Detección de necesidades formativas Pertenezco a un Instituto formado por 36 compañeros, con casi la mitad del claustro definitivo en el centro. A la hora de plantearme escoger un modelo, estrategia o herramienta, y pensar en relacionarlo con los objetivos y metodologías que se quieren cambiar, me centré, en primer lugar, en plantearme esto último. El objetivo que creo que se debe cambiar, es el de realizar cursos de formación, simplemente como puntos para sexenios, méritos para oposiciones..., que es lo que venía pasando hasta ahora. O también, formación que después no se aplica, bien por no tener posibilidades, ya sean materiales, situacionales o de tipo de alumnado. La metodología de la oferta que había hasta ahora (se ofertaban cursos y cada uno elegía) hace que se caiga en lo apuntado anteriormente, y es lo que se pretende cambiar con este estudio de las necesidades de formación de nuestro centro. Basándome en todo lo anterior, y en que las necesidades sean lo más ajustadas a necesidades tanto de centro, como de profesorado, me decanto por el modelo de problemas y contextos. El porqué es bien sencillo: si queremos que esta formación revierta sobre nuestro propio centro, que se trate de mejorarlo a partir de la formación de los propios docentes y que se relacione con sus necesidades, este es el modelo a aplicar. Ya que se quiere potenciar la autonomía de los centros, este es el modelo que nos ofrece estas posibilidades. Relacionado con esto, debemos hablar de las herramientas y estrategias que nos ayudarán en la labor de detección de las necesidades formativas. La estrategia a seguir será la de tipo contextual, debido a que implica en mucho al profesorado, como elemento clave en el proceso, y se tiene muy en cuenta su compromiso, aunque todos sabemos que a veces nos encontramos con la poca implicación de algún compañero, aunque son los menos. Con ella, se pretenderá que, a partir de situaciones problemáticas, el claustro de profesores sea participativo y comunicativo. Dado que se centra en el objetivo de un centro autorregulado, se relaciona, a su vez, con la autonomía del centro, ya señalada anteriormente, y por la que se apuesta actualmente. En cuanto a las herramientas que se deben utilizar, creo importante, en primer lugar, pasar un cuestionario personal, como el que nos facilitáis, al profesorado, con el fin de conocer las necesidades individuales de cada uno, dado que somos un claustro relativamente pequeño. A continuación, y siguiendo en la línea de participación e implicación del docente, y con el fin de conocer nuestro centro y los que lo formamos, se les pasaría un cuestionario sobre los elementos de la cultura escolar; así, estudiaremos los elementos de la cultura que nos aparezcan según los resultados del mismo.. Con los resultados de estos dos cuestionarios se nos ofrece una idea de las carencias, a nivel personal y de centro, importantes a la hora de establecer nuestro Plan de Formación. Después de conocer y valorar los datos que arroja este cuestionario, es el momento de plantear, en un claustro, el DAFO. En dicha reunión, se explicará qué es, cómo lo vamos a aplicar y su utilidad. Pediremos al profesorado que escriban, para cada uno de los elementos que lo forman, tres ejemplos; posteriormente, y con los resultados en la mano, se analizarán, para llegar a una serie de conclusiones, en la COCOPE.