El mercado Chino de la piedra natural y sus consecuencias

EL MERCADO CHINO DE LA PIEDRA NATURAL Y SUS
CONSECUENCIAS
La industria china de la piedra natural esta registrando un importante crecimiento,
propiciado por la buena evolución de la economía, y el gran incremento de las
importaciones y exportaciones, desde la entrada de este país en la Organización
Mundial de Comercio.
También se esta notando el elevado número de proyectos de urbanización de las
ciudades chinas, cuyo Gobierno ha desarrollado una serie de políticas de preferencias,
ventajas fiscales, facilidad de acceso y cómoda repatriación de fondos, etc., para alentar
a otros países a invertir en China.
Otra de las explicaciones de su fuerte crecimiento son los escasos costes de mano
de obra y en infraestructuras para la eliminación de residuos, la inexistencia de
seguridad laboral, que hacen que los gastos de las empresas sean muy bajos, algo con lo
que no pueden competir los países occidentales.
Con estas premisas las posibles consecuencias son obvias: el cierre de fábricas y la
pérdida de puestos de trabajo e inversiones en los países afectados por los productos
chinos.
Actualmente la extracción en China se centra en el granito. Este país todavía no
dispone de las herramientas y de los avances técnicos que le permitan extraer otro tipo
de materiales.
El granito, es una roca que permite su extracción en bloques, sin embargo otras,
como el mármol deben extraerse ayudados de las herramientas pertinentes para su
posterior aprovechamiento en fábrica con una calidad óptima.
En China se utiliza mayoritariamente en los procesos de extracción explosivos, lo
que acarrea unos mayores daños medioambientales, agravados por la carencia de planes
de eliminación de residuos, y el mal aprovechamiento de los recursos.
Desde hace unos años, el Gobierno chino se está esforzando en modernizar la
explotación de canteras, dejando de lado problemas como la contaminación y la
precariedad de las condiciones laborales que sufren en este país.
En la actualidad las carencias de herramientas son sustituidas con mano de obra
barata y grandes jornadas laborales.
La diversidad y el gran parecido de las variedades chinas con las españolas, que ya
cuentan con un reconocimiento mundial por las diferentes campañas de promoción
llevadas a cabo, es aprovechado por los productos chinos para su introducción en otros
países.
La enorme capacidad de producción china unido al bajo coste de los productos
hace inviable la inversión de empresas españolas, que prefieren comprar el material en
China.
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Para este año se prevé un aumento de los salarios, que se aplicaran siguiendo la
máxima de facilidad de cambio: aquellos empleados que más aporten a la empresa
conseguirán un mayor incremento. Hay que tener en cuenta que el país cuenta con una
gran cantidad de mano de obra calificada por lo que los salarios de los puestos de menor
nivel suelen registrar cierta tendencia a disminuir. Las jornadas de trabajo varían en
función de la demanda de producción.
Del total de la producción china tan solo entre el 15 y el 18% se destina a la
exportación, siendo necesario el porcentaje restante para abastecer a la demanda interna.
Hay que señalar que la escasa exportación también se debe en cierta medida a las
malas infraestructuras que posee el país que hacen que el transporte de los productos sea
costoso.
China exporta principalmente a Japón, Korea, EEUU, Italia, Francia y Alemania
(estos tres últimos fundamentales para el comercio exterior español).
Entre las modificaciones que están previstas para este ejercicio está la autorización
de la propiedad extranjera al 100% de las compañías. También esta previsto que se
pongan en marcha los compromisos con la OMC.
CHINA Y ESPAÑA
En los últimos años las exportaciones españolas de piedra natural han caído a
favor de los productos chinos.
En el caso del granito el descenso en las exportaciones españolas a Alemania y
Francia, dos de los principales mercados de este material, ha sido casi el mismo que el
crecimiento registrado por las exportaciones chinas.
En el caso del mármol, también han descendido pero en proporción mucho menor
que la del granito, debido en gran medida a la mala tecnificación de las canteras chinas
que producen bloques, que en fábrica no pueden ser aprovechados convenientemente
para su comercialización.
En último lugar, la pizarra ha tenido una tendencia parecida a la del granito en los
destinos clave para las exportaciones españolas.
De cara al futuro, se prevé que China se convierta en una gran potencia mundial
en el sector. La gran variedad y similitud con los productos europeos y la gran cantidad
de reservas son sólidos pilares en los que basar esta previsión.
Para el resto de los países el principal problema es que en el mercado chino no se
ha establecido ningún control de precios, por lo que la enorme competencia entre las
diferentes empresas hace que los precios bajen de manera drástica y progresiva, unido a
la precariedad laboral, la inexistencia de contratos y la carencia de regulaciones
ambientales.
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Sin embargo esto acarrea que las posibilidades de que la industria de este país se
desarrolle tecnológicamente sea casi inalcanzable, ya que las inversiones en tecnología
harían que muchas empresas dejaran de ser competitivas por el aumento de los precios.
En definitiva, es muy improbable que empresas extranjeras se puedan interesar en
invertir en este país por los gastos que acarrearía, prefiriendo adquirir la materia
directamente a unos precios muy bajos para su posterior venta a precios muy superiores
CONCLUSIÓN
La entrada de China en la OMC esta afectando negativamente a muchas empresas
dedicadas al sector de la piedra natural, en especial a las dedicadas al granito.
Los expertos aconsejan a las empresas que vean en el mercado chino una
oportunidad en vez de una amenaza, adquiriendo materiales hasta ser competitivos y
luego invertir en este país. Sin embargo, esta medida ocasionaría la pérdida de puestos
de trabajo y dañaría al sector de la piedra, el abandono de las canteras y la imposibilidad
de competir con sus precios.
Otra de las posibles soluciones sería la intervención de la Administración para
igualar las exigencias de calidad, respecto al medioambiente, a los derechos humanos,
etc, tal y como deben cumplir los empresarios occidentales.
FUENTE: FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE LA PIEDRA NATURAL
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