Documento 986319

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Caracas, Venezuela Ι Abril 2014.
ANALISIS COSTO BENEFICIO
POLÍTICA PÚBLICA DE PROHIBICIÓN DE LA LIBRE CONVERTIBILIDAD DE LA
MONEDA Y EL MONOPOLIO ESTATAL DE LA COMPRA VENTA DE DIVISAS EN
VENEZUELA
Resumen Ejecutivo
El diario el Nacional reportó el 21 de Enero de 2013 lo
siguiente:
“…El 5 de febrero de 2003 fue publicado en
Gaceta Oficial el Convenio Cambiario N.° 1,
con el que se impusieron limitaciones a la
compra de dólares por parte de las empresas y
las personas naturales. Tal medida se debió a
la caída de la producción petrolera y de las
exportaciones de crudo luego del paro
petrolero entre finales de 2002 y principios de
2003, lo que erosionó las finanzas de la nación.
El mercado se cerró a fin de evitar que salieran
del país divisas para actividades que no fueran
absolutamente necesarias. [Sin embargo] tres
vías han facilitado esta salida de divisas. Una
de ellas, las emisiones de bono que ha hecho
la República y Petróleos de Venezuela y que
asciende a 60 millardos de dólares
aproximadamente. Otra vía, las operaciones de
permuta cuando aún existía el mercado de
valores en Venezuela. A través de la compra
de bonos las casas de bolsa y sociedades de
corretaje liquidaban títulos valores a un tipo de
cambio oficial, pero no fijo permitido por la ley.
Sin embargo, a partir del año 2012 este tipo de
operaciones quedó prohibido. La fuga de
capitales también se ha producido mediante la
sobrefacturación que hacen algunas empresas
importadoras a través de la Comisión de
Administración de Divisas y el Sistema de
Transacciones con Títulos en Moneda
Extrajera, que funciona en el Banco Central de
Venezuela” (Ver: http://goo.gl/bpQ1Gn)
A pesar de lo anterior, a finales del 2013, el
Vicepresidente del Área Económica y Presidente de
Petróleos de Venezuela (PDVSA), Rafael Ramírez,
declaró
“… la política de control cambiario se va a
mantener en Venezuela, ‘porque defiende
nuestras reservas internacionales’. Durante su
intervención en la XXIII Exposición Latinoamericana
de Petróleo, que se desarrolla en el Palacio de los
Eventos, en Maracaibo, estado Zulia, el también
ministro para Petróleo y Minería recordó que gracias
a la activación de este control de cambio en 2003,
cuando las reservas llegaron a niveles “peligrosos”
de 12.000 millones de dólares por la salida de las
divisas, se produjo luego un crecimiento importante
que se ha conservado hasta ahora. “Nos hemos
mantenido en niveles óptimos de reservas para el
funcionamiento de nuestra economía” (Ver: http://
goo.gl/g8juWJ).
El objeto de este Análisis Costo Beneficio es verificar los
impactos que a la población han traído estos más de 10
años de prohibición de libre cambio de la moneda nacional
(Bolívar) por moneda extranjera, en términos de reservas
internacionales y de disponibilidad, calidad, variedad y
bajos precios de bienes y servicios en el territorio nacional,
así como los costos no sólo económicos, sino políticos y
civiles de tal política cambiaria.
La investigación que se presenta permitió comprobar, por el
contrario, que el control de cambio, además de una política
inconstitucional, ha sido irracional e ineficiente en términos
económicos, pues no ha contribuido a estabilizar, aumentar
y proteger las reservas internacionales, aumentó la
dependencia de las exportaciones petroleras mientras que
impidió las exportaciones no petroleras, no ha evitado la
salida de capitales privados de la economía nacional, ni ha
fortalecido la moneda nacional; en cambio, ha permitido el
uso arbitrario y sin rendición de cuentas de las divisas que
recibe el Estado, ha debilitado las reservas internacionales,
ha generado una elevada corrupción en el manejo de
fondos públicos, ha incentivado a los ciudadanos a ser
consumidores parasitarios de la renta que genera el
negocio del petróleo y ha generado múltiples distorsiones
en la economía nacional, al no haberse logrado la soñada
planificación central que permitiría satisfacer las
necesidades de bienes y servicios básicos para la población
(es decir, la “suprema felicidad social”).
[email protected]
1
www.cedice.org.ve
Caracas, Venezuela Ι Abril 2014.
ANALISIS COSTO BENEFICIO
POLÍTICA PÚBLICA DE PROHIBICIÓN DE LA LIBRE CONVERTIBILIDAD DE
LA MONEDA Y EL MONOPOLIO ESTATAL DE LA COMPRA VENTA DE
DIVISAS EN VENEZUELA
1.- Contexto y criterios de la puesta en vigencia de la política pública de
prohibición de libre convertibilidad de la moneda y monopolio estatal de la
compra venta de divisas:
El siguiente reportaje de Blanca Vera para El Nacional
sintetiza el contexto y evolución del control de cambios vigente en
Venezuela desde hace más de una década, no obstante no estar
en vigencia ningún Decreto de Estado de Excepción que
restringa las libertades económicas:
“El control de cambio vigente en Venezuela desde
febrero de 2003 no ha impedido la fuga de capitales. En
los últimos 10 años han salido del país 144,9 millardos de
dólares, según cálculos de la firma Ecoanalítica basados
en cifras oficiales, lo que equivale a cuatro veces y medio
el monto de las actuales reservas internacionales del
país. El 5 de febrero de 2003 fue publicado en Gaceta
Oficial el Convenio Cambiario N.° 1, con el que se
impusieron limitaciones a la compra de dólares por parte
de las empresas y las personas naturales. Tal medida se
debió a la caída de la producción petrolera y de las
exportaciones de crudo luego del paro petrolero entre
finales de 2002 y principios de 2003, lo que erosionó las
finanzas de la nación. El mercado se cerró a fin de evitar
que salieran del país divisas para actividades que no
fueran absolutamente necesarias. Tres vías han facilitado
esta salida de divisas. Una de ellas, las emisiones de
bono que ha hecho la República y Petróleos de
Venezuela y que asciende a 60 millardos de dólares
aproximadamente. Otra vía, las operaciones de permuta
cuando aún existía el mercado de valores en Venezuela.
A través de la compra de bonos las casas de bolsa y
sociedades de corretaje liquidaban títulos valores a un
tipo de cambio oficial, pero no fijo permitido por la ley. Sin
embargo, a partir del año 2012 este tipo de operaciones
quedó prohibido. La fuga de capitales también se ha
producido mediante la sobrefacturación que hacen
algunas empresas importadoras a través de la Comisión
de Administración de Divisas y el Sistema de
Transacciones con Títulos en Moneda Extrajera, que
funciona en el Banco Central de Venezuela. Tal
mecanismo carece de legalidad porque significa un
fraude a la República y que, según un estudio preliminar
de Econalítica, representa 19,9% del total de
importaciones al sector privado. En el caso de las
importaciones públicas, que no están bajo supervisión de
Cadivi ni del Sitme, esta cifra de sobrefacturación es
mucho más alta” (Ver: http://goo.gl/bpQ1Gn)
Sin embargo, para el partido de Gobierno, y éste en general,
la política cambiaria en vigor se justifica: “Para el diputado del
PSUV, Ramón Lobo, el mantenimiento del control de cambio se
justifica porque el Estado tiene la necesidad de contar con las
divisas para orientar el desarrollo del país a fin de continuar
adelantando el plan estratégico. ‘Los dólares son para importar
bienes servicios y es el Gobierno el que debe dirigirlos de
acuerdo con la prioridad y las áreas que se tienen previstas. Los
gobiernos anteriores eran condescendientes con los
empresarios. En 1983, durante el gobierno de Luis Herrera
Campíns, ocurrió el famoso viernes negro y salieron del país
más de 25 millardos de dólares ese año’”; tal argumentación ha
sido refutada por expertos como el economista Asdrúbal
Oliveros, quien ha afirmado que “…el control de cambio,
implementado en un momento histórico, obedecía a la situación
de Petróleos de Venezuela, que se encontraba muy vulnerable
luego del paro petrolero. ‘El problema es que la asignación de
divisas se ha convertido en un mecanismo de control político
para las empresas y las personas naturales. El control de cambio
y la represión financiera le ha permitido al Gobierno financiar su
déficit fiscal y gastar sin control y ese es uno de los incentivos
por los cuales no lo levanta. El Gobierno se financia
internamente con estos recursos ,(Ver: http://goo.gl/bpQ1Gn).
Dado que el monopolio estatal de compra, venta y
administración de divisas (moneda extranjera, dólares o
cualquier otra moneda) para las actividades económicas
realizadas dentro del territorio nacional, no obstante su
comprobada inconstitucionalidad (no respeta la reserva legal y
desconoce atributos básicos de la propiedad privada y la libre
empresa; ver: Suárez, Jorge Luis, “La Constitución venezolana y
el control de cambios”, en Revista de Derecho Público No. 100.
Caracas, Editorial Jurídica Venezolana, 2006) tiene por fines
proteger las reservas internacionales de la nación y garantizar no
la producción pero sí la importación de bienes y servicios que
son demandados como prioritarios en el país (antes por la
elección subjetiva de funcionarios de diverso rango, hoy día de
acuerdo con el Plan de Divisas), resulta un mecanismo perverso
que atenta contra las libertades ciudadanas y las posibilidades
de generar prosperidad y riquezas en el país. Sin embargo lejos
de procurarse un mecanismo alternativo pareciera que se busca
perpetuarlo.
2.- Principales aspectos de la política pública de la prohibición de libre
convertibilidad de la moneda y monopolio estatal de la compra venta de
divisas:
En sintonía con lo señalado por el Diputado citado, a fines de
2013, el Vicepresidente del Área Económica y Presidente de
Petróleos de Venezuela (PDVSA), Rafael Ramírez, afirmó “que la
política de control cambiario se va a mantener en Venezuela,
‘porque defiende nuestras reservas internacionales’. Durante su
intervención en la XXIII Exposición Latinoamericana de Petróleo,
que se desarrolla en el Palacio de los Eventos, en Maracaibo,
estado Zulia, el también ministro para Petróleo y Minería recordó
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que gracias a la activación de este control de cambio en 2003,
cuando las reservas llegaron a niveles “peligrosos” de 12.000
millones de dólares por la salida de las divisas, se produjo luego
un crecimiento importante que se ha conservado hasta ahora.
“Nos hemos mantenido en niveles óptimos de reservas para el
funcionamiento de nuestra economía”, enfatizó en el acto,
transmitido por Venezolana de Televisión. Ramírez señaló que
antes de la Revolución Bolivariana, liderada por Hugo Chávez,
Caracas, Venezuela Ι Abril 2014.
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las reservas internacionales no pasaban en el país de 15.000
millones de dólares. Con el establecimiento del control de
cambio, luego del sabotaje petrolero de 2002 y 2003 por parte de
la derecha, esos flujos se recuperaron, y luego se definió lo que
se ha llamado nivel óptimo de reservas. Lo que está por encima
de ese límite va al Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN), que
ha captado, indicó Ramírez, más de 100.000 millones de dólares,
que “el Ejecutivo dispone como una caja de administración de
reservas para satisfacer las necesidades de la economía” (Ver:
http://goo.gl/g8juWJ).
La explicación y justificación del Vicepresidente del Área
Económica, sin embargo, no es respaldada por la realidad que
describen los expertos consultados en ese reportaje del diario El
Nacional: “El manejo discrecional de los ingresos petroleros ha
ocasionado lo que el economista experto en el área Humberto
García Larralde denomina ‘incentivos perversos’. ‘El gobierno
controla la distribución de la renta, reserva para sí su usufructo y
la dirige a las misiones, a los países amigos, a financiar
Petrocaribe, también crea una serie de corruptelas y manejos
irregulares que, en una situación de control de cambio, incentiva
todo tipo de negocios para hacer dinero fácil’, explicó. Considera
que los ingresos petroleros no son suficientes para atender esa
gran demanda de divisas. Esta situación, unida al control de
cambio genera un apetito voraz por los dólares a la tasa oficial –
que se encuentra muy por debajo del precio real– y obliga al
gobierno a tener que racionarlos, indicó García Larralde. Detalló
que en los últimos 10 años la venta de divisas de Pdvsa al Banco
Central de Venezuela para atender las necesidades de la
economía se ha reducido 50%, y de esa cantidad solo una
tercera parte va a Cadivi. Mientras, las importaciones siguen en
aumento, cerraron 2012 en más de 65 millardos de dólares. Al
tercer trimestre de 2013 iban por 43,6 millardos de dólares,
según cifras oficiales. Además, existe el empeño en mantener
una tasa de cambio poco competitiva en un país donde el
consumo ha crecido más de cinco veces por encima de la
productividad (…) Insolvencia. El economista y director del
Centro de Políticas Públicas del IESA, José Manuel Puente,
explicó que uno de los factores más graves en el manejo de los
recursos que ingresan a Venezuela es el bajo nivel de las
reservas internacionales con las que el gobierno financia las
compras externas. Señaló que de acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional, para septiembre de 2013 las reservas
líquidas menos oro se ubicaban en 4,4 millardos de dólares,
cuando en 2009 eran de 13,8 millardos de dólares. ‘En términos
de meses de importaciones están a su nivel más bajo en los
últimos 30 o 40 años’, dijo. Para el experto, esta es la razón
principal por la que el gobierno no suple la demanda de divisas y
la deuda con el sector privado ha venido en aumento: ‘Si el
dinero no está en las reservas, ¿dónde está?’. Cifras de
Ecoanalítica indican que los compromisos totales se ubicaron en
2013 en 59,1 millardos de dólares, e incluyen importaciones no
liquidadas, expropiaciones, dividendos de empresas que no han
podido ser repatriados, contratistas internacionales y empresas
mixtas en la faja. Esa situación crea incertidumbre en los
mercados internacionales. Puente recordó que Venezuela tiene
el riesgo país más alto del mundo, por lo que le resulta más caro
endeudarse. ‘Para emitir deuda (bonos) Venezuela debe pagar
tres veces más en intereses que el promedio de los países de
América Latina y cuatro veces más que las naciones
emergentes’, señaló” (Ver: http://goo.gl/A7wNWC).
3.– Efectos Sobre la Propiedad
Como en otro Análisis Costo Beneficio se indicó (ver: http://
goo.gl/eEoxyV), el principal impacto sobre la propiedad del
control de cambio (que además es una medida que no toma el
Parlamento sino el Ejecutivo Nacional y el BCV a través de
convenios sub-legales, por lo que resulta claramente antidemocrática) es la pérdida de la libertad para las personas de
cambiar a través de un contrato privado de compra y venta el
dinero de curso legal (bolívares) que recibe por su trabajo o
actividad económica por dinero de curso legal usado en otro país
(divisas), condenándolas así a que sólo pueda intercambiar
bienes y servicios, invertir y ahorrar en la economía nacional, les
sea ésta beneficiosa o perjudicial para sus proyectos de vida
particulares, siendo la “justificación” de tal situación la propiedad
estatal tanto de la materia prima como de la actividad petrolera
en el país, que es la principal (hoy día casi única) fuente de
divisas por exportaciones.
Pero existen otros impactos, como lo destaca Maxim Ross:
“…Es completamente absurdo y políticamente intencionada su
defensa, cuando un control de cambios, solo y únicamente se
justifica en crisis de balanza de pagos, con reservas operativas
muy bajas, menos de US$ 6.000,00 millones y con probables
reducciones a corto plazo. El control de cambios debería
eliminarse y decretar la libre convertibilidad. En segundo lugar, y
por consecuencia, es completamente absurdo desarrollar una
Ley que pene las transacciones cambiarias, bajo el falso
supuesto de la necesidad de control y vigilancia en el origen y
destino de las divisas. Tanto es así que, ni legalmente, ni
económicamente hay razón para penalizar esas operaciones y,
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menos todavía, para llevar los delitos al extremo de medidas
atribuibles al Código Penal (…) En tercer lugar, la cuestión
sustantiva y de fondo es que esas divisas no son del Estado, ni
del Gobierno, ¡son producidas por los venezolanos! y no pueden
disponer de ese recurso a capricho y arbitrio de ninguna entidad
estatal, llámese Cadivi, Recadi o lo que sea, salvo repito,
extrema emergencia nacional o déficit declarado. Las divisas que
se originan fuera del petróleo, menos son del Estado y no
debería obligarse su venta al BCV. Las del petróleo ¡son
nuestras!, y tampoco debe apropiarlas el Estado para su uso y
desuso. Ese es realmente el gran ilícito cambiario” (Ver: http://
goo.gl/lRo7Ml).
El mismo Ross añade: “… ¿por qué los privados no
exportan? (…) Exportar es un crimen contra la "patria". Decenas
de veces le escuchamos esta afirmación al difunto Hugo Chávez,
quien con esa argumentación montó toda una teoría sobre el
"desarrollo endógeno" que no fue otra cosa que ponerle otro
nombre al viejo modelo de sustitución de importaciones, desde
luego Enemigo No 1 de una política de exportaciones. Se puede
afirmar categóricamente que desde el momento en que los
bolivarianos tomaron el poder en Venezuela nunca se plantearon
que el sector privado exportara y la razón es más que sencilla:
contraproducente sería darle ese poder al que consideraron
enemigo político desde sus inicios (…) Si además (…) le
agregamos el valor de los costos de transacción que implica
exportar en Venezuela que van, desde la hostilidad hacia la
economía privada, a la extensa y engorrosa permisología, las
fiscalizaciones a la fuerza, hasta la desaparición del diccionario
Caracas, Venezuela Ι Abril 2014.
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LA MONEDA Y EL MONOPOLIO ESTATAL DE LA COMPRA VENTA DE
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económico venezolano de las palabras productividad y
competitividad, porque alguna vez se les consideraron
expresiones de la "explotación del hombre por el hombre"
encontraremos las razones de ¿por qué los privados no
exportan?” (Ver: http://goo.gl/Yd6rpg).
Por último, el control de cambios refuerza el manejo discrecional
y opaco de las reservas internaciones, respaldo del dinero
circulante, y de cuyo nivel depende que hayan o no en la
economía lo siguientes bienes y servicios, cosa que no ocurre al
día de hoy según explica Larralde debido a la “caída” de las
reservas: “…aumenta la demanda [el consumo de quienes cada
día tienen más dinero inorgánico] también porque se ha destruido
el aparato productivo interno, está estancado o reduciéndose en
muchos casos, entonces, obligatoriamente, hay que acudir a las
importaciones”, señaló García Larralde. A pesar de que el
vicepresidente del área económica, Rafael Ramírez, afirma que
se tienen los recursos para satisfacer las necesidades gracias a
la existencia de otras fuentes de divisas, la asignación de
recursos y el manejo de esos fondos no pasan por ningún
mecanismo de control. De acuerdo con el informe de gestión
más reciente de Pdvsa, entre 2001 y 2012 la estatal transfirió de
forma directa a misiones sociales 174,1 millardos de dólares.
Solo en 2012, la contribución fue de 43,8 millardos de dólares.
Ese monto supera la transferencia formal al fisco a través de
regalías, impuestos y dividendos, que cerró 2012 en casi 20
millardos de dólares. Los aportes al Fonden en 2012 fueron de
15,5 millardos de dólares y de casi 60 millardos de dólares entre
2001 y 2012. De esas inversiones no se conoce mucho, pues la
información no es pública ni se revisa por ningún organismo
contralor” (Ver: http://goo.gl/A7wNWC).
4.– COSTO BENEFICIO
Estabilización de reservas internacionales e imposibilidad de
“fuga de divisas”:
El principal beneficio que ofrecía la aplicación del control
cambiario, es decir, del monopolio de la compra, venta y
administración de divisas dentro del territorio nacional a favor de
la República, era la estabilización de las reservas internacionales
e imposibilitar la “fuga de divisas”, pues en la medida que los
dólares que ingresaran a la economía del país, principalmente
por concepto de exportaciones, fueran todos estatales, ya por
derivar en forma directa del negocio petrolero, ya por ser
vendidos obligatoriamente por los privados al BCV, se podría
incrementar y mantener un nivel de reservas internacionales en
divisas estable e impedir que particulares, según sus decisiones
individuales, sacaran del país divisas debilitando el respaldo del
circulante así como la capacidad de pagos de la República; sin
embargo, ese beneficio no se logró, y el costo de este monopolio
cambiario ha sido, según lo expuesto en este Análisis, la
atribución de un poder ilimitado al Gobierno Nacional para
administrar las divisas que ha ido acumulando, sin rendición de
cuentas ni sujeción a controles políticos, fiscales o judiciales, lo
que ha hecho posible que buena parte de esas divisas no sólo no
hayan entrado nunca a las reservas internacionales (como se
indicó, PDVSA no reporta al BCV todas las divisas que recibe
para que vayan a las reservas internacionales, sino que una parte
considerable las remite a los “Fondos especiales”, como el
FONDEN y el Fondo Chino, no sujetos a control alguno en su
manejo), sino que incluso estando ya en tales reservas hayan
salido por decisiones políticas del Gobierno Nacional, o por la
urgencia de honrar pagos con acreedores fuera del país.
Planificación de las importaciones y determinación de los
bienes y servicios que serán consumidos:
Otro beneficio que se ha ofrecido con la aplicación del
control cambiario es que mediante su aplicación se podrían
planificar la importación y producción en algunos casos de bienes
y servicios considerados básicos para la población, como
alimentos, medicinas, tecnología, etc., al no hacer depender los
procesos de importación
y producción de las decisiones
particulares de empresas privadas, sino de un planificador
central, que estaría en capacidad de “conocer las verdaderas
necesidades del pueblo” y desechar la demanda que
corresponde a lujos o bienes y servicios suntuarios, y por tanto,
de satisfacer con carácter general y eficiencia las necesidades de
la población; tal beneficio no se ha logrado, y el costo que se ha
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generado, efecto de la conocida imposibilidad de cálculo
económico en la planificación central socialista y la arrogancia
que significa el pretender planificar la economía (si bien el
Vicepresidente del Área Económica declaró que “lo que estaba
sucediendo antes [del SICAD y de la creación del CENCOEX] es
que veíamos cuántas divisas teníamos pero su utilización estaba
sin una planificación, no quiero decir ni siquiera adecuada, sino
que no existía planificación”; ver: http://goo.gl/hFzSIq), ha sido el
crecimiento de una deuda del Estado venezolano en divisas con
proveedores en el extranjero y con empresas privadas
importadoras o prestadoras de servicios que operan en
Venezuela que alcanza los US$ 13.400 (Ver sobre el tema:
http://goo.gl/LW5aLJ), así como una creciente escasez de bienes
y servicios debido a la ineficiencia, corrupción y altísima
discrecionalidad en la “asignación” de divisas preferenciales por
parte tanto de la Administración cambiaria como del BCV.
Prohibición de operaciones económicas que impliquen
compra y venta de divisas en el territorio nacional y
desincentiven el cumplimiento de obligaciones en moneda
distinta a la de curso legal (Bolívar):
Otro beneficio que se esperaba de la aplicación del control
de cambios era fortalecer la moneda nacional, el Bolívar, al
establecer en las normativas cambiarias como regla general el
que las operaciones con fines comerciales o ánimo de lucro se
pactaran en moneda de curso legal (si bien se puede aún pactar
negocios a cumplir con divisas, esto sólo es posible en contados
casos y con importantes limitaciones), incrementar el ahorro en
bolívares y crear confianza en el signo monetario del país; tal
beneficio, sin embargo, no se logró, ni siquiera tras la conversión
del Bolívar en “Bolívar Fuerte”, pues el Gobierno Nacional,
aunque pretendiendo ocultarlo mediante eufemismos propios de
una neolengua anti-democrática, ha devaluado en varias
oportunidades en los últimos años la moneda nacional (la cual se
mantiene ampliamente sobrevaluada respecto al dólar), sigue,
en corresponsabilidad con el Directorio del BCV, una fuerte
política de emisión de dinero inorgánico y lejos de crear
confianza para invertir en el país ha alejado el interés en traer
capitales legítimos a la economía nacional, con la política de
“expropiaciones” y en general con el desconocimiento de la
propiedad sobre bienes de producción, agravado ello por las
restricciones para pactar en divisas obligaciones a ejecutar
dentro del territorio nacional, todo lo cual ha debilitado y tornado
casi inútil el signo monetario nacional.
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Subsidia, sin reconocer derecho a ello, el consumo de parte
considerable de los bienes y servicios consumidos pero no
de la totalidad de éstos:
Quizá el beneficio más “popular” del control cambiario ha
sido el subsidio directo al consumo y la recreación que tal política
permitió ejecutar al Gobierno Nacional entre 2003 y 2012 con
niveles de eficiencia (debido a la abundancia de divisas
provenientes del petróleo y sus altísimos precios internacionales),
a través de la entrega directa a las personas de dólares
preferenciales, mediante el sistema de “cupos” para realizar
compras electrónicas y pagos en el extranjero, de venta de
divisas para viajes al extranjero, de remesas para familiares que
habitan en el extranjero, para el financiamiento de estudios y
otras actividades en el extranjero, e incluso (en los tiempos del
SITME) para financiar actividades económicas y ahorro en
moneda extranjera fuera del territorio nacional (objetivo
contradictorio con el que dio base política y económica al control,
como fue la protección de las reservas internacionales); el costo
de ese subsidio ha sido la pérdida de millones de US$ por actos
de corrupción (el Ministro Jorge Giordani ha indicado que al
menos US$ 20 mil millones se asignaron a empresas
inexistentes, llamadas “de maletín”, ver: http://goo.gl/ajLCiT), lo
cual era absolutamente predecible luego de las experiencias
cambiarias de los Gobiernos anteriores a 1998, así como la falta
de inversión de esas divisas, que se orientaron al consumo
privado (es decir, se gastaron para satisfacer fines privados, no
para proveer bienes públicos que el Estado esté llamado a
suministrar), en servicios, bienes y fines que sí corresponden a
bienes públicos que el Estado está según la Constitución
obligado a proveer y garantizar a todos sin discriminación, como
por ejemplo, seguridad, infraestructura, justicia, salud, educación,
etc., de modo que buena parte de la población venezolana, en
este sentido, eligió cambiar “una herencia por un plato de
lentejas”.
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Otorga poder discrecional (soberano) al Gobierno Nacional
para administrar las reservas internacionales y honrar (o
no)
compromisos
internacionales
e
interno
con
proveedores y demás acreedores privados:
El monopolio estatal sobre las divisas existentes en el
economía nacional estaba llamado a permitir al Gobierno
Nacional organizar mejor sus cuentas, limitar sus niveles de
endeudamiento externo e interno, planificar mejor sus formas y
tiempos de pago en divisas, y en definitiva, reducir al máximo los
signos de estabilidad y confianza en su capacidad de pago,
alejando toda sospecha de insolvencia o incapacidad de honrar
sus deudas legítimamente adquiridas (es decir, el riesgo de
default); sin embargo, ese beneficio no se logró, y por el manejo
indebido, opaco, discrecional, con sesgo ideológico y
presumiblemente apuntando más al interés de Naciones
extranjeras que al venezolano, el costo de este monopolio de
divisas ha sido en los últimos años un crecimiento en la
percepción del riesgo país, así como el temor en los mercados
internacionales de que el Gobierno Nacional tiene problemas de
liquidez, que eventualmente le pueden llevar a no cumplir con la
deuda externa que ha contraído en los años de bonanza
petrolera, según lo confirma esta reciente nota de prensa:
“Durante los últimos ocho días los analistas que siguen de cerca
el desenvolvimiento de la economía venezolana reciben a diario
llamadas de fondos de inversión preguntando insistentemente si
el Gobierno cumplirá con el pago de los compromisos de deuda
en divisas previstos para este año que, incluyendo a Pdvsa,
suman 11 mil millones de dólares. La principal razón para la
incertidumbre es que el Gobierno emite señales de tener poca
liquidez para atender la demanda de dólares del sector privado,
donde empresas como Toyota están paralizando plantas,
escasea la materia prima y los inventarios caen velozmente. Las
empresas recibieron por parte de Cadivi lo que se conoce como
Autorización de Liquidación de Divisas (ALD) y con este aval,
compraron materia prima u otro tipo de requerimientos a
proveedores en el exterior. El problema es que las divisas no
han sido desembolsadas y las compañías tienen una deuda por
el orden de 9 mil millones de dólares” (Ver: http://goo.gl/
HHCh8L).
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Conclusiones y recomendaciones
El control de cambios o monopolio estatal de la compra, venta y administración de las divisas que circulan
en la economía nacional, además de una política inconstitucional (pues no se basa en una ley sino en
actos sub-legales que desconocen atributos esenciales de la propiedad privada y la libre empresa), ha
sido una política irracional e ineficiente en términos económicos, ya que no ha contribuido a estabilizar,
aumentar y proteger las reservas internacionales, no ha impedido la salida de capitales privados de la
economía nacional, ni ha fortalecido la moneda nacional; en cambio, ha permitido el uso arbitrario y sin
rendición de cuentas de las divisas que recibe el Estado, ha debilitado las reservas internacionales,
aumentó la dependencia de las exportaciones petroleras y ha impedido el desarrollo de exportaciones no
petroleras, ha generado la más elevada y perjudicial corrupción en el manejo de esos fondos públicos, ha
tornado a los ciudadanos en meros consumidores parasitarios de la renta que genera el negocio del
petróleo, debilitando sus capacidades productivas, sus virtudes políticas y la acción humana que crea
riqueza, y ha generado múltiples distorsiones en la economía nacional, al no haber logrado la soñada
planificación central que permitiría satisfacer las necesidades de bienes y servicios básicos para la
población (es decir, la “suprema felicidad social”).
En vista de lo anterior, desde CEDICE recomendamos, siguiendo en ello a los más destacados
economistas y expertos en la materia, la eliminación planificada del ineficiente y perjudicial control de
cambios vigente desde hace más de una década en el país, para lo cual es apropiado tomar en
consideración la experiencia de los países que padecieron controles cambiarios y de precios como los
aplicados en Venezuela, a fin de determinar la forma más prudente y eficaz de lograr lo que ha de ser la
regla en un país que aspire a generar bienestar para su población en libertad, a saber, la plena libertad
cambiaria o libre convertibilidad de la moneda local en divisas, como ocurre en países como Chile o
México, siendo un ejemplo emblemático de cómo pasar de una economía de controles a una economía
abierta el llamado “milagro alemán”.
[email protected]
www.cedice.org.ve
6
Elaborado por:
Luis Alfonso Herrera O. Licenciado en Filosofía. Abogado.
Especialista en Derecho Administrativo (UCV)..Profesor de
las Universidades Central de Venezuela y Católica Andrés
Bello . Investigador del Observatorio Económico Legislativo
de CEDICE
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Documento “Promoción del Dialogo Democrático a través del
Análisis Legislativo Económico.
CEDICE-CIPE Mayo 2014
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