LA EDUCACIÓN POSTURAL EN EL ÁMBITO EDUCATIVO Y SU CONTEXTO SOCIAL Marco teórico y estado de la cuestión en el ámbito de la educación para la salud, la sociedad y la educación formal CARLOS GARCÍA-ALÉN LORES ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN 4 2. OBJETIVOS 5 3. LA POSTURA EN EL CONTEXTO SOCIAL 3.1. LA ESPALDA: MAL ENDÉMICO DE LA SOCIEDAD 6 3.2. LAS REPERCUSIONES DE LA PROBLEMÁTICA POSTURAL EN LOS SECTORES SANITARIO Y LABORAL 3.3. EL ÁMBITO DOMÉSTICO 8 9 4. LA RESPUESTA ANTE LA PROBLEMÁTICA SOCIAL DE LA POSTURA 4.1. LA ERGONOMÍA 10 4.2. EN EL ÁMBITO LABORAL: LA LEY DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES 12 4.2.1. Exposición de motivos y objetivo 13 4.2.2. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo 14 1 4.3. EN EL ÁMBITO EDUCATIVO 4.3.1. Los antecedentes de la educación postural: Las escuelas de la espalda 4.3.1.1. Origen 15 4.3.1.2. La escuela de espalda en España 18 4.3.1.3. Conclusión 19 4.3.2. La educación postural en el ámbito de la educación formal 20 4.3.2.1. Los destinatarios de la educación postural en el contexto educativo 21 4.3.2.1.1. Principales problemas de espalda en la población escolar 21 4.3.2.1.2. Causas de los problemas posturales en la población escolar 23 4.3.2.1.3. Prevención y actuación ante los factores de riesgo y los problemas posturales en la población escolar 30 4.3.2.2. El tratamiento de la salud desde la escuela 33 2 4.3.2.2.1. El área de Educación Física 34 4.3.2.2.1.1. La educación postural en el aula de Educación Física 36 5. CONCLUSIONES 44 6. BIBLIOGRAFÍA 46 3 1. INTRODUCCIÓN Durante las últimas décadas, hemos asistido a una mejora de la calidad de vida que no lleva consigo un proporcional aumento de los estilos de vida saludables. Nuestra sociedad está inmersa en el sedentarismo: - En el ámbito escolar: Los alumnos pasan la mayor parte del horario escolar sentados. - En el ámbito laboral: El trabajo en el campo y en la industria han cedido terreno a los empleos de tipo sedentario (oficinas, despachos, ordenadores…). El sedentarismo y el desconocimiento en materia de higiene postural han dado lugar a la propagación de una epidemia demasiado arraigada en la sociedad actual: los problemas de salud derivados de malos hábitos posturales. La zona del cuerpo más castigada por estas malas prácticas es, con mucha diferencia, la espalda. De ahí que se le otorgue especial importancia en el desarrollo de este trabajo. Por otro lado, las administraciones son conscientes del problema existente y sus reacciones no se han hecho esperar: leyes de prevención de riesgos laborales, la presencia de la salud en los currículos educativos, la distribución de información en forma de folletos y anuncios, etc… A lo largo de este trabajo, analizaremos el contexto social de la problemática postural y en qué medida la educación postural debe tener el tratamiento que se merece, en el contexto educativo. Para ello, nos basaremos en el trabajo elaborado por María Elena Lorenzo González para su tesis doctoral (Universidad de Vigo, 2007), cuya extensa revisión bibliográfica hemos consultado y actualizado. 4 2. OBJETIVOS 1) Determinar el estado de la cuestión de la educación postural, a través de una revisión bibliográfica en profundidad. 2) Examinar la problemática de la postura corporal y su incidencia a nivel social. 3) Analizar las principales iniciativas que diversas entidades han llevado a cabo al respecto, para atajar el problema social de la postura: Principalmente, desde el ámbito laboral y educativo. 4) Indagar sobre la evolución de la preocupación social ante el tema de la salud, en general, y ante la educación postural, en particular. 5) Examinar el tratamiento de la educación postural en el contexto de la educación formal y, concretamente, desde la pespectiva del área de Educación Física. 5 3. LA POSTURA EN EL CONTEXTO SOCIAL 3.1. LA ESPALDA: MAL ENDÉMICO DE LA POBLACIÓN En el día a día de la vida cotidiana, encontramos un sinfín de situaciones potencialmente peligrosas para nuestra salud que afecten, específicamente, sobre la postura corporal: - Situaciones de carácter emocional: Estrés por los exámenes; introversión; etc… - Situaciones de carácter laboral: lugares de trabajo incómodos; movimientos repetitivos y/o mantenidos; etc… - Situaciones de carácter doméstico: tareas que soliciten posturas forzadas, posiciones estáticas incorrectas, etc... - Situaciones de carácter climatológico: Sentir frío, por ejemplo, provoca que, inconscientemente, adoptemos una postura mantenida de encogimiento de hombros, lo cual puede derivar en una sobrecarga de la zona. La mayor parte de las consecuencias derivadas de estos malos hábitos recaen sobre la parte del cuerpo que sustenta la mayor cantidad de la carga física diaria: la espalda. Esto da lugar a que un importantísimo porcentaje de la población padezca problemas en esta zona. Las afecciones más comunes de la espaldad repercuten sobre la columna vertebral y son causadas, principalmente, por: - Mantener la misma posición durante períodos prolongados de tiempo. - Soportar posturas que fuercen las curvaturas anatómicas de la columna. - Realizar movimientos repetidos, incluso con esfuerzos de bajo nivel. - Ejecutar movimientos bruscos. 6 Existe abundante bibliografía sobre la epidemiología de los problemas de espalda. Diferentes estudios afirman que la lumbalgia es el tipo más común de las dolencias de espalda y tiene cada vez más incidencia y a edades más tempranas: desde la infancia, el número de casos y la prevalencia del dolor aumentan proporcionalmente a la edad y la cifra de adolescentes afectados se acerca vertiginosamente a los datos encontrados en adultos (Hanney et al., 2009; Cardoso y Gómez Conesa, 2008; Groll et al., 2009; Martínez González et al. 2008; Jeffries et al., 2007; Geldhof et al., 2006; Skaggs et al. 2006; Katz, 2006; Bejia et al., 2005; Jones et al., 2004). No obstante, Briggs et al. (2009) recoge abundante bibliografía que pone de manifiesto la prevalencia de problemas posturales, en otras partes de la columna (principalmente, tórax y cuello), causadas por factores posturales, sobrecargas y sedentarismo, entre otras causas. Jeffries et al. (2007) realizaron un estudio epidemiológico sobre la población adolescente que reveló una prevalencia del dolor de espalda de hasta el 74%. En este mismo estudio, el 72% de los encuestados afirmaron padecer lumbalgia o haberla padecido en algún momento de su vida. Cassidy et al. (2005) halló una prevalencia de la lumbalgia en el 71% de la población general. Comparando esta cifra con los porcentajes de adolescentes anteriores, se confirman la alta prevalencia de lumbalgia infantil y la peligrosa proximidad con las cifras de población adulta. Según Hestbaek et al. (2006a y 2006b), padecer lumbalgias u otros dolores de espalda en la juventud implican enormes posibilidades de continuar sufriendo la dolencia en la edad adulta. 7 Las anteriores investigaciones obtuvieron resultados que no distan de los datos de otros estudios menos actuales. Walter et al. (2000) establecen un 84% de población adulta que en algún momento de su vida sufrirán algún tipo de molestia de espalda. Según González Viejo (1996), la lumbalgia es un mal padecido por entre el 45%-85% de los habitantes de países industrializados y es, además, uno de los principales focos de gasto sanitario, como veremos en el apartado siguiente. Por otro lado, Kortmann (2002) afirma que el 75% de la población adulta sufrirá problemas de espalda, al menos una vez en la vida, y que dos de cada cinco personas padecen dolores agudos en esa zona. Este mismo autor establece en los 40 años el punto de comienzo de la mayor parte de las dolencias de espalda. 3.2. LAS REPERCUSIONES DE LA PROBLEMÁTICA POSTURAL EN LOS SECTORES SANITARIO Y LABORAL La enorme incidencia social de los problemas derivados de una mala postura viene inevitablemente acompañada de consecuencias económicas, siendo los sectores sanitario y laboral los principalmente afectados (Bell y Burnett, 2009; Hanney et al., 2009; Martínez González et al., 2008). Katz et al. (2006) constatan que la lumbalgia es la segunda causa de consultas médicas, únicamente precedida por el resfriado común. Hanney et al. (2009) afirman que las consecuencias económicas de los problemas de espalda son superiores a los de las enfermedades coronarias e incluso mayores que el conjunto de enfermedades reumáticas, respiratorias, traumatismos, contusiones y diabetes. Dagenais et al. (2008) y Walter et al. (2000) destaca el enorme coste económico de la lumbalgia, para la sanidad pública, pero es aún 8 mayor el coste en la productividad laboral, por las bajas e incapacidades. Respecto al ámbito laboral, Katz et al. (2006) estiman en 66 mil millones de dólares la cuantía a la que ascienden los costes indirectos (bajas laborales, reducción de productividad, limitaciones físicas, etc…), derivados de problemas de espalda, en Estados unidos. En el caso de nuestro país, Viejoa y Huertab (2000) señalan una media de 55338 bajas laborales al año, las cuales sitúan a España como el país de la Unión Europea con los mayores costes económicos derivados de problemas de espalda. González Viejo y Condón (2000) valoran el gasto total de los seguros en este tipo de dolencias y lo establecen en un 70-90% del desembolso total de las entidades. Según estos mismos autores, las actividades con mayor número de bajas e incapacidades laborales son aquellas relacionadas con la industria y los servicios, siendo la sedestación y la manipulación y transporte de objetos pesados las posturas principalmente originarias de patologías y molestias de espalda. 3.3. EL ÁMBITO DOMÉSTICO Dentro de las paredes del hogar, tienen lugar multitud de situaciones en las que ponemos a prueba a nuestro cuerpo y la postura. Uno de los primeros estudiosos sobre la ergonomía doméstica fue Grandjean (1973) que analizó los perjuicios posturales de las diferentes tareas domésticas (planchar, cocinar, barrer, etc…) y sus consecuencias sobre la espalda. Este autor encontró tres factores lesivos, ya comentados anteriormente: La duración, la repetición y la ejecución incorrecta de los movimientos. 9 Por otro lado, Aguado (1995) sometió a análisis a un heterogéneo grupo de amas de casa de las cuales más del 80% reconocieron molestias, al menos ocasionalmente, en la zona lumbo-sacra. Las siguientes zonas más castigadas y doloridas, según los integrantes de la muestra anterior, son el cuello, las piernas y la zona dorsal de la columna. Como vemos, la problemática de la postura no repercute únicamente a un determinado número de sectores profesionales. Los empleados del hogar encuentran un foco potencial de lesiones en su lugar de trabajo. No obstante, es obvio que no es necesario ser empleado doméstico para sufrir las consecuencias de los malos hábitos posturales en el hogar. Como veremos más adelante, cualquier miembro de una unidad familiar está expuesto a padecer dolencias derivadas de la incorrecta ejecución de tareas aparentemente tan simples como barrer, tender la ropa e, incluso, dormir. La importancia de los programas escolares de educación postural radica en la posibilidad de transferir los aprendizajes a las situaciones de la vida cotidiana (Furtado et al., 2009; Oleske et al., 2006). 4. LA RESPUESTA ANTE LA PROBLEMÁTICA SOCIAL DE LA POSTURA 4.1. LA ERGONOMÍA Según el diccionario de la Real Academia Española de la lengua, el significado etimológico de la palabra ergonomía lo encontramos en el griego: ergos (trabajo) y nomos (ley). “La ley del trabajo”. 10 Según Aguado (1995), sus orígenes se remontan a principios del siglo XX, pero no adquiere la categoría de disciplina científica hasta pasada la II Guerra Mundial. Según este autor, los primeros estudios ergonómicos surgieron junto a las nuevas iniciativas de producción industrial, de las que nacerían las primeras cadenas de montaje. Se trataba de mejorar la productividad, mejorando la eficiencia de cada trabajador. Este afán de exprimir las posibilidades laborales del individuo fue desarrollado por Taylor, basándose en la idea de la organización científica del trabajo. Los primeros albores de la ergonomía jugaron, aquí, un papel crucial en la optimización y racionalización del proceso de producción. Tras la II Gran Guerra, se modificó la perspectiva de la producción industrial. Hasta ese momento, el trabajador debía adaptarse a su puesto de trabajo. Sin embargo, a partir de este momento, se trataba de adaptar el lugar de trabajo a las características de la persona. De este modo, surge, en Inglaterra, la ergonomía como ciencia. Los pilares de la ergonomía, el afán por mejorar la calidad del puesto de trabajo y reducir el esfuerzo del trabajador, se han extrapolado de las cadenas de montaje de principios de siglo a multitud de contextos de algún modo relacionados. Actualmente, este ámbito de intervención lo protagoniza la biomecánica ocupacional, cuyo objetivo es mejorar el rendimiento y evitar la fatiga, en contextos laborales, escolares, domésticos, etc… La entrada de la ergonomía y de la biomecánica funcional en la vida cotidiana evidencian la preocupación institucional, por un lado, pero, sobre todo, la concienciación social sobre el cuidado del cuerpo y la adopción de hábitos y estilos de vida saludables. La definición más amplia y difundida de “salud” fue redactada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1946. Este organismo 11 define “salud” como el estado de bienestar físico, mental y social. La OMS también organizó, en 1986, un importante evento, en Ottawa (Canadá), que supuso uno de los mayores impulsos internacionales por la difusión social de la salud: la 1ª Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud. De este simposio, surgió una innovadora carta de acción que proponía las pautas para alcanzar un ambicioso compromiso internacional: que los ciudadanos alcanzasen un óptimo estado de salud, de cara al año 2000. Las pautas a seguir incluían atajar temas tan diversos como: la nutrición, la actividad física, el tabaquismo, el alcoholismo, seguridad ocupacional, etc… Además, se elaboraron propuestas de actuación, muchas de las cuales concedían a la actividad física un protagonismo especial (Biddle y Mutne, 1991): Reducir estilos de vida sedentarios; incrementar la fuerza, la resistencia y la flexibilidad muscular; aumentar la participación diaria de la Educación Física en las escuelas y el nivel de actividad física de las clases; incrementar la orientación hacia la actividad física a través de la incorporación de profesorado en las escuelas de educación infantil y primaria; etc… Como vemos, la Educación Física asume un importante papel como elemento de prevención y favorecedor de salud. Además, se destaca a las escuelas y a la población en edad escolar como uno de los ámbitos de intervención prioritario. 4.2 EN EL ÁMBITO LABORAL: LA LEY DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Hemos comprobado la enorme incidencia de los problemas derivados de lesiones de índole postural. Este problema social nos obliga, como individuos responsables, a concederle una especial importancia a la adopción de hábitos posturales, en general, y al cuidado de la 12 espalda, en particular, durante prácticamente todas las situaciones de la vida cotidiana. Este hecho no pasa desapercibido para las administraciones públicas. Por un lado, la administración educativa ha tomado cartas en el asunto y asume su función educadora, como veremos posteriormente. Por otro lado, en vista del gran número de accidentes y bajas en el ámbito laboral, la administración competente en esta materia también ha adoptado una serie de medidas de actuación. Veamos, brevemente, el caso de nuestro país. Sin lugar a dudas, el mayor avance en materia de prevención lo supuso la aprobación de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. 4.2.1. Exposición de motivos y objetivo En la Exposición de Motivos, esta ley apela al artículo 40.2 de la Constitución Española, según el cual es competencia de los poderes públicos “velar por la seguridad e higiene en el trabajo”. Por tanto y basándose en ese extracto de la Carta Magna, en la presente ley se reconoce que “este mandato constitucional conlleva la necesidad de desarrollar una política de protección de la salud de los trabajadores mediante la prevención de los riesgos derivados de su trabajo y encuentra en la presente Ley su pilar fundamental”. Cabe señalar, que en ese mismo apartado de Exposición de motivos, se destaca que la prevención de accidentes no se limita al texto de la ley, sino que conlleva un compromiso social que abarca todos los sectores, incluido el educativo, en todas sus etapas. 13 Un aspecto importante de este documento se destaca en el artículo 2 de esta ley, que establece, como su objetivo fundamental, “promover la seguridad y la salud de los trabajadores mediante la aplicación de medidas y el desarrollo de las actividades necesarias para la prevención de riesgos derivados del trabajo”. 4.2.2. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo En ningún apartado de la ley, se menciona, de manera específica, el tratamiento de la higiene postural o el cuidado de la postura corporal en el ámbito laboral. Sin embargo, a lo largo del documento legislativo, se destaca la importancia de ciertos organismos (algunos creados ex professo) que tienen competencia directa para colaborar en el cumplimiento del texto, en el desarrollo de los aspectos en él contenidos y en la revisión de posibles mejoras para el futuro: - Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo y su Red. - Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. - Comité de Seguridad y Salud. - Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. - Ministerio de Trabajo e Inmigración. - Ministerio de Educación. - Ministerio de Sanidad y Política Social. Nos interesa, particularmente, el Instituo Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. 14 Este organismo está llevando a cabo una importante labor de difusión de información referente a todo tipo de recomendaciones en materia de prevención de riesgos laborales, incluidas, también, las que tienen que ver, específicamente, con higiene postural: manipulación manual de cargas; trabajo con pantallas de visualización; ergonomía; estrés; etc… Son de sobra conocidas por todos las campañas de difusión de pósters y carteles de diferente temática: - Ejercicios recomendados para aliviar tensiones producidas por posiciones estáticas mantenidas. - Higiene postural en el transporte manual de cargas. - Postura correcta frente al ordenador. - Etc… Toda la documentación relativa a sus campañas de información y difusión están disponibles en la dirección web de dicho organismo (www.insht.es, consultada, por última vez, el 3 de agosto de 2009), además de otra amplísima documentación específica de prevención de riesgos laborales y legislación laboral. 4.3 EN EL ÁMBITO EDUCATIVO 4.3.1. Los antecedentes de la educación postural: Las escuelas de la espalda 4.3.1.1. Origen Ya vimos, anteriormente, cómo las estadísticas alertaban sobre los costes sanitarios debidos a las consecuencias de problemas 15 posturales. La zona más perjudicada, con diferencia, es la zona de la espalda. Uno de las soluciones que se consideran más eficaces para atajar este problema es la prevención a través de la educación de la población. Un individuo consciente de los problemas y peligros asociados a diversas situaciones de su vida cotidiana será más precavido y eficiente, a la hora de afrontarlas. Bajo esta premisa y basándose en la enorme incidencia de lesiones de espalda asociadas a problemas posturales, surgieron las primeras escuelas de la espalda, en la segunda mitad del siglo XX: - Escuela sueca de la espalda. - Unidades canadienses de educación de la espalda. - La escuela de espalda de California. Aunque diferentes entre sí, todas ellas tienen en común el educar a los participantes en la importancia de diferentes aspectos que resumimos en el cuadro siguiente: ADOPTAR POSICIONES FORTALECER LAS ZONAS CORRECTAS EN ACTIVIDADES MUSCULARES MÁS COTIDIANAS: BENEFICIOSAS PARA LA REEDUCACIÓN POSTURAL Durante el descanso, las tareas domésticas, en el trabajo… ESCUELAS DE LA ESPALDA CONTROLAR LAS EMOCIONES Principalmente, el estrés VALORAR LA VIDA ACTIVA Y LA ACTIVIDAD FÍSICA SALUDABLE 16 La metodología secuenciación de empleada sesiones por estas grupales, escuelas a consistía cargo de en la diferentes especialistas del ámbito de la salud, en las que se impartían, a nivel teórico-práctico, recomendaciones para el cuidado y la atención de la espalda, desde el punto de vista postural. Las ideas fundamentales de estas escuelas se fueron incorporando, poco a poco, a diferentes sectores, principalmente, el laboral, donde se buscaba rebajar la elevada cifra de damnificados en accidentes relacionados con el trabajo. Cabe señalar que, paralelamente al nacimiento de estos movimientos en pro de la espalda, surgieron numerosos estudios que trataron de evaluar los beneficios reales de la educación impartida en estas clases. Destacamos, de entre los demás, el trabajo de Sikorski (1985): este autor diseñó un programa de educación cuyos participantes valoraron, como principal factor de los beneficios obtenidos, las pautas de cuidado recomendadas (69% de los encuestados). En segundo lugar (64% de los participantes), la prescripción de actividad física rehabilitadora y/o preventiva. Resultados de estudios posteriores, como los de Hooper (1999), afirmaban importantes beneficios sobre los sujetos analizados: por un lado, reducción del dolor de la zona dañada y, por otro, el beneficio psicológico que supone la mejora de la actitud del individuo. Estudios más actuales, como los de Tavafian et al. (2008 y 2007) y Tugcu (2008) hallaron, igualmente, exitosos resultados de mejora de la calidad de vida, a través de este tipo de programas. Sin embargo, existen, también, investigaciones que no hallaron resultados tan satisfactorios como los anteriores y dejan lugar a dudas sobre los verdaderos efectos sobre la salud de los programas 17 basados en escuelas de la espalda (Van Tulder et al., 2006; Andrade et al., 2005; Heymans et al., 2005). Otros autores hallaron confusos resultados que difieren en cuanto a la efectividad de los programas de intervención. Jaroid (2004) halló indicios de reducción del dolor lumbar en los individuos estudiados, mejoría de la capacidad funcional y modificación satisfactoria de la conducta ante la higiene postural. Por otro lado, Betolaza et al. (2006) no encontraron mejoraría significativa de la intensidad del dolor ni en la realización de actividades de la vida cotidiana, en los sujetos de la muestra analizada, pero sí ciertos efectos positivos en la calidad de vida. 4.3.1.2. La escuela de espalda en España Con el objetivo de continuar las labores de las primeras escuelas de la espalda y fundar un red de las mismas en nuestro país, se constituyó, en 2003, la Escuela Española de la Espalda, gracias a la acción de la Fundación Kovacs. Desde este colectivo, se pretende fomentar la educación de la espalda, en nuestro contexto nacional, implicando a numerosos sectores asociados a la salud. El colectivo de incidencia prioritario son los principales grupos de riesgo, tales como jóvenes, deportistas, personas mayores y trabajadores. A través de esta escuela, se quiere educar en aspectos sobre los que incidían las primeras escuelas de la espalda: Normas de ejecución higiénica de los movimientos; ejercicios de fortalecimiento muscular; aplicación de los aprendizajes en supuestos prácticos; etc… 18 4.3.1.3. Conclusión Tal y como hemos visto, las escuelas de la espalda suponen una eficaz herramienta de intervención ante el problema de la postura en la sociedad y asentaron las bases de lo que hoy podemos llamar “educación postural”. Su idea fundamental se basa en la educación como factor esencial para paliar las consecuencias de los malos hábitos posturales y como instrumento de prevención para afrontar futuras situaciones potencialmente perjudiciales para la salud de la postura, en general, y de la espalda, en particular. En términos generales, destacamos un modus operandi similar en todas las manifestaciones de la escuela de la espalda: - Clases grupales teórico-prácticas. - Aprendizaje de: o Ejercicios de fortalecimiento de los grupos musculares solicitados. o Ejercicios de estiramiento de la musculatura más “estresada”. o Pautas de higiene postural y ejecución correcta de movimientos, desde el punto de vista de la salud de la espalda. - Promover la utilización de los conocimientos adquiridos en las diferentes situaciones de la vida cotidiana. 19 4.3.2. La educación postural en el ámbito de la educación formal Según Steel et al. (2006), los problemas de salud derivados de las malas posturas alcanzan tal magnitud que se han trasladado a los centros educativos estrategias de intervención. Así pues, nos centraremos, ahora, en el contexto que realmente nos interesa para el caso concreto de este trabajo. Como hemos visto, tras la elaboración de la Carta de Ottawa, la Organización Mundial de la Salud propuso una serie de recomendaciones para alcanzar el ansiado y ambicioso objetivo surgido de la conferencia. Entre ellos, fomentar la práctica de actividad física desde las escuelas y otorgar a la Educación Física un papel líder. Los problemas de índole postural suponen una auténtica pandemia social, por las importantes repercusiones que tienen, principalmente, sobre la espalda. En vista de esta situación, la sociedad, en general, y el sistema educativo, en particular, conceden especial relevancia al cuidado y mantenimiento de esta parte del cuerpo, respecto a otras zonas corporales mucho menos perjudicadas. Kao (1976) fue el pionero en la introducción del concepto de educación en ergonomía y uno de los primeros autores en defender la inclusión de este tipo de contenidos, en la escuela. 20 4.3.2.1. Los destinatarios de la educación postural en el contexto educativo Cuando hablábamos de los colectivos sobre los que las escuelas de la espalda pretendían incidir, se incluía a los jóvenes dentro de los grupos de riesgo. Además, hemos visto, en apartados anteriores, las alarmantes cifras de incidencia de problemas de espalda en esta etapa de la vida. 4.3.2.1.1. Principales problemas de espalda en la población escolar Los principales problemas de espalda presentes en la población en edad escolar son: el dolor de espalda y las alteraciones de las curvaturas naturales de la columna vertebral. Respecto al primero de los problemas, ya hemos visto los resultados de algunos estudios que exponen alarmantes resultados sobre la prevalencia del dolor de espalda entre la población infantil. Hakala et al. (2002) destacaron el aumento vertiginosa del dolor de espalda, desde los años 90 hasta la actualidad. Jones et al. (2004) encontraron un 40,2% de prevalencia de vida del dolor de espalda en la muestra de escolares estudiada. En este mismo estudio se destacaron las consecuencias discapacitantes del dolor en el 13,1% de los sujetos, el absentismo escolar del 26,2% de los alumnos convalecientes y la reducción de actividad física en el 30,8% de los casos. En un estudio más reciente, Fraile (2009) registró un 62,3% de niños de primaria que padecen o han padecido dolor de espalda sin causa aparentemente justificada. 21 A pesar de las escalofriantes estadísticas, existen estudios, como el de Pelissé et al. (2009) en el que destacan la poca relevancia que tiene el dolor de espalda de los adolescentes en su calidad de vida. Los resultados de estos autores contrastan con los de Roth-Isigkeit et al. (2005), cuya investigación resaltaba las restricciones en actividades de la vida cotidiana que padecían dos de cada tres niños y adolescentes con dolor de espalda. En el caso concreto de España, los datos se suavizan, pero no son mucho más alentadores. A finales de los años 90, Mendoza (1998) encuentra una prevalencia del dolor de espalda del 16% de su grupo infantil de muestra. Por otro lado, García Fontecha (2005), afirma que el porcentaje de niños de 11 años con dolor de espalda es del 11,6%, mientras que la cifra asciende considerablemente a los 15 años: 50,4%. En el caso de este estudio, las causas del dolor no responden a factores orgánicos en la mayoría de los casos (60%). En cualquier caso, todos los estudios consultados al respecto destacan a la zona lumbar como la más afectada por el dolor. Respecto a las deformidades de la columna vertebral, en la edad infantil, la mayoría de las alteraciones en el raquis se corresponden con desviaciones de tipo actitudinal (actitudes cifóticas, lordóticas y escolióticas). Respecto a la prevalencia de este tipo de alteraciones, Molano (2004) encontró algún tipo de deformidad en el 100% de los niños integrantes de su muestra (22 niños). Por otro lado, Loots et al. (2001), tras realizar un estudio similar, señalan que la alteración postural más frecuente es la cifosis (casi en el 90% de los escolares estudiados) y la lordosis (en el 93% de los niños del muestreo). 22 En vista esta situación, es evidente la necesidad de adoptar una postura de prevención desde las primeras etapas escolares (Cardon et al. 2007; Méndez y Gómez Conesa, 2001), además de llevar a cabo la identificación temprana del problema (Hestbaek et al. 2006a y 2006b; Cardon et al., 2000). Gómez Conesa (2009) defiende la adopción de estrategias de prevención e intervención en la escuela, fundamentándose en los beneficios físicos que conllevan y en las consecuencias de ahorro económico que suponen. A su vez, esta investigadora critica la pasividad de las administraciones educativa y sanitaria por no tomar cartas en el asunto, en vista de la obviedad del problema existente. No debemos olvidar que los alumnos de esas edades pasan por una etapa en la que los factores de crecimiento pueden ayudar a que actitudes posturales inadecuadas se consoliden como modificaciones estructurales de por vida. Por otro lado, Molano (2004) señalan las etapas de la infancia y adolescencia como las fases sensibles para la adquisición de hábitos de vida saludables, dentro de los cuales, la educación en hábitos posturales tiene un importante papel que desempeñar. 4.3.2.1.2. Causas de los problemas posturales en la población escolar En apartados anteriores, ya adelantamos algunas causas de los problemas posturales en adultos. Veamos qué sucede en el caso de los niños y jóvenes. Tradicionalmente, se han atribuido los problemas de espalda en niños y adolescentes a factores tan diversos como el género, la edad, el peso corporal, el tabaquismo, el nivel de práctica de actividad física, la fuerza muscular, el mobiliario escolar, el modo de sentarse en 23 clase, el uso de la mochila y factores psicosociales, como estrés y depresión (Fraile, 2009, Aparicio et al., 2004, Çakmak et al., 2004; Cattalorda et al., 2003; Jones et al., 2003). Concretamente, en el ámbito escolar, los alumnos se exponen constantemente a factores de carga de mochilas (Geldhof et al., 2007), posturas sedentes prolongadas (Knight y Noyes, 1999; Murphy et al., 2004) y mobiliario escolar inapropiado (Limon et al., 2004; Milanese y Grimmer, 2004; Panagiotopoulou et al., 2004; Parcells et al., 1999). Lindstrom-Hazel (2009) advierte de ciertos factores que deben ser más estudiados, ya que su relación con los problemas posturales no está del todo claro: el tiempo que los alumnos transportan la mochila y suben/bajan escaleras con ella; las medidas antropométricas de cada alumno; factores psicosociales. Legg (2007) se da cuenta de la relevancia del contexto escolar en la aparición de problemas posturales y centra su interés en el mobiliario escolar (sillas y mesas), el transporte de la mochila y la relación de ambos factores con la prevalencia de desórdenes musculoesqueléticos. Geldhof et al. (2006) critican la paradoja de aplicar un programa de intervención basado en educación postural, en el contexto de un centro escolar totalmente antiergonómico. Lorenzo González (2007), en su tesis doctoral, compara los resultados de los estudios más importantes sobre causas del dolor de espalda infantil, realizados hasta la fecha. Veamos las causas que alegan diferentes autores en el cuadro siguiente (se han coloreado de un mismo color las causas relacionados entre sí): 24 CAUSAS DE MOLESTIAS DE ESPALDA EN ESCOLARES Aguado et al. Watson et al. Fundación Milanese y (2001) (2002) Kovacs (2003) Grimmer (2004) Posición sedente Posición Posición y sedente (inadecuada, (inadecuada prolongada) prolongada) Actividad física inapropiada Transporte sedente Inadecuada práctica deportiva de Transporte de mochilas (incorrecto y mochilas (con carga con carga excesiva) excesiva) Posturas inadecuadas Malos (en actividad física) posturales hábitos Sedentarismo Factores psicosociales Tabla adaptada de Lorenzo González (2007). Cabe resaltar que, de las 4 referencias consultadas por esta autora, tres coinciden en la postura sedente como uno de los principales factores causantes de problemas de espalda. La Fundación Kovacs discrepa del resto, aunque resalta un tema directamente relacionado, como son los malos hábitos posturales. Aguado et al. (2001) coinciden con: - Milanese y Grimmer (2004), en el transporte de mochilas. - Fundación Kovacs (2003), en la mala ejecución de posturas. Watson et al. (2002) coincide con la Fundación Kovacs en afirmar la mala práctica de actividad física como un factor importante, a la vez que es el único grupo de autores que señala la relevancia de los factores psicosociales. 25 La Fundación Kovacs (2003) es la única referencia que pone de manifiesto la importancia del sedentarismo como factor de riesgo ante los problemas posturales. En Lorenzo González (2007), se detallan otros estudios que analizaron, específicamente, las causas del dolor lumbar. De entre estas, las más abundantes tienen que ver con la escasa práctica de actividad física o el abandono del cuidado del propio cuerpo. Por eso, sorprende, dada la incidencia del sedentarismo sobre la aparición del dolor de espalda, que sólo la Fundación Kovacs encontrase relación directa entre la inactividad física y los problemas posturales. Además de los analizados por Lorenzo González (2007), existen estudios recientes con interesantes resultados que caben destacar. Burton (2005) no halló indicios de que el sobrepeso, el tabaquismo y otros factores, como el alcoholismo o la alimentación, tuviesen incidencia en la aparición de problemas o dolores de espalda. Jones et al. (2005) determinó, como principales factores de riesgo de lumbalgia, la flexibilidad lumbar, la musculatura abdominal y la flexión lateral de tronco. Geldhof et al. (2007), en vista de los múltiples factores de riesgo encontrados en estudios anteriores al de ellos, afirman que es muy complicada la labor de determinar los factores de predisposición y la adopción de medidas preventivas. Groll et al. (2009) achacan el enorme aumento de casos de problemas de espalda en población infantil al sedentarismo y a la práctica inadecuada de actividad física. Estas mismas causas, junto al déficit de control motor, las esgrimen Perry et al. (2009), pero este colectivo matiza que dicha afirmación está mucho más clara en adultos que en niños y adolescentes, por lo que aconsejan futuras investigaciones centradas en este grupo de edad. 26 Fraile (2009) no encontró relación significativa entre dolor de espalda y factores como el peso de la mochila o el sedentarismo, pero sí halló indicios que vinculaban de manera directa la lumbalgia con la inadecuada postura sedente y un inapropiado mobiliario escolar. Por otro lado, el transporte de la mochila es uno de los factores que más comúnmente se relacionan con los problemas de espalda en escolares (Brackley et al., 2009; Han Jo Kim y Green, 2008) y es una de las actividades diarias más interesantes desde el punto de vista de este trabajo, ya que, al igual que sucede con la sedestación, los escolares la llevan a la práctica todos los días del año académico. Quintana et al. (2005) destacan la importancia de esta tarea, desde la perspectiva postural, ya que supone transportar cierto peso, en varias ocasiones al día y durante, aproximadamente, 180 días del año, en un momento de plena etapa de crecimiento y maduración del aparato locomotor. Negrini y Carabalona (2002) analizaron una muestra de adolescentes con dolor de espalda, cuyos resultados relacionaban las molestias con el peso de la mochila en el 46% de los casos. Sin embargo, estos dos investigadores afirman que el peso de las mochilas no es el factor principal, sino que están asociados otros factores personales. Con el objetivo de evitar problemas derivados del sobrepeso de las bolsas escolares, la Fundación Kovacs (2003) recomienda que el peso de la mochila no sea superior al 10% del peso del alumno que la transporta. Fraile (2009) destacó la importancia de que el alumnado aprenda la postura correcta para la carga y transporte de la mochila. Su investigación reveló que la mayor parte de los alumnos de primaria que había analizado cargaba su mochila por encima del porcentaje recomendado (10% del peso corporal). 27 Devís (2000) llegó a registrar escolares que cargaban, en algún momento de la semana, más del 30% del peso corporal. Quintana et al. (2005) concluyen que el peso de la mochila no guarda relación significativa con el dolor de espalda e, incluso, aumentan el peso recomendado a un 15% del peso corporal del alumno. Brackley y Stevenson (2004) también aumentan el porcentaje máximo recomendado hasta un máximo del 15%, pero critican la poca aplicabilidad de este tipo de recomendaciones teóricas, ya que la industria fabricante de mochilas escolares no favorece al respecto. Han Jo Kim y Green (2008) recomiendan no sobrepasar el 20% del peso corporal del alumno, lo cual es dato llamativo, puesto que duplica los valores recomendados por la Fundación Kovacs (2003). Por último, son muchos los autores que destacan la importancia de utilizar un apropiado mobiliario escolar en el aula. Fraile (2009) realizó un interesante estudio centrado, además de en el transporte de la mochila, en la importancia de la adopción de una adecuada postura sedente con un mobiliario escolar apropiado. Este autor concluyó que el mobiliario escolar no se adapta al momento evolutivo de cada alumno, a lo largo de los distintos cursos por los que pasa, y opina que tanto la silla como la mesa son elementos fundamentales para la comodidad del alumnado. De esto mismo, se percataron, años antes, Knight y Noyes (1999) y Troussier et al. (1994), que llevaron a cabo sendos estudios para tratar de determinar las dimensiones óptimas del mobiliario escolar que evitasen alteraciones o molestias musculoesqueléticas en escolares. Milanese y Grimmer (2004) concluyeron que, sólo en los primeros años de la escuela, el mobiliario se adapta a la antropometría del alumno. A partir de ese momento, el desfase se va haciendo cada vez mayor y aumenta el riesgo de lesiones por posturas inapropiadas. Cabe destacar el importante número de horas que los escolares pasan, cada día, sentados en su pupitre. En esta posición, la presión 28 sobre las vértebras lumbares es mayor que en bipedestación, ya que en ésta última posición, se alivia la carga por la acción de la musculatura erectora del tronco (Weineck, 1997). Además, el no mantener una adecuada posición erguida del tronco sobre la silla, puede derivar en una sobrepresión de los discos intervertebrales, causada por el encorvamiento de la columna (Wilke et al., 2001). Quintana et al. (2004a) realizaron un estudio sobre mobiliario escolar y alumnos de primaria del que concluyó que la mayoría de los alumnos no utilizaban un mobiliario adecuado a sus características antropométricas, lo cual influía negativamente sobre su postura corporal. González Montesinos et al. (2004) van más allá en los resultados obtenidos: mantenerse prolongadamente en sedestación, en sillas tan rígidas como las de los centros escolares, provoca el acortamiento, agotamiento y distensión de varios grupos musculares (principalmente, del miembro inferior, cuello, cintura escapular y espalda) estudio que llevaron a cabo, que un individuo que mantenga prologadamente la posición sedente, en una silla Quintana et al. (2004b) se encontraron con que un alumno de primaria puede llegar a estar el 80% de la jornada escolar en posición sedente, a lo que hay que añadir el tiempo que pasa estudiando, comiendo, viendo la televisión, etc… En esta misma línea, Geldhof (2006) advierte, en su tesis doctoral, que el alumnado de secundaria, a diferencia que el de primaria, pasa más tiempo sentado (estudiando, haciendo los deberes…) fuera de la escuela que dentro, por lo que es necesario no sólo adoptar la postura correcta en la silla, sino también concienciar a las familias de la importancia del adecuado mobiliario para el estudio en el hogar. 29 4.3.2.1.3. Prevención y actuación ante los factores de riesgo y los problemas posturales en la población escolar La escasa movilidad articular, el poco desarrollo muscular y las deformaciones del raquis son consecuencias típicas de la escasa práctica de actividad física. Schiltenwolf y Schneider (2009), Han Jo Kim y Green (2008) y Milanese y Grimmer (2004) son algunos de los muchos autores que consideran el ejercicio físico y la adopción de posturas correctas como las soluciones más eficaces para la corrección de problemas derivados del sedentarismo. Hanney et al. (2009) defienden que la actividad física juega un factor fundamental en la prevención de los problemas posturales y apoyan a las instituciones públicas en promocionar el estilo de vida activo como herramienta eficaz. Estos autores también alertan de la errónea tendencia generalizada a abandonar la práctica de actividad física tras los primeros episodios de dolor o molestia. Además, destacan los efectos positivos que la actividad física tiene sobre el estado de ánimo y la autoestima (Mejora el humor, calma la ansiedad y reduce la depresión). Fanucchi et al. (2009) también obtuvieron resultados satisfactorios en un estudio que pretendía analizar los efectos positivos del ejercicio físico en adolescentes con lumbalgia. Tras la intervención, se redujo la prevalencia y la intensidad del dolor. Resultados similares fueron hallados por Jones et al. (2007), Ferreira et al. (2006) y Hayden et al. (2005), que encontraron una fuerte evidencia entre ejercicio físico y prevención de dolor. Bell y Burnett (2009) defienden la inclusión del ejercicio físico dentro de programas multidisciplinares de educación postural. Añaden, además, que la bibliografía existente sostiene la idea de los efectos beneficiosos de la actividad física, pero no hay consenso, entre los diferentes autores, sobre el tipo de ejercicio más beneficioso. 30 Perry et al. (2009) analizaron la relación entre el estado de condición física y la incidencia de dolor de espalda, en un grupo de adolescentes. Este grupo de investigadores concluyó que los individuos que presentaban menos prevalencia de algias de espalda presentaban una mayor capacidad aeróbica, mayores niveles de flexibilidad y un mejor grado de tonificación de la musculatura de la espalda y del abdomen. La Región Europea de la Confederación Mundial para la Fisioterapia publicó, en 2009, los resultados de un programa de intervención basado en ejercicio físico, llevado a cabo con estudiantes de educación primaria. Los beneficios en cuanto a prevención del dolor de espalda fueron evidentes. Fernández et al. (2008) y Geldhof et al. (2007) también defienden el ejercicio físico como elemento de prevención de problemas posturales, sumado a programas de educación en el ámbito escolar. Por otro lado, los niveles de sedentarismo en edad escolar alcanza cifras realmente alarmantes, mitigados, principalmente por el “hipertecnologismo” de nuestra sociedad. Stone (2008) resalta la importancia de la ergonomía en una sociedad sedentarizada por las nuevas tecnologías. García Ferrando (2006) destaca que la práctica de actividad física, en la población general de nuestro país se sitúa en el 30% del total de españoles. En la edad adolescente, este mismo autor sitúa el porcentaje de práctica en un 50%, aproximadamente. Sin embargo, el mero hecho de hacer actividad física no implica salud per se. La ejecución incorrecta de ejercicios o técnicas deportivas ocasiona, frecuentemente, trastornos en el aparato locomotor y los efectos del exceso de ejercicio pueden llegar a ser tan contraindicados como la propia inactividad (Heneweer et al., 2009; Sato et al., 2008). Debido a la importante labor de la espalda en el 31 movimiento del cuerpo humano, es una de las zonas más castigadas por la práctica inadecuada. López Miñarro (2000) en un intento por facilitar la labor del entrenador/docente/deportista/alumno ha elaborado una interesante propuesta con los pasos a seguir para seleccionar o descartar aquellos ejercicios menos saludables. Para ello, se basa en factores como la posición inicial del ejercicio y las articulaciones implicadas. Por el contrario, Burton (2005), en una revisión de una guía europea para la prevención de la lumbalgia, pone en entredicho los beneficios de la actividad física, ya que afirma que no existen evidencias significativas de que la práctica deportiva o el llevar un estilo de vida activo sean medidas eficaces de prevención de problemas de espalda en niños y adolescentes (pero sí en adultos). Respecto a los malos hábitos posturales (dentro de los cuales, incluimos la posición sedente y el transporte de mochilas, anteriormente comentados), Loots et al. (2001) y Molano (2004) coinciden, al igual que otros autores anteriormente citados, en destacar la importancia de iniciar la educación en higiene postural desde edades lo más tempranas posible. De esta manera, existen muchas posibilidades de que se afiancen los hábitos y se transfieran, posteriormente, a la vida adulta. Geldhof (2006) destaca la importancia de la adopción de las posturas correctas, durante la adolescencia, ya que tiene lugar la maduración biológica. Durante este período de crecimiento, el cuerpo es muy susceptible a cambios, lo cual adquiere especial relevancia en las cargas que manejen los niños (Jordaan, 2005; Grimmer y Williams, 2000). Además, las consecuencias fisiológicas de la adopción de posturas inadecuadas en la sedestación o el transporte de la mochila, comentadas en el apartado anterior, justifican la importancia de informar a los escolares sobre la necesidad de mantener la columna 32 cervical en una buena posición y fortalecer la musculatura que interviene en la postura. Por otro lado, el complemento ideal a la adopción de una buena postura es el mobiliario escolar adecuado, que viene determinado y supervisado por diferentes organismos internacionales (ISO, CEN, AENOR…). Aún así, resulta crucial que las familias y los centros escolares tengan presentes las recomendaciones de los expertos, de manera que se instalen taquillas personales en las escuelas y se promueva, desde el hogar, el uso de mochilas más ligeras (Skaggs et al., 2006). 4.3.2.2. El tratamiento de la salud desde la escuela Como ya dijimos anteriormente, la población en edad escolar se encuentra en plena fase sensible para la adopción y consolidación de hábitos de vida saludables. Puesto que los niños y jóvenes pasan una importantísima parte de su infancia en la escuela, esta institución se convierte en un potencial y eficaz instrumento de intervención. Cardoso y Gómez Conesa (2008) señalan a la escuela y la familia como los principales contextos de socialización infantil, de ahí, que se conviertan en unos de los más adecuados entornos para llevar a cabo intervenciones al respecto. Con la aprobación de la Ley Orgánica 1/1990 de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), la salud entra a formar parte, por primera vez, dentro del currículo educativo oficial. Además, uno de los temas transversales, que nacen de la mano de esta ley, lleva por nombre “Educación para la Salud” y es definido, dentro de la propia legislación LOGSE, como el “proceso de formación permanente que se inicia en los primeros años de la infancia, orientado hacia el 33 conocimiento de sí mismo en todas sus dimensiones tanto individuales como sociales y, también, del ambiente que le rodea en su doble dimensión, ecológica y social, con la finalidad de poder tener una vida sana y poder participar en la salud colectiva”. Es decir, la promoción de la salud supone fomentar la adopción de hábitos de vida saludables y reducir aquellos que perjudiquen nuestra salud. El primer reconocimiento internacional de la labor de la escuela como herramienta de intervención de primer orden surge de la Agenda de Egmond (2000), que es una institución cuyo objetivo es fomentar la promoción de la salud por parte de la comunidad educativa y, específicamente, desde la escuela. Bajo ese objetivo, surge la Red Europea de Escuelas Promotoras de Salud, a la que España pertenece. La actual Ley Orgánica 2/2006 de Educación (LOE), no sólo no continúa la senda de su predecesora, sino que hace de la salud uno de los pilares fundamentales del currículo educativo, fortaleciendo su presencia dentro de éste. 4.3.2.2.1. El área de Educación Física Pese a que la educación para la salud es una tarea que incumbe a toda la comunidad educativa (LOE), es indiscutible que la Educación Física es el área del currículo que mejor puede llevar a cabo el objetivo de promocionar la salud y de los estilos de vida activos. Como ya dijimos en su momento, el hecho de que la Organización Mundial de la Salud destacase la labor de la actividad física como un factor de prevención de la salud de primer orden sitúa a la Educación Física en un puesto privilegiado, respecto a otras materias del currículo. Esta consideración también es sostenida por Devís y Peiró 34 (2001) y es una idea puesta de manifiesto por numerosos expertos en diferentes congresos sobre actividad física y educación, como Gargallo et al. (2000), Martínez de Haro (2001) y Ruíz (2001). Así como, en épocas anteriores, se primaba la condición física y la detección de talentos deportivos en el ámbito escolar, Generelo et al. (2004) destaca la corriente actual de la Educación Física como promovedora de actividad física desde un punto de vista saludable y orientada a la mejora de la calidad de vida, en todos los ámbitos de ésta. Pérez y Delgado (2004) afirman que existen sólidas justificaciones para abordar el tema de la salud en la escuela y, de manera particular, desde el área de la Educación Física. Por otro lado, Devís y Peiró (2001) diseñaron una serie de propuestas para tratar la salud, en el ámbito educativo, partiendo de su inevitable vínculo con la actividad física y la relación directa entre ésta y las clases de Educación Física. Las denominaron “perspectivas de la salud”. En apartados anteriores, comentábamos la importancia del sedentarismo como factor de aparición de problemas posturales. El sedentarismo, que ya es una lacra social, puede y debe ser abordado desde las clases de Educación Física, en la escuela. Evidentemente, no se trata de poner al alumnado a hacer ejercicio físico durante las dos horas semanales de las que disponemos, sino de promover el gusto por la práctica de actividad física en los ratos de ocio y dotar de las herramientas necesarias para realizarlo de manera correcta y segura. De esta manera, los profesionales de la Educación Física combatimos el problema de la inactividad física y educamos en la ocupación constructiva del tiempo libre. 35 Según Casimiro (1999), la labor fundamental del profesor de Educación Física, en materia de educación para la salud, es fomentar actitudes, hábitos, destrezas y conocimientos que el alumno pueda trasladar a la vida cotidiana, mejorando su nivel de bienestar. Por otro lado, la administración educativa es consciente de la preocupación y de la problemática social en torno a la salud y ha tomado iniciativas al respecto. La más evidente es dotar al currículo educativo de un hilo conductor, la salud, que se aborda desde todas las áreas y constituye un Objetivo General de Etapa en sí mismo, tanto en Educación Primaria, como en Secundaria. Además, la legislación educativa señala al área de Educación Física como principal protagonista de la educación para la salud y el fomento de hábitos de vida saludables, donde se incluye la educación postural, como contenido específico del currículo educativo. Por último, cabe señalar que Armour (2005) reclama un mayor consenso y unanimidad por parte del colectivo de profesores de Educación Física, ante la formulación de los objetivos que proponen para sus clases. 4.3.2.2.1.1. La educación postural en el aula de Educación Física La inclusión en la escuela de contenidos relacionados con la educación postural es defendida por un gran número de autores que, a su vez, conceden al área de Educación Física el papel protagonista para llevar a cabo la tarea. Es el caso de Castillo (2000), que destaca los múltiples beneficios de la educación postural precoz, ya que fijan 36 hábitos y evitan problemas posturales futuros (lo cual es respaldado por otros investigadores, como Delgado y Tercedor, 2002, y Latorre y Herrador, 2003). Esta misma autora es partidaria de que, desde la Educación Física, se fomente la actividad física saludable y, a su vez, propone que se impartan contenidos educativos sobre la postura correcta a adoptar, principalmente, en las siguientes situaciones: - La bipedestación y sedestación. - Los momentos de vestirse y asearse. - El calzado adecuado. - Los movimientos de inclinarse o agacharse. - La manipulación de cargas, incluido el transporte de la mochila. - La postura yacente: su importancia para dormir correctamente. En la anterior propuesta, no se incluían aspectos interesantes, como la higiene postural en el ejercicio físico y en las tareas domésticas, que sí fueron destacados por Fraile et al. (1998). Andujar et al. (1999) hacen hincapié en la importancia de la etapa escolar como fase sensible para el aprendizaje de hábitos saludables, debido, en gran parte, por la participación consciente del alumno. Este mismo grupo de autores destaca las cualidades didácticas del juego como recurso en educación postural. El colectivo de investigadores de Aguado et al. (2000 y 2001) afirma la relevancia de incluir, en educación postural, la higiene en las tareas domésticas, laborales y ocio. Además, propone el descubrimiento guiado, como la estrategia didáctica más apropiada, y la idoneidad de relacionar este tema con la expresión corporal. Por otro lado, señalan la interdisciplinariedad de este tipo de contenidos y la transversalidad, lo que le confiere un tratamiento necesario desde todas las áreas del currículo. 37 Resulta interesante la postura de Le Boulch (2001) sobre este tema, ya que entiende la educación postural desde la perspectiva psicomotriz. Para este autor, resulta fundamental la interiorización del esquema corporal por parte del individuo, como base para una efectuar una buena reeducación de la postura. Este aspecto también lo destacan Delgado y Tercedor (2002), principalmente, en la etapa de secundaria, momento en el que, por causa del crecimiento, tiene lugar un desajuste del esquema corporal. Latorre y Herrador (2003) ofrecen una interesante propuesta para abordar la educación postural, desde las clases de Educación Física, porque plantean una completa visión de las sesiones de este área. Los aspectos a trabajar con los alumnos que estos autores consideran relevantes son: - El esquema corporal. - El fortalecimiento de la musculatura postural. - La expresión corporal. - La higiene postural en las actividades de la vida cotidiana. - El equilibrio estático y dinámico. Alexander (2007) considera óptimo incluir, dentro de los programas de educación postural, el fortalecimiento muscular, la respiración, las posturas adecuadas durante el movimiento, la sedestación, la postura ante el ordenador y el ratón, la carga de mochilas y el transporte de objetos pesados. Como vemos, esta perspectiva ofrece una visión multidisciplionar de la educación postural, desde la materia de Educación Física, ya que 38 contempla temas tan diversos como la expresión corporal, el acondicionamiento físico, la psicomotricidad y la higiene postural. Lorenzo González (2007) analiza, en su tesis doctoral, las principales investigaciones, llevadas a cabo hasta el momento, relacionadas con programas de intervención escolar cuyo contexto específico es el área de Educación Física. Las resumimos en el cuadro siguiente, al que hemos añadido, también, los estudios más importantes sobre el mismo tema, desde el punto de vista de Martínez González et al. (2008), destacados en color gris. Los estudios citados, tanto por Lorenzo González (2007), como por Martínez González et al. (2008), se han diferenciado con un tono de gris más oscuro. AUTOR ASPECTOS A TRABAJAR RESULTADOS Tras 1 sesión (15 minutos), Spence et al. (1984) aumentó el conocimiento -Cómo levantar objetos del suelo teórico sobre la postura, pero no mejoró la conducta práctica - Manejo de objetos y cargas Tras nueve sesiones, los Aguado - Relación con el mobiliario cotidiano alumnos modificaron sus (1995) - Tareas domésticas. actitudes posturales en la vida cotidiana Tras 1 sesión (15 minutos), Sheldon (1994) -Cómo levantar objetos del suelo mejoraron tanto los -Factores de riesgo de la lumbalgia conocimientos teóricos sobre la postura, como las conductas prácticas Tras una intervención - Flexibilidad de musculatura Rodríguez isquiosural y de la espalda. García - Fortalecimiento de musculatura (1998) postural. durante todo un curso escolar, se encontraron mejoras significativas que consolidan a la Educación Física como contexto de intervención por excelencia. 39 - La postura sedente y yacente. - La postura al agacharse. - La marcha. Se observaron cambios en la da Silva - Nociones anatómicas y biomecánicas actitud de los alumnos (1998) - Situaciones de la vida cotidiana. respecto a la postura. Güimaraes - Fortalecimiento y estiramiento de la musculatura de la espalda. Cardon et al. (2000) Gómez - Levantarse de cama. Tras 6 sesiones (1 sesión - Postura en el lavabo. semanal de 60 minutos), - Posición sedente. mejoraron los conocimientos - Posición al calzarse y descalzarse. teóricos sobre la postura y - Manejo de cargas. las conductas prácticas - Postura sedente y yacente. Conesa y - Postura en el aseo. Tras 8 sesiones (1 sesión Méndez - Manejo de cargas. semanal de 60 minutos), (2000) - Fortalecimiento muscular. mejoraron los conocimientos - Respiración. sobre la postura - Flexibilidad de la musculatura isquisural. - Tras 11 sesiones (1 sesión - Postura sedente y yacente. semanal de 60 minutos), - Postura en el aseo. mejoraron los conocimientos - Manejo de cargas. teóricos y las conductas Gómez- - Fortalecimiento muscular. prácticas. Conesa - Respiración. - Se comprobó mejoras la (2001) - Flexibilidad de la musculatura prevención del dolor lumbar Méndez y isquisural. en edad escolar (Los efectos perduraron 4 años después de la intervención). Cardon et al. (2002) - Levantarse de cama. Tras 6 sesiones (1 sesión - Postura en el lavabo. semanal de 60 minutos), - Posición sedente. mejoraron los conocimientos - Posición al calzarse y descalzarse. sobre el cuidado de la - Manejo de cargas. espalda, pero poco perdurables en el tiempo 40 Feingold y Jacobs Tras 1 sesión (30 minutos), - Transporte y carga de la mochila (2002) no se encontraron mejoras cuantitativas, pero sí cualitativas en la conducta Se obtuvieron resultados satisfactorios en cuanto a la Fundación Kovacs (2003) - Nociones anatómicas y biomecánicas de la columna vertebral. - Higiene postural en la vida cotidiana. concienciación del cuidado de la espalda y la adquisición de conocimientos sobre prevención de posturas inadecuadas Tras 6 sesiones (1 sesión - Nociones anatómicas y patológicas de la columna vertebral. Geldhof et al. (2006) - Higiene postural, principalmente orientada a las situaciones del aula. - Actividad física recreativa (Programa de deportes, juegos y recreo activo) semanal de 60 minutos), se obtuvieron mejoras en la reducción del dolor de espalda y un aumento de los conocimientos sobre la postura - Conocimiento de la espalda. Los alumnos mejoraron sus - Conciencia corporal. conocimientos sobre la - Relajación. espalda y sobre higiene González - Higiene postural en la vida cotidiana, postural en la vida cotidiana, (2007) incluidas las situaciones de clase. incidiendo en la importancia Lorenzo - Importancia del acondicionamiento físico - Nociones anatómicas y patológicas de la columna vertebral. - Higiene postural, principalmente Cardon et al. (2007) orientada a las situaciones del aula. - Actividad física recreativa (Programa de deportes, juegos y recreo activo) del estilo de vida activo como factor de prevención. Tras 6 sesiones (1 sesión semanal de 60 minutos), se obtuvieron mejoras en la reducción del dolor de espalda y un aumento de los conocimientos sobre la postura 41 Según Lorenzo González (2007) y Martínez González et al. (2008) los arriba mencionados son los estudios sobre programas escolares de intervención en educación postural más importantes de los últimos 25 años. Aunque las propuestas elaboradas por los distintos autores guardan rasgos comunes entre sí (La mayoría se centran en el transporte de objetos; Suelen estructurarse en tres partes: Presentación de la información, demostración práctica y repetición), destaca la heterogeneidad de los distintos programas. Existen intervenciones de una sola sesión, de tiempo máximo de 30 minutos (de 15 minutos en dos de los casos expuestos), en la que los alumnos aprenden uno o dos bloques de contenidos. Mientras que, por otro lado, cuando el bloque de conocimientos a adquirir es más amplio, el número de sesiones se eleva a 6-11, con una periodicidad de una sesión por semana y de una hora de duración. De este modo, Cardon et al. (2000 y 2002) conciben propuestas muy completas, al igual que Méndez y Gómez Conesa (2000 y 2001), quienes incluyen actividades de la vida cotidiana tan diversas como escribir (sentado), comer, coger objetos de estanterías elevadas, mover armarios, entrar y salir de un coche, etc… Como contraste, cabe señalar los trabajos de Spence et al. (1984) y Sheldon (1994) que se ciñen al levantamiento de objetos del suelo, obviando la posibilidad de educar en el manejo de cargas a niveles superiores del suelo. No obstante, la mayoría de los estudios afirman haber obtenido resultados satisfactorios. Un criterio que generalmente adoptan los investigadores para evaluar un plan de intervención es la retención de los conocimientos a lo largo del tiempo. La mayoría de los estudios citados en el cuadro anterior afirmaron que los alumnos analizados retuvieron los 42 conocimientos adquiridos durante, al menos, dos años después del test, lo cual evidencia la eficacia de la intervención. A pesar de la demostrada importancia social de este tipo de intervenciones (Cardon y Balagué, 2004), Martínez González et al. (2008) destacan la escasa existencia de bibliografía sobre programas de educación postural en el ámbito escolar, frente a la abundante información disponible sobre individuos en edad adulta. Por otro lado, en vista de los buenos resultados obtenidos por algunas de las más importantes investigaciones llevadas a cabo sobre el tema, muchos autores (Herman, 2009; Legg y Jacobs, 2008; Geldhof et al., 2007; Woodcock, 2007) resaltan la importancia de la inclusión de los contenidos de educación postural, dentro del currículo educativo y la necesidad de comenzar el aprendizaje de aspectos de ergonomía desde los primeros años de la escuela. Davó et al. (2008) critican la deficiente incorporación de la educación para la salud, como tema transversal del currículo, en nuestro país, y la inexistente integración sistemática y generalizada de este tipo de contenidos, dentro de los proyectos curriculares. Alexandre (2008) señala la importancia de la formación de los profesores en materia de ergonomía (principalmente, relacionada con el aula), para que, de esta manera, la intervención pueda ser mucho más efectiva. Sobre este aspecto, Legg y Jacobs (2008) y Woodcock (2007) añaden el escaso interés por la pedagogía de la ergonomía, que se refleja en los pocos estudios específicos al respecto. 43 5. CONCLUSIONES - En la sociedad actual, existe una importantísima incidencia de los problemas derivados de las malas posturas, particularmente, los que afectan a la espalda, los cuales, además, tienen consecuencias económicas y laborales consideradas por varios autores. En el ámbito laboral, cabía esperar una mayor incidencia en el sector agrícola y la construcción. Sin embargo, los sectores laborales más castigados son la industria y los servicios. - La mayoría de investigadores coinciden en señalar, como principales factores de lesión o dolencia postural, la duración, la repetición y la ejecución incorrecta de los movimientos. - A nivel institucional, la respuesta social ante el problema de la postura educativa lo canalizan, y laboral. principalmente, Los avances en las administraciones ergonomía resultan fundamentales para adaptar las dimensiones antropométricas del individuo con el espacio en el que interactúa. La respuesta de las instituciones a la incidencia de los problemas posturales en la sociedad responde a la evidencia de que “prevenir es más barato que curar”, de ahí el importante impulso del factor educativo como principal elemento de prevención. La muestra de ello es el gran rol que juega la salud, dentro del currículo educativo, y que, a su vez, es uno de los ejes vertebrales de la legislación educativa actual. - Las escuelas de la espalda fueron los pioneros en el fomento de la salud postural y asentaron las bases para el desarrollo del campo la educación de la postura. Priorizaban el fortalecimiento muscular, los estiramientos y las pautas de higiene postural en la vida cotidiana. 44 - A nivel escolar, la Educación física tiene un indiscutible papel protagonista por las posibilidades de intervención de la etapa escolar (La escuela es la única institución por la que, teóricamente, pasa el 100% de la población, durante las primeras etapas de la vida) y por la característica particular de la actividad física, como factor de prevención de primer orden (Según la Organización Mundial de la Salud). La necesidad de intervenir no responde, únicamente, al objetivo de corregir los defectos posturales ya existentes, sino de educar para la prevención de futuras dolencias. - El dolor de espalda es el problema postural más extendido en la población escolar, sobre todo el dolor lumbar, originado en la mayoría de los casos por malos hábitos posturales. La etapa escolar es el momento ideal de intervención, ya que es cuando el alumno mejor puede afianzar hábitos saludables con mayores probabilidades de que perduren en la vida adulta. - Las consecuencias del sedentarismo y la inactividad física es uno de los factores de riesgo de los problemas de índole postural. La escuela tiene un importante papel que desempeñar, fomentando los estilos de vida activos, desde Educación Primaria, y consolidándolos, en la Educación Secundaria. - La gran cantidad de horas que los alumnos permanecen en la posición de sedestación juega en contra de su salud. De ahí, la importancia de educar no sólo en nociones de higiene postural, sino en cómo afrontar los factores ajenos al control del alumno (como el mobiliario escolar o el peso de la mochila). 45 6. BIBLIOGRAFÍA Aguado, X. (1995). Educación postural de tareas cotidianas en la enseñanza primaria, un enfoque ergonómico. Tesis doctoral. Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona. Aguado, X.; Fernández Ordoñez, A. (2000). Ergonomía, seguridad e higiene. Unidades didácticas para primaria. Barcelona: INDE. Aguado, X.; Riera, J.; Fernández Ordoñez, A. (2001). Educación postural en primaria. Propuesta de una metodología y ejemplo de una sesión. Educación Física y Deportes. 59: 55-60. Alexandre, M. (2007). Teaching ergonomics to children and teachers. 10th Annual Applied Ergonomics Conference. Andrade, S.; Ribeiro de Araújo, A.; Pereira Vilar, M. J. (2005). Back School: Historical revision and its application in chronic low back pain. Revista Brasileira de Reumatologia. 45 (4): 224-228. 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