tema médico nº 114 - Obra Social de YPF

Anuncio
TEMA MÉDICO Nº 114
LESIONES FRECUENTES DE LA PIEL. 2° PARTE.
En el informe anterior le comentamos sobre las erupciones más frecuentes de
la piel, producidas en su mayoría, por infecciones virales. En este informe se
describirán algunas lesiones comunes provocadas por bacterias, parásitos y
hongos.
Infecciones bacterianas frecuentes
Nuestra piel constituye la primera barrera de defensa contra los gérmenes.
Pequeñas lesiones en ella, inclusive algunas imperceptibles, predisponen el
ingreso de ciertas bacterias como los estafilococos, que en algunas personas,
pueden constituir parte de la flora habitual. La mejor forma de prevenir las
infecciones por estafilococos es mantener las manos y uñas limpias y lavar y
curar rápidamente las heridas.
Una de las infecciones de la piel más común es la celulitis. Generalmente,
suele desarrollarse en la capa superior y desaparece con los cuidados
adecuados pero, en el caso de la celulitis, los tejidos profundos del área
infectada pueden comprometerse.
La celulitis se caracteriza por:
 Un área de enrojecimiento o hinchazón de la piel.
 Piel de aspecto tenso y brillante.
 Dolor local.
 Calor en la zona afectada.
1
La erisipela es una infección que clínicamente es similar a la celulitis, pero su
aparición es súbita con rápido compromiso de las capas más profundas de la
piel y tiene mayor repercusión sobre el estado general. Suele localizarse en los
miembros inferiores y la persona afectada puede presentar fiebre, escalofríos
y dolores musculares.
Celulitis en brazo derecho
Erisipela en pierna izquierda
Estas infecciones suelen tener buena respuesta al tratamiento antibiótico por
vía oral. Es importante que el tratamiento se complete de acuerdo con la
indicación del médico. En algunos casos (pacientes inmunocomprometidos,
pacientes diabéticos, lesiones perioculares, lesiones con poca respuesta al
tratamiento oral), puede requerirse la internación y aplicación de antibióticos
endovenosos.
Otras infecciones bacterianas frecuentes son los forúnculos y el impétigo. Los
forúnculos suelen empezar como una celulitis, con un área de inflamación
dolorosa, rojiza y con el transcurso de los días, transformarse en una zona
globulosa, blanquecina, con contenido líquido o purulento. La mayoría de las
veces, se originan de folículos pilosos infectados y las zonas de ubicación más
comunes son la cara, el cuello, la axila, las nalgas y los muslos. Estas lesiones
se caracterizan por ser muy dolorosas y el dolor mejora a medida que el
forúnculo va drenando su contenido. Puede drenar por sí solo, pero puede
requerir un drenaje quirúrgico.
Es importante no intentar drenar los forúnculos ejerciendo presión con los
dedos, ni colocar cremas o preparados magistrales, dado que pueden
empeorarlos. Se pueden utilizar lavados con compresas húmedas con Agua
D´Alibour para favorecer su maduración y el drenaje espontáneo. Si han
pasado alrededor de 2 semanas y el forúnculo no se ha resuelto o si ha
aparecido nuevamente, luego del drenaje, es necesaria una consulta
2
médica para que se evalúe la posibilidad de iniciar un tratamiento con
antibióticos y/o drenaje quirúrgico.
El impétigo es una infección que se observa más frecuentemente en los niños
entre 2 y 6 años. Suele comenzar cuando las bacterias entran por una grieta
de la piel, como una cortadura, rasguño o picadura de un insecto.
Los primeros síntomas son pequeñas lesiones rojizas o similares a un granito,
rodeadas por piel enrojecida. Suelen presentarse en la cara, el cuero
cabelludo, los brazos y las piernas, aunque pueden encontrarse en otros
lugares. Las pequeñas lesiones se llenan de pus y al cabo de algunos días, se
abren y forman una costra de aspecto similar a la miel (costra melisérica).
Muchas veces, estas lesiones son secundarias al rascado, donde la falta de
higiene de manos y uñas, posibilita el ingreso de las bacterias. Por lo tanto, las
uñas limpias y cortas son medidas higiénicas sencillas, que previenen la
impetiginización. En los casos leves esta infección puede resolverse mediante
la aplicación de antibióticos locales (tópicos) y en los casos más avanzados
puede ser necesaria la utilización de antibióticos por vía oral.
Lesiones frecuentes de la piel producidas por parásitos y hongos
La escabiosis, conocida como sarna, es un cuadro caracterizado por lesiones
pruriginosas de la piel causadas por el ácaro microscópico: el Sarcoptes
Scabiei. Es común en todo el mundo y afecta a las personas de todas las
3
razas y clases sociales. Se disemina rápidamente en lugares con mucha
gente, en los que hay contacto frecuente con la piel y la ropa de otras
personas. Puede presentarse en los hospitales, las guarderías y los geriátricos.
La escabiosis se contagia a través de la ropa, toallas y sábanas. No se puede
adquirir sarna de un perro u otras mascotas, dado que ellas pertenecen a
otro tipo de ácaros. La escabiosis solo se transmite entre humanos.
Generalmente coexisten varias lesiones, algunas primarias y otras secundarias
al rascado y la impetiginización. Las lesiones primarias suelen ser pápulas
(lesiones levemente elevadas) o pústulas localizadas, típicamente, en los
surcos interdigitales, muñecas, superficies extensoras de codos y rodillas,
axilas, cintura o tobillo.
Debe lavarse toda ropa de las personas afectadas y extenderse al sol para
eliminar a los ácaros. La escabiosis puede tratarse con Ivermectina vía oral en
niños mayores de 5 años y adultos. Los niños menores de 5 años o con menos
de 15 kilogramos de peso deben utilizar lociones y cremas con Permetrina o
Benzoato de Bencilo.
Las infecciones micóticas (hongos) son frecuentes en todas las edades, las
más comunes suelen detectarse en los pliegues del cuerpo, las uñas y el
cuero cabelludo.
Las tiñas son infecciones causadas por un grupo de hongos que generan el
conocido “pie de atleta” y algunas infecciones en cuero cabelludo. El pie de
atleta se caracteriza por lesiones rojizas y piel quebradiza que se acompañan
de picazón y ardor en la zona lesionada. Generalmente se produce en los
pliegues interdigitales de los pies, aunque en algunos casos puede afectar
otras regiones del cuerpo. Se puede adquirir el pie de atleta al pisar
superficies húmedas, como son los pisos de los vestuarios y piletas.
Para prevenirlo es importante secarse bien los pies luego del baño y utilizar
medias y calzados que favorezcan que la zona permanezca seca la mayor
parte del tiempo. En los vestuarios debe utilizarse ojotas u otro calzado para
evitar el contacto directo con el piso. Los tratamientos incluyen cremas
4
antimicóticas y polvos o cremas cicatrizantes. La cándida, es otro hongo que
podría afectar los pliegues.
La pitiriasis versicolor o tiña versicolor es relativamente común y es causada
por el hongo Pityrosporum ovale, un tipo de hongo que normalmente se
encuentra en la piel humana y que en algunas situaciones puede generar
lesiones típicas en ella. La afección es más frecuente en hombres jóvenes y se
presenta particularmente en climas cálidos.
El síntoma principal son los parches de piel decolorada con bordes bien
delineados y escamas finas. Los parches a menudo son de color canela
oscuro con un tono rojizo y los sitios más comunes son la espalda, las axilas, la
parte superior del brazo, el tórax y el cuello. Las áreas afectadas no se
oscurecen en el sol (la piel puede aparecer más clara que la piel sana
circundante). No suele provocar ninguna molestia y puede desaparecer
espontáneamente o requerir tratamiento con un antimicótico por vía oral.
Pie de atleta
Pitiriasis versicolor
Para Tener en cuenta
La mayoría de las lesiones de la piel son de fácil resolución con
medicamentos locales o por vía oral. En las personas con enfermedades
como la diabetes es importante realizar un seguimiento médico estrecho,
dado que pequeñas lesiones pueden ser una puerta de entrada para
infecciones más importantes.
5
Descargar