EL PERIODISTA COMO CREADOR Y DISEÑADOR INDEPENDIENTE DE CONTENIDOS INFORMATIVOS: BLOGS Y NUEVAS FORMAS DE PERIODISMO EN LA ERA DIGITAL Autoras: Mª de los Ángeles Cabrera González, Universidad de Málaga Gema Casquero, Servicios Web Internalia S.L. Marta Fernández Lopera, Universidad de Málaga Eva Jiménez Tenza, Universidad de Málaga Resumen: El papel del periodista como gestor de la realidad debe ser (re)interpretado en una sociedad que ya es mediática y que espera comprender la realidad a partir de múltiples canales de información. El profesional de la información ha de prepararse para trabajar la información en distintos formatos y géneros a fin de hacerla llegar a los consumidores finales por el mayor número posible de canales o medios de comunicación. La propia evolución tecnológica facilita al periodista desvincularse de cualquier empresa mediática diseñada a la vieja usanza gracias a la posibilidad de aportar información por vías alternativas como las que ofrecen el fenómeno de los blogs y de los wikis. No obstante, y junto con esa posibilidad de ejercer el periodismo desde la más absoluta autonomía y libertad de expresión, es preciso asumir la responsabilidad ética de la práctica periodística para construir sobre ella la credibilidad y prestigio que darán fuerza al nuevo periodismo y mejorarán el actual. Por otra parte, y con afán de ir más allá de una mera teoría sobre esta cuestión, es preciso buscar soluciones rentables al ejercicio de la profesión periodística desde la libertad poniendo un precio a la misma que no suponga un castigo para el periodista, sino más bien, lo que debería considerarse como una justa remuneración al trabajo honestamente realizado. Esta comunicación parte de la hipótesis de que es posible ejercer un periodismo desde la más absoluta libertad a través de Internet, pero es necesario buscar una fórmula de negocio que lo haga rentable. Este estudio se propone como objetivo analizar a los propios medios de comunicación como mercado potencial de las informaciones generadas por profesionales que trabajan desde su independencia o desvinculación con esas empresas. Para ello, aplicará como metodología fundamental la entrevista a expertos, la mayoría de los cuales serán los directivos de los principales medios de comunicación digital o cibermedios españoles. 1. Introducción El periodismo se ha visto afectado por la aparición y desarrollo de Internet, así como por las consecuencias que la evolución y el aumento de contenidos informativos del ciberespacio plantea a los responsables de los medios de comunicación. La nueva realidad que se construye a través de la red ha obligado a los medios de comunicación a hacerse presentes en ese nuevo entorno digital, pero también, a evolucionar con la propia tecnología y a incorporar cada vez mayores elementos comunicativos e interactivos que respondan a las expectativas del público y/o la audiencia. Inicialmente, los usuarios de Internet acostumbraban a acudir a la red en busca de información y entretenimiento. Sin embargo, a medida que avanza el conocimiento y familiarización con la tecnología web, el consumidor de información digital tiende a convertirse en sujeto activo. Eso implica tener en cuenta su capacidad de publicar o editar contenidos, personalizar o definir el modo en que quiere consumir los contenidos de Internet y poder para crear comunidades dentro de la propia red. La denominada web 2.0 no es una nueva tecnología sino la evolución que ha llevado a la sociedad a tomar un papel más activo dentro de Internet. Esta nueva forma de entender la comunicación influye de tal manera en los medios de comunicación que no tienen más remedio que reinventarse para ofrecer a los usuarios las experiencias de comunicación bidirecional y participativa que ya se ven hechas realidad en ejemplos como los diarios editados por las propias audiencias siguiendo el modelo de Ohmynews.com. El papel del periodista como gestor de la realidad también debe ser (re)interpretado en una sociedad cada vez más mediática y que espera comprender la realidad a partir de múltiples canales de información. La abundancia de información que ha dado lugar a lo que algunos autores denominan infopolución, justifica la necesidad de un profesional de la comunicación que asuma el papel de mediador, intérprete y referente para el usuario del medio Internet. Esta nueva función o nuevo rol del periodista en la era digital plantea una serie de retos desde el punto de vista formativo y ético. Para asumir este nuevo papel, el profesional de la información ha de formarse en las nuevas tecnologías y prepararse para trabajar la información en distintos formatos y géneros a fin de hacerla llegar a los consumidores finales por el mayor número posible de canales o medios de comunicación. Algunos estudios de investigación a los que se hará referencia más adelante, han demostrado que la empresas informativas requieren de los jóvenes profesionales esa formación en nuevas tecnologías, junto con la capacidad de interpretación de la realidad, conocimientos en redacción y diseño de los contenidos informativos, y conocimientos deontológicos sobre el ejercicio de la profesión. Otra de las consecuencias de la propia evolución tecnológica es que facilita al periodista desvincularse de cualquier empresa mediática diseñada a la vieja usanza, gracias a la posibilidad de introducir información en la red de redes por vías alternativas como las que ofrecen el extendido fenómeno de los blogs y de los wikis. No obstante, y junto con esa posibilidad de ejercer el periodismo desde la más absoluta autonomía y libertad de expresión, parece necesario asumir la responsabilidad ética de la práctica periodística, para construir sobre ella la credibilidad y prestigio que darán fuerza al nuevo periodismo y mejorarán el actual. Por otra parte, y con afán de ir más allá de una mera teoría sobre esta cuestión, es preciso buscar soluciones rentables al ejercicio de la profesión periodística desde la libertad, poniéndole un precio a ese trabajo que no suponga un castigo para el periodista, sino más bien, lo que debería considerarse como una justa remuneración a la labor informativa honestamente realizada. Este estudio parte de la hipótesis de que es posible ejercer un periodismo desde la más absoluta libertad a través de Internet, pero resulta necesario buscar una fórmula de negocio que lo haga rentable. Este trabajo se propone como objetivo analizar a los propios medios de comunicación como mercado potencial de las informaciones generadas por profesionales que trabajan desde su independencia o desvinculación con esas empresas. Para lograr este objetivo, se ha aplicado como metodología fundamental la entrevista a expertos, la mayoría de los cuales dirigen los principales medios de comunicación digital o cibermedios españoles. 2. Continuos cambios en los medios y creciente protagonismo de las audiencias Desde la aparición de Internet los medios de comunicación han ido incorporándose paulatinamente a la red de redes y una vez “enredados” han ido evolucionando hacia modelos comunicativos cada vez mejor adaptados al nuevo canal de comunicación online o en línea. De esta forma se ha cumplido el proceso evolutivo que ha permitido la convivencia de los modelos de reproducción facsimilar de la información, con los modelos de información adaptada al nuevo medio, los modelos propiamente digitales y, por último, los que se acercan a lo que podríamos denominar modelos multimedia (Cabrera, 2004, 404-405). Tras la incorporación a la red y la evolución mencionada, los medios presentes en la red, también denominados cibermedios (ya se vinculen a medios existentes anteriormente o hayan nacido sólo para Internet), están experimentando en estos momentos un proceso de convergencia digital que afecta a cada medio en diversos planos, entre los que se encuentran: el tecnológico, el productivo, el distributivo, así como el del papel del propio profesional y el de las audiencias. El nivel de convergencia digital alcanzado por estos medios digitales se presenta como un nuevo campo de estudio que actualmente se investiga desde el proyecto de I+D del Ministerio de Educación y Ciencia español y que lleva por nombre, “La convergencia digital de los medios de comunicación de España”, al cual pertenece la autora principal de este trabajo, Mª Ángeles Cabrera como coordinadora del subproyecto especializado en los Profesionales (SEJ200614828-C06–04). Pese a que aún es pronto para arrojar resultados en torno a esa convergencia, no lo es tanto para demostrar que ya existen experiencias en nuestro país que demuestran el intento de grupos y medios de comunicación por llegar a una nueva estructura interna y/o externa que facilite esa convergencia tecnológica, de contenidos (en cuanto a la producción y distribución), así como de mayor interactividad con la audiencias y de nuevas rutinas profesionales. En mayor o menor medida, resulta obvio que, en los últimos años, los cibermedios han evolucionado con la propia tecnología y han incorporado nuevos equipos, contenidos y servicios atendiendo a las demandas de sus audiencias. Así, por ejemplo, se comprueba la inversión en cámaras basadas en tecnología digital por parte de una gran cantidad de televisiones locales y nacionales, periódicos y agencias de comunicación en todo el territorio español. Igualmente, los blogs realizados tanto por periodistas, como por las propias audiencias, se han incorporado a los contenidos y servicios informativos de los cibermedios (Cabrera, 2005, 335). Precisamente, las audiencias o usuarios de la información a través de internet han demostrado con su participación en los sondeos o encuestas de opinión de los medios digitales su evidente interacción con los cibermedios (Cabrera, 2005, 331). Esa actitud participativa de las audiencias ha llegado a sus cotas más altas con la elaboración de contenidos informativos por parte de los internautas en blogs, videoblogs, foros, wikis, YouTube o en medios ideados con ese fin, entre los que podemos citar el caso del periódico local norteamericano www.rocwiki.org, realizado exclusivamente por sus vecinos; o el ejemplo de naplesnews.com, que integra el contenido originado por sus lectores. Pese a que la gran mayoría de estas iniciativas no logran llamar la atención más allá del círculo de conocidos de los propios autores, el periodismo se encuentra, en cierto modo, amenazado tanto interna como externamente. Y este hecho se debe a la dificultad, cada vez mayor, de realizar un periodismo profesional, independiente y al servicio de la sociedad. Quienes quieren ver en la nuevas tecnologías una influencia positiva sobre la profesión, afirman que son precisamente éstas las que ofrecen la oportunidad para avanzar en el ejercicio de un mejor periodismo (Varela, 2006), pero qué duda cabe de que el periodismo necesita encontrar de nuevo su identidad y definir las pautas sobre las que apoyar su quehacer periodístico, sobre todo, frente a la falta de independencia en los medios existentes y la fuerza con que de forma libre compiten con ellos los propios ciudadanos. Los usuarios de internet, además de publicar sus propios contenidos, se están haciendo “proactivos”, es decir, definen cómo desean ver el contenido de otras fuentes. Las posibilidades de la tecnología RSS que recoge y agrupa contenidos por un agregador, las aplicaciones de búsqueda, o los softwares para la descarga de vídeo, como TiVo, por mencionar algunas de ellas, han comenzado a liberar el contenido de los recipientes en los que se intenta poner. Como afirma Tom Curley, director general de Associated Press “en esta proxima fase (de la red), el contenido será más importante que el continente”1. Los internautas “proactivos” obligan, en un estudio como éste, a tener en cuenta la evolución que se está produciendo en el modo en que la gente utiliza la red. Esa evolución que algunos llaman Web 2.0 o Web social no se refiere a un nuevo producto o una nueva tecnología, sino más bien, a una nueva forma cultural y social que obliga a un nuevo replanteamiento del trabajo periodístico. Si en la web 1.0 se funciona dando por sentado que el editor es el que se encuentra en el lado del servidor, y el cliente es el 1 Véase “Los ingredientes de la Web 2.0”, en Revista Internacional de Estrategia, Negocio y Tecnología para Periódicos, Especial Técnicas de Prensa. Disponible en: www.ifra-nt.com [consulta, 26 de enero de 2007] consumidor de información, en la Web 2.0 ese modelo de comunicación no se da siempre, y aunque aún es un concepto todavía no concluido, se caracteriza por los siguientes aspectos fundamentales: el público se convierte en el editor de información, es él el que define cómo quiere ver la información y está constituyendo comunidades en este proceso. Todas esas características afectan necesariamente al diseño y elaboración de los contenidos en Internet, entre otros motivos, porque han de ser tenidas en cuenta a la hora de diseñar cualquier web, de manera que no sólo sea una respuesta en forma de simple web a la solicitud de información que desde los navegadores pueda realizar cualquier usuario, sino una web que informe y que permita la interactividad al usuario para la edición de más información, personalización en el modo de ver esa información y posibilidad de participar en una comunidad. Junto a estas nuevas características de los consumidores desde la generalización del uso de internet, destaca la creciente popularidad del wiki, reflejada en el imparable crecimiento de Wikipedia, la mayor enciclopedia jamás publicada. La idea de que la gente debería corregir y completar las páginas de la red se presenta como un desafío para el ya viejo modelo de la Web 1.0. Aunque todavía pesa sobre los profesionales de la información el estrepitoso fracaso del experimento “wikitorial” de Los Angeles Times, el Wiki o la posibilidad de crear contenido informativo o conocimiento de forma fácil y desde cualquier lugar es una característica cada vez más común en el amplio panorama de la red. Esta peculiar forma de entender la comunicación a través de internet, como algo flexible, participativo y abierto influye de tal manera en los medios de comunicación que éstos han de reinventarse para poder ofrecer a sus audiencias las experiencias de comunicación bidirecional y participativa que ya se han visto hechas realidad en los ejemplos anteriormente citados. orientación en el enmarañado paisaje comunicativo que presenta la red (Cabrera, 2005, 323) 3. Evolución del profesional de la información, hacia el periodista digital e independiente Las funciones del periodista ante los nuevos medios no sólo cambian sino que además, se amplían ya que ahora el periodista elabora los contenidos pero también ha de completarlos con enlaces, facilitar la interactividad con los internáutas y asumir nuevos roles como el de gestor o mediador de los contenidos que circulan por la red. El papel del periodista como intérprete de la realidad recobra un nuevo valor en el ciberespacio debido a que la abundancia o superabundancia de información (también denominada infopolución) plantea la necesidad de ofrecer servicios que sirvan de guía y Ese nuevo servicio se concreta en la figura del periodista como gestor de la información, lo cual se considera una novedad, ya que como afirma Rodríguez, lo novedoso hoy es el caudal y la variedad de la información disponible, y no tanto el hecho en sí de que los hombres se comuniquen o que transmitan información (Rodríguez, 1995, 67). La gran cantidad de información disponible no ha asegurado una mejor comunicación e información para los ciudadanos, ya que éstos más bien se han visto abrumados y aturdidos ante tanta oferta informativa. Como consecuencia, la desinformación se ha convertido en el efecto negativo de esta ampliación de posibilidades comunicativas. La mejor manera de combatir este problema, que afecta a gran parte de la sociedad, es aportar una solución desde la propia profesión periodística, ya que son los profesionales de la información los mejor capacitados para valorar e interpretar las informaciones, ofreciendo una jerarquía y síntesis adecuada de los contenidos informativos que sirva para entender la complejidad de la realidad en la que vivimos. Esta nueva función del periodista como gestor de contenidos dota a la profesión de una nueva dimensión social y de servicio desde el propio trabajo (Cabrera, 2005, 323). Como recuerda Azurmendi (1997, 27) la dimensión social del periodismo debe cumplirse, además, independientemente de que la empresa tenga como objetivo prioritario la obtención de beneficios. De esta forma, el periodista se enfrenta al reto de su adecuada formación y comportamiento ético para el ejercicio libre y a la vez responsable de la profesión. Sólo desde la ética, el profesional de la información podrá diferenciarse de cualquier otro tipo de emisor de contenidos a través de Internet, tal y como afirma Casasús (2001) Frente a éste requisito primordial del comportamiento ético, aparece como secundaria la formación en nuevas tecnologías (Cabrera, 2007b), sin embargo, estudios recientes han demostrado que la formación del periodista que demandan las empresas, valora casi por igual estas dos habilidades en el nuevo profesional. En concreto, nos referiremos al estudio sobre la situación laboral de los licenciados en Ciencias de la Comunicación llevado a cabo en la Universidad de Málaga donde se concluye que los conocimientos que más demandan las empresas a sus nuevos contratados son, por orden de prioridad: conocimientos en redacción y diseño (6,5 puntos), capacidad para interpretar y analizar la realidad (6,1 puntos), nuevas tecnologías (5,8 puntos), ética profesional o deontología (5,2 puntos), seguidos de los conocimientos en protocolo y relaciones públicas (otros 5,2 puntos), producción (4,7 puntos), técnicas de realización y montaje (4,4 puntos), y en último lugar, conocimientos en fotografía (3,8 puntos). Una vez definidas las materias en las que parece necesario reforzar la formación de los futuros profesionales, parece lógico señalar las cualidades que las empresas piden a sus contratados para realizar su trabajo. Esas cualidades se encuentran entre los resultados finales del estudio ya mencionado en el siguiente orden: capacidad comunicativa, capacidad de respuesta rápida, capacidad de trabajo en equipo, iniciativa, creatividad e imaginación, flexibilidad, educación, seguridad, credibilidad, honestidad, imagen, espíritu de liderazgo, conformismo, ambición, equilibrio, y por último, otras2. En un estudio complementario al anterior y realizado desde el grupo de investigación Labcom en colaboración con la empresa de servicios web Internalia, se ha podido conocer el modo en que los principales medios españoles, hoy presentes en Internet, adquieren contenidos que no son de elaboración propia, sino procedentes de otras empresas o de periodistas autónomos e independientes. En sus respuestas a las preguntas formuladas a este respecto por los citados investigadores, se comprueba que la mayoría de los medios ya están comprando contenidos digitales en distintos formatos (texto, audio, video…) y que esos contenidos se prefieren cuando son de máxima actualidad, o bien, cuando se trata de temas de interés, o especializados en economía, tecnología, informática, cultura… o incluso, de temas de actualidad permanente. Se trata, por tanto, de una nueva realidad que ofrece la posibilidad de crear empresas de comunicación que se dediquen expresamente a la elaboración de contenidos informativos para luego servirlos o venderlos a los medios de comunicación anteriormente existentes y con presencia en internet, de forma similar a como lo hacen las agencias de noticias. Esta realidad reconoce la posibilidad del trabajo del periodista independiente y no vinculado a una empresa con línea editorial concreta y por tanto, sujeta a los condicionantes o presiones que suelen imponer las empresas o instituciones que colaboran o aparecen vinculadas con el medio. La independencia del profesional en la elaboración de los contenidos informativos, asegura la libertad de expresión y da la oportunidad de conocer la realidad desde puntos de vista menos mediatizados que los que ofrecen los medios convencionales. Para que el ejercicio independiente de la profesión se convierta en un auténtico servicio a la sociedad ha de respetar los principios básicos sobre los que se fundamenta el quehacer periodístico, tales como la veracidad, claridad, transparencia, comprobación de los hechos y de las fuentes, complitud, etc. de las informaciones. 2 Cabrera, M.A. Informe sobre la situación laboral de los licenciados en Ciencias de la Comunicación. Facultad de Ciencias de la Comunicación. Universidad de Málaga. 2007. La otra vía por la cual los periodistas pueden elaborar y distribuir contenidos por si mismo es la misma que antes atribuíamos a las audiencias, es decir, la posibilidad de escribir y producir información para blogs, wikis, etc. Cuando ese ejercicio profesional se basa en la más absoluta autonomía y libertad de expresión, se traduce en un claro respeto a la ética de la práctica periodística, pero además, se crece en credibilidad y prestigio, lo cual supone una oportunidad de reforzar y mejorar desde el nuevo periodismo el periodismo actual. 4. Retos empresariales y profesionales en la antesala de la convergencia digital La teorización sobre un nuevo periodismo basado en la libertad y en la independencia no deja de ser un ideal inalcanzable mientras no se busquen soluciones reales que lo conviertan en un trabajo rentable, desde el punto de vista económico y/o empresarial. Aquí se encuentra el mayor reto desde el punto de vista de las empresas y de los profesionales que trabajan de forma autónoma, ya que los últimos estudios sobre la situación laboral de los periodistas han denunciado repetidas veces la situación de precariedad en la que se encuentra esta profesión3. La solución al trabajo periodístico no rentable pasa necesariamente por la reforma del sistema de financiación del periodista y por la defensa de su autoría bajo un precio que ha de suponerse justo y equitativo al trabajo realizado. Pueden por tanto tenerse en cuenta, tanto el coste del tiempo en la elaboración de las informaciones, como el coste por extensión y número de palabras en caso de ofrecerse en formato textual. Para otros formatos, como el sonoro o el audiovisual, los costes del producto informativo pueden establecerse a partir de la duración temporal de los audios o vídeos. De lo que no cabe duda, es que cualquiera de esos formatos puede ser medible y cuantificable y por tanto, 3 Este tema queda así reflejado en Asensio Eva; Calvo, Lucía; Domingo, David y Rubies, Toni (2003) Informe sobre la situació laboral y professional dels periodistes digitals a Catalunnya. Disponible en: http://www.periodistesdigitals.org/cat/informes.h tm establecer unas cuotas de pago preestablecidas que aseguren los ingresos al periodista que las elabora. Afortunadamente, ya existen antecedentes de pago a los periodistas digitales por la elaboración de sus contenidos en función del número de palabras, tal y como demuestra el portal de la región de Murcia regmurcia.com, que paga a sus colaboradores por el número de palabras redactadas. Esta fórmula parece lógica y extensible a otros medios como modelo de negocio o empresa válido para la era digital. Sus ingresos se basan en gran medida, en el proyecto de innovación y desarrollo de las nuevas tecnologías en esa autonomía que lleva a cabo la Fundación Integra, aunque también cuenta con la posibilidad de obtener ingresos por medio de la publicidad. Para el caso de los grandes grupos de comunicación, habría que empezar a plantearse la necesidad de remunerar de forma eficaz el trabajo que los periodistas realizan para los distintos medios, premiando la reproducción de sus trabajos cada vez que son publicados o emitidos por un medio diferente. Por el contrario, no se ajustaría a las nuevos tiempos el hecho de que el periodista trabajara para varios medios a la vez con una misma y única financiación igual a la que percibía antes de realizar las tareas propias del periodista polivalente. El periodista que trabaja según este modelo polivalente debería ser remunerado por tres si trabaja en tres medios diferentes, o por el número que sea en función de la validez de su trabajo para cada medio en el que éste quede reproducido, con independencia de que esos medios pertenezcan o no al mismo grupo de comunicación. A estas alturas, se puede afirmar que todavía no existe una fórmula de negocio que haga rentable el trabajo del periodista en Internet, más allá de las conocidas fórmulas de los ingresos por publicidad o el pago por contenidos. En el primero de los casos, se puede decir que las empresas publicitarias vuelven, tras la crisis del año 2000, a confiar en la eficacia de los anuncios en la red, y por tanto a invertir en los medios digitales. El aumento de usuarios y la generalización del uso de Internet ha contribuido a ello, sobre todo, desde que el público más joven ha empezado a ser el más numeroso en comparación con las demás franjas de edad. Más difícil de acuñar resulta la fórmula del pago por contenidos debido a la cultura de gratuidad que envuelve el entorno de la red, sin embargo, no debería descartarse esta posible fórmula de negocio en el caso de los contenidos informativos más especializados y de calidad, que frente a la gran amalgama de informaciones de procedencia dudosa con que el usuario más selecto se encuentra cuando accede a Internet, pueden cubrir una necesidad por la que algunos estarían dispuestos a pagar. 5. Conclusiones Ya existen experiencias en nuestro país que demuestran el intento de grupos y medios de comunicación por llegar a una nueva estructura interna y/o externa que facilite la convergencia tecnológica, de contenidos (en cuanto a la producción y distribución), así como de mayor interactividad con las audiencias y de nuevas rutinas profesionales. Los usuarios de internet, además de publicar sus propios contenidos, se están haciendo “proactivos”, es decir, definen cómo desean ver el contenido de otras fuentes. La nueva forma de entender la comunicación como algo flexible, participativo y abierto obliga a los medios a reinventarse, a fin de responder a las necesidades de comunicación bidireccional y participativa de las nuevas audiencias, cada vez más jóvenes y familiarizadas desde su infancia con la tecnología digital. Ejercer el periodismo desde la más absoluta libertad a través de Internet parece posible, siempre y cuando se busque una fórmula de negocio que lo haga rentable y ayude al profesional que lo ejerce con una justa remuneración. Se hace cada vez más necesario el papel del periodista como intérprete de la información en el ciberespacio debido a que la abundancia o superabundancia de información (también denominada infopolución) exige nuevos servicios que sirvan de guía y orientación en el enmarañado paisaje comunicativo que presenta la red La dimensión social del periodismo debe cumplirse, independientemente de que la empresa en la que trabaje el periodista tenga como objetivo prioritario la obtención de beneficios. La independencia del profesional en la elaboración de los contenidos informativos, asegura la libertad de expresión y da la oportunidad de conocer la realidad desde puntos de vista menos mediatizados que los que ofrecen los medios convencionales Los propios medios de comunicación son el mercado potencial de las informaciones generadas por los profesionales que trabajan desde su independencia o desvinculación con esas empresas. De hecho, algunos medios ya están comprando los contenidos que necesitan a las fuentes que les ofrecen productos respaldados por su calidad y credibilidad. Bibliografía ASENSIO, Eva; CALVO, Lucía; DOMINGO, David y RUBIES, Toni (2003) Informe sobre la situació laboral y professional dels periodistes digitals a Catalunnya. Disponible en: http://www.periodistesdigitals.org/cat/informes.h tm AZURMENDI, A. Derecho de la Información. Guía jurídica para profesionales de la información. Pamplona, EUNSA, 1997. p. 27. CABRERA, Mª Ángeles. “Periodismo digital y nuevas tecnologías”, en BARRERA, C. (coord.) Historia del Periodismo Universal. Ariel Comunicación, Barcelona. 2004 CABRERA, Mª Ángeles. “Retos éticos del ciberperiodismo”, en SALAVERRÍA, R. (coord.) Cibermedios. El impacto de internet en los medios de comunicación en España. Comunicación Social Ediciones y Publicaciones. Sevilla. 2005 CABRERA, Mª Ángeles. 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Diciembre 1998 -Profesora Titular de Periodismo en la Universidad de Málaga- Profesora en la misma Universidad de las asignaturas: Tecnología de la Comunicación e Información Escritas, Nuevas Tecnologías, Edición Digital, Periodismo Interactivo y creación de nuevos medios. - Directora del grupo de investigación Labcom de la Universidad de Málaga desde 1997 - Investigadora principal del grupo de investigación Labcom SEJ-389 de la Junta de Andalucía, desde 2001 - Investigadora principal del subproyecto de investigación BSO2002-04206-C04-04 del Ministerio de Ciencia y Tecnología, titulado El impacto de Internet en los medios de comunicación - Miembro investigador del Proyecto Europeo COST-A20 sobre el Impacto de Internet en los medios de comunicación - Desarrollo de tres proyectos de Innovación Educativa con el IEEV de la Universidad de Málaga - Proyecto concertado de investigación con la empresa ComeconSam.SL. (2000-2001) - Proyecto concertado de investigación con la empresa Spain Online (2002-2003) OTRI-PAI02-15 - Investigación conjunta con la Universidad Tecnológica de IImenau (Alemania) en el desarrollo de un seminario online sobre la prensa digital GEMA CASQUERO -Licenciada en Periodismo. Facultad de Ciencias de la Comunicación. Universidad de Málaga. -Comunicación presentada en el European Communication Networks ECN 2000. Universidad de Málaga. “Universidad y Empresa: Diseño de un proyecto integrado para el futuro profesional de la comunicación.” - Miembro del grupo de investigación universitario LABCOM SEJ-389 de la Junta de Andalucía, desde 2001. -Desde diciembre de 2002, gerente de Servicios Web Internalia S.L., empresa de Nuevas Tecnologías del Parque Tecnológico de Andalucía.