XXVI ASAMBLEA DIOCESANA DE PASTORAL Lectio Divina (1 Cor. 12, 12-14) 27 enero de 2015 PASTORAL PROFÉTICA Poner mis talentos al servicio de la comunidad Poner al servicio de la comunidad los talentos que Dios me ha dado Buscar compartir mi capacidad con la capacidad de los demás para construir comunidad No seguir desgarrando el cuerpo místico de Cristo con criticas y murmuraciones y trabajar más en comunidad Trabajar en mí mis propios talentos para poderlos compartirlos a los demás con la guía de Dios Cumplir lo que nos corresponde y poner en práctica los talentos que Dios nos ha regalado Compartir mis talentos de los demás y aceptar los talentos de los demás Luchar contra la vergüenza que a veces es un obstáculo para poner al servicio mis talentos Dar mis talentos con mucho amor y construir comunidad Descubrir cuáles son mis talentos para ponerlos después al servicio de los demás Dejarme guiar por Dios para sacar mejor provecho Mejorar la comunicación con los demás grupos de la parroquia No quedarme yo solo con los talentos que Dios me dio sino compartirlos con los demás Formarme mejor para saber reconocer mis talentos y ponerlos al servicio de la comunidad No solo darme a los demás con la música sino buscar qué otros talentos tengo para ponerlos al servicio del prójimo Hacer oración y enseñar a orar al que no sabe Trabajar en lo que me corresponde para sacar adelante el trabajo en el que me he comprometido. Hacer una auto-reflexión para ver si soy motivo de división, y si lo soy buscar la conversión. Encontrarnos personalmente con Cristo, y verdaderamente creer en Cristo, confiar en Cristo y obedecer a Cristo. Dejar de ver y criticar a los demás. Dar oportunidad a los hermanos que inician en el servicio pastoral y no ser piedra de tropiezo para ellos. Buscar a los alejados y compartir con nuestro testimonio. Tener un encuentro sincero con los catequizados, conocer sus necesidades y apoyarlos. Dejar de hablar nosotros, para dejar hablar a Cristo en nosotros. No secuestrar a la Iglesia siendo nosotros los protagonistas y cooperar con los demás catequistas y grupos parroquiales y dejar que Cristo sea el protagonista. Comprometernos más en la caridad y en la comunión eclesial. PASTORAL LITÚRGICA ¿Me he dado cuenta cual es la palabra que a mí me define? ¿Y la pongo al servicio de mi comunidad? El servicio, alegría, sinceridad, disponibilidad, tolerancia, disciplina, responsabilidad, orden, caridad. Y todo esto en la práctica para la edificación de la comunidad, es un auténtico si por el servicio en nuestra pastoral. Que todos vivamos en plenitud la celebración para trasmitir eso a los demás. Desde la pastoral litúrgica servir a los demás. ¿Podría haber algo que destruya definitivamente a mi comunidad? Falta de fe, apatía, falta de oración, conformismo, intolerancia, soberbia, imprudencia. Un grupo tal vez se pueda destruir, pero nunca consideramos que se puede destruir la comunidad. El chisme Lo que construye es dar testimonio de los que vivimos en la liturgia. Las obras de caridad y ser humildes. ¿Cuál es mi actitud ante los dones de los demás? Respeto, ayuda, animo, bendición, felicitación, aprender de ellos, agradecimiento a Dios, motivación a involucrarlos. Admiración La eucaristía debe despertar en mí una alegría. Apoyar a los que tienen verdaderos dones. Y ayudar a crecer esos dones dentro de la comunidad. ¿Qué acciones propongo para lograr la unidad? La oración, adoración, por lo menos una hora de adoración ante el Santísimo, apoyo al párroco, la comunicación, la humildad, el ejemplo, la convivencia, el amor fraterno. La espiritual, la convivencia, la oración y conocer a los grupos. PASTORAL SOCIAL Como pastoral social no debemos trabajar solos sino todos unidos, debemos hacer unidad como equipo, como Iglesia. Todos somos un mismo cuerpo por el bautismo, podemos hacernos uno con el otro a través de la oración, si no puedo estar presente. Debemos ser conscientes que todos somos uno, todos somos importantes porque somos Iglesia. Debemos aprender a aceptar al otro tal cual es, como Dios nos acepta tal como somos, y aprender a caminar juntos unos con otros. Dios nos dice que somos un solo cuerpo en la Iglesia, debemos unirnos a los hermanos en las diferentes pastorales. Debemos estar en comunión con los demás grupos. Debemos tener paciencia a los demás, pidiéndole a Dios que nos ayude. Debemos poner nuestros carismas en servicio de la Iglesia por amor a Cristo que me dio esos carismas. Debemos amar la diversidad respetar la diversidad. Para poder servir, debemos estar llenos del amor de Dios para poder llevar ese amor. Debemos ser primeramente testimonio antes del servicio. Paz espiritual para vivir mejor con los demás En la acción del espíritu santo Y Comprometerse con Dios en una vida buena PASTORAL JUVENIL Provocar y armar lio. Todos somos uno porque somos hijos de Dios. Ve al otro como un hermano y reconocerlo como hijo de Dios. Reconocer en el otro, dones que le son propios. Independientemente de lo que seamos, formamos un cuerpo. Experimentar un Cristo vivo y alegre y después darlo a conocer. No discriminar a nadie. Ver y valorar y acercar a aquellos que se encuentran distanciados. Ir por las personas que no son de nuestra religión y aprender y enriquecernos. Dentro de nuestra Parroquia buscar la riqueza y compartirla con nuestro decanato. Erradicar divisiones internas. Enriquecernos con nuestros carismas. Aprender a descubrir cuál es nuestro carisma. Estar a la disposición de nuestra cabeza. Vocacionalizar las pastorales. Tratarnos como personas y valorar nuestra dignidad de personas. Erradicar las discordias y evitar las comparaciones. Estar en comunicación con nuestro párroco. Todos formamos la Iglesia, hay que saber acompañar a nuestro hermano. Trabajar en la voluntad de Dios, saber y descubrir cuál es la voluntad de Dios. Calendarización personal de grupo de acuerdo a la diocesana. Proponemos Marcha de jóvenes y finalizar con una celebración eucarística. Comunicación entre los miembros del grupo. Definir secuencia y programación de temas y presentarlas al párroco. Hacer oración por alguien que lo necesita. Trabajar con lo anteriormente dicho. Que no se quede en palabra sino pasar a la acción. Hacer cadenas de oración. Saber escuchar. Prestar atención al otro. No ser herméticos en el grupo. Saber las necesidades de nuestras comunidades. Utilizar de los medios de comunicación y mercadotecnia y presentar a Jesús. PASTORAL FAMILIAR Buscar prudentemente la forma de permanecer unidos todos como miembros del cuerpo de Cristo, como la parte lo es del todo, cada miembro, cada grupo de matrimonios buscaremos la unidad con todos los grupos en conjunto con los demás grupos de pastorales. Buscar la manera de ejercer un servicio en todas las comunidades como Cristo iba a buscar a quien lo necesita. Que la preocupación por que llegue Cristo a través de la pastoral familiar a todas la familias consista en elaborar planes para beneficiar a todas las familias y buscar que todos, especialmente los movimientos competentes sepan de las actividades para que nadie esté excluido de las gracias que Dios brinda a través de su Espíritu Santo por medio de nuestra particularidad de carisma a beneficio de los demás miembros del cuerpo de Cristo. Buscar la manera de que la unidad eclesial partiendo del movimiento trascienda con el esfuerzo constante pasando de un compromiso a una verdadera responsabilidad, iniciándose en nosotros y terminándose con nosotros. Identificar en aquellos lugares parroquiales donde no existan movimientos de pastoral familiar para que se inicie y se dé seguimiento por parte de nosotros. Que a una vez formado a las familias en los valores humanos y cristianos busquemos y encontremos la manera de ejercer la caridad, por ejemplo en la asistencia a enfermos, etc. Identificar el inminente sectarismo dentro de nuestro movimiento para que eliminando los antivalores que impiden vivir las virtudes, crezcamos en las virtudes fundamentales, la fe, esperanza y la caridad y que estas podamos acrecentarlas guiándonos por el pastor, el sacerdote que hace las veces de Cristo cabeza, mientras que nosotros con nuestros carismas distintos conformamos el Cuerpo. Dejarnos interpelar por la Palabra de Dios continuamente para evitar acciones contrarias causadas por el enemigo de nuestra salvación y principal autor de la mentira, y así ser conscientes que Dios nos llama a estar unidos a Él. Dejar que Cristo nos encuentre y acudiendo a su llamado, al estar con Él, en la medida que lo vayamos conociendo, podamos encarnar su Palabra, y cumplir su mandato, vayan y hagan discípulos a todas las naciones, mostrando su rostro con el ejercicio de la caridad, llevando a cabo un trabajo en conjunto, yendo así por los miembros sufrientes de Cristo, confundidos por tantos falsos profetas. Reconoceremos a Cristo en la presencia del Sacerdote para dejarnos guiar en todo momento buscando hacer la voluntad de Dios en la vocación que tenemos para bien de nuestra Iglesia. Valorar nuestras diferencias contemplándolas como riquezas, teniendo presente que todo diálogo que tenga como fin poner nuestras diferencias en común es para la unidad en el cuerpo de Cristo. Impregnarnos continuamente del espíritu de la caridad para identificar la unidad de Cristo en todas las actividades parroquiales, decanales y diocesanas. Buscar el desprendimiento en todos los servicios que prestemos contemplando que la gloria es para Cristo y no adueñarnos de sus dones manifestados en cada uno de nosotros. Poner al servicio de los demás cada una de nuestras cualidades, buscando el sentido de pertenencia ya que si de Dios procede toda bondad, la bondad de nosotros pertenece a alguien al cuerpo de Cristo, la pertenencia de mi ser es para bien de todos los demás. Haremos el servicio con alegría y fidelidad ya que estando por Dios, Él que es fiel nos dará nuestra recompensa manifestada en nuestra vida como icono de la vida eterna que nos espera. PASTORAL VOCACIONAL A amarnos y respetarnos mutuamente. No ser individualista trabajar en equipo y ser uno sólo. Compartir en la Iglesia los dones que el espíritu me ha dado y cosechar frutos en abundancia. Respeto a los demás como Cristo los acepta, sin importar las diferencias. Servir a la Iglesia con fervor, y pedir humildad para trabajar con los hermanos. Tratar de mirar el rostro de Cristo en los enfermos que visitamos y enamorarme más a Cristo. Pedir espíritu de discernimiento, para que me diga en que puedo servir. Trabajar en la diversidad de vocaciones. Orar y participar activamente promoviendo la comunión. Escuchar el llamado a la comunidad, al amor fraterno. Dar buen testimonio de vida con los dones recibidos, perseverar en la oración y que la palabra convenza a quien no creen. Dar lo mejor de mí por Cristo. Ser agradecida, invitar a los demás que reciban el bautismo, sean católicos o no. Dominar mis miedos, que el trato con los hermanos este impregnado de caridad y prudencia. Mantener sano el cuerpo, que he enfermado por el pecado, vita minarlo con la gracia de Dios y así ser testimonio de vida. El cuerpo es uno, y por tanto servir con humildad a todos y cada uno de los que a mí se acerquen. Fomentar la labor en conjunto. Que yo vea a Cristo en cada uno de mis hermanos, y que mis hermanos vean a Cristo reflejado en mí. Dar amor a los otros, dar testimonio vivo en el espíritu. Vivir la vida de Cristo, en el sufrimiento, en la alegría, sobre todo en el amor a los hermanos. Servir a Cristo, sobre todo en la pobreza espiritual, manifestada en la humildad. Reconocer esos dones que Dios ha dado a cada uno de mis hermanos, y unirme para trabajar con un mismo espíritu en una misma causa. PASTORAL EDUCATIVA Levantar la voz ante los padres de familia, para que se dé una educación apropiada a los alumnos, ante los acontecimientos más relevantes, por ejemplo; la unión de parejas del mismo sexo, y el deshumanizo exacerbado que deja a nuestra sociedad sin sentido. Motivar una espiritualidad de comunión de directivos, maestros y padres de familia. Aplicar los conocimientos adquiridos en cada una de las asambleas o reuniones. Crear una asamblea con los padres de familia para que cooperen en la educación católica de sus hijos. Generar un espacio educativo que tome conciencia de los temas más relevantes de la sociedad Expo vida, el martes 17 de febrero del 2015, de 9:00am a 12:00pm. AGENTES DE PASTORAL, LAICOS, MEC Y MOVIMIENTOS DIOCESANOS Todos somos llamados a una vocación específica, nuestra misión es descubrirla. Dios nos llama a TODOS en diferentes momentos de nuestra vida. Conocerlo desde el encuentro en la oración con Él, para que nos sane y nos mueva el amor. Primero verme a mí. Nuestra vocación es el servicio. Compartir el Evangelio de Jesús a todos. Más que tener un itinerario de vida espiritual, seguir la vida del Evangelio. Dejar el activismo, para una sana introspección y orar para conocerme. Somos una unidad, tenemos funciones diferentes pero somos una misma Iglesia. VIDA CONSAGRADA Ser uno, trabajo en conjunto, en una palabra crear sinergia: trabajar conjuntamente. Orar por la unidad. trabajar por el bien de la Iglesia y por su unidad. Un mismo espíritu en la diversidad, que se complementa como el cuerpo místico de Cristo, pues todos trabajamos por Cristo, valorando cada uno nuestro carisma Cristo es nuestra meta. Compartir nuestro el don de nuestro carisma como un trabajo dentro de la Iglesia. Ir a todo lo que se realice en la arquidiócesis, asamblea, retiros, etc., Tolerancia, escucha, y aceptación. Recodar y vivir el sentido de pertenencia en la Iglesia Católica. Valorar los carismas propios y cuidar de ellos. Participar activamente en las actividades de la arquidiócesis. Respetar y estar pendientes del calendario anual para no empalmar actividades. Valorarnos en el año de la vida consagrada, y respetar al laico y a las demás congregaciones, siendo testigos de comunión. SACERDOTES Reconocer la pluralidad de carismas que hay en la diócesis que fomenta la construcción de la Iglesia. Respetar, agradecer y valorar cada uno de los dones que hay en los demás hermanos y comprometerme a fomentar la unidad. Valorar el sacramento del bautismo, porque eso nos ha hecho capaces de formar parte del cuerpo de Cristo. En reconocimiento de la variedad de carismas y hermanos de diferentes países, me comprometo a no solo tratar a los sacerdotes que conozco sino ir a conocer a otros sacerdotes de otros carismas. Me comprometo a respetar los diferentes criterios en el área pastoral apoyarlos y no criticarlos, así como los criterios espirituales, que nos edifican como diócesis. Ampliar más la comunicación por medio de las redes de comunicación y boletines, incluyendo a todos los hermanos sacerdotes, tanto religiosos como diocesanos. Respetar a mis hermanos sacerdotes tal y como son, nunca hablar mal de ellos, porque todos tienen derecho al respeto y al amor. Ofrecer las misas de los días lunes por el presbiterio de Tijuana. Si todos hemos bebido de un solo Espíritu, también como sacerdotes hemos sido ungidos con ese mismo Espíritu, y me comprometo a expresar todo en ese sentido de unidad y fraternidad sacerdotal.