LAS MALLAS DE POLIESTER SON SEGURAS PARA LA REPARACIÓN DE HERNIAS VENTRALES Rosen MJ Am J Surg. 2009 Mar;197(3):353-9 Polyester-based mesh for ventral hernia repair: is it safe? Hospital Universitario de Cleveland EL material idóneo para la reparación de cualquier tipo de defecto herniario aún no esta descrito. Cada material protésico tiene ventajas y desventajas que los hacen imperfectos. Si se analizan las propiedades de las mallas como son su capacidad de crear tejido fibroso, de adaptarse formando una mínima cantidad de adherencias y la contractilidad que tienen cada uno de los distintos tipos de materiales que son utilizados para la reparación de hernias es difícil para los cirujanos elegir la malla que tenga los mejores beneficios para los pacientes. Las mallas de poliéster tienen una característica importante que las diferencia de las demás. Estas mallas cuentan con unos macroporos que les permiten adaptarse mejor a los tejidos con una mínima retracción ante el paso de los años. Sin embargo a pesar de estos beneficios existen muchos centros hospitalarios que las han desacreditado reportando una mayor tasa de infecciones, fístulas y obstrucciones intestinales. En este estudio se revisó la experiencia del hospital de Cleveland con las mallas de poliéster para la reparación de hernias ventrales. Material y Métodos: Este fue un estudio prospectivo en donde se incluyeron todos los pacientes sometidos a reparaciones de pared por hernias ventrales en el departamento de hernias del hospital de Clevelandde diciembre 2005 a abril del 2008. Se incluyeron casos de cirugía laparoscópica y abierta. Los pacientes sometidos a cirugía laparoscópica se realizaron vía intraperitoneal, colocando una malla de poliéster con una barrera antiadhesiva de hidrogel de colágeno. La malla fue colocada sobre el defecto dejando un margen de por lo menos 4cm sobre la aponeurosis sana, se utilizó una sutura transaponeurótica para fijarla con material no absorbible además de unos tackets espirales de titanio que se utiliazaron de manera rutinaria para asegurar su fijación a la pared abdominal. Para aquellos casos en los que debido a la cantidad de adherencias se dificultó su reparación vía laparoscópica se realizaron reparaciones abiertas. Estos procedimientos se realizaron colocando la malla extraperitoneal por detrás de los músculos rectos del abdomen. En estos casos no se utilizaron mallas de poliéster protegidas con la barrera antiadhesiva. Se analizaron las características demográficas de los pacientes, los detalles del procedimiento quirúrgico, la evolución postoperatoria, y la evaluación a largo plazo de los pacientes. Resultados: Durante el periodo que duró el estudio, se incluyeron 109 pacientes a los que se les realizó una reparación de hernia ventral con malla de poliéster. A 79 pacientes se les realizó la reparación vía laparoscópica y 30 pacientes se repararon de manera abierta. La edad media de los pacientes era de 57 años, con un índice de masa corporal promedio de 33. El ASA fue de 2.5 en la mayoría de los pacientes. La media de procedimientos previos en los pacientes era de 2.1. En 42 pacientes las hernias eran recidivantes. Los detalles quirúrgicos de los procedimientos fueron: EL tamaño del defecto era mayor en los pacientes reparados de forma abierta que en los laparoscópicos 403cm2 versus 116cm2 respectivamente. LA cantidad de malla utilizada también fue mayor en ese grupo de pacientes 1.055cm2 versus 367cm2. en cuanto a tiempo quirúrgico no se dio una diferencia estadísticamente significativa; 170min en las reparaciones abiertas contra 132min en las laparoscópicas. El promedio de días de estancia intrahospitalaria fue de 5.8días en los pacientes reparados de forma abierta y de 4.2 en el grupo laparoscópico. Se evaluaron a los pacientes durante un lapso de 14 meses, con un rango de entre 2 y 28 meses en el grupo de los pacientes laparoscópicos, durante este tiempo un paciente desarrollo infección de la malla. Este contaba con el antecedente de infección de malla por estafilcoco meticilino-resistente previa. Un paciente presentó oclusión intestinall que requirió reexploración quirúrgica sin demostrar la presencia de fístulas. En el grupo de los pacientes reparados de manera abierta se realizó un seguimiento de 11 meses, (2-21 meses) encontrando 3 infecciones de la malla 13%, en dos de esos pacientes se realizó resección parcial de la malla y en el otro se logró controlar la infección con tratamiento conservador. No se presentaron pacientes con oclusiones intestinales. Discusión: En este estudio se demostró que en este grupo de pacientes con defectos herniarios grandes, complicados y en algunos casos recidivantes, el uso de este tipo de mallas de poliéster es segura, con una tasa mínima de infecciones y sin otras complicaciones como oclusiones intestinales o fístulas. Dadas las características macroscopicas de las mallas con los poros, las infecciones que se presentaron se pudieron resolver con medidas conservadoras o con resecciones parciales de las mismas. Las mallas de poliéster protegidas con la barrera antiadhesiva son seguras para las reparaciones laparoscópicas intraperitoneales. R3 CG ILIANA GONZALEZ PEZZAT