El Régimen del Solitario; Ibn Baya

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Comentario de Texto
Mª Isabel Laso Manuel
13/IV/00
El Régimen del Solitario
Ibn Bayya
Avempace
• Introducción
• Traducción
• Notas:
JoaquÃ−n Lomba
. La idea directriz puede describirse como un itinerarium que conduce al hombre espÃ−ritu a unirse con la
Inteligencia Agente.
. Al-Farabi ejerce una extensa crÃ−tica de la sociedad real
en: “Sobre el gobierno de las Ciudades”, en la que
distingue seis tipos de ciudades imperfectas y aún viciosas;
esquema fielmente seguido por Avempace en
El Régimen del solitario.
• médico
• matemático
• astrónomo
• lógico
• filósofo
. Avempace añora en su pensamiento polÃ−tico y metafÃ−sico un tipo de estado ideal que contrasta
vivamente con los que él llama estados degenerados e imperfectos de su tiempo.
En “El Régimen del Solitario”, ataca las costumbres excesivamente licenciosas que le rodeaban, abogando
por una vida de perfección tan depurada que, según Avempace, sólo se podÃ−a conseguir en soledad.
. Continuas alusiones a ejemplos médicos.
. Pensamiento altamente original, compacto, sólido y unitario, que demuestra una nada común inteligencia
y un muy amplio conocimiento de la filosofÃ−a aristotélica y de la de su tiempo.
. Pero por otra parte, esa misma obra presenta aspectos susceptibles de una posible acusación de heterodoxia,
sobre todo en unos momentos como los de la invasión almorávide, en que tanto se defendió la ortodoxia y
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se persiguió a los intelectuales.
AVEMPACE--------------------------- IMPORTANTE -------------------------------------- POR:
• Da a conocer el corpus aristotélico en Al-Andalus.
• También da a conocer a Al-Farabi.
• En su labor de comentarista del Estagirita es el precedente inmediato de Averroes.
• Aunque influido por el neoplatonismo, y el aristotelismo, es el primer filósofo que hace su
filosofÃ−a de un modo personal.
• Valiosas y originales aportaciones cientÃ−ficas.
• Por los múltiples testimonios de sus contemporáneos, que lo tuvieron por el más grande de los
filósofos de Al-Andalus, tal como hemos visto por boca de Ibn Tufayl. Opinión ésta tanto más
valiosa cuanto que, para esas fechas, Ibn Tufayl ya conocÃ−a a Averroes, por el cual sentÃ−a una
profunda admiración.
Y más aún, el propio Averroes tenÃ−a en gran estima a Avempace.
• Avempace es un exponente de la gran cultura cientÃ−fica y filosófica de la región norte de
Al-Andalus, llamada la Frontera Superior, y su capital Saraqusta (CaesarAugusta), Zaragoza.
Avempace se presenta ante todo, como cientÃ−fico y en consecuencia como filósofo.
La FilosofÃ−a no es sino el acto de reflexión que el intelectual lleva a cabo sobre la realidad de su mundo. Y
la realidad del mundo de Avempace - como la de Aristóteles -, es la de los objetos cientÃ−ficos que le ofrece
la botánica, la astronomÃ−a, la medicina, la biologÃ−a y, como en Platón también, la vida polÃ−tica.
Su ideal de conocimiento lo desarrolla y ejerce, en primer lugar, en el ámbito de la ciencia, para luego
continuar por otros derroteros.
EL PENSAMIENTO FILOSÃ FICO DE AVEMPACE
1er comentarista de Asienta
Al-Andalus de las obras su propio
de Aristóteles. sistema.
Influencias Seguimiento Formalde: de Aristóteles mente
Al-FarabÃ−. a través de INDE(Cruz.Hernánd.) los comentarios PENde Al-FarabÃ− DIENTE
y el neoplatonismo. y
PERSONAL
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Falsafa,
es la transcripción árabe de:
• Tiene un marcado carácter religioso,
puesto que lo que se intenta es vivir
y pensar la fe con las categorÃ−as filosóficas.
• Se parte del principio de que sólo
hay una verdad, la del Dios único,
y de que, por tanto, filosofÃ−a y
religión coinciden, pues ambos
saberes buscan conocer la verdad
última de todo.
• Se centra el ideal del hombre, del filósofo (faylasuf)
y del sabio en el conocimiento.
Lo más importante y fundamental en el ser humano
es el conocer.
• La Falsafa oriental no se limita al ideal del sabio griego, al del la vida contemplativa y teórica,
sino que busca de forma directa e inmediata la dimensión práctica de su pensamiento; de ahÃ− la Ã−ntima
relación de la filosofÃ−a con la ciencia y con la moral y polÃ−tica.
De aquÃ− se derivan dos hechos importantÃ−simos,
también para los andalusÃ−s.
Que casi todos los filósofos Falasifa (los)
sean a la vez: - pl. de Faylasuf • astrónomos necesitan desde
• médicos el principio crear
• matemáticos una teorÃ−a polÃ−tica,
• cientÃ−ficos en general reforzado por la
entrada de la República
de Platón, y la à tica
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de Aristóteles.
Surge antes que en
Europa cristiana una
TeorÃ−a del Estado y la
PolÃ−tica, largamente
original
Causas:
• Sentido práctico de la sabidurÃ−a islámica.
• Identidad que profesa el Islam
entre religión y sociedad civil.
• Todo este proceso racional lo culmina el intelectual musulmán, en estadios mÃ−sticos que
sobrepasan el conocimiento estrictamente lógico, integrando finalmente todos estos niveles en el
ideal de sabidurÃ−a y filosofÃ−a, de hikma y falsafa.
Para esta tarea los intelectuales musulmanes echan mano, desde el comienzo, de la filosofÃ−a de Platón, del
neoplatonismo, del estoicismo, y sobre todo de Aristóteles, puesto que representaba el ideal de visión
racional y cientÃ−fica del mundo a través de cuyo prisma se querÃ−a reinterpretar y hallar la única
verdad.
Y como esta verdad era Una, resultaba imposible que sabios como Platón y Aristóteles se contradijeran: de
ahÃ− que se intentase buscar una armonización entre los dos y una sÃ−ntesis de ambos sin perder de vista la
primacÃ−a que representaba el racionalismo y el cientificismo del Estagirita.
Ello supuso que el redescubrimiento de éste nunca fuese pleno: siempre estuvo teñido de platonismo,
neoplatonismo y estoicismo.
AsÃ− surgen en Oriente los primeros grandes filósofos del Islam:
Al-Kindi
Al-FarabÃ−
Ibn Sina Avicena.
Los cuales no vieron en ningún momento contradicción alguna entre la verdad religiosa y la
cientÃ−fico-filosófica, desde el punto de vista racional.
Todos ellos, animados por su ideal de sabidurÃ−a o hikma, hicieron culminar su sistema filosófico racional
con algún tipo de mÃ−stica o de unión amorosa con la Verdad Suprema.
En el fruto de la unión de racionalismo y metarracionalismo, de filosofÃ−a y religión, de aristotelismo y
platonismo/neoplatonismo.
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La Vida del Solitario M. Cruz Hernández. Historia del Pensamiento en el Mundo Islámico (2)
La sociedad ideal no existe en la situación polÃ−tica que vive Ibn Bayya, por lo que el modelo de esta
ciudad se caracteriza por representar la misma actitud de Ibn Bayya.
Solitario es todo aquel que se siente ciudadano de la comunidad ideal, pese a vivir en medio de una sociedad
imperfecta. Sin embargo, dicha sociedad modelo, que no puede identificarse con ninguna de las comunidades
polÃ−ticas concretas e históricas, no es una simple ficción, sino que debe realizarse en este mundo para que
en él todos los ciudadanos puedan vivir de acuerdo con las normas de la razón.
Sólo una vida que se atenga al ideal de la auténtica sabidurÃ−a puede transformar al hombre y realizar la
comunidad ideal, que es una realidad patente en el corazón y en la existencia ética de sus ciudadanos:
los solitarios.
Esta vida moral de los solitarios no exige un aislamiento fÃ−sico, pues deben vivir en la sociedad imperfecta
junto con los demás ciudadanos, cuya existencia es una perpetua lucha entre sÃ−, estando sujetos a las
enfermedades, rencores, pleitos y vicios.
La vida de los solitarios, por el contrario, está libre de esas luchas, vicios y lacras; brota y crece pura como
las plantas nobles entre la cizaña, como el brote recién florecido en un viejo árbol, siendo asÃ− la
única esperanza de regeneración de la sociedad imperfecta y el fermento del futuro ideal social.
La vida del solitario representa el más alto ideal ético.
Su conducta debe estar regulada por la adecuación de su vida a aquello que es lo más humano del hombre:
su condición racional, puesta de manifiesto por el entendimiento especulativo, que es el más alto grado del
saber.
Lo que entendemos por Régimen “tadbir” es pues, que el solitario deberÃ−a ajustar su vida y sus
relaciones con la sociedad y los hombres imperfectos de acuerdo con ese grado supremo de la sabidurÃ−a.
Si bien es cierto que la sociedad y los hombres imperfectos son un peligro para el solitario, un principio
aristotélico dará la conciencia de que también es cierto que ningún hombre, ni siquiera el sabio, puede
prescindir de su situación social, en tanto que el hombre es un ser sociable por naturaleza y por
condicionamiento biopolÃ−tico.
El solitario para permanecer puro debe aislarse de los ciudadanos contaminados por los vicios, errores y lacras
(que conforman la sociedad imperfecta).
Pero el solitario no huirá de la ciudad, vivirá dentro de ella aunque sin participar de sus lacras. Y se
tratará con los hombres imperfectos en aquellos casos en que la relación resulte necesaria o provechosa.
Lo que el solitario debe buscar, ante todo, es la sociedad de los otros hombres perfectos o, cuando menos, la
de aquellos otros que, siendo imperfectos, buscan la perfección. No evitará los contactos intelectuales con
los demás hombres; pero buscará tenerlos, sobre todo, con aquellos que comparten o estén dispuestos a
compartir su ideal. La vida social del hombre no es un mal, sino un bien que contribuye a la perfección y
desarrollo del hombre.
Lo único dañino es el estado concreto de la sociedad actual.
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La vida del solitario debe ser social aunque no encuentre ningún compañero (esto siempre será por culpa
de la corrupción de la sociedad.)
Es entonces cuando el sabio debe seguir el riguroso y ascético camino de la perfección solitaria.
AsÃ− como en el orden metafórico el ser no se reduce a su modo actual, presente y limitado, sino que el ser
auténtico es la forma final, asÃ− también en el orden social la naturaleza del hombre no consiste
esencialmente en la sociabilidad actual, presente y limitada de la sociedad imperfecta, sino en la sociedad
final futura entre todos los ciudadanos de un mundo que sea una auténtica ciudad perfecta, constituida por
perfectos ciudadanos, o sea, por sabios.
El Régimen del Solitario
Cap. 1º significado de “Régimen”
Ibn Bayya expone la calidad y significado del término solitario.
Se entiende en la descripción de los problemas sociales y morales que provocan que las ciudades y por tanto
las sociedades se conviertan en corruptas y el daño moral que ello conlleva para el alma del hombre.
Aparecen prescripciones éticas para procurar un comportamiento digno de almas nobles, bueno, en
definitiva, todo lo que implica seguir un régimen.
Esto además se da en pocas ocasiones, por lo que aquél que lo sigue, irremediablemente se aparta de la
sociedad común para convertirse en un solitario.
Cap. 2º. Sobre las Acciones Humanas
Aparecen planteamientos biológicos.
Nos remite a los aspectos y problemas ya planteados en Sobre las plantas . El problema a resolver es: ¿Hay
lÃ−nea divisoria entre los reinos mineral, vegetal y animal?
“El ser vivo y el cuerpo inorgánico...”
AquÃ− sigue la doctrina aristotélica según la cual los cuerpos pesados caen hacia abajo de forma natural,
espontáneamente, porque “van a su lugar natural”, mientras que, si suben, se alejan de ese lugar natural
porque lo hacen por la fuerza, porque alguna causa los sube.
Por otro lado, insiste aquÃ− como en otros sitios, en la continuidad de los distintos géneros de seres:
minerales, vegetales, animales.
“Pero el hombre sobresale por encima de todas estas clases de seres por su capacidad de pensar...”
Postula Avempace, bajo el condicionamiento de la interpretación de Al-FarabÃ−, que el hombre es ser
cognoscente.
El hombre pese a estar sujeto a cambio es uno; su unidad numérica se debe a que el alma es independiente
de los instrumentos que utiliza, tanto de los corpóreos que se dividen en naturales y artificiales, como de los
espirituales.
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El primer instrumento que tiene el hombre es: el alma vegetativa que posee desde el momento de la
generación.
Las potencias vegetativas son la causa de la formación del feto y de su crecimiento.
“Sin embargo en estos casos cabe que haya libertad”
. Referencias a:
En Aristóteles, à tica a Nicómaco, III, 1-3. Se trata de la voluntariedad e involuntariedad de los actos
humanos.
“(...) el alma bestial. En efecto, lo único que predomina en las acciones de los animales irracionales...”
. El hombre recibe al nacer las potencias sensitivas. El feto en el útero es semejante al vegetal, al nacer ya es
un animal, y no es propiamente hombre hasta adquirir las formas inteligibles por medio del entendimiento
agente.
. Entendimiento según Avicena en M. Cruz Hernández. pp. 429 (II)
Ciruelas Tirano pp. 107 El Régimen del Solitario
Reflexiona ampliamente sobre el carácter de las acciones humanas:
• Animales Ejecutadas por el puro instinto.
• Propiamente humanas Voluntad consciente.
El común de las acciones de los hombres es mixto, ya que se ejecutan movidas tanto por el instinto como por
la voluntad.
Pero el ideal del sabio debe procurar que sus acciones sean realizadas exclusivamente por la voluntad, sólo
entonces podrá alcanzar el hombre la percepción de las formas espirituales.
Estas formas son de cuatro tipos:
1º Inteligencias de las esferas absolutamente inmateriales.
2º Entendimiento agente inmaterial, pero que se relaciona con el mundo de la materia al perfeccionar las
formas materiales y abstraerlas.
3º Especies inteligibles o formas existentes en el alma.
4º Especies sensibles intencionales, que actúan como intermediarias entre las formas inteligibles abstractas
en la mente y las formas sensibles materiales en la realidad.
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