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“2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”
REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN PLENARIA DE LAS COMISIONES DE SISTEMAS, MEDIOS DE
COMUNICACIÓN Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DE PRESUPUESTO Y
HACIENDA
Salón Azul – H. Senado de la Nación
6 de octubre de 2015
Presidencia de la señora senadora Liliana Beatriz Fellner
y del señor senador Juan Manuel Abal Medina
PUBLICACIÓN DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE TAQUÍGRAFOS
“2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”
06.10.2015
Plenario de las comisiones de Sistemas, Medios de Comunicación
y Libertad de Expresión y de Presupuesto y Hacienda
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- En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Salón Azul1
del H. Senado de la Nación, a las 15 y 27 del martes 6 de
octubre de 2015:
Sr. Presidente (Abal Medina).- Teniendo el quórum suficiente, vamos a dar por iniciada
esta reunión plenaria de ambas comisiones.
Agradecemos a las autoridades que hoy nos acompañan para presentarnos el proyecto.
Le vamos a dar la palabra a la presidenta de la comisión.
Sra. Presidenta (Fellner).- Buenas tardes.
Teniendo también la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de
Expresión el número suficiente, damos comienzo a la plenaria para el tratamiento del
proyecto de ley venido del Poder Ejecutivo, declarando de interés nacional el desarrollo de la
industria satelital como política de Estado y de prioridad nacional, y aprobando el Plan
Satelital Geoestacionario Argentino 2015-2035.
Para el tratamiento de este tema, nos está acompañando esta tarde el presidente de la
AFTIC, el doctor Norberto Berner; también el presidente de la ARSAT, el ingeniero Matías
Bianchi, y el gerente general de INVAP, Héctor Otheguy. Les doy las gracias por estar esta
tarde.
Quiero decirles a los senadores y senadoras presentes que también nos están
acompañando otras autoridades de AFTIC, como por ejemplo Nicolás Karavaski,
vicepresidente de AFTIC, y Federico Bekerman, director de AFTIC. Por ARSAT también
está su vicepresidente, Guillermo Rus, y el gerente de Desarrollo Tecnológico e Innovación,
Mariano Goldschmidt. También se encuentran presentes Antonio Roncoroni, de Fecosur;
Raúl Parodi, de Fecotel, y Pedro Korolkov, también de Fecotel. Así que a todos ustedes
muchas gracias por acompañarnos en esta tarde.
Si les parece, le doy la palabra al presidente de la AFTIC, el doctor Norberto Berner.
Sr. Berner.- Buenas tardes a todos y a todas. Muchísimas gracias, presidenta; muchísimas
gracias, presidente.
Les queremos pedir si nos pueden permitir iniciar esta conversación o estas palabras
con un pequeño video alusivo al tema, si les parece bien.
Sra. Presidenta (Fellner).- Sí, adelante.
- Se proyecta un video en la pantalla.
Sr. Berner.- La verdad, es un enorme orgullo para nosotros venir aquí a comentar, a explicar,
a justificar y a defender este proyecto de ley, esta nueva iniciativa del Poder Ejecutivo
nacional.
Obviamente, voy a pedir disculpas, porque en el video decíamos por cábala que se
estaba por lanzar; no lo llegamos a actualizar. Nunca antes de un lanzamiento hay que decir
que algo se ha realizado, ni siquiera cuando sea grabado. Así que pedimos disculpas por
hablar en el video de que se iba a lanzar. Efectivamente, ARSAT 2 ya está en el espacio y está
acercándose, a través de distintas maniobras, a su posición final, a 36.000 kilómetros de altura
sobre la Tierra.
Este proyecto de ley de desarrollo de la industria satelital –como, en general, todas las
propuestas que hacemos desde este proyecto político no son iniciativas aisladas– no es algo
que surja solamente de una idea, sino que tiene experiencia acumulada; tiene años de trabajo;
tiene años de concreción de obras, de ideas, de pruebas, de experiencia y, por qué no decirlo,
1
Se deja constancia de que los faltantes en la Versión Taquigráfica obedecen a problemas de audio durante la
reunión.
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también de aprendizaje en múltiples acciones y actividades.
Este proyecto de ley, como ustedes observan, tiene tres grandes objetivos. Para mí, el
más importante de todos es darle a ARSAT un relanzamiento. Allá, en el año 2006, cuando se
creó ARSAT, estábamos iniciando un proceso en cuanto a experiencias con empresas con
participación y con control estatal. Sin dudas, toda la inversión realizada, tanto en materia
satelital como en fibra óptica, como en el data center, como en la múltiples actividades que
viene desarrollando y concretando ARSAT, requieren poner a punto el andamiaje
institucional que tiene ARSAT. Por eso la propuesta es garantizar el control estatal y que la
inversión que hemos hecho los argentinos se mantenga en el tiempo, a fin de darle seguridad,
transparencia y un marco de política de Estado.
Como ustedes saben, en 2006, cuando se crea ARSAT, teníamos un objetivo que en
ese momento parecía imposible de lograr. De hecho, de las transcripciones y de las
discusiones parlamentarias surge claramente el hecho de que se trataba de una idea utópica la
de cuidar no solamente las dos posiciones orbitales, sino también que esas posiciones se
hicieran con materia gris argentina, con trabajo y con esfuerzo argentinos, y, además, con
proveedores locales.
Esto parecía algo muy complejo de hacer, porque requería de una articulación
internacional con la Unión Internacional de Telecomunicaciones y con otros países; era
realmente una cuestión muy compleja que se culminó. Y se culminó con éxito hace pocos
días, exactamente, el 30 de septiembre de este año.
Por eso tenemos la experiencia y estamos convencidos de que podemos ir por más,
por mucho más. Estamos proponiendo un plan satelital acorde a la industria satelital, acorde a
estos proyectos de largo plazo que tienen que ver con la industria de las telecomunicaciones,
con la industria satelital. El que se está trabajando y proponiendo abarca el período 20152035.
Como ustedes imaginarán, ya desde el contrato que tiene que ver con el lanzador ‒en
este caso, el Ariane Space‒, hasta la coordinación de las órbitas y pasando por los
proveedores locales internacionales, se requiere darle certezas a la empresa ARSAT y, por
eso, estamos cuidando y garantizando el capital accionario y el control estatal en el marco de
esta ley.
En ese mismo sentido, no solamente las acciones son las que valen sino,
fundamentalmente, sus activos. Por eso también la propuesta, plenamente alineada con la ley
argentina digital que fue tratada en este Congreso de la Nación en diciembre, respecto de sus
recursos esenciales y asociados.
A su vez, estamos dotando de mayores recursos a lo que tiene que ver con el espectro
radioeléctrico, fundamentalmente, haciéndonos eco, como les decía antes, de lo aprendido día
a día. Caminando uno aprende en relación con lo que nos han planteado a lo largo del tiempo
las cooperativas, las sociedades del Estado, las provincias y los municipios.
Por ende, ese es el marco conceptual de este proyecto de ley que viene atado, como ya
les dije, a la experiencia que nos brindan estos doce años de acciones concretas: el programa
para una Argentina conectada ‒con sus más de 30 mil kilómetros de fibra construida y con
sus más de 12 mil kilómetros iluminados‒ y la puesta en servicio que se está haciendo día a
día. Esto lo van a ver casi como algo cotidiano; van a encontrar que ARSAT va poniendo en
servicio esta red federal. Porque su Data Center, que no para de tomar más y más clientes y
usuarios, tanto públicos como privados, tiene un nivel de seguridad altísimo. Además, de todo
el nivel de interconexión que tenemos en Benavidez.
En fin, toda esta experiencia acumulada en función del trabajo que se hizo con la
visión de Néstor Kirchner, con el coraje de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y
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con este gobierno nacional y sus funcionarios. Entre ellos, el ministro Julio De Vido; el
presidente de la Comisión de Presupuesto, que tuvo mucho que ver en una etapa del Poder
Ejecutivo también; el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de
Comunicaciones, en su momento, Guillermo Moreno, a quien vale la pena recordar porque él
tuvo que discutir y defender la famosa posición 81 en la Unión Internacional de
Comunicaciones.
En fin, este proyecto de ley que viene institucionalizar, a cristalizar lo hecho y, sobre
todo, a dejar una huella hacia el futuro. Porque, como solemos repetir: la sala limpia del
INVAP, allá en Bariloche, requiere permanentemente de satélites en construcción.
Es mi deseo que no nos suceda como en aquella Argentina que fabricaba aviones y
que por dejar de construirlos cuatro, cinco o diez años después se le hizo tremendamente
cuesta arriba hacerlo. Si nosotros frenamos ahora, no le damos continuidad al tema, no le
damos inversión, no le damos fuerza al plan satelital geoestacionario argentino y con
solamente dos, tres, o cuatro años que no lo hagamos, a nuestros técnicos, a nuestros
profesionales, a nuestros científicos los van a requerir de otros lugares.
Si la Argentina no sostiene este plan, si la Argentina no continúa haciendo
inversiones, lo primero que va a pasar es que la sala limpia del INVAP va a quedar muy
limpia. Lo segundo es que nuestros proyectos y nuestras órbitas de telecomunicaciones, que
ya estamos discutiendo a nivel de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, van a ser
utilizadas por otras potencias. Y lo tercero es que ARSAT va a perder esa capacidad, esa
materia gris, esos recursos, ese talento humano que hoy permiten, como sucedió con el
ARSAT 1 y con el ARSAT 2, poner en órbita de una manera tremendamente eficiente, ya que
ese es un conocimiento puramente adquirido, porque ha sido construido en la Argentina con
profesionales y científicos argentinos.
Por eso, no dejemos ni un día de impulsar ARSAT. No dejemos de impulsar ni un día
el INVAP. No dejemos ni un día de impulsar este plan satelital geoestacionario argentino, que
venimos a proponerles.
Muchísimas gracias.
Sr. Presidente (Abal Medina).- Muchas gracias Norberto.
Le damos la palabra ahora al presidente de ARSAT, Matías Bianchi Villelli.
Sr. Bianchi Villelli.- Buenas tardes a todos.
Muchas gracias al senador Pichetto, a los presidentes de las comisiones y, desde ya, a
nuestros accionistas, al Ministerio de Planificación, al Ministerio de Economía y a la AFTIC,
y, sobre todo, a la presidenta de la Nación por ayudarnos a impulsar este proyecto de ley.
La verdad es que este es un trabajo que venimos realizando desde hace mucho tiempo
y que tiene sus orígenes mucho más atrás, por lo que estamos convencidos de que lo que
estamos haciendo es, de alguna manera, garantizar que todo lo que hemos aprendido y
desarrollado tenga una continuidad en el tiempo.
En 2006, a través de la ley 26.092 del Congreso de la Nación se creó ARSAT.
ARSAT en su momento, a través de su estatuto, tenía fundamentalmente tres objetivos: uno
de ellos era proteger las posiciones orbitales, que anteriormente habían sido delegadas a una
empresa privada de capitales extranjeros ‒las posiciones eran la 72 y 81 oeste y sobre todo
esta última estaba en riesgo de perderse‒, y había que hacerlo construyendo satélites en la
Argentina. Esto, en su momento, era una idea rupturista, en el sentido de que había mucho
desarrollo por hacer, es decir que había que crecer, pero también tenía una historia y un
fundamento en lo que venía trabajando el INVAP con la CONAE y con los satélites de baja
órbita, radares y la industria nuclear.
El otro punto buscaba desarrollar los servicios satelitales en la Argentina. Algo muy
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importante, porque la idea no era simplemente la de hacer satélites y abocarse al desarrollo
tecnológico, sino que se trataba de un desarrollo tecnológico volcado a nuestra gente, a fin de
lograr incluir a los ahora más de cuarenta millones de argentinos y poder, de esa manera,
desarrollar las comunicaciones en los puntos más remotos y más difíciles de alcanzar.
Entonces, como les decía recién, ARSAT, que es una empresa de capitales estatales
‒el 98 del Ministerio por ciento de Planificación y 2 por ciento del Ministerio de Economía‒
se crea en 2006 con esos objetivos que comentamos recién. Luego, en 2010 se le agregan
otros dos: en primer lugar, el desarrollo de la infraestructura para la televisión digital abierta,
para ir camino hacia el apagón analógico y para poder hacer un uso más eficiente del
espectro, y, en segundo término, la red federal de fibra óptica; un proyecto que tiene el
objetivo de llegar a los 58 mil kilómetros.
Como decía Norberto, hoy hay 35 mil kilómetros ya construidos y 12 mil iluminados y
todo esto está centralizado en un Data Center de 4.500 metros cuadrados, con un nivel de
diseño que en la industria es una certificación que, de alguna manera, nos permite garantizar
el funcionamiento continuo del mismo.
Todos estos proyectos tienen vinculación y todos ayudan, todos se ayudan entre sí.
El satélite nos sirve para llegar a las estaciones de televisión; la televisión también es provista
por la red federal de fibra óptica y el satélite nos permite llegar a los lugares donde no
podemos llegar con el resto de la infraestructura.
Los grandes proyectos que se lanzaron en el año 2007 –que se firmaron los contratos
con INVAP– fueron: el 16 de octubre del año pasado, el lanzamiento y puesta en órbita de
ARSAT 1 y, en días pasados, el lanzamiento de ARSAT 2. Estamos para ponerlo en
funcionamiento y en operaciones en el mes de noviembre del corriente año.
¿En dónde estamos parados en este momento, principalmente con ARSAT 1, pero con
una ratificación importante de lo que se está haciendo con nuestro segundo satélite? La
Argentina está ubicada en una posición en el mundo, donde no hay más de diez países que
puedan gestionar esta tecnología y proyectos complejos, como fabricar un satélite
geoestacionario que va a operar a 36.000 kilómetros, donde no es posible repararlo, tiene que
soportar las inclemencias del tiempo y debe brindar un nivel de servicios durante quince años
del 99,9 por ciento; es decir, tiene que funcionar siempre. Si no, estos servicios se ven
afectados.
Entonces, es un punto importante en el desarrollo tecnológico estar ahí. Como podrán
observar en el mapa, no hay ningún otro país en el hemisferio Sur que tenga estas
capacidades.
Asimismo, en la integración total de la cadena, prácticamente estamos cubriendo todas
las fases: de diseño, de integración y de ensayos, en la que entre ARSAT e INVAP tenemos
un proyecto común, que es el Centro de Ensayos de Alta Tecnología, lugar en el que se hacen
todas las pruebas para que el satélite pueda volar y estemos seguros de que vaya a tener los
resultados que esperamos que tenga cuando esté en el espacio. Es un proceso de nueve meses
de trabajo.
Después, respecto del lanzamiento, deseo señalar que, hoy por hoy, no estamos en
condiciones de manejar esa tecnología.
El otro punto se refiere al proceso de puesta en órbita, que es lo que está pasando en
este momento con ARSAT 2, que es la segunda vez que se está haciendo en Latinoamérica.
Es una actividad también de alto desarrollo. Son operaciones muy precisas y críticas porque
la calidad con la que se hace ese trabajo define la vida útil del satélite; en el caso de ARSAT
1, nos permitió extenderla por tres años. Las proyecciones nos dicen que ARSAT 1 va a vivir
dieciocho años en lugar de los quince diseñados, gracias a esas maniobras bien realizadas.
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Otra cuestión importante, que no tiene que ver con el desarrollo tecnológico, sino con
el desarrollo de los servicios, es que ARSAT está integrada horizontalmente en la cadena de
valor del mercado satelital. En el mundo, el mercado de fabricación de satélites y
lanzamientos tiene una magnitud de 7000 millones de dólares y hoy la Argentina con
ARSAT, INVAP y CONAE está ubicada en ese lugar.
Por otro lado, cuando pasamos a las empresas de distribución de capacidad satelital,
que es prácticamente un commodity, más de la mitad de ese mercado está concentrado en
cuatro grandes empresas; es un mercado de 19.000 millones de dólares anuales.
Finalmente, sobre el mercado de valor agregado, quiero señalar que ARSAT también
está participando, dando servicios como las 2500 escuelas rurales conectadas que tenemos,
los científicos de la Antártida, que pueden comunicarse con sus familias y diversos servicios
que no son simplemente una transacción, un commodity, sino que agregan valor, que es lo que
estamos buscando desde la gestión de ARSAT de los últimos años.
Para alinearlos un poco sobre cuáles son los usos de los satélites, les comento que
básicamente lo que permite el satélite es unir dos puntos en la Tierra. Esos dos puntos se
comunican sin necesidad de un cable. La otra función importante es poder hacer una
distribución masiva. Es decir que uno pueda subir un contenido, por ejemplo, de un canal de
televisión a ese satélite y que en esa misma subida se pueda distribuir a una superficie
importante al mismo tiempo. Esto permite eficiencia, ya que no es necesario hacer esa
distribución punto por punto.
Entonces, abajo y a la izquierda de la presentación se ve la antena grande, que es la
Estación Terrena. En este caso, es nuestra Estación Terrena de Benavídez, en la que tenemos
la conectividad con el resto de la red nacional de comunicaciones y están los equipos que
permiten gestionar estos tráficos de datos. De esa manera, nosotros podemos subir canales de
televisión, que luego pueden bajar a las cooperativas que proveen servicios de televisión y
que puedan distribuirlo en sus redes.
Como dijimos antes, es importante llegar a dar Internet y telefonía en escuelas rurales,
en zonas remotas a las que no hay otra forma de llegar. Hay muchos casos de chicos que
vieron la televisión por primera vez gracias a nuestro satélite. También, se busca proveer
Internet en zonas a las que es difícil llegar o, por ejemplo, un cajero automático en una zona
de veraneo que se necesita por un tiempo limitado –es decir que no vale la pena hacer una
infraestructura definitiva– se puede conectar con el satélite. Asimismo, los móviles de
televisión, los camiones que tienen una antena en el techo y que van a una cancha de fútbol o
a algún lugar en el que es necesario hacer una transmisión en vivo se conectan con ARSAT 1
para inyectar esa señal en las redes hogareñas.
También, usamos ARSAT 1 para la distribución de la Televisión Digital Abierta en
los sitios donde no tenemos cobertura en nuestra red terrestre. Básicamente, esto es lo que
hoy por hoy ARSAT 1 nos está permitiendo.
ARSAT 1 es un satélite que se diseñó para tener cobertura sobre la Argentina, donde
toda la potencia está en nuestro país y no hay ningún otro satélite que tenga la calidad de
servicio que estamos brindando hoy a través del nuestro.
Volviendo a lo que decíamos antes, teníamos tres objetivos fundamentales en el
Estatuto fundacional de ARSAT. Cuando pongamos en servicio a ARSAT 2 en noviembre de
este año, habremos cumplido dos grandes de estos objetivos que eran cubrir las posiciones
orbitales que tenía asignadas la Argentina con satélites fabricados en nuestro país. Esta
situación de haber cumplido un gran objetivo, un gran desafío que impulsó Néstor Kirchner
en su momento, nos hace necesario definir el futuro y cómo seguir trabajando –lo decía
Norberto anteriormente– respecto de garantizar que podamos conservar el aprendizaje y los
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conocimientos que desarrollamos en estos años.
Por eso, y para ser sintéticos en lo que implica este plan satelital geoestacionario y
dado que necesitamos dar continuidad y asegurar que sigamos trabajando en este proyecto…
Además, tenemos un reconocimiento muy importante de la industria mundial, en septiembre
de este año, en un seminario internacional que se realiza todos los años, se dan cuatro premios
y ARSAT recibió el premio al operador satelital revelación del año pasado por ARSAT 1 y
por la proximidad del lanzamiento de ARSAT 2. Así que sobre cómo está inserto el trabajo
que hicimos en la industria mundial, creo que esto es algo muy importante para destacar y
para darle continuidad a este proyecto. Por eso, necesitamos construir más satélites y
desarrollar más servicios.
Por lo tanto, pueden ser satélites que hagamos para nosotros, para nuestra red de
comunicaciones y también estamos trabajando en proyectos para poder dar plataformas
completas o compartidas a países vecinos, a terceros. Entonces, para lograr esto necesitamos
sobre la generación de demanda, sobre la evolución tecnológica de los servicios y mejorar la
oferta. Esta mejora de oferta está relacionada con la competitividad de la plataforma en
términos tecnológicos y económicos. Entonces, las cuatro patas fundamentales hablan de
trabajar en conjunto con AFTIC o bajo los trabajos que está realizando la AFTIC a partir de la
ley Argentina Digital sobre poder actualizar la regulación, dado que la Argentina en el último
año se convirtió en un país fabricante de satélites. Por lo cual, no podemos tener la misma
regulación de los servicios que teníamos anteriormente. Tenemos que trabajar activamente
para conseguir nuevas posiciones orbitales que son el activo, el lugar para seguir
desarrollando servicios.
También, creemos que es importantísimo que estas capacidades puedan generar
“elaboramientos" en otras capacidades industriales, de otros sectores del entramado industrial
nacional. Hay numerosas oportunidades de que estos proyectos de alta tecnología nos
permitan, a través de esos desafíos, conseguir desarrollar industrias y proveedores que tengan
estas capacidades y que después ellos puedan también exportar y aprovechar eso en lo que el
Estado está invirtiendo. Tenemos que mejorar el valor agregado nacional en nuestras
plataformas, tenemos que hacerlo de manera inteligente y sabiendo a dónde vamos. Por eso,
tenemos trazado el camino y el análisis de cada componente del satélite. La idea es ir
creciendo año tras año en esa incorporación de valor agregado nacional.
Tenemos una mirada sobre la evolución de la industria satelital y cómo está
evolucionando esa tecnología, hacia dónde van los servicios y cómo son los satélites del
futuro. No podemos quedarnos con lo que ya hicimos, tenemos que mirar hacia adelante,
tenemos que mirar qué es lo que está pasando. Tampoco tenemos que mirar lo que está
pasando hoy, tenemos que mirar más adelante, porque sino nunca vamos a lograr alcanzar esa
competitividad.
Por eso, estamos trabajando, por un lado, en diseñar los primeros pasos y trabajar en
la interacción con la comunidad científica para que también nos ayude a desarrollar esos
pasos, esa frontera del conocimiento que tal vez hoy no conocemos y que va a hacer que
podamos impulsar y ser pioneros en el desarrollo tecnológico.
El otro punto importante es que ya dimos algunos pasos en la integración regional.
Tenemos una mirada sobre la integración regional desde el punto de vista de los servicios.
Tenemos grandes oportunidades de hacer cosas en conjunto, de sumar al resto de los países
de Latinoamérica en los que se verifica que prácticamente todos tenemos superficies grandes,
superficies complejas con alta concentración de la población, que hacen que la capacidad
satelital sea una herramienta importante para generar igualdad y se puedan ampliar los
derechos. Con lo cual, creemos que si trabajamos en conjunto, podemos ayudarlos en ese
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sentido y, también, podemos ayudarnos a generar una identidad. Está muy relacionado con el
desarrollo cultural, con la distribución de contenidos nacionales y con que podamos lograr
una integración y una muestra de una cultura común que tenemos los países de la región.
Por eso, creemos que es importante sumarlos de manera que juntos podamos sumar
esos esfuerzos en investigación y en desarrollo para que podamos hacer satélites
latinoamericanos y no satélites argentinos en el tiempo. Así que hemos hecho ya en el mes de
diciembre el primer seminario regional al cual vinieron todos los países de la región a
Bariloche, en donde compartimos nuestras experiencias del desarrollo de la industria espacial;
cada uno con sus particularidades y donde la mirada final es ir hacia una agencia espacial
regional.
Y todo este modelo que tiene ya una inversión del Estado en dos satélites y un
desarrollo de la industria comercial de muchos años y donde ARSAT ya se posicionó en el
mercado nacional, en donde tenemos ARSAT 1 prácticamente vendido con la capacidad a
pleno; para ARSAT 2 tenemos reservas por el 30 por ciento de su capacidad. Entonces, el
plan que se armó es un plan en el que además de la inversión del Estado en el desarrollo
tecnológico, tenemos que generar estos proyectos particulares de los satélites. A esos satélites
vamos a poder pagarlos con el flujo de caja propio de ARSAT, lo cual demuestra que esto es
un proyecto sustentable desde el origen de esos dos satélites y donde vamos a poder hacer
esta ampliación de servicios y la comercialización en el exterior.
El plan tiene un objetivo de tiempo que finaliza con la reposición de ARSAT 1 y
ARSAT 2. Eso se hizo para darle un margen de tiempo acotado. Por eso, son estos ocho
satélites que nos generan un valor actual neto de 1.200 millones de dólares, ocho satélites
fabricados. Ya tenemos los contratos y estamos empezando a formalizar el proyecto por
ARSAT 3. Así que en el marco de este proyecto vamos a seguir trabajando mucho para
cumplir con estos ocho satélites en el tiempo.
Básicamente, este es el resumen de un trabajo de muchos meses de esfuerzo, donde
hubo un análisis profundo de las necesidades de los argentinos en términos de servicios,
donde se analizaron también comercialmente las capacidades disponibles en el mundo, las
proyecciones y las evoluciones de cómo va a ser la industria satelital y poner los objetivos
claros de costos y, finalmente, poder concluirlo en este plan detallado de acción para los
próximos veinte años.
Muchas gracias.
Sra. Presidenta (Fellner).- Muy bien. Muchísimas gracias, presidente de ARSAT.
Le damos la palabra al gerente general del INVAP, el licenciado Héctor Otheguy.
Sr. Otheguy.- Buenas tardes. Muchas gracias.
Creo que mis compañeros, tanto Norberto como Matías, han hecho una presentación
bastante amplia. Probablemente sea útil agregar un poco la perspectiva desde INVAP, desde
una empresa de tecnología con cuarenta años de experiencia en desarrollos en distintas áreas
y que, de alguna manera, pone en perspectiva la decisión o la consideración o la propuesta
que está a consideración del Senado en esta oportunidad.
En nuestro caso, de más está decir en el área nuclear, esta política se ha aplicado
desde hace tiempo con intermitencias y eso es lo que nos permite hoy estar entre las tres o
cuatro empresas en el mundo que compiten en lo que tiene que ver con el centro de
investigaciones nucleares. Recordarán que acá, en el Congreso, hace unos diez años, se trató
el tema del acuerdo con Australia, el proyecto Australia. En fin, hay toda una trayectoria. Esa
misma experiencia se repitió en el tema de radares.
Estaba mirando cuando entró el senador Pichetto. Él recordará muy bien que en el año
2004 nos acompañó para ver al presidente Kirchner cuando se estaba tratando el tema de la
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“radarización”. Y raíz de esa charla, que duró muy pocos minutos, pero que fueron muy
útiles... Kirchner en ese momento lo vio muy claro. Dijo: los radares se hacen. Se va a hacer
un plan de mediano y largo plazo. Y se van a hacer acá en la Argentina. Y eso dio lugar a que
todo el plan de “radarización” en el Sistema Nacional de Vigilancia y Control del
Aeroespacio, el SINVICA, que en esa oportunidad se aprobó por un decreto, el 1407 del año
2004, donde se establecía un plan de “radarización”, tanto para uso civil, militar y otro tipo de
radares. Ahora bien, estábamos haciendo radares meteorológicos, que implicaba maximizar la
participación de la industria nacional. Eso que fue tan sencillo, dio lugar a todo lo que ocurrió
después de hacer los radares.
Y hoy estamos en condiciones. Hay interés de países vecinos, fundamentalmente, en
ver la tecnología radar argentina. Y estimamos que el año que viene o que en 2017 esteremos
ya en condiciones de seguir el camino que seguimos en lo nuclear en el tema de los radares.
Yendo a lo concreto de hoy, en el tema satelital, también ya hay una experiencia que
nos ha llevado a trabajos, por supuesto, liderados por ARSAT e INVAP; la Secretaría de
Comunicaciones, en su momento; el Ministerio de Planificación Federal; la AFTIC, más
recientemente. Pero en definitiva había una política nacional, una decisión al máximo nivel
de utilizar estas reglas sencillas: planificar a mediano y largo plazo y usar estratégicamente el
poder de compra del Estado. Esto no es una novedad –por ahí, en la Argentina es una
novedad– en el tema nuclear, que, por distintas razones que no vienen al caso, se hizo desde
hace unas cuantas décadas. En el caso de radares, satélites, centros de medicina nuclear,
etcétera, eso fue porque hay una concepción en los últimos años, al máximo nivel político, de
usar la ciencia y la tecnología o la capacidad científica y tecnológica en el desarrollo
socioeconómico del país. Eso, que parece tan sencillo, acá no se aplicaba.
Yendo a números, en el año 2003-2004 éramos 340 personas en todo INVAP, entre
profesionales, técnicos, operarios, etcétera. Hoy ya llegamos a 1400, más todas las empresas
alrededor del sistema, que, por ejemplo –no sé si ya lo mencionó Matías–, en el caso de los
satélites hay más de 7 empresas que han intervenido de distintas maneras en lo que son los
satélites. Es decir, no sólo hay un desarrollo de dos empresas líderes estatales, como son
ARSAT e INVAP, sino que a través de eso se distribuye trabajo en un montón de empresas,
que concretamente participan en los satélites, pero ese proceso les eleva la calidad como para
que puedan abarcar otros mercados.
Es decir, con todo esto, cuando uno habla de creación de fuentes genuinas de trabajo,
no salen por arte de magia; salen por decisiones de este tipo, como la que está en
consideración hoy, que permite la aplicación de lo científico y técnico y, a través de ese
mecanismo, ir generando fuentes genuinas de trabajo a lo largo y ancho del país. En el caso
de los radares están las empresas que llamamos "radarpartistas", haciendo el símil con la
industria automotriz, donde están las autopartistas.
Así que todo eso es un proceso sinérgico, un círculo virtuoso, que al Estado
básicamente no le cuesta nada. Esto es lo más importante. Matías recién decía cómo el
proceso, una vez iniciado por el Estado, una vez dada la patada inicial, es autosustentable. En
el caso nuestro, de INVAP, de la industria nuclear, lo que hacemos nosotros es exportar. La
empresa es autosuficiente. Eso nos permite crecer. O sea, hay una política tanto de la
provincia de Río Negro, que es la dueña de la empresa, como del gobierno nacional, de
reinvertir el ciento por ciento del capital.
En ese contexto es que nos parece a nosotros que debería considerarse o, por lo
menos, incluir en el análisis esta perspectiva de creación de fuentes de trabajo a través de este
tipo de decisiones. Gracias.
Sra. Presidenta (Fellner).- Muchísimas gracias.
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Si les parece, abrimos el debate.
Los senadores o las senadoras que quieran hacer uso de la palabra, así nuestros
invitados nos sacan las dudas...
Tiene la palabra la señora senadora Montero.
Sra. Montero.- En principio, muchísimas gracias a los funcionarios y a los técnicos de
INVAP que hoy están aquí presentes.
Quiero expresar también mi reconocimiento, a través del funcionario de INVAP que
ha venido, a todo el personal que trabaja, en los más de 40 años que tiene la empresa. El
senador Pichetto perfectamente sabe lo que es ese desarrollo. Yo lo he vivido de cerca, por
ser mendocina, y he podido disfrutar de algunos de los productos tecnológicos que ha sacado
INVAP a lo largo de los 40 años de vida que tiene. Celebro que haya una capitalización real
ahora, con un plan de mediano y largo plazo. Evidentemente, es lo que nos debemos los
argentinos.
Yo, simplemente, a los fines técnicos y a fin de poder concretar un poco más el
proyecto... El proyecto es muy escueto: simplemente aprueba un plan. Yo estoy en la
Comisión de Presupuesto y Hacienda. Entiendo que el plan tiene dos etapas: una, de
factibilidad técnica, que evidentemente está demostrada a partir de que hay dos satélites en
órbita proveyendo servicios; y la otra, de factibilidad económica. En ésa vemos que hay poca
desagregación. Sólo ahora veo el valor neto, el valor presente que vos mencionaste recién,
que es de 1200 millones. Me gustaría saber si podemos acceder a ese flujo, a esa valuación
económica que han hecho para estos 20 años, que es lo que entiendo que dura la vida útil de
los satélites.
Después, cómo se sostienen esos tres objetivos que han puesto en el plan. O sea, el
desarrollo comercial cómo se prevé y cómo han valuado el desarrollo industrial o los costos
de los procesos que tienen consignados en el plan.
Si es posible, quisiéramos acceder a esa información, porque ahora sólo tenemos, por
esta carpeta, los números finales. Simplemente, a los fines de poder tener una valoración. Y
también cómo se maneja la parte de comercialización y cómo piensan hacer la capitalización.
Sra. Presidenta (Fellner).- Gracias, senadora.
Escuchamos todas las preguntas y contestamos, si les parece bien.
¿Algún otro senador tiene una pregunta?
Tiene la palabra el señor senador Pichetto.
Sr. Pichetto.- Más que una pregunta, me parece que es un aporte al convencimiento de todos
los senadores de estar frente a una propuesta de la presidenta de la Nación que consolida toda
una actividad que vienen desarrollando ARSAT e INVAP, y la Secretaría de
Comunicaciones, en línea. Una política de creación de una agencia permanente en materia
satelital, como tienen los grandes países. Un modelo a imitar, por ejemplo, podría ser la
NASA, donde hay un plan y hay un modelo de desarrollo.
Fundamentalmente, lo que tiene la Argentina, que no quiero dejar de decirlo... Porque
esta es la Argentina que no se conoce. Es la que no sale en los programas de televisión. Es de
la que generalmente no se ocupan los periodistas que hablan de política y que siembran el
pesimismo y la derrota todos los días: que todo está mal, que todos son iguales y que todo es
negativo –algunos que tienen imitadores también–. Personajes que los vemos cotidianamente
y que siembran el desánimo en el país, y que desconocen realmente las virtudes y capacidades
de los argentinos.
Se trata de un plan que empezó en el gobierno de Perón, en la isla Huemul, y que
fracasó. Tenía que ver con la función nuclear, pero que luego potenció y desarrolló en San
Carlos de Bariloche lo que hoy es el centro atómico y lo que hoy es el centro de formación de
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físicos tal vez más importante ya no de Latinoamérica, sino del mundo.
El otro día tuve la vivencia de poder participar junto a Matías, el titular de ARSAT, y
a la gente de INVAP, en el lanzamiento del satélite de Guyana. Juntamente con este satélite,
de Guyana se largaba, por el cohete espacial francés, de la empresa Aeroespacio, un satélite
australiano. Uno podría decir que Australia es un país importante: forma parte del
Commonwealth, es un país de avanzada, tiene un desarrollo y una cultura importante. Sin
embargo, Australia no está en condiciones de fabricar satélites. No tiene la capacidad
tecnológica ni tiene los recursos humanos para fabricar satélites. Tuvo que contratar a los
americanos y pagarles un costo de casi el doble del valor de ARSAT 2 –si me equivoco en
algo corríjame, pero creo que voy bien–. Estoy contando esto porque es un dato significativo.
Uno piensa: Australia, un país de avanzada, un país moderno, un país importante; sin
embargo, no tiene los recursos humanos capacitados para la fabricación de un satélite.
Esta es una tarea de años y es, indudablemente, el resultado de una política nacional
que creo que tiene otros objetivos: convertir al INVAP y a ARSAT en los grandes
articuladores de la agencia de la defensa nacional. Significa no tener que andar comprando
chatarra ni porquería en el extranjero o aviones en desuso y consolidar un modelo de
desarrollo tecnológico nacional para la defensa. Además de equipar nuestros barcos con el
máximo nivel tecnológico; tener una política nuclear; permitir abaratar los costos de la
energía con una política nuclear y con un desarrollo nuclear en la Argentina y vender al
mundo reactores nucleares como los que ha vendido el INVAP.
Me parece que son cosas de las que hay que empezar a hablar en este país en el que no
se habla de nada sustancial, en el que hay omisión de información respecto de estos grandes
temas y en el que estas cosas se ocultan y no se dicen y forman parte, indudablemente, de una
voluntad que la hacen los hombres.
Por otro lado, también recuerdo ese encuentro con Néstor Kirchner y con el gerente
general del INVAP. Lo recuerdo de manera muy especial porque había sectores –y esto lo
podemos decir ahora–, dentro de las estructuras del Estado y de alguna de las Fuerza
Armadas, que no querían que se fabricaran radares en la Argentina. Era más fácil el camino
de la compra y de la contratación a los franceses y a los alemanes ‒hay algunas firmas
conocidas: Siemens, etcétera, etcétera‒; sin embargo, Néstor Kirchner dijo: “lo vamos a hacer
acá”. Y esto tenía que ver con el desarrollo de una tecnológica nacional y con su
mantenimiento. Porque el mantenimiento de esa firma que vendía radares u otro tipo de
tecnología era más caro que el propio radar que se compraba.
En ese momento teníamos el espacio aéreo privatizado, estaba la empresa Thales, a
cargo de un empresario, por lo menos gerenciado, de apellido Neuss, que prestaba supuestos
servicios de control. Digo “supuestos” porque nunca estuvieron debida o fehacientemente
acreditados. Entonces, la decisión del ex presidente Kirchner fue liquidar ese contrato. Así
que, creo que hemos dado pasos realmente muy importantes. En efecto, ya está el programa
para la construcción de un próximo satélite para 2019 y ello implica, además, la continuidad
de un centro tecnológico como Bariloche y lo que significa ARSAT con sus técnicos y sus
especialistas.
En cuanto a la puesta en marcha de la carrera de ingeniería en Comunicación, también
fue una política de nuestro gobierno nacional. Hay cinco universidades nacionales que tienen
en su programa la creación, ya a partir de este año, de la carrera de ingeniero en
Comunicaciones. Este es un dato altamente positivo, porque se había abandonado junto con la
política de las escuelas técnicas.
¿Qué quiero decir con esto todo? Que hace a una definición, a una decisión del
proyecto tecnológico, del desarrollo tecnológico de las ciencias duras, que es algo que
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indudablemente también da para otro debate sobre cuál debe ser el perfil del CONICET. Y si
bien tengo mi visión, no quiero incorporarla a una polémica. Pero reitero que hay todo un
debate. Creo que la Argentina está en la punta; tiene la capacidad para seguir avanzando en
este tema satelital, y está por dar otro paso mucho más importante, seguramente en un trabajo
de pocos años ‒pero que en el avance de la ciencia y la tecnología no es una cantidad
importante‒: complementar todo lo relacionado con la etapa del lanzamiento.
Así que nosotros, como bloque, estamos comprometidos con esta política. Por ello, los
invito a los senadores, como rionegrino, al INVAP, orgulloso de lo que significa este
instituto. Lo habíamos hablado con la senadora Fellner y, luego, también con Matías durante
el viaje en cuanto a hacer una visita al INVAP para que lo conozcan después del 25 de
octubre, porque antes de esa fecha va a ser muy difícil. Vale la pena conocerlo y vale la pena
ir también al centro atómico. Vale la pena recorrer Balseiro y vale la pena que pongamos en
conocimiento de los argentinos todo lo que tenemos, que realmente es de punta. Es realmente
un país con una capacidad extraordinaria de recursos humanos.
Así que nosotros vamos a acompañar este proyecto, este dictamen. Aspiramos
aprobarlo hoy, más allá de que pueda haber algunas consultas, que hizo la senadora Montero
en cuanto al plano económico.
Reitero, nosotros vamos a firmar hoy el dictamen y, si es posible, nos gustaría mucho
que mañana nos acompañen en un tratamiento sobre tablas. De lo contrario, esperaremos el
plazo que establece el reglamento del Senado. Pero creo que este es uno de los temas que vale
la pena y que se tiene que continuar a fin de que asimismo se continúe con esta política. Es
decir, para que haya políticas de Estado permanentes y que cualquiera que gane el día 25 de
octubre continúe con esta política y no la modifique, así podremos seguir desarrollando y
creciendo tanto a nivel humano como a nivel tecnológico.
Con estos fundamentos, presidenta, nosotros vamos a acompañar el dictamen.
Sra. Presidenta (Fellner).- Gracias, senador.
Aquí está el doctor Bianchi Villelli para contestarle a la senadora Montera sobre el
tema de flujos.
Sr. Bianchi Villelli.- Por un lado, en las páginas que van desde la 72 hasta la 79 hay un
detalle de las variables principales de las necesidades de inversión y de las proyecciones de
recupero de comercialización de los servicios sobre las que se basó el cálculo del flujo de
fondos. De ser necesario tener algún detalle adicional, no hay problema de que se lo
alcancemos, pero las principales variables están detalladas en el documento relativo a cómo
se calculó ese valor actualmente. Es el anexo al proyecto de ley.
Por otra parte, desde el punto de vista de las necesidades de inversión, lo que dijimos
es que no estamos solicitando al Estado nacional fondos para el desarrollo de estos satélites,
sino que se van a hacer con fondos propios, del propio flujo de la flota de satélites. Es decir
que esos resultados se invertirán en los nuevos satélites.
Con lo cual, lo único que estamos pidiendo al Estado, como política de Estado, es la
inversión en investigación y desarrollo, que, para la primera etapa, tiene como objetivo tener
un satélite con propulsión eléctrica, que es lo que está ocurriendo hoy en la industria satelital.
La propulsión eléctrica es una forma de conseguir mayor peso destinado a las comunicaciones
y no tanto al combustible. Hoy por hoy, nuestros satélites ‒que son satélites químicos, de
propulsión química‒ tienen aproximadamente el 50 por ciento de su peso destinado al
combustible, y el 80 por ciento de este se consume en los primeros diez días de vida. Ahora
bien, el eléctrico, con un sistema de propulsión por iones, es lo que se está desarrollando en la
actualidad y permite prácticamente triplicar la potencia del satélite. Luego, esa triple potencia,
a su vez, va a dar más capacidad comercial. Entonces, la idea es que con esos 80 millones de
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dólares que se están pidiendo, podamos hacer todas las investigaciones y todas las
adaptaciones para el diseño de la nueva plataforma, que nos va a permitir tener una mejora en
competitividad, justamente, en términos de calidad de plataforma.
Por último, el tema de comercialización. En cuanto a ella, nosotros hoy tenemos
nuestro primer satélite enfocado fundamentalmente sobre la Argentina. Asimismo, tenemos
aproximadamente el 50 por ciento de los clientes del ámbito privado, el resto son clientes del
ámbito público. Además, tenemos muchos proyectos de inclusión, como el que comenté
sobre las 2.500 escuelas rurales que hoy están conectadas, más todo lo que tiene que ver con
canales de televisión y distribución.
ARSAT 2 fue diseñado para tener una cobertura en todo el continente, dado que la
Argentina tiene autorización para operar esa posición orbital 81° Oeste en todo el continente,
mientras que en la de 72° tenemos autorización sólo en el hemisferio Sur. Entonces, el diseño
de ARSAT 2 se hizo pensando en distribuir los contenidos. En el video aparece que la
Argentina es un país generador de contenidos, cerca del 60 por ciento de los contenidos de
televisión de habla hispana se producen en nuestro país. En oportunidad de distribuirlos en el
resto de Latinoamérica o de América hispanoparlante, a través de un satélite nuestro, creo que
es algo importante para fortalecer también la industria de los contenidos.
Hay otra pata de la comercialización que tiene que ver con la evolución de los
servicios. Nuestros satélites tienen banda Ku fundamentalmente y algo de banda C, que es lo
que se usa para contenidos. Lo que está generándose, sobre todo en el hemisferio Norte, en
términos de servicios, es lo que se llama “banda Ka”, que es una forma de poder brindar con
antenas pequeñas una calidad símil ADSL, digamos, con un ancho de banda similar al ADSL
a un precio también parecido. Entonces, esa tecnología es parte de lo que vamos a empezar a
desarrollar con ARSAT 3 y, desde ya, permite una variedad distinta de servicios.
Respecto de la mirada de las proyecciones sobre cómo vienen creciendo esas
demandas y cómo viene creciendo la fabricación de satélites, deseo señalar que la
construcción de esos satélites lleva tres años; así que hoy ya sabemos, dentro de tres años
aproximadamente, cuál será la capacidad que se va a poner en el espacio sobre nuestro
territorio. Además, conocemos las necesidades por el crecimiento del ancho de banda, por la
migración de canales de SD a HD, de HD a 4K, que requieren una cantidad de información
mucho mayor y donde el despliegue de las redes de fibra en todo el mundo nunca afectó la
capacidad satelital.
También tenemos definida una estrategia: nos vamos a quedar en satélites del tamaño
que tenemos hoy, de 3 toneladas, porque eso nos permite entrar en mercados comerciales de
desarrollo con un menor riesgo, ya que son satélites más económicos. Además, nos permite
una mayor variedad de lanzadores, que tiene un impacto muy alto en el costo total del satélite,
cerca del 30 por ciento.
Entonces, ese desarrollo –lo dijimos antes– de la tecnología para aumentar la potencia,
de alguna manera, nos va a permitir seguir ampliando las necesidades de lo que los
consumidores tienen y vamos a tener también servicios sobre otros países de Latinoamérica.
Sra. Presidenta (Fellner).- Tiene la palabra la señora senadora Labado.
Sra. Labado.- Buenas tardes.
Algo ya dijo Matías; justamente, quiero referirme a lo importante que es tener un
satélite, lo que nos brinda a los argentinos, la inclusión que ha generado el hecho de tener un
satélite, y ahora, obviamente, dos.
Él hace un ratito mencionaba el tema de las escuelas rurales en las que tenemos
Internet y los hogares a los que ha llegado la televisión pública. No sólo se trata de Internet y
de telefonía celular, sino también de otros servicios. Gracias a que la Argentina cuenta con
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este tipo de satélites se pueden incorporar todos los hogares argentinos y, así, se ha generado
una gran inclusión en toda la República. Quería resaltar eso, pero Matías lo hizo mejor que
yo.
Sra. Presidenta (Fellner).- Muchas gracias, señora senadora.
¿Algún otro senador o senadora desea hacer uso de la palabra?
- No se realizan manifestaciones.
Sra. Presidenta (Fellner).- Están presentes, y nos han acompañado durante toda esta tarde,
representantes de federaciones cooperativas. Está FECOTEL y FECOSUR, que me han
pedido el uso de la palabra, si los senadores lo permiten.
- No se realizan manifestaciones en sentido contrario.
Sra. Presidenta (Fellner).- Tiene la palabra el señor Raúl Parodi de FECOTEL.
Sr. Parodi.- Buenas tardes, muchas gracias por la oportunidad que nos brindan de tomar
conocimiento de un proyecto de declaración de interés para el Plan Satelital Argentino.
Por otro lado, en el marco de este plan de inclusión al cual se hace referencia
permanentemente, deseo manifestar que cuando hablamos de elevar las comunicaciones al
Interior, de nuestra parte, nuestra federación reúne a más de 300 cooperativas distribuidas en
toda la geografía. Las que están cerca de las grandes metrópolis gozan de servicios y, por lo
tanto, tienen la posibilidad de acceder a todos los servicios OTT y a todo esto que nos
suministra la nueva tecnología, como son los servicios de Netflix, etcétera. Ahora bien, las
poblaciones que están alejadas de las metrópolis reciben servicios muchas veces
absolutamente despreciables, a los efectos de realizar algún tipo de comunicación que no sea
la de un e-mail.
Por eso, nuestra preocupación crece, señora senadora, permanentemente en cuanto a
cuáles son los elementos con los que cuenta el Estado nacional, a los efectos de quebrar estas
barreras que aíslan a nuestras poblaciones y a nuestros habitantes, que es, realmente, lo que se
necesita en la Argentina para hacer una política de inclusión y evitar que todos nuestros
conciudadanos del Interior terminen migrando a las metrópolis. Todo se le hace imposible a
quien vive en el Interior, si no tiene acceso a las tecnologías modernas.
En el Interior, es raro encontrar a una población que pueda gozar de algo más que el
ADSL, no me quiero meter en meandros técnicos. Pero cuando lo tenemos, realmente es de
tan mala calidad que no posibilita ningún otro servicio como que no sea el acceso a Internet.
Queremos quebrar esto. Por eso, saludamos con beneplácito esta iniciativa. La saludamos
porque queremos que nuestra población del Interior no tenga más que emigrar, queremos que
el proyecto ARSAT, que nos permite tener a las cooperativas acceso a las nuevas tecnologías
y nos posibilita quebrar estos servicios a los cuales estamos arrojados… Somos el origen del
servicio básico telefónico. Fuimos los originarios de los servicios cuando ENTel no llegaba y
el Estado no atendía a esas poblaciones.
Hoy vemos, nuevamente, con beneplácito que el Estado se preocupe para que esas
poblaciones tengan servicios. De todas maneras, en su momento, cuando nosotros tuvimos la
posibilidad de contar con servicios de mayor valor agregado, hemos chocado con la tremenda
imposibilidad de que no teníamos un solo prestador de banda ancha en la zona. ARSAT hoy
nos da la esperanza y nos lleva el servicio de banda ancha al Interior. Vamos a poder acceder
a todos estos servicios y si lo combinamos con este proyecto satelital geostacionario para
nuestro país, vamos a poder quebrar esta barrera y posibilitar la inclusión de nuestras
poblaciones. Muchas gracias.
Sra. Presidenta (Fellner).- FECOSUR, adelante.
Sr. Roncoroni.- Buenas tardes a todos.
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Primero me presento: soy Antonio Roncoroni, presidente de la Federación de
Cooperativas del Sur, FECOSUR.
Seré breve, pero voy a decir dos cosas que para mí son muy trascendentes. Este
proyecto de ley trae dos o tres cuestiones que son extremadamente importantes para la
Argentina. Primero, termina un proceso que empezó en el año 2003, que fue cuando
estábamos por perder la órbita satelital.
Segundo, estamos poniendo el segundo satélite que fabricamos en la Argentina. La
verdad es que hay que aplaudir con firmeza y fortaleza lo que está logrando toda la patria con
este tema.
Tercero –y esto desde el punto de vista del cooperativismo– queremos agradecer
enormemente al Senado y a la señora senadora Fellner en particular, que entendió lo
importante que era para las cooperativas que se incluyera en los textos de las leyes la palabra
“cooperativa”.
Somos los que vamos a acercar a la gente en el Interior profundo de la República
Argentina las maravillas que está haciendo ARSAT. Muchas gracias.
Sra. Presidenta.- Muchísimas gracias.
Quiero comentarles también que, en el día de ayer, junto con el presidente de la
comisión que me acompaña, el señor senador Abal Medina, hemos visitado en Benavídez el
centro ARSAT. La verdad es que es un orgullo para todos los argentinos, así como el señor
senador Pichetto habló de su INVAP en Río Negro. También está pendiente la visita de los
senadores y las senadoras a este centro que está muy cerca, en Benavídez, para que
conozcamos esa Argentina que hoy nos merece tanto orgullo.
Se da por finalizada la reunión de comisiones. Les agradezco a todos por su presencia,
sobre todo al senador Fuentes, que hoy es el día de su cumpleaños.
Sr. Presidente (Abal Medina).- Un pequeño aviso parroquial para los miembros de la
Comisión de Presupuesto y Hacienda: en caso de darse la media sanción el día de mañana en
Diputados, la idea sería tratar el presupuesto en comisión el martes que viene a las tres de la
tarde, que es el horario habitual de la comisión, y continuar el día miércoles para darle
dictamen.
- Son las 16 y 35.
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