Man and Incentives for Cooperation - Is Economic Science Closer to the Real World?

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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES
Referencia al homenaje efectuado por el Lic. Bour a Alfredo Juan Canavese, en el Congreso de
Economía “Econ 2010”, incorporación la visión de los estudiosos de “behavioral economics”.
ALUMNA
Abogada Agustina María del Sol Trovato
MATERIA
Epistemología
PROFESOR
Lic. Enrique Bour
AÑO
2010
Características del hombre e incentivos para la cooperación
¿La ciencia económica más cerca de la realidad?
I
INTRODUCCIÓN
E
l Lic. Enrique Bour ha efectuado recientemente, un homenaje a su amigo Alfredo Juan
Canavese en el Congreso de Economía (Econ 2010) a través de una exposición intitulada
“Instituciones e incentivos”. La misma fue llevada a cabo el día 10 de noviembre del
corriente año, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. El
propósito del presente es incorporar a dicha visión el panorama señalado por los estudiosos de
behavioral economics dada la relevancia que el mismo profesor Bour, entre otros expertos en la
temática, le adjudicaran en sus respectivos trabajos.
Breve referencia a la exposición del Lic. Bour
El meollo de la cuestión
Se señala que los economistas suelen disentir cuando se los enfrenta a cuestiones básicas y que
no se trata de divergencias sobre hechos, sino de desacuerdos que implican una divergencia
completa de opinión acerca de cómo funcionan los procesos económicos o de cómo deberían
funcionar.
Argumenta que muy frecuentemente esto se debe a que carecen de una teoría adecuada para
manejar las cuestiones centrales, y que la pieza que permitiría lograr tal convergencia es una
teoría económica más completa de los incentivos y de las instituciones.
Es más, se subraya que la economía de los incentivos se encuentra en el corazón mismo de la
teoría económica pero se plantea, no obstante, su dificultad: no hay manera de resolver todos los
problemas de incentivos. Ésta es una conclusión notable conocida como teorema de GibbardSatterthwaite.
Se trata de un resultado negativo, pero con todo es muy importante porque ayuda a percibir los
límites de lo que resulta posible. Establece que cualquier resultado que puede ser implementado
como un equilibrio en estrategias dominantes es necesariamente dictatorial.
Por otra parte, se hace expresa mención del rol de las instituciones, entendidas aquí como
restricciones que surgen de la inventiva humana, en el eficiente funcionamiento de la economía.
En términos de Canavese,
Instituciones débiles, impredecibles y lentas
desincentivan
la
inversión.
II
Aporte de “behavioral economics” al estudio de los postulados básicos del análisis económico del
derecho
El modelo económico standard toma como pilares básicos de los individuos los siguientes:
racionalidad, auto
interés, y poder de voluntad.
Behavioral economics relaja los mismos
estableciendo que las personas tendríamos racionalidad, fuerza de voluntad e interés propio
limitados. Es la diferencia entre el “homo economicus” y una visión de las personas que pretende
acercarse más a la realidad.
Afirma el reconocido abogado norteamericano Cass Sunstein que estas limitaciones se encuentran
bien documentadas en otras ciencias sociales pero, sin embargo, son relativamente inexploradas
por la economía. Cada una de estas limitaciones representaría una forma significante en la cual la
mayoría de las personas se aparta sistemáticamente de los modelos económicos estándar,
observándose así una mayor cooperación a la tradicionalmente prevista.
Debemos tener en cuenta que con anterioridad ya se han alzado algunas voces sugiriendo la
posibilidad de la cooperación entre individuos. Recordemos al efecto a David Hume, quien en el
siglo XVIII imaginó la siguiente forma de representarlo: dos hombres de forma auto interesada
impulsan coordinadamente un bote a remo aunque no se hayan prometido nada uno al otro.1.
Autointeresadamente contribuyen mutuamente a su bienestar.
1
Stordeur, Eduardo. Clases 2010.
Todavía con anterioridad Platón (s. IV AC) en El Banquete señalaba como finalidad de la justicia la
de promover la cooperación2.
II. I Profundizando los postulados:
RACIONALIDAD LIMITADA
Se refiere al dato evidente de que las habilidades cognitivas del hombre no son infinitas.
Generalmente respondemos racionalmente a estas limitaciones, minimizando los costos de las
decisiones y los costos de cometer errores. Verbigracia, confeccionando listas a fin de lidiar con
los límites de la memoria. Pero incluso con estos remedios y, en algunos casos, por estos
remedios, la conducta humana difiere en forma sistemática de la que predice el modelo
económico estándar.
El alejamiento del modelo económico standard puede ser dividido en dos categorías: juicio y toma
de decisiones. Algo realmente relevante es que las reglas nemotécnicas empleadas y los atajos
pueden ser predecibles.
Mientras que estos métodos son útiles en promedio (lo cual explica el motivo por el cual son
adoptados), conllevan a errores en circunstancias particulares. Esto significa que un individuo
utilizando alguno de esos métodos puede estar comportándose racionalmente en el sentido de
que estaría economizando tiempo de pensamiento pero ese individuo va a realizar sin embargo
previsiones que son distintas de las que emergen de un modelo standard de elección racional.
A su vez se ha encontrado que la gente usualmente piensa y actúa conforme cree que lo hacen los
demás. En cierto sentido esto es así dado que cuando un individuo carece de información personal
racionalmente va a confiar en la información de los demás.
AUTOINTERÉS LIMITADO
Se refiere a un dato por demás relevante acerca de la función de utilidad de la mayor parte de la
gente: a las personas les importa ser tratadas de forma justa y quieren tratar a los demás de esa
manera si estos a su vez se comportan justamente. Como resultado de estas preocupaciones los
agentes bajo un modelo de behavioral economics son más agradables y más “malvadas” (cuando
se comportan de forma injusta con ellos) de lo que postula la teoría neoclásica.
Incluso a veces actúan de una manera considerada justa socialmente para mostrarse así frente a
terceros, especialmente cuando estos no son extraños. Las personas pueden incluso sacrificar su
2
Stordeur, Eduardo. Clases 2010.
autointerés económico para ser o parecer justos. Más que “homo economicus” la gente puede ser
considerada “homo reciprocans”.
El ejemplo dado es el de las grandes compañías que no suelen subir los precios de sus productos
aunque podrían hacerlo luego de un momento de escasez (vgr. fuertes lluvias, huracanes, etc.).
Los experimentos científicos demuestran un alto nivel de cooperación en situaciones “dilema del
prisionero” (ver anexo). No toman ventaja del infortunio en parte por las limitaciones sociales.
PODER DE VOLUNTAD LIMITADA
Las personas usualmente actúan de una forma que saben que contradice sus intereses de largo
plazo. El ejemplo clásico es el del fumador que preferiría no hacerlo. De hecho muchos fumadores
suelen pagar por un programa para poder dejar el hábito.
CONCEPCIÓN DE JUSTICIA
Considero importante detenernos un momento y aclarar el término “justicia” que se ha utilizado al
referirse al autointerés limitado. Evidentemente, alguna idea de justicia es parte de las funciones
de utilidad de una buena parte de la población. En Sunstein, la justicia es un producto social.
Menciona las investigaciones del conocido economista Matthew Rabin , quien arriba a las
siguientes 3 conclusiones fundamentales:
1) La gente está dispuesta a sacrificar su propio bienestar económico a fin de ayudar a aquellos
que están siendo amables con ellos.
2) La gente está dispuesta a sacrificar su propio bienestar económico a fin de castigar a aquellos
que nos se están portando bien con ellos.
3) Las dos motivaciones mencionadas tienen un efecto mayor en la conducta a medida que el
costo material del sacrificio se vuelve más pequeño.
LAS CONSIDERACIONES DE JUSTICIA PUEDEN VERSE AFECTADAS POR LA DISTRIBUCIÓN INICIAL DE
LOS DERECHOS DE PROPIEDAD
Un dato que considero por demás relevante es que Behavioral economics sugiere que el teorema
de Coase usualmente es errado en un punto.
De acuerdo al teorema de Coase si no existieran costos de transacción y si una distribución de los
recursos mejorara la situación de algunos agentes y no empeorara a ninguno, entonces los
agentes se moverían a esa situación. Sin embargo, un cuidadoso estudio empírico llevado a cabo
por Sunstein demuestra que no se da la tautología que parece y que, de hecho, podría llevar a
predicciones inadecuadas. Esto es, aunque los costos de transacción fueran cero los títulos de
propiedad iniciales alteran la distribución final (endowment effect). Por tanto lo que se ve
afectada es la tesis de invariancia de Coase.
Advierte Sunstein que sin embargo, los mercados pueden – en ocasiones - llevar a
comportamientos que encuadran en los supuestos económicos convencionales.
Contrariamente a lo sostenido por Coase, la asignación de derechos de propiedad alteraría la que
finalmente será la distribución de los bienes.
REPERCUSIÓN POLÍTICA…
A raíz del presupuesto mencionado en primer lugar (racionalidad limitada) puede pensarse que a
fin de evitar constantes errores por parte de los ciudadanos, necesitamos gobiernos de tipo
paternalistas. De hecho el mismo Sunstein llega a declararse “anti antipaternalista” aunque sin
duda no va más lejos que eso, es decir no se pronuncia a favor del paternalismo.
Concentrándonos en el clásico ejemplo de cómo funcionan los incentivos económicos: la
provisión de bienes públicos y el “freeriding”, creo que la racionalidad limitada de los ciudadanos
no es un argumento convincente a favor de la provisión de los mismos por parte del Estado. Más
allá de los motivos que pueden señalarse teniendo en cuenta las enseñanzas de la escuela Public
Choice o del mismo James Madison3: “If men were angels, no government would be necessary. If angels
were to govern men, neither external nor internal controls on government would be necessary. In framing a
government which is to be administrated by men over men the great difficulty lies in this: you must first
enable the government to control the governed; and in the next place oblige it to control itself”, como el
mismo Sunstein de alguna forma manifiesta, los errores cognitivos que tenemos los ciudadanos
comunes no tienen porqué “evaporarse” cuando éstos alcanzan puestos políticos.
El gobierno de turno puede tener los mismos errores que pueden tener los ciudadanos o tal vez
peor aún, puede carecer de incentivos adecuados. Platón4 nos enseña esto de manera
extremadamente clara. Recordemos muy brevemente las lecciones de la historia.
Hacia el año 390 AC Platón viajó a Siracusa a fin de persuadir al rey (Dionisio I) que aplicara sus
doctrinas pero éste prefirió continuar con su gobierno despótico. Debido a las insistencias, el
tirano entregó a Plantón a un espartano que lo vendió como esclavo. Fue luego rescatado por un
3
Madison, James. El Federalista, N° 51.
4
Su verdadero nombre fue Aristocles. Es conocido como Platón por sus espaldas amplias.
discípulo de Sócrates, pudiendo así regresar a Atenas. Pero Platón vuelve a Siracusa años más
tarde con el mismo objetivo cuando quien gobernaba era Dionisio II, obteniendo como resultado
el destierro.
En el año 357 AC ochocientos platónicos invadieron Sicilia y derrotaron a Dionisio II pero el
gobierno de sus discípulos fue derrumbado.
Es así que Platón escribe “Las leyes” donde a diferencia de “La República” dejó de lado el
gobierno de sabios o de un filósofo rey que se encuentran por encima de las leyes. Considera en
cambio volviendo a fuentes muy helenas que todos los magistrados deben gobernar con sujeción
a las leyes. Ha concluido por no confiar demasiado en los gobernantes después de cuanto le ha
ocurrido.
III
AXELROD
Las investigaciones del economista Robert Axelrod5 completan nuestra visión del hombre,
permitiéndonos vislumbrar las condiciones en las cuales puede llegar a surgir la cooperación.
Axelrod convocó a profesionales y teóricos de teoría de juegos a participar de un torneo
computarizado del dilema del prisionero iterado. (Ver apéndice). Cada uno presentó su estrategia
favorita, siendo emparejada con las demás para ver cuál lograría el mejor rendimiento global.6
Las repercusiones de su investigación fueron tan grandes que convocó un nuevo torneo, de
mayor envergadura, en el cual participaron tanto profesionales como aficionados, todos los cuales
conocían los resultados del primer torneo.
Debemos señalar que el experimento de Axelrod fue realizado de forma bipersonal, mientras que
en el caso de la provisión de bienes públicos, que constituye – como se dijera - el clásico análisis a
la hora de estudiar incentivos y la cooperación entre hombres, nos hallamos en un juego de N
jugadores, por lo que resulta más costoso en este caso identificar a los defectores. El problema
como lo planteó Coase es el de los costos de transacción.
No obstante, el mismo Axelrod señala que es posible que los resultados del análisis de las
interacciones por pares ayuden a sugerir cómo emprender también un análisis más profundo del
caso n- dimensional.7 Por ello y por la relevancia de su trabajo es que lo menciono en el presente.
5
Ampliamente conocido por su trabajo interdisciplinario en la evolución en la cooperación. Ha sido citado
en más de 500 libros y 4000 artículos.
6
Robert Axelrod. La evolución de la cooperación. El dilema del prisionero y la teoría de juegos. Alianza
Editorial. 1986.Pág 30
Los resultados obtenidos en los torneos demuestran que en condiciones idóneas puede
verdaderamente surgir la cooperación en un mundo de egoístas no sometidos a una autoridad
central, agregando como condición necesaria que el número de interacciones sea indefinido.
Un claro ejemplo de ello puede ser fácilmente apreciable observando las relaciones entre
naciones. Existe cierta cooperación entre ellas pese a la ausencia de una autoridad central. Y es
que un factor de peso que posibilita la cooperación es que los jugadores sepan que podrán volver
a encontrarse. Así pues el futuro proyecta una “sombra” sobre el presente y de este modo influye
en la situación estratégica actual. Analíticamente:
Cuando
w>t-r
la cooperación es viable.
_______
t-p
W es “el parámetro de actualización” de cada jugada con respecto a la anterior. Es decir que
muestra el peso de la jugada siguiente al ser comparada con la actual.
El futuro cuenta menos que el presente dado que los jugadores tienden a valorar menos los pagos
conforme se aleja en el tiempo el instante de su recepción. Por otra parte, siempre cabe la
posibilidad de los individuos no vuelvan a encontrarse.
Se cree incluso que W tiene un peso grande en nuestras decisiones morales aunque claramente
no sólo importa W sino el tamaño relativo de los pagos.
T Representa la tentación de defeccionar cuando no lo hace el otro
R Recompensa por la mutua cooperación
P Pena (castigo) por la defección mutua
I Ingenuo cuando coopera pese mientras que el otro individuo defecciona.
Siendo T>R>P>I Por ejemplo T =10 ; R =8; P=3; I =0
Más aún, Axelrod encontró que cuando se repiten estos encuentros (y por tanto el parámetro de
actualización W es lo suficientemente grande), las estrategias "altruistas" tienden a obtener
mejores pagos que las "egoístas”. Así la estrategia conocida como “Tit for tat” - que ya se
7
Ver libro citado,nota al pie., pág 22.
encontraba esbozada de alguna manera en el Código de Hammurabi (1760 AC) - fue la ganadora
de los dos torneos. Claro está que no se trata de una estrategia “óptima” en el sentido que el
pago obtenido depende de la jugada del otro individuo.
Tit for tat es una de las estrategias más simples, consiste en cooperar en la primera jugada,
imitando luego las siguientes jugadas del contrincante.
Las estrategias que nunca son las primeras en no cooperar (defeccionar), son denominadas por
Axelrod “decentes”. Tit for tat se caracteriza además por la capacidad
de
perdón. Si su
contrincante defecciona pero luego coopera, ella vuelve a cooperar.
Pese a las bondades señaladas, no todo es extraordinario en la estrategia tit for tat, ante un error
del otro jugador puede eliminarse la cooperación por el resto del juego si el otro jugador continúa
defeccionando.
Por otra parte, se encontró que si una buena parte de los jugadores coopera, la disposición al
castigo baja y defeccionar se vuelve más atractivo. Es por ello que a fin de mantener la
cooperación resulta necesaria una metaregla que ordene castigar a quien defecciona bajo
apercibimiento de ser castigado él. De otra forma castigar en algunos contextos implicaría
ofrecer un bien público: el sancionador incurre en costos pero los beneficios se diluyen en la
sociedad toda.
Asimismo, Axelrod toma la siguiente idea de la biología evolutiva: la estrategia es estable cuando
no puede ser invadida, es decir, cuando un huésped que juega otra estrategia distinta a la
empleada por el resto, obtiene un pago más alto.
También se encontró que en gran medida somos imitadores de las estrategias que funcionan, las
reglas a las cuales les va mejor tienen “mayor descendencia” que las otras.
Una estrategia siempre D (defección) no puede invadir una estrategia decente (por ejemplo tit for
tat), sea que venga individualmente o en grupo, en cambio tit for tat puede invadir siempre D ,
siempre que se encuentre en un grupo lo suficientemente elevado (los nuevos colonos que
comiencen a cooperar deben llegar “apiñados”). De otra forma, la estrategia siempre D será
siempre colectivamente estable.
Esta conclusión implica que las reglas decentes no sufren la debilidad estructural de siempre D. Si
una regla decente logra resistir la invasión de otras reglas decentes que vayan llegando de a una,
puede resistir la invasión de grupos apiñados, por grandes que sean. 8
8
Pág 73
Por último, debemos tener en cuenta la – a mi juicio llamativa - advertencia realizada por Axelrod:
en este torneo, no hay necesidad de suponer la racionalidad de los jugadores, ni siquiera es
necesario que las acciones efectuadas por los jugadores correspondan a elecciones conscientes,
más aún, ni siquiera es preciso en este juego que un organismo tenga cerebro.
Sin importar la racionalidad de los organismos en cuestión vemos que -en las circunstancias
indicadas - la cooperación puede surgir, capitalizando los beneficios los jugadores “altruistas”.
V CONCLUSIÓN
En primer lugar, cabe señalar que de lo expuesto surge con meridiana claridad que debemos ser
cuidadosos al pasar del marco positivo al normativo porque incluso dentro del campo positivo un
postulado científico puede ser errado total o parcialmente. Así, durante años se propusieron
postulados económicos relativamente rigurosos (racionalidad, autointerés, voluntad) que hoy se
están relajando. Otro ejemplo lo constituye el entendimiento tradicional de los faros como bien
público que sólo podía ser provisto por el Estado hasta que Coase escribió su famoso paper
demostrando lo contrario.
Es por ello que resulta conveniente recordar la visión de Karl Popper9: el avance del conocimiento
humano tiene lugar a través de la crítica o refutación. Tal vez, entrar en el terreno científico no
signifique tratar de postular “verdades eternas”. Conforme la visión de Popper, una teoría no
puede ser verificada pero sí puede ser falseada. Se tendrán las afirmaciones razonables como
ciertas hasta tanto se demuestre lo contrario, esta refutación puede a su vez ser refutada con
posterioridad y así ad infinitum. He ahí un motivo por el que muy probablemente resulten
peligrosos los gobiernos fuertemente paternalistas, aunque este punto abre un abanico de
consideraciones que exceden el propósito del presente trabajo.
Hemos visto también una concepción que pretende ser más cercana a la realidad del hombre,
relajando los presupuestos económicos tradicionales y brindando un nuevo panorama a las
expectativas que podemos tener con respecto a la cooperación.
Confío que esta síntesis del trabajo del profesor y Lic. Bour sumado a los aportes de Sunstein y
Axelrod sea de utilidad para quienes, como yo, se inician en el que considero un apasionado
conocimiento del análisis económico del derecho.
9
Ver Karl Popper. “La lógica de la investigación científica”
APÉNDICE
I- Analizando la cuestión desde la teoría de juegos
Los bienes públicos son el típico caso que los economistas observan como el de un juego no
cooperativo, consistente en un “dilema del prisionero” de N jugadores. .
C
C
D
R; R
I;T
T; I
P;P
P;P
D
El dilema del prisionero es simplemente una formulación abstracta de ciertas situaciones muy
corrientes y muy interesantes en las cuales lo que individualmente es óptimo para cada persona
lleva a la defección mutua y, sin embargo, todos podrían haber conseguido mejores resultados de
haber colaborado entre sí.10
En la figura se representa un dilema del prisionero simple, aquí no juega W.
C representa la posibilidad de cooperar mientras que D la posibilidad de defeccionar. Los pagos T;
R; P; I han sido explicados supra. Recordemos que T >R>P>I. Lo importante no es el valor absoluto
del pago recibido a partir de la estrategia elegida sino la diferencia entre los distintos pagos (valor
relativo).
El equilibrio de Nash al presente juego es P;P. Esto es, que ambos defeccionen. Es también una
estrategia dominante dado que cualquiera sea la estrategia elegida por el otro jugador, la mejor
respuesta para el otro es siempre defeccionar.
Vimos que los resultados de los torneos de Axelrod demuestran que si este juego se repite en el
tiempo (iterado), al importar W (sombra del futuro) los individuos comienzan a cooperar porque
descubren que de esta forma obtendrán pagos más altos.
Es por esto que probablemente habrá un nuevo equilibrio. Variará de P;P a R;R.
Con respecto a la estabilidad de este equilibrio, vimos que la condición necesaria para ello es que
el valor de W (el futuro proyectado sobre el presente)sea suficientemente grande. Es importante
10
Los intereses de los jugadores no están en conflicto total. Axelrod.pág 21
recordar que cuando hablamos del tamaño de W también estamos teniendo en cuenta su valor en
función de los pagos correspondientes a las jugadas disponibles: T; R;P;I. La interacción habrá de
durar lo suficiente para que la ganancia de la tentación resulte anulada en las jugadas posteriores.
C
C
D
R; R
I;T
T; I
P;P
R; R
D
Asimismo vimos que una estrategia colectivamente estable que esté dispuesta a cooperar tiene
que lograr de algún modo que a los oportunistas no les sea rentable abusar de ella, defeccionando
como respuesta a las defecciones de los otros jugadores.
Agregamos que la regla además debe ser provocada. Si una estrategia cumplidora no fuese
provocada por una defección en la jugada n-ésima, no sería colectivamente estable, pues una
regla de decisión que solamente defraudara en la n-ésima jugada tendría capacidad de invadirla.
Por último, cabe señalar otro cambio debido a W, si esta es lo suficientemente grande, ya no
existirá una estrategia óptima sino que nuestra mejor estrategia dependerá de la que esté
utilizando el otro jugador. 11
II -
BIENES PÚBLICOS Y PRIVADOS. Distinción analítica.
La característica analítica más relevante que diferencia los bienes públicos de los privados radica
en el consumo conjunto.
Los bienes privados se caracterizan por su cantidad consumida total, que es igual a la suma de
las cantidades consumidas por cada individuo (A y B).
X=XA+XB
En el caso de bienes públicos puros, la cantidad consumida total es igual a la cantidad consumida
por cada individuo.
X= XA=XB
Por el lado de la producción en principio no existen diferencias.
11
Axelrod. Pág 26
B
IBLIOGRAFÍA
 Enrique Bour, Instituciones e Incentivos. Trabajo expuesto en Econ 2010.
 Juan Vicente Sola. Constitución y Economía. Abeledo Perrot. Buenos Aires, 2004.
 Robert Axelrod. La evolución de la cooperación. El dilema del prisionero y la teoría de
juegos. Alianza Editorial. 1986.
 Cass R.Sunstein, Behavioral Law and Economics, Cambridge University Press.
 Alberto Rodríguez Varela, Historia de las Ideas Políticas. Editorial A-Z. Buenos Aires, 2001.
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