EL ROMANTICISMO [Tema en selectividad: El Romanticismo

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EL ROMANTICISMO
[Tema en selectividad: El Romanticismo. Características generales y principales aportaciones en
poesía (Espronceda, Bécquer y Rosalía) y en el teatro (Don Juan Tenorio). ]
El Romanticismo es un movimiento cultural y artístico que surge en Alemania e Inglaterra a fines
del XVIII y principios del XIX, y se extiende por Europa rápidamente. En España, aunque ya se
observan rasgos prerrománticos en el siglo XVIII, triunfa tardíamente, hacia 1830, debido a razones
políticas, pues muchos liberales románticos estaban exiliados, y vuelven con Isabel II y la regencia
de María Cristina. Aunque el movimiento termina en literatura hacia 1845, se prolongará con dos
importantes poetas: Bécquer y Rosalía de Castro.
Como todo movimiento cultural, el Romanticismo no se ciñe exclusivamente al aspecto artístico,
sino que tiene intensas repercusiones en el plano político y social. Los románticos manifiestan una
profunda insatisfacción ante los valores de la sociedad en la que les ha tocado vivir.
1. Características generales
• Libertad e individualismo: el romántico exaltó la importancia del individuo y defendió su
libertad a todos los niveles (moral, política y artística).
• Subjetividad y sentimentalismo: se reivindicó la concepción subjetiva de la realidad y la
expresión de los sentimientos y emociones.
• Idealismo y angustia existencial: el deseo de libertad y la búsqueda de grandes ideales choca con
la realidad. El romántico expresa su angustia ante ese choque; esto lleva a la exaltación de tipos
marginales (mendigo, verdugo, condenado a muerte...) y a la evasión.
• Historicismo y nacionalismo: hay un enorme interés por la historia del propio país, por la nación,
de ahí el ambientar las obras en épocas pasadas: auge del costumbrismo y la novela histórica. En
esta línea se inscriben los movimientos reivindicativos de las lenguas y las culturas marginadas,
como la Renaixença en Cataluña y el Rexurdimento en Galicia.
• Huida de la realidad: la evasión de la realidad lleva a situar las obras en el pasado (Edad Media,
Siglo de Oro...) y en lugares exóticos como Oriente. Otras formas de evasión fueron la fantasía, lo
terrorífico, lo lúgubre y lo macabro, etc.
• Naturaleza: abundancia de paisajes que representan sus tumultuosos sentimientos: ruinas,
cementerios, paisajes nocturnos, tormentas... En poesía, la naturaleza se convierte en un reflejo de
los sentimientos del yo romántico, y a veces su confidente.
Podemos observar muchos de estos elementos tanto en la literatura, como en la pintura o la música.
Así, la reproducción de la naturaleza, con los rasgos mencionados, en Caspar David Friedrich (1774
– 1840), principal representante de la pintura romántica alemana; el misterio y el sentimiento en las
obras de los prerrafaelistas (1848 en adelante: Dante Gabriel Rossetti, John Everett Millais, Edward
Burne-Jones, William Morris y John Waterhouse).
En música, Beethoven, Schubert, Weber y Rossini; Chopin, Listz, Schumann, Berlioz y
Mendelssohn; Listz, Wagner y Brucker; Brahms y Saint-Säens; Wagner, Verdi y Bizet.
2. Prosa romántica. El cuadro de costumbres
En la prosa romántica encontramos tres géneros importantes: la novela histórica, el cuadro de
costumbres, y el artículo periodístico.
Los cuadros de costumbres consisten en una descripción de los modos de vivir en ambientes
populares, y de tipos populares representativos. En este género, de origen francés, y que triunfó
entre 1820 y 1870, triunfaron Mariano José de Larra, Ramón de Mesonero Romanos y Serafín
Estébanez Calderón. El costumbrismo, por su interés por lo popular, muestra un origen romántico;
sin embargo, se burlaron con frecuencia de los excesos del romanticismo, y, por su observación de
lo cotidiano, contribuyó a la aparición de la novela realista.
El interés por lo legendario y la historia, que se muestra en el teatro, también aparece en la prosa. El
modelo de la novela histórica fue creado por Walter Scott, y seguido, entre otros, por Gil y Carrasco
(El señor de Bembibre), y Larra.
En cuanto al relato corto, destacan especialmente las llamadas “leyendas” de Bécquer, relatos cortos
con un estilo que se acerca a lo poético. Temas: el amor imposible; lo misterioso; lo exótico; lo
costumbrista, etc. Títulos más conocidos: El rayo de luna, Maese Pérez el organista, El miserere.
En el periodismo destaca Mariano José de Larra, que escribió numerosos artículos (Artículos de
costumbres) con el seudónimo “Fígaro”. Sus artículos son muy críticos y satíricos, con gran ironía,
y trata una diversidad de temas (política, sociedad, vida familiar), con un punto de vista liberal, y
acercándose al modelo del cuadro de costumbres con frecuencia. Educado en los principios
neoclásicos, se advierten dichos principios en su espíritu crítico y reformista.
3. Principales aportaciones en poesía y en teatro
3.1. Poesía romántica
La aportación renovadora del Romanticismo se advierte en todos los aspectos de la poesía. En el
léxico aparecen profusamente términos que reflejan el espíritu de la época: insatisfacción, ilusión,
tedio, deseo de libertad, melancolía, pasión… Destaca la sinceridad en la expresión de los
sentimientos; en la métrica, los poetas emplearon todo tipo de estrofas y versos, a veces con
polimetría. Tendieron al uso de formas más populares: en especial el romance; en los temas, el amor
ocupa un lugar central. Es un amor apasionado y vehemente, casi siempre imposible de alcanzar, lo
que motiva la profunda desesperación del poeta. Aparecen también poemas en los que se expresa la
preocupación religiosa y la angustia ante la muerte. Por último, destacan los motivos sociales y
políticos; por medio de personajes rebeldes el poeta romántico expone sus anhelos de libertad y su
choque con la realidad que le limita. Se cultivaron dos tipos de poesía:
3.1.1 Poesía narrativa: recreó leyendas, tradiciones, cuentos populares y romances, e incorporó
elementos maravillosos o fantásticos. Destaca:
- José de Espronceda, que escribió dos largos poemas narrativos: El estudiante de Salamanca,
que relata la historia de Félix de Montemar, que se opone a cualquier norma que limite su libertad
de acción, y no se preocupa de las consecuencias de sus actos. Es un donjuán, que seduce a una
mujer, Elvira, a la que promete casarse, promesa que no cumplirá, y que morirá de amor; Montemar
morirá en un duelo con el hermano de Elvira, pero no será consciente de ello; ve a una mujer tapada,
quiere seducirla y la sigue, llega a un cementerio, se encontrará con su propio entierro, y descubrirá
que la mujer es un esqueleto (Elvira) con el que debe casarse. Y El diablo mundo, obra inacabada.
Comienza con una introducción inspirada en la poesía de Lord Byron, a quién el autor admiraba. El
resto de la obra, que pretendía ser una alegoría de la existencia humana, está dividido en seis cantos
o partes. El protagonista, Adán, representante del género humano, debe elegir entre morir y conocer
la verdad última, o bien vivir eternamente. Habiendo escogido la primera elección, Adán renace en
un cuerpo joven y fuerte. Al afrontar la realidad descubre una sociedad cruel e injusta. En la obra se
incluye el famoso “Canto a Teresa” dedicada a su amante Teresa Mancha.
En los poemas narrativos breves destacan los Romances históricos del Duque de Rivas; o las
leyendas populares o históricas, como las de José Zorrilla.
3.1.1 Poesía lírica: con dos tendencias.
Una que plantea los conflictos entre el individuo y el mundo, en la que sobresalen las Canciones de
Espronceda (seis composiciones referidas a tipos humanos marginales, símbolos de valores
ideológicos y morales: entre ellas la Canción del pirata, El reo de muerte).
Otra, más intimista, desarrollada en la 2ª mitad de siglo (el “Posromanticismo” de Bécquer y
Rosalía de Castro), centrada en los temas del amor, la naturaleza y la muerte, con un estilo más
sencillo.
Gustavo Adolfo Bécquer: su importancia para la poesía posterior es fundamental pues aporta una
nueva sensibilidad y un lenguaje poético alejado del de sus antecesores, evitando una retórica
altisonante: cultiva una poesía intimista, breve, de aparente sencillez y desnuda de artificio. Es el
autor de las Rimas, publicadas después de su muerte. Es posible agrupar sus poesías de acuerdo con
los temas:
 En el primer grupo de poemas se incluye una serie de rimas cuyo tema es la propia poesía y la
creación poética. También aparecen temas como la exaltación del yo, y la concepción del amor y de
la mujer como algo ideal, etéreo e inalcanzable.
 El segundo grupo trata sobre el amor esperanzado; la amada es retratada como un ser de
atractiva belleza y de altas virtudes espirituales.
 El tercer grupo se centra en el fracaso del amor: la angustia, el rechazo y el desengaño; es la
serie más numerosa, y refleja el fracaso de sus amores.
 Por último, un grupo final muestra la soledad, la angustia y el miedo a la muerte.
Rosalía de Castro escribió cuatro libros de poemas líricos: dos de ellos en gallego (Cantares
galegos y Follas novas) y dos en castellano (La flor y En las orillas del Sar). En castellano destaca
la última obra, con meditaciones sobre el sufrimiento de la vida, el amor, la vejez, la eternidad y la
muerte. Algunos de sus poemas contienen arriesgadas innovaciones métricas que anuncian el
Modernismo; por ello, junto con Bécquer, puede considerarse iniciadora de la lírica moderna.
3.2 El drama romántico
Se inició con el estreno de La conjuración de Venecia (1834) de Martínez de la Rosa; Macías, de
Larra; y Don Álvaro o la fuerza del sino (1835) del Duque de Rivas. Después le siguieron El
trovador, de García Gutiérrez; Los amantes de Teruel, de Hartzenbusch; y Don Juan Tenorio
(1844) de Zorrilla.
Presenta las siguientes características:
 Libertad creativa: división de la obra en jornadas o actos, que van de uno a siete; mezcla de
verso y prosa en la misma obra; ruptura de la regla de las tres unidades; mezcla de lo cómico y lo
trágico.
 El protagonista es un héroe de origen misterioso y con un destino desgraciado; la mujer sufre
ese mismo destino desde el momento en que se enamora.
 Los temas más frecuentes son la fatalidad, el amor apasionado y trágico, la venganza, etc.
 Desenlace trágico: la muerte final de los protagonistas es un símbolo de rebeldía contra un
mundo que no admite el cumplimiento de unos ideales.
 La escenografía recrea lugares exóticos o desagradables (ruinas, cementerios, naturalezas
inhóspitas), nocturnos, o ambientes más costumbristas como tabernas. Los efectos especiales
sugieren tormentas, la noche…
 Frente a la comedia neoclásica, el teatro romántico pretende conmover y despertar pasiones.
Don Don Juan Tenorio (1844), obra de José Zorrilla, refleja perfectamente dichos rasgos. Recoge
el mito de don Juan, tratado anteriormente por otros autores como Tirso de Molina (El burlador de
Sevilla), Moliere (Don Juan) o Espronceda (El estudiante de Salamanca). Se trata del drama
romántico más popular, que aún hoy sigue representándose la víspera de Todos los Santos. La
conversión final del protagonista termina con la visión trágica de las obras románticas anteriores
(don Juan se salva gracias al amor de doña Inés). El tema más importante es la libertad de decidir,
de modificar el destino; además del amor y la misericordia de Dios. El protagonista es don Juan, al
principio hombre sin escrúpulos, pero más tarde se transformará y borrará su imagen anterior. Doña
Inés es la joven inocente y dulce que simboliza el amor que redime al libertino. Es interesante el
contraste con El Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, en la cual don Juan se condenará porque
desafía las leyes divinas y humanas, y cree que siempre tendrá tiempo para arrepentirse de sus
pecados. Otras obras de Zorrilla son: El zapatero y el rey; Traidor, inconfeso y mártir…
Otro de los textos más destacados es Don Álvaro o la fuerza del sino (1835) del Duque de Rivas,
que supone el triunfo del Romanticismo en España. El tema principal de la obra es la fatalidad o el
sino adverso que persigue al protagonista desde el momento en que se enamora de su amada
Leonor; otros temas que aparecen son el amor apasionado, los convencionalismos sociales, la
venganza y el honor.
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