PROTECCION INTEGRAL DE LA INFANCIA

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PROTECCION INTEGRAL DE LA INFANCIA
Derechos, garantías y recursos en función del interés superior del niño
Las principales cuestiones de una ley fundamental
1) La ley sancionada hoy crea de un Sistema de Protección de Derechos para
niños, niñas y adolescentes,
2) El sistema de protección integral es el conjunto de políticas que consideran al
niña, niño y el adolescente como un sujeto activo de derechos, en un sentido
abarcativo de los mismos y a lo largo de todo su crecimiento. Define las
responsabilidades de la familia, la sociedad y el Estado en relación a los derechos
universales y especiales por su condición de personas en desarrollo.
En la base de este Sistema se encuentran el conjunto de Políticas Públicas
Básicas y Universales, que definen la concepción del niño /a o adolescente como
sujeto de derechos; las políticas necesarias para su pleno desarrollo: educación,
salud, desarrollo social, cultura, recreación, juego, participación ciudadana; y la
garantía estatal para el pleno acceso a las mismas, la prioridad en la atención y la
permanencia en ellas a lo largo de todo su crecimiento.
En el Sistema de Protección Integral los Derechos constituyen las Políticas
Públicas Universales. El Estado garantiza a todos los niños, las niñas y
adolescentes el pleno acceso, la gratuidad y prioridad en la atención.
Además reconoce la calidad de sujetos activos de derecho habilitando el
ejercicio de la ciudadanía
3) Política estatales
Es obligación del Estado adoptar las medidas administrativas, judiciales,
legislativas, presupuestarias y de cualquier índole, destinadas a garantizar la
plena efectividad de los derechos y garantías fundamentales de las niñas, niños y
adolescentes. Artículo 4º CIDN.
Toda acción u omisión que se oponga a este principio constituye un acto contrario
a los derechos fundamenta-les de las niñas, niños y adolescentes.
Objetivo de las Políticas Públicas:
 Fortalecimiento del rol de la familia en la efectivización de los derechos de
las niñas, niños y adolescentes;
 Descentralización de los organismos de aplicación y de los planes y
programas específicos de las distintas políticas de protección de derechos,
a fin de garantizar mayor autonomía, agilidad y eficacia;
 Gestión asociada de los organismos de gobierno en sus distintos niveles en
coordinación con la sociedad civil, con capacitación y fiscalización
permanente;
 Promoción de redes intersectoriales locales;

Propiciar la constitución de organizaciones y organismos para la defensa y
protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
4) Medidas de Protección Integral de Derechos
Como segunda instancia el proyecto define las políticas públicas específicas o
Medidas de Protección Integral: aquellas emanadas del órgano administrativo
de infancia a nivel local y deben estar dirigidas a restituir los derechos vulnerados
y la reparación de sus consecuencias. Los artículos 33 y 34 las definen, indican
cuando y cómo deben ser utilizadas, a la vez que limitan la intervención
discrecional del Estado.
El proyecto de Ley define además la forma de aplicación de estas medidas de
Protección Integral. Se genera así una nueva modalidad de gestión de las políticas
públicas de infancia y adolescencia. Detalla también los mecanismos que las
hacen exigibles. A modo de ejemplo, cuando a un niño/ a se le niega una vacante
en la escuela de su barrio el Estado local debe trabajar en diferentes instancias: el
área educativa correspondiente deberá restituir ese derecho, pero si esa instancia
primaria fallare, el Sistema de Protección Integral prevé otra superior a nivel
administrativo con características específicas: un Consejo Provincial y municipal
de derechos de niños, niñas y adolescentes, quien a través de un mecanismo de
exigibilidad podrá hacer efectiva la política publica correspondiente.
Esta concepción de Políticas Públicas resuelve además un serio problema
institucional e intersectorial: la superposición de funciones entre el Poder
Ejecutivo y Judicial, la cual ha generado históricamente una fuerte tensión
entre poderes a la hora de definir la situación de niños y adolescentes, que
se pone en juego al momento de establecer las intervenciones del Estado.
4) Medidas de Protección: comprobada la amenaza o violación de derechos
deben adoptarse, las siguientes medidas: (artículo 37º)
 Aquellas tendientes a que las niñas, niños o adolescentes permanezcan
conviviendo con su grupo familiar;
 Solicitud de becas de estudio o para jardines maternales o de infantes, e
inclusión y permanencia en programas de apoyo escolar;
 Asistencia integral a la embarazada;
 Inclusión de la niña, niño, adolescente y la familia en programas destinados
al fortalecimiento y apoyo familiar;
 Cuidado de la niña, niño y adolescente en su propio hogar, orientando y
apoyando a los padres, representantes legales o responsables en el
cumplimiento de sus obligaciones, conjuntamente con el seguimiento
temporal de la familia y de la niña, niño o adolescente a través de un
programa;
 Tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico de la niña, niño o
adolescente o de alguno de sus padres, responsables legales o
representantes;
 Asistencia económica.
5) Medidas Excepcionales
Se encuentran ubicadas en la cúspide del Sistema. Son aquellas que deben
adoptarse en situaciones excepcionales cuando las niñas, niños o adolescentes
deban ser temporal o permanentemente privados de su medio familiar o cuyo
interés superior así lo exija.
Son limitadas en el tiempo y excepcionales y sólo se pueden prolongar mientras
persistan las causas que le dieron origen. Serán procedentes una vez que se
hayan agotado todas las posibilidades de implementar las medidas de protección
integral, debiendo observarse detenidamente lo detallado a tal fin en el Art. 40:
Procedencia de las Medidas Excepcionales.
El organismo administrativo local de infancia será quien decida y establezca la
medida excepcional, quedando la autoridad judicial competente de cada
jurisdicción como instancia de garantía del procedimiento, por ser una medida que,
aunque necesaria, limita temporalmente derechos.
5) Las Garantías Mínimas de Procedimiento del Estado
En este esquema es importante establecer las garantías mínimas de
procedimiento del Estado el cual debe atender a la necesidad del niño a ser
oído, a que su opinión sea tomada primordialmente en cuenta, a ser asistido por
un letrado especializado, a participar activamente de cualquier proceso que lo
involucre hasta llegar a la instancia superior (Art.27) tomando en cuenta el
principio de igualdad y no discriminación (Art.28) y el principio de efectividad del
Estado (Art.29).
6) La Institucionalidad. Hacia un Sistema Federal de Políticas Públicas de
Infancia y Adolescencia.
La Institucionalidad de la ley se construye a partir de un conjunto de organismos
administrativos en la instancia federal, nacional y provincial y con la participación
de las Organizaciones no Gubernamentales.
Una primera instancia es el organismo Nacional de la Niñez, Adolescencia y
Familia, técnico especializado en materia de derechos de infancia y adolescencia.
Este se integrará por representantes interministeriales y por las organizaciones de
la sociedad civil.
En segundo lugar se crea el Consejo Federal. Organismo de concertación en la
formulación de propuestas, integrado por el representante del organismo Nacional
de Niñez y Adolescencia, por cada una de las provincias y la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires.
La ley define las atribuciones específicas de cada uno y le asigna a ambos
organismos atribuciones conjuntas para la elaboración del Plan Nacional de
Infancia.
Las provincias constituyen una tercera instancia que tendrá un órgano
administrativo de planificación y a partir de este nivel se prevé la ejecución de la
política pública conjuntamente con la última instancia que es la municipal para la
que se prevé la creación de un organismo de seguimiento de programas y la
articulación con las organizaciones no gubernamentales.
7) El defensor de los Derechos del Niño
La ley prevé como última instancia la creación de la figura del Defensor de los
Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, quien tendrá a su cargo velar por la
protección y promoción de los Derechos de Niños y Jóvenes. Lo interesante de
esta figura, es su especificidad técnica y su calidad de institución externa al Poder
Ejecutivo. Esta última cualidad permite instancias de supervisión, control y
establecimiento de garantías no contaminada por intereses políticos o de gestión,
dando más independencia al sistema.
De esta manera se establecen diferentes instancias en el sistema, que permiten
establecer articulaciones y controles cruzados en todo el sistema. De la misma
forma, la institucionalidad de este sistema permite implementar un amplio marco
de garantías y de mecanismos de exigibilidad de los derechos reconocidos por la
presente ley, que las legislaciones locales y los organismos específicos del poder
ejecutivo deberán profundizar a partir de esta ley marco.
8) Los fondos para la aplicación de la ley
La Ley establece que el Presupuesto General de la Nación preverá las partidas
necesarias para los organismos que crea. Establece que la previsión
presupuestaria en ningún caso podrá ser inferior a la mayor previsión o ejecución
de ejercicios anteriores, disponiendo asimismo la intangibilidad de los fondos para
la infancia establecidos en el Presupuesto Nacional. Esta aseveración no sólo
dispone del presupuesto actualmente ejecutado por el Consejo de la Niñez,
Adolescencia y Familia, sino también de aquellas otras partidas de las otras áreas
vinculadas a políticas públicas de infancia.
9) Un poco de historia
El patronato ha sido el modelo de intervención principal en la Argentina del Siglo
XX (Ley Agote Nº 10.903, 1919). Entendido como el conjunto de políticas estatales
enmarcadas en el paradigma de la situación irregular que considera al niño o
adolescente como un "objeto" de tutela por parte del Estado. Utiliza como
parámetro las condiciones morales y materiales de la vida privada del niño. Se
sustenta en un andamiaje institucional basado en el control social estatal.
Entonces, la intervención del Estado:
 parte del concepto de "riesgo moral y material" de niños y jóvenes. Actúa
cuando considera a niños / as y jóvenes como un peligro para sí o para los
demás.

se lleva a cabo a través de la institucionalización y judicialización de la
pobreza. Se sustenta básicamente en el poder de coerción del Estado.
Este modelo ha generado a lo largo del siglo una poderosa maquinaria de
instituciones tutelares sustitutivas de lo familiar y lo comunitario, como institutos
asistenciales y penales, instituciones psiquiátricas, comunidades terapéuticas
conforme al problema social y al abordaje propuesto por los profesionales del
sistema.
El patronato se sustenta en esquemas clientelares y asistencialistas,
desconociendo los principios universales de políticas públicas para niños, niñas y
adolescentes. Los beneficiarios de las políticas fueron por momento los
inmigrantes, más tarde los desposeídos, los pobres, los nuevos pobres, los
indigentes, redefiniendo una y otra vez la condición de pobreza, pero
homologándola siempre al peligro .
Este paradigma debió ser abandonado como sostén ideológico de las
políticas para la niñez desde el momento en que Argentina suscribió la
Convención Internacional de los Derechos del Niño en el año 1990. Sin
embargo, no se hizo. Posteriormente, se incorporó este Tratado a la
Constitución Nacional convirtiéndolo en una concepción de Estado. Pero
este paso importante tampoco pudo con el Patronato y su sistema de control
y tutelaje.
Desde 1983, tres intentos de modificación del patronato con numerosos
proyectos de Protección Integral de Derechos de Niños/ as y Adolescentes,
han caído en el Congreso ante el lobby fuertísimo del "sistema de menores".
Durante 2004, ambas Cámaras trabajaron Proyectos de Protección Integral de
Derechos. La discusión entre los Proyectos de Ley trabajados en el Congreso
alcanzó un marco conceptual, filosófico e ideológico que no responde a
partidismos, sino a concepciones profundas sobre el alcance de la democracia, el
respeto a la Constitución Nacional y al paradigma de los derechos humanos que
ella encarna. La sanción votada el 1º de junio por Senadores (por unanimidad con
los dos tercios de la Cámara) representa cabalmente al paradigma de la
Convención sobre los Derechos del Niño y que hoy logró la aprobación en
Diputados termina así con 85 años de tutelaje y judicialización de nuestros niños,
niñas y adolescentes.
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