Resultados de la encuesta sobre el proyecto de SYPR de Ejidos en

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Características de los Ejidos al Sur
de los Estados de
Campeche y Quintana Roo
Resultados del Proyecto SYPR
-Proyecto de la Región Sur de la Península de Yucatán Elaborado por:
Birgit Schmook, Colin Vance, Peter Klepeis, Eric Keys
Redacción y Diseño: Mirna E. Canul
Chetumal, Q.Roo Junio del 2003
Índice
Prefacio y Créditos.........................................................................................3
Agradecimientos............................................................................................4
Desarrollo de Objetivos y Métodos del Proyecto...............................................5
Resultados....................................................................................................8
I Cambios en el uso del suelo.........................................................................8
II Datos socioeconómicos..............................................................................10
Características básicas de las familias.............................................................10
Tiempo de residencia y procedencia geográfica...............................................10
Razones de inmigración.................................................................................11
Niveles de bienestar......................................................................................11
Dinámica poblacional.....................................................................................11
Escolaridad...................................................................................................12
II Las actividades económicas de las familias..................................................12
División de trabajo y fuentes de ingreso.........................................................12
Tamaño y usos de las parcelas......................................................................13
Uso de insumos agroquímicos.......................................................................14
Trabajo asalariado.......................................................................................14
Fuentes de crédito y apoyos financieros........................................................15
Préstamo, renta y venta de tierras................................................................15
III Ranchos.................................................................................................16
En resumen.................................................................................................16
Anexos……………………………………………………………………..................................17
2
Prefacio y Créditos
Una beca discrecional del Consejo de Investigación de la Universidad de Colgate financió la
preparación de este informe. El informe ha sido preparado por el Proyecto de la Región Sur de la
Península de Yucatán —SYPR— con el patrocinio principal del programa “Cambios en el uso de
suelo y de la cubierta vegetal” —LCLUC— de la Agencia Aeronáutica de los EEUU — NASA—
(Nag 56406 & Nag 511134) y el Centro para los Estudios Integrados de las Dimensiones
Humanas en los Cambios Globales, Universidad de Carnegie Mellon (NSF SBR 95-21914).
El proyecto comenzó en 1997, estando actualmente en su segunda fase y buscando una tercera
fase hasta el 2007. El proyecto documenta, explica y monitorea los cambios en el uso de la tierra
y desarrolla modelos para proyectar estos cambios hacia el futuro. Los resultados tienen un alto
valor científico y son útiles para programas de conservación y para la gente de la región.
Las instituciones principales que dirigen la investigación son la Universidad de Clark; la
Universidad de Harvard; la Universidad de Virginia y El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR). Éste
informe representa una pequeña parte de los resultados del proyecto que se ha prometido a los
ejidos que participaron en la Fase 1.
Agradecemos a la fundación Fulbright por haber otorgado a los investigadores las becas
Fulbright-Garcia Robles y Fulbright Hayes al igual agradecemos la ayuda de la Fundación InterAmericana por su apoyo para la realización de esta investigación.
Si requiere de mayor información dirigirse
Colin Vance
Peter Klepeis
Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt,
DLR e.V. /Institut für Verkehrsforschung
Rutherfordstraße 2
12489 Berlin-Adlershof
E-mail:[email protected]
Department of Geography, Colgate University
13 Oak Drive
Hamilton NY13346
EEUU
E-mail: [email protected]
Birgit Schmook
Eric Keys
El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR)
Chetumal, Q.Roo
Carretera Chetumal-Calderitas Km.55
C.P.77900 A.P.424
México
E-mail: [email protected]
Department of Geography, Arizona State
University
PO Box 870104
Tempe AZ 85287-0104
T: 480-965-2224
E-mail: [email protected]
3
Agradecimientos
La frontera sur de México vive una realidad de profunda y constante transformación social,
política, ambiental y cultural, que representa nuevos retos para su desarrollo. El Colegio de la
Frontera Sur (ECOSUR), a partir de esta situación trabaja en la búsqueda de alternativas que
promuevan el desarrollo sustentable. En el interés por incidir en este proceso, entre otras
acciones, promueve una vinculación académica que coadyuve a lograr el objetivo. El Proyecto de
la Región Sur de la Península Yucatán (SYPR), es un ejemplo de ello y de los beneficios que
brinda el crear alianzas estratégicas. Esperamos poder continuar con iniciativas similares y
generar otras, para poder atender en conjunto las demandas de desarrollo de la región.
Este documento resume los resultados de las actividades del proyecto SYPR llevadas a cabo en
1997 y 1998. Está dirigido a todos los que nos ayudaron a aprender sobre el uso del suelo al sur
de la Península de Yucatán. Esperamos sinceramente que el Proyecto de la Región Sur de la
Península de Yucatán beneficie, aunque de manera modesta, a la gente de esta región.
Dr. Benjamín Morales Vela
Coordinador de la Unidad Chetumal del ECOSUR
4
Desarrollo de Objetivos y Métodos del Proyecto
El proyecto sobre cambios en el uso de suelo —Proyecto de la Región Sur de la Península de
Yucatán (SYPR)― comenzó en 1997 y continua hasta hoy. Inició con la participación del Instituto
George Perkins Marsh de la Universidad de Clark, el Instituto Harvard Forest de la Universidad de
Harvard, y El Colegio de la Frontera Sur —Unidad Chetumal. Posteriormente, se integran la
Universidad de Virginia y las unidades Campeche y Villahermosa del ECOSUR.
La región de estudio abarca 22,000 km2 e incluye la mayoría de los ejidos del actual Municipio de
Calakmul, Campeche y a algunos del municipio Othón P. Blanco del estado de Quintana Roo.
Como es una región de reciente inmigración y con pocos habitantes posterior a esta inmigración
es considerada un “laboratorio” ideal, debido a que es relativamente fácil recopilar información
histórica sobre los procesos de colonización, usos de suelo y procesos de deforestación. Otra
razón de seleccionar la región de estudio es el hecho que desde los años 60´s existen altos
índices de deforestación, hecho que alarmó a conservacionistas nacionales e internacionales y
facilitó el financiamiento de estudios como el nuestro.
El proyecto SYPR busca explicar, modelar y proyectar la distribución geográfica y la magnitud de
los cambios en el uso del suelo, con enfoque en los procesos de deforestación y expansión
agrícola. Al igual analiza las interacciones población-ambiente y su impacto sobre el medio
ambiente y el desarrollo de la región. Otro enfoque que se maneja es el concepto de
vulnerabilidad. Con vulnerabilidad nos referimos a como el entorno biofísico responde a cambios
de diferentes índoles y disturbios. Igual se refiere al efecto que un entorno físico alterado, o
condiciones socio-económicos cambiantes tienen sobre la población local.
Para lograr estos objetivos el proyecto recopila la siguiente información:
1. Estudios de caso que describen y analizan en detalle las condiciones locales de los
habitantes y el medio ambiente;
2. Imágenes de satélite y fotos aéreas;
3. Datos socioeconómicos a nivel ejidal.
5
Para obtener información socioeconómica y sobre el uso del suelo aplicamos un cuestionario
estandarizado con preguntas cerradas y abiertas a número determinado de ejidatarios. Nuestro
universo de selección de ejidatarios fueron todos los ejidos de la región de estudio.
Seguidamente se aplicó un criterio de selección el cual consideró únicamente a los ejidos que
representan la diversidad social y ambiental de la región, dando como resultado los siguientes 11
ejidos:
Ejidos incluidos en la encuesta
Campeche
Quintana Roo
Álvaro Obregón
Nicolás Bravo
Arroyo Negro
Nuevo Becar
Chan Laguna
Tomás Garrido
Centauros del Norte
El Refugio
X-Bonil
Km.120
La Lucha
Después de haber seleccionado los ejidos, se realizó un muestreo al azar, escogiendo 199
familias ejidatarias a las cuales les aplicamos las encuestas1. Finalmente, se obtuvieron 188
encuestas completas.
Las preguntas cerradas, giran en torno a datos demográficos de las familias, información de las
condiciones de la vivienda, sistemas de producción agrícola y ganadera, fuentes de trabajo
externas a las parcelas y participación en programas gubernamentales (Tabla 1). Con las
preguntas abiertas se exploró la percepción de los ejidatarios sobre el uso del suelo, las políticas
gubernamentales y los cambios al artículo 27.
Para complementar los cuestionarios, se visitaron las parcelas de los entrevistados. Con la ayuda
de un GPS ―Global Positioning System― se creó un croquis de cada parcela incluyendo las
explicaciones sobre el uso del suelo en éstas. Los croquis no solamente muestran la
configuración espacial actual de los diversos usos del suelo ―incluyendo áreas forestales― sino
1
Para asegurar la confidencialidad de los datos se eliminaron los nombres de los entrevistados
6
también la historia de uso en los años pasados, especialmente en el período entre 1986 y 1997.
Los dos mapas que anexamos son unos ejemplos.
Uso del suelo de una parcela
en los últimos 20 años
Parcelas sobrepuesta a
una imagen de satélite vía GPS
GPS
3
Río
GPS
o
2 Hond
7
GPS
1
Resultados
I Cambios en el uso del suelo
Para determinar los cambios en el uso del suelo nos estamos basando en las imágenes LANDSAT
de los años 1984 y 1987; 1992 y 1994; y 1996 y 1997. Clasificamos todas estas imágenes y
después se compararon en cuanto a la superficie con los diferentes tipos de vegetación. La
clasificación se realizó mediante visitas al campo donde se determino el tipo de vegetación en
este sitio que luego sirve como sitio de entrenamiento para el algoritmo del programa que asigna
los números digitales de la imagen a la vegetación correspondiente. Para clasificar las imágenes
tempranas (i.e. de los años 80) de cuales no podíamos obtener sitios de entrenamiento hay que
crear los mismos en base de fotografías aéreas y o deduciendo imágenes actuales. Por ejemplo si
hay selva mediana ya madura en 1997 es muy factible que también había en 1987. Los
resultados de estas comparaciones forman la base de los estimados presentados en este reporte.
Actualmente, el proyecto esta desarrollando una clasificación mucho mas detallada de las
imágenes y esta examinado las nuevas imágenes. Los resultados de estas nuevas evaluaciones
serán publicados más adelante. Se debe de tomar en cuenta que el desarrollo de procedimientos
tan elaborados de clasificación requiere de un tiempo considerable en el campo y en el
procesamiento de estos datos. Como regla general, mientras más detallada sea la clasificación, o
sea con más clases de vegetación, mayor riesgo de error existe. Los resultados que presentamos
en este reporte son correctos en términos de magnitud y localización a nivel de región, sin
embargo a nivel de ejido no incluyen todos los detalles en cuanto a la variación de la vegetación.
Para la región como tal (ver mapa anexo) los siguientes cambios han sido detectados para el
período comprendido entre 1987 y 1997 (Tabla 6):
 617 km2 de selva han sido cortados, de los cuales 53 km2 son selva baja y el restante
selva mediana
 La selva secundaria aumento en 424 km2
 La superficie cultivada aumento en 119 km2
 La superficie de helecho aumento en 74 km2
8
Aparte de estos resultados generales encontramos que y la magnitud de los cambios al uso del
suelo ha variado significativamente durante los últimos 30 años.
Analizando la más reciente historia de la región en conjunto con las imágenes descubrimos una
relación directa con las políticas gubernamentales que se realizaron en la región, en especial las
políticas de colonización y la dotación de tierras ejidales, y la reducción de las selvas. Debido a
estas razones la deforestación alcanzó su máximo en los años 70´s y al comienzo de los 80´s.
Otros factores que influyen el ritmo de deforestación son la fluctuación en los precios
internacionales de productos agrícolas como el chile y el chicle; la intensidad del
aprovechamiento maderero; y los esfuerzos de agencias no gubernamentales para la
conservación del medio ambiente.
Los lugares de altas tasas de deforestación dentro de toda la región también han cambiado a lo
largo del tiempo. Antes de los 60´s, la deforestación se daba en los flancos occidental y oriental
en la región. La construcción de la carretera 186 trajo consigo numerosos desmontes en ambos
lados. A finales de los 70´s y principios de los 80´s, diversos proyectos de desarrollo agrícola
provocaron la conversión de bajos cerca de Nicolás Bravo y Silvituc. Posteriormente, importantes
superficies han sido desmontadas a lo largo de la nueva carretera que bordea los limites
orientales de la Reserva de la Biósfera de Calakmul. A finales de los 80´s y comienzo de los 90´s
los desmontes disminuyeron, debido a una menor inmigración y una concientización cada vez
mayor en cuanto a cuestiones ambientales entre los habitantes, agencias gubernamentales y
ONG’s. Actualmente del 10% de las selvas en la región que fueron desmontadas o alterados
entre el 1969 y 1997, un porcentaje importante se esta regenerando o ya esta cubierta con selva
secundaria.
Sin embargo los esfuerzos del gobierno federal para reducir la tasa de deforestación a través de
la creación de la Reserva de la Biósfera y el recién declarado Corredor Biológico Mesoamericano,
en conjunto con el otorgamiento de subsidios para fomentar una agricultura intensiva en
superficies ya desmontadas, han sido insuficientes. Las iniciativas de conservación y desarrollo
deben ser reestructuradas para alcanzar los objetivos frecuentemente antagónicos de mejorar los
niveles de ingreso de la población local y la conservación de la selva tropical.
9
II Datos socioeconómicos
La colonización de los últimos 40 años ha traído a la región poblaciones con culturas, orígenes
étnicos y posibilidades socio-económicas muy diversas. A pesar de esto podemos hablar de la
familia ejidal típica. La mayor parte de las familias pueden ser clasificadas de semi-subsistencia,
es decir, que producen tanto para el consumo propio como para la venta. Estas familias son a la
vez familias y microempresas, lo que implica que las decisiones acerca de: qué, cuánto y cuándo
producir responden tanto a las determinantes biológicas y culturales de la familia, como a las
señales que perciben de los mercados. Los resultados de la encuesta indican que la familia ha
experimentado cambios excepcionalmente dinámicos desde los años 60, evolucionando de una
orientación de producción de maíz a esquemas más diversificados de producción.
Características básicas de las familias
A pesar de estar situada en el corazón del “mundo maya”, la gente de habla maya no predomina
en los ejidos debido a que la mayoría de la gente que inmigró después de 1970 viene de
regiones no-mayas, especialmente de los estados a lo largo del Golfo. Los colonos traen
experiencias agrícolas que difieren de las prácticas de los mayas en el norte y sur de la región.
Por ejemplo, la ganadería en pequeña escala ganó importancia en los años 80’s y 90’s debido a
los colonos procedentes de Tabasco y Veracruz, estados en donde existe una gran tradición
ganadera. Asimismo, el chile jalapeño, cultivo comercial que recientemente ganó importancia en
la región fue una aportación de los campesinos que provienen de la región del Golfo. La gente de
ascendencia maya originaria del estado de Yucatán aportó a las gamas de actividades que se
realizan en los ejidos la apicultura, adicionalmente a la milpa.
Tiempo de residencia y procedencia geográfica
El promedio de permanencia en la región es de 19.4 años. Una cuarta parte (24%) de las
familias estudiadas son originarias de Veracruz, donde el cultivo de chile jalapeño y los pastizales
son frecuentes. Las restantes familias que conforman la muestra son originarias de Chiapas
(13%), Tabasco (17%), Michoacán (4%) y uno de los tres estados de la Península de Yucatán
(40%) (Tabla 2). Prácticamente todos los entrevistados se dedicaron a la agricultura en su lugar
de origen. Cinco son las principales lenguas habladas en la región, según el análisis de las
10
encuestas. La lengua mas común es el español, hablado por el 70% de las familias; el 24% de
las familias habla una de las tres lenguas Mayas: el Maya de la Península, el Chol y el Tzeltal del
estado de Chiapas. El 6% restante corresponde a familias con origen en Veracruz las cuales
hablan Totonaco. No es sorprendente que todas estas lenguas, a excepción del Español se
distribuyan irregularmente a través de la región y tiendan a concentrarse en algunos pueblos.
Razones de inmigración
El 40% de las familias tenía acceso a su propia parcela en la región de procedencia y el 60%
restante trabajaba en tierras ajenas. Independientemente de si tuvieran tierra o no, la razón más
común mencionada para migrar es el adquirir más tierra. Un 33% indicó otras razones, tales
como conflictos en la familia o condiciones ecológicas adversas en su lugar de origen (Tabla 2).
Niveles de bienestar
Existen disparidades sustanciales entre las familias con respecto a los indicadores de bienestar
material. Estas disparidades son muy evidentes a nivel de ejido. 8 de los 11 ejidos muestreados
tienen luz mientras que solamente en dos hay una clínica. Estas diferencias se relacionan con la
cercanía del ejido a una carretera principal y con la habilidad política de los líderes ejidales de
gestionar estos servicios.
De las familias entrevistadas el 11% vive en casas de concreto (material preferido por los
habitantes), el 71% cuenta con electricidad, y el 30% tiene acceso a los servicios médicos.
Dentro algunos ejidos hay marcadas diferencias económicas entre las familias; algunos de ellos
viven en casas con piso de tierra y techo de paja, mientras que otros habitan casa de concreto
con antenas de satélite.
Dinámica poblacional
La combinación de mucha gente que inmigró y sigue inmigrado a la región, aun con tasas
inferiores a las de los años 70 y 80 combinadas con altas tasas de fertilidad, ha dado como
resultado elevados índices de crecimiento poblacional. Actualmente la tasa de crecimiento
poblacional está cerca del 4.0 % anual lo que significa que la población se duplica en poco
menos de 20 años. Las familias tienen 6.4 miembros en promedio; el promedio a nivel nacional
11
es de 4.6. Esta diferencia se puede explicar en parte por la alta tasa de mortalidad infantil ―el
24% de las mujeres perdieron un bebé en su primer año de vida―, lo que provoca que estas
mujeres prefieren dar luz a mas hijos debido al riesgo de perder uno. El acceso limitado a los
servicios de planificación familiar es otra explicación. Las diferencias en cuanto al tamaño de la
familia entre las diversas etnias son muy notables. Las familias de habla indígena tienen un
promedio de 7.4 miembros, comparado con los 5.9 miembros en familias de habla española.
Además, el número promedio de niños del primer grupo es de 5.75 niños contra 5.1 en las
familias que hablan en la casa el español.
Un número considerable de hijos de ejidatarios emigra de la región, mayormente en búsqueda de
trabajos mejor pagados. El 33% de las familias reporta hijos que han migrado. El 75% de estas
familias reporta que sus hijos fueron a una ciudad comparado con el 25% de quiénes reportan
hijos que viven en otra localidad rural. Entre los que emigran, un poco menos de la mitad (42%)
envía remesas a sus familias.
Escolaridad
La educación formal de los jefes de familia es reducida: en promedio, la escolaridad de los
varones es de 2.8 años, mientras que la de las mujeres es de 2.9 años. El 36% de los padres de
familia no recibieron ninguna enseñanza formal. Solamente el 24% de los entrevistados
terminaron la escuela primaria. Los hijos que ya nacieron en la región, han permanecido en la
escuela por tiempos más prolongados. Los hombres mayores de 17 años que pertenecen a este
grupo tienen una escolaridad promedio de 6.6 años, para las mujeres esta cifra es de 6.3 años.
II. Las actividades económicas de las familias
División de trabajo y fuentes de ingreso
En toda la región, los varones empiezan a trabajar en las parcelas a partir de los 12 años. Las
mujeres por lo general se dedican a las labores domésticas, cuidan a los animales de traspatio y
son las responsables de los “solares”. A pesar de esta carga de trabajo, en el 48% de las familias
las mujeres frecuentemente realizan labores agrícolas, fumigación de los cultivos, participación
en la siembra, el deshierbe y la cosecha.
12
Los ingresos de las familias provienen de una amplia gama de productos, entre los cuales
destacan por su importancia, el maíz y el chile jalapeño. Otros productos que proporcionan
ingresos son los cítricos, calabazas, chihua y la corta de zacate para la construcción de palapas
en zonas turísticas cercanas.
Entre 1997 y 1998, el 52% de los entrevistados sembraron chile para la venta y el 41% vendió
maíz (Tabla 3). Mientras que muchos campesinos no pueden o no quieren producir chile, debido
a que lo perciben como una actividad riesgosa, para otros este cultivo contribuye
sustancialmente a sus ingresos anuales. De 1997 a 1998 el ingreso promedio de venta de chile
entre los productores fue de $17,143 por hectárea, cifra mucho más alta que la correspondiente
para el maíz que oscilaba en $494 por hectárea. Por otra parte, tiene que mencionarse que los
campesinos
que
venden
maíz
por
lo
general
consumen
una
parte
considerable
―aproximadamente el 60%― de su cosecha. Además los costos de producción del chile pueden
llegar a ser hasta cinco veces más altos que los del maíz, dependiendo de la cantidad de
químicos y mano de obra invertida.
En las dos últimas décadas la producción de miel se ha incrementado entre los campesinos que
tratan de diversificar su producción sin interferir con el calendario agrícola; aproximadamente un
25% de los entrevistados practican la apicultura. La extracción del chicle, una actividad de
importancia histórica en la región, es practicada solamente por el 8% de las famillas.
Tamaño y usos de las parcelas
El tamaño de las parcelas varía entre 10 y 390 hectáreas, además la mayoría de las familias
tienen un solar. Las parcelas se caracterizan por tener áreas con árboles y vegetación secundaria
de diferentes edades. En promedio la montaña o sea el monte alto cubre el 43% de las parcelas,
el 11% de la parcela contiene cultivos como maíz y chile en su mayoría. El 46% restante de la
parcela está cubierto por acahual y/o pasto. El 49% de los entrevistados han sembrado pasto en
sus parcelas. Son pocas familias que tienen tierras mecanizadas, solamente el 19% de los
entrevistados reportaron tener tierras mecanizadas (con un promedio de 11.3 hectáreas). Sin
embargo, estas no siempre están bajo cultivo. Solamente un 11% de los campesinos tiene
acceso a un tractor.
13
Uso de insumos agroquímicos
Menos de la mitad de los entrevistados, el 39%, reportaron usar productos químicos en la
producción del maíz, principalmente herbicidas. Por el contrario, para el cultivo de chile jalapeño
se emplean estos productos durante todo el ciclo agrícola. El 87% de los entrevistados aplica
alguna combinación de fertilizantes, insecticidas y herbicidas en sus cultivos de chile.
Trabajo asalariado
La gran mayoría de las familias vende su fuerza de trabajo o contrata la misma, solamente el 6%
de los entrevistados son autosuficientes con relación a su fuerza laboral. Aproximadamente el
50% de los entrevistados trabajan como jornaleros en ciertas épocas del año y contratan mano
de obra en otras (Tabla 4). Por venta y compra de mano de obra, las familias ganaron en
promedio $1,032 e invirtieron unos $4,173.
La dinámica más importante en este sentido se observa en la producción de chile, que está
requiriendo montos crecientes de trabajo pagado, especialmente en la cosecha, el deshierbe y la
fumigación. Los productores de chile con tierras mecanizadas emplean un promedio de 246 días
de trabajo en sus cultivos de chile cada ciclo agrícola con un promedio de 89 días de trabajo
pagado a personas que no pertenecen a la familia. El 80% de los jornaleros trabajó en las tierras
de los vecinos del mismo ejido; menos del 10% de las familias tienen una persona que trabaja
como jornalero todo el año. Muchos campesinos buscan trabajo en ciudades como Campeche,
Chetumal y Cancún, como respuesta a los daños causados por huracanes y sequías y en busca
de un ingreso extra para mantener su operación agropecuaria.
Desde 1993 que empezó el programa eco-arqueoturístico “Mundo Maya”, las fuentes de trabajo
se incrementaron en la región, debido a un gran número de proyectos para mejorar la
infraestructura y los servicios.
Varios indicadores de la muestra revelan que entre 1986 y 1997 un número creciente de las
familias está vendiendo algún producto agrícola (Tabla 5). Mientras que uno de los indicadores
de integración al mercado —el porcentaje de ejidatarios que vende maíz— ha cambiado poco, el
número de ejidatarios que cultiva pasto, chile y usa insumos químicos (herbicidas, pesticidas y
fertilizantes) ha crecido constantemente.
14
Fuentes de crédito y apoyos financieros
Hasta la fecha, los ejidatarios de la región no tienen títulos de propiedad de sus parcelas que les
puedan servir como garantía para solicitar crédito. Aun hay que mencionar que el hecho de no
tener titulo de propiedad no es el único obstáculo que enfrentan al solicitar créditos. Muy pocos
campesinos han podido recibir créditos de instituciones privadas para el cultivo de chile y su
transporte al mercado. Por esto, la mayoría de los ejidatarios depende del gobierno para obtener
apoyo financiero. Mas del 50% de los ejidatarios de la región sur del municipio de Calakmul,
Campeche reporta haber recibido apoyos financieros de por lo menos cuatro fuentes diferentes.
Actualmente, casi todos los campesinos, un 88%, reciben PROCAMPO (Programa de Apoyo
Directo al Campo). El número de hectáreas subsidiadas por este programa varia entre 1 y 27,
con un promedio de 4.8 hectáreas. Aproximadamente dos terceras partes de los entrevistados
gastan el dinero de PROCAMPO en alimentos, educación para los hijos y gastos médicos, y no
necesariamente en insumos agrícolas. Se puede notar una relación de PROCAMPO con la
ampliación de pastizales.
Préstamo, renta y venta de tierras
El 37% de los entrevistados estaban trabajando en tierra prestada, mientras que el 22%
trabajaba en tierra rentada. La superficie prestada o rentada en promedio es de 6.6 hectáreas.
En la mayoría de los casos estos acuerdos poco formalizados se dan entre ejidatarios, que con
frecuencia se pagan con mano de obra. Los campesinos que pagan la renta en efectivo (17% de
la muestra), desembolsan un promedio de $356.9 por hectárea. Sin embargo hay casos, aunque
bastante raros, en que los ejidatarios reportan el haber vendido o comprado tierras —El 14%
compró tierras y un 5% las vendió. La superficie de estas transacciones se promedia en 8.73
hectáreas mientras que el precio de venta promedio es de $718 por hectárea.
Entre 1986 y 1997 el porcentaje de ejidatarios con alguna superficie de potreros incrementó de
8% a 49%. En 1997, solo la mitad de los ejidatarios con potreros manejaba ganado vacuno u
ovejas.
15
III Ranchos
Estimamos que la propiedad privada cubre unos 200 km2 en la región. La muestra de SYPR
incluye 11 ranchos. Con una propiedad promedio de 328 hectáreas, los propietarios de ranchos
tienen acceso a más tierra que los ejidatarios (propiedad promedio: 88 hectáreas). A pesar de
esto, sus estrategias de uso son muy similares. Todos los dueños de los ranchos entrevistados
cultivan el maíz y muchos de ellos adicionalmente cultivan el chile. Una diferencia entre los
rancheros y los ejidatarios, es que los primeros tienen más ganado vacuno y pasto.
En resumen
A pesar de la existencia de una buena cantidad de ranchos en la región, las familias ejidales
constituyen la fuerza principal en la producción agrícola. Con la excepción de finales de la década
de los 70’s y comienzo de los 80’s, cuando la deforestación fue impulsado por proyectos
gubernamentales, los ejidatarios han sido y son los agentes principales del cambio de uso del
suelo en la región. Son 617 km2 de selva que han sido cortados desde los 70’s. Los 70’s y 80’s
fueron las décadas de mayor deforestación, mientras que desde los 90’s se esta cortando
menores superficies de selva.
Las familias de la región en su mayoría siembran el maíz como cultivo principal tanto para la
venta como para el autoconsumo. Se benefician de diversos programas gubernamentales que
ofrecen modestos créditos y subsidios para la producción agrícola. Un número creciente de ellos
están participando en el cultivo comercial de chile jalapeño lo que va acompañado de la
preparación de tierras mecanizadas. Casi el 50% de las familias tienen pastizales, aunque no
todos de ellos tienen ganado.
El promedio de tierra que controlan las familias es de 88 hectáreas, con una variación entre 10 y
390 hectáreas, lo que significa que las familias son relativamente ricas en este sentido, si bien
existen grandes diferencias entre las unidades productivas relacionadas principalmente con la
antigüedad del ejido. El promedio no incluye a un número creciente de familias sin tierras propias
que han llegado a ejidos existentes o se han asentado en tierras federales. El problema de casi
todas las familias es el restringido acceso a capital.
16
Anexos
Tabla 1. Resumen de los resultados de la encuesta realizada en 1997 y 1998.
Rango
Media
Desviación estándar
Mínimo
Máximo
Tamaño de las familias
6.43
3.60
1
31
Numero de hijos por jefe de familia
5.30
3.79
0
27
Edad del jefe
46.28
15.10
18
86
Edad de la esposa
40.60
12.90
16
80
Años de educación del jefe
2.80
3.16
0
14
Años de educación de la esposa
2.93
3.05
0
14
Años de educación del hijo mayor(17 años o mas)
6.61
4.12
0
16
Años de educación de la hija mayor (17 años o mas)
6.26
3.48
0
14
Electricidad
71
45
Paredes de concreto
11
32
Piso de concreto
53
50
Agua potable (a la casa)
66
48
Radio
27
44
Televisión
37
48
Características de las familias
Porcentaje de las familias que tienen acceso
Idioma materno del jefe de la familia (en % de las familias)
Español
70
46
Maya
24
43
Totonaco
6
25
% con acceso a un tractor
11
32
% con acceso a una motosierra
37
48
Bienes de las familias e insumos
17
Cont. Tabla 1
Rango
Media
Desviación estándar
Mínimo
Media
% con vehículo propio
16
37
% utilizando fertilizantes
46
50
% utilizando insecticidas
51
50
% utilizando herbicidas
43
50
4,173
12,353
0
120,000
88.23
50.45
10
390.5
100
0
51.58
52.25
1
297
98
13
4.51
4.04
.5
30
52
50
1.33
1.36
0.06
9
26
44
25.36
28.43
0.5
144.5
23
42
11.03
17.17
0.4
95
Cont. Bienes de las familias e insumos
Gastos totales para mano de obra
Incidencia y área de uso principal de la tierra
Hectáreas disponibles por familia
% de familias con área forestal en sus parcelas
Hectáreas con cubierta forestal
% de familias que practican la milpa
Hectáreas con milpa
% de familias que cultivan el chile
Hectáreas con chile (de los que lo cultivan)
% de familias que tienen pasto y animales de pastoreo
Incidencia y área de uso principal de la tierra
Hectáreas con pasto (de los que lo cultivan)
Hectáreas con pasto (de los que lo cultivan pasto, pero
que no tienen animales de pastoreo)
Incidencia y área de uso principal de la tierra
Hectáreas con pasto (de los que tienen y los que no
tienen animales de pastoreo)
18
Cont. Tabla 1
Rango
Media
Desviación estándar
Mínimo
Media
Distancia del ejido al mercado mas cercano (km)
71.35
35.57
17.33
125.38
Distancia de la casa a la parcela (km)
6.59
6.16
0
28.60
% de los que van a su parcela a pie
42
50
% de los que llegan a su parcela en bicicleta
19
39
% de los que llegan a su parcela en vehículo
11
31
% de los que llegan a su parcela en caballo
22
41
% de los que llegan a su parcela pidiendo aventón
6
24
Ganado vacuno
3.38
11.12
0
91
Pavos
3.57
5.91
0
30
Gallinas
14.89
16.76
0
100
Puercos
3.56
5.36
0
32
Caballos
0.87
1.33
0
8
Ovejas
1.22
5.17
0
45
% practicando apicultura
25
43
% trabajando el chicle
8
27
10,328
22,313
0
200,000
Crédito (Pesos mexicanos)
2,328
2,236
0
14,850
PROCAMPO (Pesos mexicanos)
2,050
1,968
0
13,076
Acceso a la parcela e indicadoras de mercado
Número de animales domésticos
Ingresos generados fuera de la parcela
Sueldos al año (Pesos mexicanos)
Ingresos de créditos o subsidios ubernamentales
19
Tabla 2. Origen de los ejidatarios entrevistados, años de migración y razones(Número de familias)
Antes de
1970
1970-1979
1980-1989
1990-1998
Total
Campeche
11
11
9
14
45
Chiapas
0
2
17
7
26
Michoacán
0
0
5
2
7
Quintana Roo
5
1
0
2
8
Tabasco
0
19
10
5
34
Veracruz
3
9
28
8
48
Yucatán
11
3
0
1
15
Nacido en SYPR
1
3
5
2
11
Otros Estados
0
0
3
0
3
Mas tierras en SYPR
9
29
61
31
130
Mas trabajo en SYPR
12
10
5
2
29
Condiciones ecológicas adversas en la
región de origen
5
2
6
1
14
Problemas de diversa índole en la región
de origen
2
2
4
0
8
Otras razones
2
6
3
3
15
Total
36
47
76
40
199
Estado de Origen
Razón para migrar2
2Algunos
entrevistados mencionaron dos razones
20
Tabla 3. Ingresos (en pesos mexicanos) por hectárea del cultivo de maíz y chile (1997-1998)
Cultivo
% de entrevistados
que venden
Ingreso medio entre
los que venden
Desviación estándar del
ingreso
Ingreso medio entre todos
los entrevistados
Chile
52
17,143
17,065
12,506
Maíz
41
494
393
347
Tabla 4. Participación en los mercados de trabajo
% de familias
Vendiendo mano de obra
Los que no venden su mano de obra
Contratando mano de obra
56
14
No contratando mano de obra
24
6
Tabla 5. Indicadores para una orientación de las familias hacia el mercado
Año
%
Vendiendo
maíz
%
Con
pasto
%
Sembrando
chile
% Utilizando
insumos químicos
%
Empleando
mano de
obra
%
Vendiendo
mano de
obra
Número
total
1986
44.9
8.2
19.0
24.5
52.0
54.5
89
1990
41.3
14.9
31.5
38.4
54.7
58.4
114
1993
34.3
24.1
41.7
46.6
60.0
61.7
134
1997
41.9
49.0
52.6
70.4
71.1
80.0
186
21
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