B_Modalidad_interv_f.. - SENAME Servicio Nacional de Menores

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BASES TÉCNICAS ESPECÍFICAS
MODALIDAD DE INTERVENCION
FORTALECIMIENTO FAMILIAR
INDICE
1.- Presentación
2.- Objetivos
3.- Resultados esperados
4.- Descripción del proceso general de intervención
5.- Orientaciones Técnicas a garantizar en la ejecución
1.
Presentación.
Los programas de fortalecimiento familiar se definen en la Ley Nº 20.032 como “aquellos
destinados a afianzar la capacidad de los padres o de quienes puedan asumir
responsablemente el cuidado personal del niño, niña o adolescente que se encuentre en un
centro residencial para ejercer directamente dicho cuidado, propiciando su pronto egreso y
su reinserción familiar”.
Los principios normativos y valóricos que sustentan a los presentes proyectos derivan de lo
establecido en la “Convención de los derechos del niño”en sus artículos Nº 5 y 18 respecto de
“…que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el
seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión” y “…que la familia,
como grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de
todos sus miembros, y en particular de los niños, debe recibir la protección y asistencia
necesarias para poder asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad”,
como también de que “los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el
reconocimiento del principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que
respecta a la crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su caso, a los
representantes legales la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño”.
En este contexto, los proyectos de fortalecimiento familiar forman parte del compromiso de Estado
de brindar ayuda a la familia cuando ésta lo requiere, mediante un servicio que les permita re-asumir
el cuidado de sus niños/as y adolescentes de manera apropiada. Por tanto, los programas de
fortalecimiento y reinserción familiar están llamados a concretar dichos postulados y dar
cumplimientos a los compromisos del Gobierno, tanto internos como internacionales, referidos a
favorecer y proteger los derechos de la infancia y adolescencia.
Es relevante para efectos de estas bases de licitación, la definición del término familia, que se
entenderá como “todo grupo social, unido por vínculos de consanguinidad, filiación, biológica
o adoptiva, y de alianza, incluyendo las uniones de hecho cuando son estables”1, esta
conceptualización propugna una amplia aceptación de la diversidad que es posible encontrar en la
realidad del niño/a adolescente en situación de vulneración, al mismo tiempo permite incorporar,
cualquiera sea su estructura, el concepto de responsabilización por parte de los adultos significativos
o responsables en la tareas de cuidado, crianza, educación y protección que les competen.
2. Objetivos
2.1
Objetivo General
Favorecer la reinserción familiar y socio-comunitaria de los niños/as y adolescentes que permanecen
en residencias de protección para mayores, a través de un proceso de intervención técnica que
1
Comisión Nacional de la familia 1994
desarrolle en sus familias o adultos responsables, las herramientas necesarias que les permitan
responsabilizarse del cuidado, crianza y efectiva protección de sus derechos.
2.1 Objetivos Específicos
a. Restituir el derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir en familia. 2
b. Favorecer el proceso de reinserción familiar a niños (as) y adolescentes que se encuentren
en una residencia de protección a través de la intervención psicológica y social con niños/as,
sus familias o adultos responsables de su cuidado.
c. Apoyar el desarrollo de las potencialidades del grupo familiar o de quienes se hagan cargo
del cumplimiento de las funciones de cuidado y protección.
d. Fortalecer las capacidades y competencias protectoras de las familias y de la comunidad,
favoreciendo la participación de adultos significativos, hombres y mujeres equitativamente si
la situación lo permite.
e. Propiciar la coordinación con redes de apoyo social y comunitario, a fin de mejorar la calidad
de vida de las familias y favorecer su capacidad de autogestión.
3. Resultados esperados
Los resultados esperados se evaluarán periódicamente a través de la supervisión, semestral y anual,
a partir de lo cual se emitirán los informes correspondientes con los logros del proyecto.
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
2
60% de las familias, de origen, extensas o sustitutas adscritas al proyecto, cuyos niños/as se
encuentran en una residencia de protección para mayores, asumen sus funciones de cuidado y
protección
60% de los niños, niñas y adolescentes se reinsertan en sus familias o con adultos
responsables.
100% de los niños, niñas y adolescentes y sus familias o adultos responsables reciben
intervención psicológica y social de acuerdo a un plan de intervención individual, que incluye al
niño/a, familia y comunidad.
100% de las familias o adultos responsables, acceden a las redes de servicios básicos y/o
comunitarios presentes en el medio local.
60% de las familias o figuras adultas comprometidas con la protección de niños y niñas
desarrolla capacidades de autogestión y es capaz construir soluciones desde sus propias
recursos
75% de las familias o adultos significativos/as egresan habiendo cumplido satisfactoriamente
con indicadores de competencia parental que garantizan el desarrollo, la protección y ejercicio
Los proyectos debe plantear dentro de sus metas, el número de niños o niñas que se reinsertarán en sus familias en el
periodo de un año.
de los derechos de sus niños/as, referidos a lo menos a la capacidad de demostrar y
experimentar afecto hacia el niño/a, atender sus necesidades de cuidado, seguridad y cariño,
facilitar el acceso de este a los servicios de educación, salud y recreación, y capacidad de
establecer límites en forma adecuada y regular y supervisar las actividades de sus hijos, de
acuerdo a su etapa evolutiva.
4. Descripción del proceso general de intervención en los proyectos de fortalecimiento
familiar.
Los proyectos de Fortalecimiento Familiar deberán necesariamente trabajar en forma coordinada
con las residencias de protección en que se encuentren los niños y niñas usuarios del proyecto, con
el objeto de apoyar mutuamente las acciones que les son pertinentes a cada instancia, orientadas a
la reinserción sociofamiliar y evitar intervenciones contradictorias o sobre-intervención con los
niños/as y sus referentes familiares.
La intervención se centrará en desarrollar competencias parentales, las cuales hacen referencia a
las capacidades y habilidades que los padres, madres o adultos responsables de un niño o niña,
tienen para cuidarlos, protegerlos y educarlos, propiciando así el bienestar y un adecuado desarrollo
de estos. Un adecuado nivel de desarrollo de estas competencias permitirá la reinserción familiar
de aquellos niños y niñas que permanecen en una residencia de protección a causa de
vulneraciones de derechos ocasionadas en su familia.
Sin perjuicio de las distintas posturas teóricas en la definición y clasificación de las competencias
parentales, se espera que los proyectos de Fortalecimiento Familiar puedan ayudar en forma
sistemática y planificada, a generar, estimular, o mejorar las capacidades de los padres, madres y
adultos responsables de un niño/a para vincularse afectivamente, demostrar y recibir cariño y
reconocer las necesidades de cuidado, afecto y seguridad. Como también, enseñar a establecer
límites a la conducta infantil o adolescente de una manera adecuada, mediante la regulación y
control de las actividades de sus hijos/as o de quienes estén bajo su cuidado, de acuerdo a las
etapas de desarrollo evolutivo que estos viven, en un contexto de flexibilidad y buen trato.
El desarrollo de estas competencias parentales, podrá ser evaluado con instrumentos especialmente
desarrollados por el equipo del proyecto o con cuestionarios estandarizados para el efecto, como un
elemento más para definir la factibilidad de egreso de un niño o niña que permanece en una
residencia.
A dicho Tribunal se le informará acerca del ingreso, avances y resultados en el informe de sexto o
décimo segundo mes al proyecto respectivo.
En estos proyectos se consideran a lo menos 5 momentos en el proceso de intervención, los que se
presentan por separado sólo con fines descriptivos, ya que en la práctica se superponen y se
retroalimentan:
a) La selección de los niños, niñas y adolescentes que se encuentren en centros
residenciales de protección. Esta primera fase contempla un período de selección y
discriminación positiva de los ingresos de niños/as al proyecto de Fortalecimiento Familiar,
priorizando en aquellos casos que presentan indicadores de buen pronóstico (como por
ejemplo la evidencia de vinculación afectiva entre el niño/a y su familia o adulto responsable)
con el fin de evitar la progresiva desvinculación entre ambos. Ello no obsta la selección e
incorporación de aquellos casos de mayor complejidad en que es posible pronosticar grados
de éxito.
Teniendo presente las exigencias del proceso de reinserción sociofamiliar, se deben
establecer criterios específicos para la detección y selección de los casos propicios para el
proceso. De esta forma, la recopilación de antecedentes, tanto de los existentes en el
Tribunal pertinente, como en la propia residencia en que el niño/a se encuentre debiera
otorgar fundamentos para la definición individualizada de los participantes del programa y
proceder así a la necesaria.
b) La profundización del diagnóstico que permita establecer las bases para la etapa
siguiente, considerándose en esta etapa tanto los informes técnicos con que se cuente u
otros solicitados a profesionales del ámbito escolar o de salud, entrevistas, observación
directa de las interacciones del niño/a con su familia y aplicación de instrumentos entre otras
acciones.
c) El Diseño de un plan de intervención en cada caso, incluye los ámbitos referidos al niño o
niña, su familia (o adultos responsables) y comunidad.
Esta etapa considera como un pilar básico la participación y atención personalizada de las
familias y niños/as, participación que ya se ha iniciado con la selección y profundización del
diagnóstico con el niño/a y los/las adultos responsables y que deberá caracterizar todo el
proceso de intervención. Participación entendida no sólo como la necesaria entrega de
información a éstos, sino como la consideración de niños/as y referentes adultos como
actores de su desarrollo, de sus visiones y puntos de vista respecto del proceso de
intervención, sus objetivos, compromisos y responsabilidades que les competen a los
participantes, incluidos el equipo profesional, y plazos involucrados, todo lo que implica una
co-construcción del plan de trabajo.
El Plan de Intervención Individual (PII), contemplará a lo menos:

El diagnóstico de la situación del niño/a, debe considerar los aspectos más
relevantes relacionados con la vulneración de derechos que originó su ingreso a una
residencia de protección, los factores que han generado la aparición y
mantenimiento de la situación de desprotección, los efectos en el niño/a, evaluación
de los mecanismos de riesgo y de resiliencia, necesidades evolutivas del niño/a y
su relación con los adultos responsables, las fortalezas y aspectos positivos que la
familia o adultos responsables presentan, el pronóstico del caso en cuanto a
conseguir un nivel adecuado de funcionamiento familiar que asegure la protección
del niño/a, y todo antecedente que oriente y respalde las acciones de reunificación
familiar que se propongan.

Objetivos del plan de intervención con el niño/a, con su familia o adultos
responsables, con la comunidad (diseño conjunto con equipo de centro residencial).

Áreas de Intervención, actividades programadas y responsables de su ejecución.

Resultados esperados.

Plazos o tiempos estimados para la intervención.
d) Ejecución del plan de intervención. Esto implicará llevar a cabo y reevaluar
permanentemente la planificación realizada, con el fin de incorporar las modificaciones
necesarias en forma oportuna. Es de la máxima importancia la estrecha coordinación que
se deberá mantener con el equipo de la residencia de protección en que el niño/a se
encuentre, con el fin de coordinarse y desarrollar acciones colaborativas que contribuyan al
éxito del Plan de Intervención. Se llevará registro actualizado de las actividades
desarrolladas y estado de avance del PII.
e) El egreso del Centro Residencial, Acompañamiento y Seguimiento del caso para
evaluar la efectividad de las medidas adoptadas. Esta etapa involucra la concreción de la
decisión de reinsertar definitivamente al niño/a en su familia o con el o la persona
responsable de su cuidado, en conformidad al cumplimiento eficaz del proceso de
intervención. Esta etapa debe contemplar el momento de reinserción plena del niño, niña y
o adolescente con su familia de origen o adultos significativos, tras sucesivos acercamientos
y estadías del niño/a con éstos, apoyados por el equipo del proyecto.
Es este el momento de la superación efectiva de los efectos de la vulneración de derechos
de que ha sido objeto, para avanzar sostenidamente en el proceso de reinserción, una vez
constatada la efectividad de las acciones que han operado en tal sentido.
En atención a que los niños/as atendidos en las residencias de protección para mayores, lo
son en virtud de una orden del Tribunal competente, los proyectos deberán mantener
informado a dicho Tribunal respecto del Plan de Trabajo, avances y resultados que avalen la
solicitud de egreso de la residencia en que el niño/a se encuentra.
Los programas de fortalecimiento familiar subvencionados por Sename, se pagarán por
sistema combinado, es decir, por niño/a adolescente atendido a todo evento y un adicional
por cada uno/a reinsertado favorablemente a su familia.
5. Orientaciones Técnicas a garantizar en la ejecución
Ámbitos
Sujeto
Requisitos Técnicos básicos
Niños, niñas y adolescentes vulnerados en sus derechos, adscritos a una
Residencia de Protección para Mayores y sus familias o quienes asuman el rol
protector.
Vía de ingreso El 100% de los niños/a a atender deben encontrarse en una residencia de
protección para mayores por una medida de protección de un Tribunal
competente. 3
Tiempos de No obstante que el tiempo de intervención puede ser variable para cada caso, se
permanencia estima hasta 12 meses de duración. Excepcionalmente en aquellos casos que
exista justificación técnica, con un pronóstico acotado de reinserción familiar, el
3
Tanto el ingreso como los avances, o el egreso deberán informarse al Tribunal competente.
Criterios
trabajo
plazo de la intervención podrá extenderse mientras subsista la internación del
niño/a.
de Este Proyecto pretende lograr la plena participación del niño, niña o adolescente
en la vida familiar, respetando su derecho a vivir en familia, potenciando las
capacidades de éstas, a través de la generación y gestión de recursos que les
permitan elevar su calidad de vida, involucrando a las instituciones públicas y
privadas existentes a nivel local.
La intervención técnica, de carácter ambulatorio, estará centrada en el
fortalecimiento y habilitación de las capacidades y potencialidades de la familia o
adultos responsables, desarrollando en ellas las competencias parentales
fundamentales para garantizar la crianza del niño/a y adolescente, en un ambiente
familiar que asegure su protección, teniéndose como objetivo final que las familias
o quienes ejerzan el rol protector sean competentes en la resolución de sus
propios problemas.
Específicamente, la intervención debe centrarse en la resolución de la situación
de grave vulneración de derechos que estuvo a la base del ingreso del niño o niña
a una Residencia de Protección.
La intervención deberá ser: participativa, respetuosa de la calidad de sujetos de
derechos tanto del niño/a como sus adultos responsables, incorporando
activamente al niño/a, de acuerdo a sus potencialidades, y su familia o adulto
responsable en el proceso, integral en el sentido de abordar los distintos aspectos
que la resolución del caso amerita, e interdisciplinaria, considerando a lo menos
intervención social y psicológica.
La intervención para cada caso específico deberá estar guiada por un Plan de
Intervención, que determine los objetivos de ésta, así como las estrategias a
utilizar, las actividades a desarrollar, los logros esperados y los tiempos de
intervención, además de los registros periódicos del avance de este Plan.
La intervención desarrollada debe orientarse de acuerdo a las necesidades,
fortalezas y recursos de cada familia, por lo que no es posible predeterminar una
metodología única.
No obstante, es posible mencionar la intervención psicoterapéutica con el niño y
su familia (individual o grupal), el acompañamiento social, las acciones
educativas, el trabajo de redes, entre otras.
Se considera factible que la acción terapéutica especializada para algún miembro
de la familia sea coordinada por el proyecto de fortalecimiento familiar con
servicios de salud u otros, para lo cual debería mantener coordinación sistemática
con las instancias que efectúen acciones complementarias.
Articulaciones La intervención para la reinserción familiar de niños y niñas separados de su
Territoriales
medio familiar por vulneraciones de derechos, requiere del concurso y
participación activa de todos los sectores que de alguna forma se relacionan con
ellos.
Es así, que las acciones del proyecto para la reinserción familiar de un niño/a no
pueden ser suficientes por si solas para el logro exitoso de dicho objetivo,
debiendo necesariamente ser complementados con el aporte de instituciones (por
ejemplo OPD, Programa Puente, Municipalidad, entre otros) y organizaciones de
la red del niño o niña y su familia y de organizaciones sociales y comunitarias.
Las dificultades que enfrentan las familias que accederán a un proyecto de
fortalecimiento familiar pueden ser múltiples. No es factible ni deseable que un
sistema disponga directamente de todos los recursos para la solución de un
problema multicausal como suele ser la grave vulneración de los derechos
infantiles, se trata entonces de convocar a las organizaciones formales, informales
y personas de la comunidad en que se desenvuelve la familia, para contribuir
desde sus competencias a los apoyos, materiales, afectivos y sociales necesarios.
Uno de los ámbitos de intervención del equipo de fortalecimiento familiar es
trabajar con la familia o adulto significativo/a y la comunidad, para integrar
efectivamente a la familia y niños/as en su comunidad, lo que implica construir en
conjunto una red operativa que funcione por medio de un intercambio de recursos
destinados a apoyar y superar situaciones críticas familiares, como también,
instalar una red protectora social efectiva para el niño/a que va a ser reintegrado
a su familia.
El equipo del proyecto tiene la función de realizar la gestión general y particular de
estos recursos, y apoyar a las familias o adultos protectores para el logro de su
autonomía y autogestión en este ámbito, pensando en el egreso del proyecto.
Enfoque
género
de Los proyectos de fortalecimiento familiar que atiendan a población infantil o
adolescente mixta, deben consignar en la propuesta la información desagregada
por sexo, tanto en el diagnóstico del proyecto como en la intervención
propiamente tal, acompañar con un breve análisis que considere las similitudes y
diferencias tanto de la situación de vulneración de derechos que afectan a niños y
niñas, como de las características que definen a las familias usuarias.
Al mismo tiempo, deben plantear algún objetivo o meta tendiente a trabajar el
tema de género en los niño/a y familia, particularmente el involucramiento
igualitario de padres y madres, hombres y mujeres, en la intervención técnica
cuyo fin es la reinserción familiar de niños y niñas internos en residencias de
protección.
De igual manera, deben considerar la incorporación de este enfoque en los
informes de avance e incluir, en el informe de evaluación anual, un análisis de
género sobre la base del trabajo desarrollado a lo largo de un año, lo que permita
dar cuenta de la relación entre el tipo de derecho vulnerado, la gravedad del daño
y el sexo de las personas afectadas, así como evidenciar los diversos cambios
experimentados.
Es también necesario, tanto cuando se tiene población mixta o de un solo sexo,
agregar otras iniciativas como las siguientes:
 Históricamente quienes se han involucrado en los programas de SENAME son
las mujeres (abuelas, tías, madres y otras), por tanto es importante incentivar la
participación de la familia, especialmente de figuras significativas masculinas
(adultos) en las distintas actividades que se realicen en el centro (entrevistas,
talleres u otras), siempre y cuando ello no afecte el interés superior del niño/a,
o no exista alguna orden en sentido contrario del tribunal.
 Considerar la opinión de niños y niñas para la realización de las distintas
actividades que desarrolle el proyecto de fortalecimiento familiar, respetando
sus intereses y evitando que los estereotipos de género coarten la posibilidad
de participación de cada sexo.
 La posibilidad de contar en el equipo de trabajo, con profesionales que tengan
alguna formación en género, ya sea por su propia experiencia, o por estudios
acreditados.
En el punto 6 del formulario de proyectos, se debe consignar, de manera
resumida, la o las estrategias y/o metodologías de trabajo para la intervención
desde un enfoque de género.
RecursosDebia Dado el carácter especializado que requiere la intervención con familias, más aún
humanos
los niños/as que se encuentran separados de su entorno y se aspira a restaurar
una situación grave de vulneración, es preciso contar con un equipo de
profesionales con formación y experiencia en el ámbito familiar y comunitario.
Asimismo, el equipo profesional responsable de la intervención deberá acreditar
logros curriculares y prácticos en la temática y podrá estar conformado por un/a
director/a de proyecto profesional de las ciencias sociales, profesionales
psicólogas/os, asistentes sociales, terapeutas u orientadores familiares titulados
en universidades públicas o privadas. Se podrá contar además con horas de
jornadas atribuibles a personal de soporte, técnico-administrativo y auxiliar, según
sea el funcionamiento del proyecto, adosado a una residencia o en un inmueble
externo.
Las horas profesionales deberán ser acordes a la cobertura de atención
planteada, siendo la proporción mínima de profesionales del área social y psicoeducativa de uno por cada 20 a 25 niños/as máximo y estar contratadas/os en
jornada completa.
Es indispensable que este personal sea seleccionado en un proceso que permita
asegurar su idoneidad, exigiendo que las personas designadas para un cargo
presenten su certificado de título profesional o técnico según corresponda, sus
antecedentes al día, y acrediten logros curriculares en trabajo con familia.
Además, deben demostrar salud compatible con el cargo, y un manejo óptimo de
las relaciones interpersonales y del manejo de niños/as y familias disfuncionales.
Recursos
materiales
básicos
Respecto de la infraestructura:
En la eventualidad que el proyecto de fortalecimiento familiar trabaje con los
niños/as y familias de una residencia de protección específica, podrá funcionar
en el mismo local, de existir a lo menos las siguientes condiciones para ello:
 Estar emplazada en un lugar de fácil acceso para las familias o adultos
responsables de los niños/as internos en la residencia,
 Contar con una oficina de Dirección,
 Oficinas en número suficiente para desarrollar el trabajo, que permita
atención personalizada y con respeto a la privacidad de las personas.
 Sala de recepción y espera,
 Sala de reuniones
 Servicios higiénicos para público, y para el personal.
 Dependencias en buenas condiciones de salubridad, seguridad, ventilación,
iluminación, calefacción y equipamiento.
En la eventualidad de que el proyecto de fortalecimiento familiar trabaje con niños
y niñas de distintas residencias, cómo de diferentes instituciones, podrá arrendar
un inmueble para el funcionamiento del proyecto, el que deberá contar a lo menos
con las siguientes condiciones:
 Facilidad de acceso en términos de movilización y ubicación, favorable a los
centros a los cuales prestará servicio.
 Número de oficinas o salas necesarias para desarrollar el trabajo, con
condiciones de privacidad.
 Baño para el personal y para el público, accesible a niños/as y familiares que
visiten el centro.
 Sala de recepción y espera.
 Sala de reuniones.
 Condiciones de seguridad para el personal y público, tales como salidas de
emergencia, extintores de acuerdo a normativas y certificaciones de
instalaciones eléctricas, entre otros.
Respecto del equipamiento
 Se requerirá como mínimo, un computador con las siguientes condiciones:
procesador Pentium IV 2.8 MGS, o equivalentes, disco duro no inferior a 20 GB,
memoria mínimo 512 MB RAM u otro, unidades de disco de 3 ½ pulgada de alta
densidad y unidades lecto- grabador (opciones de multimedia son necesarias
por las características del software actual), impresora, tarjeta fax-modem,
conexión con Internet que permita correo electrónico. Sistema operativo
Windows 2000 o superior, programas Office 2000 con Access incluido.
Navegador Internet Explorer 6.0 o superior. Un ADSL mínima de 512.
 Teléfono, fax y correo electrónico.
INDICADORES DE LOGRO: “NIVEL DE VIDA” Y “DERECHOS DE PARTICIPACIÓN Y
PROTECCIÓN” EN LA SUPERVISIÓN DEL SENAME.
Nivel de vida
Variables
Condiciones de logro
Higiene inmueble
Certificados sanitarios al día.
Infraestructura
Equipamiento
Condiciones de seguridad y
prevención de riesgos
100% de cumplimiento de compromisos contraídos contra la
aprobación del proyecto.
100% de cumplimiento de compromisos contraídos contra la
aprobación del proyecto.
100% de cumplimiento de compromisos contraídos contra la
aprobación del proyecto.
Derechos de participación y protección
Participación
100% de cumplimiento de acciones comprometidas.
Buen trato
100% de cumplimiento de acciones comprometidas.
Integración
familiar
y 100% de cumplimiento de acciones comprometidas.
comunitaria
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