QUINTA SESIÓN. Biodiversidad en Ecosistemas terrestres en Colombia: Amenazas y alternativas de sostenibilidad para la conservación de la diversidad biológica. 1 // LA REGION CARIBE » Orlando Rivera Díaz Instituto de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Colombia [email protected] La charla presenta una síntesis del conocimiento de la diversidad florística del Caribe colombiano (que se ve reflejada en la existencia de más de 4500 especies de plantas vasculares), su origen y su distribución actual, las áreas en las que se concentra la diversidad, y los riesgos que influyen en la perdida de esta biodiversidad. Se analiza además el total y tipo áreas protegidas existentes y se sugieren regiones que deben ser protegidas o iniciar estudios para el conocimiento de su diversidad, conservación y manejo. Al escuchar sobre la región Caribe de Colombia, viene a la mente la gran diversidad cultural representada en su música, bailes, carnavales, comida y etnias; también surge el icono de grandes playas y áreas destinadas al turismo y descanso no solo de los colombianos, sino de habitantes de todo el mundo. Son pocas las ocasiones en las cuales se piensa en que tan diversa es esta zona desde el punto de vista biológico, y para buena parte de las personas que lo hacen representa un área poco diversa en comparación con regiones como el Chocó, los Andes o la Amazonía. Sin embargo en el Caribe encontramos un mosaico de formaciones vegetales, que incluyen herbazales desérticos, matorrales espinosos, bosques secos caducifolios, bosques secos semihúmedos, bosques húmedos y bosques muy húmedos. Estas unidades ven influenciada su distribución principalmente por el clima, el cual está condicionado a factores como precipitación, evaporación y regímenes de lluvias que se ven representados finalmente por un aumento progresivo de la humedad a medida que se avanza de norte a sur mostrando desde las zonas más secas de nuestro país (en la Península de la Guajira con valores de precipitación por debajo de los 300 mm) hasta grandes bosques húmedos (en sectores con niveles de precipitación superiores a 2600 mm) con diferentes niveles de diversidad biológica. El segundo factor que influye en la biodiversidad caribeña es el relieve con dos grandes paisajes: 1. Áreas planas, representadas por las Sabanas del Caribe y los bosques secos en sectores como Bolívar, Atlántico, Cesar y Córdoba; y las áreas de humedales con el dominio de grandes Ciénagas, como las de los Valles de los ríos Magdalena, Cauca, Sinú y San Jorge. 2. Áreas montañosas majestuosamente simbolizadas por la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía de Perijá, y por sectores con menores alturas sobre el nivel del mar pero muy importantes biológicamente como las Serranías de San Jacinto, San Jerónimo, San Lucas y Macuira. En las áreas planas se resalta el conocimiento actual de las ciénagas y los bosques secos; las primeras son el sustento de buena parte de la población ubicada en sus alrededores ya que son la fuente de agua, pesca, y áreas temporalmente ocupadas con cultivos agrícolas, corresponden a formaciones en grave riesgo de desaparecer por la fuerte presión humana la cual se manifiesta por la ampliación de terrenos de explotación agrícola y ganadera, la tala indiscriminada de las formaciones boscosas asociadas para obtener madera y leña. Los bosques secos representan ecosistemas ampliamente distribuidos en el mundo y en Colombia, se localizan entre 0-1100 m de altitud en áreas con temperaturas mayores a 24°C y niveles de precipitación entre 1000-2000mm anuales, su diversidad y fisionomía se ven influenciadas por la cantidad de humedad. En las áreas montañosas se muestra la diversidad y origen de la flora de la Serranía de Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta, áreas con un alto nivel de endemismo, que mantienen conexión con las áreas cordilleranas cercanas como la cordillera Oriental colombiana y la cordillera de Mérida en la República Bolivariana de Venezuela. Finalmente se compara la diversidad de la región Caribe con respecto a otras regiones naturales de Colombia encontrando que los valores de diversidad por área son similares a los de la región Andina, y solo es superado a este nivel de análisis por el Choco biogeografíco. En cuanto a los niveles de conservación es importante establecer áreas y programas de protección para los bosques secos y áreas de Ciénaga, además de buscar en el menor tiempo posible la declaratoria de área protegida de la Serranía de Perijá, de ser posible en toda su extensión, o al menos en las áreas de alta montaña (páramos). 2 // EL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO DE COLOMBIA: EL ÁREA CON MAYOR EXPRESIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN EL GLOBO » J. Orlando Rangel-Ch. Instituto de Ciencias Naturales-Universidad Nacional [email protected] En las tierras bajas del Pacífico colombiano —en la actualidad reconocidas como parte del Chocó biogeográfico— se establecen 20 ecosistemas cuyos ensambles bióticos y abióticos están asociados con las variaciones en la fisiografía y en el contenido de agua y de elementos minerales en el sustrato. En los estuarios se establecen los ecosistemas de manglares con Rhizophora mangle y Rhizophora harrisonii y los natales con Moramegistosperma; en la llanura aluvial dominan los ecosistemas con Prioria copaifera,Raphia taedigera, Campnosperma panamensis, Montrichardia arborescens y Symphonia globulifera. En las colinas bajas y medias se establecen los ecosistemas con Cavanillesia platanifolia y con Anacardium excelsum y en las colinas medias y altas los ecosistemas dominados por especies de Brosimum (Brosimion utilae). El Norte de la región es el sectormenos húmedo; el centro tiene zonas de alta pluviosidad en las cercanías de Quibdó con montos mayores de 11000 mm anuales y el Sur igualmente incluye lugares con expresión máxima de la pluviosidad como Barbacoas y Bocas del Napí. Hay registros de 4525 especies de espermatófitos y de 424 de helechos. En hepáticas se encontraron 170 especies, en musgos 132 y en líquenes 189. En mamíferos se encontraron registros de 192 especies, en aves de 778, en reptiles 188, en anfibios 140 y en peces 190. En los grupos de invertebrados estudiados había 9 especies de escorpiones, 22 de cangrejos y 183 de escarabajos. La excepcional riqueza biológica del Chocó biogeográfico está amenazada por la deforestación y la alarmante transformación del hábitat, resultantes de las presiones de diversa índole que tratan de apropiarse del legado histórico ecológico y cultural, que es patrimonio de todos los colombianos. Entre las obras de impacto mayor figuran el fantasma del canal seco Atrato-Truandó y las conexiones viales Medellín-Urrao-Bahía Solano, Medellín-Buenaventura. Una vía terrestre que ya está bastante adelantada y que trata de conectar a Pereira con Tribugá. También figuran los proyectos de conexiones UrabáMaracaibo y el sistema vial Antioquia-Venezuela; la intercomunicación río Orinoco-Meta-Buenaventura y la transversal Santander-Antioquia-Buenaventura. Entre los proyectos de incidencia regional aparecen la base militar de Bahía Málaga y la ciudadela industrial en el Valle del Cauca, los puertos marítimos en Bahía Cupica, Tribugá y el golfo de Urabá, el proyecto Calima III y IV, las hidroeléctricas e interconexión de Boroboro, Juradó y Murrí, Pizarro,Timbiquí, Guapí, Unguía y Bocas de Satinga y la explotación industrial del recurso forestal, minero, pesquero y palma africana. Entre las estrategias para proponer un cambio en el modelo de desarrollo figuran el fomento de utilización del capital natural de manera sostenible, especialmente el renglón vegetal y los servicios ambientales que presta el bosque y las selvas conservadas en la mitigación del cambio climático, ya sea como absorción de CO2 o conservando el bosque para evitar la deforestación.