Para generar una óptima relación con los estudiantes y con el entorno de trabajo para resolver conflictos principalmente hay que tener consciencia de los propios sentimientos y saber manejarlos, de esta manera, como individuo se mantiene una posición neutral respecto a diferentes situaciones que permiten un manejo óptimo de emociones fuertes en conflictos tanto directos o indirectos, esto se denomina inteligencia emocional. Poder discernir entre distintos sentimientos permite una amplia resolución de conflictos al momento de poder guiar la conducta tanto propia como impropia al comprender cómo actuar ante las diversas situaciones que surjan.
Para lograr resolver conflictos que se generen dentro del aula, el trabajo del docente es desarrollar dicha inteligencia emocional, sin embargo, ¿cómo se logra esto?