Estudio económico y productivo de la Bahía de Cádiz

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AUTONOMÍA SUR SCA
Estudio económico y
productivo de la Bahía de Cádiz
Área Estudios Socieconómicos Autonomía Sur
Abril 2012
Este informe es una aproximación a la realidad productiva de la Bahía de Cádiz con especial
énfasis en todo lo relacionado con el empleo.
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Índice
Introducción: elementos para el análisis de una economía territorial
La actividad económica de la Bahía de Cádiz y su entorno
La reestructuración productiva e institucional en el capitalismo global de principios del
siglo XXI
Andalucía en la división territorial del trabajo del capitalismo global
La Bahía de Cádiz y su entorno en el marco territorial andaluz
Elementos generales de la evolución socioeconómica de la Bahía de Cádiz y su entorno
La estructura productiva territorial de la Bahía de Cádiz y su entorno
La subcontratación y la deslocalización como estrategias empresariales relevantes en
la Bahía
El mercado de empleo de la Bahía de Cádiz y su entorno
Aspectos introductorios sobre empleo y territorio.
Los mercados territoriales de empleo de Andalucía
Características básicas, evolución y segmentación del mercado de empleo de la Bahía
El empleo, el paro y la formación del mercado de empleo de la Bahía de Cádiz y su
entorno
Deslocalización, descentralización productiva y empleo en la Bahía de Cádiz y su
entorno
Epílogo: las políticas públicas de empleo y desarrollo territorial y algunas de efectos en
la Bahía de Cádiz y su entorno
Anexo
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
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Introducción: elementos para el análisis de una economía territorial
Los procesos de crecimiento existentes en las últimas décadas no han dado
lugar a una realidad homogénea y universal, sino fragmentada y desigual. Por lo tanto,
dichos procesos deben ser contextualizados en las estructuras productivas territoriales
concretas creadas o regeneradas como nuevos espacios locales de regulación del
sistema global. Por otro lado, la reestructuración o globalización no ha evitado que el
sistema socioeconómico continúe necesitando factores productivos físicos para
reconstruir sus espacios de acumulación mercantil y financiera. Tanto el factor trabajo
como los recursos naturales son imprescindibles para continuar con los procesos de
acumulación privada de capital, por lo cual se instituyen unas bases productivas y unas
relaciones salariales que establecen unos modos de utilización de esos factores de
producción.
Frente al discurso abstracto de la economía convencional, a través de la
economía territorial se pone de nuevo en primer lugar a los sujetos reales en los
análisis económicos. La economía territorial hace más visibles los procesos de
utilización del trabajo y la naturaleza. De este modo, estudia las formas en que
interseccionan en los espacios locales reales los procesos de trabajo, de inversión,
políticos, que sintetizan dinámicas con orígenes diversos. De esa forma se puede
conocer más en profundidad los procesos de crecimiento, la acumulación de capital
(global) a través de su incrustación en los territorios (local). Por tanto, el estudio de
procesos de trabajo en sus nichos territoriales concretos, y de los nuevos procesos de
desigualdad generados es el mejor análisis de la globalización que se puede hacer
desde una nueva economía territorial.
Ahora bien, aunque el discurso de la reestructuración o globalización
económica deba ser contextualizado en los procesos productivos concretos, el estudio
de una estructura productiva territorial no significa dejar de considerar la
transformación global de la evolución geoeconómica. La evolución de cualquier
economía territorial es el resultado de la vinculación entre lo global y lo local. Además,
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las condiciones heredadas por cada territorio, origen de respuestas específicas frente a
los procesos globales, se reflejan en el perfil que presenta su mercado laboral,
afectado por una creciente especialización a medida que se acentúa la división espacial
del trabajo a todas las escalas.
Mediante el estudio de la economía de los territorios, de los pueblos y
ciudades, se conocerá el funcionamiento de un cuerpo socioeconómico determinado,
es decir, se averiguará cómo se genera, gestiona y distribuye la riqueza que se genera
o llega a un territorio. A través del estudio de una economía local se debe pretender
averiguar cómo se gestionan los recursos locales y, hasta qué punto, la riqueza, renta o
excedente económico obtenido en dicho territorio consigue satisfacer las necesidades
vitales o de tipo material de las personas que viven en él. De esta forma se restaurará
la visión aristotélica de la economía como gestión de los recursos para mejorar la
situación de un colectivo de seres humanos.
La economía regional o territorial ha generado diversas corrientes de
pensamiento en las últimas décadas. Unas, las teorías "subjetivistas" o "localistas"
explican el desarrollo regional desde el voluntarismo, a través de dar una enorme
importancia a las acciones individuales. Estas teorías explican las acciones sociales
como agregación de las acciones individuales. La localidad y la región aparecen como
ámbitos privilegiados para la nueva etapa de acumulación.
Otras, por contra, las teorías "objetivistas" o "globalistas", explican el desarrollo
regional desde el determinismo. Estas teorías explican las prácticas sociales como
determinadas por la estructura social y donde, por tanto, los sujetos no tienen ningún
papel sino que son meros soportes de la estructura de relaciones en que se hallan. El
territorio, por tanto, no es más que una pieza de mecanismos y estrategias globales, y
donde la toma de decisión se encuentra muy alejado del territorio en cuestión, el cual
no tiene absolutamente nada que decir. El problema principal de estas teorías es que
les impide explicar el hecho de que territorios en posiciones idénticas produzcan
prácticas distintas.
Para superar esta oposición es de interés optar por un proceso de integración
de ambos tipos de teorías. De este modo, frente al determinismo de las estructuras, se
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entiende que hay que tener en cuenta a los sujetos. Ahora bien, éstos son
considerados como sujetos socialmente producidos en estados anteriores del sistema
de relaciones sociales. Por otro lado, frente al subjetivismo voluntarista, se supone que
los sujetos no actúan libremente pues sus prácticas están condicionadas por la
posición actual en una estructura de relaciones y por toda la historia anterior
incorporada. De este modo, las prácticas sociales se explicarían desde una perspectiva
histórica y relacional; en primer lugar pues se tiene en cuenta el sistema de relaciones
históricamente construido que constituye el "campo" específico en que se desarrolla la
práctica; en segundo lugar, porque se considera el sistema de relaciones que ha
producido las prácticas de los agentes.
Es preciso, por tanto, apostar por otra perspectiva según la cual la evolución de
cualquier economía territorial se entienda como el resultado de la vinculación entre lo
global y lo local. En gran medida, la realidad está explicada o determinada por el
sistema manufacturero global. Las características de las regiones dependen de su lugar
sincrónico en la división interregional del trabajo, por sus influencias o factores
externos. Por tanto, el análisis de las estructuras productivas de un territorio debe
tener un aspecto relacional y ser complementado o insertado en el concepto de
sistema manufacturero global. En el mismo sentido que los territorios, la posición de
los individuos en el mercado de empleo trascienden sus condiciones subjetivas o
empleabilidad y están muy condicionados por el lugar en el que viven, por el contexto
o factores externos.
Ahora bien, el territorio en general, y las estructuras productivas y mercados de
empleo territoriales en particular, tienen características propias (o endógenas) que las
distinguen del resto de los espacios. Los diferentes territorios reaccionan de forma
variable al impacto de los procesos globales en función, sobre todo, de las estructuras
heredadas de su proceso histórico. Por tanto, se trata, como dice de L.E. Alonso, de
“espacios locales de regulación del espacio global”. Lo global se incrusta en lo local y a
la vez que lo utiliza lo transforma. De este modo, los procesos económicos a los que se
asiste en estos primeros años del siglo XXI ponen de manifiesto la relevancia del
estudio de los procesos de producción y los mercados laborales específicos en
territorios localizados. Dichos procesos deben ser contextualizados en los sistemas
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productivos concretos creados o regenerados como nuevos espacios locales de
regulación del sistema global.
Para analizar la estructura productiva y el mercado de empleo territorial de un
espacio determinado en el capitalismo global, se hace preciso las siguientes
dimensiones de análisis. En primer lugar "el territorio" o campo de juego activo, donde
tiene especial trascendencia el "peso de la historia". En segundo lugar, "la mercancía"
u organización del proceso de trabajo. La organización del proceso de trabajo de una
mercancía concreta es una cuestión clave donde destaca la "perspectiva relacional".
Los procesos de trabajo han llegado a una cada vez mayor integración a través, sobre
todo, de la externalización, subcontratación, descentralización o deslocalización
productiva. Por ende, parece cada vez más conveniente utilizar como unidad de
análisis la mercancía concreta y su proceso de trabajo, sobre todo si se pretenden
conocer las consecuencias de los procesos productivos en las condiciones de empleo
existentes en las distintas comunidades locales. En tercer lugar, y a pesar de poner el
acento en el análisis de los procesos de trabajo, sigue resultando de interés analizar las
estrategias llevadas a cabo por las empresas, especialmente por las de mayor
dimensión. Las grandes unidades productivas transnacionales son las principales
protagonistas del capitalismo global. Las grandes corporaciones globales deciden qué
es lo que se produce, dónde, cómo y por quién, y se convierten en los instrumentos
concretos de ejecución de las decisiones de inversión de ese concepto más abstracto
que es el capital internacional.
La actividad económica de la Bahía de Cádiz y su entorno en el marco de
la globalización
La reestructuración productiva e institucional en el capitalismo global de principios
del siglo XXI
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Tras la crisis de los años setenta del siglo XX se produjeron reajustes del sistema
económico capitalista. Esos reajustes se denominaron Reestructuración, definida como
“el proceso mediante el cual los modos de producción transforman sus medios
organizativos para llegar a realizar los principios estructurales inalterables de su
operación” (Castells, 1995: 35). Por tanto, se tratan de cambios en los modos o
procedimientos para conseguir los mismos objetivos: la obtención de los máximos
niveles de crecimiento y acumulación privada de capital. Tras esos procesos, a la nueva
fase del sistema capitalista se le pasó a denominar “globalización” o “capitalismo
global”.
Para salir de la crisis, las empresas pusieron en marcha diversas estrategias,
entre las que destacan las dos siguientes: una, la expansión de mercados, apareciendo
una enorme competencia de las empresas por los mercados exteriores y, por tanto,
por la mejora de la competitividad; dos, la diversificación de productos mediante las
estrategias de diferenciación de los bienes y servicios ofertados. Estas estrategias
empresariales y la nueva organización del trabajo que requiere provocaron el aumento
de la incertidumbre e inestabilidad de la demanda en un contexto de creciente
internacionalización del comercio.
La nueva organización de trabajo, además de las innovaciones técnicas,
contribuye a la recuperación de la rentabilidad del capital. La reestructuración de la
base productiva hace posible una nueva relación capital-trabajo donde el capital puede
hacer frente con mayor facilidad a la presión permanente de las fuerzas sindicales y, de
este modo, dar respuesta a las necesidades de continuas mejoras de competitividad
que la apertura de los mercados provoca.
Aunque las formas de producir y de intercambiar se transforman, no se asiste a
la desaparición del modelo fordista de la producción en serie a favor de un nuevo
modelo de “especialización flexible”. Más bien aparece una interpenetración de dichos
modelos, combinándose elementos de ruptura y de continuidad. El sistema de
producción a principios de siglo XXI en la mayoría de los sectores y actividades
productivas se encuentra entre los estos dos paradigmas ideales por lo que se podría
denominar como “sistema de producción masiva diferenciada”. De este modo, y
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aunque las condiciones productivas establecidas por las economías de dimensión
siguen vigentes, se hace preciso desarrollar un sistema de producción diferenciado.
Las unidades productivas establecen dos ámbitos de actuación para lograr
menores costes con mayor diversificación. Por un lado, de manera particular e
individual en cada empresa persiste la lógica fordista de acumulación basada en altos
niveles de inversión y un alto grado de adopción de tecnologías. Aunque las economías
de escala de la producción en serie ya están superadas, los nuevos conjuntos
“globales” siguen estando sometidos a las leyes de la dimensión. Todo ello conlleva el
que las grandes empresas transnacionales sean las “ganadoras” en el proceso de
reestructuración. Por otro lado, las economías de diversificación se dejan a la división
del trabajo que se lleva a cabo en conjunto. Para ello se recurre a fomentar las
relaciones
interempresariales
y
a
la
externalización,
descentralización
o
subcontratación productiva. La reestructuración productiva da lugar a la
descentralización de la industria como elemento clave de la nueva forma de
organización de la producción. De este modo aparecen dos elementos esenciales a
analizar, a saber: uno, los procesos de descentralización, externalización y
deslocalizaciones; y dos, las estrategias y el papel de los grandes grupos empresariales
o transnacionales.
El "sistema de producción masiva diferenciada" que surge tras la crisis
capitalista de la década de los setenta del siglo XX requiere de nuevas políticas o de un
nuevo marco institucional. Dentro de este nuevo marco institucional destacan las
nuevas políticas de flexibilización o desregulación laboral, por un lado, y las nuevas
políticas regionales de desarrollo local o descentralización institucional por otro.
La descentralización institucional y la desregulación laboral tienen su base en
un nuevo modelo de desarrollo económico que sustituyó al existente en las tres
décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial en los países occidentales. Con la
crisis de los años setenta se inicia un periodo donde la concepción neoclásica del
desarrollo económico recupera su hegemonía. La crisis es utilizada para restituir los
principios originarios de mercado a todos los niveles y se pasa de la preponderancia de
políticas
de
intervención
desmercantilizadoras
a
políticas
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estatales
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remercantilizadoras, generadoras de las bases y los medios de rentabilidad para el
sector privado (Bilbao, 1999; Alonso, 1999).
El papel del Estado-nación cambió y su grado de libertad se redujo ante el auge
de las empresas multinacionales. El nuevo papel del Estado y la gestión pública en el
naciente modelo de acumulación se caracteriza por sacrificar parte de su
"legitimación" en aras de la expansión de la "acumulación" y, para ello, mientras
reducen sus políticas de bienestar social, cargan con gran parte de los costes de la
reestructuración del aparato productivo (Delgado, 1998). Aparece la noción de
"atractividad", mediante la cual se asiste a una competencia aguda entre espacios
nacionales por conseguir atraer a las empresas mediante la reducción de limitaciones
sociales o medioambientales (Veltz, 1999). En este sentido, y aunque debilitadas, las
naciones-Estado continúan teniendo gran relevancia, sobre todo en cuestiones como
las denominadas "reformas estructurales" y las cuestiones macroeconómicas.
En el actual capitalismo global existe un nuevo reparto de papeles entre los
diferentes escalones públicos territoriales. Por un lado se encuentra el ámbito estatal o
supraestatal que es responsable de las actuaciones macroeconómicas y, por ende, del
objetivo de estabilidad y crecimiento económico. Con el fin de atender a las demandas
de la economía global, los estados son protagonistas de la creación de nuevas
estructuras reguladoras (UE, NAFTA etc.), y de la reorganización de las instituciones
públicas internacionales ya existentes (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial
y Organización Mundial del Comercio). A través de estas instituciones las grandes
corporaciones económicas controlan y potencian la imposición del neoliberalismo en
todo el mundo (Etxezarreta, 2001).
Por otro lado, se encuentran las esferas regional, provincial y local,
responsables de las políticas microeconómicas y, por tanto, de las acciones de creación
de empleo y de definición de un marco propicio al respecto. La elaboración de la
política interior se ha desplazado hacia las administraciones locales que apoyan y
legitiman las estrategias de acumulación global de empresas localizadas en su
territorio. De este modo, tienen lugar procesos de descentralización políticoadministrativa que aminoran la capacidad de respuesta del poder político ante los
grandes conglomerados económicos multinacionales.
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Así, trasladando a instituciones supranacionales unas competencias y a
instituciones subnacionales las restantes, se consigue que el Estado se dedique
únicamente a las funciones requeridas por el capital, objetivo buscado por el
pensamiento neoliberal desde el comienzo de su supremacía. En definitiva, el
protagonismo en el sistema de producción internacional de las empresas
multinacionales provoca que las administraciones públicas compitan por atraerlas a
sus respectivos territorios.
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Andalucía en la división territorial del trabajo del capitalismo global
La economía andaluza se ha configurado históricamente como una economía
periférica, donde destacan los mecanismos de la extraversión, desarticulación y
dependencia frente al exterior. El capital exterior es un condicionante relevante de la
evolución del desarrollo económico de Andalucía.
Esta situación comienza de forma especial a partir de la segunda mitad del siglo
XIX. Andalucía se halla inserta en un proceso que no puede explicarse al margen del
otro que sigue la economía española a partir de la segunda mitad del siglo XIX. No se
trata aquí de abordar un análisis detenido de esos factores, pero no se puede omitir la
simple mención de algunos de ellos, como los siguientes: el papel de abastecedor de
materias primas minerales que van a facilitar el despegue industrial de determinadas
metrópolis; la existencia de la gran propiedad latifundista que diversos autores han
valorado con precisión; la progresiva articulación de un sistema proteccionista,
propiciado por los intereses sectoriales que dominan el proceso de industrialización,
que asegura ventajas comparativas a los intereses industriales frente a los agrarios
andaluces.
Las consecuencias de todo ello son ampliamente conocidas entre las que
destacan las siguientes. En primer lugar, la balanza comercial de Andalucía con el
exterior es fuertemente dependiente en bienes de alto valor y productos
manufacturados, además de bienes de capital, pero también en productos elaborados
del propio sector agrario. En segundo lugar, la balanza de dependencia sectorial es
fuertemente excedentaria, lo que significa que son mucho más importantes y
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numerosas las exportaciones de inputs -que son elaborados y transformados en otras
regiones- que las importaciones de esos mismos productos. Finalmente, el análisis de
las relaciones intersectoriales a través de las tablas input-output revela la escasa
articulación existente en la economía andaluza, que se comporta en la práctica como
una estructura productiva típica de un área subdesarrollada. También los flujos
financieros han contribuido en el caso de Andalucía -como en las restantes regiones
periféricas- a acentuar la dependencia económica respecto a los centros industriales
que protagonizan el crecimiento económico de las últimas décadas. Gran parte del
ahorro de la región se ha canalizado hacia inversiones en los centros industriales que
han concentrado el capital y la mano de obra.
La nueva división territorial del trabajo que ha tenido lugar en las tres décadas
de auge del neoliberalismo y globalización (desde principios de la década de 1980) ha
reforzado esta situación. La forma de crecer de la economía andaluza se caracteriza
por la desarticulación, por la especialización inadecuada y por la heterogeneidad.
La reestructuración que se pone en marcha en la década de 1980 tiene en
Andalucía como referente principal la creación del mercado único. El resultado del
proceso de integración de la economía andaluza en el contexto económico
mundializado puede observarse desde los tres siguientes aspectos. Por un lado, la
especialización productiva alejada del núcleo más dinámico y hegemónico de
actividades del sistema. Son los espacios hegemónicos los que inducen lo esencial de
los procesos que tienen lugar en Andalucía, cuya especialización productiva la sitúa
como una zona crecientemente marginada en la que el propio crecimiento se traduce
en procesos de polarización, desarticulación, fragmentación y exclusión. En segundo
lugar, las repercusiones que sobre el tejido empresarial ha tenido la incorporación al
mercado único europeo se pueden resumir en un incremento de la polarización
empresarial, la penetración de grandes grupos empresariales y la acentuación de los
desequilibrios existentes en el territorio andaluz. En tercer lugar, la profundización de
la situación periférica tiene importantes consecuencias sobre el mercado de empleo,
especialmente en la disminución de la capacidad de crear empleo de calidad y en la
consecuente desprotección social.
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Se ha profundizado la especialización agraria andaluza. Se produce un intenso y
rápido proceso de especialización dentro de la producción agraria andaluza hacia la
producción hortofrutícola, que va camino de suponer la mitad del valor de la
producción agraria, y, en menor medida, hacia el olivar. Estos son, en gran medida, los
efectos de una “integración” - en este caso en el proyecto europeo, parte a su vez de la
mundialización - que absorbe a las economías locales dentro de un sistema
gestionado, cada vez de una manera más centralizada, desde los núcleos que
controlan los circuitos de la gran producción y la gran distribución.
Esta dependencia de la parte más “moderna” y dinámica de la agricultura
andaluza, conformada de manera creciente de acuerdo con las pautas de lo que se ha
dado en llamar agrobusiness, o agricultura industrial, reduce al agricultor a “cliente” de
los grandes consorcios agroalimentarios, y proveedor de las grandes cadenas de
alimentación, en un proceso en el que, por medio de cultivos “forzados”, se trata de
separar a la agricultura de los límites y condicionantes del entorno.
La evolución de la participación de la industria andaluza se caracteriza, por un
lado, por el escaso peso de la misma, a lo que habría que añadir su debilidad
“cualitativa”, y por otro, la trayectoria de continuo decrecimiento, aunque la
pendiente sea muy leve. El tipo de crecimiento que propicia el modelo industrial
vigente es fuente de situaciones de desequilibrio, tanto por su polarización en torno a
muy pocas actividades desligadas del resto del tejido productivo, como por su
localización espacial.
Para los servicios, a pesar de que dentro de la estructura económica de
Andalucía, los servicios hayan visto ascender su participación hasta representar más
del 60% del mismo, no puede decirse que la economía andaluza tenga una
especialización productiva ligada al sector servicios. En el caso del centro sí que, aún
más acentuado que en la industria, la participación está muy por encima del
porcentaje de su población. La evolución decreciente de la productividad en el sector,
que se separa de la de las áreas centrales, así como el predominio de servicios
“tradicionales” en contra de lo que sucede en el centro, así como otros síntomas que
van en la misma dirección, (proliferación de pequeños establecimientos en
“hostelería”, mayor importancia de la venta ambulante, etc.), junto con la intensa
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“modernización” que ha experimentado una parte de las actividades de servicios en
Andalucía, -nuevas formas comerciales y de distribución, servicios a las empresas, y
otras expresiones del papel de los servicios en el nuevo modelo productivo-, confirman
la persistencia de un sector dualizado que continúa en gran medida sirviendo como
refugio de capitales y mano de obra desocupados.
Desde el punto de vista de las desigualdades, el desarrollo del capitalismo
periférico andaluz ha generado algunos procesos complementarios de interés que se
pueden resumir en los siguientes: la centralización del excedente agrario, la
tercierización regresiva de la economía, la utilización intensiva de los recursos
naturales y la extraversión de las cadenas productivas y la renta andaluza.
Respecto a la centralización del excedente agrario, en los últimos tres
decenios se ha producido un vertiginoso proceso de modernización de las estructuras
agrarias andaluzas que ha convertido a la mayor parte de las antiguas “tierras” en
auténticas explotaciones empresariales. Sin embargo, esta modernización no siempre
ha llevado consigo un auténtico proceso de innovación y mejora cualitativa de la
estructura agraria sino que se ha basado en la consecución de altas tasas de
rentabilidad a través de la reducción de gastos (especialmente de mano de obra), del
aprovechamiento muy intensivo (y demasiadas veces no sostenible) de los recursos y
en la disminución del riesgo asumido en la explotación del negocio agrario. Este tipo
de lógica, que ha venido de la mano de una intensiva presencia de capital extranjero
a los canales de distribución y comercialización vinculados a la producción agraria, ha
producido una fuerte concentración de excedente que consecuentemente lleva
consigo una peor distribución de la renta del sector primario en Andalucía. Todo ello
se traduce, desde el punto de vista de la distribución, y por tanto de la generación de
desigualdades, en la conformación en Andalucía de una “agricultura sin agricultores”
(Delgado 1993), a diferencia del modelo de la Unión Europea.
En los territorios industrializados, el sector terciario se especializa en la oferta
de servicios de acompañamiento de la actividad industrial. Pero el sector servicios
hiperdesarrollado en Andalucía se haya vinculado preferentemente a actividades de
bajo valor añadido y baja productividad. Lógicamente, esta situación, que sólo ha
comenzado a apuntar un cierto cambio de tendencia en los últimos años gracias al
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desarrollo de nuevas actividades vinculadas en mayor medida a las nuevas
tecnologías de la información, ha producido un efecto importante sobre la estructura
salarial andaluza y por ende en la distribución de la renta. Al finalizar 2006, el coste
laboral medio en Andalucía era aproximadamente un 10% más bajo que el nacional.
El modelo de crecimiento de la economía española en general y de la
andaluza en particular se ha centrado en los denominados "milagros sin mañana". De
ese modo, dicho modelo se ha basado en un uso no sostenible de los recursos
naturaleza y ambientales y en la construcción. El problema radica en que, como ha
puesto de manifiesto recientemente Manuel Delgado (2006), buena parte de la
modernización economía andaluza ha consistido en especializarla en ese tipo de
actividades cuyo coste en términos de sostenibilidad no se hace hoy día visible en las
estadísticas macroeconómicas al uso. Al no registrarse esos costes, resulta que las
actividades o espacios especializados en la utilización intensiva de los procesos que
los generan resultan subretribuidos, es decir, literalmente empobrecidos.
Finalmente, la consecuencia de todos estos factores típicos del capitalismo de
periferias es que se termina restringiendo radicalmente la generación de rentas
endógenas en los espacios periféricos, como ha sido el caso de Andalucía en los
últimos decenios. El seguimiento de la distribución funcional de la renta en Andalucía
(Torres 1993 y 1995) ha puesto de manifiesto que en los últimos decenios la efectiva
convergencia de Andalucía con el conjunto estatal se ha producido por la vía del
incremento de las transferencias y no como consecuencia de un incremento efectivo
de su capacidad de generación de rentas internas o endógenas. Eso es el resultado de
un doble proceso, a saber: por un lado de la disminución de las fuentes endógenas de
generación de renta, como consecuencia de la pérdida de tejido productivo; por otro,
directamente de la extraversión de rentas hacia fuera de Andalucía como resultado
de la incorporación estratégica de intereses externos a la economía andaluza.
La Bahía de Cádiz y su entorno en el marco territorial andaluz
Andalucía ha sido históricamente una región con un sistema de poblamiento
bien distribuido y equilibrado. Hasta mediados del siglo XX la red de ciudades que
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cubre el territorio andaluz desde tiempos medievales tuvo pocas alteraciones. Se trata,
en la mayoría de los casos, de agrociudades donde la población se empleó
principalmente en el sector agrario y, puntualmente, en otras actividades primarias. En
las tres últimas décadas se han producido importantes cambios en la estructura
productiva de Andalucía. En consonancia con estas transformaciones, la evolución
territorial de Andalucía presenta las tendencias significativas siguientes.
Por un lado, la consolidación de un conjunto de grandes ciudades (las capitales
de provincia más Jerez de la Frontera y Algeciras) donde se concentran las actividades
industriales y terciarias, dando lugar a procesos de formación de ámbitos
metropolitanos. Además, se produce el desarrollo de un potente tejido urbano litoral
cuyas principales especializaciones productivas son el turismo y las agriculturas
intensivas. Respecto al interior de la región, se mantienen la relevancia relativa de las
ciudades de tamaño medio en los casos en los que se ha producido la modernización
de la estructura productiva de las tradicionales agrociudades. Por último, se ha
producido un debilitamiento del poblamiento de las áreas de montaña, las más
afectadas por la crisis de los sistemas agrarios tradicionales.
El modelo económico andaluz y su evolución temporal tienen una traducción
territorial que queda reflejada en la dinámica demográfica andaluza. Una dinámica
integrada por tres grupos de municipios claramente diferenciados en su trayectoria
durante las dos últimas décadas del siglo XX y principios del XXI.
Por una parte, un amplio conjunto de municipios pierde población. Estas
localidades forman parte en la mayoría de los casos de las áreas de montaña, y
conforman un espacio que comprende más de la mitad del territorio andaluz. Esta
zona de la Andalucía del interior presenta una amplia coincidencia con las áreas en las
que la cantidad de trabajo utilizado por la agricultura es menor. Se trata de municipios
en los que el declive de la agricultura tradicional no ha sido compensado por otras
alternativas económicas capaces de detener su deterioro demográfico, quedando su
base económica, débil y muy poco diversificada, al margen de los procesos de
crecimiento y acumulación que han prevalecido en las últimas décadas.
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Un segundo grupo de municipios está conformado por aquellos en los que el
crecimiento demográfico no ha sido negativo pero sí moderado, de modo que puede
decirse que mantienen su participación en el total andaluz (alrededor de la mitad). Se
trata de un conjunto de municipios, la denominada en algunos casos como Andalucía
Agrícola del Interior, o simplemente medio rural andaluz que conforman casi la tercera
parte del territorio andaluz y que básicamente se estructura alrededor del Valle del
Guadalquivir. En muchos de ellos la agricultura proporciona una cantidad mayor de
trabajo de la que tenía el grupo anterior, y, en general, tienen una base económica
más diversificada, con cierta relevancia de procesos industrializadores en especial en la
agroindustria.
El tercer grupo está formado por el ámbito más dinámico del territorio andaluz
y comprende aproximadamente una quinta parte del mismo. Básicamente comprende
las áreas metropolitanas conformadas por las capitales de provincias, con economías
diversificadas donde se sitúan en gran medida las actividades y funciones más
relevantes dentro del territorio andaluz, relacionadas con la industria y los servicios, y
el litoral, con una dinámica económica muy vinculada al turismo y/o las nuevas
agriculturas. La concentración espacial de las empresas más innovadoras en las
capitales de provincia es un ejemplo relevante en este sentido.
En definitiva, se puede observar un retroceso de la zona del interior, en especial
las zonas o áreas de montaña, mientras avanza la concentración de la población en las
áreas urbanas y el litoral. En algo menos de la quinta parte del territorio andaluz se
localiza ya la tercera parte de la población andaluza. Se asiste por tanto a
desequilibrios territoriales en un modelo que se asemeja a la denominada “economía
de archipiélago” (Veltz, 1999). Así, los espacios más dinámicos, la franja litoral y las
grandes aglomeraciones urbanas, son los mejor conectados, entre sí y con el exterior,
y, por otro lado, se extienden espacios sumergidos, apartados de los principales
procesos de crecimiento y acumulación, aunque en ellos se sitúa una parte muy
importante del patrimonio natural de Andalucía, cumpliendo en este sentido funciones
fundamentales para el mantenimiento y la reproducción del modelo de crecimiento.
Desde el punto de vista territorial, la provincia de Cádiz presenta dos rasgos
peculiares básicos: uno, es el territorio más meridional de la Península Ibérica; y dos,
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presenta una gran diversidad y variedad interna de comarcas naturales. Se distinguen
claramente tres grandes espacios o comarcas naturales, la costa, la campiña y la sierra.
Estos tres espacios proporcionan una gran complementariedad de usos.
Cádiz es la provincia más descentralizada de Andalucía, pues en la capital reside
algo más del 10% de la población y la segunda ciudad (Jerez) tiene más habitantes.
Además de esta ciudad, es muy amplio el grupo de ciudades que sobrepasan los
20.000 habitantes, con lo que existe una clara distribución de núcleos.
El territorio objeto de estudio, la Bahía de Cádiz y su entorno territorial más
próximo, se compone de las comarcas y municipios enmarcados dentro del Plan de
Ordenación del Territorio de Andalucía (2006) en las dos siguientes unidades
territoriales: el "Centro Regional Bahía de Cádiz-Jerez" y la "Costa Noroeste de Cádiz".
Los municipios objeto de estudio pertenecen o a un área metropolitana o a una zona
de litoral, por lo forman parte del ámbito más dinámico del territorio andaluz.
El Plan de Ordenación Territorial de Andalucía califica de unidad de centro
regional a la zona de Bahía de Cádiz-Jerez. Este Centro Regional está compuesto por
Cádiz, Chiclana de Frontera, Jerez de la Frontera, Puerto de Santa María, Puerto Real y
San Fernando. Este territorio se puede dividir a su vez en la Bahía de Cádiz y el Marco o
Campiña de Jerez. En el contexto del subsistema de ciudades andaluz, este centro
regional tiene un rango urbano de tamaño intermedio. Es una de las aglomeraciones
urbanas más complejas y de mayor dimensión de todas las existentes en Andalucía, al
representar la tercera concentración urbana de Andalucía, en cuanto a población y
actividad económica, detrás de Sevilla y Málaga. Además, constituye uno de los
principales puntos de localización de la actividad industrial de Andalucía. En ese
sentido, coexisten municipios con una fuerte actividad industrial (en los sectores naval,
de automoción y aeronáutico) y municipios con una fuerte componente agrícola y de
industria agroalimentaria, complementada con otras actividades, turísticas y de
servicios.
Por otro lado se encuentra la unidad territorial "Costa Noroeste de Cádiz",
donde se localiza Chipiona, Trebujena, Rota y Sanlúcar de Barrameda. El POTA lo
caracteriza como unidad organizada por redes de ciudades medias litorales. Ocupa la
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
17
esquina occidental del litoral gaditano y tiene una posición estratégica en el límite
entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz. El sistema urbano se dispone en torno al
eje litoral y sus principales núcleos urbanos se emplazan en el borde costero. La mayor
parte de la población se concentra en dichos núcleos. Sanlúcar de Barrameda
constituye la ciudad principal, le siguen Rota y Chipiona, todos ellos muy distanciados
de Trebujena en cuanto a número de habitantes.
18
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
19
Demográficamente, y en la década que transcurre e 1998 a 2008, el conjunto
de los diez municipios analizados han aumentado su población de 680.384 a 748.545
habitantes. El Centro Regional Bahía Cádiz-Jerez denota como principal particularidad
el estancamiento y pérdida de población de la capital, fundamentalmente por la falta
de espacios y, en contrapartida, el crecimiento demográfico del resto de municipios
que integran esta unidad territorial. Por su parte, a excepción de Trebujena, el resto de
municipios que integran la Costa Noroeste también ha aumentado su población en la
década que transcurre de 1998 a 2008.
Población total.
Población total
2008
(Padrón)
Cádiz
Población total
1998
(Padrón)
127.200
143.129
Chiclana de la Frontera
76.171
55.494
Chipiona
18.447
15.989
205.364
181.602
Puerto de Santa María (El)
86.288
73.728
Puerto Real
39.648
33.415
Rota
27.918
24.704
San Fernando
96.155
84.014
Sanlúcar de Barrameda
64.434
61.382
6.920
6.927
Jerez de la Frontera
Trebujena
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Población total
2008
(Padrón)
Total 10 municipios
Total Cádiz
Fuente: SIMA.
Población total
1998
(Padrón)
748.545
680.384
1.214.807
1.101.906
El poblamiento de la Bahía gaditana está organizado por el centro regional de
Cádiz. Bajo su área de influencia se sitúan diversas ciudades medias, donde se está
produciendo una marcada tendencia a la multipolaridad del poblamiento y con un
crecimiento mayor de la población. La orientación funcional de los distintos municipios
se puede sintetizar de la siguiente manera: Cádiz y San Fernando son dependientes de
los asentamientos interiores y en especial de Puerto Real. El conjunto formado por los
tres núcleos de población concentra el 70% de la actividad y movilidad de la
aglomeración. El Puerto de Santa María conforma el vado sobre el Guadalete y es el
nexo de las relaciones entre la Bahía, la Costa Noroeste y Jerez de la Frontera. Por
último, Chiclana de la Frontera es un municipio con relaciones funcionales con los
restantes municipios de la Bahía y con los municipios de la Janda.
Por otro lado se encuentra el municipio de Jerez. Se trata de un municipio de
gran tamaño físico, hasta el punto de representar el 63,2% de la extensión del centro
regional Bahía de Cádiz- Jerez. El ámbito de la Campiña de Jerez tiene una población
que supera los 200 mil habitantes, lo hace que en términos de población su peso gire
en torno al 30% del centro regional analizado. Jerez presenta una evolución
demográfica estable a corto plazo y ligeramente positiva a medio plazo.
Además de por el Centro Regional Bahía de Cádiz- Jerez, el territorio objeto de
estudio está compuesto por la comarca de la Costa Noroeste de Cádiz. Respecto a las
relaciones de la comarca con su entorno más cercano, puede afirmarse que la Costa
Noroeste tiene un alto grado de relación tanto con la Bahía de Cádiz como con la
ciudad de Jerez de la Frontera. Esto se comprueba observando el volumen diario de
desplazamientos por motivos de trabajo y ocio, así como la intensidad media diaria de
tráfico de las carreteras que comunican a estos núcleos de población. Cabe destacar el
hecho de que la población aumenta considerablemente en época estival debido al
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
20
turismo. Se estima que aproximadamente noventa mil personas se trasladan en verano
a la Costa Noroeste por motivos de ocio y recreo.
Elementos generales de la evolución socioeconómica de la Bahía de Cádiz y su
entorno
La actividad portuaria es esencial para entender la evolución socioeconómica
del este espacio, pues su posición atlántica y la fácil conexión con el interior peninsular
a través del Valle del Guadalquivir le han conferido un valor estratégico en las
relaciones marítimas. Así, tanto la actividad estrictamente portuaria como la
relacionada con la misma, construcción de barcos o de defensa, han constituido el
motor y razón de ser de la mayor parte de los municipios analizados hasta fecha
reciente. La actividad portuaria favoreció además el establecimiento de grandes
manufacturas de carácter estatal como tabaco, armamento o astilleros, conformando
un tejido industrial y comercial inusual en la región. El crecimiento y expansión de este
tejido se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XX, aunque en la actualidad la
economía de la Bahía está sujeta a un proceso de transformación y reconversión. Pese
a la dureza de este proceso de ajuste, la Bahía constituye uno de los principales tejidos
industriales de la región.
Aunque comparte muchos elementos con el área metropolitana de Bahía de
Cádiz, Jerez dela frontera tiene una entidad propia desde el punto de vista
socioeconómico. Ésta se basa en su especialización histórica como gran ciudad
bodeguera que desde hace varios siglos exporta sus vinos al resto del mundo
(comparable a Oporto o Burdeos). Además, el interior del término municipal la
convierte en una ciudad agraria especializada en cultivos intensivos (remolacha,
algodón o cereales) y que completan la estructura industrial agroalimentaria con la
presencia de las mayores fábricas azucareras de Andalucía. Además, existen industrias
pequeñas y medianas en otros ramos como el de harinas, pan y confitería industrial, o
los productos lácteos y cárnicos.
La provincia de Cádiz, globalmente considerada, es una de las provincias
españolas y andaluzas de más temprana industrialización. Desde el siglo dieciocho a la
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
21
actualidad se han producido numerosos procesos de industrialización, no siempre
vinculados con los recursos naturales y usos primarios del territorio. La Bahía de Cádiz
conoce un desarrollo industrial y comercial muy temprano, vinculado a su condición de
metrópolis en el "Comercio de Indias" y de emplazamiento defensivo estratégico en el
contexto peninsular. Las industrias militares y navales llevan varios siglos implantadas
en la zona, y han creado un marco o contexto productivo y laboral que han atraído a
otras actividades productivas. Lo mismo puede decirse de los complejos bodegueros
de ciudades como Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda o El Puerto de Santa
María.
En el siglo dieciocho las industrias andaluzas que contaban con una cierta
importancia estaban ligadas al sector público. Destacaban las fábricas de tabacos de
Sevilla y Cádiz y el arsenal gaditano de La Carraca. No obstante, el sector industrial no
dejaba de ser muy débil por lo que era incapaz de abastecer la demanda de las
colonias. Esto hizo que los puertos de Sevilla y Cádiz se convirtieran en puertos
privilegiados en el intercambio colonial y en ambas ciudades se establecieran un
importante número de comerciantes tanto nacionales como extranjeros.
En la primera parte del siglo diecinueve, Jerez de la Frontera se convierte en
una zona destacada en el cultivo de la vid y producción de vino. En 1874 comenzó a
venderse el vino embotellado lo que significó la potenciación de la industria. A finales
de este sigo llegó a Jerez la filoxera, lo que no impidió el crecimiento de esta industria
e incluso se desarrolló industria auxiliar.
En la Bahía de Cádiz se han concentrado unos establecimientos productivos con
un gran tamaño medio. Además de los astilleros, en la década de los ochenta del siglo
veinte se localizaban en este territorio las siguientes grandes unidades productivas: la
factoría San Carlos de San Fernando dedicada a la producción de armamento, calderas
y demás productos relacionados con la construcción naval; Construcciones
Aeronáuticas SA, en Cádiz y perteneciente en aquella época al Instituto Nacional de
Industria (INI) y dedicada a la construcción y reparación de aeronaves, principalmente
helicópteros militares; y la General Motors, en Puerto Real, que con una plantilla de
1.100 trabajadores se dedicaba a la fabricación de componentes de suspensión y
mecanismos de dirección. También se encontraba en Cádiz la empresa Tabacalera SA,
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
22
que formaba parte del Patrimonio del Estado y que empleaba a 1.000 personas. En
Jerez de la Frontera, por su parte, se localizaban tres empresas con plantillas
superiores a los 500 trabajadores, dos de ellas dedicadas a la fabricación de bebidas
alcohólicas (Pedro Domecq, SA, y González Byass Co. Ltd.), y una tercera dedicada a la
fabricación de vidrio hueco, Vidrieras Españolas SA, especializada en la fabricación de
envases para abastecer la industria vinícola jerezana.
La actividad portuaria favoreció el establecimiento de grandes manufacturas de
carácter público que conformaron un tejido industrial y comercial inusual en la región,
cuyo crecimiento y expansión se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo pasado. En
la mayoría de las ocasiones, las grandes empresas eran total o parcialmente propiedad
del Estado y estaban controladas por la Dirección General del Patrimonio del Estado o
por el Instituto Nacional de Industria (INI). Al igual que en otras zonas y regiones poco
industrializadas, la participación directa del sector público en la economía e industria
local era un aspecto primordial. Por tanto, las políticas de reconversión industrial
realizadas en aquella época han tenido enormes consecuencias para la socioeconomía
de la Bahía.
En la Bahía de Cádiz se ha concentrado la mayor parte de la industria de la
construcción naval andaluza. Aunque se trata de un sector con presencia en la zona
desde mediados del siglo diecinueve, su verdadero desarrollo tiene lugar en los años
setenta del siglo veinte. Las causas del crecimiento del sector hay que buscarlas en la
sustitución como fuente de energía básica del carbón por el petróleo. La creciente
demanda de hidrocarburos transportados fundamentalmente por vía marítima dio
lugar a un desarrollo del sector de la construcción naval que, buscando conseguir
rebajar los costes de transporte, ofrecía al mercado buques cada vez mayores. A estas
razones de carácter económico se unieron otras de carácter político, ya que las
crecientes tensiones en la zona del Golfo Pérsico no hacían muy segura la utilización de
la ruta del Canal de Suez, que se cierra en 1967 y es sustituida por la mucho más larga
ruta del Cabo de Buena Esperanza. Este cambio de trayectoria marítima era una nueva
razón que justificaba la construcción de buques de gran tamaño.
Ante esta situación, la política industrial española consideró de interés
potenciar el desarrollo del sector de la construcción naval. Esta industria se estructuró
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
23
en Andalucía del siguiente modo: en Puerto Real se localizaban las más modernas
instalaciones del país, pertenecientes a la empresa Astilleros Españoles SA (AESA),
dedicadas a la construcción de superpetroleros; en Cádiz las instalaciones de esta
misma empresa se orientaban fundamentalmente a la reparación de buques, mientras
que en San Fernando, la Empresa Nacional Bazán se especializaba en la construcción
de buques militares y mercantiles. Todas estas empresas eran de capital público y su
presencia en la zona ha respondido a criterios de la autoridad económica planificadora.
La estrategia consistió en potenciar considerablemente la dimensión de las
instalaciones sacrificando a la industria auxiliar. Posteriormente, y debido a la crisis, el
sector de la construcción naval comienza a no ser rentable por lo que comienzan las
reestructuraciones que de modo periódico han afectado al sector.
Desde mediados de la década de los años ochenta del siglo veinte se asiste a la
crisis de las grandes industrias de iniciativa pública que constituían hasta entonces la
principal orientación manufacturera de la zona. La escasa diversificación productiva y
el gran tamaño medio de los establecimientos productivos ha producido que las
diversas crisis que han afectado a los sectores en los que se especializa ha
condicionado en gran medida la vida socioeconómica del área. Además, en términos
generales, estas grandes industrias estaban bastante desintegradas de la economía
local y regional. Eran industrias orientadas al exterior, que responden más a
necesidades de otras regiones y países que a las de la zona en la que están insertas.
En la actualidad la economía de la Bahía está sujeta a un proceso de
trasformación y ajuste, aunque se mantiene una importante presencia de actividades
industriales que caracterizan a la Bahía de Cádiz como uno de los principales tejidos
industriales de la región. La estructura productiva del área metropolitana Bahía de
Cádiz se caracteriza, a grandes rasgos, por la existencia de una clara dualidad en las
actividades económicas existentes. Por un lado se encuentran las actividades primarias
y terciarias tradicionales, es decir, la pesca, la actividad salinera, el puerto o el
comercio. Por otro lado, se encuentran las actividades manufactureras o las terciarias
más modernas, entre las que destacan los astilleros o el turismo.
Las actividades productivas en la Bahía de Cádiz- Jerez se caracteriza a
principios del siglo XXI por la existencia de complejos agroalimentarios e industrias
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
24
militares y de material de transporte (automoción, naval y aeronáutica). Se trata de
subsectores industriales promovidos por los poderes públicos en épocas pretéritas, en
el segundo caso, o por el aprovechamiento de los recursos naturales de la zona, en el
primer caso de la industria agroalimentaria. En la actualidad, estas especializaciones se
encuentran en procesos de reestructuración y, además, la zona objeto de estudio ha
quedado al margen de la implantación de parques tecnológicos como los de Málaga y
Sevilla, con orientaciones productivas más asociadas a la incorporación de nuevas
tecnologías y al creciente peso de las actividades de I + D.
Por otro lado, y tal y como ocurre en gran parte del litoral andaluz, en la zona
de la Bahía de Cádiz-Jerez y la comarca de la Costa Noroeste gaditana se han
desarrollado los sectores más dinámicos de la economía regional, a saber, la
agricultura intensiva y el turismo (además de la construcción asociada a esta
actividad). Estos sectores se han convertido en las actividades más competitivas desde
el punto de vista económico. Asociado a lo anterior, estos espacios afrontan
importantes problemas de ordenación del territorio y de gestión de los recursos
naturales que pueden llegar a cuestionar la perdurabilidad del modelo de desarrollo.
La estructura productiva territorial de la Bahía de Cádiz y su entorno a principios de
siglo XXI
La agricultura andaluza en general, y la de los espacios analizados en particular,
tiene dos partes muy diferenciadas. Por un lado se encuentra una parte que cada vez
se encuentra más en “fuera de juego” y que subsiste debido a las subvenciones de la
UE. En este grupo se encuentran los cultivos de cereales, girasol, algodón y viñedo. En
la otra parte se encuentran las denominadas “nuevas agriculturas”, muy competitiva
pero con diverso problemas de vulnerabilidad.
La división regional del trabajo en Europa reserva al sur un modelo de
agricultura mediterránea intensiva, de cultivos "forzados". Frente a las agriculturas del
norte, centradas en cultivos industriales, carne y leche, la especialización agraria
andaluza viene dedicándose cada vez más a la "fabricación" de productos
hortofrutícolas, dentro de una "agricultura forzada", hiperintensiva en el uso de
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
25
energía, recursos naturales (en especial el agua), capital y trabajo, que aprovecha la
flexibilidad y la capacidad de adaptación de la explotación familiar y la disponibilidad
de mano de obra inmigrante. Esta especialización ha provocado que en el territorio
andaluz se localice a principios de siglo XXI aproximadamente la tercera parte de la
producción de hortalizas del total producido en la UE (Moreno, I. y Delgado, M., 2002).
Estas transformaciones estimulan una creciente "racionalización" de las
explotaciones agrarias, con incidencias sociales y medioambientales de gran relieve. En
lo social, esa “racionalización” y “modernización”, medida por el ritmo de crecimiento
de la productividad, se ha mantenido muy elevado en las últimas décadas, siempre a
costa de una intensa reducción del empleo. En lo medioambiental, las repercusiones
de las nuevas relaciones establecidas entre agricultura y naturaleza puede resumirse
para el caso andaluz en problemas como los procesos de erosión y mineralización de
los suelos, la contaminación de aguas superficiales y acuíferos, la reducción de parajes
naturales y zonas húmedas o la deforestación.
En la zona específica de la Bahía (los municipios de Cádiz, San Fernando,
Chiclana, El Puerto de Santa María y Puerto Real), el peso relativo del sector primario
desde el punto de vista productivo resulta limitado. Sin embargo, tiene una fuerte
incidencia en la organización de la aglomeración tanto por su papel de inhibidor del
desarrollo urbano como por servir de soporte para garantizar el reconocimiento del
territorio, la protección del paisaje y la calidad ambiental del conjunto. Los distintos
ambientes marinos han sido objeto de aprovechamientos primarios seculares. Una
tercera parte de la Bahía son marismas transformadas dedicadas tradicionalmente a la
actividad salinera. La crisis de la actividad salinera de mediados del siglo XX ha ido
acompañada de la emergencia de la acuicultura, que también sustituye a la pesca
artesanal de estero. Por otro lado, se ha producido una pérdida de viñedo en las áreas
de campiña. Esta circunstancia ha dado como resultado la rápida transformación en
áreas parceladas con fines urbanísticos, al margen del planeamiento, con los
consiguientes problemas sobre el medio ambiente, incidencia negativa en el paisaje y
presión sobre las infraestructuras. Las escasas zonas en regadío existentes son las más
estabilizadas en el uso y de mayor productividad. Los ámbitos que mantienen este tipo
de explotación son los Llanos de Guerra (Puerto Real) con aprovechamiento del
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
26
acuífero, y la campiña de bujeos en El Puerto de Santa de María que forma parte de los
riegos de la Costa Noroeste.
En el medio rural de la Costa Noroeste de Cádiz se produce en los últimos años
una importante transformación de la actividad agrícola que ha dado como resultado la
coexistencia de la agricultura tradicional (viñedo y cereal) junto a amplias superficies
ocupadas por cultivos en regadío (agricultura intensiva y mecanizada). Los cambios han
consistido principalmente en la sustitución de parte de viñedo por una agricultura
intensiva bajo plástico donde la flor cortada y las diversas hortalizas son los principales
cultivos. Esta agricultura es altamente productiva y hace uso de sustancias químicas,
plásticos y gran cantidad de agua para riego. Todo esto ha motivado que por un lado
exista una agricultura tradicional basada en la horticultura en navazos, y por otro una
nueva horticultura y floricultura forzada y en invernaderos.
La costa noroeste de Cádiz se encuentra entre las localizaciones de las "nuevas
agriculturas" andaluzas. La producción se concentra en terrenos ecológicamente muy
vulnerables y bajo fuertes limitaciones de agua y suelo, que han sido forzadas por el
uso de nuevas tecnologías e innovaciones en un denso entramado productivo en el
que predominan de forma casi absoluta las pequeñas explotaciones familiares, aunque
con tendencia al uso cada vez mayor de fuerza de trabajo asalariada.
La implantación y consolidación del aprovechamiento agrícola, aunque cuenta
con numerosos actores a su favor como son las buenas condiciones climáticas y
edáficas del territorio, diversidad de productos, alto nivel de tecnificación, elevado
nivel de producción y rentabilidad, amplia dotación de zonas regables, etc. Estas
circunstancias hacen que esta actividad pueda consolidarse como un sector sólido,
motor fundamental de la economía comarcal.
Sin embargo, esta actividad también establece fuertes repercusiones y
exigencias al territorio. En primer lugar, exige enormes requerimientos hídricos para
garantizar el riego continuo de las miles de hectáreas puestas en regadío. En segundo
lugar, esta actividad genera volúmenes considerables de plásticos y residuos orgánicos
agrícolas, que plantean la necesidad de ser recogidos y transformados con el objeto de
conseguir su eliminación e impedir que se generen impactos visuales. En tercer lugar,
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
27
el deterioro de la calidad ambiental y paisajística causada por la implantación
espontánea y sin ordenación previa esta agricultura intensiva y muy tecnificada que se
plasma en la presencia de vertidos difusos y en la percepción de un desorden
generalizado en cuanto a la implantación de usos y actividades. Por último, existen
mayores exigencias de dotaciones, instalaciones de servicio e infraestructuras
(motivadas en parte por la alta accesibilidad requerida por este sistema productivo)
que no han sido resultas y que ha planteado tensiones en el territorio.
28
En relación con otros subsectores económicos primarios, la pesca y las
producciones derivadas ha sido un aprovechamiento relevante en la zona. En
Trebujena existe una cooperativa que comercializa la pesca obtenida en el
Guadalquivir; el puerto de Bonanza de Sanlúcar es el tercer puerto pesquero de
Andalucía. Sin embargo, se produce el estancamiento del sector pesquero en unos
esquemas artesanales con modesta introducción de nuevas técnicas de producción
(acuicultura).
Las actividades agrícolas tienen más arraigo en el Marco de Jerez que en el
resto de las áreas económicas y territoriales analizadas. Además de la tradicional
actividad vitivinícola, tanto los cereales como otros cultivos industriales y productos
hortofrutícolas tienen que ser tenidos en cuenta a la hora de configurar el perfil
agrícola de la Campiña Jerezana. En el municipio han funcionado dos fábricas
azucareras de una empresa multinacional que transformaba la producción de
remolacha de la provincia. En 2008 deja de funcionar una y la otra se ha remodelado y
ampliado para refinar remolacha procedente de Andalucía y del Tercer Mundo.
La principal especialización productiva de Jerez es la industria alimentaria
vinculada a la actividad vitivinícola. Esta actividad también destaca en las localidades
del Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. En todas estas localizaciones ha
generado una industria auxiliar de cierta importancia. El sector agroindustrial es
especialmente importante y muy dependiente de la producción vitivinícola, la cual
supone más del 30% del empleo del sector secundario. En esta industria hay que
añadir a parte la transformación de vidrio, papel y corcho.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Además de Jerez, pertenecen a este complejo agroalimentario Chiclana de la
Frontera, El Puerto de Santa María y Rota. No obstante, es en Jerez y el Puerto donde
se concentran la empresas productoras de finos y brandy. Más de la mitad de las
industrias se localizan en el término municipal de Jerez.
Pertenecen a él un conjunto de 120-140 empresas, de las que 90 son bodegas
de elaboración (o crianza o expedición) de los diferentes productos finales (jerez,
manzanilla, vinagre y brandy) y el resto constituyen proveedores, bodegas de
producción y empresas afines e industria auxiliar. Emplea unas 15.000 personas.
Factura unos 600 millones de euros, de los que un 70% corresponde al brandy, y un
25% a los vinos de jerez y manzanilla. La mayor parte de las bodegas son pequeñas.
Respecto a la industria, se puede realizar una breve síntesis de las principales
características del sector en el ámbito territorial objeto de estudio siguiendo las
propias del sector industrial andaluz. En primer lugar, existe una clara dependencia de
decisiones empresariales tomadas fuera del territorio objeto de análisis. Existe una
importante concentración de la producción en muy pocos establecimientos de gran
dimensión. La casi totalidad de estos establecimientos industriales se encuentran en
manos de capital foráneo, ya sea de grandes empresas multinacionales privadas, ya
sea del sector público español.
En segundo lugar, la industria local se caracteriza por su heterogeneidad
estructural. Algunos de los principales subsectores están compuestos, por un lado, por
un pequeño número de empresas de mediana y gran dimensión, con mecanismos de
gestión y producción muy avanzados y, por otro lado, por un gran número de pymes,
muy atrasadas en todos los ámbitos empresariales. Esta situación provoca la
subordinación de las pequeñas empresas a las de mayor dimensión y unos procesos de
subcontratación o descentralización productiva en la que las pymes asumen un papel
de sometimiento a las estrategias empresariales de los grandes establecimientos y
unidades productivas.
La descentralización productiva conlleva la reducción y fragmentación de la
gran empresa y de la cadena de montaje fordista y constituye uno de los pilares del
nuevo modelo de organización productiva y la tendencia flexibilizadora o
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
29
reorganizativa que mejor sintetiza el cambio de modelo productivo (Gil, 2000). A
grandes rasgos, la descentralización productiva consiste en la desintegración del
proceso productivo en un número creciente de fases realizadas en establecimientos
separados y de tamaño medio decreciente, bien perteneciente a la misma empresa
multiplanta o a las empresas diversas. En una primera tipología podemos distinguir
entre las deslocalizaciones hacia otros países o la descentralización en el interior del
propio país. Entre los primeros es típica la deslocalización de sectores industriales muy
intensivos en mano de obra hacia países con menores garantías sindicales, con la
finalidad, principalmente, de rebajar costes laborales. La descentralización productiva
en el interior de los países industrializados conlleva la desestructuración de la gran
fábrica fordista para diseminar la producción en el conjunto del territorio mediante las
empresas auxiliares, las subcontratas, el trabajo clandestino y a domicilio. En este
segundo tipo también disminuyen los costes laborales con la aparición del paro
estructural y masivo, la precariedad laboral y la desaparición de la solidaridad en la
fábrica difusa (García Rey, J., 1999).
En la Bahía de Cádiz se asienta un área metropolitana relativamente madura
que ha aprovechado su situación estratégica en el plano defensivo para el desarrollo
tradicional de su industria naval y militar, que luego se ha diversificado con la
implantación de otras industrias de bienes de equipo (automoción, electrónica, obras
civiles, etc.). Las actividades productivas industriales se caracterizan por un gran
protagonismo del sector público y la presencia de empresas multinacionales de capital
foráneo, sobre todo en las industrias militares, material de transporte y componentes
de automoción y electrónicos.
Durante gran parte del siglo veinte el "motor" económico de la bahía gaditana
ha sido sus grandes industrias, que se pueden dividir en dos grandes grupos: el sector
naval, las industrias militares y su industria auxiliar; el sector aeronáutico
Los orígenes del sector naval y las industrias militares se remontan al siglo XVIII.
Ha creado mucho empleo históricamente en la Bahía concentrados en las grandes
factorías de Cádiz, San Fernando y Puerto Real. En los últimos años se ha producido
una importante reestructuración. A partir de 2005 los antiguos astilleros IZAR se
segregaron en las divisiones militar y civil. La primera ha continuado bajo titularidad
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
30
estatal (SEPI) y tiene como nueva denominación NAVANTIA, la segunda ha pasado a
manos privadas.
NAVANTIA subcontrata un amplio abanico de servicios. La industria auxiliar se
encarga de hasta el 80% del trabajo total de los astilleros. En la Bahía funcionan cerca
de 50 empresas auxiliares (unos 2.200 puestos de trabajo). La mayor parte son
empresas complementarias y de bienes de equipo, y el resto son servicios, talleres y
empresas de ingeniería.
Los orígenes del sector aeronáutico se remontan a la primera mitad del siglo XX
y está integrado en un complejo productivo común con el de Sevilla capital. Destacan
dos grandes factorías en Puerto Real (AIRBUS) y El Puerto (CASA-EADS), con una gran
industria auxiliar, implicadas en sendos proyectos de aviación civil y militar del
Consorcio Aeronáutico Europeo. La principal empresa EADS-CASA construyó hace poco
una planta en el término municipal de El Puerto, que participa en el proyecto del A 380
(4000 empleos directos e indirectos).
En las dos últimas décadas el siglo XX han surgido algunas grandes industrias de
bienes de equipo que compensaron, en cierta manera, las pérdidas producidas en
otras grandes industrias tradicionales. Aprovechan las ventajas concernientes a una
maduro ambiente empresarial y la excelente accesibilidad marítima y por carretera de
la Bahía gaditana. Estos ramos de actividad son los siguientes: el sector de las
construcciones civiel y el sector de la automoción y la electrónica. En el primero de
estos sectores destaca una gran factoría (Dragados Offshore) en Puerto Real,
especializada en la construcción de plataformas gasistas, y la empresa de construcción
VIPREN, con más de mil empleos situada en Chiclana. Por su parte, en los sectores de
automoción y electrónica destaca Cádiz Electrónica y Visteon en El Puerto (VisternCádiz Electrónica). Ésta última es una empresa independiente de Ford que fabrica
componentes que antes realizaba esta marca automovilística. Depende de la
multinacional Vistern, con otras cuatro fábricas de componentes en España. En este
grupo también se encontraba la factoría de Delphi Puerto Real. Delphi Automoción se
dedicaba a la fabricación de amortiguadores, rodamientos y otros componentes del
automóvil. Pertenecía a la multinacional Delphi Automotive, con cerca de 200 fábricas
y 185.000 empleados por todo el mundo.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
31
Respecto a la Costa Noroeste, no existe un sector industrial potente, siendo la
industria agroalimentaria la única con representación, encontrándose ésta, además, a
excepción del sector vitivinícola, en un nivel incipiente. La industria de transformación
tiene algo más relevancia en Sanlúcar de Barrameda cuya ubicación en el casco urbano
está ligada a la existencia de unas condiciones climáticas más favorables para la
obtención de su principal producto: la manzanilla.
A continuación se analiza el peso de la industria en la zona de estudio a través
del índice industrial elaborado por el servicio de estudios de la Caixa1. Según este
índice, la comunidad autónoma de Andalucía representa el 11,3% del total nacional.
Como se observa en la siguiente tabla, según este índice industrial, Cádiz es la
segunda provincia andaluza en importancia industrial por detrás de Sevilla, suponiendo
casi un 18% del total de Andalucía.
Índice industrial
%
Total provincia Almería
1.100
9,7%
Total provincia Cádiz
2.005
17,7%
Total provincia Córdoba
1.283
11,3%
Total provincia Granada
807
7,1%
Total provincia Huelva
939
8,3%
Total provincia Jaén
1.126
9,9%
Total provincia Málaga
1.782
15,7%
Total provincia Sevilla
2.304
20,3%
Total CCAA Andalucía
11.346
100,0%
Total España
100.000
Fuente: Elaboración propia a partir del Anuario Económico de España 2008.La Caixa.
Al representar los valores de este índice industrial en el territorio, se pueden
distinguir dos zonas industriales (o focos industriales) bien diferenciadas en la
provincia de Cádiz: la zona Bahía de Cádiz-Jerez-Costa Noroeste de Cádiz y la zona de la
Bahía de Algeciras.
1
El nivel industrial de los municipios, provincias y comunidades autónomas se expone asimismo de
manera comparada a través de números índices, que tienen como base el total nacional equivalente a
100.000 unidades. Este índice, elaborado por el servicio de estudios la Caixa, se calcula en función de la
cuota tributaria (cuota de tarifa) del impuesto de actividades económicas (IAE) de la industria (incluida
la construcción). Las estimaciones se refieren a 2006. El índice industrial es un índice simple que se
obtiene del cociente de la cuota de la comunidad entre el total de cuotas de España y multiplicando el
resultado por 100.000. Hay que tener en cuenta que este índice industrial es más bien un indicador de la
importancia de la oferta y no de la demanda aunque para la determinación de la base imponible del
impuesto se puedan tener en cuenta algunos aspectos.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
32
Índice industrial de los municipios
Municipios
Índice industrial
Municipios
Índice industrial
San Roque
Jerez de la Frontera
Algeciras
Cádiz
Barrios (Los)
Puerto de Santa María (El)
Puerto Real
San Fernando
Chiclana de la Frontera
Tarifa
Sanlúcar de Barrameda
Arcos de la Frontera
Línea de la Concepción (La)
Rota
Ubrique
Conil de la Frontera
Barbate
Chipiona
Olvera
Villamartín
Jimena de la Frontera
524
331
274
144
131
100
78
65
61
59
54
53
29
14
11
10
8
7
6
6
5
Medina-Sidonia
Benalup-Casas Viejas
Vejer de la Frontera
Alcalá del Valle
Prado del Rey
Trebujena
Alcalá de los Gazules
Bornos
San José del Valle
Algodonales
Bosque (El)
Castellar de la Frontera
Espera
Gastor (El)
Grazalema
Paterna de Rivera
Puerto Serrano
Setenil de las Bodegas
Algar
Zahara
5
4
4
3
3
3
2
2
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
0
0
Fuente: Elaboración propia a partir del Anuario Económico de España 2008.La Caixa.
Análisis a través del número de actividades industriales. Relevancia de las
actividades industriales en los municipios seleccionados
Importancia del sector secundario en los municipios seleccionados: 11 de los 41
municipios de la provincia aglutinan más del 56% de las actividades industriales y de
construcción.
Municipio
Jerez de la Frontera
Algeciras
Cádiz
Chiclana de la Frontera
Puerto de Santa María (El)
Sanlúcar de Barrameda
San Fernando
San Roque
Ubrique
Arcos de la Frontera
Línea de la Concepción (La)
Act. industriales
(industria y
construcción)
2.005
1.164
1.045
939
753
742
616
558
512
467
412
% act. industriales
(industria y
construcción)
16,10%
9,40%
8,40%
7,50%
6,10%
6,00%
5,00%
4,50%
4,10%
3,80%
3,30%
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
33
Puerto Real
Barrios (Los)
Rota
Conil de la Frontera
Chipiona
Prado del Rey
Barbate
Villamartín
Tarifa
Jimena de la Frontera
Olvera
Benalup-Casas Viejas
Vejer de la Frontera
Medina-Sidonia
Algodonales
Alcalá de los Gazules
Trebujena
Bornos
Bosque (El)
Alcalá del Valle
Paterna de Rivera
San José del Valle
Espera
Puerto Serrano
Castellar de la Frontera
Setenil de las Bodegas
Grazalema
Zahara
Algar
Gastor (El)
SUMA
SUMA
SELECCIÓN
municipios
332
304
282
271
210
172
166
157
152
140
124
106
104
101
57
56
56
55
46
39
39
39
37
35
31
31
30
21
20
17
12.443
2,70%
2,40%
2,30%
2,20%
1,70%
1,40%
1,30%
1,30%
1,20%
1,10%
1,00%
0,90%
0,80%
0,80%
0,50%
0,50%
0,50%
0,40%
0,40%
0,30%
0,30%
0,30%
0,30%
0,30%
0,20%
0,20%
0,20%
0,20%
0,20%
0,10%
100,00%
6.980
56,10%
10
Fuente: Elaboración propia a partir del Anuario Económico de España 2008.La Caixa.
Importancia del sector industrial (secundario sin construcción) en los municipios
seleccionados: 11 de los 41 municipios de la provincia aglutinan más del 56% de las
actividades industriales y de construcción.
Jerez de la Frontera
Cádiz
Ubrique
Algeciras
Sanlúcar de Barrameda
Chiclana de la Frontera
Puerto de Santa María (El)
San Fernando
Línea de la Concepción (La)
San Roque
Arcos de la Frontera
1.015
460
430
394
345
321
259
238
157
145
141
19,40%
8,80%
8,20%
7,50%
6,60%
6,10%
4,90%
4,50%
3,00%
2,80%
2,70%
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
34
Prado del Rey
130
2,50%
Puerto Real
130
2,50%
Barrios (Los)
120
2,30%
Chipiona
86
1,60%
Tarifa
82
1,60%
Conil de la Frontera
70
1,30%
Rota
69
1,30%
Villamartín
69
1,30%
Barbate
68
1,30%
Olvera
57
1,10%
Jimena de la Frontera
52
1,00%
Medina-Sidonia
44
0,80%
Vejer de la Frontera
36
0,70%
Bosque (El)
32
0,60%
Algodonales
31
0,60%
Benalup-Casas Viejas
26
0,50%
Alcalá del Valle
23
0,40%
Bornos
23
0,40%
Trebujena
23
0,40%
Puerto Serrano
22
0,40%
Alcalá de los Gazules
20
0,40%
San José del Valle
19
0,40%
Grazalema
18
0,30%
Setenil de las Bodegas
18
0,30%
Paterna de Rivera
17
0,30%
Zahara
13
0,20%
Espera
12
0,20%
Castellar de la Frontera
11
0,20%
Algar
9
0,20%
Gastor (El)
6
0,10%
SUMA
5.241 100,00%
SUMA SELECCIÓN 10 municipios
2.946 56,20%
Fuente: Elaboración propia a partir del Anuario Económico de España 2008.La Caixa.
Por su parte, el sector servicios andaluz en general, y el gaditano en particular,
ha sido a lo largo de las últimas décadas el refugio de capitales y mano de obra
desocupados. Destacan principalmente las actividades comerciales y las relacionadas
con el turismo.
En los últimos años la situación del comercio local se caracteriza por la
competencia de la gran distribución de origen foráneo, y la falta de adaptación a los
nuevos tiempos, de innovación y competitividad. Con la llegada de las grandes cadenas
de distribución se reproduce en el sector comercial el mismo problema que en el
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
35
sector secundario: el excedente creado sale de la economía local debido a la presencia
del capital foráneo.
De modo más específico, hay que destacar el carácter de capitalidad provincial
de la ciudad de Cádiz. Esto conlleva que sobresalga por su dotación tanto en sanidad,
educación, administración y servicios privados, etc., si bien en las últimas décadas se
ha asistido, por la falta de espacios de la capital, a una diseminación de servicios,
equipamientos y funciones entre los diversos municipios de la Bahía. Además, el gran
mercado de consumo ha atraído a las grandes superficies comerciales.
En la actualidad la Bahía es centro provisor de servicios públicos y actividades
administrativas del ámbito provincial, si bien la debilidad hasta hace relativamente
poco tiempo de las infraestructuras de comunicaciones de la provincia, la proximidad
de Sevilla y la fuerza del sistema de asentamientos provincial, matizan su liderazgo en
relación con el de otras capitales provinciales de Andalucía, pues algunas funciones
especializadas se ubican en Jerez de la Frontera o en Algeciras. Es de destacar además,
la estrecha vinculación de las ciudades de la Bahía, especialmente de El Puerto de
Santa María con Jerez de la Frontera y con los municipios de la Costa Noroeste de
Cádiz.
Por otro lado, se encuentra la actividad del desembarco y comercialización de
productos pesqueros. Cádiz capital constituye el primer puerto extractor y de
fabricación de conservas de pescado y pesca congelada del sur de España. Esta
importante actividad ha hecho que se consolide un complejo productivo en torno a la
transformación y comercialización de la pesca (mayoristas, transportistas y
armadores).
En la zona de la franja litoral y prelitoral ocupada por playas y pinares se
desarrolla la urbanización residencial y el turismo de sol y playa. La actividad turística
presenta gran importancia y potencialidad económica en el ámbito. Es un turismo
básicamente residencial, con escasa oferta reglada y de bajo-medio poder adquisitivo,
que se ha generado a partir de un modelo basado en la explotación de los recursos sol
y playa. Se ha convertido en una de las zonas de atracción turística más importante de
la vertiente atlántica de Andalucía. El fuerte incremento de turistas se debe en gran
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
36
medida a las buenas comunicaciones y accesibilidad de esta comarca con importantes
aglomeraciones y núcleos urbanos del entorno, fundamentalmente con Sevilla, la
Bahía de Cádiz y Jerez de la Frontera.
Durante
las
dos
últimas
décadas
se
han
producido
importantes
transformaciones en la organización de los elementos más significativos del territorio
vinculado al incremento de las actividades de ocio de la población no residente. Se han
producido nuevas ocupaciones urbanísticas en la franja próxima al litoral y se ha
generado, en algunas zonas, una nueva morfología de usos en la que se mezclan los
usos agrícolas y los urbanos. Las infraestructuras se saturan durante una quinta parte
del año y los servicios públicos son desbordados por una demanda para la que no han
sido dimensionados.
El rasgo más destacado de este proceso de transformación es la falta de orden
territorial. La carencia de protección del recurso primario que da origen a esta
actividad económica, las playas, la ocupación espontánea de suelos próximos a la costa
por parte de iniciativas particulares que impiden el aprovechamiento óptimo de las
ventajas de posición, los efectos múltiples de la congestión, son todas ellas
manifestaciones de los negativos efectos del crecimiento de la actividad turística sin un
modelo de oferta, definido con carácter previo, y sin un esquema de ordenación
espacial de las actividades. Las consecuencias finales de este proceso son la aparición
de fuertes disfuncionalidades territoriales y la pérdida de oportunidades, que se
traducen, a su vez, en pérdida de vitalidad y de la capacidad de sustentación de la
población futura.
La descentralización y la deslocalización productiva como estrategias empresariales
relevantes en la Bahía de Cádiz2
El capital pretende la máxima libertad para operar donde le convenga pues de
este modo obtendrán mayores beneficios. La conveniencia depende de la capacidad
de lograr la reducción de los costes. Aunque son muchas las medidas que pueden
2
Miren Etxezarreta, Xavier Gracia, Francisco Ferrer; Seminario de Economía Crítica TAIFA; Barcelona,
mayo 2007. ¿POR QUÉ SE DESLOCALIZAN LAS INDUSTRIAS?
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
37
utilizarse, es de gran interés destacar la descomposición del sistema productivo en sus
partes componente, la externalización de tareas, la subcontratación, y la
deslocalización.
La descomposición del sistema productivo consiste en dividir un proceso de
producción en sus diversas tareas y realizar cada una de ellas, o una parte de las
mismas, separada de las demás, para unirlas al final en plantas de ensamblaje. A
diferencia de épocas pasadas, en la actualidad esta descomposición no se realiza ni en
una misma fábrica, ni siquiera en un mismo país, sino que la tecnología moderna y el
bajo coste del transporte, facilita que esto se haga en países diferentes. De esta forma,
la empresa puede aprovechar las diferencias en los costes de los medios de producción
para rebajar el coste del producto.
Si se pueden dividir las tareas en sus partes componentes, es evidente que no
hace falta que todas ellas las realicen la misma empresa. Una empresa puede contratar
a otras para que ejecute algunas tareas, en el mismo país o en país diferente. E incluso
puede organizarlo todo para que las piezas necesarias lleguen a otra empresa sólo en
el momento que hagan falta –es lo que se llama just-in-time- de forma que las
empresas ahorren en stocks y almacenaje trasladando los almacenes a las empresas
proveedoras, que asumirán el riesgo. En muchas ocasiones las empresas se dividen en
otras más pequeñas (divisiones). De este modo, y con la excusa de la especialización,
se mejora el control y se aumenta la división entre los trabajadores.
Esta externalización o descentralización productiva permite la subcontratación.
Es decir, una empresa contrata a otra para que bajo sus diseños y sus instrucciones
realice las piezas o las operaciones que la primera necesite. A menudo, la empresa
contratada trabaja sólo para la contratante, con lo que su dependencia de ésta es
total. Por una parte, la primera empresa puede exigir mucho en las condiciones para la
contratada, ya que es su único cliente; por otra parte, si la primera no le contrata, a la
segunda no le queda más remedio que cerrar. Esto hace que normalmente en las
subcontratas las empresas contratantes logren los productos a precios más bajos que
si las hubieran producido ellas, muy a menudo por una presión muy fuerte a la baja en
los salarios de las empresas contratadas. La subcontratación permite también diluir las
responsabilidades de la empresa principal.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
38
Con las tecnologías actuales, cualquiera de estas modalidades se puede llevar a cabo
en cualquier lugar. Por tanto, las grandes empresas analizan el modo de organizar su
producción para obtener el máximo beneficio, combinando las posibilidades que les
ofrece el mundo entero, trasladando sus plantas a donde la mano de obra tenga
salarios más bajos, cotizaciones laborales menores o una mayor "disciplina" laboral, o
los recursos productivos (impuestos, materias primas) sean más baratos, o haya menos
controles al capital (regulaciones ecológicas). Este traslado a otros países con costes
más bajos es a lo que se denomina deslocalización.
Aunque las deslocalizaciones no es nada nuevo, la actual tecnología hace
mucho más fácil poder controlar lo que se hace a distancia y por ello se han hecho
cada vez más frecuentes y más evidentes. Además, la política económica neoliberal ha
influido en la fuerza y aspectos negativos que provoca la deslocalización. En la etapa
anterior a lo que llamamos la crisis de los setenta del siglo XX, los Estados tenían
regulaciones, más o menos estrechas, por lo que las empresas no podían abrir sus
instalaciones, trasladarlas de lugar o cerrarlas sin una vigilante regulación estatal. El
movimiento sindical había logrado que las empresas tuvieran que responsabilizarse,
por lo menos parcialmente, de su personal y no era tan fácil cerrar una empresa y
desaparecer sin más exigencias. Sin embargo, con la denominada desregulación, se
eliminaron regulaciones por la que los estados controlaban la vida económica de sus
países.
Las empresas transnacionales han tejido una red, una arquitectura mundial de
negocios perfectamente entrelazada y que funciona íntegramente gracias a una
sofisticada ingeniaría comercial, contable y financiera. Algunas empresas y
establecimientos productivos localizados en el territorio objeto de estudio son parte
de amplios y poderosos grupos que han realizado este tipo de estrategias. Por tanto, la
localización de estas empresas en la Bahía de Cádiz estaba motivada también por la
búsqueda de beneficio, el mismo fenómeno que les impulsa a trasladarse a otro lugar.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
39
Ahora bien, hay que tener en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, cuando el
capital extranjero comenzó a venir a Andalucía no se deslocalizaba sino que se
expandía. Las economías de los países ricos estaban pasando por un proceso de
expansión de la producción que hacía que se ampliasen empresas en nuevos espacios
para aumentar la producción en ellos sin disminuir la producción en los países de
origen. Esto cambió a partir de la crisis de los setenta, momento en el que disminuye la
expansión de la producción, la tecnología permite producir con menos mano de obra y
son muchos los nuevos territorios que desean integrarse en este sistema
internacionalizado de producción.
La Bahía de Cádiz ha pasado de recibir empresas que se deslocalizaban de otros
territorios a experimentar la deslocalización en sentido inverso, es decir, a que las
empresas se marchen a otros lugares que ofrecen más facilidades. Esto supone en
territorios como el analizado graves consecuencias. Por una parte, empobrecen el
tejido industrial del territorio y, por lo tanto, su capacidad de producir riqueza, ya que
van desapareciendo actividades industriales de importancia. Por otro lado, las regiones
en las que las empresas están situadas, si consisten en regiones de poca densidad
industrial pueden verse convertidas en desiertos económicos y sociales al cerrar
empresas importantes que disminuyen la actividad económica general. Las zonas
desindustrializadas tienen grandes dificultades para rehacerse, y más si no son áreas
de gran tradición industrial, con lo que disminuyen también de forma muy acusada las
perspectivas de futuro para toda el área, especialmente para las poblaciones más
jóvenes.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
40
El mercado de empleo de la Bahía de Cádiz y su entorno
Aspectos introductorios sobre empleo y territorio
El acercamiento al tema del uso de los recursos humanos en la actividad
productiva requiere de un previo esfuerzo de conceptualización. De este modo, se
podrá distinguir y establecer las diferencias existentes entre dos conceptos
fundamentales para la ciencia social en general y para el objeto de estudio de trabajo
en particular, como son trabajo y empleo.
Se denomina trabajo a la ejecución de tareas que suponen un gasto de esfuerzo
mental y físico, y que tienen como objetivo la producción de bienes y servicios para
atender las necesidades humanas. Por tanto, existen diversas formas de trabajo que
pueden dividirse en dos grandes grupos, a saber: el mercantilmente remunerado y el
no remunerado monetariamente. El empleo, por su parte, es el trabajo mercantil
remunerado y puede distinguirse dos tipos, el empleo asalariado y el empleo
autónomo. Por otro lado, dentro del trabajo no remunerado monetariamente se
puede distinguir el trabajo doméstico (reproductivo o de cuidado de los demás) y el
trabajo voluntario. Por tanto, en la mayoría de estudios y análisis socioeconómicos se
hace referencia al término de empleo pues casi nunca se tiene en cuenta el trabajo no
remunerado monetariamente (doméstico o voluntario).
El estudio del empleo consiste en analizar el encuentro entre la empresa o
unidad productiva y el trabajador –recurso humano o fuerza de trabajo-. En este
encuentro existen varias fases relevantes, como son la producción, la movilización, el
intercambio y el uso de los recursos humanos o fuerza de trabajo (Banyuls y Cano,
2001). La producción consiste en la adquisición por parte del trabajador de ciertas
características y comportamientos relevantes para su participación en el proceso
productivo. Por su parte, la movilización de la fuerza de trabajo o recursos humanos
consiste en el proceso social de designación o reconocimiento de una persona como
“trabajador” -el paso de población inactiva a población activa-. Al hacer referencia al
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
41
uso de los recursos humanos se alude a una serie de prácticas de control que realiza la
empresa para obtener un comportamiento laboral satisfactorio. A su vez, el
intercambio en el mercado de empleo está mediatizado por múltiples elementos
(sindicatos, Estado, organizaciones empresariales). Por tanto, la compraventa en este
mercado no está regulada del todo por la ley de la oferta y la demanda.
Esto hace que el concepto de “mercado de trabajo” provoque muchas reservas
para gran número de autores (Prieto, 1989). El mercado o mecanismo de regulación
mercantil no refleja del todo la realidad social de la movilización de la fuerza de
trabajo. Por ello, existen diversas escuelas que proponen dejar de hacer referencia al
mercado de trabajo como un mercado tal cual. En primer lugar, se encuentra el
mercantilismo reformado o segmentarismo, que sugiere que se hable de mercado de
trabajo en plural, es decir, “mercados de trabajo”. En segundo lugar, existe la posición
radical de la negación del mercado de trabajo y se plantea hablar de una “teoría de la
movilización”. En tercer lugar, el multirregulacionismo recomienda considerar al
mercado como un mecanismo de regulación más a añadir a la “reciprocidad”, “la
organización” y el “intercambio político”. A pesar de todo ello, se continúa hablando
de mercado, seguramente porque ninguna de estas propuestas son lo suficientemente
convincentes3.
En este estudio se hablará de mercado de empleo. De este modo, se distingue
lo que es el trabajo mercantil del que no lo es y se hace referencia a la compraventa de
recursos humanos o fuerza de trabajo, aunque este intercambio no se rija de forma
estricta, ni mucho menos, por la ley de la oferta y la demanda.
La producción, movilización, intercambio y uso de los recursos humanos son
procesos que cobran pleno sentido en el territorio, pues ahí es donde se concretan los
elementos y fases que caracterizan a la relación social de empleo. El mercado de
empleo se asienta en un territorio, que es el lugar donde tienen lugar tanto la actividad
productiva como las relaciones sociales. Por tanto, es de gran interés el análisis del
mercado de empleo en su contexto institucional y territorial más inmediato.
Ahora bien, tal y como dice Carlos Prieto, “las cosas están ahora más claras; quizá porque estén un poco más
racionalmente confusas”
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
3
42
De ahí surge el concepto de “mercado territorial de empleo”. Las áreas locales
son consideradas como las unidades geográficas en donde se asienta el proceso de
producción, crecimiento y/o desarrollo, y donde se llevan a cabo los cambios en el
mercado de empleo. Los mercados de empleo son específicos en cada momento y
lugar. Este concepto permite integrar en el análisis tanto factores internos como
externos, es decir, procesos sectoriales de reestructuración nacionales e
internacionales más amplios.
43
El mercado local de empleo es el espacio en el que las empresas buscan
trabajadores y en el que trabajan de forma asalariada la mayoría de las personas
residentes. Lo integra el conjunto de las compras y ventas de recursos humanos
vinculadas al territorio. Por tanto, contempla el conjunto de los flujos de recursos
humanos desde y hacia el territorio.
La principal dificultad en la limitación de un mercado territorial de empleo
radica en su carácter subordinado de los mercados territoriales de orden superior. El
conjunto de las actividades productivas en el marco local corresponde, en gran
medida, a un segmento del proceso global de producción y, por tanto, de la división
social del empleo dentro de la comunidad más extensa.
La demanda laboral estaría integrada por los empleos o puestos de trabajo que
las empresas, establecimientos o unidades productivas locales pretenden cubrir.
Depende o está en función de la estructura productiva y empresarial local y de las
prácticas de contratación e interrelaciones existentes en el tejido empresarial del
territorio. El criterio de delimitación sería, por tanto, el desarrollo de las actividades
económicas en el interior del territorio. Por tanto, consiste en el conjunto de compras
de recursos humanos, con independencia de que los trabajadores sean o no residentes
en el municipio.
La oferta de empleo la conforman los trabajadores locales, influidos el sistema
formativo y de valores locales, vinculados a su vez a la estructura productiva local. Se
trata del conjunto de las ventas de recursos humanos de los residentes, con
independencia de que las actividades laborales se realicen o no en el interior del
territorio.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
La participación de los recursos humanos es una condición necesaria para el
nacimiento, crecimiento o mantenimiento de cualquier actividad económica en
general, y de un sistema territorial de producción en particular. Por tanto, es de gran
relevancia conocer los mecanismos por los cuales se genera, produce o moviliza la
mano de obra o recursos humanos necesarios.
El estudio del mercado de empleo permite una aproximación rigurosa y rica,
desde el punto de vista descriptivo, al funcionamiento de la economía y contribuye al
conocimiento de la estructura económica territorial. También la evolución de las
variables que lo componen suministra información sobre la evolución de la actividad
económica y sobre las transformaciones económicas sectoriales. Junto a la cantidad de
empleo conviene también conocer los aspectos cualitativos de los recursos humanos
(nivel de formación).
Por último, hay que tener en cuenta que los procesos descentralizadores de los
nuevos modelos de organización del trabajo tienen como consecuencia inmediata
incrementar las diversas formas de empleo flexible. Se produce un creciente trasvase
de empleo desde el mercado primario (regulado mediante negociación colectiva y
caracterizado por cierta estabilidad y calidad), hacia un mercado secundario
(caracterizado por la contratación temporal y a tiempo parcial, el autoempleo o el
trabajo domiciliario y la economía sumergida) (Méndez y Caravaca, 1999).
La flexibilidad laboral es un elemento central en el estudio actual de la gestión
de los recursos humanos. Existe una gran pluralidad de políticas de flexibilidad. Esto
hace que resulte difícil comparar la flexibilidad de diversos territorios, ya que cada
estructura económica territorial ha tendido a utilizar en mayor medida un tipo u otro
de flexibilidad. En este sentido, también es muy relevante el análisis de la flexibilidad
desde el punto de vista de los mercados territoriales de empleo.
Atkinson y Streeck realizan una tipología sobre los usos de los recursos
humanos en base a las estrategias de flexibilidad realizadas por las empresas. Estos
autores distinguen entre la flexibilidad externa (subcontratación de servicios) y la
interna. Mediante la flexibilidad externa, las unidades productivas eliminan servicios
propios y subcontratan dichos servicios a pequeñas empresas y a trabajadores
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
44
autónomos. De esta forma, se consiguen objetivos empresariales como la
externalización de costes laborales, el logro de una mayor flexibilidad en la gestión de
personal, aminorar el efecto de presión derivado de la concentración de la mano de
obra, reducir la presión sindical e introducir la lógica de la disciplina de mercado.
La flexibilidad interna, por su parte, se puede dividir en la flexibilidad numérica,
la funcional y la salarial. La flexibilidad numérica hace referencia al ajuste entre empleo
y producción y da lugar a la consolidación de la contratación temporal y la realización
de “horas extras” y diversos turnos. Mediante la flexibilidad funcional se introduce la
movilidad en los puestos de trabajo y mediante la salarial se lleva a cabo una
diferenciación de la plantilla de trabajadores según segmentos salariales. Los tres tipos
de flexibilidad interna tienen consecuencias en las relaciones laborales pues dan lugar
a la diversificación de intereses y a la heterogeneidad laboral.
En la actualidad es objeto de debate el nuevo concepto de "flexiseguridad". La
Comisión Europea ha presentado un Libro Verde en el que pretende “plantear un
debate público en la UE sobre cómo modernizar el Derecho Laboral para sostener el
objetivo de la Estrategia de Lisboa de crecer de manera sostenible, con más y mejores
empleos”. En este debate se aborda “la función que podría desempeñar el Derecho
Laboral para promover una flexiseguridad que propicie un mercado de trabajo más
equitativo, más reactivo y más inclusivo”. La orientación de fondo que se propone
desde la Comisión Europea es la utilización del derecho del trabajo como instrumento
de creación de empleo y de mantener el nivel de ocupación en un espacio
determinado. El debate se centra en términos de inclusión (y de exclusión) en el
mercado, de flujos de entrada y de salida, más que en términos de derechos y de
intensidad de la protección prestada por el ordenamiento jurídico. El modelo que
desde las instancias comunitarias se busca consiste en eliminar la protección que se
brinda en el interior de la relación laboral, y muy en especial las tutelas frente al
despido o la contratación temporal, a cambio de una adecuada protección frente al
desempleo. De esta forma, el binomio flexibilidad/seguridad o flexiseguridad se
concretaría concentrando la primera en la relación laboral y dejando que la seguridad,
ya no predicable de la relación de empleo, se alcance en el sistema de protección por
desempleo.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
45
Además de la flexibilidad laboral, se está produciendo una creciente
individualización de las relaciones laborales. La descentralización productiva, la
amenaza de deslocalización, la crisis estructural del empleo o la desregulación del
mercado laboral son procesos que explican la intensificación de la fractura laboral y
diferenciación de los trabajadores en base a su situación relativa en la trama
productiva. Las condiciones de empleo y de relaciones laborales varían según se esté
ubicado en empresas que ocupan posiciones centrales (hegemónicas) o más o menos
periféricas (dependientes) en el entramado productivo. La fragmentación del obrero
colectivo va a dar lugar a diferencias en cuanto a condiciones de empleo, relaciones
laborales y capacidad de respuesta colectiva (Castillo, J.J., 1988; Gil, 2000).
La descomposición, fragmentación y diversificación del conjunto de los
trabajadores ha quebrado la capacidad potencial de representación y acción sindical.
En gran medida, la descentralización ha servido para aminorar la fuerza de los
sindicatos. Estas organizaciones se encuentran con que la acentuación de la
segmentación del mercado de empleo en los últimos años ha comportado la
fragmentación y diversificación de los intereses, lo que cuestiona la viabilidad y eficacia
de la gestión centralizada de la negociación colectiva. Aparecen nuevas formas de
regulación jurídico-institucional, formas de regulación parciales y descentralizadas en
el territorio, como la meso-concertación y la microconcertación.
Los mercados territoriales de empleo de Andalucía
La evolución del mercado de trabajo en Andalucía es similar al español y los dos
se caracterizan por una baja tasa de actividad y unas considerables tasas de paro y
temporalidad. Si se compara las cifras con las de la Unión Europea, tanto el mercado
de empleo nacional como el regional se caracterizan, a grandes rasgos, por una baja
tasa de actividad y unas altas tasas de paro y temporalidad. Por tanto, los problemas
del mercado de trabajo andaluz son muy similares a los que padece España en su
conjunto, si bien los niveles de desempleo son más graves en Andalucía que en España.
A ello han contribuido las reformas de corte neoliberal de la regulación laboral
española, según las cuales el desempleo sólo puede atajarse con políticas de
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
46
moderación salarial y la desregularización y flexibilización del mercado de empleo.
Además, el tipo de especialización productiva de la economía andaluza, donde
sectores como el primario y ramas de actividad como el turismo y la industria
agroalimentaria juegan un papel esencial, conlleva un mayor componente estacional
en la contratación. Por otro lado, la negociación colectiva es un claro signo de
existencia de unas condiciones laborales de calidad. Mediante este mecanismo se
iguala el poder de negociación de las dos partes que componen la relación laboral. Por
tanto, es muy significativa la diferencia de casi veinte puntos existente entre Andalucía
y el resto del Estado español en cuanto al porcentaje de trabajadores afectados por
negociación colectiva respecto a los asalariados. De ahí se puede deducir la mayor
individualización de las relaciones laborales en la Comunidad Autónoma andaluza y,
por tanto, la mayor desprotección de los trabajadores de esta región.
Todo lo anterior supone la existencia en Andalucía de un modelo de flexibilidad
que algunos autores han denominado “flexibilidad en el margen”, ya que se trata de
una flexibilidad cuyos costes recaen sobre los que acceden al empleo y no sobre los
que están contratados de forma indefinida. Así se genera una intensa dualidad en el
mercado de trabajo, en la que se establece una línea divisoria entre los trabajadores
fijos y eventuales. Los resultados son la polarización social e informalización, y la vuelta
en muchos casos a la vieja disponibilidad temporal sin límites. En un marco como el
actual de escasez y estacionalidad de puestos de trabajo la combinación de presiones
competitivas y empleo temporal refuerzan el poder empresarial, la individualización de
las relaciones laborales y la consiguiente pérdida de autonomía personal de los
trabajadores.
En relación con el concepto de mercado territorial de empleo, y en referencia al
ámbito de estudio de este trabajo, hay que tener en cuenta que Andalucía es muy
diversa económica, social y territorialmente4. Esa diversidad hace que sea conveniente
dividir el territorio para poder tener en cuenta esa multiplicidad de espacios, cada uno
4
La diversidad territorial de Andalucía es uno de los principios reflejados en el Plan de Ordenación del
Territorio de Andalucía, aprobado por Decreto 206/2006 de 28 de Noviembre. Su elaboración y
aprobación se ha realizado conforme a lo establecido en la Ley 1/1994, de 11 de enero, de Ordenación
del Territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía; el Decreto 83/1995, de 28 de marzo, por el que
se acuerda su formulación, y el Decreto 103/1999, de 4 de mayo, por el que se aprueban las Bases y
Estrategias del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, documento en el que se fundamenta.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
47
con unas peculiaridades que afectan a sus rasgos humanos y estructuras productivas
particulares. La diversidad territorial de Andalucía provoca la existencia de gran
multiplicidad de características de los mercados territoriales de empleo andaluces.
Esta complejidad aporta un elevado grado de riqueza al conjunto de flujos de fuerza de
trabajo existentes en la comunidad.
En las Bases y Estrategias del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía se
establecieron las grandes áreas subregionales en el contexto de la ordenación
territorial. Estas grandes áreas subregionales son las siguientes: Áreas Urbanas, Litoral,
Áreas Agrícolas Interiores y Áreas de Montaña. Las primeras son ámbitos territoriales
entre 200.000 - 1.100.000 habitantes, a saber: Sevilla, Málaga, Bahía de Cádiz-Jerez,
Granada, Córdoba, Almería, Córdoba, Jaén y Bahía de Algeciras. En cada una de ellas se
integran, junto con la ciudad principal, un conjunto de núcleos directamente
vinculados por funciones y actividades comunes, que conforman procesos de
aglomeración urbana y que en algunos casos adoptan un funcionamiento característico
de áreas metropolitanas. En estos ámbitos se concentran las actividades industriales y
de servicios de la región, además de ser los principales centros de demanda en
general, y de fuerza de trabajo en particular. El crecimiento de las economías urbanas
ha supuesto una intensa transformación territorial y problemas como la presión a los
recursos naturales y la congestión urbana (deseconomías de escala). Estas dificultades
provocan que cada día sean más importantes las ciudades medias para la difusión
territorial del desarrollo económico.
El segundo ámbito territorial considerado, el litoral, es el que ha tenido
mayores transformaciones recientes. En él se localizan los sectores y actividades
económicas más competitivas de la región: puertos, complejos energéticos e
industriales, turismo y nuevas agriculturas. Existen tres tipos de ámbitos, a saber: áreas
turísticas especializadas, áreas de agricultura de exportación y mixtas. Estas cuestiones
son muy relevantes a la hora de analizar los mercados de trabajo locales de estos
espacios, en los que la movilidad de la fuerza de trabajo es muy intensa.
Por otro lado, las Áreas Agrícolas Interiores son ámbitos localizados en la
depresión del Guadalquivir y en las hoyas intrabéticas. Son muy importantes las
ciudades medias o agrociudades (20.000-50.000 habitantes) y las pequeñas ciudades
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
48
(más de 5.000). La estructura productiva se caracteriza, en general, por la agricultura
comercial, tecnificada y especializada. Se pueden distinguir los siguientes ámbitos
territoriales: a) campiñas bajas, con monocultivos herbáceos (cereales y plantas
industriales); b) campiñas altas, con monocultivo de olivar; c) vegas de regadío
(Guadalquivir y vegas intrabéticas) con frutales y cultivos industriales. En la mayor
parte de estas zonas existe una mínima industria agroalimentaria, e incluso en algunos
pueblos tienen relevancia las industrias del aceite, aceituna de mesa, cárnicas o dulces
49
navideños.
Por último, las áreas de Montaña incluyen Sierra Morena y las Cordilleras
Béticas. Aunque tienen escasa importancia económica, son esenciales desde un punto
de vista social, territorial y ambiental. La estructura productiva se caracteriza por el
aprovechamiento de recursos de montaña, ya sea de agricultura y ganadería extensiva,
o todo lo que rodea al bosque o la caza. En general, existe una fuerte crisis de las
economías tradicionales, con una relevante aportación exterior de rentas. Poco a poco
se ponen de manifiesto las funciones estratégicas que deben asumir estos espacios
como son el turismo, la artesanía, la agricultura de calidad o las actividades de
preservación de la biodiversidad y los recursos naturales (en especial, la reserva de
agua). Existen diversos ámbitos económicos, a saber: a) las dehesas y monte
mediterráneo, con Sierra Morena, Serranía de Ronda y entorno; b) las áreas forestales
de alto valor ecológico y turístico, en especial Sierra Nevada y la zona de CazorlaSegura; c) el monocultivo olivarero en las subbéticas; y d) la agricultura y ganadería
extensiva con clima semiárido en Penibética de Granada, Málaga y Almería.
Las cuatro áreas subregionales se complementan con subunidades, el sistema
de ciudades y grandes comarcas que componen el "Esquema básico de Articulación
Regional". Las unidades litorales son el litoral atlántico, el litoral mediterráneo
occidental y el mediterráneo oriental. Por otro lado, las unidades interiores de regadío
con presión urbana se dividen en dos zonas: la Vega del Guadalquivir, por un lado, y las
Hoyas Intrabéticas, por otro. Además de las de regadío, también existen unidades
agrícolas interiores con predominio de secano o campiñas (baja y alta). Por su parte,
las unidades forestales con predominio de manejo de conservación y uso sostenido de
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
recursos del monte son Sierra Morena, Cazorla-Segura, Sierra Nevada y la Bética
Occidental (Serranía de Ronda).
En otro sentido, existe la posibilidad de establecer una tipología de núcleos y
asentamientos. En este caso, y en primer lugar, se encontrarían los "centros
regionales" o "grandes ciudades", que no son más que las nueve áreas metropolitanas
o asentamientos de población con más de 100.000 habitantes. Son los núcleos de
población con un crecimiento más intenso durante todo el siglo XX. Por otro lado, se
encuentran las "ciudades medias" o "ciudades de tamaño medio", con una población
que oscila entre los 20.000 y los 100.000 habitantes. Estos asentamientos han tenido
un crecimiento continuado a lo largo del siglo XX. En tercer lugar aparecen los "centros
rurales" o "pequeñas ciudades", que rondan entre los 5.000 y los 20.000 habitantes, y
que pierden población hasta 1980 y en las últimas décadas tienen síntomas de
recuperación. Por último, los "asentamientos o núcleos rurales" de menos de 5.000
habitantes, que pierden población y disminuyen en número.
Las tendencias de la evolución territorial de Andalucía se podían resumir en una
serie de puntos. Por un lado, destaca el proceso de consolidación del conjunto de
grandes ciudades o procesos de formación de ámbitos metropolitanos, así como el
desarrollo de un potente tejido urbano litoral. Por otro lado, se ha producido el
mantenimiento de la importancia estructural de las ciudades de tamaño medio en el
interior de la región, en las “Áreas Agrícolas Interiores”, producto de la modernización
de la estructura productiva de las tradicionales “agrociudades”. Las “Áreas Agrícolas
Interiores” de Andalucía se han ido configurando como zonas intermedias entre las
principales áreas urbanas y el territorio rural de las áreas de montaña,
caracterizándose por un marcado carácter equilibrador. Por último, se ha producido
una pérdida de población en las áreas de montaña.
En definitiva, desde mediados del siglo XX y hasta esta primera década del XXI,
se han acelerado los procesos de transformación territorial de Andalucía, que explican
el modelo desigual de desarrollo socioeconómico de sus diferentes áreas y la evolución
de la población y el poblamiento. Por eso es tan importante y pertinente operar con
categorías como “mercado territorial” o “mercado local”, en referencia tanto al
conjunto de intercambios mercantiles de diverso tipo que tienen lugar en un territorio
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
50
o localidad específicos a lo largo de un periodo dado de tiempo, como a los
intercambios de fuerza de trabajo en particular.
Características básicas y evolución del mercado de empleo de la Bahía de Cádiz y su
entorno
En principio, se toma como fuente los valores censales correspondientes al año
2001 (Fuente: Censo de Población. INE), por su solidez como información estadística y
porque facilita una visión a largo plazo de las principales magnitudes del mercado de
trabajo, captando sus tendencias (Población total, Población activa, Población ocupada
y Población parada). Posteriormente se actualizarán algunos datos, según su
disponibilidad, y se ampliarán el número de variables y características a tratar.
Comparativa con la provincia y la Comunidad Autónoma y el conjunto del Estado
El territorio objeto de estudio5 tenía en 2001 un volumen de población activa
de 299.585 personas, el tamaño de su mercado de empleo representaba el 61,8% por
ciento del mercado de empleo provincial. Este porcentaje coincide con el porcentaje
de la población del territorio respecto a la provincia (62,0%).
Los municipios con mayores tasas de actividad eran Trebujena (58,1%), Algar
(56,3%), Chipiona y El Puerto de Santa María (55,8 por ciento), Puerto Real (55 por
ciento) y Rota (55,1 por ciento); y el de menor tasa San Fernando (50,8 por ciento).
Municipio
Trebujena
Algar
Chipiona
Puerto de Santa María (El)
Sanlúcar de Barrameda
Puerto Real
Rota
Chiclana de la Frontera
Jerez de la Frontera
San José del Valle
Cádiz
San Fernando
12 municipios seleccionados
Tasa de actividad 2001
58,1
56,3
55,8
55,8
55,5
55,1
55,1
54,4
53,6
52,9
51,5
50,8
53,5
Algar, Cádiz, Chiclana de la Frontera, Chipiona, Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María, Puerto Real, Rota,
San Fernando, Sanlúcar de Barrameda, Trebujena y San José del Valle.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
5
51
Provincia de Cádiz
CCAA Andalucía
Fuente: Censo de población. IEA. 2001
54,0
54,7
La población ocupada era de 214.706 trabajadores. Su peso en el ámbito
provincial equivale al 62,6%, (ligeramente superior) al peso que le correspondía según
la población activa (en medio punto porcentual). Se puede interpretar como una
capacidad ligeramente superior de generar empleo por parte de la economía de la
Bahía de Cádiz en relación con la provincia.
La tasa de empleo (toma como referencia la población en edad de trabajar) del
territorio objeto de estudio era del 38,4 por ciento, ligeramente superior a la tasa
provincial (38,2 por ciento). Por tanto, se mueve en niveles similares a la tasa media de
empleo de los principales municipios de la provincia, no existiendo diferencias
significativas entre Bahía de Cádiz-Jerez y su entorno. Las mayores tasas de empleo se
observan en Rota (42,7) y Chiclana de la Frontera (40,8).
La tasa de ocupación (su referencia es la población activa) de la Bahía de CádizJerez en 2001 era del 71,7 por ciento, superior a la tasa provincial, que se sitúa un
punto por debajo (70,7 por ciento). Los municipios con mayores tasas de ocupación
eran Rota (77,5 por ciento) y Chiclana (75 por ciento).
Tasa de empleo Tasa de ocupación
Municipios
2001
2001
Rota
42,7
77,5
Chiclana de la Frontera
40,8
75,0
Puerto de Santa María (El)
39,9
71,5
Jerez de la Frontera
39,1
72,9
Puerto Real
38,1
69,2
Chipiona
37,9
68,0
Algar
37,4
66,5
Sanlúcar de Barrameda
37,0
66,6
San Fernando
36,8
72,5
Cádiz
36,7
71,2
Trebujena
36,4
62,6
San José del Valle
34,3
64,9
12 municipios seleccionados
38,4
71,7
Fuente: Censo de población. IEA. 2001
Es interesante la comparación entre los valores de la tasa de empleo y la tasa
de ocupación. En dichas tasas sólo cambia el denominador. Para la tasa de empleo la
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
52
referencia es la población total mayor de 16 años. Para la tasa de ocupación la
referencia es la población activa.
La población parada. Cuantificar la población parada, el porcentaje provincial y
compararlo al porcentaje equivalente de empleos. Así se ve si tiene una relativa
capacidad generar empleo aunque su porcentaje de parados se mantenga también en
niveles altos.
Ver comparativa del peso provincial de la población parada respecto al peso de
su población en el total provincial.
Municipios
2.036
531
5.007
Población de 16 y
más años parados
2001
1.217
268
2.357
24.148
9.620
17.622
10.923
8.566
19.319
57.872
1.198
41.554
25.930
214.706
342.933
2.500.360
8.825
4.866
2.493
6.431
21.520
647
16.779
9.856
84.879
142.000
755.854
Población de 16 y
más años ocupados 2001
Trebujena
Algar
Chipiona
Puerto de Santa María
(El)
Sanlúcar de Barrameda
Puerto Real
Rota
Chiclana de la Frontera
Jerez de la Frontera
San José del Valle
Cádiz
San Fernando
12 municipios
Provincia de Cádiz
CCAA Andalucía
Fuente: Censo de población. IEA. 2001
La tasa de paro tiene la cualidad de reflejar de forma sintética la situación del mercado
de empleo y sus insuficiencias. En la zona de estudio, la tasa de paro en el año 2001
era del 28,3 por ciento, inferior a la de la provincia de Cádiz (29,3 por ciento). Respecto
al resto de municipios los datos son los siguientes: Rota (22,5 por ciento), Chiclana (25
por ciento), San Fernando (27,5 por ciento), El Puerto de Santa María (28,5 por ciento)
y Puerto Real (30,8 por ciento). La tasa de paro de los municipios de la Bahía de CádizJerez y de su entorno se mueve por valores medios similares. Esto nos indica que el
problema del paro no es sólo de ámbito local puesto que se extiende al conjunto de la
provincia.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
53
En resumen, la fotografía del mercado de empleo del territorio analizado en el
año 2001 refleja los siguientes aspectos:

Importancia de la zona Bahía de Cádiz-Jerez en cuanto al tamaño de su
mercado de trabajo, en correspondencia con su peso poblacional en el
contexto provincial.

Tasa de actividad relativamente baja pero similar a la de los municipios del
entorno.

La población ocupada de la zona Bahía de Cádiz-Jerez alcanzaba el 62,6 por
ciento del total provincial, en consonancia con el peso de su población total y
su población activa.

La población parada de la zona Bahía de Cádiz-Jerez suponía el 59,7 por ciento
del total provincial. Su tasa de paro es elevada y similar a la tasa media de los
municipios de su entorno.
Una de las cuestiones planteadas es la del flujo de población en edad de
trabajar que efectivamente se incorpora al mercado de empleo, es decir, se convierte
en población activa. Estas incorporaciones han sido relativamente débiles en el caso de
la Bahía de Cádiz-Jerez, siempre en relación con lo que ocurre en el entorno. La
población activa de este territorio en los diez años que va de 1991 a 2001 aumenta un
26,8% (muy similar al 25,9% del conjunto provincial). Los municipios gaditanos en los
que la población activa aumentó en un porcentaje mayor fueron Los Barrios (71,0%),
Chiclana de la Frontera (66,9%) y Puerto Real (56,7%). Cádiz fue el municipio en el que
observa un incremento menor (3,2%).
Lo anterior también se manifiesta en la evolución de la tasa de actividad de la
Bahía de Cádiz-Jerez. Esta tasa aumentó un 10,60%, frente a un 10,70% de la provincia,
en el periodo 1991-2001. Por tanto, la situación de baja tasa de actividad es un
fenómeno que se arrastra desde un largo periodo de tiempo y las mejoras en esta
variable han sido muy débiles como demuestran su evolución temporal.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
54
La evolución de la población ocupada en la zona Bahía de Cádiz-Jerez y de la
provincia de Cádiz es muy similar. En el periodo 1991-2001 se incrementó en un 33,9%,
en línea con la evolución de la provincia (32,9%). Sin embargo las diferencias entre los
municipios del área de estudio son significativas:

Entre los más dinámicos están Chiclana (78,7%), Puerto Real (57,7%) y Puerto
de Santa María (53,6%).

A un nivel intermedio, pero por encima de la media, los municipios de Rota
(39%), San Fernando (32,5%) y Jerez (32,2%).

Mención aparte merece la tímida evolución de la ciudad de Cádiz (2,7%).
En cuanto a la población parada, el número de parados en la zona de estudio
aumentó un 11,9% en el periodo 1991-2001. Esta evolución desfavorable se reproduce
en el cálculo provincial, observándose un incremento de un 11,7% en la provincia de
Cádiz. No obstante, las diferencias entre los municipios de la aglomeración urbana
gaditana son notorias. En la mayoría de los municipios de la zona de estudio, excepto
en el caso de Cádiz (4,3), Jerez (-8,7), Algar (-9,8), el incremento de la población parada
es superior al incremento provincial, destacando el caso de Puerto Real con un
incremento del 54,9%.
Respecto a las diferencias que existen entre hombres y mujeres en las variables
básicas del mercado de empleo, hay que comenzar diciendo que el porcentaje de
población activa de mujeres en la zona de la Bahía de Cádiz-Jerez, en el año 2001, era
del 22,7 %, casi 4 puntos por debajo del dato provincial (26,3%). Esta cifra evidencia un
desigual grado de incorporación de la mujer en el mercado de empleo. Analizando la
evolución, si se tiene en cuenta que en 1986 el porcentaje era del 22,9% y en 1991 del
29,5%, se puede observar cierto estancamiento en la zona de estudio, incluso
retroceso (el dato de 2001 es 2 décimas inferior al de 1986).
Desde el punto de vista del empleo, la diferencia entre hombres y mujeres se
amplía. En la zona de estudio el porcentaje de población ocupada femenina fue del
32,5% en 2001, casi diez puntos por encima de lo que ocurría con la población activa.
Este dato coincide con el total provincial (31,5%). Se observa una evolución favorable
hacia un mayor grado de participación femenina en el empleo. Desde el 20% de 1986
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
55
hasta el 24,6 por ciento de 1991 y el valor actual, el porcentaje mejora 12,5 puntos en
los quince años analizados.
La evolución en términos absolutos de la población ocupada según sexo
permite descubrir tendencias algo más positivas. En el periodo 1991-2001 el
crecimiento del empleo femenino ha sido más intenso que el masculino. En la zona de
la Bahía de Cádiz-Jerez la población ocupada femenina se incrementó en un 77,2%en el
periodo (desde las 39.397 ocupadas de 1991 hasta las 69.800 de 2001) frente al
crecimiento de la población ocupada masculina en un 19,8%. Este fenómeno es común
a todos los municipios de la aglomeración urbana aunque con diferentes intensidades.
En el año 2001, el porcentaje de población parada femenina en los 12 municipios
analizados era del 47,9%, observándose valores muy similares a los provinciales. El
porcentaje de mujeres en la población parada de Jerez evolucionó desde el 28,5% en
1986 hasta el 40% en 1991 y el valor actual.
La evolución de la población parada entre 1991-2001 termina por acentuar los
efectos del desempleo en las mujeres. Si bien es cierto que al aumentar la
participación femenina en el mercado de empleo era lógico que aumentara el volumen
de paradas, lo que ocurre es que el fenómeno anterior se da pero con mayor
intensidad que en el colectivo masculino. En el caso de la zona de la Bahía de CádizJerez, la población parada disminuyó entre 1991-2001 entre el colectivo de hombres
(desde 45.542 parados en 1991 hasta 44.197 en el año 2001) y aumentó en el de
mujeres (desde 30.319 paradas en 1991 hasta 40.682 en el año 2001). Se registra un
incremento de la población parada femenina en un 34,18% en el periodo y una
disminución en la población parada masculina en un 2,9%. En el ámbito provincial la
evolución desigual aún es más acusada: aumento de la población parada femenina en
un 38,04% y un descenso en la masculina del 5,1%.
Los mayores efectos del desempleo sobre las mujeres se ponen en evidencia si
se observa las tasas de desempleo. En 2001, la tasa de paro femenina en la zona de
estudio era del 36,8% frente al 23,4% de la masculina, una diferencia de 13,5 puntos
porcentuales. En más de la mitad de los municipios analizados esta diferencia llegaba a
ser aún mayor: Rota (18,5 puntos porcentuales), Puerto Real (16,9 puntos
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
56
porcentuales), San Fernando (16,8 puntos porcentuales) y Chiclana (16,1 puntos
porcentuales).
El empleo, el desempleo y la formación en la Bahía de Cádiz y su entorno
La evolución de los ocupados en la provincia de Cádiz para el período temporal más
próximo
Aprovechando la similitud en el comportamiento del empleo entre la provincia
de Cádiz y Jerez durante el periodo 1991-2001, se introduce el estudio de la evolución
de los ocupados en la provincia de Cádiz en el periodo 1993-2004. Con ello se obtendrá
un punto de vista global sobre el entorno de Jerez. Se pretende comparar la
generación de empleo de la provincia con lo ocurrido en Andalucía y España. La
finalidad es catalogar la intensidad con la que se genera empleo en la provincia e
indagar sobre el comportamiento cíclico de esta variable.
Los datos del siguiente cuadro evidencian que la economía de Cádiz ha sido
capaz de crear empleo a un ritmo casi idéntico al de la economía española: en el
periodo 1993-2004 la tasa media anual de crecimiento del empleo de Cádiz fue del 3,3
por ciento. Andalucía tuvo un comportamiento más dinámico, con una tasa anual
media del 3,8 por ciento en el periodo.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
57
A lo largo del periodo, Cádiz pasó de los 250.000 ocupados de 1993 a los 357.471 del
año 2004, un incremento total del 42,9 por ciento, ligeramente superior al de España
(41,2 por ciento) y por debajo del de Andalucía (51,3 por ciento).
En consecuencia, los ritmos de generación de empleo de la economía de Cádiz
se asemejan a los de la economía española. Pero el perfil cíclico de la evolución de las
ocupaciones, expresado en tasas de variación, en el caso de Cádiz presenta algunas
diferencias con el de España: desde 1997 hasta 2000 las tasas de variación de Cádiz se
mueve en consonancia con la de España pero por debajo de su nivel; desde el año
2000 hasta 2004, se sitúa por encima de la tasa española y su perfil en los dos últimos
años es bien distinto puesto que rebasa en el año 2003 a la tasa española y en 2004
llega a superar a la andaluza.
En el territorio objeto de estudio, las ocupaciones en el periodo 2000-2004
evolucionaron (de forma muy positiva), incrementándose en un 30,1 por ciento. Casi
duplica el crecimiento de las ocupaciones de la provincia de Cádiz (recordar que esta
provincia en este periodo había experimentado un fuerte crecimiento respecto a
España y Andalucía). En el año 2004, el número de colocaciones en Jerez era de 59.628
personas. Los incrementos anuales de 2002 y de 2004 son muy positivos.
Los contratos registrados en el periodo temporal más próximo para los que hay datos.
Contratos registrados en el periodo 2008-2005
Municipio
Algar (**)
Cádiz (*)
Chiclana de la Frontera (*)
Chipiona (*)
Jerez de la Frontera (*)
Puerto de Santa María (El) (*)
Puerto Real (*)
Rota (*)
San Fernando (*)
Sanlúcar de Barrameda (*)
Trebujena (*)
San José del Valle (**)
Selección 12 municipios (* y **)
Provincia de Cádiz
Año
2008
2007
2006
2005
634
726
668
677
65.293 62.687 65.473 59.887
24.911 29.137 28.262 25.969
8.878 10.086 10.480 10.097
107.565 126.430 129.065 123.236
35.114 40.025 40.868 39.216
16.435 18.597 16.758 16.861
11.895 12.846 12.951 11.448
18.901 19.880 19.518 19.773
24.800 27.478 28.087 27.231
2.716
2.856
2.986
2.696
1.309
3.374
3.563
3.471
318.451 354.122 358.679 340.562
488.559 544.378 551.549 523.357
TV
2008-05
-6,4
9,0
-4,1
-12,1
-12,7
-10,5
-2,5
3,9
-4,4
-8,9
0,7
-62,3
-6,5
-6,6
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
58
Fuente: SIMA 2008. IEA
Se completa el estudio de la evolución del empleo con las cifras más recientes
sobre contratos registrados, que son las correspondientes al periodo 2005-2008. A lo
largo del periodo el número de contratos se redujeron en un 6,5 por ciento, un valor
ligeramente inferior al dato provincial.
Contratos registrados por tipo.2005
Chiclana de la Frontera
San Fernando
Puerto de Santa María (El)
Rota
Cádiz
Puerto Real
Jerez de la Frontera
Sanlúcar de Barrameda
Chipiona
Trebujena
Algar
San José del Valle
selección 12 municipios
Provincia de Cádiz
Fuente: SIMA 2005. IEA
Contratos
registrados.
Indefinido 2005
1805
1068
2012
557
2803
644
4339
790
227
51
8
17
Contratos
registrados.
Temporal 2005
24164
18705
37204
10891
57084
16217
118897
26441
9870
2645
669
3454
14.321
22157
326.241
501200
59
% contratos
indefinidos
6,95
5,40
5,13
4,87
4,68
3,82
3,52
2,90
2,25
1,89
1,18
0,49
4,20
4,23
El análisis de los datos para el año 2005 también indica el fuerte peso de los
contratos temporales (96,3 por ciento) en la zona de estudio. Es minoritaria la figura
de los contratos indefinidos (3,64 por ciento). Los municipios con mayores proporción
de contratación indefinida fueron Chiclana de la Frontera (6,95 por ciento), San
Fernando (5,40 por ciento) y Puerto de Santa María (5,13 por ciento).
La distribución del empleo por actividades económicas
Para abordar el estudio de la distribución del empleo por actividades
económicas se utilizan dos fuentes estadísticas, los datos censales del año 2001 (INE) y
los datos de ocupados por establecimientos de actividad económica del año 2007
(IEA).
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Los datos censales de 2001 proporcionan información solvente sobre la propia
estructura económica de las economías locales. A nivel de grandes sectores
económicos, la distribución de la población ocupada en la zona Bahía de Cádiz-Jerez
era la siguiente: agricultura y pesca 5,3 por ciento, industria 12,2 por ciento,
construcción 12,9 por ciento y servicios 69,6 por ciento. Sobre un total de 206.140
empleos.
60
Distribución ocupada por sectores económicos.
Agricultura y pesca
12 municipios
5,3
seleccionados
6,8
Provincia de Cádiz
Fuente: Censo de población. IEA. 2001
Industria
Construcción
Servicios
12,2
12,9
69,6
12,7
15,3
65,2
Los datos anteriores reflejan la culminación de un largo proceso de
terciarización en los municipios objeto de estudio, la alta concentración de empleos en
los sectores servicios así lo evidencia.
El peso del sector servicios a nivel provincial es menor (65,2 por ciento). Este es
un fenómeno muy ligado al proceso de concentración urbana. La fuerte terciarización
ha ido en detrimento del sector agrario y de una masiva expulsión de ocupados por
parte de los sectores industriales en la aglomeración urbana.
La construcción es otro de los grandes sectores de la economía de la zona de
estudio según el volumen de empleo que genera. Su implantación es del 12,9 algo
inferior a dato provincial (15,3 por ciento).
El sector industrial de la zona Bahía de Cádiz-Jerez representa el 12,2 por ciento
del empleo, su nivel es ligeramente inferior respecto a la provincia (12,7 por ciento).
Respecto al sector primario, con un 5,3 por ciento, se encuentra entre los
valores de la provincia (6,8 por ciento). En este sentido la zona Bahía de Cádiz-Jerez
combina características propias de un área metropolitana, por ejemplo un sector
servicio desarrollado, con elementos propios de zonas rurales como la presencia
comentada del sector agricultura y ganadería.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
El grueso de la población ocupada lo forman los asalariados que en conjunto
suponen el 87,1 por ciento del total, situación muy similar al mismo dato a nivel
provincial (86,4 por ciento). Destaca también entre los asalariados los que se
encuentran eventuales, en la zona Bahía de Cádiz-Jerez llegaban al 38,4 por ciento de
la población ocupada.
Distribución de la población ocupada por actividad. 2001
Empresari
o que
emplea
2001
12 Municipios
5,3
seleccionados
Provincia de
5,4
Cádiz
Fuente: SIMA. IEA. 2001
Empresari
o que no
emplea
2001
Asalariado
fijo 2001
Asalariado
eventual
2001
Ayuda
familiar
2001
Cooperativ
ista 2001
Total
7,1
48,7
38,4
0,3
0,3
100,0
7,6
45,5
40,9
0,3
0,3
100,0
61
El peso del sector servicio, en términos de empleo, también se reafirma con los
datos de establecimientos por tramos de empleo y actividad económica del año 2007.
Las actividades de servicios concentran el 85,27 por ciento de los establecimientos con
actividad económica; entre ellos destacan los 35.894 establecimientos con un nivel de
empleo de 0-5 trabajadores y los 3.197 con 6-19 trabajadores. También se puede
observar que la mayoría de establecimientos con mayor empleo se dan en los
servicios. El peso del sector servicios según esta fuente estadística se ha calculado sin
tener en cuenta los establecimientos del sector agrario, ello explica que su porcentaje
resulte más elevado.
Establecimientos según empleo y actividad en la zona Bahía de Cádiz-Jerez (12 municipios
seleccionados). Año 20076
Tramo de empleo
Sin
empleo
De 20De 50100 y
De 0-5 De 6-19
Total
conocid
49
99
más
o
Industria y energía
24
2.088
558
131
49
19
2.869
Construcción
5
2.834
882
297
75
36
4.129
Servicios
564
35.894
3.197
577
187
93
40.512
Total
593
40.816
4.637
1.005
311
148
47.510
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
6
En el anexo se puede encontrar información más detallada a nivel municipal y agregado.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
La construcción tiene el 8,7 por ciento del total de establecimientos en el año
2007. Dominan los establecimientos con menor número de empleos: 2.834
establecimientos con 0-5 trabajadores y 882 con 6-19 trabajadores. Los sectores de
industria y energía alcanzan el 6 por ciento por ciento respectivamente. También la
mayoría de estos establecimientos poseen un número de empleo de entre 0-5
trabajadores.
62
El desempleo en la Bahía de Cádiz y su entorno
La población parada de la Bahía de Cádiz-Jerez era, en el año 2001, de 84.879
personas y su tasa de paro alcanzaba el 28,3 por ciento. Tal como se comentó, la tasa
de paro se mueve en niveles similares al resto de la provincia (29,3). Y la evolución del
paro en la zona de estudio fue muy positiva, con un descenso de casi 4 puntos
respecto a 1991.
La evolución del paro registrado en la zona Bahía de Cádiz-Jerez durante el
periodo 1997-2004 se refleja en el siguiente cuadro. En valores absolutos, el paro
registrado comienza a descender continuamente desde el año 1997 (con 52.461
parados) en consonancia con lo expresado por los datos censales para 1991-2001. Este
descenso lleva a un valor mínimo en el año 2001 de 44.922 parados; a partir de esta
fecha comienza a aumentar hasta llegar en el año 2004 a las 47.656personas. En
definitiva desde 1997-2000 el volumen de parados disminuyó en personas, y en el
periodo 2000-2004 aumentó en 2.734 personas.
Evolución del paro registrado en el periodo 1997-2004.
Alcalá de los Gazules
Alcalá del Valle
Algar
Algeciras
Algodonales
Arcos de la Frontera
Barbate
Barrios (Los)
Benaocaz
Bornos
Bosque (El)
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
387
112
108
6.943
342
1.771
2.610
1.176
43
357
173
381
122
105
7.256
298
1.668
2.468
1.165
46
313
159
278
100
74
7.493
294
1.419
2.434
1.085
46
325
154
258
88
75
7.059
281
1.325
2.036
1.021
42
293
137
268
91
100
7.247
283
1.384
1.913
957
41
292
119
300
91
74
7.425
308
1.382
1.767
971
49
329
130
321
102
86
8.078
303
1.514
1.973
925
42
373
139
317
92
89
8.375
315
1.641
2.023
900
60
439
162
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
TV
04-97
22,08
21,74
21,35
-17,10
8,57
7,92
29,02
30,67
-28,33
-18,68
6,79
Cádiz
11.318 11.770
Castellar de la Frontera
174
174
Conil de la Frontera
886
853
Chiclana de la Frontera
3.496 3.678
Chipiona
983
980
Espera
89
103
Gastor (El)
97
91
Grazalema
142
124
Jerez de la Frontera
11.022 10.228
Jimena de la Frontera
440
385
Línea de la Concepción
4.215 4.276
Medina-Sidonia
934
849
Olvera
335
381
Paterna de Rivera
424
417
Prado del Rey
557
526
Puerto de Santa María (El)
4.958 5.310
Puerto Real
3.227 3.195
Puerto Serrano
159
177
Rota
1.412 1.530
San Fernando
6.713 6.654
Sanlúcar de Barrameda
3.944 3.732
San Roque
1.586 1.624
Setenil de las Bodegas
102
117
Tarifa
1.653 1.576
Torre Alháquime
28
31
Trebujena
305
325
Ubrique
1.811 1.874
Vejer de la Frontera
1.179
987
Villaluenga del Rosario
17
15
Villamartín
739
760
Zahara
69
64
Benalup-Casas Viejas
307
316
San José del Valle
170
126
12 Municipios
47.656 47.633
seleccionados
Provincia de Cádiz
77.513 77.229
11.746 11.186 11.622 11.687 12.617 12.196 -7,20
181
155
146
145
164 1.242 -85,99
779
740
739
861 1.008
944 -6,14
3.830 3.457 3.415 3.649 4.094 4.205 -16,86
1.002
942
916
899
990 1.421 -30,82
105
96
104
92
122
219 -59,36
89
76
72
77
87
95 2,11
99
101
123
112
121
117 21,37
10.117 9.263 9.578 10.237 11.471 11.474 -3,94
372
348
326
337
407 1.348 -67,36
4.092 3.995 4.231 4.190 4.390 4.494 -6,21
783
705
732
731
837 1.228 -23,94
357
311
339
309
356
437 -23,34
378
367
308
314
337
366 15,85
460
424
452
468
464
504 10,52
5.468 5.353 5.431 5.408 5.984 6.132 -19,15
3.291 3.195 2.640 2.526 2.597 2.688 20,05
176
193
186
206
206
234 -32,05
1.574 1.522 1.510 1.584 1.694 2.245 -37,10
6.481 5.799 5.873 5.932 6.382 6.537 2,69
3.780 3.684 4.028 4.145 4.203 4.919 -19,82
1.633 1.548 1.540 1.587 1.798 1.796 -11,69
94
88
112
108
127
279 -63,44
1.539 1.313 1.170 1.214 1.412 1.799 -8,12
26
24
28
27
45
58 -51,72
336
341
324
300
318
419 -27,21
1.632 1.354 1.693 2.053 2.221 2.060 -12,09
799
728
669
754
824
913 29,13
15
11
21
27
19
204 -91,67
747
673
667
746
817
928 -20,37
68
65
58
62
76
86 -19,77
291
288
259
274
348
444 -30,86
111
105
109
118
130
136 25,00
47.810 44.922 45.546 46.559 50.566 52.461
-9,16
76.153 71.065 72.116 74.005 80.522 86.580 -10,47
Fuente: Elaboración propia a partir del Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía. IEA.
La evolución del número de parados se puede explicar, en parte, por el
comportamiento cíclico de la economía aunque la persistencia de un número de
parados relativamente alto durante largos períodos de tiempo es indicativo de la
presencia de un cierto nivel de paro de naturaleza estructural.
En el siguiente gráfico se representa la evolución del número de personas
demandantes de empleo en la Bahía de Cádiz-Jerez y la provincia de Cádiz para el
periodo más reciente (enero de 2005 a enero 2009). Se puede observar claramente
que la zona de estudio sigue la misma tendencia que el dato provincial, durante todo el
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
63
periodo viene a corresponderse aproximadamente con el 58,5% del valor provincial.
Respecto al número de personas demandantes de empleo no ocupadas para el mismo
periodo, sigue una tendencia similar.
Evolución del número de personas demandantes de empleo en la Bahía de Cádiz-Jerez
y la Provincia de Cádiz
250.000
64
200.000
150.000
100.000
50.000
00
JU
5
LI
SE
O
-2
PT
00
IE
M
5
BR
E
NO
-2
VI
00
EM
5
BR
E
-2
00
EN
5
ER
O
-2
00
M
6
AR
ZO
-2
00
6
M
AY
O
-2
00
JU
6
LI
SE
O
-2
PT
00
IE
M
6
BR
E
NO
-2
VI
0
EM
06
BR
E
-2
0
EN
06
ER
O
-2
0
M
07
AR
ZO
-2
00
7
M
AY
O
-2
00
JU
7
LI
SE
O
-2
PT
00
IE
M
7
BR
E
NO
-2
VI
00
EM
7
BR
E
-2
00
EN
7
ER
O
-2
00
M
8
AR
ZO
-2
00
8
M
AY
O
-2
00
JU
8
LI
SE
O
-2
PT
00
IE
8
M
BR
E
NO
-2
VI
00
EM
8
BR
E
-2
0
EN
08
ER
O
-2
00
9
-2
00
5
M
AY
O
-2
AR
ZO
M
EN
ER
O
-2
00
5
0
Provincia de Cádiz
Bahía de Cádiz-Jerez
Fuente: Elaboración propia a partir del Sistema de Prospección Permanente del Mercado de Trabajo de Andalucía (ARGOS). SAE.
Evolución del número de demandantes de empleo no ocupados en la Bahía de CádizJerez y la Provincia de Cádiz.
180.000
160.000
140.000
120.000
100.000
80.000
60.000
40.000
20.000
EN
ER
O
-2
M
AR
0
ZO 0 5
-2
M
00
AY
5
O
-2
JU
SE
00
L
5
PT
IO
IE
-2
M
00
NO
BR
5
E
VI
-2
EM
0
BR
05
E
-2
EN
00
ER
5
O
-2
M
AR
00
6
ZO
M
AY 200
6
O
-2
JU
SE
00
LI
6
PT
O
IE
-2
M
00
NO
BR
6
E
VI
-2
EM
BR 00
6
E
-2
EN
00
ER
6
O
-2
M
AR
00
ZO
7
M
AY 200
7
O
-2
JU
SE
00
LI
7
PT
O
IE
-2
M
00
NO
BR
7
E
VI
-2
EM
BR 00
7
E
-2
EN
00
ER
7
O
-2
M
AR
00
ZO
8
M
AY 200
8
O
-2
JU
SE
00
LI
8
PT
O
IE
-2
M
00
NO
BR
8
E
VI
-2
EM
BR 00
8
E
-2
EN
00
ER
8
O
-2
00
9
0
Provincia de Cádiz
Bahía de Cádiz-Jerez
Fuente: Elaboración propia a partir del Sistema de Prospección Permanente del Mercado de Trabajo de Andalucía (ARGOS). SAE.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Los mayores efectos del paro se dejan sentir entre las mujeres y los jóvenes. El paro
registrado por sexo, en el año 2004, apunta un porcentaje de mujeres paradas del 58,7
por ciento, muy superior al de los hombres (41,3 por ciento). La situación para la mujer
empeora si se tiene en cuenta que en el año 1997 el porcentaje de mujeres paradas
era del 49,3 por ciento. Este hecho también se da en el conjunto de la provincia de
Cádiz con similar intensidad.
Los efectos intensos que recogía la tasa de paro en el año 2001 entre los
segmentos más joven de la población, tanto masculino como femenino, no se ven
suficientemente reflejados en los datos de paro registrado del año 2004. Estos datos
para la zona analizada presentan las siguientes características: entre los grupos de
edades que concentran las cifras de paro más elevadas se encuentran las mujeres
entre 25-29 años (10,4 por ciento del total de parados), mujeres entre 30- 34 años (9,4
por ciento), mujeres entre 20-24 años (8,7 por ciento) y mujeres entre 35-39 años (8,1
por ciento); y entre los hombres, el grupo de edad más afectado es el de 25-29 años (7
por ciento del total de parados) y entre 30-34 años (6,5 por ciento). Parece detectarse
un cierto desplazamiento en los efectos del paro hacia la población femenina y en
todos los grupos de edades.
Los sectores que en mayor medida tienen, según el paro registrado, unos
porcentajes elevados de parados, en el año 2004, en la zona de la Bahía de Cádiz-Jerez
son los siguientes: comercio, construcción (12,9 por ciento cada una) y las actividades
inmobiliarias y servicios a empresas (12,6 por ciento).Con niveles también reseñables
se encuentran la hostelería (8,8 por ciento) y las industrias manufactureras (7,2 por
ciento). También el número de parados sin empleo anterior era muy elevado en el año
2004, el 23,7 por ciento del total de parados. La presencia de este colectivo, parados
sin empleo anterior, es una característica permanente.
Porcentaje de paro registrado por secciones de actividad. 2004
Nº de parados: Agricultura, ganadería, caza y
selvicultura
Nº de parados: Pesca
Nº de parados: Industrias extractivas
Nº de parados: Industria manufacturera
% selección
12
Provincia de
Cádiz
2,4
2,6
0,4
0,1
7,2
0,6
0,1
8,4
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
65
Nº de parados: Producción y distribución de energía
eléctrica, gas y agua.
Nº de parados: Construcción
Nº de parados: Comercio; reparación de vehículos y
artículos personales y uso doméstico
Nº de parados: Hostelería
Nº de parados: Transporte, almacenamiento y
comunicaciones
Nº de parados: Intermediación financiera
Nº de parados: Actividades inmobiliarias y de alquiler;
servicios empresariales
Nº de parados: Administración Pública, Defensa y
Seguridad Social obligatoria
Nº de parados: Educación
Nº de parados: Actividades sanitarias y veterinarias,
servicios sociales.
Nº de parados: Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad; servicios
personales
Nº de parados: Hogares que emplean personal
doméstico
Nº de parados: Organismos extraterritoriales
Nº de parados: Sin empleo anterior 2004
0,1
0,1
12,9
14,0
12,6
11,8
8,8
8,7
2,0
2,0
0,4
0,4
12,9
11,7
6,2
7,7
1,9
2,1
3,1
2,7
4,6
4,0
0,5
0,4
0,0
23,7
0,0
22,8
Fuente: Elaboración propia a partir del Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía. IEA.
A partir de la evolución del paro registrado entre 1997 y 2004, se puede afirmar
en sentido genérico que el sector comercio permanece durante este tiempo con el
mayor porcentaje de personas paradas (en torno al 12,5 por ciento); las actividades
inmobiliarias y servicios a empresas, la construcción y la hostelería registran una
evolución negativa; por otra parte las industrias manufactureras ven reducir sus
porcentajes de parados en dicho periodo.
En la Bahía de Cádiz-Jerez el paro registrado en el año 2004 tiende a
concentrarse en una serie de ocupaciones: en trabajadores no cualificados (33,5 por
ciento del total de parados), en trabajadores del sector servicios (23,5 por ciento) y en
artesanos y trabajadores cualificados de las industrias manufactureras y de la
construcción (13,86 por ciento). En la evolución 1997- 2004 estas cuatro categorías
aparecen reiteradamente como las que tienen el mayor nivel de paro registrado.
Porcentaje de paro registrado por grupos de ocupación solicitada.2004
% selección
12
Dirección de las empresas y de las administraciones
0,36
públicas
% total
provincial
0,31
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
66
Técnicos y profesionales científicos e intelectuales
Técnicos y profesionales de apoyo
Empleados de tipo administrativo
Trabajadores de servicios de restauración, personales,
protección y vendedores de los comercios
Trabajadores cualificados en la agricultura y en la
pesca
Artesanos y trabajadores cualificados de las industrias
manufactureras, la construcción, la minería, excepto
los operadores de instalaciones y maquinaria
Operadores de instalaciones y maquinaria, y
montadores
Trabajadores no cualificados
Fuerzas armadas
6,39
5,68
11,62
5,52
4,83
10,87
23,49
21,78
2,17
2,58
13,86
14,65
2,89
3,00
33,46
0,09
36,39
0,08
Fuente: Elaboración propia a partir del Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía. IEA.
La estructura del paro por ocupaciones en la Bahía de Cádiz-Jerez, en el año
2004, es casi idéntica a la de la provincia de Cádiz, si bien en la zona de estudio se
observa una mayor proporción de paro en los trabajadores de servicios de
restauración personales, protección y vendedores de los comercios. Respecto a la
provincia de Cádiz, en esta área se da un menor porcentaje de parados entre los
trabajadores no cualificados.
La formación de los recursos humanos en la Bahía de Cádiz y su entorno
La inversión en formación parece ser uno de los principales elementos que
determinan la competitividad de un territorio. En esta línea, con la inversión en
educación y formación se facilita el proceso de asimilación de las nuevas tecnologías y
la modernización de las empresas. Hay elementos de complementariedad intensos
entre las actuaciones en el campo de la educación y la formación y en el del fomento
de las innovaciones y nuevas tecnologías.
Distribución de la población por nivel de estudios. 2001
Nivel de estudios: Analfabetos 2001
Nivel de estudios: Sin estudios 2001
Nivel de estudios: Primer Grado 2001
Nivel de estudios: 2º Grado - EGB, Bachillerato Elemental
2001
%
% total
selección
provincial
12
3,48
4,14
15,19
16,72
23,42
24,14
24,54
25,42
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
67
Nivel de estudios: 2º Grado - Bachillerato Superior 2001
Nivel de estudios: 2º Grado - FP Grado Medio 2001
Nivel de estudios: 2º Grado - FP Grado Superior 2001
Nivel de estudios: Tercer Grado - Diplomatura 2001
Nivel de estudios: Tercer Grado - Licenciatura 2001
Nivel de estudios: Tercer Grado - Doctorado 2001
9,98
5,96
5,61
6,88
4,55
0,39
9,30
5,20
4,98
6,07
3,74
0,29
Fuente: Elaboración propia a partir del Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía. IEA.
La distribución de la población de la zona Bahía de Cádiz-Jerez según niveles de
estudio, en el año 2001, no presenta buenos resultados. El colectivo de personas en los
niveles más bajos de estudio sigue siendo significativo: un 3,4 por ciento de la
población era analfabeta y un 15,2 por ciento no tenía ningún tipo de estudios. El
grueso de la población presentaba un nivel de estudio de Primer Grado (23,4 por
ciento) y de Segundo Grado, EGB, Bachillerato Elemental (24,5).
En los niveles superiores de estudios se contabilizaban en Segundo GradoBachillerato Superior y FP Grado Superior un porcentaje de la población del 21,5 por
ciento y en el Tercer Grado- Diplomatura, Licenciatura y Doctorado un 11,8 por ciento
de la población.
Hay que ser conscientes de que hasta el nivel de Primer Grado (Analfabetos, Sin
estudios y Primer Grado) se encontraba el 42,08 por ciento de la población. No
obstante el panorama era bien distinto entre la población ocupada en la zona de
estudio, lo cual es sintomático de la relación positiva entre formación y empleo.
La estructura de la población según niveles de estudios en la Bahía de CádizJerez es bastante parecida a la de la provincia de Cádiz. Si agrupamos los tres niveles
superiores de estudios (Diplomatura, Licenciatura y Doctorado), el la zona de estudio
se observa un porcentaje casi dos puntos superior al de la provincia de Cádiz (11,83).
Otro indicador en materia de formación es la cifra de paro registrado por nivel
de estudio terminado. En el año 2004, las cifras de paro más elevadas se daban en los
niveles de Graduado Escolar (36,6 por ciento) y EGB (29,3 por ciento); resulta curioso
la poca incidencia del paro en los niveles de estudios más bajos (el porcentaje es casi
nulo en el nivel sin estudios y del 7,3 por ciento en el nivel Estudios Primarios sin
certificado).
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
68
Con los datos de 1997 y 2004 sobre paro registrado en la zona de estudio por
nivel de estudio, se puede afirmar que en buena medida la estructura actual ha sufrido
pocas modificaciones con respecto a 1997, en especial en lo relativo a los niveles
inferiores de estudio.
Deslocalización, descentralización productiva y empleo en la Bahía de Cádiz y su
entorno
69
Pese a los buenos presagios, en el modelo de producción actual cada vez es
mayor la proporción del empleo total creado caracterizado por la baja cualificación,
con escasas exigencias formativas, mal retribuido y de peor calidad. Por tanto, cada
vez es más evidente que los impactos en el mercado de empleo del proceso de
reestructuración de las bases de la nueva economía posfordista es la creación de
empleos de peor calidad, sin que ello haya terminado
ni mucho menos con el
problema del desempleo. Las actuales transformaciones nos llevan a un marco de
relaciones laborales con una mayor presencia de contratos eventuales, incertidumbre,
inseguridad y degradación de las condiciones generales de contratación.
La deslocalización productiva permite que las empresas con una cierta
dimensión puedan organizar su producción de la forma que les produzca más
beneficios combinando las posibilidades que les ofrece el mundo entero, trasladando
sus plantas a donde la mano de obra tengan salarios más bajos, cotizaciones laborales
menores o una mayor "disciplina" laboral. De este modo se degradan los salarios y los
derechos sindicales.
Además, mediante la deslocalización, muchos trabajadores pasan a considerar
que la competencia y la competitividad es un aspecto en el que debe de tomar parte,
situándose del lado de su empresa. En última instancia, los trabajadores compiten
entre ellos, asumiendo como propia su degradación salarial, para conseguir que una
sobreexplotación les permita sobrevivir.
La deslocalización productiva significa aumentar las cifras de paro y precariedad
en el territorio de que se trate. Normalmente, los nuevos puestos de trabajo,
admitiendo que se creen, suponen una pérdida de calidad del empleo. La sustitución
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
de trabajadores con empleos fijos y salarios será por otros con contratos eventuales o
precarios, y, en todo caso, con salarios más bajos y condiciones de flexibilidad laboral,
habiendo perdido, además, los derechos de antigüedad. Y ello en el improbable caso
que se creen suficientes puestos de trabajo para absorberles.
Asimismo, la amenaza de deslocalización es utilizada como mecanismo para
disciplinar a la fuerza de trabajo. No sólo a los trabajadores a los que se les cierra la
empresa, sino a todos los trabajadores, puesto que se generaliza la idea de que las
empresas pueden deslocalizarse con facilidad, lo que refuerza grandemente el poder
empresarial.
Por otro lado, la descentralización de tareas hacia pequeñas empresas
jurídicamente independientes, pero coordinadas mediante un mismo ciclo de
producción y unidas por un sistema de reglas de cooperación subordinada, ha
acarreado una enorme segmentación en las relaciones laborales. Los procesos
descentralizadores de los nuevos modelos de organización del trabajo tienen como
consecuencia inmediata facilitar la segmentación de los mercados de empleo e
incrementar las formas de empleo flexible. La fuerza de trabajo no tiene las mismas
posiciones en el mercado, es decir, no es homogénea. La segmentación del mercado
de empleo está estrechamente ligada a la fragmentación de la fuerza de trabajo, que
se traduce en una creciente diferenciación de las relaciones laborales y de las
relaciones contractuales, cuestión que se puede observar, incluso, dentro de un mismo
centro productivo o empresa.
Aunque las transformaciones de tipo tecnológico e institucional hayan
reforzado la tendencia general a la individualización y segmentación de los
trabajadores, es la descentralización o subcontratación productiva las estrategias que
mejor la sintetiza. La reorganización del trabajo y de la producción que supone la
externalización o subcontratación productiva afecta sustancialmente a las condiciones
de empleo pues trastoca el equilibrio inestable de la relación de fuerzas entre capital y
trabajo que se alcanzó en el modelo de desarrollo anterior al intensificar la
segmentación del obrero colectivo. Por tanto, la generalización y desarrollo de la
fábrica “difusa” conlleva una mayor diferenciación de las condiciones laborales, lo que
da lugar a unas condiciones de vida y de trabajo diversificadas y segmentadas, así
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
70
como a diferencias en cuanto a relaciones laborales y capacidad de respuesta
colectiva.
Esa fractura se concreta en el diferencial que, en cuanto a condiciones de
empleo y de relaciones laborales, separa a los diversos colectivos de trabajadores,
según estén situados en ámbitos laborales y productivos más o menos centrales o
periféricos. Es presumible que el diferencial de condiciones de empleo y la intensidad
de la fractura o segmentación laboral sea mayor cuanto más se descienda en la trama
o malla productiva. Las relaciones laborales en el “centro” de la red son normalmente
de mayor calidad – aparecen reguladas y con normas parcialmente negociadas con los
sindicatos, los puestos de trabajo son más o menos estables -, que las de la “periferia”.
Por tanto, estas estrategias propician una disociación creciente entre distintos
grupos o segmentos de trabajadores. Se pueden distinguir tres segmentos:
a) Núcleo estable. Conjunto de trabajadores que mantienen una elevada
estabilidad matizada por la aceptación de una creciente flexibilidad funcional y
profesional dentro de la empresa. La tendencia la lleva a ser una fracción cada
vez más minoritaria, en la que se integran quienes disfrutan los empleos más
cualificados y mejor retribuidos.
b) Grupo periférico. Incluye tanto a los trabajadores con contratos indefinidos en
tareas poco cualificadas como a aquellos que disponen de un contrato de
trabajo más inestable o de pequeña retribución. A través de este conjunto de
trabajadores las empresas pueden ajustar rápidamente las plantillas a sus
necesidades de producción.
c) Corona externa. En este grupo toman protagonismo las nuevas formas de
organización del trabajo con fenómenos como la subcontratación o
descentralización, el autoempleo o la intermediación de las empresas de
trabajo temporal (ETT). La mano de obra externa comprende tanto a un
pequeño número de profesionales muy cualificados que se autoemplean, como
a un volumen creciente de personal eventual en tareas estandarizadas, banales
y, en gran medida, subcontratadas que sólo accede a contratos de muy escasa
calidad – comúnmente denominados precarios – y que de forma periódica
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
71
ingresa en el desempleo. Son los protagonistas del creciente aumento de la
rotación laboral mediante la cual las empresas obtienen un alto grado de
flexibilidad.
Condiciones de trabajo según segmentos laborales
Nivel salarial
Núcleo estable
Alto-Medio
Grupo periférico Medio- Bajo
Corona externa Alto-Medio-Bajo
Nivel estabilidad
Alto
Medio-Bajo
Bajo
Flexibilidad
Interna
Interna-Externa
Externa
Fuente: Elaboración propia.
Un claro ejemplo se encuentra en las últimas reestructuraciones realizadas en
el sector de la construcción naval de la Bahía de Cádiz. Entre las medidas adoptadas
para mejorar la competitividad se ha producido el sustancial incremento de la
subcontratación o descentralización productiva. A partir de esta última estrategia se
persigue dotar a los astilleros de unas plantillas lo más flexibles posible, capaces de
adaptarse a las necesidades de producción de cada momento. Al mismo tiempo,
aumenta la subcontratación de empresas auxiliares para las actividades o servicios que
no pueden desempeñar los trabajadores propios de las compañías demandantes o
externalizadoras.
A principios de siglo XXI, a lo largo de los años 2001 y 2002, la entonces “IZAR
Construcciones Navales S.A.” adquirió en el mercado bienes y servicios por un valor
aproximado de 800 millones de euros anuales. Estas cifras muestran la importancia de
las compras realizadas fuera de la compañía. Por otro lado, la relevancia de la
externalización productiva se veía refrendada por los complejos mecanismos puestos
en marcha por la empresa para que todo el sistema de subcontratación y
aprovisionamiento funcionara correctamente, entre los que se encuentraba el
establecimiento de un árbol de Clasificación de Productos y Servicios (CPS) y el
desarrollo del Portal de Compras Áncora.
Al igual que en otras muchas actividades económicas, con la llegada de los
nuevos modelos de producción posfordista, desde la empresa pública, como centro
neurálgico de la malla productiva, se indujo la descentralización o externalización
productiva. Es una estrategia que se alarga en el tiempo pues “la subcontratación es
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
72
un fenómeno histórico (…) favorecida por Astilleros Españoles, que incluso en algunos
casos muy concretos le daba la excedencia a un señor de confianza, un oficinista por
ejemplo, para que montara una empresa auxiliar”. No obstante, fue a partir de 1996,
con el aumento de la demanda en el sector naval a nivel internacional cuando mayor
es el proceso de descentralización productiva"7.
Los trabajadores subcontratados en el sector naval de la Bahía constituyen un
colectivo cada vez más numeroso. En los últimos años, en especial a partir de 1995, ha
aumentado la proporción del número de puestos de trabajo de la industria auxiliar
respecto a los directos internos, por lo que ha aumentado el denominado mercado de
trabajo secundario o grupo periférico y el contexto o corona externa compuesto por
empleo eventual, el autoempleo o el trabajo a través de ETT.
A medida que se desciende en la trama productiva aumentan los desequilibrios
en el poder negociador en favor de la demanda de trabajo, y toman protagonismo los
tipos de contratos caracterizados por una menor calidad y estabilidad. A pesar de
medidas como la obligación de las subcontratas de cumplir las obligaciones con la
Seguridad Social y Hacienda, fuera de los centros de trabajo centrales aparecen los
denominados “nuevos espacios laborales más flexibles” con un marco de relaciones
laborales con mayor presencia de contratos eventuales y degradación de las
condiciones generales de contratación. La descentralización y reconstrucción en forma
de red de la producción lleva consigo el crecimiento del empleo atípico, es decir,
empleo creado por la contratación temporal, el autoempleo o incluso la economía
informal.
El diferencial de condiciones de trabajo y la intensidad de la segmentación
laboral aumenta a medida que se desciende en la trama productiva creada alrededor
de la construcción de un barco. Se observa cómo las relaciones laborales en el centro
de la red son de mejor calidad y mayor estabilidad que las condiciones de trabajo de
las empresas de la periferia. En éstas la descentralización ha ido paralela a una mayor
informalización de las relaciones laborales. “En la industria auxiliar, la gente eventual
no protesta por nada, hace lo que les manda el empresario, sepa o no sepa, ya que no
7
Entrevista realizada a representantes del Comité de Empresa del Astillero de IZAR en Puerto Real.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
73
tienen capacidad para protestar”8.
En el conjunto del sector naval de la Bahía de Cádiz se asiste, en los últimos
años, a un proceso según el cual se reduce la proporción de trabajadores concentrados
en los grandes astilleros respecto a los existentes en la órbita de éste y donde
encontramos un cada vez más segmentado mercado laboral. Aumenta el número de
pequeñas empresas y surge la fábrica “difusa” postfordista, capaz de adaptarse de
forma más flexible a la nueva economía. Estos cambios conllevan la segmentación del
mercado de trabajo.
Para este caso se podría realizar la siguiente tipología, sin ocultar la excesiva
simplicidad con la que se intenta plasmar una situación laboral tan compleja como la
de esta cadena productiva:
a) Núcleo estable. Lo componen los trabajadores con contratos estables
pertenecientes a las grandes unidades de negocio de “Navantia”. Mantienen
una elevada estabilidad matizada por la flexibilidad interna (funcional,
numérica o salarial). Las condiciones laborales, por tanto, se caracterizan por la
escasa rotación de los trabajadores, la utilización de la negociación colectiva
para establecer las condiciones laborales de la mayor parte de los trabajadores,
un nivel salarial alto-medio y una elevada estabilidad.
b) Grupo periférico. Trabajadores con contratos con alta estabilidad de las
principales empresas suministradoras de “Naviantia”. La menor estabilidad es
consecuencia de la menor independencia de la empresa para la que trabajan. El
mayor o menor nivel de calidad de la relación laboral depende de la “carga” de
trabajo de la subcontrata con la cual se está empleado. Se trata del conjunto de
trabajadores que, en definitiva, están afectados por estrategias internas y
externas de flexibilidad laboral. Estamos ante trabajadores que, respecto al
grupo anterior, tienen normalmente un mayor nivel de rotación y menores
niveles salariales y de estabilidad.
c) Corona externa. Integrada por los trabajadores eventuales o contratados a
través de empresas de trabajo temporal pertenecientes a las pymes del sector,
8
Idem.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
74
así como los autoempleados. Se encuentra en este segmento tanto el pequeño
número de profesionales cualificados que se autoemplean, como el creciente
volumen de personal eventual dedicado a tareas más descualificadas y
subcontratadas que sólo pueden acceder a contratos de trabajo de escasa
calidad y que de forma periódica ingresan en las listas de desempleo. En este
segmento del mercado de trabajo se encontrarían todas aquellas personas
empleadas de aquellas pequeñas empresas que trabajan para las
subcontratistas principales de la central (una parte contratada a través de
Empresas de Trabajo Temporal) o los autoempleados situados en los últimos
“escalones” de la “trama productiva”. Se trata de los trabajadores de las
empresas guiadas fundamentalmente por estrategias externas de flexibilidad
laboral y con alto nivel de rotación, negociación individualizada de las
condiciones de trabajo, bajo nivel salarial y gran inestabilidad o eventualidad en
la contratación.
Segmentación laboral Industria naval Bahía Cádiz
Tipos de trabajadores
- Indefinidos de unidades de negocio empresa
Núcleo estable
“cabeza”
Grupo
- Indefinidos principales suministradoras empresa
periférico
“cabeza”
Contexto
- Indefinidos y eventuales pymes subcontratadas
externo
- Autoempleados pertenecientes a la trama
Fuente: Elaboración propia.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
75
Epílogo: las políticas públicas de empleo y desarrollo territorial y algunos
de sus efectos en la Bahía de Cádiz y su entorno
En todo este proceso de cambio el sector público ha ido también
transformando su forma de actuación. Actualmente los Estados no se dedican a
potenciar el capital de origen local, sino más bien a los capitales más fuertes de cada
territorio o capital internacionalizado. Los respectivos estados tratan de generar las
mejores
condiciones
de
acumulación
vía
desreglamentación,
privatización,
subvenciones, bajos impuestos, una legislación laboral y medioambiental favorable, la
capacidad de poder repatriar los beneficios, y, por supuesto, ningún impedimento para
que se vayan cuando quieran. Las políticas seguidas se guían por la idea de que el
Estado no debe intervenir directamente en la economía (por ejemplo creando
empresas públicas), sino que debe atraer a empresas a su territorio, y como hay
muchos que las quieren, pues deben competir entre sí para captar empresas y
capitales o para que no se vayan. Para ello se les otorga todas las facilidades posibles
para que se instalen.
En este marco se encuadran las políticas de empleo y desarrollo en la UE de
principios del siglo XXI. Entre las políticas activas de empleo donde se prima la
empleabilidad
y
las
políticas
de
desarrollo
local
caracterizadas
por
la
empresarialización y apoyo a los emprendedores se observa una clara convergencia.
Las políticas públicas de empleo se diseñan en función de la rentabilidad
empresarial y del imperativo de la flexibilidad y la competitividad. Para terminar con el
desempleo, se considera que los trabajadores deben hacerse "empleables",
especialmente con más educación e iniciativa empresarial, y que, como máximo,
deben proporcionarse incentivos a las empresas privadas para que éstas aumenten el
empleo. La fórmula “trabajo para el que puede, seguridad para el que no puede”
implica la filosofía del nuevo compromiso de aumentar la "empleabilidad", de
“preparar” a los hombres para el cambio tecnológico, en su máxima adaptabilidad a las
exigencias de los empleadores. Estas medidas pretenden racionalizar el gasto social, a
la vez que impulsar al parado a una búsqueda más activa de empleo. Este nuevo
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
76
modelo se denomina workfare (o welfare to work) y consiste en políticas activas de
empleo en las que se obliga al parado a asumir un compromiso (de formación o de
actividad) a cambio de la prestación (contributiva o asistencial) de garantía de rentas.
La variada tipología de medidas que existe en este ámbito se suele clasificar en
tres grandes grupos: a) políticas de orientación, intermediación y colocación, que
agrupan las actuaciones que tratan de mejorar la relación entre oferta y demanda de
trabajo: orientación en la búsqueda de empleo, gestión de ofertas y contratación, etc.;
b) políticas de formación o actuaciones de formación profesional ocupacional o
continua, dirigidas a proveer de los conocimientos, capacidades y habilidades que
permitan a aquellos en situación de desempleo (o en riesgo de ser parados) mejorar
sus oportunidades de inserción en el mercado laboral; c) políticas de promoción y
creación de empleo o acciones que persiguen crear empleo mediante incentivos a la
contratación, creación de empleo público directo, fomento del autoempleo, el
desarrollo local, los yacimientos de empleo o los pactos territoriales por el empleo.
En la actualidad, y en relación con este tipo de políticas, en la mayoría de países
occidentales se han planteado medidas que, reconociendo los problemas de las
políticas laborales, pretenden racionalizar el gasto social y exigir al desempleado una
búsqueda más activa de empleo. Se trata del llamado workfare o welfare to work, que
consiste en políticas activas de empleo en las que el desempleado debe asumir un
compromiso (de formación o de actividad) a cambio de la prestación (contributiva o
asistencial) de garantía de rentas (literalmente workfare quiere decir "trabajar por tu
bienestar", "work for your welfare").
Desde la Unión Europea se ha impulsado este tipo de políticas. El aumento del
desempleo llevó a la Unión a considerar de nuevo este problema. El Libro Blanco sobre
Empleo de Delors (“Crecimiento, Competitividad y Empleo”, 1993) abordó el tema y
planteó la necesidad de promover y mejorar las políticas activas de empleo.
Posteriormente, el Consejo Europeo de Essen de diciembre de 1994 estableció cinco
orientaciones fundamentales, germen de las actuales directrices sobre el empleo en la
Unión, que a continuación se enumeran:
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
77
a) Mejorar la "empleabilidad" por medio de la inversión en formación profesional
y continua.
b) Incrementar la creación de empleo mediante la puesta en vigor de medidas que
aporten flexibilidad al mercado de trabajo y exploten los nuevos yacimientos de
empleo.
c) Reducir los costes salariales accesorios y mantenimiento de la moderación
salarial.
d) Aumentar la eficacia de la política de empleo, pasando de una pasiva a otra
activa.
e) Reforzar las medidas a favor de los grupos especialmente afectados por el
desempleo, es decir, mujeres y jóvenes.
En la Cumbre de Luxemburgo de 1997, se estableció el requerimiento de que
los Estados miembros diseñaran Planes de Empleo y los enviaran a la Unión para su
aprobación y convergencia en la Estrategia Europea para el Empleo. Además, se
establecieron y explicitaron cuatro pilares de la política de empleo, con una serie de
directrices:
1) Pilar 1: Mejorar la capacidad de inserción profesional ("empleabilidad"). La
empleabilidad es la capacidad de las personas para ser contratadas. Depende de
tener la cualificación adecuada y también de que existan los incentivos y
oportunidades necesarios.
2) Pilar 2: Desarrollar el espíritu empresarial. Se considera necesaria la creación de un
clima empresarial donde puedan prosperar las energías creativas y las ideas se
desarrollen fácilmente, para de esta manera crear nuevos puestos de trabajo.
3) Pilar 3: Fomentar la capacidad de adaptación de los trabajadores y las empresas
("adaptabilidad").
4) Pilar 4. Reforzar la política de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
En la Cumbre de Lisboa (2000), las medidas "para generar empleo" siguen
girando en torno a los cuatro ejes establecidos en Luxemburgo en 1997:
empleabilidad, actitud emprendedora, adaptabilidad e igualdad de oportunidades (de
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
78
género). Estos ejes establecen que las personas se preparen mejor y deban tener una
mayor actitud "empresarial" para poder optar a los empleos o crearlos por sí mismos.
Se recomienda para aumentar el empleo aumentar la "flexibilización" del mercado de
trabajo y abaratar el despido, al mismo tiempo que aparece la oposición de la Unión a
la reducción del tiempo de trabajo. Se trata de generar "empleo" dando el máximo de
facilidades a las empresas para que contraten a los trabajadores en las condiciones
que les conviene y, además, en muchos casos, concediéndoles una subvención.
79
Respecto a las políticas de desarrollo territorial, es preciso hacer concurrir en
los distintos espacios formas de organización e instituciones sociales que favorezcan la
competitividad y, con ello, el desarrollo de actividades productivas. Al catálogo de
medidas que mejoran estos elementos, convertidas en el nuevo referente de la política
de desarrollo, se les denominan políticas de Desarrollo Local. Para lograr el deseado
desarrollo, se proponen una serie de actuaciones concretas que lo promueve. Entre
ellas destacan la movilización y el apoyo a los "emprendimientos" o empresas locales,
el análisis e identificación de recursos potenciales endógenos, el fomento de la
"empresarialización" y la valorización social del empresario como generador de
riqueza.
La renovación teórica en la economía regional ha generado dos corrientes de
pensamiento, con posiciones ideológicas opuestas según el modo en que pueden
aparecer definidas o caracterizadas las regiones:

Por un lado, se encuentran los “localistas” o seguidores de las teorías y modelos de
desarrollo local endógeno, para los cuales los territorios se definen por sí mismos,
por su dinámica o factores internos.

Por otro lado, los “globalistas”, o corriente que destaca el peso creciente de las
grandes empresas y de las grandes redes de la economía internacional. Esta línea
caracteriza al territorio por su lugar sincrónico en la división interregional del
trabajo, por sus influencias o factores externos.
Ante estos problemas, la solución planteada por la política económica
territorial o regional se puede resumir en las nuevas políticas de Desarrollo local. Estas
políticas se basan en el fomento de las capacidades de emprendimiento empresarial
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
locales. Políticas de mejoras de la eficiencia para ser más competitivos en los mercados
globalizados. Ante la economía global de mercados cada vez más abiertos debemos ser
competitivos en algún producto si queremos seguir viviendo en nuestra localidad.
Características principales:

Hay que poner en valor los recursos endógenos. Todos tenemos algo que ofrecer al
mercado global. Ante la apertura a los mercados exteriores es necesario competir
para poder producir bienes y servicios que después se puedan vender.

Importancia de las pymes. Los cambios generados por la reestructuración darán
lugar a las denominadas regiones de “industrialización difusa”. Son zonas con
multitud de pymes muy especializadas y competitivas. El nuevo modelo se
caracteriza por la flexibilidad, la diversidad y, en términos espaciales, el localismo,
de tal forma que las nuevas economías regionales son autónomas y
autosuficientes. Las ciudades pequeñas, medianas y grandes, e incluso muchas
zonas rurales industrializadas, poseerán la autonomía suficiente para poder ser
“dueños de su futuro”.

Del Estado keynesiano pasamos a un estado neoschumpeteriano donde se apoya a
los empresarios, no a los ciudadanos. La eficiencia y la competitividad por encima
de todo. De la valorización social del buen ciudadano pasamos a la valorización
social del buen empresario –autoempleado autoexplotado, emprendedor
explotador-. Estado que no denuncia los incumplimientos de las leyes laborales o
medioambientales pues lo fundamental es conseguir la competitividad.
La Comisión Europea, junto con otras instituciones comunitarias, comenzó en
1984 a tener en cuenta las posibilidades del desarrollo local para luchar contra el
desempleo. Sin embargo, su incorporación como línea oficial de la política comunitaria
se produce en 1993, con el libro blanco “Crecimiento, competitividad y empleo”.9 Hay
que diferenciar varias fases en el papel que las instituciones comunitarias han
desempeñado en este ámbito. Se pueden encontrar al menos tres, a saber (Molina, C.,
2007): una primera fase experimental (1993-1997), otra institucional (1998-2000) y
una tercera de consolidación (a partir de 2000).
9
Molina, Cristóbal (2007): "La acción de la UE a favor de los empleos de iniciativa local". Revista Empleo.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
80
En 2000, como complemento a la Estrategia Europea del Empleo, la Comisión
pretendió extender la aplicación de la EEE al ámbito local. La Comisión consideraba
que el desarrollo de la dimensión local en la EEE podía contribuir significativamente a
la consecución de otros objetivos comunitarios de carácter más general, como el pleno
empleo o el crecimiento económico sostenible.
Por tanto, como se ha podido observar, la política de desarrollo local se
convierte en un pilar básico de las políticas europeas de empleo. El fomento de las
Iniciativas Locales de Desarrollo y Empleo conlleva a la existencia de un elevado grado
de convergencia de las políticas de desarrollo y de empleo en el marco de la Unión
Europea.
Algunos efectos de las políticas de empleo y desarrollo territorial en la Bahía de Cádiz y
su entorno
Desde las perspectivas críticas, a grandes rasgos, se hace referencia a que la
"política de empleo" de la UE sitúa la responsabilidad del empleo en la persona que lo
busca. Así, se promueve la idea de que son las deficiencias de los trabajadores
(profesionales o personales) la causa del desempleo. Además, se señala que no se
tenga en cuenta la calidad del empleo, es decir, la existencia de salarios suficientes, la
estabilidad en el empleo, las buenas condiciones de trabajo o la seguridad social o
derechos sociales asociados al trabajo asalariado. De este modo, se considera que
aumenta el "empleo" con cualquier tipo de actividad laboral que sea. "Es decir, el
término pleno empleo ha sido despojado de sus connotaciones de bienestar y
adaptado a las necesidades de crecimiento, competitividad internacional y beneficios.
Es la forma pervertida en que se usa, o abusa, el concepto de pleno empleo en la
actualidad". (Economistas Europeos, 2000).
Aspectos positivos: segunda zona más industrializada de Andalucía, relevancia
de nuevas agriculturas, parque natural, turismo, etc.
Aspectos negativos: capital exógeno, privatizaciones, deslocalizaciones,
externalización, problemas medioambientales.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
81
Conclusiones: algunos problemas: capital exógeno, privatizaciones, deslocalizaciones y
externalización. Problemática: empresarialización y empleabilidad versus problemática
estructural
Medidas de empresarialización para una problemática estructural
La situación de cada región o localidad es el resultado de la superposición de
factores internos y externos pues, como dice Michel Delebarre, Presidente del Comité
de las Regiones de la UE, "no todas las regiones parten del mismo punto en esta
'carrera por ser atrayentes"10. Sin embargo, los problemas sociales y económicos se
atribuyen cada vez más a las condiciones "culturales", sociológicas o económicas
internas de las regiones y localidades, ignorando los condicionamientos externos o
estructurales. De este modo, el desarrollo local se convierte en un modelo muy útil
para obviar los problemas estructurales del sistema. Aunque la reestructuración y la
globalización den como consecuencia mayores desigualdades entre las personas y los
territorios, desde el discurso del nuevo paradigma serán estas regiones
“empobrecidas” las responsables de su situación.
El apoyo "indirecto" a las grandes empresas de capital foráneo
La primacía de la pequeña y mediana empresa y las relaciones de cooperación y
solidaridad son suposiciones del modelo de crecimiento endógeno y de las políticas de
DL que poco tienen que ver con la realidad productiva analizada. Cada vez es menor la
autonomía que tienen las pymes respecto a los grandes grupos (tanto industriales
como comerciales).
Las relaciones existentes en las actividades productivas presentes en el
territorio analizado son competitivas, jerárquicas y asimétricas, donde un escaso
número de grandes grupos empresariales ejercen su dominio en las relaciones
empresariales y comerciales con el resto de actores del sector. No se debe confundir la
10
Fuente: Revista de Empleo del Servicio Andaluz de Empleo, nº 14.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
82
cantidad con la calidad, es decir, el que las pymes supongan un porcentaje muy
elevado del total de empresas no conlleva a que dejen de ser simples actores
subordinados y dependientes de las estrategias de las grandes firmas. Éstas son las
verdaderas protagonistas que dominan y subordinan a las pequeñas empresas locales.
La gran empresa, con redes jerarquizadas de establecimientos, sucursales y
subcontratistas, es cada vez más protagonista del modelo de crecimiento y
acumulación local.
83
Las grandes empresas constituyen la principal fuerza creadora de la estructura
productiva territorial por lo que los debates y propuestas existentes en torno al
"espíritu emprendedor", la relevancia de las pymes, los autoempleados, etc., no deben
enmascarar el poder y la influencia crecientes de los grandes grupos empresariales.
Ante esta situación, las políticas dirigidas a mejorar la competitividad de las pymes
suelen convertirse en subvenciones indirectas a las grandes empresas que tienen
relaciones de subcontratación con ellas.
Los
instrumentos
de
asistencia
técnica,
promoción
y
fomento
de
emprendedores y las actividades de valorización social del empresario sirven para que
las pymes mantengan estrategias competitivas basadas en bajos costes y puedan
mantenerse en un nivel de rentabilidad que bordea la simple supervivencia. De esta
situación son las grandes empresas las que mayor beneficio obtienen.
Las políticas de formación, en la mayor parte de los casos, tan sólo pueden ser
utilizadas por las grandes empresas con un mínimo nivel tecnológico. Lo mismo ocurre
con la promoción de mercados. Las pymes apenas pueden acceder a la promoción en
los mercados internacionales. Cada vez más, son las empresas con una elevada
dimensión las únicas que pueden acceder de este modo a los mercados.
En definitiva, queremos reiterar que las estrategias de desarrollo local están
sirviendo de instrumento esencial para poner a disposición de las grandes empresas
esas otras organizaciones productivas de pequeña dimensión. Con estas políticas se
apoyan a microempresas que no tienen, en la mayoría de los casos, márgenes
suficientes para poder crecer o, incluso en muchas ocasiones, para mantenerse. De
este modo, la administración pública ayuda a la creación de empleo y, al mismo
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
tiempo, ayuda a las grandes empresas que disponen de un contexto en el que mejorar
sus resultados. Las ayudas a las pymes suponen de esta forma una subvención
indirecta a las grandes empresas que subordinan a estas microempresas.
La competitividad subordina a la legalidad, el crecimiento económico al desarrollo
territorial integrado
La reestructuración ha provocado la competencia de los territorios entre sí para
obtener ventajas competitivas mediante la valorización de sus recursos y la
diferenciación de sus actividades productivas. De esta forma la competitividad pasa de
las empresas a los territorios, y los pueblos, ciudades o regiones están abocados a la
lucha entre ellas para atraer capitales foráneos o para evitar la deslocalización de los
locales.
En este marco, los responsables políticos locales se afanan por facilitar el mejor
desenvolvimiento de las empresas existentes en el territorio ante la posibilidad de
cierre o deslocalización. Así, desde la administración local se apoya a todos aquellos
agentes que alcanzan un cierto grado de competitividad en el mercado, aunque esto
suponga ocultar cualquier problema o ilegalidad que puedan estar cometiendo estos
agentes.
La valorización social del empresario provoca en muchas ocasiones la
inactividad de las administraciones ante situaciones que infringen la legalidad. Así, los
emprendedores se convierten en los actuales héroes sociales, en los únicos agentes
verdaderamente "activos" -en contraposición a los simples obreros que trabajan para
otros o los perceptores de ayudas sociales, considerados "pasivos"-. Ante estos nuevos
héroes sólo cabe, desde las administraciones públicas locales, la ayuda incondicional.
En este contexto, tiene lugar a un crecimiento económico que nada tiene que
ver con el desarrollo territorial integrado. En conjunto, el dinamismo económico del
territorio objeto de estudio se ha basado esencialmente en un uso intensivo de
recursos genéricos. Es decir, se ha usado una fuerza de trabajo abundante y barata y
unos recursos naturales desprotegidos para ser muy competitivos en costes. Las
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
84
ventajas competitivas son de tipo estático, no de tipo dinámico, lo cual significa que
son fáciles de sustituir y provocan costes sociales y ambientales.
Crítica al desarrollo local:

Importancia de las multinacionales. Las pymes locales dependen casi por completo
de la “red económica global”, sin ninguna realidad propia fuera de este contexto.
Las nuevas economías locales y nacionales tienden cada vez más a la
internacionalización e integración a escala global. Por tanto, las economías
regionales y locales deben ser resituadas en esta perspectiva global, siendo el
escenario de la producción flexible y de las ciudades independientes más una
aspiración que una realidad.

Las ciudades y regiones cada vez tienen menor autonomía respecto a los actores
económicos mundiales que realizan sus actividades en función de una lógica global
que las sociedades locales ignoran y sobre la cual no tienen ningún control.

Las teorías del desarrollo local se utiliza para obviar los problemas estructurales del
sistema en el proceso de generación y apropiación de la riqueza; los “culpables” del
atraso de muchas economías regionales son ellos mismos.

Las políticas de desarrollo local sólo han servido para llevar a cabo la
descentralización del poder político, de tal forma que el poder del Estado nacional
cada vez es menor (concuerda claramente con la ideología neoliberal).
Estamos ante la legitimación en la escala local del mercado, la competitividad a
costa de cualquier cosa. Legitimación de un proceso de generación, apropiación y
utilización del excedente económico que genera cada vez más desigualdades y
abandono de los pueblos pues consisten en la concentración de capital en bolsillos y
territorios concretos.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
85
Anexo 1. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007.
Tabla XX. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007. Cádiz.
Tramo de empleo
Sin
Cádiz
De 20- De 50empleo De 0-5 De 6-19
49
99
conocido
Industria y energía
3
282
66
20
6
C. Industrias extractivas
0
1
1
0
0
D. Industria manufacturera
1
280
62
20
4
DA. Industria de la alimentación,
1
12
8
5
1
bebidas y tabaco
DB. Industria textil y de la confección
0
24
0
0
0
DC. Industria del cuero y del calzado
0
2
0
0
0
DD. Industria de la madera y del corcho
0
10
3
0
0
DE. Industria del papel; edición, artes
gráficas y reproducción de soportes
0
76
12
3
1
grabados
DF. Refino de petróleo y tratamiento de
0
0
0
0
0
combustibles nucleares
DG. Industria química
0
30
3
0
0
DH. Industria de la transformación del
0
9
1
0
0
caucho y materias plásticas
DI. Industrias de otros productos
0
4
2
0
0
minerales no metálicos
DJ. Metalurgia y fabricación de
0
29
7
2
0
productos metálicos
DK. Industria de la construcción de
0
10
3
3
1
maquinaria y equipo mecánico
DL. Industria de material y equipo
0
15
3
1
0
eléctrico, electrónico y óptico
DM. Fabricación de material de
0
24
15
5
1
transporte
DN. Industrias manufactureras diversas
0
35
5
1
0
E. Producción y distribución de energía
2
1
3
0
2
eléctrica, gas y agua
Construcción
2
311
88
33
5
Servicios
102
7.201
686
128
41
G. Comercio; reparación de vehículos
de motor, motocicletas y ciclomotores
43
2.536
213
32
4
y artículos personales y de uso
doméstico
H. Hostelería
8
775
99
17
2
I. Transporte, almacenamiento y
4
384
60
12
3
comunicaciones
J. Intermediación financiera
22
205
57
2
0
K. Actividades inmobiliarias y de
11
2.069
115
29
16
alquiler; servicios empresariales
M. Educación
2
171
33
10
8
N. Actividades sanitarias y veterinarias,
5
498
37
9
3
servicios sociales
O. Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad;
7
563
72
17
5
servicios personales
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
100 y
más
Total
5
0
4
382
2
371
0
27
0
0
0
24
2
13
0
92
0
0
0
33
0
10
0
6
0
38
0
17
0
19
4
49
0
41
1
9
4
30
443
8.188
3
2.831
0
901
5
468
0
286
10
2.250
5
229
3
555
4
668
86
Total
107
7.794
840
181
52
39
9.013
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
87
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Tabla XX. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007. Chiclana de la
Frontera.
Tramo de empleo
Chiclana de la Frontera
Industria y energía
C. Industrias extractivas
D. Industria manufacturera
DA. Industria de la alimentación,
bebidas y tabaco
DB. Industria textil y de la confección
DC. Industria del cuero y del calzado
DD. Industria de la madera y del corcho
DE. Industria del papel; edición, artes
gráficas y reproducción de soportes
grabados
DF. Refino de petróleo y tratamiento de
combustibles nucleares
DG. Industria química
DH. Industria de la transformación del
caucho y materias plásticas
DI. Industrias de otros productos
minerales no metálicos
DJ. Metalurgia y fabricación de
productos metálicos
DK. Industria de la construcción de
maquinaria y equipo mecánico
DL. Industria de material y equipo
eléctrico, electrónico y óptico
DM. Fabricación de material de
transporte
DN. Industrias manufactureras diversas
E. Producción y distribución de energía
eléctrica, gas y agua
Construcción
Servicios
G. Comercio; reparación de vehículos
de motor, motocicletas y ciclomotores
y artículos personales y de uso
doméstico
H. Hostelería
I. Transporte, almacenamiento y
comunicaciones
J. Intermediación financiera
K. Actividades inmobiliarias y de
alquiler; servicios empresariales
M. Educación
N. Actividades sanitarias y veterinarias,
servicios sociales
O. Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad;
servicios personales
Sin
empleo
conocido
1
0
1
De 0-5
De 6-19
De 2049
De 5099
100 y
más
Total
271
3
234
90
0
90
16
0
16
5
0
4
2
0
2
385
3
347
1
26
18
0
0
0
45
0
0
0
8
0
20
0
0
10
0
0
1
0
0
0
0
0
2
8
0
33
0
36
3
1
0
0
40
0
0
0
0
0
0
0
0
9
2
0
0
0
11
0
4
2
1
0
0
7
0
13
13
3
1
0
30
0
51
23
5
2
0
81
0
10
5
1
0
0
16
0
8
3
0
0
0
11
0
10
7
3
1
0
21
0
39
4
1
0
0
44
0
34
0
0
1
0
35
1
53
574
3.616
161
320
45
54
10
17
4
4
795
4.064
31
1.409
159
18
7
0
1.624
4
357
45
10
3
2
421
2
253
16
4
0
0
275
5
89
13
0
0
0
107
6
1.081
38
5
2
0
1.132
1
85
11
4
2
0
103
0
130
19
5
0
0
154
4
212
19
8
3
2
248
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
88
Total
55
4.461
571
115
32
10
5.244
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
89
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Tabla XX. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007. Chipiona.
Tramo de empleo
Chipiona
Industria y energía
C. Industrias extractivas
D. Industria manufacturera
DA. Industria de la alimentación,
bebidas y tabaco
DB. Industria textil y de la confección
DC. Industria del cuero y del calzado
DD. Industria de la madera y del corcho
DE. Industria del papel; edición, artes
gráficas y reproducción de soportes
grabados
DF. Refino de petróleo y tratamiento de
combustibles nucleares
DG. Industria química
DH. Industria de la transformación del
caucho y materias plásticas
DI. Industrias de otros productos
minerales no metálicos
DJ. Metalurgia y fabricación de
productos metálicos
DK. Industria de la construcción de
maquinaria y equipo mecánico
DL. Industria de material y equipo
eléctrico, electrónico y óptico
DM. Fabricación de material de
transporte
DN. Industrias manufactureras diversas
E. Producción y distribución de energía
eléctrica, gas y agua
Construcción
Servicios
G. Comercio; reparación de vehículos
de motor, motocicletas y ciclomotores
y artículos personales y de uso
doméstico
H. Hostelería
I. Transporte, almacenamiento y
comunicaciones
J. Intermediación financiera
K. Actividades inmobiliarias y de
alquiler; servicios empresariales
M. Educación
N. Actividades sanitarias y veterinarias,
servicios sociales
O. Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad;
servicios personales
Total
Sin
empleo
conocido
0
0
0
De 0-5
De 6-19
De 2049
De 5099
100 y
más
Total
66
0
65
13
0
13
0
0
0
1
0
1
0
0
0
80
0
79
0
14
3
0
0
0
17
0
0
0
5
0
12
0
0
3
0
0
0
0
0
0
0
0
0
5
0
15
0
4
0
0
0
0
4
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
3
1
0
0
0
4
0
13
6
0
1
0
20
0
2
0
0
0
0
2
0
1
0
0
0
0
1
0
4
0
0
0
0
4
0
7
0
0
0
0
7
0
1
0
0
0
0
1
0
9
119
945
30
64
6
5
0
1
0
0
155
1.024
3
456
33
1
0
0
493
2
157
14
0
0
0
173
1
35
1
2
0
0
39
1
18
4
0
0
0
23
1
174
7
0
0
0
182
1
20
0
2
0
0
23
0
20
2
0
0
0
22
0
65
3
0
1
0
69
9
1.130
107
11
2
0
1.259
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
90
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
91
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Tabla XX. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007. Jerez de la
Frontera.
Tramo de empleo
Jerez de la Frontera
Industria y energía
C. Industrias extractivas
D. Industria manufacturera
DA. Industria de la alimentación,
bebidas y tabaco
DB. Industria textil y de la confección
DC. Industria del cuero y del calzado
DD. Industria de la madera y del corcho
DE. Industria del papel; edición, artes
gráficas y reproducción de soportes
grabados
DF. Refino de petróleo y tratamiento de
combustibles nucleares
DG. Industria química
DH. Industria de la transformación del
caucho y materias plásticas
DI. Industrias de otros productos
minerales no metálicos
DJ. Metalurgia y fabricación de
productos metálicos
DK. Industria de la construcción de
maquinaria y equipo mecánico
DL. Industria de material y equipo
eléctrico, electrónico y óptico
DM. Fabricación de material de
transporte
DN. Industrias manufactureras diversas
E. Producción y distribución de energía
eléctrica, gas y agua
Construcción
Servicios
G. Comercio; reparación de vehículos
de motor, motocicletas y ciclomotores
y artículos personales y de uso
doméstico
H. Hostelería
I. Transporte, almacenamiento y
comunicaciones
J. Intermediación financiera
K. Actividades inmobiliarias y de
alquiler; servicios empresariales
M. Educación
N. Actividades sanitarias y veterinarias,
servicios sociales
O. Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad;
servicios personales
Sin
empleo
conocido
11
0
9
De 0-5
De 6-19
De 2049
De 5099
100 y
más
Total
651
24
613
199
10
185
39
1
37
19
0
18
2
0
2
921
35
864
4
165
49
8
9
0
235
0
0
0
58
5
32
10
1
10
0
0
4
0
0
1
0
0
0
68
6
47
0
81
20
7
2
0
110
0
0
0
0
0
0
0
0
23
9
0
1
0
33
0
13
4
1
1
0
19
1
25
15
4
1
1
47
1
83
38
6
2
0
130
0
33
14
3
0
0
50
2
37
4
3
1
1
48
0
6
4
0
0
0
10
1
52
7
1
0
0
61
2
14
4
1
1
0
22
2
170
743
9.772
263
964
96
174
30
65
15
31
1.149
11.176
76
3.681
394
59
16
4
4.230
16
1.002
113
18
5
1
1.155
8
698
93
8
1
1
809
21
296
63
2
2
3
387
29
2.780
158
36
18
12
3.033
6
246
31
11
14
2
310
2
446
47
14
3
5
517
12
623
65
26
6
3
735
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
92
Total
183
11.166
1.426
309
114
48
13.246
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
93
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Tabla XX. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007. Puerto de Santa
María.
Tramo de empleo
Puerto de Santa María
Industria y energía
C. Industrias extractivas
D. Industria manufacturera
DA. Industria de la alimentación,
bebidas y tabaco
DB. Industria textil y de la confección
DC. Industria del cuero y del calzado
DD. Industria de la madera y del corcho
DE. Industria del papel; edición, artes
gráficas y reproducción de soportes
grabados
DF. Refino de petróleo y tratamiento de
combustibles nucleares
DG. Industria química
DH. Industria de la transformación del
caucho y materias plásticas
DI. Industrias de otros productos
minerales no metálicos
DJ. Metalurgia y fabricación de
productos metálicos
DK. Industria de la construcción de
maquinaria y equipo mecánico
DL. Industria de material y equipo
eléctrico, electrónico y óptico
DM. Fabricación de material de
transporte
DN. Industrias manufactureras diversas
E. Producción y distribución de energía
eléctrica, gas y agua
Construcción
Servicios
G. Comercio; reparación de vehículos
de motor, motocicletas y ciclomotores
y artículos personales y de uso
doméstico
H. Hostelería
I. Transporte, almacenamiento y
comunicaciones
J. Intermediación financiera
K. Actividades inmobiliarias y de
alquiler; servicios empresariales
M. Educación
N. Actividades sanitarias y veterinarias,
servicios sociales
O. Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad;
servicios personales
Sin
empleo
conocido
1
0
1
De 0-5
De 6-19
De 2049
De 5099
100 y
más
Total
222
7
213
64
6
57
20
3
17
7
0
6
4
0
4
318
16
298
0
37
16
5
2
0
60
0
0
0
25
1
10
1
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
26
1
11
0
31
8
2
1
0
42
0
0
0
0
0
0
0
0
7
2
0
0
0
9
0
6
1
0
1
1
9
0
13
10
1
0
0
24
0
28
6
7
1
0
42
0
13
3
0
0
0
16
0
13
2
1
0
1
17
1
12
5
0
1
2
21
0
17
3
0
0
0
20
0
2
1
0
1
0
4
0
85
326
4.857
78
443
23
97
7
23
2
8
436
5.513
43
1.716
172
31
8
2
1.972
12
612
75
14
6
0
719
0
248
29
3
2
0
282
8
118
17
0
0
0
143
14
1.379
69
30
2
2
1.496
3
133
13
7
2
1
159
1
289
17
4
2
2
315
4
362
51
8
1
1
427
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
94
Total
86
5.405
585
140
37
14
6.267
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
95
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Tabla XX. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007. Puerto Real.
Tramo de empleo
Puerto Real
Industria y energía
C. Industrias extractivas
D. Industria manufacturera
DA. Industria de la alimentación,
bebidas y tabaco
DB. Industria textil y de la confección
DC. Industria del cuero y del calzado
DD. Industria de la madera y del corcho
DE. Industria del papel; edición, artes
gráficas y reproducción de soportes
grabados
DF. Refino de petróleo y tratamiento de
combustibles nucleares
DG. Industria química
DH. Industria de la transformación del
caucho y materias plásticas
DI. Industrias de otros productos
minerales no metálicos
DJ. Metalurgia y fabricación de
productos metálicos
DK. Industria de la construcción de
maquinaria y equipo mecánico
DL. Industria de material y equipo
eléctrico, electrónico y óptico
DM. Fabricación de material de
transporte
DN. Industrias manufactureras diversas
E. Producción y distribución de energía
eléctrica, gas y agua
Construcción
Servicios
G. Comercio; reparación de vehículos
de motor, motocicletas y ciclomotores
y artículos personales y de uso
doméstico
H. Hostelería
I. Transporte, almacenamiento y
comunicaciones
J. Intermediación financiera
K. Actividades inmobiliarias y de
alquiler; servicios empresariales
M. Educación
N. Actividades sanitarias y veterinarias,
servicios sociales
O. Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad;
servicios personales
Total
Sin
empleo
conocido
1
0
1
De 0-5
De 6-19
De 2049
De 5099
100 y
más
Total
93
3
86
28
0
24
15
0
15
7
0
7
4
0
4
148
3
137
0
10
2
1
0
0
13
0
0
0
8
0
3
0
0
1
0
0
0
0
0
0
0
0
0
8
0
4
0
14
2
2
0
0
18
0
0
0
0
0
0
0
0
2
0
0
0
0
2
0
2
0
0
0
0
2
0
5
3
0
0
0
8
0
20
4
4
3
2
33
0
3
2
0
1
0
6
0
7
1
2
0
0
10
0
10
9
5
3
2
29
1
2
0
1
0
0
4
0
4
4
0
0
0
8
0
4
104
1.319
29
154
16
31
2
10
1
5
152
1.523
2
569
77
8
2
1
659
0
168
19
1
0
0
188
0
101
12
4
1
0
118
1
31
4
0
0
0
36
1
240
19
13
3
2
278
0
39
7
2
1
1
50
0
49
7
0
2
1
59
0
122
9
3
1
0
135
5
1.516
211
62
19
10
1.823
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
96
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
97
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Tabla XX. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007. Rota.
Tramo de empleo
Rota
Industria y energía
C. Industrias extractivas
D. Industria manufacturera
DA. Industria de la alimentación,
bebidas y tabaco
DB. Industria textil y de la confección
DC. Industria del cuero y del calzado
DD. Industria de la madera y del corcho
DE. Industria del papel; edición, artes
gráficas y reproducción de soportes
grabados
DF. Refino de petróleo y tratamiento de
combustibles nucleares
DG. Industria química
DH. Industria de la transformación del
caucho y materias plásticas
DI. Industrias de otros productos
minerales no metálicos
DJ. Metalurgia y fabricación de
productos metálicos
DK. Industria de la construcción de
maquinaria y equipo mecánico
DL. Industria de material y equipo
eléctrico, electrónico y óptico
DM. Fabricación de material de
transporte
DN. Industrias manufactureras diversas
E. Producción y distribución de energía
eléctrica, gas y agua
Construcción
Servicios
G. Comercio; reparación de vehículos
de motor, motocicletas y ciclomotores
y artículos personales y de uso
doméstico
H. Hostelería
I. Transporte, almacenamiento y
comunicaciones
J. Intermediación financiera
K. Actividades inmobiliarias y de
alquiler; servicios empresariales
M. Educación
N. Actividades sanitarias y veterinarias,
servicios sociales
O. Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad;
servicios personales
Total
Sin
empleo
conocido
0
0
0
De 0-5
De 6-19
De 2049
De 5099
100 y
más
Total
48
0
47
16
0
15
1
0
1
0
0
0
1
0
0
66
0
63
0
9
4
0
0
0
13
0
0
0
10
1
2
3
0
4
0
0
0
0
0
0
0
0
0
13
1
6
0
7
0
0
0
0
7
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
2
0
0
0
0
2
0
2
3
0
0
0
5
0
2
1
1
0
0
4
0
2
0
0
0
0
2
0
3
0
0
0
0
3
0
2
0
0
0
0
2
0
5
0
0
0
0
5
0
1
1
0
0
1
3
0
12
104
1.418
37
96
16
14
2
10
3
2
162
1.552
3
566
36
2
1
0
608
1
229
14
3
3
0
250
0
98
1
2
2
0
103
4
28
10
0
0
0
42
1
316
27
2
1
0
347
1
34
1
4
0
0
40
0
52
4
0
0
0
56
2
95
3
1
3
2
106
12
1.570
149
31
12
6
1.780
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
98
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
99
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Tabla XX. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007. San Fernando.
Tramo de empleo
San Fernando
Industria y energía
C. Industrias extractivas
D. Industria manufacturera
DA. Industria de la alimentación,
bebidas y tabaco
DB. Industria textil y de la confección
DC. Industria del cuero y del calzado
DD. Industria de la madera y del corcho
DE. Industria del papel; edición, artes
gráficas y reproducción de soportes
grabados
DF. Refino de petróleo y tratamiento de
combustibles nucleares
DG. Industria química
DH. Industria de la transformación del
caucho y materias plásticas
DI. Industrias de otros productos
minerales no metálicos
DJ. Metalurgia y fabricación de
productos metálicos
DK. Industria de la construcción de
maquinaria y equipo mecánico
DL. Industria de material y equipo
eléctrico, electrónico y óptico
DM. Fabricación de material de
transporte
DN. Industrias manufactureras diversas
E. Producción y distribución de energía
eléctrica, gas y agua
Construcción
Servicios
G. Comercio; reparación de vehículos
de motor, motocicletas y ciclomotores
y artículos personales y de uso
doméstico
H. Hostelería
I. Transporte, almacenamiento y
comunicaciones
J. Intermediación financiera
K. Actividades inmobiliarias y de
alquiler; servicios empresariales
M. Educación
N. Actividades sanitarias y veterinarias,
servicios sociales
O. Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad;
servicios personales
Total
Sin
empleo
conocido
2
0
2
De 0-5
De 6-19
De 2049
De 5099
100 y
más
Total
168
0
168
23
0
23
8
0
8
0
0
0
1
0
1
202
0
202
1
20
5
0
0
0
26
0
0
0
15
0
10
1
0
2
0
0
0
0
0
0
0
0
0
16
0
12
0
41
1
1
0
0
43
0
0
0
0
0
0
0
0
4
1
0
0
0
5
0
3
0
0
0
0
3
0
4
1
0
0
0
5
0
28
3
2
0
0
33
0
11
2
1
0
1
15
0
15
0
0
0
0
15
0
8
7
3
0
0
18
1
9
0
1
0
0
11
0
0
0
0
0
0
0
0
70
208
3.600
58
270
12
40
5
15
0
9
283
4.004
31
1.463
118
9
8
4
1.633
14
342
36
8
2
0
402
0
172
21
3
0
0
196
6
93
12
0
0
0
111
9
877
34
15
0
2
937
5
117
12
2
2
1
139
0
269
13
1
3
0
286
5
267
24
2
0
2
300
72
3.976
351
60
20
10
4.489
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
100
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
101
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Tabla XX. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007. Sanlúcar de
Barrameda.
Tramo de empleo
Sanlúcar de Barrameda
Industria y energía
C. Industrias extractivas
D. Industria manufacturera
DA. Industria de la alimentación,
bebidas y tabaco
DB. Industria textil y de la confección
DC. Industria del cuero y del calzado
DD. Industria de la madera y del corcho
DE. Industria del papel; edición, artes
gráficas y reproducción de soportes
grabados
DF. Refino de petróleo y tratamiento de
combustibles nucleares
DG. Industria química
DH. Industria de la transformación del
caucho y materias plásticas
DI. Industrias de otros productos
minerales no metálicos
DJ. Metalurgia y fabricación de
productos metálicos
DK. Industria de la construcción de
maquinaria y equipo mecánico
DL. Industria de material y equipo
eléctrico, electrónico y óptico
DM. Fabricación de material de
transporte
DN. Industrias manufactureras diversas
E. Producción y distribución de energía
eléctrica, gas y agua
Construcción
Servicios
G. Comercio; reparación de vehículos
de motor, motocicletas y ciclomotores
y artículos personales y de uso
doméstico
H. Hostelería
I. Transporte, almacenamiento y
comunicaciones
J. Intermediación financiera
K. Actividades inmobiliarias y de
alquiler; servicios empresariales
M. Educación
N. Actividades sanitarias y veterinarias,
servicios sociales
O. Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad;
servicios personales
Sin
empleo
conocido
4
0
4
De 0-5
De 6-19
De 2049
De 5099
100 y
más
Total
244
4
238
50
0
49
11
0
11
3
1
2
0
0
0
312
5
304
1
71
22
7
1
0
102
0
0
0
8
1
29
0
0
6
0
0
0
0
0
0
0
0
0
8
1
35
0
9
3
1
0
0
13
0
0
0
0
0
0
0
0
3
0
0
0
0
3
0
2
1
0
0
0
3
0
9
3
3
0
0
15
0
39
8
0
1
0
48
1
6
0
0
0
0
7
0
19
0
0
0
0
19
1
3
2
0
0
0
6
1
39
4
0
0
0
44
0
2
1
0
0
0
3
0
49
282
2.667
123
179
42
31
11
5
7
4
465
2.935
22
1.201
79
5
3
0
1.310
5
328
25
6
0
0
364
1
123
6
1
0
0
131
5
72
12
0
0
0
89
5
592
30
5
0
3
635
4
71
5
8
0
0
88
3
106
6
4
1
1
121
4
174
16
2
1
0
197
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
102
Total
53
3.193
352
84
19
11
3.712
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
103
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Tabla XX. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007. Trebujena.
Tramo de empleo
Trebujena
Industria y energía
C. Industrias extractivas
D. Industria manufacturera
DA. Industria de la alimentación,
bebidas y tabaco
DB. Industria textil y de la confección
DC. Industria del cuero y del calzado
DD. Industria de la madera y del corcho
DE. Industria del papel; edición, artes
gráficas y reproducción de soportes
grabados
DF. Refino de petróleo y tratamiento de
combustibles nucleares
DG. Industria química
DH. Industria de la transformación del
caucho y materias plásticas
DI. Industrias de otros productos
minerales no metálicos
DJ. Metalurgia y fabricación de
productos metálicos
DL. Industria de material y equipo
eléctrico, electrónico y óptico
DM. Fabricación de material de
transporte
DN. Industrias manufactureras diversas
E. Producción y distribución de energía
eléctrica, gas y agua
Construcción
Servicios
G. Comercio; reparación de vehículos
de motor, motocicletas y ciclomotores
y artículos personales y de uso
doméstico
H. Hostelería
I. Transporte, almacenamiento y
comunicaciones
J. Intermediación financiera
K. Actividades inmobiliarias y de
alquiler; servicios empresariales
M. Educación
N. Actividades sanitarias y veterinarias,
servicios sociales
O. Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad;
servicios personales
Total
Sin
empleo
conocido
0
0
0
De 0-5
De 6-19
De 2049
De 5099
100 y
más
Total
19
0
18
5
0
5
1
1
0
1
1
0
0
0
0
26
2
23
0
7
2
0
0
0
9
0
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
1
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
0
0
6
2
0
0
0
8
0
1
0
0
0
0
1
0
1
0
0
0
0
1
0
0
1
0
0
0
1
0
1
0
0
0
0
1
0
4
28
267
6
8
4
2
1
0
0
0
39
281
0
112
2
0
0
0
114
0
34
2
0
0
0
36
1
25
3
0
0
0
29
1
8
0
0
0
0
9
0
61
0
0
0
0
61
1
6
1
1
0
0
9
1
7
0
1
0
0
9
0
14
0
0
0
0
14
4
314
19
7
2
0
346
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
104
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
105
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
Tabla XX. Establecimientos por tramo de empleo y actividad económica. Enero 2007. Cádiz.
Total agregado11
(Cádiz, Chiclana de la Frontera,
Chipiona, Jerez de la Frontera, Puerto
Sin
de Santa María, Puerto Real, Rota, San empleo
Fernando, Sanlúcar de Barrameda y
conocido
Trebujena)
Industria y energía
23
C. Industrias extractivas
0
D. Industria manufacturera
19
DA. Industria de la alimentación,
8
bebidas y tabaco
DB. Industria textil y de la confección
0
DC. Industria del cuero y del calzado
0
DD. Industria de la madera y del corcho
0
DE. Industria del papel; edición, artes
gráficas y reproducción de soportes
0
grabados
DF. Refino de petróleo y tratamiento de
0
combustibles nucleares
DG. Industria química
0
DH. Industria de la transformación del
0
caucho y materias plásticas
DI. Industrias de otros productos
1
minerales no metálicos
DJ. Metalurgia y fabricación de
1
productos metálicos
DK. Industria de la construcción de
1
maquinaria y equipo mecánico
DL. Industria de material y equipo
2
eléctrico, electrónico y óptico
DM. Fabricación de material de
2
transporte
DN. Industrias manufactureras diversas
4
E. Producción y distribución de energía
4
eléctrica, gas y agua
Construcción
5
Servicios
558
G. Comercio; reparación de vehículos
de motor, motocicletas y ciclomotores
254
y artículos personales y de uso
doméstico
H. Hostelería
62
I. Transporte, almacenamiento y
17
comunicaciones
J. Intermediación financiera
74
K. Actividades inmobiliarias y de
77
alquiler; servicios empresariales
M. Educación
24
N. Actividades sanitarias y veterinarias,
12
Tramo de empleo
De 0-5
De 6-19
De 2049
De 5099
100 y
más
Total
2.064
42
1.962
554
17
523
131
5
125
49
2
42
19
0
17
2.840
66
2.688
371
129
26
13
0
547
161
10
129
15
1
39
0
0
6
0
0
1
0
0
2
176
11
177
300
49
17
4
0
370
0
0
0
0
0
0
78
17
0
1
0
96
42
9
2
2
1
56
78
51
11
2
1
144
299
98
27
10
2
437
90
29
8
2
1
131
119
13
7
1
2
144
80
49
16
6
8
161
205
24
5
0
0
238
60
14
1
5
2
86
2.799
35.662
873
3.184
293
576
73
187
36
93
4.079
40.260
13.709
1.283
165
49
14
15.474
4.004
442
77
21
3
4.609
2.137
242
39
9
6
2.450
958
192
4
2
3
1.233
9.569
497
135
42
31
10.351
922
1.866
114
152
51
38
29
14
10
12
1.150
2.094
11
Cádiz, Chiclana de la Frontera, Chipiona, Jerez de la Frontera, Puerto de Santa María, Puerto Real, Rota, San Fernando, Sanlúcar
de Barrameda y Trebujena.
ESTUDIO ECONÓMICO Y PRODUCTIVO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
106
servicios sociales
O. Otras actividades sociales y de
servicios prestados a la comunidad;
38
2.497
262
67
21
14
2.899
servicios personales
Total
586
40.525
4.611
1.000
309
148
47.179
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de establecimientos con actividad económica en
Andalucía. IEA. Enero 2007.
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