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ENSAYO
Bulimia o bulimia nerviosa forma parte de un trastorno psicológico y alimentario. Es un
comportamiento en el cual el individuo se aleja de las pautas de alimentación saludable
consumiendo comida en exceso en periodos de tiempo muy cortos (lo que le genera una
sensación temporal de bienestar), para después buscar o eliminar el exceso de alimento a través
de ayunos, vómitos, purgas o laxantes.
Características esenciales
Una de sus características esenciales consiste en que la persona sufre episodios de atracones
compulsivos, seguidos de un gran sentimiento de culpabilidad y sensación de angustia y
pérdida de control mental por haber comido en "exceso". Suele alternarse con episodios de
ayuno o de muy poca ingesta de alimentos, pero al poco tiempo vuelven a surgir episodios
de ingestas compulsivas
Un atracón consiste en ingerir en un tiempo inferior a dos horas una cantidad de comida
muy superior a la que la mayoría de individuos comerían.
Otra característica esencial de este trastorno la constituyen las conductas compensatorias
inapropiadas para evitar la ganancia de peso. Muchos individuos usan diferentes medios
para intentar compensar los atracones: el más habitual es la provocación del vómito. Este
método de purga (patrones cíclicos de ingestión excesiva de alimentos y purgas) lo emplean
el 80-90 por ciento de los sujetos que acuden a centros clínicos para recibir tratamiento. Los
efectos inmediatos de vomitar consisten en la desaparición inmediata del malestar físico y
la disminución del miedo a ganar peso. Otras conductas de purga son: el uso excesivo de
laxantes y de diuréticos, enemas, realización de ejercicio físico muy intenso y ayuno.3
Criterios diagnósticos sobre la bulimia
Tanto el DSM-IV como el CIE-10 coinciden en que, para poder diagnosticar la bulimia
nerviosa, los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas han de tener lugar al
menos 2 veces por semana durante tres meses
Tipos de bulimia
En función del tipo de purga que utilizan para compensar el atracón, tenemos:
Tipo purgativo: cuando se utiliza como conducta compensatoria el vómito (emesis), los
laxantes, los diuréticos, enemas, jarabe de ipecacuana o incluso la teniasis, (infestación
por solium), para eliminar lo más pronto posible el alimento del organismo
Tipo no purgativo: Entre el 6% y el 8% de los casos de bulimia se llevan a cabo otras
conductas compensatorias, como el ejercicio físico intenso, no hacer nada o hacer mucho
ayuno; es un método menos efectivo para contrarrestar y deshacerse de las calorías. El
tipo no purgativo se da solo en, aproximadamente, el 6%-8% de los casos de bulimia, ya
que es un método menos efectivo de eliminar del organismo un número tan elevado de
calorías. Este tipo de bulimia suele presentarse también en quienes presentan el tipo
purgativo, pero es una forma secundaria de control del peso.6
Psicología de la bulimia
Se basa en la idea de que sólo a través de la delgadez y su atractivo, se podrá triunfar en la
sociedad. La bulimia suele presentarse junto con un fuerte sentimiento de inseguridad
emocional y con problemas graves en la autoestima, en relación directa con el peso o con la
imagen corporal (autoimagen)
Es frecuente que las personas con bulimia provengan de familias disfuncionales. Muchas de
estas personas presentan incluso alexitimia, es decir, la incapacidad de experimentar y
expresar las emociones de manera consciente.
Población en riesgo
La población en riesgo está formada sobre todo por mujeres de cualquier clase social en
países industrializados como los Estados Unidos, América Latina en general, la Unión
Europea, Canadá, Australia, Japón, Nueva Zelanda y Sudáfrica.
La bulimia nerviosa se inicia generalmente en la adolescencia o al principio de la vida
adulta; generalmente en las mujeres (por cada 10 casos solo uno es un hombre). Los
atracones suelen empezar después o durante un periodo de régimen dietético.
Pronóstico
Los trastornos en la alimentación presentan una de las tasas de mortalidad más altas dentro
del grupo de los trastornos mentales]. Se sabe relativamente poco acerca de los efectos o
consecuencias a largo plazo de la bulimia. Las investigaciones más recientes sugieren que
el pronóstico es diverso. La bulimia puede presentarse como un padecimiento a largo plazo,
fluctuante durante muchos años, o bien como un problema de salud episódico,
precipitándose en función de los eventos y crisis de la vida de quien la padece. A corto
plazo, algunos informes médicos sugieren que hay una mejoría del 50 por ciento en el
comportamiento (en los atracones y en las purgas) en aquellos pacientes que pueden
comprometerse con un tratamiento. Aún no han podido identificarse factores consistentes
que permitan predecir el resultado del tratamiento. Sin embargo, la gravedad de las secuelas
de las purgas puede ser un indicador importante del pronóstico; los desequilibrios
electrolíticos, la esofagitis y la hiperamilasemia reflejan el hecho de que las purgas fueron
más severas, y quizá generarán un pronóstico más desalentador.15 En casos graves, la
persona puede fallecer como consecuencia de un atracón muy severo, o incluso puede
suicidarse En muchas ocasiones el enfermo presenta síntomas como ansiedad y suele
ingerir ansiolíticos excesivamente para revertir el síntoma.
Efectos directos y secundarios
Aspiración (paso del contenido gástrico al árbol bronquial).
Rotura esofágica o gástrica.
Neumomediastino o neumotórax (entrada de aire al interior de la cavidad torácica).
Hipopotasemia (niveles bajos de potasio en la sangre).
Arritmia cardíaca
Ansiedad o compulsión por comer.
Obsesión por mantener un peso corporal debajo del normal
Abuso en el consumo de medicamentos laxantes y diuréticos.
Seguimiento de regímenes dietéticos diversos.
Deshidratación
Alteraciones menstruales y amenorrea; esterilidad.
Incremento y reducción bruscos de peso, des estabilidad en el peso.
Aumento en la frecuencia de caries dentales.
Aumento del tamaño de las glándulas salivales e infección de estas.
Pérdida de cabello
Desmayos muy frecuentes, mareos.
Heridas de la mucosa bucal.
Alteración o pérdida esmalte dental
Dolores de cabeza y migraña.
Dolores en la garganta (después de vomitar).
Piel seca
Debilidad en las piernas.
Disfonía
La tasa de mortalidad se sitúa en un 5%. Un estudio indica que el 20% de las
mujeres con bulimia siguen luchando contra el trastorno después de diez años.
Tratamiento
El tratamiento resulta más eficaz en las primeras fases del desarrollo de este
trastorno pero, dado que la bulimia suele esconderse fácilmente, el diagnóstico y el
tratamiento no suelen presentarse sólo hasta que este problema ya se ha convertido
en un ingrediente permanente en la vida del paciente.
En el pasado, las personas con bulimia eran hospitalizadas con objeto de poner fin
al patrón de atracones y purgas, y se le daba de alta en cuanto los síntomas habían
desaparecido. Pero este procedimiento ya no es frecuente hoy en día, dado que de
esa manera sólo se ponía atención a lo más superficial del problema y, poco
después, cuando los síntomas volvían, lo hacían con una intensidad mucho mayor.
Varios centros de tratamiento en instituciones (internamiento) ofrecen apoyo a largo
plazo, consejería e interrupción de los síntomas. La forma más común de
tratamiento actualmente incluye terapia, que suele ser terapia de grupo psicoterapia
o terapia cognitivo-conductual. Las personas con anorexia o con bulimia suelen
recibir el mismo tipo de tratamiento y formar parte de los mismos grupos de
tratamiento. Esto se debe a que en muchos casos los pacientes padecen de ambos
padecimientos, de manera simultánea. Algunos denominan a este fenómeno
"intercambio de síntomas". Estas formas de terapia se centran tanto en los síntomas
que llevan al individuo a presentar estos comportamientos como en los síntomas
relacionados con la alimentación. Junto con la terapia, muchos psiquiatras recetan
antidepresivos o antipsicóticos. Los antidepresivos se presentan en diferentes
formas, y el que ha mostrado resultados más prometedores es la fluoxetina o Prozac.
En un estudio que se realizó con un grupo de 382 personas con bulimia, aquellos
que recibieron entre 20 y 60 mg de Prozac presentaron una reducción en sus
síntomas de entre el 45 y el 67 por ciento, respectivamente. Es posible que otros
muchos medicamentos funcionen, pero hasta ahora el Prozac ha mostrado los
resultados más positivos.
Los antipsicóticos no se utilizan, aquí, en dosis menores que las que se aplican a los
casos con esquizofrenia. Con un trastorno de la alimentación, el paciente percibe la
realidad de otra manera y tiene grandes dificultades para comprender qué significa
comer en condiciones "normales". Desafortunadamente, dado que este trastorno
apareció incluido en la el Manual de diagnóstico y estadística de trastornos
mentales (DSM), aún no se sabe cuáles serán los resultados a largo plazo de los
tratamientos que han venido aplicándose a muchos pacientes con este problema. Por
lo pronto, las investigaciones más recientes indican que un 30 por ciento de los
pacientes recaen rápidamente, mientras que el 40 por ciento presentan síntomas
crónicos.
La prontitud del tratamiento es uno de los factores más importantes para dar un
pronóstico. Aquellas personas que lo reciban en las primeras fases del trastorno
tendrán una recuperación más alta y más permanente.
La doctora Sabine Naessén, del Instituto Karolinska, descubrió que algunas mujeres
con este padecimiento tienen también un desequilibrio hormonal que consiste en la
sobreproducción de testosterona (la hormona que, aunque también está presente en
el cuerpo femenino, predomina en el organismo de todo varón), y que, para
tratarlas, el uso de una píldora anticonceptiva que contiene estrógenos da como
resultado la reducción de los síntomas de la bulimia. Por supuesto, hacen falta más
estudios para determinar la eficacia de este tipo de tratamiento. Solo es posible
recuperarse de esta enfermedad si la persona en cuestión toma la decisión de luchar
y cambiar (se trata de una enfermedad mental).
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