DE LA SEN. LAURA ANGÉLICA ROJAS HERNÁNDEZ, DEL

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DE LA SEN. LAURA ANGÉLICA ROJAS HERNÁNDEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL
PARTIDO ACCIÓN NACIONAL, CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN
LOS ARTÍCULOS 76 Y 78 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS, EN MATERIA DE PARTICIPACIÓN DE MÉXICO EN OPERACIONES DE
MANTENIMIENTO DE LA PAZ Y AYUDA HUMANITARIA.
CC. SECRETARIOS
MESA DIRECTIVA DE LA CÁMARA
DE SENADORES DEL H.
CONGRESO DE LA UNIÓN
EN LA LXII LEGISLATURA
Presentes:
La suscrita SEN. LAURA ANGÉLICA ROJAS HERNÁNDEZ, integrante del Grupo Parlamentario
del Partido Acción Nacional en la LXII Legislatura del Senado de la República del Congreso de la
Unión, con fundamento en lo establecido en los artículos 71, fracción II y 135 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; así como por los artículos 8 numeral 1, fracción I; 164
numerales 1 y 2; 169 y 172 numeral 1, del Reglamento del Senado de la República, someto a la
consideración del Constituyente Permanente, por conducto de esta soberanía, el siguiente
proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 76 y 78 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de participación de México en Operaciones de
mantenimiento de la paz y ayuda humanitaria. Lo anterior, al tenor de la siguiente:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS,
El Acta Constitutiva de 1824, estableció como facultad exclusiva del Congreso el permitir o no la
salida de tropas nacionales fuera de los límites de la República; excepción que se hace en las
Bases Orgánicas de la República de 1843.
Así mismo en la Tercera de las Siete Leyes Constitucionales de 1836, el artículo 44 dispuso que
correspondía exclusivamente al Congreso conceder o negar la entrada de tropas extranjeras en el
territorio de la República, así como la salida fuera del país de tropas nacionales.
Igualmente en la Constitución de 1917, se contempló en la fracción III del artículo 76, texto aún
vigente, que será facultad exclusiva del Senado de la República autorizar al Ejecutivo Federal
“para que pueda permitir la salida de tropas nacionales fuera de los límites del País, el paso de
tropas extranjeras por el territorio nacional y la estación de escuadras de otra potencia, por más de
un mes, en aguas mexicanas.”
Para el Constituyente de 1917, dicho precepto atendía a la posibilidad de que México participara
en alguna guerra y al principio de no intervención en el que el Poder Legislativo servía como
contrapeso ante la facultad unilateral del Poder Ejecutivo en el control de nuestras Fuerzas
Armadas. Sin embargo, las características del orden internacional se han modificado
sustancialmente y nos enfrentamos a una realidad totalmente distinta, donde el uso de tropas y
fuerzas armadas en general puede ser para actividades mucho más diversas que las de carácter
bélico, y que resultan ser un punto fundamental de cooperación entre Estados en la preservación
del orden internacional de la paz.
Por otro lado, a partir de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas en 1945, se inició
un proceso de ordenamiento internacional diferente, cuyos objetivos van más allá de evitar la
guerra entre las naciones. Entre los fines de las Naciones Unidas están, los de mantener la paz y
la seguridad internacionales (Art. 1º (1), y Preámbulo, párrafo 6º). Para realizar este propósito, las
Naciones Unidas se proponen suprimir o prevenir las amenazas a la paz y los actos de agresión,
mediante acción colectiva. [1]
Bajo esta premisa surgen las Operaciones de Mantenimiento de la Paz (OMP) como un
instrumento de Naciones Unidas para ayudar a países que viven o han salido de conflictos, a crear
condiciones necesarias para alcanzar una paz duradera. [2]
Las condiciones mínimas para el despliegue de una OMP son:
• La existencia de una paz que mantener.
• Un mandato claro y realista.
• La aprobación de los miembros del Consejo de Seguridad.
• El consentimiento y cooperación del Estado receptor.
Una misión de paz puede formarse por solicitud de un Estado, de un conjunto de Estados
miembros, o por propuesta del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas o del
Consejo de Seguridad. En todo caso, dichas operaciones son responsabilidad del Consejo y será
éste, a través de una resolución, quien la establezca.
México ha tenido 3 participaciones previas en OMP entre 1947 y 1993; en dos con observadores
militares y en una con policía civil. Igualmente, brindó asesoría electoral en los comicios
presidenciales de Timor Lester en 1999 y contribuyó con el Consejo Electoral de Haití en 2004.
Como miembro electo del Consejo de Seguridad durante el bienio 2009 – 2010, nuestro país
colaboró al delinear y aprobar el contenido de los mandatos de 15 operaciones de paz en el
terreno.
Es importante entender los beneficios que para México pueden resultar de su participación en las
OMP, tal y como: Un mensaje claro del compromiso de nuestro país con los esfuerzos de paz
auspiciados por las Naciones Unidas y fortalecer su imagen en el escenario geopolítico regional e
internacional; sería una acción congruente con el peso específico de nuestro país en el escenario
internacional y regional; se podrían intercambiar experiencias internacionales en la materia con
países afines, lo cual abriría un frente de diálogo y concertación política con esas naciones y
aportaría una experiencia profesional invaluable al personal desplegado; cambiaría la percepción
de que México puede aportar recursos humanos y no sólo materiales a la causa de la paz; nos
daría una posición más firme para participar en la toma de decisiones sobre asuntos relevantes
relativos a todas las OMP; y ayudaría a mejorar la imagen pública del sector de procuración de
justicia mexicano al documentar su trabajo en tareas de asistencia humanitaria y capacitación
técnica. [3]
Por otro lado, también pueden generarse actividades de carácter eminentemente humanitario,
donde México puede coadyuvar en la reconstrucción de zonas devastadas por desastres naturales,
rescate de gente atrapada entre escombros tras un terremoto, la distribución de alimentos, ropa y
otro tipo de donaciones, donde por la experiencia y preparación de nuestras Fuerzas Armadas en
eventos con la dificultad y peligro que resultan de este tipo de desastres, pudieran ser de suma
utilidad.
En los últimos años, el debate interno en torno a la participación de México en las OMP de la ONU,
se ha centrado, en gran medida, en la disyuntiva de enviar o no soldados a dichas operaciones; sin
embargo, dicha disyuntiva se ha visto muy limitada por la reiterativa controversia sobre si el enviar
soldados a las OMP´s contravendría o no a los principios de política exterior, lo cual ha dejado de
lado al estudio concienzudo de las capacidades (técnicas, tácticas y logísticas) de las Fuerzas
Armadas Mexicanas que permitiría evaluar los costos y beneficios que representaría para el Estado
Mexicano el envío de soldados a las OMP´s. [4]
Aun cuando México ha sido un actor relevante en el diseño y la orientación de la instrumentación
de las OMP, así como en los temas de desarme, terrorismo y seguridad internacionales, ha tenido
una participación acotada en las OMP, y las otras dimensiones de nuestra participación no han
logrado proyectar de manera fehaciente el compromiso de México con la paz y la seguridad
internacionales, su solidaridad con todos los pueblos del mundo y sus capacidades de oferta de
cooperación internacional, en particular la orientada a atender situaciones de crisis. [5]
Resulta absurdo que el artículo 2 de la Ley del Servicio Exterior Mexicano, señale en su fracción
VII, que corresponde al Servicio Exterior “Participar en todo esfuerzo regional o mundial que tienda
al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, al mejoramiento de las relaciones entre
los Estados y a promover y preservar un orden internacional justo y equitativo”, en tanto que la
propia Carta Magna no contemple la normatividad que priorice la participación del Estado
Mexicano, con los procedimientos expeditos que faciliten nuestra colaboración en actividades
humanitarias y operaciones de mantenimiento de la paz.
La redacción actual del artículo 76, fracción III de la Constitución es imprecisa y permite generar
interpretaciones diversas sobre la facultad del Senado para autorizar o no al Ejecutivo Federal la
salida de tropas nacionales sin fines bélicos.
La presente iniciativa tiene como objeto que México asuma congruentemente sus deberes
internacionales en el mantenimiento de la paz, la seguridad y justicia internacional y no sólo en lo
retórico o financiero; es necesario actualizar nuestro derecho interno acorde con las
responsabilidades y compromisos de México en el ámbito internacional.
Para ello se plantea expresamente que el Senado podrá autorizar al Ejecutivo Federal para que
pueda disponer la salida de activos pertenecientes a la Fuerza Armada permanente fuera de los
límites del País, para actividades de instrucción, entrenamiento, visitas oficiales, de participación en
operaciones de ayuda humanitaria o de mantenimiento de paz.
Igualmente se debe modificar el concepto de “tropas” por el de Fuerzas Armadas, que resulta más
amplio, al contemplar a los integrantes de Ejército, Fuerza Aérea y Armada.
Lo anterior sin menoscabo de que el Senado de la República conserve la facultad exclusiva de
autorizar al Presidente para que pueda disponer la salida del territorio nacional de unidades
pertenecientes a las Fuerzas Armadas Mexicanas para realizar acciones de carácter bélico y para
permitir el paso de unidades militares extranjeras por el territorio nacional y la estancia de buques
de guerra pertenecientes a otros países en aguas nacionales por más de un mes.
En la lógica de que debe ser un trámite célere, en los periodos de receso del Congreso de la
Unión, la Comisión Permanente tendrá dentro de sus atribuciones, las que tiene en la materia el
Senado durante los periodos de sesiones.
Finalmente, ante la necesidad de generar procesos claros y expeditos, es necesario expedir una
ley reglamentaria que determinará los requisitos, limitaciones y conclusiones en que deberá
desarrollarse la salida de tropas mexicanas, bajo cualquiera de los contextos supuestos en la
fracción III del artículo 76 constitucional.
Por lo expuesto presento a esta Soberanía el siguiente:
PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN LOS ARTÍCULOS 76 Y 78 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA DE
PARTICIPACIÓN DE MÉXICO EN OPERACIONES DE MANTENIMIENTO DE LA PAZ Y AYUDA
HUMANITARIA.
ARTÍCULO ÚNICO.- Se reforma la fracción III del artículo 76 y se adiciona una fracción IX al
artículo 78 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue:
Artículo. 76.
I. a II. …
III. Autorizar al Ejecutivo Federal para que pueda disponer la salida de activos
pertenecientes a la Fuerza Armada permanente fuera de los límites del País, para
actividades de instrucción, entrenamiento, visitas oficiales, de participación en operaciones
de ayuda humanitaria o de mantenimiento de paz; así como el paso de tropas extranjeras por
el territorio nacional y la estación de escuadras de otras potencias, por más de un mes, en aguas
mexicanas.
En la ley reglamentaria que expida el Congreso de la Unión se determinará los requisitos,
limitaciones y conclusiones en que deberá desarrollarse la salida de tropas mexicanas.
IV a XII. …
Artículo 78.
I a VIII. …
IX. Autorizar al Ejecutivo Federal para que pueda disponer la salida de activos
pertenecientes a la Fuerza Armada permanente fuera de los límites del País, para su
participación en operaciones de ayuda humanitaria o de mantenimiento de paz.
TRANSITORIOS
Artículo primero.- El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el
Diario Oficial de la Federación.
Artículo segundo.- El congreso de la Unión deberá expedir en un plazo no mayor a noventa días
naturales la ley reglamentaria a que hace referencia la fracción III del artículo 76 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Dado en el salón de sesiones del Senado de la República a los 05 días del mes de febrero del año
2013.
LAURA ANGÉLICA ROJAS HERNÁNDEZ
SENADORA
[1] Sepulveda César, Derecho Internacional, Ed. Porrúa, México 2004.
[2] Secretaría de Relaciones Exteriores “Posible participación de México en Operaciones de
Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas”. México 2011.
[3] IDEM.
[4] Agundez Romero, V. I. 2006. La participación de México en las Operaciones de Mantenimiento
de la Paz de Naciones Unidas. Tesis Licenciatura. Relaciones Internacionales. Departamento de
Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas, Escuela de Ciencias Sociales, Artes y
Humanidades, Universidad de las Américas Puebla.
[5] Reyes, Guillermo, “La participación de México en misiones de paz de las Naciones Unidas”,
Revista Mexicana de Política Exterior. México 2011.
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