0057 - Archivo Universitario, Universidad de Costa Rica

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Unidad de hepatología: un sueño
de concreta
Mayra Porras
de La Nación
La ausencia de especialistas en enfermedades del hígado no es obstáculo
para que científicos costarricenses traten de superar este vacío.
La Unidad de Hepatología del hospital México, constituida por diez
investigadores de ese lugar y del Centro de Investigaciones en Biología
Celular y Molecular de la Universidad de Costa Rica (UCR), trata de
ofrecer posibilidades en cuanto al tratamiento de las serias enfermedades
hepáticas que sufren aproximadamente 2.000 pacientes cada año.
Poco pueden ofrecer ahora los hospitales nacionales a los pacientes con
cáncer en el hígado, sobre todo por lo tardío del diagnóstico.
Lo mismo ocurre con la enfermedad de Wilson, mal hereditario cuya
repercusión en nuestro país es más alta que la observada a nivel mundial,
probablemente por el alto grado de consanguinidad.
La hepatitis, que ocupa el tercer lugar dentro de las enfermedades
infectocontagiosas, presenta también serios problemas pues en un pequeño
porcentaje se hace crónica y puede degenerar en cirrosis o en cáncer.
Terreno con escollos
Los investigadores incursionaron en una tierra que aunque fértil, presenta
grandes obstáculos.
Aparte de Inglaterra, donde la hepatología se toma como especialidad, y de
México, donde hay una unidad bien constituida, en el resto de las naciones
hay científicos esforzados que trabajan prácticamente solos.
Por esto la agrupación se propone como primer objetivo conocer males de
los que se sabe poco, y conforme avance hacer intentos terapéuticos
encaminados a descubrir las posibles curas.
Para la unidad hay nueve áreas que requieren investigación con urgencia.
La enfermedad de Wilson, que afecta al cerebro y al hígado principalmente,
es estudiada en conjunto con el programa de Trabajo Comunal
Universitario de la UCR. Comprende el estudio de todas las familias que
padecen el mal, para diagnosticar mediante historia clínica y exámenes de
laboratorio a los pacientes en etapas tempranas, de manera que puedan
recibir tratamiento y llevar una vida normal.
En cuanto al cáncer, que se relaciona con la cirrosis y la hepatitis B, la
unidad propicia los medios para realizar su dictamen más temprano y poder
dar un tratamiento más eficaz.
Trabajan con "marcadores tumorales", sustancias producidas por el tumor
que se pueden medir en la sangre y permiten detectarlo cuando aún está
pequeño.
Los estudios, que se realizan mediante trasplantes de tejidos cancerosos a
ratones, demuestran que dos sustancias, la alfafetoproteína y el antígeno
carcinoembriónico, presentan elevaciones en pacientes con enfermedades
benignas de hígado.
Hepatitis La investigación en este campo va encaminada a encontrar
algún factor que permita reconocer la enfermedad causada por virus
desconocidos, en los análisis sanguíneos, para evitar el contagio por medio
de las transfusiones.
Además, el grupo está interesado en determinar cuáles son producidas por
estos virus y reconocer aquellas que podrían convertirse en crónicas, en
cirrosis o en cáncer.
En sus primeros cuatro años, la unidad ha ahondado bastante en estos
aspectos y espera tener, a mediano plazo, una idea definida de todo el
problema.
Por otra parte, la hepatitis está presente en muchos casos en pacientes
alcohólicos y en aquellos que han estado bajo tratamiento con
medicamentos.
Estudios en estos enfermos tienen el propósito de prevenir el avance
progresivo de los desórdenes en el hígado, producidos por drogas o alcohol.
Un sueño que dejó de ser
Lo que empezó como un ideal comienza a tomar forma ante quienes
iniciaron el proyecto. El entusiasmo de los integrantes de la unidad ha
contribuido en gran parte a lograrlo.
Como grupo, dieron su primer curso, "Avances en hepatología", a
principios de marzo. Ahora se sienten más seguros y saben que aunque
lentos, sus pasos son firmes.
En 1981 participaron en las sétimas jornadas latinoamericanas y en el
primer congreso nacional de hepatología, realizados simultáneamente en
Costa Rica. Allí, según sus propias palabras, se marcó la frontera entre el
aprendizaje y la investigación.
Actualmente su trabajo sigue adelante, financiado por la Subdirección de
Investigación en Salud y Seguridad Social de la Caja Costarricense de
Seguro Social; el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Tecnológicas (CONICIT) y la Vicerrectoría de Investigación de la UCR.
El Dr. Alfredo Martén, coordinador del grupo, asegura que los logros hasta
el momento se deben en gran medida a nuestro sistema de seguridad social.
"Con todos sus defectos, es ésta la única forma de constituir grupos como
el nuestro y realizar investigaciones, de otra forma resultaría demasiado
caro y casi imposible", dijo.
Miembros de la Unidad de hepatología
Dr. Fernando Brenes Pino, patólogo y microscopista electrónico; Dr. Jorge
Fonseca González, microbiólogo; Dr. Gabriel Macaya Trejos, biólogo
molecular y celular; Dr. Alfredo Martén Obando, gastroenterólogo con
entrenamiento en hepatología; Dr. Carlos Mora Abarca, internista; Dr.
Edgardo Moreno, inmunólogo; Dr. Ignacio Salom Echeverría, inmunólogo
clínico con énfasis en aspectos hepáticos; Dr. Joaquín Solano Calderón,
microbiólogo; Dr. Jorge Vargas Marín, patólogo y Dra. Ana Mana
Sittenfeld Appel, microbióloga.
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