Valoración de los bienes y servicios ecológicos: la economía

Ciclo de Seminarios 2008
Maestría en Manejo y Conservación de Rec. Nat. Para la Agricultura
Valoración de los bienes y servicios ecológicos: la economía ambiental y la economía ecológica como dos
enfoques alternativos a la economía clásica
Expositor: Verónica Salvador
La sociedad humana ha generado alteraciones en los ecosistemas desde mucho antes de la revolución
industrial pero en la actualidad los problemas ambientales difieren cualitativa y no sólo en intensidad
respectos a los del pasado.
El alto grado de desarrollo científico-tecnológico alcanzado por el ser humano le ha permitido crear nuevas
formas de control y transformación de la energía, que se han traducido, por un lado, en un incremento, no
completamente regulado por la naturaleza, de recursos requeridos y en la generación de enormes
volúmenes de residuos y por otro, en una gran facilidad para el transporte de individuos, energía y
materiales a grandes distancias lo que ha permitido globalizar grandes impactos.
En la actualidad estamos implicados en problemas ambientales a escala global, como es el caso del
calentamiento atmosférico, el agotamiento de la capa de ozono, la fragmentación del hábitat o la pérdida de
biodiversidad. Estos cambios ambientales a escala planetaria hacen que el concepto de “medio natural”
como algo aislado, fuera de los efectos de las actividades, sólo exista en nuestras mentes.
Por este motivo, la sociedad humana y sus actividades económicas no deben entenderse como un elemento
externo que perturba desde fuera de la naturaleza sino como tendencias demográficas, sociales, culturales o
económicas que deben ser internalizadas como parte de los flujos de los ecosistemas desde escalas
pequeñas hasta el nivel de cuencas hidrográficas y ecósfera. En otras palabras, las interacciones entre los
humanos y la naturaleza se han hecho tan estrechas que es necesario recurrir a un enfoque ecológicosociológico-económico para poder desarrollar, de una forma realista y segura, modelos de gestión de
sistemas naturales que sean viables a medio-largo plazo. Por esta razón la economía y la ecología deben
construir puentes conceptuales y metodológicos eficaces que permitan crear una visión compartida de una
sociedad que busca mejorar su capital humano y construido sin comprometer la salud de los sistemas
naturales del planeta del que forma parte y depende.
Existe, por tanto, un interés hoy en día en la integración de las funciones de los ecosistemas, generadores de
bienes y servicios, en el análisis económico, pero la forma de abordarla es sensiblemente diferente, según se
realice desde la economía clásica, ambiental o ecológica.
Economía Clásica
Esta disciplina estudia cómo la sociedad resuelve el problema fundamental de la escasez en el mundo real y
cómo los individuos y las sociedades toman decisiones ante la escasez. La visión del mundo subyacente en la
economía estándar es que el económico es un sistema aislado del mundo natural, un sistema circular de
intercambio entre los negocios y los individuos. El sistema no tiene relación con su ambiente, para todos los
propósitos prácticos no hay ambiente. Como consecuencia, la economía estándar ignora el origen de los
recursos y el disturbio producido por los desperdicios: los mismos son externos al sistema económico. La
naturaleza es sólo un sector de la economía que provee recursos y cómo tal otros sectores de la economía
pueden substituirlo sin poner límites de importancia a su crecimiento continuo. Si la economía es vista como
un sistema aislado, no hay entonces un medio ambiente que pueda limitar su crecimiento.
Economía ambiental
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La economía ambiental se ha definido como lo disciplina que pretende establecer las bases teóricas que
permitan optimizar el uso del ambiente y los recursos naturales. Hay que entenderla como un avance de la
economía convencional ya que aunque el medio natural es también considerado como un contexto donde
se desarrollan los sistemas económicos y que actúa como fuente de recursos y sumidero de residuos,
internaliza distintos factores y costes ambientales mediante múltiples herramientas promoviendo incentivos
que potencian las medidas de reciclado, depuración y reducción del consumo. La conservación de la
funcionalidad de los sistemas es deseable pero no puede ser un freno para el desarrollo económico por lo
que se establecen procedimientos normativos y metodológicos de Evaluación y Minimización de Impactos
Ambientales. La economía ambiental cuenta por tanto con una sólida base teórica y parte de
planteamientos económicos aplicados a los componentes naturales y problemas ambientales aunque los
aborda desde una aproximación unidisciplinar (economicista).
Economía ecológica
Por otro lado, existe la aproximación desarrollada desde la economía y la ecología que trata de influir los
planteamientos económicos dentro del funcionamiento general de los ecosistemas, en lo que se conoce
como economía ecológica. La misma es una disciplina de reciente creación aunque pueden establecerse
precedentes de hasta 100-150 años, especialmente en lo que se refiere a valoración energética. En ella se
agrupan diversas perspectivas que tratan de ir más allá de la economía clásica y las herramientas que esta
desarrolla, confluyendo desde visiones con una fuerte componente ecológica, en relación al funcionamiento
de los ecosistemas, hasta otras más cercanas a la ecología humana o la antropología económica, pero
intentando, en todos los casos integrar el conocimiento de las ciencias sociales con el de las ciencias de la
naturaleza.
A diferencia de la economía ambiental, la economía ecológica considera que los servicios constituyen los
flujos de energía, materia e información de los sistemas ecológicos que aprovecha el ser humano. De esta
forma se aproximarían a un concepto más sistémico de recurso natural, que defiende que los recursos no
pueden considerarse de una manera aislada, sino dentro de la trama de interacciones biofísicas de un
ecosistema. Se intenta romper la práctica tradicional de considerar a los recursos naturales como elementos
aislados y no como componentes de un sistema ecológico-económico.
Desde su vertiente con mayor base ecológica constituye un cambio de paradigma, ya que considera a la
economía como un subsistema de la exósfera que no puede crecer fuera de los límites establecidos por los
propios mecanismos de auto control que posee y que determina una tasa de explotación del capital natural.
La escala superior de análisis sería el planeta entendido como un sistema ecológico-económico en el que es
preciso integrar la economía y la ecología pero sin olvidar la ética que nos debe indicar hasta que escala e
intensidad de explotación de los sistemas queremos llegar, por encima de la cual las consecuencias no son
justificables si pensamos en lo que deseamos para nosotros y las generaciones futuras.
Desarrollo Sustentable
Los esfuerzos por integrar la economía y la ecología han conducido al concepto de sustentabilidad. Si
realmente las funciones ecológicas son esenciales para la producción económica y los servicios ambientales
son, esenciales para el bienestar entonces el crecimiento económico que destruye el sistema ecológico o
disminuye los bienes no puede ser sustentable en el tiempo.
El desarrollo sustentable puede ser definido como “el proceso por el cuál la explotación de los recursos y el
desarrollo tecnológico están en armonía con el ambiente y satisfacen de manera equitativa las necesidades
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de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer
las propias”.
Conclusión
Se hace cada vez más evidente que el desarrollo sostenible pasa por integrar los objetivos de la economía y
la ecología ya que los sistemas económicos se interrelacionan y en última instancia dependen de los
sistemas ecológicos para subsistir. Existe un reconocimiento mutuo por ambas disciplinas de que la
complejidad de los problemas ambientales debe abordarse desde su dimensión ecológica, a través del
conocimiento de los condicionamientos biofísicos que imponen los sistemas naturales a su explotación y
desde su dimensión económica a través del conocimiento de los condicionantes monetarios e institucionales
que los generan. Por este motivo, se ha estado demandando un enfoque interdisciplinar para la resolución
de los problemas ambientales a través de una “ecologización” de la economía y una “economización” de la
ecología.
Bibliografía
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