INVESTIGACION BIBLIOGRAFICA JIREH

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UNIVERSIDAD DE MONTEMORELOS
CAMPUS LINDA VISTA
Disciplina en la
Adolescencia
Trabajo de Investigación Bibliográfica, Presentado en
Cumplimiento a la
Materia de: DESARROLLO DEL CARÁCTER.
ASESOR: Dr. JORGE OMAR TRISCA.
Lucina D. Ramírez García.
Julia Miss Capdepont.
Hugo E. Velázquez González.
Cleiver Calderón Tovilla.
Pueblo Nuevo, Solistahuacán, Chiapas, a 10 de Agosto de 2010.
PRÓLOGO
Disciplina en la adolescencia está dirigida a padres de familia y profesores que
busquen una visión del desarrollo personal que tiene lugar en esta época de la
vida. Cada generación de adolescentes decidirá qué aspectos podrá tomar de
la sociedad y que estándares de los asuntos reafirmará o desechará.
Nunca como ahora ha sido tan difícil pasar por la etapa de la adolescencia.
Pues podemos ver como miles de adolescentes viven los terribles resultados
de la desintegración familiar y como consecuencia ocasiona que estos
manifiesten conductas antisociales que vienen a perjudicar no solo a las
familias sino a la sociedad en general.
Aquí se presentan algunas sugerencias de como disciplinar al adolescente en
la escuela, pero sobre todo en la familia pues es de ahí de donde parten las
bases fundamentales para su desarrollo en la sociedad.
El propósito de este documento es proporcionar a los profesionistas y padres
algunos consejos útiles basados en aportaciones de autores mencionados en
él y a quienes se les da el crédito que merecen.
Que al leer estas líneas pueda n ser de utilidad en la formación del carácter de
los adolescentes ya que esto nos lleva a ser padres y maestros cuya visión
sea formar adolescentes felices, que como tal serán mejores ciudadanos para
el presente y futuro.
1
INDICE DE CONTENIDOS
Prólogo
1
Características biológicas del adolescente…………………………….3
Características individuales del adolescente…………………………..4
Conductas antisociales del adolescente………………………………..5
Disciplina escolar………………………………………………………. 6
La disciplina familiar………………………………………………………8
Conclusión………………………………………………………………..12
Bibliografía………………………………………………………………..13
2
DISCIPLINA EN EL ADOLESCENTE
Para disciplinar a los adolescentes se necesita paciencia, creatividad y
cantidad ilimitada de amor. Algunas habilidades de los padres y docentes
ocurren naturalmente, muchas son aprendidas.
Lo mismo puede decirse que en los adolescentes su curiosidad y cambios son
naturales. Se necesita tiempo y práctica pero se hace más fácil con el tiempo
conforme ellos aprenden a controlar su comportamiento. Hemos de iniciar esta
investigación definiendo dos palabras claves: disciplina y adolescencia, ya que
es el tema de nuestra investigación.
¿Qué es la disciplina?
La disciplina es ayudar a los niños y adolescentes a desarrollar auto – control.
Es poner límites y corregir el comportamiento indeseable. La disciplina también
es alentarlos, guiarlos, ayudarles a sentirse bien consigo mismos y enseñarles
como pensar por sí mismo (Berk, 1999).
La palabra disciplina proviene de la raíz latina disciere que significa aprender, y
de la palabra latina “disciplus”, que significa alumno. Alguien que disciplina es,
por lo tanto, alguien que enseña. Una persona disciplinada es alguien que ha
aprendido.
¿Qué es la adolescencia?
“la adolescencia es un periodo de rápido crecimiento y de desarrollo físico, más
que en cualquier otro periodo excepto la infancia temprana” (Mitchell,1999,
p.45).
Para poder definir algunos efectos de disciplina en la adolescencia, es
necesario considerar las características biológicas, sociales y psicológicas que
mueven al adolescente a realizar ciertas conductas dentro de la sociedad.
CARACTERISTICAS BIOLÓGICAS DEL ADOLESCENTE
Las características biológicas de la adolescencia son un notable aumento del
ritmo del crecimiento, el desarrollo acelerado de los órganos reproductores y la
aparición de las características sexuales secundarias, los cambios físicos que
se producen están controlados por las hormonas, sustancias que secretan las
glándulas endócrinas y envían al torrente sanguíneo, el estirón del crecimiento
es un periodo de crecimiento rápido en el tamaño y la fuerza física,
acompañada de cambios en las proporciones corporales (Bradt, 1995).
El proceso de crecimiento no es parejo, así que unas partes del cuerpo crecen
más aprisa que otras, lo que explica el aspecto “zancudo” de la primera
adolescencia.
La pubertad, “obtención de la madurez sexual”, suele presentarse más o
menos una año después del estirón del crecimiento. Durante la adolescencia
los varones empiezan a producir mayor cantidad de testosterona, las mujeres
más estrógenos y progesterona. El hipotálamo y la hipófisis se encargan de
mantener el equilibrio entre estas hormonas. En la mujer, la pubertad
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comienza con el primer ciclo menstrual, también llamado menarquía. En el
varón empieza con la primera emisión del semen que contenga
espermatozoides viables, en el varón la primera indicación de la pubertad es el
crecimiento acelerado de los testículos del escroto, seguido por un crecimiento
similar del pene. También se observa un aumento en el tamaño del corazón y
de los pulmones. En la mujer, el crecimiento de los senos suele ser la primera
señal de la pubertad. El útero y la vagina también comienzan a desarrollarse.
Como menciona Jensen (2008) muchos adolescentes son muy sensibles
respecto de su apariencia. Cuando su autoimagen no corresponde a lo ideal
que ven en los medios. El interés por la imagen corporal puede ocasionar
trastorno de alimentación como la anorexia o la bulimia. El adolescente puede
preocuparse mucho por las apariencias, y por la impresión que produce en sus
iguales, en especial en los de sexo opuesto, y ha de hacer frente a muchos
sentimientos: ansiedad, miedo, depresión, vergüenza y desesperación.
CARACTERÍSTICAS INDIVIDUALES DEL ADOLESCENTE
Fácilmente se comprende que el significado y las características de la
adolescencia y de la juventud varían de acuerdo con las condiciones
históricas, socioculturales y económicas por tal motivo se plantea la existencia
de diferentes adolescencias y juventudes que existen en nuestra sociedad
contemporánea aún dentro de un mismo país. No todos tienen igual
probabilidad de convertirse en adictos a alguna droga. Mucha gente logra
mantener un consumo moderado de alcohol e incluso muchos usuarios de
algunas drogas poderosas como la cocaína y la heroína las emplean de
manera recreativa sin volverse dependientes de ellas. (Carlson, 2005).
Existen solo dos fuentes posibles de diferencias individuales en cualquier
característica: la herencia y el ambiente. Obviamente los efectos ambientales
son importantes; la gente creada en un ambiente sórdido y que carece de una
esperanza real de obtener una vida mejor tiene mayor probabilidad que otras
personas de utilizar drogas para obtener cierta euforia temporal y salir del
doloroso mundo que le rodea.
En el malestar de la cultura Sigmund Freud advertía el efecto beneficioso de
las drogas por cuanto auxiliaban al individuo en la búsqueda de la felicidad, a la
vez que apartaban la desazón. Decía que permitía a la gente escurrirse de la
opresión de la realidad y hallar un refugio en un mundo propio donde no entran
los sentimientos dolorosos (Grinder, 1999).
Si se analizan las características individuales de los componentes de un grupo
de adolescentes, de inmediato se hace evidente que el grupo no es
homogéneo, es cierto que se han descrito características comunes sobre las
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cuales se han publicado mucha literatura, todas las experiencias vivenciales de
la infancia se prolongan en la adolescencia ¿En qué familia creció? ¿Qué
significó la escuela y cómo aprendió? ¿Incorporó los límites necesarios a su
conducta? ¿Qué valores humanos implementó en su personalidad? ¿Recibió
en la niñez el afecto y el amor de manera consistente y suficiente? ¿Qué
enfermedad sufrió en su infancia? ¿Cómo fueron los aspectos nutricionales?
¿Cuáles fueron sus modelos y ejemplos? Muchas otras preguntas podrían
hacerse hasta confeccionar una larga lista de interrogantes, muchos
adolescentes alcanzan la adultez sin grandes problemas incluso desarrollan
una condición especial llamada resiliencia por lo cual el joven es capaz de
atravesar duras pruebas, luchar y vencer obstáculos extraordinarios. Sin olvidar
la importancia del medio en la formación de personalidad, ¿Qué factores son
capaces de producir tales potencialidades? La respuesta se busca
afanosamente.
El adolescente que dentro de la familia no ha encontrado su lugar, no ha
podido realizar su papel y ha seguido siendo considerado como un niño, va a
encontrar en el grupo de compañeros la oportunidad para encontrar su lugar
para realizar su papel. La ocasión para que no sea considerada ya su niñez,
sino su hombría (Moragos, 1970).
Hay que defender el amor en el sentido más amplio, inculcar en los niños y
jóvenes el amor a la naturaleza, la patria, al amigo, a la pareja, a la familia, a la
escuela, a las causas justas. Quien mucho ama es fuerte. En la práctica está
comprometido a defender su propia integridad, luchar por vida y sus valores, el
amor es un sentimiento universal (Coon, 2009)
CONDUCTAS ANTISOCIALES DEL ADOLESCENTE
El Doctor Marshall (1999). Da una explicación de por qué la conducta antisocial
del adolescente mencionando que la relación del adolescente con sus padres
suele ser más tensa para los padres; pero estos deben realizar un esfuerzo
definido para comprender los problemas que existen adoptando el punto de
vista de los hijos. Los muchachos que sienten fastidio o resentimiento contra
sus padres con frecuencia derivan en la frecuentación de muchachos malos
cuya conducta los padres no aprueban.
La aflicción generada por el crecimiento y desarrollo se debe a diversos
factores muy complejos. Estos concluyen el interés exagerado en el grupo de la
misma edad y en el deseo abrumador de conformarse a sus modalidades de
comportamiento, a la ansiedad por lograr independencia total de la generación
de más edad. La conducta antisocial se está convirtiendo en un problema serio
entre la infancia y la adolescencia. Los niños y jóvenes con conducta antisocial
presentan comportamientos agresivos repetitivos, holgazanería, rupturas y
choques más o menos continuados con las normas de casa y de la escuela,
robos, y otros más extremos como incendios o vandalismos. Lo más normal es
5
que los niños y adolescentes con conducta antisocial presenten anomalías en
otras áreas de rendimiento: hiperactividad, retraso escolar, trastornos
depresivos, falta de comunicación y escasas habilidades sociales, quejas
somáticas, etc. Las conductas antisociales tienen, a menudo, consecuencias
inmediatas serias tanto para el que los lleva a cabo (expulsión de la escuela,
clima familiar alterado, hospitalización, etc.) como para a aquellos con los que
interactúa (padres, maestros, compañeros, etc.) aparte de estos efectos
inmediatos, las consecuencias a largo plazo son también lamentables, ya que
los problemas de estos jóvenes suelen continuar en la vida adulta,
aumentando, con ello, el riesgo de una mala adaptación personal y social. Hay
un conjunto de medidas problemáticas tales como pelearse, desobedecer,
mentir, robar, que los padres y maestros deben afrontar en el curso del
desarrollo normal, para estos existen algunos tratamientos para mejoras de la
conducta del adolescente existen pruebas empíricas acerca de su eficacia y
que se revelan como prometedores para el tratamiento de los maestros con
problemas de conducta.
El adiestramiento educativo de los padres ha demostrado ser muy efectivo en
disminuir la conducta agresiva y provocativa de los chicos. La terapia de
conducta es muy efectiva (su efectividad aumenta a un más si se combina con
el adiestramiento de los padres) para el tratamiento de conductas específicas.
DISCIPLINA ESCOLAR
La disciplina del adolescente en el aula.
En lo referente a disciplina al interior del aula, se pretende ofrecer a los
profesores consejos prácticos para enfrentar este problema de alta prioridad.
Hay que tomar en cuenta que el adolescente que se lleva mal con sus padres
suele perder interés en los estudios. Ya no le importa nada más (Collins, 1967).
Sin embargo hemos de hacer hincapié en este tema el deber del adolescente.
Existen dos tipos de indisciplina:
1.- Indisciplina activa: Es aquella que fácilmente se puede detectar (gritos,
inquietud, peleas, falta de respeto, etc.) y se puede corregir cuando los
alumnos se involucran en el proceso de enseñanza aprendizaje.
2.- Indisciplina pasiva: Es aquella que se produce cuando el alumno muestra
apatía por la actividad que se le solicita y no participa en su realización.
¿Cómo es un aula disciplinada?
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
El profesor ejerce control sobre la misma, que es una de sus
responsabilidades.
Existe cooperación entre los participantes, es decir, cooperación entre
los propios alumnos, como entre alumnos y el profesor.
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Si el grupo está motivado para aprender, será más fácil el manejo por
parte del profesor.
La probabilidad (relación causa – efecto), una clase que se desarrolla
acorde a un plan tiende a ser mas disciplinada, el profesor conoce lo que
debe hacer en cada momento, las actividades fueron bien preparadas y
organizadas. El conocimiento de que el proceso está claramente
planificado contribuye a la confianza de alumnos y profesor.
El conocimiento que el profesor tenga de los objetivos que quiere lograr
contribuye a la motivación. Estos objetivos deben estar en función del
alumno.
El respeto mutuo es uno de los aspectos más significativos, para que el
profesor sea respetado lo primero que debe hacer es respetar a sus
alumnos, como así mismo los alumnos deben de respetar a sus
profesores.
El respeto y admiración que sienten los alumnos por su profesor, deberá
está condicionado, entre otros factores, por el grado de ejemplaridad
que alcance con su modo de actuar y por el dominio de los contenidos
que enseña.
Consejos prácticos para lograr la disciplina de los adolescentes en la clase.
1.
2.
3.
4.
Mantenga una posición firme desde el primer día.
Garantice que haya silencio cuando usted se dirige a sus alumnos.
Conozca y utilice el nombre de sus alumnos.
Mantenga una posición fija durante el desarrollo de toda la clase, es
decir, recorra el aula de vez en cuando.
5. Inicie su clase con algo que traiga de manera especial el interés y
curiosidad de los alumnos, trate de mantener la motivación durante toda
la actividad.
6. Hable claramente.
7. Asegúrese de que sus instrucciones son lo suficientemente claras para
que sean comprendidas por los alumnos.
8. Prepare materiales extras para entender las diferencias individuales de
sus alumnos.
9. Haga que su trabajo corresponda con la edad, intereses, necesidades y
habilidades de sus alumnos.
10. Desarrolle el arte de medir el tiempo de la clase.
11. Varié sus técnicas de enseñanza.
12. Trate de anticipar los problemas de disciplina y actué rápidamente.
13. Evite las confrontaciones.
14. Muéstrese como alguien en quien sus alumnos pueden confiar,
demuestre que usted está presto a ayudarlos en la solución de sus
problemas.
15. Respete s sus alumnos.
16. Mantenga una postura ejemplar.
17. Utilice el humor de forma constructiva.
18. Relacione su ciencia o ciencias al impacto social que estas producen en
sus alumnos.
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El docente ha de tomar en cuenta que debe ser para su alumno algo más que
el instructor, ser su educador, su amigo, colega y sobre todo, su guía
(González, 2004).
Tres momentos fundamentales para el tratamiento a los problemas de
disciplina.
1.- Antes que el problema aparezca:
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Planificación cuidadosa.
Instrucciones claras.
Mantenerse al corriente.
2.- Cuando el problema ha comenzado:
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Trate el problema calmadamente.
No tome las cosas personalmente.
No haga uso de amenazas.
3.- Cuando el problema ha estallado:
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Actué enérgicamente
Exprese sentido de rendición
Haga una oferta que no pueda ser rechazada.
Es necesario que el docente tome en cuenta que el adolescente en la mayoría
de los casos no tiene la intención de arruinarle la clase sino que estos cambios
como ataques de ira y porfía, inestabilidad emocional, intensas fluctuaciones
del estado de ánimo, irregularidad en el comportamiento respecto del
rendimiento escolar, son propias de la etapa que vive (Hanke, 1999).
LA DISCIPLINA FAMILIAR.
Los padres quieren mantener control sobre los adolescentes de la misma
manera que cuando ellos eran niños. Es muy difícil para los padres cambiar los
métodos de disciplina conforme los niños maduran. La tarea de los padres y
los adolescentes es hablar entre sí, pero esta responsabilidad recae más en los
padres debido a su experiencia. Para algunas parejas puede ser difícil ver la
diferencia entre lo que es el castigo y la disciplina. De hecho, algunos de
nosotros crecimos en hogares donde la palabra disciplina no existía. La palabra
usada era “castigo”, “te voy a castigar si no haces tal o cual cosa.” Ese castigo
era, en la mayoría de los casos, de tipo físico, algo que causara dolor físico.
Esta era la forma de disciplina que nuestros papás y abuelos conocían pero
hoy en día no es así, los padres que usan el castigo como medio de control con
sus hijos actúa como modelos agresivos y promoverán la aparición de estas
conductas en sus descendientes.
Ahora, tratemos de entender esta palabra en el contexto de la familia. ¿Qué
significa disciplinar a los hijos? Es muy importante que esta pregunta sea
contestada claramente, pues los padres de familia hemos recibido de Dios el
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mandato de disciplinar a nuestros hijos; y mediante la disciplina, prepararlos
para que sean personas de bien para la sociedad y para el mundo venidero
(White, 1967).
Disciplinar, en el contexto familiar, significa también enseñar. Para disciplinar a
nuestros hijos en valores, no hacen falta el castigo físico, ciertamente hay
momentos en el castigo físico no parece más conveniente, la salida más fácil y
rápida para hacer que nuestros hijos hagan lo que nosotros queremos que
hagan. Ellos, nuestros hijos, lo van a hacer, no por convencimiento personal,
sino por miedo a que se les castigue.
El disciplinar requiere no de palabras groseras, golpes o intimidación en el
adolescente o de paciencia, perseverancia, saber poner límites, mucha
comunicación, mucho amor y sobre todo, que mamá y papá tengan mucha
conciencia y conocimiento de la autoestima que quiere transmitir a su hijo o hija
(Salazar, 1999).
Un joven a veces intenta contrariar o exasperar a sus padres, pero puede
aprender. Es por ello que al igual que lo hace el maestro con su estudiante es
necesario contestarle todas las preguntas con la verdad, tomar tiempo para
escucharles, instruirles, valorar sus sentimientos, pensamientos, puntos de
vista, de tal manera que los niños sientan que son seres humanos que valen,
no por las veces que se equivocan sino porque son seres humanos, porque
son personas. Es sumamente importante hablar con ellos, no importa que
pensemos que ellos todavía no entienden. Es muy importante que nuestros
hijos sepan, no solo el valor que le queremos transmitir, sino cual es la
importancia de ese valor en sus vidas.
Los adolescentes necesitan escuchar muchas veces de sus padres que es lo
que se espera de ellos, los adultos debemos estar consientes de que para
fomentar la conducta de un joven se necesita paciencia, repetición,
consistencia, y sobre todo, muchos abrazos, besos y tiempo. Los padres y las
madres deben cooperar con el maestro, trabajando fervorosamente por la
conversión de sus hijos. Procuren ellos mantener vivo y lozano el interés
espiritual en el hogar y criar a sus hijos en la disciplina y amonestación del
señor (White, 1987).
Los padres disciplinan a sus hijos de varias maneras. Los investigadores han
identificado los tres estilos más comunes de educación de los hijos:
autoritario/estricto, autoritativos/moderado y permisivo.
Padres democráticos
Los adolescentes con conductas más autónomas e independientes, proceden
de familias con padres democráticos o igualitarios que favorecen la adquisición
de la autonomía personal, que ofrecen un gran calor emocional, una
comunicación abierta, una disciplina dialogante y razonada, una tolerancia y
flexibilidad adecuada, y una exigencia de madurez acordes con la edad de su
hijo. Este tipo de disciplina favorece el desarrollo integral del adolescente,
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además de una mayor adaptación y madurez del joven e incluso con resultados
académicos positivos.
Padres autoritarios
Son aquellos padres que no favorecen el diálogo y la comprensión, que no
demuestran afectos a sus hijos, que ejercen un fuerte control sobre ellos y
exigen demasiado al adolescente. Estos padres se convierten en padres
autoritarios al no permitir que se discuta su autoridad y su poder sobre los hijos.
Estos padres no exigen de sus hijos superaciones personales, y este tipo de
disciplina da lugar a que aparezca: la comprensión, falta de comunicación, así
como también continuos conflictos familiares.
Padres excesivamente permisivos
Son padres que no ejercen ningún control sobre sus hijos, provocan en los
adolescentes sentimientos de abandono y de no ser importantes para los
padres, sintiéndose poco apoyados en su desarrollo personal.
Técnicas de disciplina
 Ignorar
En algunos casos, el solo hecho de de ignorar el comportamiento lo hará
desaparecer. Algunos adolescentes se portan mal para llamar la atención, y los
padres sin quererlo pueden alentar el comportamiento que están intentando
suprimir. El refuerzo positivo es la mejor técnica para fomentar el
comportamiento deseado.
 Consecuencias naturales
Los padres tienen siempre la opción de usar las consecuencias naturales para
ejemplificar un punto. Las consecuencias naturales ayudan a que el joven
aprenda a hacerse responsable de sus actos y a que los padres entiendan que
lo que se gana a largo plazo bien valdrá la pena a corto plazo.
 No imponga negocie
La negociación no quiere decir que los padres o los hijos se salen con la suya.
La negociación, si se realiza con sentido común, hace que todos se sientan
parte de la solución al problema. Aun a los niños pequeños les gusta sentir
que tienen una opción en vez de sentir que han sido forzados a hacer algo.
Piense cuidadosamente las opciones que ofrece antes de comenzar con la
negociación.
 Establezca prioridades
Algunas cuestiones no valen la pena. La disciplina no quiere decir que los
padres siempre ganan. Puede sentir que está cediendo, pero hay momentos en
los que debería decir si la acción de su hijo vale la pena tanto alboroto.
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0
 Prevención
A pesar de todos los consejos y buenas intensiones, padres e hijos tendrá igual
momentos difíciles. Mantener estos estallidos en perspectiva, prepararse para
ellos y contar con algunas estrategias para hacerles frente ayudara a todos a
manejar una crisis. Un principio básico para recordar: los padres deben ver al
adolescente independiente de la acción.
Es sumamente importante recordarle al joven que es el comportamiento que lo
desagrada pero que el amor por el sigue intacto.
11
CONCLUSION
Ningún periodo de la vida es más tormentoso que el de la adolescencia, y no
solo para los padres, sino para el mismo adolescente. Un minuto actúa como
niño y al siguiente como un adulto. Si usted cumplió con su deber de padre
cuando sus hijos eran pequeños, criar adolescentes puede ser muy
entretenido, pero si usted perdió la oportunidad de moldear su carácter y su
temperamento cuando eran pequeños, su tarea en los próximos años se verá
excesivamente ardua.
Cabe mencionar que la disciplina debe tener por resultado infundir seguridad
en el adolescente, y no frustración. En este trayecto debemos evaluar si
estamos logrando que el joven haga buenas decisiones, la disciplina debiera
lograr que el adolescente reciba la guía y la información necesaria para decidir
correctamente por sí mismo. La verdadera disciplina significa que seremos
firmes y consecuentes en relación a toda desobediencia.
La disciplina que se exige un día y se deja de lado al siguiente no tiene ningún
efecto, ay que ser constante, debe nacer de un corazón lleno de amor por el
hijo. Es una forma de darle seguridad y confianza, y hacer que se sienta parte
de la familia. El adolescente necesita saber que la disciplina es asunto entre el
padre y el y que no se convertirá en el tópico de conversación de la próxima
reunión social entre vecinos. Este tipo de confianza también le asegurara al
adolescente que usted lo ha perdonado y habrá de olvidar el asunto para
siempre.
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Bibliografía
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Bradt, D. L. (1995). Psicología evolutiva. México, D.F.:Interamericana.
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