LOS PROGRAMAS SOCIALES EN LA REALIDAD DE LA

Anuncio
Los programas sociales en la realidad de la selva
En las últimas semanas reportajes difundidos en los medios periodísticos han cuestionado
la idoneidad de la implementación de los programas sociales (PPSS), tales como
Pensión 65 y recientemente Gas Barato en Pichari (Cuzco). Las investigaciones
periodísticas han expuesto los beneficios a quienes no lo necesitan. Cabe observar que
las denuncias de irregularidades se han presentado mayoritariamente en lugares urbanos
de la costa, donde se esperaría existan relativas facilidades para la fiscalización y el
control. Qué podemos esperar, entonces, de la situación de las áreas rurales de nuestra
selva.
Hay condiciones particulares en la selva que elevan el riesgo de ineficacia de los
programas sociales tal como están diseñados actualmente. Dentro de estas
particularidades podemos identificar la dispersión demográfica; la escasez de vías de
comunicación; lo costoso y poco verificable del Sistema de Focalización de Hogares
(SISFHO); entre otros. En la provincia de Oxapampa, por ejemplo, sólo dos distritos son
beneficiarios del Programa Juntos: Puerto Bermúdez y Constitución. En muchos casos,
sus beneficiarios deben de trasladarse durante horas a través de los ríos para recibir el
beneficio. Si consideramos que tres horas de viaje por río cuesta en promedio 30 nuevos
soles y que, al no tener conocimiento de posibles reprogramaciones, es necesario
pernoctar en las ciudades de distribución; todo se encarece y se reducen los impactos
esperados.
Una situación similar ocurre en el programa de Vaso de Leche. Los costos de distribución
de los recursos (leche, avena y algún otro complemento nutricional) son altos, por este
motivo se realizan en muchos casos de manera trimestral. Por otro lado, se corre el
riesgo de que terminen en manos de los comercios locales por la tentación del volumen
acumulado. Sólo en el distrito de Villa Rica, 18 de los 51 Comités reconocidos
formalmente pertenecen al ámbito urbano. Los demás, de áreas rurales, distribuyen los
insumos de manera directa a los beneficiarios, sin prepararlos. Inclusive quienes los
reciben, deben acarrearlos vía trocha hasta sus domicilios.
Un tema que no ha sido considerado en el diseño de este programa es el escaso (y a
veces nulo) hábito de consumo de lácteos que tienen las comunidades nativas. No se ha
estudiado que muchos pobladores demuestran seria intolerancia a la lactosa, por lo que
este programa les es poco atractivo. La situación llega a tal punto que algunos líderes
nativos señalan: «si desean implementar un programa de apoyo alimenticio deberían
apoyarnos con la crianza de peces o zamaños, porque la leche no es buena para
nosotros».
El Programa Pensión 65 ha sido reclamado por algunos congresistas de la región. Ante
las serias deficiencias que ha demostrado el SISFHO, no sería de extrañar que se
manifiesten irregularidades en igual o mayor intensidad que las hasta hoy presentadas. La
realidad nos muestra que en las áreas urbanas, no se ha podido establecer un padrón
confiable de beneficiarios, ello nos invita a ser cautos en el entorno rural de la selva. En
relación al SISFOH, es una propuesta metodológica que permitiría identificar a los
sectores más necesitados de la población. Aun así, es evidente que ante la falta de una
adecuada supervisión del trabajo de los consultores –a quienes recurren las
municipalidades para su elaboración– seguirán apareciendo deficiencias.
Para terminar, debe reflexionarse sobre la realidad de la formación educativa y acceso a
la información en la región. Si los programas sociales son parte de la estrategia nacional
de lucha contra la pobreza, se hace necesaria una reingeniería de la implementación de
los mismos, propuesta que debe depurar los errores en la selección de beneficiarios.
Desde nuestro modesto entender, para la selva, lo más funcional sería darle mayor
énfasis a los programas sociales promotores de oportunidades económicas, ya que tienen
el agregado de ir reduciendo la dependencia de los beneficiarios a programas
asistencialistas.
desco Opina - Regional / 7 de setiembre de 2012
Programa Selva Central
2
Descargar