1 20 – ABRIL - 2013 REFLEXIÓN DE MONS. HECTOR AGUER Inundaciones en La Plata: “¡VIMOS EL CORAZÓN ARGENTINO!” “Quienes siguen Claves están bien enterados de lo que ha ocurrido en la Ciudad de La Plata, ya que el programa informó suficientemente acerca de lo que se estaba haciendo para acompañar y ayudar a las víctimas de esa tremenda inundación. Fue una verdadera catástrofe”. “En esos días yo estaba en Roma, donde tuve una audiencia privada con el Papa Francisco. Como ustedes saben, hemos recibido una ayuda muy importante de la Santa Sede para destinar a las necesidades inmediatas de los afectados por la inundación. El encuentro con el Santo Padre fue gratísimo: compartimos recuerdos personales, ya que nos conocemos desde hace 35 años; pude informarlo, además sobre la acción de la Iglesia ante la emergencia que se vivió en la ciudad, y comentarle las prioridades pastorales fijadas en la arquidiócesis. Pero, hoy quisiera, comentarles mis impresiones acerca de la terrible inundación”. “La Plata es una ciudad que no está preparada, en general, para los cambios climáticos que hoy se están viviendo. Periódicamente hay inundaciones en distintos barrios, pero nunca habían alcanzado la dimensión de ésta reciente. Es evidente que si caen cerca de cuatrocientos milímetros en poco más de una hora no hay ciudad que resista”. “Sin embargo después de los sucesos se ha recordado que la Universidad Nacional de La Plata, en su momento, ha presentado estudios para ir resolviendo, de algún modo, la incapacidad de drenaje de la ciudad. Especialmente hay que señalar el problema que se concentra en el arroyo el Gato. Aquí hay un punto clave, porque no podemos sentarnos a esperar que ocurra otra inundación como ésta. Habrá que tomar las providencias necesarias”. “Sabemos que son obras costosas, pero hay que planearlas y empezar a hacerlas alguna vez. Además, si una ciudad nunca estuvo preparada realmente para sufrir una inundación, menos está ahora con la magnitud que tienen estas tormentas. Esta es la primera observación que quería compartir con ustedes”. “Luego señalo algo que es característico del corazón argentino, del espíritu argentino, y es el impulso inmediato de solidaridad, de ayuda, tanto de particulares, como de instituciones, empresas y sindicatos. Desde el punto de vista eclesial lo hemos visto claramente, ya que desde todo el país, desde todas las diócesis se han movilizado no sólo con sus mensajes de cercanía y oración sino con sus envíos de ayuda. Ha sido una respuesta extraordinaria, de una enorme generosidad”. “Quiero subrayar, en primer lugar, la confianza del pueblo platense para con la Iglesia porque las ayudas se dirigían espontáneamente a nuestras sedes. Nuestra Catedral es un símbolo de la ciudad y entonces era lógico que allí se concentrara principalmente la ayuda. Ha sido así: la confianza ha sido depositada en la Iglesia, que se ha movilizado lo mejor que ha podido con los escasos medios de que 2 disponemos. La comunidad platense ha reaccionado masivamente con una generosidad extraordinaria; destaco y subrayo el papel de los jóvenes. Han sido sobre todo jóvenes aquellos que han acudido inmediatamente a ayudar”. “También debemos notar que la sociedad civil se ha mostrado con una desconfianza muy grande respecto del mundo político; ese es un mensaje que hay que anotar”. “Tengo que decir también que ese divorcio entre sociedad civil y mundo político registró algunos hechos bastante desagradables, como fue la actitud de algunos grupos militantes que anteponían en todo caso su perspectiva ideológica y su gusto de protagonismo; esa actitud desentona ante la necesidad inmediata que se estaba viviendo. Sin embargo, esto no empaña el cuadro general. Aquí, como decía antes, se ha mostrado lo que es el corazón argentino”. “¿Y ahora qué viene? Ahora viene el trabajo, penoso en cierto modo, de confortar, de consolar y de ayudar eficazmente a reconstruir tantos hogares. Lo que ha ocurrido tuvo como escenario las zonas céntricas, no sólo los barrios periféricos donde periódicamente hay inundaciones. Todo ha quedado destruido allí no sólo los recuerdos afectivos, las mascotas, los enseres domésticos elementales. Por eso con la ayuda que estamos recibiendo queremos ahora, a través de proyectos bien hechos, ayudar a estos hermanos nuestros a que puedan recomponer su casa”. “Y una última observación: yo creo que no me equivoco si advierto, casi al modo de una sospecha, que esta circunstancia catastrófica ha mostrado además un refluir, una nueva manifestación de cierto nivel de pobreza estructural en muchos barrios de la periferia de nuestra ciudad. Se ha hecho evidente otra vez. Se ha hecho evidente otra vez una deuda crónica de la sociedad argentina”. “He dejado para el final lo más doloroso: ha habido muertos y muchos muertos a causa de esta inundación. Entonces yo quiero enviar una palabra de consuelo, de esperanza, de afecto a los familiares de esos difuntos por los cuales hemos rezado y seguiremos rezando todavía. Este es un momento tremendo para muchas familias platenses que han perdido a personas muy queridas, en circunstancias verdaderamente espantosas. Queremos hacerles llegar nuestra cercanía, nuestro amor y seguir poniéndonos a disposición para lo que podamos ayudar”.