Tatuaje Parece ser que la práctica del tatuaje nació hace unos 1500 años en las islas Marquesas (según el relato de Quirós). Desde allí el arte del tatuaje se extendió por toda la Polinesia. Aunque las fuentes de este rito divino se pierden en la noche de los tiempos, es hoy en día cuando esta práctica de origen polinesio ha ganado sus laureles; basta con observar su auge a través del planeta. Hace ya más de dos siglos, los marineros del Capitán James Cook, impresionados por los suntuosos dibujos que descubrían en los autóctonos, no perdieron la ocasión de tatuarse, antes de emprender el viaje de vuelta al viejo continente. ¡La moda acababa de ser lanzada!. Según las viejas leyendas, los maohíes se entregaban al tatuaje para complacer a Ta'aroa, el dios todopoderoso, cuyos hijos se habían tatuado para seducir a su entorno, y en particular a su propia hermana . Símbolo de la belleza y del encanto, el tatuaje se convirtió rápidamente en un rito esencial en la civilización ma'ohi. Era inconcebible el no estar tatuado,bajo pena de ser el hazmerreír de toda la población. Sólo los tahua tatau, sacerdotes habilitados para oficiar en el arte del tatuaje, tenían derecho a ejercer este arte divino. Eran respetados, y como recompensa por su trabajo recibían grandes regalos. El joven que tenía edad para tatuarse, llamaba al tahua que entonces venía a su casa con el material adecuado. La ceremonia podía durar varios días durante los cuales el joven sufría atrozmente. En reo ma'ohi, te tatau significa «golpear suavemente». El instrumento utilizado para el tatuaje se denomina el «ta». Consiste en un peine de hueso con varios dientes, pero también de nácar o de concha de tortuga, sujeto a un mango de madera. El tatuaje consistía en hacer ligeras incisiones en la piel con el peine de tatuar para introducir un colorante oscuro y grabar dibujos diversos. Una pequeña paleta de madera hacía de maza para golpear el peine. La elección y el refinamiento del dibujo indicaban el rango social del joven guerrero y su linaje. Al cabo de los años se podía tatuar todo el cuerpo, a excepción de la cara (excepto en las islas Marquesas, donde los jefes apreciaban muchísimo hacerse tatuar el entorno de los ojos y de la boca, sin olvidar los lóbulos de las orejas y la nariz...), de las palmas de las manos y la planta de los pies. El tatuaje podía variar según los archipiélagos tanto en los dibujos como en la finura de la ejecución. Existieron diferentes «escuelas», pero seguramente fue en las islas Marquesas y Gambier donde se descubrieron los dibujos más elaborados. En las islas de la Sociedad en general, la censura que durante el siglo XIX ejercieron los misioneros puso esta práctica ancestral en peligro de extinción. Los dibujos más corrientes representaban líneas cortadas en forma de Z, pero también formas geométricas muy clásicas: cuadrados, círculos, rectángulos, triángulos, ángulos, a menudo repetidos varias veces. Los hombres se inclinaban por las representaciones de pájaros y de peces, sin olvidar su adoración por los dioses, que se manifestaba bajo la forma de sobrecogedores tikis con gestos amenazadores. Las mujeres generalmente eran más discretas, y se contentaban con tatuarse las muñecas, los brazos y a veces las piernas. Algunas, más audaces, intentaban tatuarse la cara, sobre todo el entorno de los labios, reforzado con líneas rectas paralelas. Las mujeres que acababan de dar a luz se tatuaban la mano derecha. La mayoría de los niños se entregaban al tatuaje desde los doce años, era un rito que marcaba el paso a la edad adulta. A esta edad las partes del cuerpo más tatuadas eran las caderas, las nalgas, y los hombros. En las Islas Australes, tenían una predilección por anchas franjas horizontales y dentadas, similares a los dibujos de su tapa, que ponían en los brazos y hombros. En las Islas Gambier, el «ko'iko», se distingue por un dibujo original, constituido por un gran círculo dividido en cuatro partes iguales por una cruz más clara, tatuado en el brazo o en la espalda. Los ancianos se tatuaban los párpados y los labios . En las Islas Tuamotu, la base del tatuaje eran los temas geométricos, sobre todo dameros negro y color carne, en los hombres, realzados por sucesiones de ángulos y líneas paralelas por brazos y piernas. En la isla de Rangiroa, el mayor atolón del archipiélago, los hombres se tatuaban completamente, incluida la cara, y los temas utilizados eran prolongados por dibujos de llamas o de dientes de tiburón. En las Islas Marquesas, los hombres se tatuaban el cuero cabelludo, pero también la lengua, los párpados, y la nariz. Las mujeres, muy altivas, sabían realzar los lóbulos de las orejas y las falanges de las manos, con dibujos finos y elegantes. Desde hace unos veinte años, el tatuaje se ha convertido para todos los polinesios en una forma de perpetuar su arte ancestral. Gracias a las reproducciones realizadas por los ilustradores europeos del siglo XVIII que acompañaban a los descubridores, los dibujos del tatuaje no se han « olvidado » totalmente. Los encontramos bajo diferentes formas, en los tapa, pero también en los petróglifos descubiertos de nuevo durante el siglo XX en las islas Australes y Marquesas. Hoy, es posible tatuarse en varias islas, y con procedimientos modernos muy fiables. El Ministerio de Sanidad de Polinesia ha promulgado un reglamento del tatuaje, y ha repertoriado a los tatuadores admitidos. Este artículo sacado de http://www.tahitiguide.com/@fr/8/28/54/article.asp fue completado por Annie Baert y Julio Carballo.