ANÁLISIS DE LAS FORMAS DE GOBIERNO ADOPTADAS POR LOS CABLEOPERADORES: LA CONFIANZA COMO ELEMENTO FAVORECEDOR DE LA EXTERNALIZACIÓN Nuria Rodríguez López [email protected] Departamento Organización de Empresas y Marketing, Universidad de Vigo Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo, Campus Universitario, 32004 Ourense, España Tel. +34 988 368744, Fax +34 988 368923 RESUMEN: En el trabajo que aquí se presenta, se analizan cuáles son los factores que condicionan la toma de decisiones ante la disyuntiva de realizar la actividad o encargársela a un suministrador externo, y la influencia que ejercen dichos factores sobre esta decisión. La mencionada disyuntiva, se recoge con el concepto de “integración vertical”, y se mide a través de la consideración de posibles formas de gestionar cada actividad (denominadas “formas de gobierno”). Estas formas de gobierno van desde una simple relación de compraventa, hasta una estricta relación de autoridad jerárquica, pasando por la elaboración de un acuerdo de cooperación. Como principal factor causante de la forma de gobierno, se recoge la existencia de confianza entre los agentes que realizan la actividad y reciben el resultado, de modo, que, cuanto mayor sea el nivel de confianza, menos se necesitará la autoridad y/o la formalización contractual. Tras definir el conjunto de variables causantes, se ha realizado un estudio empírico en el sector de los proveedores de acceso a Internet que ofrecen sus servicios a través de cable coaxial (cableoperadores). Los datos recogidos mediante un cuestionario, se han analizado aplicando técnicas estadísticas multivariantes. Los principales resultados obtenidos, permiten confirmar que no es indiferente la elección del modo en el que se va a obtener el resultado de una actividad, ya que la realización dentro de la empresa ofrece una protección superior de los activos, tanto físicos como humanos, y unas mejores propiedades de adaptación. En este sentido, la confianza emerge como uno de los principales elementos a tener en cuenta, actuando así de sustituto frente a la jerarquización de la actividad. 1 Introducción La importancia estratégica de la elección del nivel de integración vertical se ha abordado desde una perspectiva contractual, a través del estudio de diferenciadas formas de gobierno, cuyas peculiares propiedades hacen que sean más adecuadas para determinados tipos de transacciones. Uno de los atributos, que ha adquirido especial importancia en los últimos años, es la confianza depositada por los individuos en el resto de agentes participantes en la realización de una actividad. Con la finalidad de contrastar las interrelaciones entre estas variables, hemos planteado un modelo de ecuaciones estructurales basado en la teoría existente. La reespecificación y consiguiente validez de este modelo permiten comprobar el efecto de la confianza y sus determinantes sobre el nivel de integración vertical. A continuación exponemos brevemente los fundamentos teóricos para pasar, en los apartados siguientes, a la contrastación empírica de las hipótesis planteadas. 2 Fundamentos teóricos El estudio de unas formas de gobierno claramente diferenciadas entre sí es una de las principales características de la teoría de los costes de transacción. En esta teoría se sostiene que cada estructura de gobierno posee necesariamente unos elementos distintivos que no se pueden replicar en otra estructura y que la hacen la forma más eficiente en determinados escenarios transaccionales (Williamson, 1996:151). Si bien existe consenso a la hora de identificar las variables de propiedad y control, como los principales factores causantes de la elección de la forma de gobierno, se presentan ligeras diferencias dependiendo de los autores. Así, si bien algunos autores consideran que la integración vertical de una actividad está determinada por la posesión o titularidad de los activos necesarios para llevar a cabo dicha actividad (Jeuland y Shugan, 1983; Buzzell, 1983), otros prefieren evaluar la existencia de control sobre las decisiones a tomar, ya sea mencionándolo de un modo directo o a través de la llamada propiedad financiera vertical (Tirole, 1990; Mahoney, 1992; Rosen, 1996; Baker y otros, 2002), y un tercer grupo, exige la existencia de propiedad y control para que se pueda hablar de integración vertical (Masten y otros, 1989; Perry, 1998; Huerta, 1989; Lyons, 1994; Coase, 1996; Hill y Jones, 1996). La propiedad de los activos (representada por la variable “prop”), además de ser una de las características destacadas como elemento necesario para que una forma de gobierno se pueda considerar integrada, es también la principal variable que han estudiado los teóricos de los derechos de propiedad como causante de los derechos y atributos asociados a la integración vertical (Jeuland y Shugan, 1983; Buzzell, 1983). En lo que se refiere a la autoridad (variable de nombre “mi_autor”), recoge el control directo que las empresas estudiadas ejercen sobre cada una de las actividades. Desde un punto de vista teórico, la autoridad está asociada a las estructuras más integradas, contrarrestando la existencia de contratos menos completos (Tirole, 1990; Mahoney, 1992). Hipótesis 1: La propiedad de los activos influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 2: El control basado en la autoridad sobre las actividades influirá positivamente en el nivel de integración vertical. A partir de los desarrollos de los teóricos de los derechos de propiedad, en la asignación de derechos residuales que produce la titularidad de los activos, es posible establecer una relación causal desde la propiedad hacia la autoridad. Hipótesis 3: La propiedad de los activos influirá positivamente en el nivel de control basado en la autoridad sobre las actividades. Además de estos factores definidores, las características diferenciadoras de las formas de gobierno atribuyen mejores propiedades de adaptación, información y control a las formas integradas frente a aquellas que implican a agentes externos a la organización, derivadas de la autoridad que se ejerce sobre la realización de las actividades (Rialp y Salas, 2002; Williamson, 1989, 1991). Para estudiar este grupo se ha considerado una variable representativa de la importancia estratégica de la información que la empresa está dispuesta a intercambiar tanto con su personal como con agentes comerciales externos, y de su predisposición a adaptar las relaciones y actividades existentes a las nuevas circunstancias futuras, haciendo especial referencia a los tipos de adaptación A y B propuestos por Williamson (1991) y asumidos por sus seguidores. Estos elementos se han recogido en la variable “adap_fut”, ya que es indicativo de una actitud flexible y confiada entre los individuos inmersos en la relación. Teniendo en cuenta estas propiedades, ante entornos en los que sea difícil determinar su evolución futura y la adaptación a ésta sea de vital importancia para la empresa, como ocurre en el sector objeto de análisis, se tenderá a la adopción de formas integradas, resultando una relación positiva entre la adaptación e integración. Hipótesis 4: La importancia de la adaptación futura influirá positivamente en el nivel de integración vertical. En tercer lugar, recogemos la confianza existente entre individuos (variable “mi_conf”), por su importancia como factor causante de una menor integración. La confianza es una expectativa generalizada de que el socio comercial se comportará de un modo mutuamente aceptable y valioso, cumpliendo sus obligaciones sin comportamientos oportunistas o maldad, incluso aunque tenga incentivos a corto plazo y con independencia de las habilidades de dirigir y controlar a la otra parte (Chiles y Mcmackin, 1996; Sako y Helper, 1998; Mayer y otros, 1995; Moore y Cunningham III, 1999; Blois, 1998). Esta expectativa lleva implícita la predisposición del que confía a arriesgarse y a ser vulnerable a las acciones dañinas del otro (Mayer y otros, 1995:712; Blois, 1998), al optar por relaciones menos formalizadas (Arruñada y otros, 2001; López Bayón y otros, 2002; Lyons, 1994). En este sentido, la confianza organizacional, ya sea estudiada como mecanismo de gobierno sustituto de la jerarquía o como instrumento complementario de la jerarquía o del mercado para desarrollar relaciones diádicas (Sako y Helper, 1998), debería llevar a un menor nivel de integración. Hipótesis 5: La confianza influirá negativamente en el nivel de integración vertical. Asimismo, dado que la confianza implica una voluntad de mantener la relación en el futuro, también es admisible su relación con la predisposición a realizar transferencias de información estratégica y adaptaciones recíprocas, conforme vayan cambiando las circunstancias. Esta circunstancia la recogen Subramani y Venkatraman (2003) a través de la relación positiva del concepto de flexibilidad relacional, asociado a la confianza, respecto de la maximización de resultados conjuntos y de los intercambios de información. Hipótesis 6: El nivel de confianza influirá positivamente en la importancia de la adaptación esperada. Por último, también se pueden establecer relaciones positivas entre las dos primeras variables, propiedad y control, respecto de estas dos últimas. En el caso de la propiedad, ante la presencia de activos físicos específicos, la titularidad de los activos puede ejercer de indicador de la existencia de un compromiso creíble y confianza por parte del titular (Dyer, 1997); y debido a la mayor atadura que supone, también estará asociada positivamente con el intercambio de información y con una orientación de los recursos a las necesidades del comprador (Subramani y Venkatraman, 2003). Hipótesis 7: La propiedad de los activos físicos influirá positivamente en el nivel de confianza. Hipótesis 8: La propiedad de los activos físicos influirá positivamente en la importancia de la adaptación esperada. En lo que se refiere a la autoridad, se ha señalado como característica de las formas integradas la menor estructuración de las relaciones -los mencionados “contratos incompletos” de, por ejemplo, Crocker y Reynolds (1993)-. Sin embargo, también se ha precisado que las relaciones jerárquicas disminuyen la confianza (Mayer y otros, 1995), hecho que debería de reflejarse en una mayor estructuración y una menor tendencia a perseguir adaptaciones que aseguren la continuidad futura de la relación. Dado que la relación negativa respecto a la flexibilidad orientada al futuro se podría ver compensada con las mejores propiedades de coordinación de las formas integradas, no corresponde plantear una relación negativa entre adaptación y autoridad, si no más bien una forma de gobierno que combine la estructuración junto con la integración. Además, por otro lado, como indicador de toma de decisiones unificada, debería de estar asociada positivamente con la adaptación a los requerimientos de cada actividad (Subramani y Venkatraman, 2003). Hipótesis 9: El control basado en la autoridad sobre las actividades influirá negativamente en la confianza. Hipótesis 10: El control basado en la autoridad sobre las actividades influirá positivamente en la importancia de la adaptación esperada. Por su parte, la confianza está determinada principalmente por las circunstancias en las que se desarrollaron relaciones pasadas entre los agentes. En este sentido, destacan la reiteración de transacciones con un mismo agente, o la duración de la relación inicialmente definida, y la transmisión de información entre sujetos, como los principales generadores de confianza. Tras repetidas relaciones exitosas, se atribuye a los individuos participantes una buena reputación, aumentando su valoración como socios comerciales en los que se puede confiar (Mayer y otros, 1995; Camarero Izquierdo y Gutiérrez Cillán, 1999). Además, la generación de este capital reputacional hará aumentar el coste de perder un cliente o proveedor cuanta más cantidad se intercambie con él y cuanta mayor duración tengan las expectativas de negocio futuro (Dyer, 1997). Al aumentar la confianza, la influencia de la frecuencia –y del resto de factores causantes de la confianza, se debería reflejar en una menor formalización contractual, compensada con el compromiso recíproco de continuidad a largo plazo, y la voluntad de compartir información estratégica y realizar adaptaciones con vistas en el beneficio futuro mutuo (Lyons, 1994; López Bayón y otros, 2002; Arruñada y otros, 2001; Fernández y Arranz, 1999; Roy Dugal, 1998; Selnes, 1998). Hipótesis 11: La frecuencia o duración pasada de la relación influirá positivamente en la confianza. Hipótesis 12: La frecuencia o duración pasada de la relación influirá positivamente en la importancia de la adaptación futura admitida. En lo que respecta a la transmisión de la información, cuanto mayor sea el tiempo de espera en las transferencias de información, más beneficiosa va a ser la integración de cara a la mejora de la coordinación (Caves y Bradburd, 1988). Asimismo, las transferencias de información entre los contratantes, al reducir la asimetría de la información y la probabilidad de comportamientos oportunistas, se reflejan en menores costes de transacción, son un indicativo de la buena voluntad de las partes y aumentan las probabilidades de que se descubran nuevos modos de mejorar el desempeño a través de las inversiones específicas. Hipótesis 13: La importancia de la información transmitida en el pasado influirá positivamente en la confianza. Hipótesis 14: La importancia de la información transmitida en el pasado influirá positivamente en la importancia de la adaptación futura admitida. Asimismo, también se ha señalado que la existencia de salvaguardias que protejan a cada una de las partes contra comportamientos indeseados de la otra, debería de influir positivamente en la sensación confiada de que se cumplirá lo acordado. Las salvaguardias se desarrollan a través de relaciones cara a cara entre proveedor y cliente, a largo plazo y basadas en la lealtad. El resultado de este intercambio personalizado se reflejará en la generación de confianza de buena voluntad de las partes y de un compromiso a largo plazo creíble y de buena fe (Dyer, 1997). De este modo, aunque las salvaguardas autovinculantes, presumiblemente, tienen un alto coste inicial (Sako, 1992), una vez que son creadas tienen unos costes de mantenimiento relativamente bajos. Una vez que se establece un alto nivel de confianza, las sucesivas inversiones especializadas reforzarán la confianza y la credibilidad del compromiso. Por el contrario, las relaciones en las que predomine el control autoritario generarán falta de confianza porque el control será indicativo del rechazo a asumir riesgos en la relación (Mayer y otros, 1995). Evaluaremos las salvaguardas a través de la existencia de inversiones específicas o cualquier otro tipo de acción que aten a las partes en el futuro o limiten su actuación. Hipótesis 15: La importancia de la adaptación realizada en el pasado influirá positivamente en la confianza. Hipótesis 16: La importancia de la adaptación realizada en el pasado influirá positivamente en la importancia de la adaptación futura admitida. Respecto a la integración vertical, diferenciamos los efectos de la adaptación pasada respecto de los de las otras dos, frecuencia e información. En el caso de la primera, la adaptación recíproca exitosa ya realizada actúa de elemento generador de confianza y compromisos creíbles que reducen los costes de transacción y, por lo tanto, la necesidad de autoridad y el nivel de integración vertical (Dyer, 1997). Hipótesis 17: La importancia de la adaptación realizada en el pasado influirá negativamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 18: La importancia de la adaptación realizada en el pasado influirá negativamente en el nivel de autoridad sobre la realización de las actividades. En lo que se refiere a la frecuencia y a la transmisión de la información planteamos la hipótesis contraria. Por un lado, la frecuencia o duración de la relación puede generar especificidades cuya protección induciría a la integración de la actividad (Subramani y Venkatraman, 2003); asimismo, también se ha resaltado la importancia de la duración para que los costes de las estructuras de gobierno especializadas sean recuperables (Williamson, 1989; Peris Bonet y otros, 1995). Si la frecuencia influye en un aumento del nivel de integración vertical por la generación de ataduras a lo largo de la relación, entonces, también se podría encontrar una relación positiva entre la frecuencia pasada y la autoridad Hipótesis 19: La frecuencia o duración pasada de la relación influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 20: La frecuencia o duración pasada de la relación influirá positivamente en la autoridad sobre la realización de las actividades. Por otro lado, la transmisión de información en el pasado puede entenderse como necesidad de transferencia de información, y esta necesidad sólo se podrá abordar a través de la integración vertical por sus mejores cualidades coordinadoras (Caves y Bradburd, 1988). Además, la coordinación puede actuar de seguro ante el uso correcto y eficiente de los activos, favoreciendo así la posesión de su titularidad y/o la percepción de ostentar un mayor control directo o autoridad sobre la realización de la actividad. Hipótesis 21: La importancia de la información transmitida en el pasado influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 22: La importancia de la información transmitida en el pasado influirá positivamente en la propiedad de los activos y en la autoridad sobre la realización de las actividades. Dado que el nivel de integración vertical depende de todos los conceptos mencionados hasta el momento, sería posible establecer relaciones entre cualquiera de estas variables. Sin embargo, es conveniente señalar que, pese a la, de entrada, corrección lógica de esta deducción, no se han establecido claras relaciones causales entre todas ellas. Por ello, y dada la necesidad de asegurar la validez de contenido para poder llegar a resultados correctos a través de la aplicación de ecuaciones estructurales, sólo se incluirán en el análisis las relaciones justificadas a través de trabajos de investigación reconocidos. 3 3.1 Contrastación empírica Diseño y desarrollo de la investigación En el sector de las Telecomunicaciones la rapidez en la sucesión de los acontecimientos, la diversidad de cifras y metodologías que muestran las publicaciones de organismos nacionales (la CMT, el INE y ANIEL) y supranacionales (EUROSTAT y EITO), y la falta de un directorio lo suficientemente fiable y completo de los agentes que participan en cada etapa de la cadena de valor y, en especial, de los proveedores de acceso a Internet activos, hacen aconsejable, sin dejar de mano las estadísticas oficiales, la utilización de una metodología propia que evite las visiones parciales y alejadas de la realidad que, posiblemente surjan, del uso de fuentes concretas con clasificaciones específicas (Callejas Albiñana, 2003:57). Con este propósito, la contrastación empírica se ha llevado a cabo a través de un trabajo de campo desarrollado en tres fases: la selección de la población, la recopilación de información mediante un cuestionario y el procesamiento de los datos con la aplicación de herramientas estadísticas de análisis. En cuanto a la selección de la población, teniendo en cuenta la elevada concentración del sector que muestran los datos oficiales existentes, el estudio se ha centrado en los principales proveedores de acceso que ofrecen sus servicios a través de cable coaxial o línea dedicada1. 1 La selección de los principales operadores se ha hecho con la información sobre ingresos por servicios telemáticos y usuarios de operadores publicada por la CMT (2003), con las cifras de proveedores de acceso más utilizados por los consumidores recogidos por la AIMC (2001, 2003), y a partir de la ordenación por cuotas del mercado de acceso publicado por DBK (2003). La utilización conjunta de estas tres fuentes nos ha permitido elaborar una relación inicial de los operadores de acceso a usuarios finales que aportan individualmente más del 1% de cuota en el mercado de acceso. La lista de empresas resultante contiene 7 operadores de cable y 5 de línea dedicada (3 de tecnología inalámbrica y 2 de tecnología fija), todos ellos con la antigua autorización C para proveedor de acceso a Internet al usuario final. Debido al reducido Dado que nuestra unidad de análisis es la transacción, nuestra población objetivo estará formada por tantos casos como los resultantes de multiplicar el número de empresas por la cantidad de actividades de la cadena de valor sobre las que se pregunta2. El tamaño poblacional es de 192 casos. Una vez seleccionada la población de empresas, hemos pasado a la realización de la encuesta, instrumento principal de recogida de información. Dada la complejidad de las preguntas a realizar, se solicitó su respuesta por parte de los responsables del negocio de acceso a Internet y se propuso la realización de encuestas personales. Las variables se han valorado utilizando escalas Likert de 1 a 5, siendo 1 el nivel más bajo en cada variable y 5 el más alto. La muestra final utilizada para el análisis, se formó con 6 operadores de cable y 4 operadores de líneas dedicadas, lo que supone un tamaño muestral de 153 casos, y consecuentemente, trabajar con un error muestral del 3,58% con un intervalo de confianza del 95%. Para la contrastación de las hipótesis planteadas en este trabajo, se ha empleado un análisis Path, con el que se pretenden contrastar relaciones causales entre variables, sus efectos directos e indirectos, considerando relaciones causales lineales y aditivas entre dichas variables (Lévy Mangin, 2001). El prerrequisito de la sobreidentificación del modelo se ratifica de modo automático y de modo previo a cualquier estimación, en el software utilizado (AMOS 6). Es interesante resaltar que cualquier agrupación de las variables analizadas, en base a una variable latente, incumple el supuesto de identificación del modelo. En este sentido, el análisis path, puede ser usado en algunos casos número de empresas a analizar, se ha optado por solicitar la información a todas ellas. Las empresas que ofrecen líneas dedicadas, se han considerado conjuntamente en la muestra de los cableoperadores, por su mayor semejanza en la necesidad de instalar infraestructuras hasta el usuario final y por la versatilidad de dichas infraestructuras para soportar cualquier tipo de servicio. En aras a la simplicidad de redacción, en ocasiones, nos referiremos a todos ellos con el nombre de cableoperadores. 2 Las actividades de la cadena de valor sobre las que se preguntó se ordenaron en torno a los cinco grupos siguientes: el acceso al bucle de abonado, el transporte en la milla media, la prestación de servicios de Internet, el transporte entre proveedores de servicios de Internet y otras actividades. en los que los modelos estructurales con variables latentes no se pueden resolver (Sharma, 2002), lo que refuerza la alternativa de utilizar un análisis path como herramienta de análisis estadístico. El método de estimación empleado ha sido el de máxima verosimilitud con bootstrapping (Hair y otros, 1999), y se ha reespecificado a un nivel de significación p0,05 (|t-value|<1,96). Si bien, se ha dejado alguna relación con un ratio t ligeramente inferior, asociado con una significación p0,1, debido a la enorme pérdida de ajuste del modelo cuando se quitaba dicha relación3. El modelo reespecificado obtenido es el siguiente (Gráfico 1 y Tabla 1): La existencia de varianzas positivas, los índices de ajuste dentro de los rangos aconsejados y las elevadas correlaciones múltiples (Tabla 2) nos permiten confirmar la bondad del modelo reespecificado. 3.2 Discusión de los resultados obtenidos Siguiendo el mismo orden utilizado para la definición de las hipótesis, comentaremos los resultados obtenidos en dos apartados: el primero destinado a las relaciones planteadas entre variables endógenas (propiedad, autoridad, confianza, adaptación, información e integración vertical), y el segundo centrado en las propuestas entre variables exógenas y endógenas. Relaciones entre variables endógenas Respecto a las variables influidas por la propiedad, se comprueba la relación positiva entre propiedad y nivel de integración vertical propuestas por Jeuland y Shugan (1983) y Buzzell (1983) (Hipótesis 1). Sin embargo, contrariamente a lo planteado por Subramani y Venkatraman (2003), la propiedad no es un elemento significativamente influyente en la inclinación hacia la adaptación futura, posiblemente, por la rigidez que ello conlleva (Hipótesis 8). De este modo, la propiedad es vista más como una característica de las formas de gobierno integradas que como un elemento favorecedor de la adaptación y coordinación futuras. Además, esta idea viene sustentada por la negación de la restante hipótesis planteada a partir de los desarrollos de Dyer (1997), esto es, la relación positiva entre propiedad y 3 La no eliminación de relaciones con ratios superiores a 1 es habitualmente aceptada como válida si existe un soporte teórico para dejar dichas relaciones (cf. eg. Skinner y otros, 1992; Subramani y otro, 2003). estructuración contractual (Hipótesis 7). Así resulta un signo negativo significativo, en consonancia con la existencia de activos físicos específicos y su protección mediante la propiedad. Este rechazo puede obedecer a las mayores inversiones que deben realizar las empresas de cable para ofrecer sus servicios y al mayor esfuerzo para definir actividades, procedimientos y relaciones en una tecnología relativamente nueva. En lo que se refiere a las relaciones planteadas de la autoridad como variable causante, todas son aceptadas. En este sentido, la autoridad es considerada como parte integrante del concepto de integración vertical (Tirole, 1990; Mahoney, 1992) y el control que permite sobre la actividad favorece la coordinación, la adaptación y la comunicación entre individuos (Subramani y Venkatraman, 2003), pero con escasa significatividad respecto de la adaptación futura (Hipótesis 2, Hipótesis 10). Además, la utilización de normas jerárquicas repercute negativamente en la confianza, medida a través de la estructuración contractual (Hipótesis 9), confirmando así los planteamientos de Mayer y otros (1995) frente a los de Crocker y Reynolds (1993); esta relación negativa se atribuye a la dificultad para determinar qué hacer en cada ocasión y si lo hecho es correcto en un sector como el que nos ocupa, con tecnologías nuevas y complejas, y activos humanos específicos. Por último, es necesario señalar la aceptación de la Hipótesis 3, resultados que apoyan los desarrollos de los teóricos de los derechos de propiedad, en la asignación de derechos residuales que produce la titularidad de los activos. En las variables influidas por la confianza sólo resulta significativa la Hipótesis 5, corroborando la influencia negativa de la confianza, medida a través de la estructuración contractual, en la integración vertical (Arruñada y otros, 2001; López Bayón y otros, 2002; Lyons, 1994). Según estos resultados, la confianza sería un elemento sustituto de la integración, si bien no podemos decir que aporte las ventajas de información y coordinación atribuidas originariamente a las formas jerárquicas. En lo que se refiere a la relación de la adaptación futura frente a la integración vertical (Hipótesis 4), se acepta la hipótesis planteada con la obtención de resultados positivos, tal como proponían Rialp y Salas (2002) y Williamson (1989, 1991). Gráfico 1: Modelo reespecificado operadores de cable (estimadores estandarizados) Fuente: Elaboración propia. Tabla 1: Estimadores no estandarizados y significación Hipótesis 1 Hipótesis 2 Hipótesis 3 Hipótesis 4 Hipótesis 5 Hipótesis 7 Hipótesis 9 Hipótesis 12 Hipótesis 13 Hipótesis 16 Hipótesis 17 Hipótesis 18 Hipótesis 19 Hipótesis 22 Hipótesis 22 Hipótesis -- iv iv mi_autor iv iv mi_conf mi_conf adap_fut mi_conf adap_fut iv mi_autor iv mi_autor prop prop <-<-<-<-<-<-<-<-<-<-<-<-<-<-<-<-- prop mi_autor prop adap_fut mi_conf prop mi_autor frec_pas inf_pas adap_pas adap_pas adap_pas frec_pas inf_pas inf_pas frec_pas Fuente: Elaboración propia. Estimate ,414 ,341 ,152 ,165 -,231 -,074 -,948 -,423 ,330 ,492 -,096 ,263 ,271 ,351 ,585 -,673 S.E. ,042 ,099 ,045 ,058 ,098 ,029 ,046 ,163 ,034 ,058 ,053 ,045 ,126 ,049 ,086 ,246 C.R. 9,900 3,429 3,349 2,851 -2,356 -2,535 -20,652 -2,596 9,681 8,470 -1,802 5,847 2,152 7,116 6,778 -2,739 P *** *** *** ,004 ,018 ,011 *** ,009 *** *** ,071 *** ,031 *** *** ,006 Tabla 2: Índices de ajuste de las hipótesis y correlaciones cuadradas múltiples Estadísticos operadores de cable CMIN 7,788 DF 9 P 0,556 CMIN/DF 0,865 RMR ,052 GFI ,988 AGFI ,951 PGFI ,247 NFI Delta1 ,988 RFI rho1 ,963 IFI Delta2 1,002 TLI rho2 1,006 Fuente: Elaboración propia. Estadísticos operadores de cable CFI 1,000 PNFI ,318 PCFI ,321 NCP ,000 RMSEA ,000 PCLOSE ,787 AIC 61,788 CAIC 170,610 ECVI ,406 MECVI ,429 HOELTER .05 331 HOELTER .01 423 En este sentido, de las cuatro inicialmente propuestas, la propiedad y la autoridad son las dos principales variables que favorecen el nivel de integración vertical; estas dos variables, además son las que tradicionalmente se han mencionado como elementos imprescindibles dentro del concepto de forma de gobierno integrada. Confianza Los principales determinantes de la confianza los hemos representado a través de las variables frecuencia/duración de la relación, importancia de la información intercambiada hasta el momento actual y realización de adaptaciones entre agentes en el pasado que supongan una atadura en el futuro. Estas variables están referidas a actuaciones pasadas de las empresas, por lo que, dada la reducida antigüedad de la mayoría de las actividades analizadas, es conveniente tomar con cautela las relaciones que de ellas se deriven. Respecto a la primera de estas variables, la frecuencia/duración de la relación, sólo resulta significativa la influencia directa en la integración vertical con el signo positivo esperado, basado en los desarrollos de Subramani y Venkatraman (2003) (Hipótesis 19), y la relación con la adaptación futura con signo negativo, contrario al pronosticado (Hipótesis 12). Se sustenta así la hipótesis de que la duración de la relación genera especificidades que llevan a la integración de la actividad tal como proponen Lyons (1994), López Bayón y otros (2002), Arruñada y otros (2001), Fernández y Arranz (1999), Roy Dugal (1998) y Selnes (1998). Correlaciones cuadradas múltiples Variables explicadas Estimadores mi_autor ,455 prop ,233 mi_conf ,766 adap_fut ,363 iv ,679 Ante estas influencias hemos contrastado si la duración influía en la integración también a través de alguno más de sus principales componentes y atributos; todas las relaciones probadas han resultado poco significativas (Hipótesis 11, Hipótesis 20), excepto con la propiedad, sobre la que surge una relación negativa. Estos resultados posiblemente se deban al poco tiempo de andadura de estas empresas y al escaso cambio en las actividades abarcadas. Asimismo, el aumento del nivel de integración vertical, junto con las influencias negativas en la adaptación y en la propiedad, parecen estar poniendo patente que las empresas perciben como indispensable el control sobre todas las actividades que poseen, pero alejándose de situaciones que les lleven a aumentar la rigidez de cara al futuro. En la segunda variable de este apartado, la transmisión de información las hipótesis planteadas resultan del signo positivo esperado, excepto las relativas al nivel de integración vertical planteada por Caves y Bradburd (1988) (Hipótesis 21), y a la adaptación futura soportada por los desarrollos de Lyons (1994), López Bayón y otros (2002), Arruñada y otros (2001), Fernández y Arranz (1999), Roy Dugal (1998) y Selnes (1998) (Hipótesis 14), que no alcanzan el nivel de significación requerido. Según estos resultados podemos aceptar la influencia en el nivel de integración vertical de un modo indirecto a través de las variables confianza (Hipótesis 13), autoridad (Hipótesis 22) y propiedad (Hipótesis 22). Además, la información transmitida en el pasado no parece condicionar significativamente la predisposición a realizar adaptaciones futuras. En este grupo de empresas resalta el aumento de la confianza y la autoridad como apoyo a las inversiones realizadas. En lo que se refiere a la variable que recoge la asunción de compromisos en el pasado que favorezcan a la otra parte en lo sucesivo, se obtiene una influencia negativa significativa en el nivel de integración vertical en los operadores de cable (Hipótesis 17); la justificación más inmediata recae en la disminución de los costes de transacción ante la generación de ataduras en momentos pasados de la relación, acorde al estudio de Dyer (1997). También se comprueba una relación positiva respecto a la predisposición a realizar adaptaciones futuras (Hipótesis 16); y, contrariamente a lo esperado, se rechaza la existencia de una influencia negativa respecto a la autoridad (Hipótesis 18), lo que muestra cómo los compromisos pasados aumentan la percepción de control directo sobre las actividades, al mismo tiempo que predisponen a seguir realizando adaptaciones en el futuro. Sin embargo, junto a estos resultados, contrastan las relaciones negativas respecto a la confianza medida a través de la estructuración contractual (Hipótesis 15) (Lyons, 1994; López Bayón y otros, 2002; Arruñada y otros, 2001; Fernández y Arranz, 1999; Roy Dugal, 1998; Selnes, 1998). Una posible explicación de este hecho es la mencionada complejidad técnica de las actividades y la consecuente mayor definición y estructuración del modo en que deben ser llevadas a cabo, tanto para conseguir una mayor eficiencia, como para asegurar que todo se realiza del mejor modo posible. Asimismo, como ya comentamos, esto no significaría pérdida de confianza y estaría ligado con la mayor especificación que es posible realizar cuanta más duración tenga una relación. 4 Conclusiones, limitaciones de la investigación y líneas futuras de estudio Para finalizar, presentamos las principales conclusiones que hemos obtenido de este análisis, referidas a las hipótesis genéricas planteadas en la introducción. En primer lugar se puede establecer que los principales atributos que definen la existencia de diversas formas de gobierno son la propiedad y la autoridad. Este resultado permite, además, ratificar el concepto de integración vertical como la simultaneidad de propiedad de los activos y autoridad sobre la realización de las actividades. En lo que respecta al resto de atributos analizados, la adaptación y la confianza también aparecen como determinantes de las formas integradas. Además, se obtiene una influencia negativa de la confianza respecto del nivel de integración vertical, confirmando la afirmación inicial referente al efecto sustitutivo de la primera respecto de la segunda. En lo que respecta a las variables exógenas del modelo, se confirma la importancia de éstas tanto como causantes de la confianza relacional como del nivel de integración vertical. De la contrastación de estas variables resalta el aumento del control sobre las actividades conforme crece el tiempo de relación. Aunque aparecen algunas diferencias en las relaciones que son significativas, éstas pueden ser explicadas a la luz de los diferentes condicionantes externos a los que se ven sometidas las empresas; es decir, la obligada integración de casi toda la cadena de valor hace que éstos atribuyan una mayor importancia a la disminución del nivel de integración (disminución de los costes de transacción), frente al significativo aumento de la formalización contractual (mayor facilidad para redactar contratos). Pese a la significatividad de todos los resultados obtenidos, es necesario indicar las limitaciones que surgen de la consideración de un solo sector, lo que hace difícil la generalización de estos resultados. Asimismo, las variables empleadas en el modelo se han medido a través de un solo elemento, con los riesgos de representación de los conceptos analizados que esto conlleva 4. Este riesgo se ha minimizado con la solicitud y aportación de explicaciones durante las entrevistas realizadas, si bien creemos que podría ser interesante la separación de diversos indicadores en el nivel de confianza de la relación, recogido a través de la cantidad de aspectos que las partes consideraban necesario formular por escrito. Dado que en este concepto aparecen dos aspectos claramente diferenciados, uno relativo al modo de realizar la parte técnica de las actividades y otro relacionado con el precio y tipos de actividades a realizar, se podría profundizar más en este aspecto estudiando las características que se abordan en las cláusulas contractuales y de qué modos se restringen sus variaciones. Sin embargo, cabe señalar que, aunque en nuestro análisis ya hemos hecho referencia a ellos de modo diferenciado, esta alusión llega tan lejos como las empresas 4 Se ha comprobado mediante un análisis factorial exploratorio que no es posible agrupar estas variables en factores o variables latentes. encuestadas nos han permitido, ya que las mencionadas características contractuales son consideradas temas confidenciales en la mayor parte de los casos. 5 Bibliografía AIMC (2001).- Navegantes en la Red. Cuarta Encuesta AIMC a Usuarios de Internet. Julio 2001. Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación, www.aimc.es. AIMC (2003).- Navegantes en la Red. Quinta Encuesta AIMC a Usuarios de Internet. Enero 2003. Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación, www.aimc.es. ARRUÑADA, B.; GARICANO, L.; VÁZQUEZ, L. (2001).- “Contractual allocation of decision rights and incentives: the case of automobile distribution”. 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Doctora de Administración y Dirección de Empresas (Título de la tesis: Análisis de las estructuras de gobierno a partir de los factores determinantes de los costes de transacción. Una aplicación en el subsector de los proveedores de acceso a Internet). Autora de artículos como “Las nuevas tecnologías y el valor añadido empresarial” (Revista de las Facultades de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, ICADE, nº 57), “O comercio electrónico e a asimetría da información: unha aproximación desde os custos de transacción” (Revista Galega de Economía, vol. 12, nº 1), o “La cadena de valor en Internet: análisis de su estructura y agentes participantes” (Revista de la Contratación Electrónica, núm. 62). Asistente y ponente en cursos y congresos relacionados con metodologías investigadoras y aspectos económico-empresariales.