de la realidad, coordinación institucional, descentralización territorial). Entre los logros de esta comisión están, entre otros, la organización de los servicios de prevención a nivel de ciudad y de sus diez distritos, o la Enquesta de victimizació i opinió sobre la seguretat de Barcelona, una operación estadística anual que ha dado lugar a una de las series analíticas más amplias sobre seguridad urbana realizada por un gobierno local. Desde entonces han pasado 30 años y tanto los principios como el modelo propuesto por la Comissió Tècnica de Seguretat Urbana siguen teniendo una vigencia plena. Sin embargo, las políticas preventivas han comenzado a mostrar algunos síntomas de agotamiento, asediadas tanto por la popularidad de las políticas de tolerancia cero y la emergencia de una cultura del control que exige resultados inmediatos y con costes electorales (Garland, 2005), como por el propio dinamismo de la ciudad y de su estructura social. El Plan de Seguridad Ciudadana de Barcelona iniciaba su singladura en el contexto de una crisis económica que hoy nos está conduciendo a una crisis social a nivel local. La contracción del mercado laboral y el aumento de las tasas de paro, junto a las políticas de déficit público, disminuyen los ingresos de las familias y de la administración. Aparece una vulnerabilidad que afecta a nuevos segmentos de población. 2 Las dinámicas demográficas han introducido la diversidad cultural y la juventud en una pirámide de población envejecida. Si se añaden los cambios urbanísticos y los movimientos de población asociados a los mercados de la vivienda, cambian las estructuras de relación en los barrios y cada vez hay más dificultades para el conocimiento y el reconocimiento mutuo. Barcelona también es el núcleo central de una densa trama de relaciones que la conectan con el exterior. A las movilidades cotidianas (por trabajo, compras u ocio), hay que añadir los flujos internacionales del turismo y las migraciones. Aumenta la presión sobre el espacio público. Es una crisis de espacios que puede generar proximidades excesivas (entre intereses y actividades diferentes, incluso incompatibles). Las personas conviven pero no viven juntas, elevando el riesgo de aparición de conflictos que amenazan la tranquilidad. Crisis de identidad que debilita el sentimiento de pertenencia y de responsabilidad ante las situaciones que emergen en el día a día, con el consiguiente incremento de demandas a la administración para que ejerza más control y autoridad sobre unos barrios que escapan al control informal de los vecinos. 3. El proceso de elaboración del plan de seguridad: análisis y diagnosis, estrategia y acción, seguimiento y evaluación. El proceso de planificación de políticas públicas se delimita en las fases de realización de la diagnosis, definición de las estrategias y selección de las acciones, implementación de la acción y evaluación. Se trata de un proceso continuo en el que después de la evaluación, y de acuerdo con sus resultados, se reformulan las estrategias. Este proceso define una serie de pasos que ayudan a la toma de decisiones, a la mejora de la calidad de la información obtenida, a la garantía de que las intervenciones son adecuadas y a la guía de futuras intervenciones, mostrando los problemas encontrados y cómo las intervenciones pueden mejorar (UNODOC, 2010). Cada una de estas fases comporta unos objetivos y unas finalidades distintas. Metodológicamente el proceso se segmentó en tres etapas, cada una de las cuales con objetivos y necesidades analíticas distintas: 3 Análisis y diagnosis. La primera etapa del plan de seguridad consistió en elaborar un diagnóstico ajustado sobre el estado de la seguridad y la convivencia en Barcelona en sus múltiples dimensiones. Estrategia y acción. El diagnóstico permite plantear recomendaciones que ayuden a la toma de decisiones y a su puesta en práctica. La fase de estrategia consiste así en definir las intervenciones destinadas a maximizar la percepción de seguridad y minimizar la delincuencia y los conflictos que surgen en la convivencia e impulsar su implementación. Seguimiento y evaluación. Una vez puestas en marcha las intervenciones deberá hacerse un seguimiento de su ejecución y de las dificultades que se encuentren en su implementación. De forma paralela se irá actualizando las informaciones sobre el estado de la seguridad en la ciudad. Al final, todo ello debe ofrecer la información necesaria para evaluar los resultados del plan y orientar su posible revisión. En este texto se describen las metodologías utilizadas y los resultados obtenidos por el equipo técnico del Institut d’Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona durante el desarrollo del plan de seguridad. Figura 1. Proceso de elaboración del plan de seguridad de Barcelona Fuente: Elaboración propia. 4 3.1. Análisis y diagnosis El análisis tiene como principal objetivo elaborar un diagnóstico del estado de la seguridad ciudadana y de la convivencia, así como poner de manifiesto los problemas de seguridad más relevantes de la ciudad. Se trata de identificar los ámbitos y las estrategias de intervención en base a un conocimiento contrastado de la situación. Para mejorar la comprensión del estado de la seguridad ciudadana es necesario el punto de vista no sólo de expertos del ámbito universitario sino sobre todo desde la mirada de los actores implicados y los responsables técnicos del ayuntamiento. Aunque la diagnosis corresponde principalmente a la primera fase del proceso, el análisis debe irse actualizando a lo largo de su desarrollo. Así, se diseña un sistema de recogida de información continuado sobre el estado de la seguridad, mediante informaciones cuantitativas (cuadro de indicadores) y cualitativas (percepciones, valoraciones y aportaciones de los actores de la seguridad y de los ciudadanos). En el último período del plan, la información recabada y su análisis permitirán redefinir y actualizar las estrategias en función de las nuevas realidades detectadas (en fase de evaluación). En el caso de Barcelona, la diagnosis se realizó mediante dos procesos paralelos. Por un lado se realizó un análisis de carácter eminentemente cuantitativo sobre la seguridad percibida en la ciudad y sus barrios, la incidencia de la victimización y la interrelación de los dos fenómenos. También se examinó cuáles eran los aspectos que inducían a la demanda de los ciudadanos para una intervención del sistema de seguridad de la ciudad. Por el otro lado, se efectuó un análisis de carácter más cualitativo con el objetivo de profundizar y detallar los resultados del análisis cuantitativo. Se realizaron una serie de grupos de trabajo que aportaron puntos de vista diferentes sobre los principales problemas de seguridad ciudadana en Barcelona. 5 Figura 2. Proceso y fuentes de información para la realización del diagnóstico Procesos Análisis cuantitavo: estudio sobre la percepción de seguridad, la incidencia de la victimización y demandas ciudadanas Análisis cualitativo: detección de problemas de seguridad Fuentes de datos Enquesta de victimització i opinió sobre la seguretat de Barcelona. Encuesta anual a una muestra representativa de 4.000 barceloneses de 16 i más años que aporta información sobre victimización y percepción de seguridad. Ajuntament de Barcelona. Registro de llamadas de las demandas ciudadanas a los teléfonos 092 y 112. Indicadores de la Guàrdia Urbana de Barcelona. Ajuntament de Barcelona. Encuesta de servicios municipales de Barcelona. Encuesta anual a una muestra representativa de 6.000 barceloneses de 18 y más años residentes a la ciudad desde más de seis meses. Ofrece información sobre la valoración de los distintos servicios del ayuntamiento así como diversos aspectos del barrio y la ciudad. Ajuntament de Barcelona. Grupo de discusión policía. Guàrdia Urbana de Barcelona Policia de la Generalitat-Mossos d’Esquadra Grupo de discusión técnicos de prevención de los distritos. Grupo de discusión jóvenes. Fuente: elaboración propia La fase de diagnosis permitió constatar que la seguridad ciudadana no es solo una cuestión relacionada con la delincuencia, antes bien, los aspectos que pueden incidir en la percepción de seguridad y las incidencias relacionadas con la convivencia son elementos relevantes. Algunos resultados del análisis cuantitativo: percepción de seguridad y victimización En Barcelona, la percepción de inseguridad se distribuye territorialmente de una forma distinta a la localización de la delincuencia. El índice de percepción de inseguridad en los barrios calcula el porcentaje de barceloneses que evalúan el nivel de seguridad de su barrio por debajo de los cinco puntos de media (en una escala de 0 a 10). En 2008, este índice era del 16,8%. Es decir, uno de cada seis vecinos de la ciudad consideraba que las condiciones de seguridad en su barrio no eran adecuadas o resultaban insuficientes. En los barrios situados en el frente marítimo y la franja noroeste de Barcelona era donde se concentraba un porcentaje más elevado de barceloneses que consideraban insuficiente la seguridad e su barrio. 6 Figura 3. Índice de percepción de inseguridad según barrios. Barcelona, 2008 Fuente: elaboración propia en base a Encuesta de Victimización de Barcelona, 2008. La distribución territorial de los hechos delictivos detectados por la encuesta de victimización mostraba en cambio cómo éstos se concentraban en la zona central de la ciudad, mientras que las tasas delictivas eran menores en el resto de barrios. Uno de cada tres hechos considerados delictivos por los barceloneses se localizó en los barrios del distrito central del Eixample y en los barrios del Gótico y del Raval, ambos en el centro histórico de Ciutat Vella. En resumen, los barrios donde se registran unas tasas delictivas elevadas pueden ser considerados seguros por sus vecinos mientras que aparecen barrios donde el volumen de delitos es bajo y aún así son considerados inseguros por sus vecinos. En la mayoría de casos, la inseguridad es una forma de vulnerabilidad que no se relaciona simplemente con el delito. 7 Figura 4. Distribución de los hechos delictivos según barrios. Barcelona, 2008 Fuente: elaboración propia en base a Encuesta de Victimización de Barcelona, 2008. De acuerdo con estas afirmaciones se definió una tipología de perfiles territoriales en función de la posición que ocupaba cada barrio en el vector de la seguridad objetiva y el de la seguridad subjetiva. Las cuatro áreas se determinaron a partir de la afijación de un estándar, en este caso el promedio de ciudadanos que consideran que la seguridad que consideraban la seguridad de su barrio insuficiente y el promedio de la tasa de hechos considerados delictivos localizados en Barcelona. • Territorios inseguros. En estos barrios hay un sentimiento de inseguridad mayor que en la media de la ciudad y la incidencia de hechos delictivos también es elevada, por lo que hay un cierto ajuste: sentimientos de inseguridad y altas tasas delictivas. • Territorios sensibles. En estos barrios la incidencia delictiva queda por debajo del promedio de la ciudad, pero el sentimiento de inseguridad es más alto que en otras zonas. La explicación sobre la inseguridad se debe buscar, pues, más allá de la pura relación con la delincuencia. 8 • Territorios confiados. Hay una elevada incidencia de hechos delictivos, pero el sentimiento de inseguridad es bajo. Intervienen, por tanto, elementos que contribuyen a la seguridad de las personas que viven en estos territorios. • Territorios seguros. Son aquellos donde se registran menos hechos delictivos y hay pocos vecinos que se sientan inseguros. Figura 5. Posicionamiento de los barrios según localización de hechos de victimización y percepción de la inseguridad. Barcelona, 2010. SENSIBLES SEGURS INSEGURS CONFIATS Fuente: Elaboración propia en base a Enquesta de victimització i opinió sobre la seguretat de Barcelona y Enquesta de serveis municipals. Ajuntament de Barcelona. Algunos resultados del análisis cuantitativo: demandas ciudadanas Para analizar las demandas ciudadanas se empleó el registro de llamadas a la policía. Se observó que más de una tercera parte de estas llamadas se referían a incidencias relacionadas con la seguridad ciudadana, pero sobretodo con la convivencia. Los motivos principales de las demandas de intervención que se hacían a la policía se produjeron por la presencia de personas en la vía pública que generaban molestias o daban miedo (29,8%). La convivencia ciudadana también resultaba un área problemática, sobre todo en cuanto al ruido que generan los vecinos (26,3%) así como 9 los locales y establecimientos comerciales (6,7%). En cambio, delitos o faltas como los robos y los hurtos (5,3%), el vandalismo y los daños contra la propiedad (4,4%) o las peleas y agresiones (4,1%) generaban un número menor de llamadas. De esta manera, los problemas de convivencia aparecían como el principal motivo de demanda de intervención de la policía por parte de los ciudadanos, tratándose de situaciones de difícil solución des de una vertiente puramente policial y de respuesta del sistema penal. Figura 6. Agrupación de los motivos de las llamadas a los teléfonos 092 y 112 para incidencias de seguridad ciudadana y de civismo. Barcelona. 2008 Motivo llamada Molestias por ruidos Molestias vecinales producidas por el ruido Molestias generadas por el ruido, horarios de los locales, ... % 33,0 26,3 6,7 Personas que dan miedo Personas en la vía pública que molestan o que dan miedo 29,8 29,8 Usos de la vía pública Vandalismo y daños contra la propiedad 19,2 4,2 Otras molestias vecinales (malos olores, ...) 3,9 Molestias por animales domésticos (ruidos, peleas, ...) 2,9 Actividades molestas en el espacio público 2,4 Tráfico, consumo de drogas en la vía pública 1,9 Concentración de gente en el espacio público 1,2 Ocupaciones de la vía pública 1,0 Molestias por obras, dispositivos o mantenimiento vía pública 0,6 Ocupaciones de edificios 0,6 Obras, trabajos en la vía pública 0,5 Avisar de hechos delictivos Robos, hurtos 18,1 5,3 Peleas y agresiones 4,1 Alarmas (vehículos, viviendas, locales, ...) 2,6 Venta ambulante y venta no autorizada 2,3 Violencia doméstica y de género 1,8 Desamparo y problemas relacionados con los menores 0,9 Estafas, fraude, juegos en la vía pública 0,8 Agresiones y abusos sexuales 0,2 Protección a personas y actuaciones especiales 0,1 Armas, explosivos, amenazas de bomba 0,1 TOTAL Fuente: Elaboración propia en base a Guàrdia Urbana de Barcelona, 2008 100,0 10 Algunos resultados del análisis cualitativo: problemas de seguridad y convivencia Se organizaron tres grupos de discusión con el objetivo de socializar los resultados que se habían obtenido a través del análisis y aquellas experiencias que ayudaran a formular un diagnóstico compartido sobre la situación de la seguridad ciudadana y de la convivencia en Barcelona. Para facilitar este trabajo se propuso a los participantes que llenaran una parrilla informativa que recogía los principales problemas para la seguridad ciudadana en Barcelona, los servicios o programas con que contaba la ciudad y propuestas de futuro. El análisis y la clasificación de las informaciones recogidas permitió identificar los siguientes problemas de seguridad de la ciudad: 1. Percepción de inseguridad. En los últimos 25 años la percepción de seguridad de los ciudadanos no parece incrementar. La concepción de la seguridad ha ido cambiando a medida que lo han hecho las definiciones sobre lo que se consideran usos correctos y seguros de los espacios de la ciudad. Por tanto es un fenómeno complejo que afecta a diversas áreas de la realidad y que exige una respuesta multidimensional y conjunta por parte de los diferentes operadores implicados. 2. Conflictos de convivencia. La ciudad vive inmersa en un importante proceso de renovación demográfica (incremento de la esperanza de vida, envejecimiento de la población, llegada de flujos migratorios) y urbanística (proyectos de micro urbanismo y subida del precio de la vivienda) que modifican el paisaje de la convivencia y la seguridad. Se detectan conflictos entre usuarios y residentes por el uso de determinados espacios de la ciudad debido a actividades que se molestan entre ellas. También aparece el problema de la vandalización y deslucimiento de bienes públicos de uso colectivo (pintadas, suciedad,...). 3. Delincuencia. Pequeña delincuencia en la vía pública. El aumento de los pequeños hurtos y los robos generan inseguridad entre la población. Dificultades para gestionar la multi-reincidencia, lo que puede derivar en sensación de impunidad entre los delincuentes y descrédito entre los ciudadanos. Los robos en los comercios son fuente de inseguridad. Los robos en los domicilios generan alarma social entre los ciudadanos, sobre todo las formas de delincuencia organizada y los robos 'silenciosos'. Los actos de violencia encuentran un amplio 11 eco ciudadano y mediático y pueden ser fuente de inseguridad en función de la gravedad de los hechos, sobre todo si estas conductas son reiterativas. Barcelona se ha convertido en un importante polo de atracción turístico. Los turistas generan una importante atracción sobre la actividad delictiva en la ciudad. 4. Disfunciones del sistema de seguridad. Las fuentes de información sobre conflictos y problemas de seguridad pueden estar sesgadas en función de los intereses de los diferentes actores del campo de la seguridad. Hay constancia de hechos delictivos y de conflictos que no se denuncian, por lo que no queda constancia de estos hechos y la policía no interviene. La ciudadanía a menudo no conoce los recursos que están a su disposición, ni si se están emprendiendo acciones o si se han adoptado medidas ante los conflictos de orden público, a pesar de que estas intervenciones puede que estén en marcha. Los cuatro ejes estratégicos del plan de seguridad de Barcelona La diagnosis confirmaba que la seguridad ciudadana es un fenómeno complejo que se construye de múltiples procesos entre los cuales la delincuencia, el sentimiento de seguridad y la convivencia tienen un papel fundamental. En consecuencia, la seguridad ciudadana no sólo se podía afrontar con la prevención y represión de la actividad delictiva sino también mediante la prevención y minimización de los conflictos de convivencia y la corresponsabilización en la gestión de la seguridad por parte de los diferentes operadores y de los propios ciudadanos. En este contexto se consideraba que las estrategias del plan de seguridad debían ocuparse de los principales problemas de seguridad que se habían detectado para la ciudad (percepción de inseguridad, conflictos de convivencia, delincuencia y disfunciones). A partir de estos problemas se definieron cuatro ejes estratégicos que servirían para dotar de contenidos prácticos el desarrollo del plan. Finalmente estos ejes fueron: I. Potenciar unos barrios más seguros / una vivencia más segura de los barrios. Identificar los procesos que generan problemas de seguridad en los barrios y en los distritos de la ciudad, desarrollando los instrumentos para maximizar una vivencia segura del territorio entre los vecinos de la ciudad. II. Anticipar y gestionar los conflictos que surgen en la convivencia. El espacio público es el escenario donde se desarrollan la mayoría de relaciones sociales. 12 La forma de entender y de vivir estos espacios puede llevar a conflictos por su utilización que deterioran la convivencia y conllevan efectos negativos para la seguridad ciudadana. III. Prevenir y controlar la actividad delictiva. Las nuevas realidades sociales y económicas hacen que sea del todo necesario contar con un diagnóstico contrastado y actualizado de los diversos fenómenos que generan un riesgo de exposición real de la ciudadanía ante las diferentes manifestaciones de la actividad delictiva. IV. Reforzar la gestión local de la seguridad. Las políticas de seguridad ciudadana y de prevención del conflicto tienen por objetivo la promoción del bienestar de los ciudadanos. Su realización como servicio público depende de la intervención de múltiples operadores. Hay que contemplar esta complejidad organizativa y avanzar hacia un modelo de gestión y de planificación conjunta, buscando el fomento de la colaboración ciudadana, la coordinación entre operadores e instituciones implicadas y los servicios de policía. 3.2. Estrategia y acción La fase de estrategia y acción consta de dos vertientes: 1) la del planeamiento estratégico, que tiene por objetivo establecer prioridades de intervención y dotar de contenido concreto a los ejes estratégicos; 2) la de la operativización, que es el proceso posterior en el que se hace operativa la estrategia, es decir, se seleccionan las acciones concretas a implementar. Para ello se debían identificar y seleccionar las acciones y medidas prioritarias para cada eje, periodizar las actuaciones en el tiempo, definir plazos de ejecución, identificar a los responsables de implementar las acciones e implicarlos y determinar los elementos adecuados para hacer un seguimiento de la implementación de estas actuaciones. Esta fase se llevó a cabo en dos períodos, para los que se emplearon metodologías diferentes. El primer período fue el de definición y se llevó a cabo entre 2009 y 2011. El segundo periodo fue el de actualización (2012-2013). Los ejes estratégicos fueron los elementos vertebradores que permitieron dotar de coherencia y unidad a todo el proceso: 13 Definición; 2009-2011. Se realizaron una serie de grupos de trabajo con la colaboración de diferentes miembros de las instituciones de seguridad pública, de la administración local, del tejido asociativo y productivo de la ciudad, los cuerpos policiales, responsables técnicos de urbanismo, los servicios de atención a las personas, los agentes de prevención social y los técnicos de prevención de los distritos, entre otros. Dada la diversidad de actividades y actores que intervienen en la prevención de la inseguridad se constituyeron cinco grupos de trabajo (GDT). Los objetivos de los grupos eran la validación de la primera diagnosis, la identificación de prioridades de intervención, y la identificación y propuesta de acciones concretas. Cada grupo organizó su actividad en torno a dos sesiones de trabajo. La primera sesión tenía el objetivo de validar los ejes estratégicos, asignar prioridades a las líneas de intervención e identificar y proponer actuaciones. En la segunda sesión se revisaron y validaron las actuaciones y se pidieron propuestas sobre los instrumentos e informaciones necesarios para avanzar en la definición de indicadores de seguimiento. Otro objetivo de estas sesiones era el de detallar y consensuar, en la medida de lo posible, cómo se desarrollarían las acciones específicas (plazos, medios, responsables). Antes de las sesiones se enviaba por email material informativo y un cuestionario que los asistentes debían responder y llevar cumplimentado el día de la sesión, así el grupo trabajaba sobre una reflexión previa de los asistentes y se podía desarrollar con más efectividad. 14 Figura 7. Grupos de Trabajo para el planeamiento estratégico y operativo. Plan de seguridad de Barcelona 2009-2011. Grupo de Trabajo GDT prevención de la inseguridad ciudadana mediante la promoción del espacio público. Tipos de problemáticas e intervenciones Estrategias de recuperación y mantenimiento de los espacios (limpieza, alumbrado). Mecanismos de vigilancia preventiva (diseño de espacios, urbanismo). Intervenciones en zonas vulnerables o que generan inseguridad (planes de barrio, promoción). Iniciativas de fomento de la convivencia comunitaria (guías, prevención de conductas, transmisión de valores) GDT de prevención de la inseguridad ciudadana mediante la promoción de la convivencia Estrategias de reducción del riesgo de aparición de conflictos de convivencia (control de adicciones, programas de disminución de la violencia). Intervenciones sociales sobre colectivos de riesgo para la comisión de delitos (jóvenes, multirreincidentes). Servicios de intervención social. Estrategias de reducción del riesgo de aparición de conflictos de convivencia (uso responsable de los espacios de la ciudad) Instituciones participantes Àrea d'Urbanisme i Medi Ambient Barcelona Regional Plans Llei de Barris Grupo I Direcció de Joventut Institut Municipal d'Educació de Barcelona Àrea d'Accio social i ciutadania Direcció de cooperació i immigració Institut Barcelona Esports Grupo II Consorci d'Educació de Barcelona Institut Municipal de l'habitatge Agència de Salut Pública Acció Social i Ciutadania Regidoria Usos del temps Patrullas preventivas y de control de los espacios. Investigación policial e intervención. GDT de prevención de la inseguridad ciudadana mediante la acción policial Policia de la Generalitat – Mossos d’Esquadra Recursos humanos, técnicos, logísticos. Sistemas de recopilación y análisis de la información. Guàrdia Urbana Cuerpo Nacional de Policía Coordinación con otros servicios. Control de la seguridad privada. GDT de prevención de la inseguridad mediante la acción de los agentes socioeconómicos GDT de gestión de conflictos y atención a las víctimas. Creación de capital social y promoción de los barrios (fortaleza del tejido productivo). Estrategias de prevención de la victimización de turistas, clientes y comerciantes Sistemas de coordinación, control y tratamiento de problemas (policía, consultados). Mecanismos de resolución pacífica de conflictos (mediación, reparación, medidas penales alternativas) Sistemas de atención a las víctimas de la violencia. Gremi d’Hotels de Barcelona Gremi de restauració Fundació Tot comerç Confederació de Comerç de Barcelona Barcelona Turisme Transportes Metropolitanos Direcció de la Dona Servei de Gestió de conflictes Agència Salut Pública Drets Civils Comissionat d'Immigració NOTA: Representantes de los distritos municipales, la Dirección de Servicios de Prevención del Ayuntamiento y el Departament d’Interior de la Generalitat asistieron a todos los grupos de trabajo. 15 Actualización; 2012-2013. El equipo técnico estudió las propuestas recogidas en el plan anterior y propuso una selección de actuaciones. Estas actuaciones debían ser validadas por el equipo político y actualizadas por aquellos operadores implicados en la gestión de la seguridad (servicios de prevención, policías, técnicas de mediación comunitaria, encargados del espacio público, salud, educación, juventud, mujer, interculturalidad y deportes). Se realizaron dos consultas: - Para la primera consulta se seleccionaron a directores, gerentes y responsables de las instituciones y servicios. Esta consulta tenía el objetivo de establecer prioridades, identificar aquellas acciones que se estaban llevando a cabo desde cada operador (o las que se pensaban implementar en un período breve de tiempo) y seleccionar las personas encargadas de su implementación. Concretamente se pidió que los informantes evaluaran el grado de prioridad de las estrategias previstas en el Plan, identificaran las principales acciones, programas o proyectos que se estaban llevando a cabo o que estaba previsto implementar y que podían contribuir al objetivo de mejorar la vivencia segura y tranquila de los barrios de Barcelona. También se pedía que se identificaran a los responsables, el estado de ejecución de estas acciones y que propusieran mecanismos para el seguimiento y evaluación de estas acciones. Con esta consulta se iniciaba el plan de acción o planeamiento operativo. - La segunda consulta se realizó entre aquel personal técnico que se había señalado como responsable directo de la implementación de las acciones. Nuestro objetivo era dar el máximo nivel de concreción a las actuaciones (definición, estado de ejecución, temporalidad, alcance territorial), detectar las dificultades que se estaban encontrando en su implementación, recoger propuestas de mejora y posibles indicadores para el seguimiento de su gestión. Ambas consultas se realizaron mediante cuestionarios electrónicos por e-mail. Los cuestionarios estaban vinculados a una base de datos Acces que permitía su codificación directa y el control de las respuestas. Tras el envío del cuestionario, fue necesario hacer un seguimiento durante el trabajo de campo (principalmente mediante llamadas telefónicas y contando con la ayuda del Ajuntament). Finalmente, el porcentaje de respuesta fue del 97%, lo que significa que solo un 3% de los cuestionarios se respondieron fuera de plazo o quedaron sin respuesta. 16 La figura que sigue a continuación permite ofrecer una imagen sintética de los resultados de este proceso. La intensidad de los colores es un indicador del número de acciones sobre las que se realizó la consulta. Figura 8. Operadores consultados según eje de intervención del plan de acción. Plan de seguridad de Barcelona 2012-2015. Operadors de seguretat i convivència Direcció de prevenció i seguretat Guàrdia Urbana de Barcelona (GUB) Mossos d'Esquadra (PG-ME) Direccions Territorials de Districte Districtes i gerències de districte Gerència d'Hàbitat urbà Direcció de Serveis de Llicències i Espai Públic Serveis Jurídics Direcció del Programa de la Dona Direcció del Programa de Drets Civils Immigració i interculturalitat Direcció de Família i Serveis Socials Institut Municipal de Serveis Socials Departament d'Atenció a Persones vulnerables Consorci d'Educació de Barcelona Institut Municipal d'Educació de Barcelona Regidoria d'Adolescència i Joventut Direcció del Programa d’Adolescència i Joventut Institut d'Esports de Barcelona Direcció Programa de Salut Direcció Programa de Temps i Qualitat de Vida Turisme de Barcelona Direcció de Turisme i Esdeveniments EIX 1 ● ● ● ● ● ● EIX 2 ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● EIX 3 ● ● ● ● ● EIX 4 ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● Resultados del planeamiento estratégico y operativo: vectores de intervención y acciones concretas La fase de planeamiento estratégico y operativo se materializa en la concreción de los cuatro ejes estratégicos del plan en vectores o ámbitos de intervención. Para cada uno de los vectores se identificaron acciones concretas, sus responsables y estado de ejecución. 17 Figura 9. Ejes estratégicos y vectores de intervención. Plan de seguridad de Barcelona 2012-2013 EJE 1. POTENCIAR UNOS BARRIOS MÁS SEGUROS / UNA VIVENCIA MÁS SEGURA DE LOS BARRIOS Vector 1. Incorporar la dimensión seguridad en las políticas municipales, especialmente en el urbanismo y el diseño urbano. Vector 2. Fomentar las relaciones de respeto hacia las personas y la ciudad. Vector 3. Fomentar la cohesión social y territorial de los barrios considerados como inseguros. EJE 2. ANTICIPAR Y GESTIONAR LOS CONFLICTOS QUE SURGEN EN LA CONVIVENCIA Vector 4. Aminorar las tensiones en espacios de potencial transferencia del conflicto. Las comunidades de vecinos, los centros escolares. Vector 5. Contener los conflictos por el uso de los espacios públicos. Intervenir ante la presencia de personas que dificultan el uso ciudadano del espacio público. EJE 3. PREVENIR Y CONTROLAR LA ACTIVIDAD DELICTIVA Vector 6. Reducir los delitos contra el patrimonio (hurtos y robos). 7. Mejorar la seguridad en el sector del comercio. Vector 8. Minimizar el riesgo de los turistas y de los visitantes. Vector 9. Prevenir y controlar las manifestaciones de la violencia interpersonal. EJE 4. REFORZAR LA GESTIÓN LOCAL DE LA SEGURIDAD Vector 10. Mejorar los canales de atención al ciudadano utilizando las redes sociales y las herramientas de comunicación 2.0. Vector 11. Reforzar la proximidad y mejorar la transferencia de información entre los servicios del ayuntamiento Vector 12. Socializar el conocimiento. 18 3.3. Seguimiento y evaluación La planificación de políticas de seguridad mediante la articulación de diferentes intervenciones y la coordinación de múltiples actores recomienda un monitoreo de su implementación y una evaluación de los resultados obtenidos. Por ello, en paralelo al proceso de análisis y de planeamiento estratégico y operativo se va diseñando y abasteciendo un sistema de información continua que deberá permitir responder a los siguientes interrogantes: ¿se están ejecutando las acciones previstas y, en todo caso, se están encontrado dificultades en su implementación?; ¿ha mejorado la seguridad y la convivencia en la ciudad?; ¿están apareciendo situaciones que no se habían previsto con anterioridad? La primera cuestión implica la necesidad de realizar un seguimiento del planeamiento operativo, esto es, monitorizar la ejecución de las acciones. El segundo y el tercer interrogante remiten a la evaluación, esto es, articular sistemas para conocer cuál es la situación de la ciudad una vez que la implementación ha comenzado (valorar la estrategia que se ha adoptado) y qué dinámicas se están generando (anticipar nuevas situaciones. En el caso del plan de seguridad en el momento de redacción de este documento aún no se ha llevado a término la evaluación, pero se ha realizado una primera propuesta de los contenidos y objetivos de ésta de acuerdo con el modelo de evaluación realista o aplicada (Pawson y Tilley, 2004). Por lo tanto, las páginas que siguen a continuación exponen la metodología, las fuentes de información y los tipos de indicadores que integran este proceso y que son diferentes en función de si se trata del seguimiento del planeamiento operativo o la evaluación de la seguridad. Seguimiento del planeamiento El seguimiento del planeamiento operativo tiene el objetivo básico de comprobar cómo funcionan las cosas, es decir, si se están implementando de manera satisfactoria las acciones recogidas en el plan de seguridad. Para ello es necesario crear un circuito de información regular que en este caso parte de las consultas a responsables de las acciones ya explicadas en el apartado sobre planeamiento operativo y que ofrecen información sobre el estado de ejecución de cada una de las acciones (en preparación o en ejecución); la valoración de su progreso (progresa adecuadamente o con dificultades); los indicadores que se utilizan para su seguimiento, su periodicidad y alcance territorial; y la opinión del grado de incidencia de estas acciones sobre la 19 seguridad y la convivencia (se ha avanzado o se sigue igual). Todo ello da lugar a dos grupos de indicadores: - Indicadores de acción: indicadores de actividad o de gestión de cada programa o servicio (recopilaciones de indicadores del propio programa o servicio, bases de datos administrativas, memorias de actividad, etc.) y indicadores sobre el estado de ejecución de las diferentes acciones recogidas. - Declaraciones de valor: la valoración que hacen los responsables de la acción (dificultades y propuestas de mejora, grado de incidencia). La evaluación La evaluación tiene la finalidad de conocer la situación de la seguridad y la convivencia a lo largo del desarrollo del plan y, sobretodo, al finalizar el mismo. Para ello se combina una metodología de carácter cuantitativo (selección y actualización de indicadores de situación) complementada con técnicas cualitativas (creación de una red de informantes clave que informen de las dinámicas que se dan en los distritos). - La situación: Se ha establecido un sistema de indicadores de situación que permite valorar la situación de Barcelona en relación a los ejes estratégicos del Plan. El sistema de indicadores incluye una selección de los indicadores ya existentes que mejor se aproximan a la medida del estado de la percepción de seguridad, la convivencia, y la delincuencia. Los indicadores provienen de fuentes diferentes como las encuestas de victimización y opinión sobre la seguridad, encuestas de valoración de los servicios, barómetros municipales, registros de quejas, incidencias y demandas de intervención, estadísticas de las policías, los servicios de prevención, entre otras. En un principio los indicadores son seleccionados por el equipo técnico, que ha propuesto en un futuro redefinirlos mediante el análisis de su fiabilidad y consensuarlos con técnicos-responsables del Ayuntamiento de Barcelona, de las policías y los servicios de estadística con la organización de sesiones de trabajo. 20 Figura 10. Ejemplo de indicadores de situación. EJE 1 POTENCIAR UNOS BARRIOS MÁS SEGUROS 1. Evaluación del nivel de seguridad en el barrio (media en una escala 0-10) 2. Inseguridad como problema más grave del barrio (% vecinos) 3. Incidencias en el alumbrado público (x 1.000 hab.) Vector 1. Incorporar la dimensión seguridad en las políticas municipales, especialmente en el urbanismo y el diseño urbano - 4. Incidencias en la recogida de basura y la limpieza del espacio urbano (x 1.000 hab.) 5. Índice de vandalización de bienes privados (%) 6. Incidentes por degradación del espacio público (x 1.000 hab.) 7. Opinión sobre la gestión municipal del alumbrado público (evaluación 0-10) 8. Opinión sobre la gestión municipal en la limpieza de los espacios públicos (media en una escala 0-10) La dinámica: Aunque este sistema de indicadores simples puede dar una fotografía del estado de la seguridad en la ciudad en un momento determinado, también es necesario contar con sistemas de información abiertos y dinámicos, preferentemente focalizados en los territorios y en los ciudadanos. Por ello se está creando una red de informadores clave, que actúe como un sistema de alerta rápida que informe de las situaciones conflictivas que emergen en los distritos y que los indicadores simples no detectan al ser mayormente de carácter anual y a nivel de ciudad. Se trata de un sistema de información abierto, dinámico y flexible. De esta manera, la red de informantes permitirá complementar y matizar el sistema de indicadores cuantitativos y el punto de vista profesional y experto de los gestores, técnicos y operadores de la seguridad de la ciudad con la mirada de personas que viven o usan sus barrios. La metodología de la red de informantes clave consta de la organización de sesiones periódicas en los diez distritos de Barcelona con la participación de 6 a 10 personas seleccionadas en base a un patrón común (figuras de referencia dentro de la comunidad o dentro del ámbito-sector al que se adscriben). Las sesiones se desarrollan mediante técnicas de dinamización grupal para favorecer el establecimiento de una conversación en la que los participantes puedan expresar sus experiencias y opiniones respecto a los problemas de seguridad y de convivencia de 21 su distrito y la localización de estos en un mapa. Una vez puestos en marcha los grupos está previsto mantener un circuito de información continuo mediante el envío de cuestionarios on-line donde se pueden ir actualizando las problemáticas surgidas en el distrito por parte de los participantes en los grupos y, mediante el efecto bola de nieve, de otros ciudadanos interesados en formar parte de esta red de informantes. Con esta última fase de la planificación de políticas públicas se espera cerrar un circuito e iniciar uno: la actualización de la diagnosis para revisar las estrategias en futuras etapas. Bibliografía Garland, D. (2005). La cultura del control: crimen y orden social en la sociedad contemporánea, Barcelona, Gedisa Editorial. Gledhill, T.C. (2009). El poder y sus disfraces. Perspectivas antropológicas de la política, Barcelona, Edicions Bellaterra. Pawson, R. y Tilley, N. (2004) Realistic Evaluation, London, Sage Publications Ltd. Robert, P. 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