Una Pedagogía para las Nuevas Comprensiones

Anuncio
Una Pedagogía para las Nuevas Comprensiones: Inteligencias,
Metacurrículo, Lenguajes
Beatriz García
Justificación
La reflexión acerca del cambio en los modos de enseñar debe considerar al
docente no como individualidad, sino como integrante de un equipo, de los
equipos docentes de las instituciones educativas, los cuales buscarán conciliar
el qué enseñar con el cómo hacerlo a partir de un diseño curricular que
rebase los contenidos y las asignaciones que normalmente están asumidas
desde la inteligencia exclusivamente racional, para asumir, en cambio, la
multidimensionalidad de las inteligencias, comprendiendo que en las mismas lo
curricular es una construcción que se hace de manera colaborativa, con base
en situaciones específicas, a partir de problemáticas particulares y desde una
perspectiva integral que permita la articulación entre lo cerebral, corporal,
emocional, situacional y perceptivo. En esta línea, el currículo se entiende
como un más allá de los contenidos y de las temáticas, como una extrapolación
que le da el carácter de Metacurrículo: cómo las inteligencias, en su
multidimensionalidad, se conjuntan para construir un conocimiento más
comprensivo de sí mismo y de la realidad.
Hoy es necesario enfrentar un modo complejo de construcción de la
dimensión de la subjetividad –forma peculiar que adopta el vínculo humano mundo en cada uno de nosotros–. Espacio de la ética que se construye en el
devenir y los flujos que abren el espacio a distintas prácticas, en las cuales el
sujeto contemporáneo ya no busca ser representado sino ser reconocido,
aparecer, destacarse en un mundo de incertidumbres, paradojas, de
pensamiento débil y múltiple, caracterizado por diversas racionalidades, por
diferentes formas de tener razón, todas ellas legítimas, donde no hay verdades
definitivas. Este reconocimiento es simbólico, se inscribe en la existencia de
juegos interpretativos, cada uno con sus reglas, su estilo y su rigor. Y en esta
panorámica y estos juegos se constituye un sujeto ya no transcendental, sino:

Simultáneo: en él todo parece confluir en el instante de un presente que
pronto se desvanece, actualidad y proximidad al espacio y al tiempo, en el
cual organiza su relación con el otro y con el mundo desde la experiencia
sensible.

Tele-vidente: liberado del espacio y del tiempo lineal, construye su
identidad en la visibilidad, en la superficie, lugar del sentido, y en ella se
deja leer y llevar, tan pronto por la brevedad como por la duración.

Desterritorializado: lo cual posibilita la experiencia individual y colectiva de
un espacio simultáneo y de un tiempo discontinuo. Sujeto que ya no se la
juega en el espacio de las identidades y los reconocimientos estables y
fijos, sino más bien en la puesta en escena del carácter inestable, móvil y
cambiante de la existencia.

Fragmentado / fractal: el cual se puede comprender a la luz de figuras
como el nudo, la red, los flujos, los circuitos y las interfaces de la era de la
informática y de la realidad virtual.
Cambian, pues, las redes de sociabilidad, de intercambio social, económico,
simbólico y afectivo, cuya elasticidad se hace cada vez más inestable; y de
comunicación: circulación de flujos variados de información. Redes de
transacción, entre ellas la escuela: intercambio simbólico, las cuales movilizan
intereses, recursos o bienes que acaban definiendo alianzas, utilizando
intermediaciones o buscando confirmaciones.
En estas redes no hay más que un experiencia fragmentada de un sujeto que
ha de estar continuamente redefiniendo su estatuto de sujeto. La simultaneidad
y la proximidad dislocan repetidamente cualquier estructura consistente del
sujeto, y que ha producido una profunda mutación del hombre con sus
territorios existenciales.
Los procesos de socialización construidos en la escuela, procesos de
negociación con las alteridades, están en crisis porque el sujeto
contemporáneo ya no tiene en el maestro esa imagen especular con la cual
establecer su diferencia y por tanto su identidad. Su pathos (padecimiento)
radica ahora en su propia diferenciación interna al infinito: auténtica
experiencia fractal del sujeto. "La transcendencia ha estallado en mil
fragmentos que son como las esquirlas de un espejo donde todavía vemos
reflejarse furtivamente nuestra imagen, poco antes de desaparecer."
(Baudrillard).
Un sujeto fractal, –cada fragmento, cada esquirla contiene el universo, toda la
información relativa al objeto está encerrada en el más pequeño de sus
detalles–, que se difracta (desviación de las ondas luminosas, acústicas o
radioeléctricas cuando rozan los bordes de un cuerpo opaco), en una multitud
de egos miniaturizados, todos parecidos los unos a los otros. El sujeto
contemporáneo como el objeto fractal no desea otra cosa más que asemejarse
en cada una de sus fracciones: extraño narciso resulta, no sueña con su
imagen ideal sino con una fórmula de reproducción genética hasta el infinito.
Semejanza indefinida del individuo a sí mismo ya que se resuelve en sus
elementos simples. Desmultiplicado por doquier, presente en todas las
pantallas pero en todas partes fiel a su propia fórmula, a su propio modelo.
En esta dinámica, la Escuela Contemporánea requiere la construcción de una
serie de comprensiones que la pongan a tono con los ritmos, saberes, sujetos,
relaciones, procesos y, en general, posibilidades de conocimiento y
pensamiento que encarnen las múltiples formas de ser, saber y hacer. Para
ello, esta Escuela debe enfrentar inteligentemente:



La aleatoriedad
Distintas racionalidades
Futuro abierto






Inteligencia práctica para el diálogo
Antropología de saber
Transformaciones conceptuales
Cultura de la complejidad,
El paso de las ciencias de la conservación a las de la creación
El tránsito del lenguaje a los lenguajes: representación, creación,
comunicación
Descargar