La captura de mamíferos marinos se remonta a los orígenes de la

Anuncio
CAZA DE BALLENAS
La captura de mamíferos marinos se remonta a los orígenes de la
humanidad; hay testimonio de ello en pinturas rupestres, así como
en las cuevas en donde se han encontrado restos óseos de estos
animales. Se piensa que los utilizaban para aprovechar sus pieles,
grasa y carne.
Se considera que la captura comercial de ballena se inició en 1868,
cuando se habilitaron para este fin, los barcos de acero equipados
con máquina de vapor, cañón ballenero y compresor para hinchar a
los organismos capturados y llevarlos a flote.
Hasta finales del siglo XIX sólo se capturaban en la región
septentrional del Atlántico y en el Ártico. Al principio del presente
siglo se generalizó esta práctica, capturándose ballenas en el
Pacífico y en las aguas del hemisferio austral.
En el siglo pasado, la caza de la ballena era peligrosa y emocionante.
Las narraciones de los balleneros dieron origen a innumerables
relatos y novelas; la más famosa de todas es Moby Dick. Aunque la
ballena es generalmente pacífica y muere sin combatir, algunas
especies, entre ellas la de los cachalotes que poseen dientes
poderosos, se volvían contra sus verdugos y cobraban víctimas a su
vez.
Con los barcos modernos, la caza de la ballena es una actividad
rutinaria que sólo entraña un riesgo: la extinción de la especie,
sobre todo de la ballena azul (Balaenoptera musculus) la más
perseguida y escasa. En la captura actual de estos mamíferos se
utilizan helicópteros que al localizarlos, avisan por radio a los
barcos, auténticas fábricas flotantes en donde se procesan y
aprovechan los animales de manera integral
“La historia de la caza de ballenas es testigo del agotamiento de una
zona tras otra y de una especie tras otra, hasta tal punto que resulta
esencial la protección de todas las especies de ballenas para evitar su
extinción” – Comisión Ballenera Internacional (CBI), 1946
Sobreexplotación, engaño, agotamiento. El ciclo que se esconde tras la
industria ballenera global ha empujado a toda la población de ballenas
casi la total extinción. Aún no se sabe si algunas especies llegarán a
recuperarse, incluso tras décadas de protección.
Las estadísticas hablan por sí mismas. La población de ballenas azules
del Antártico está a menos del 1 por ciento de su abundancia original, a
pesar de 40 años de protección total. Algunas poblaciones de ballenas se
están recuperando, pero otras no. Solamente en un caso, el de la ballena
gris del Pacífico oriental, se cree que ha recuperado su abundancia
original, y su pariente más cercano, la ballena gris del Pacífico
occidental, es la más amenazada del mundo: se encuentra al borde de la
extinción, con tan sólo 100 ejemplares.
Consumo, contaminación, catástrofe
La caza de ballenas no es la única amenaza para estas especies. Los
océanos, o más aún, el impacto humano sobre los océanos, han cambiado
dramáticamente durante el medio siglo transcurrido desde que las ballenas
están protegidas. Entre las amenazas ambientales conocidas para las
ballenas destacan el cambio climático global, la contaminación, la sobre
pesca, el debilitamiento de la capa de ozono, el ruido provocado por
dispositivos de sonar, y las colisiones con embarcaciones. La pesca a escala
industrial supone una amenaza para la disponibilidad de alimento delas
ballenas y un riesgo física al quedar enganchadas éstas en las redes de
pesca.
Si estabas pensando en comer ballena, piénsatelo bien – la grasa
procedente de ballenas algunas áreas está tan contaminada con insecticidas
órgano clorados como los PCB (policlorodifenilos) y pesticidas que ¡podría
clasificarse como residuo tóxico! Se sabe que los órganos clorados dañan el
desarrollo infantil y tienen un efecto negativo en la reproducción.
A pesar de estas amenazas, un número cada vez mayor de países de la
Comisión Ballenera Internacional (CBI) votan a favor de la reanudación de
la caza comercial de ballenas. Entre los nuevos y entusiastas miembros de
la CBI destacan Benin, Gabón, Tuvalu y Nauru. Obviamente estos nuevos
miembros y sus votos no reflejan un cambio en la opinión pública mundial.
Estos países han sido reclutados para la CBI por el Gobierno japonés y
votan bajo lo que se denomina un “programa de consolidación de votos” por
la Agencia de Pesquera de Japón.
Descargar