La alimentación en la Edad Media

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La alimentación en la Edad Media:
En la Edad Media con la alimentación dependía de tu clase social, los nobles eran los que
mas comían y se llenaban en cambio los campesinos muchas veces .La sociedad medieval
comía 2 veces al día: almuerzo, cercano al mediodía y una merienda ligera,
La comida medieval era ingerida principalmente por ayuda de cucharas estando la otra mano
sin otro cubierto. Se empleaba el cuchillo en la mesa, pero generalmente no se incluía con el
plato ya que se esperaba que cada uno de los comensales llevara consigo uno.
Posteriormente el cuchillo fue incluido por los hospedadores como signo de distinción a los
invitados de alto rango.
Las bebidas:
El agua, insalubre debido a las circunstancias higiénicas de la época, era frecuente
transmisora de infecciones, por ello se beberá otro tipo de bebidas con alcohol, como el
vino, la cerveza, el hidromiel, la sidra o la perada.
Entre los países del norte y centro Europa ( escandinavos , daneses, germanos…)
preferían la cerveza. Y, entre los países más al sur, especialmente los mediterráneos,
preferían el vino.
Que comen los campesinos y nobles:
Campesinos:
Por lo general en la Época, la alimentación como poder adquisitivo no era a igual
escala para los ricos (nobleza) que para los pobres (campesinos)....las "sopas de
calabaza, hinojos y arroz era una de las bases para la pobreza, luego para los mas
pudientes, el "pan, vinos, especies y carnes" fueron los centros de alimentación
mas requeridos.
Nobles:
 El orden en que se servían las comidas; se empezaba por frutas frescas: naranjas,
uvas,... esto indica cierto recelo al consumo de la fruta, pero favorable a que se tomase
al comienzo de la comida, porque favorecía la digestión.
 Que la cantidad de pan y vino no se precisaba, ya que se compraba al por mayor. La
dieta de cada día comenzaba " pan y vino de botillería", es decir, de su propia despensa.
La gran abundancia y variedad de carne preparada en infinidad de recetas: aves, cerdo,
carnero, cabrito, etc.; unas típicas españolas, otras de influencia oriental, italiana,...
La dieta:
La influencia de la Iglesia Católica y de la Iglesia Ortodoxa tuvo gran impacto en los
hábitos alimenticios; el consumo de carne estaba prohibido durante casi una tercera
parte del año para la mayoría de los cristianos así como todos los productos de animales
como los huevo y lácteos (pero no así con el pescado) que eran generalmente prohibidos
durante los periodos de Cuaresma y periodos de ayuno. La Iglesia a menudo accedía a
demandas de excepciones regionales, debido a la inexistencia o escasez de productos
alimenticios alternativos a los productos cárnicos. Las excepciones de cuaresma a veces
se extendían a niños, viejos, peregrinos, trabajadores, etc.
La distribución de las comidas:
La sociedad medieval comía cerca de dos veces al día: almuerzo, cercano a la hora del
mediodía y una merienda ligera. Los moralistas estaban en contra de romper la frontera
entre la noche y el día con una comida tal y como el desayuno, y de esta forma los
miembros de algunas comunidades religiosas lo evitaron. El desayuno era, por razones
prácticas, elaborado para muchos trabajadores, niños, mujeres y enfermos, siempre a
horas muy tempranas. La mayoría de las personas que sucumbían al desayuno, lo
consideraban una práctica débil. Las cenas a altas horas de la noche y los banquetes en
los que solía haber considerables cantidades de alcohol eran considerados inmorales.
Las cubiertas y la etiqueta:
La comida medieval era ingerida principalmente por ayuda de cucharas estando la otra
mano sin otro cubierto. Se empleaba el cuchillo en la mesa, pero generalmente no se
incluía con el plato ya que se esperaba que cada uno de los comensales llevara consigo
uno. Posteriormente el cuchillo fue incluido por los hospedadores como signo de
distinción a los invitados de alto rango. Antes de la comida y tras el transcurso de la
misma se ofrecía a los asistentes palanganas con agua y unas toallas para que se
adecentaran la cara y las manos, limpiándolas.
La práctica más habitual era compartir las copas y recipientes donde se bebía, esta
práctica era muy común en los banquetes y era considerado un privilegio de gran
etiqueta, así como partir el pan o remover en la fuente central de carne ubicado en el
centro de la mesa para ofrecer un pedazo al comensal vecino.
Los ingredientes:
Los ingredientes más comunes de la cocina medieval europea en aquellos tiempos eran
el agraz, vino y vinagre. Estos ingredientes se combinaban extensamente con azúcar
para dar a muchos platos un sabor distintivo y en la mayor parte de las veces agridulce.
Las carnes más populares eran la cerdo y pollo, mientras que la ternera era muy poco
común, en comparación con la actualidad. El bacalao y el arenque formaban parte de los
ingredientes de pescado más habituales, sobre todo en la Europa del norte, pero sin
embargo existía una amplia variedad de consumo de pescado fresco.
Frutas y vegetales:
Mientras que los cereales eran la fuente primaria de alimentos diarios, muchos vegetales
como las coles, las remolachas, las cebollas, el ajo y zanahoria se consideraban como
material alimenticio primario. Sin embargo, aunque muchas de estas plantas se ingerían
por los trabajadores a diario, eran consideradas menos prestigiosas que otras formas de
alimentos, tales como la carne. Los libros de cocina de los periodos tardíos de la edad
media contienen pocas recetas con ingredientes de verdura, y se incluye ocasionalmente
en los potajes. La forma más básica de preparación es en forma de sopas o estofados. La
zanahoria naranja que es muy común hoy en día no apareció como alimento hasta
mediados del siglo XVII. Varias legumbres, como los garbanzos, habas y los guisantes
eran considerados como las fuentes más importantes de proteína.
Las carnes:
Mientras que todas las formas de caza salvaje eran populares entre aquellas poblaciones
las que podrían obtenerlo, la mayoría de carne vino de animales domesticados. La carne
de ternera no era tan común como hoy porque criar un ganado era una tarea muy
relacionada con el trabajo de agricultura, de esta forma los bueyes y las vacas eran
mucho más valiosos como animales de tiro que como potenciales productores de
alimentos tales como la carne o leche. La carne de animales sacrificados estaba
disponible sólo cuando no podían servir más o su carne era particularmente menos
apetitosa y por lo tanto valorada menos. La más común de las carnes domesticadas
procedía del cerdo, que requería menos atención y era más barata. El cerdo funcionó a
menudo libremente incluso en ciudades y podría ser alimentado en apenas alrededor de
cualquier basura orgánica de la cocina. Entre las carnes que hoy no se consideran
apropiadas para el alimento, se mencionan a veces el erizo y la ardilla en algunas
colecciones de recetas.
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