Salud y Prevención

Salud y Prevención
Un aumento en el consumo de agua saludable mejora la
digestión, la absorción de nutrientes, hidratación de la piel,
desintoxicación y ¡prácticamente todos los aspectos de una
buena salud!
Así, muchas enfermedades comunes pueden prevenirse y reducirse en gran medida con un
aumento en el consumo de agua saludable. Dolores de cabeza, hipertensión, dolor de espalda,
artritis, úlceras, asma, fatiga, etc, todos se pueden mejorar mediante la regulación de los niveles
de fluidos en el cuerpo.
La mejor manera de prevenir, ayudar, superar y en muchos casos, eliminar la enfermedad es
dar al cuerpo las herramientas adecuadas. Al ingerir agua saludable con minerales y nutrientes,
el cuerpo puede superar muchos desafíos.
El cuerpo humano es una máquina de curación sorprendente, ¡las células malas se sustituyen
por millones de buenas por segundo!
La regeneración constante de la piel, huesos, pelo, uñas, nervios dañados, revestimientos de
órganos... prácticamente todos los procesos de curación que ocurren en el cuerpo ocurre
principalmente por el agua.
Cientos de estudios recientes han confirmado que para muchos de los usuarios los
medicamentos acaban siendo una necesidad, principalmente antibióticos y analgésicos, y a
menudo hacen más daño que bien. Los antibióticos pueden ser muy perjudiciales para el hígado
y tiene efectos adversos sobre el sistema inmunológico. Usando medicamentos sintéticos para
superar las infecciones, las células de nuestras defensas naturales se vuelven más débiles y será
más probable que se repitan los casos de infección.
Un aumento en el consumo de agua y los nutrientes adecuados, combinado con un poco de
paciencia y sentido común, son, como muchos otros, la mejor defensa contra la mayoría de las
infecciones de menor importancia. En verdad la mejor ofensiva es una buena defensa.
Medicamentos para el dolor también trabajan en contra de la forma en que el cuerpo
naturalmente se cura.
Los dolores de cabeza... El cerebro está formado por más de 75% de agua y cuando se
detecta un déficit de líquidos, implementa un proceso de racionamiento de agua mediante la
producción de histaminas, que causan dolor y fatiga. La histamina se libera como una señal de
advertencia de que algo anda mal. Cuando tomamos medicamentos antihistamínicos o
analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno principalmente apagan la señal y hacen poco o
nada para solucionar el problema. Un gran vaso de agua pura y un descanso de 20 minutos,
supera los dolores de cabeza relacionados con el estrés que es el más común.
El dolor de espalda es a menudo el resultado de una deficiencia en los niveles de fluido
corporal. Los discos en la espalda son los amortiguadores hidráulicos. Estos discos están
formados por una capa externa de tejido flexible conjunta con los bolsillos llenos de fluidos,
principalmente agua. Un disco bien hidratado crea un colchón que amortigua los golpes
normales de la actividad física y soporta el peso de la parte superior del cuerpo. Estos discos son
auto-hidratantes, siempre y cuando sean adecuados los niveles de fluidos y el ejercicio regular.
Cuando un disco está completamente hidratado, la cáscara del disco soporta el 25% del peso de
la carga y el líquido soporta el 75%. Cuando estos discos se deshidratan, el depósito tiene que
soportar una parte mayor de la carga, causando hinchazón y dolor que puede llevar a problemas
más serios, también de carácter permanente.
Actividades pasivas como estar quieto en un lugar o sentado en un escritorio sin movimiento
regular durante períodos prolongados, pone mucha presión en los discos y en los fluidos. Sin
suficientes niveles de fluidos corporales y movimiento de la columna vertebral, la presión sobre
los discos aumenta, provocando dolor y rigidez. Simplemente con mantener una ingesta
constante y suficiente de agua, así como el movimiento regular, como inclinarse hacia adelante,
hacia atrás y de lado a lado, con la cabeza y parte superior del cuerpo permitiendo que los
discos se hidraten, puede evitar la mayoría de dolores menores y dolor de cuello. Te sorprenderá
lo fácil y eficaz que estas soluciones naturales pueden ser.
La hipertensión es muy a menudo el resultado del propio cuerpo para adaptarse a la pérdida
de sangre-volumen. La causa más común de un volumen de sangre baja es la deshidratación.
Como la sangre es agua en más del 83%, su volumen total está fuertemente afectado por la
ingesta de agua. Cuando el cuerpo detecta una pérdida de volumen sanguíneo, cierra lechos
capilares menos activos con el fin de mantener un flujo sanguíneo adecuado a las zonas más
activas. Estos cierres del depósito, provocan un aumento de la tensión en todo el sistema
circulatorio, que se conoce como "hipertensión". Más agua permite el volumen de sangre
adecuado y un menor nivel de tensión circulatorio.
La Artritis y la rigidez se entiende ahora por ser inicialmente un resultado de mayor fricción y la
hinchazón en las articulaciones de los huesos. El agua es lo que el cuerpo usa para lubricar el
cartílago de las articulaciones flexibles. Cuando el nivel del agua se reduce, hay un aumento de
la fricción entre las superficies del cartílago, resultando en hinchazón, rigidez y dolor. El
movimiento de las articulaciones provoca una succión que arrastra el agua de la médula ósea en
la cavidad de la articulación si hay una hidratación adecuada. Aumento en el consumo de agua y
suaves movimientos rítmicos de las articulaciones puede aliviar y, en muchos casos, superar el
dolor y la inflamación artrítica menor.
El asma, que afecta a más de 12 millones de niños en Norteamérica y causa la muerte de varios
miles cada año, es un resultado directo del aumento de la producción de histamina. La
deshidratación inicia la producción de histamina exagerada como control de agua-regulación. Es
bien sabido que los asmáticos tienen niveles excesivos de histamina en el tejido pulmonar,
causando la constricción de los bronquios y el aumento de la acumulación de mucosidad. El agua
se utiliza en los pulmones para mantener la humedad de los tejidos, pero cada vez que
exhalamos, se expulsa la humedad de los pulmones. En condiciones normales de hidratación, la
humedad es rápidamente reemplazada. Si estamos en un estado de deshidratación, los tejidos
de los pulmones comienzan a verse cubiertos con moco para evitar que se sequen. Se ha
demostrado en muchos estudios con animales que el aumento de la ingesta de agua reduce los
niveles de histamina y, durante un período de dos a tres semanas, restaura la hidratación
normal en el tejido pulmonar y reduce la acumulación de moco. Una vez que esto ocurre, los
pasajes bronquiales comienzan a abrirse y la respiración normal se restablece.
Las náuseas del embarazo, algo considerado como normal, es un resultado directo de la
deshidratación. El feto vive en un mundo de agua que crea el cuerpo de forma natural y, sobre
todo, da prioridad a otras necesidades. A lo largo de la noche, que es el más largo período sin
ingesta de agua, el útero extrae el agua del sistema de la madre para mantener sus niveles de
líquido y la del feto. Por la mañana, la madre se despierta en un estado de náuseas,
deshidratación y fatiga. De ahí el término "náuseas matutinas".
La común resaca produce los mismos síntomas y tiene esencialmente la misma causa,
(deshidratación), como enfermedad de la mañana... sólo con un fin menos noble. El alcohol es
un diurético muy fuerte que hace que el cuerpo excrete el agua, a menudo conduce a la
deshidratación avanzada. Tanto las náuseas del embarazo y de la resaca se pueden prevenir por
beber agua en abundancia antes de ir a la cama y durante toda la noche.
Mientras que el agua no es ciertamente una panacea universal, hay que reconocerlo como el
ingrediente principal de todos los procesos de prevención y la curación en el interior del cuerpo.
El cuerpo es realmente una magnífica creación capaz de prevenir y curar incluso las peores
enfermedades.
Saber cómo funciona el cuerpo es el primer paso hacia el logro de una salud óptima.