REINO VISIGODO (415-711)

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REINO VISIGODO (415-711)
Tras la muerte del Emperador Teodosio en el 395, el Imperio romano se dividió en
dos: la parte occidental con epicentro en Roma y la parte oriental con epicentro en
Constantinopla.
Durante todo el siglo IV, diferentes pueblos “bárbaros” llegaron hasta las fronteras
mismas del Imperio romano. Durante muchas décadas se produjo una colaboración, llegando
muchos de estos pueblos a ser considerados por Roma como “pueblos federados” al Imperio e
incluso alcanzando alguno de sus miembros importantes funciones dentro de la estructura
imperial (por ejemplo, Estilicón, soldado vándalo, llegó a ser general en jefe del ejército
imperial de Teodosio)
El avance imparable de los hunos, llegados desde Asia central (cruzaron el Don en el
375), provocó un efecto en cadena. Los hunos empujaron a estos pueblos bárbaros que
convivían en relativa armonía con el Imperio romano obligándoles a penetrar dentro de las
fronteras del Imperio.
La época de “las
grandes invasiones bárbaras”
comenzó en el 376, cuando los
visigodos cruzan el Danubio –
entrando dentro del Imperiohuyendo del ataque de los
hunos; en el 378 los mismos
visigodos aplastan al ejército
romano en la batalla de
Adrianópolis (actual Edurne,
Turquía) A su vez, los suevos,
vándalos y alanos cruzan el
Rhin en el 406, y continúan su
penetración hasta la península
ibérica, donde entran en el 409
(unos 35.000 suevos se
establecieron en la zona de la
actual Galicia y norte de
Portugal, unos 20.000 alanos
en la Meseta central y unos
80.000 vándalos en el sur peninsular) Por su parte, los visigodos saquearon Roma en el 410,
donde capturaron un enorme botín y a la hermana del Emperador Honorio, Gala Placidia.
El Imperio romano de occidente pervivió -al menos formalmente- hasta el 476, pero
de facto estaba ya dividido en diferentes reinos germánicos. Durante los siguientes tres siglos
algunos de estos reinos germánicos fueron absorbidos por otros más fuertes (los burgundios
por parte de los francos, o los suevos por parte de los visigodos) y otros desaparecieron ante
la ofensiva del Emperador de Bizancio (los vándalos del norte de África o los ostrogodos de la
península itálica)
En el 415, los visigodos llegan a un acuerdo con el Imperio: tras devolver a la
hermana del Emperador, recibirán grandísimas extensiones de tierra por parte de los
hispanorromanos y estarán exentos de pagar impuestos a cambio de combatir al resto de los
pueblos germánicos llegados a la península ibérica. Los visigodos por tanto entraron en la
península en un primer momento con el objetivo de expulsar al resto de los pueblos bárbaros
de ella, y no para instalarse.
Reino de Tolosa: bajo el
gobierno del rey Teodorico I
(418-451), se constituyó el
reino “federado del Imperio” de
Tolosa con capital en Toulouse;
cumpliendo el acuerdo con el
Imperio exterminaron a los
alanos, arrinconaron a los
suevos en el noroeste y
expulsaron a los vándalos
hasta África.
Tras la desaparición del
Imperio romano de occidente
en el 476, el reino de Tolosa
ejerce a todos los efectos como
reino independiente. En el 507,
los visigodos son derrotados
por los francos, produciéndose
una emigración masiva al
interior de la península ibérica.
Durante el siglo VI la parte sur de la península ibérica vuelve a depender del
Emperador de Oriente. Justiniano I (527-565) consiguió controlar una amplia franja costera
desde Cádiz hasta Denia, zona que convirtió en provincia del Imperio de Oriente, y en la que
destacaba la ciudad de Cartagena.
Reino de Toledo: el rey Leovigildo (573-586) establece la capital en Toledo y lleva a cabo
una serie de importantes acciones de gobierno:

Consigue la unificación y pacificación de los territorios de la península: sometió a los
cántabro-vascones, reprimió a la población hispanorromana de la Bética, redujo a los
suevos a la ciudad de Braga y a los bizantinos a puntos costeros y la ciudad de
Córdoba.

Consolidó la autoridad real: centralizó la administración, estableció una monarquía
hereditaria asociando a sus hijos al trono.

El Código de Leovigildo establecía el reparto de tierras por ley (2/3 para la minoría
visigoda y 1/3 para la población hispanorromana), pero tenía un sentido unificador
(elimina la prohibición del matrimonio mixto y equipara jurídicamente a los miembros
de ambas poblaciones)
En el 587 el rey Recaredo se convierte al catolicismo (abandonando el arrianismo),
convirtiendo el catolicismo en la religión oficial y siendo a partir de entonces el jefe de la
Iglesia visigoda. Es un intento de conseguir la unión definitiva entre la población visigoda,
hasta entonces arriana, y la de origen hispanorromano, católica.
En el momento de la llegada de los visigodos a la península ibérica, año 415, ésta poseía
una población de casi seis millones de personas, mientras que los recién llegados eran
escasamente 100.000. El proceso de fusión entre la población visigoda recién llegada y la
hispanorromana fue lento y difícil. Existían diferencias de todo tipo: étnicas, religiosas (los
visigodos eran arrianos y los hispanorromanos católicos), culturales (la población visigoda era
fundamentalmente guerrera y no poseía una cultura avanzada) e incluso lingüísticas (los
godos hablaban una lengua goda y los hispanorromanos latín). Con el paso del tiempo, los
visigodos sufrieron un proceso de romanización, produciéndose de este modo la paradoja de
que el pueblo conquistado colonizaba culturalmente a sus conquistadores.
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