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Buenos días y bienvenidos a todas y a todos a este último Foro
del proceso de paz de La Habana.
Un saludo especial a todos aquellos que vinieron desde las
regiones más afectadas por el conflicto armado para compartir
sus propuestas e ideas.
Quiero también agradecer a los destacados panelistas
nacionales e internacionales que nos van a acompañar hoy y
en los próximos días.
Un saludo a los líderes y lideresas. A los embajadores y
embajadoras. Que nos han hecho el honor de acompañarnos
hoy.
Y quiero agradecer a la Mesa de La Habana por habernos
invitado, junto con la Universidad Nacional, a organizar este
Foro, al igual que los anteriores.
A
Es un gran privilegio poder apoyar la participación ciudadana
en el proceso de paz. Esta participación es necesaria para
lograr acuerdos no solo más legítimos. Si no también más
relevantes.
Acuerdos que reflejen las realidades y necesidades de las
comunidades y personas afectadas por el conflicto armado.
(PAUSE)
La tarea que asumen en este Foro es de particular complejidad.
Están aquí para hacer propuestas concretas para los puntos 3 y
6 del Acuerdo General. Fin del conflicto. E implementación.
B
Estos son temas altamente técnicos. Altamente complejos. Pero
también son temas que requieren soluciones innovadoras y
sobre todo soluciones prácticas.
A diferencia de los Foros pasados, el Foro que los reúne hoy a
ustedes hoy tiene como principal enfoque la implementación.
Esto de por sí es un gran logro. Porque muestra cuan lejos ha
llegado el proceso de paz de La Habana. Hay muy pocos
procesos en el mundo que han llegado a ese punto de poder
hablar de implementación. Hoy la pregunta en Colombia hoy
no es si habrá un acuerdo de paz o no, si no, más bien como se
va a implementar ese acuerdo.
(PAUSE)
C
No cabe duda que este proceso. El proceso de La Habana.
Tiene muchos elementos ejemplares cuando lo comparamos
con otros procesos de paz en el mundo.
Su agenda aborda los temas al corazón del conflicto armado.
Los temas esenciales para construir una paz duradera en
Colombia.
Más que en cualquier otro proceso de paz en el mundo
actualmente, las víctimas y las mujeres han jugado un rol
fundamental.
D
Los acuerdos alcanzados hasta la fecha son muy ambiciosos y
sofisticados. Reconocen la necesidad de transformaciones
profundas en el país.
Pero en la construcción de paz, lo que cuenta no es solamente
cuan bien diseñado sea un proceso o cuan sofisticados sean
unos acuerdos. Lo que cuenta, lo que hace la diferencia al final
del día, es hasta que punto esos acuerdos son implementados.
E
El mejor acuerdo de la historia no vale mucho si se queda en lo
escrito. Si es solamente un documento con firmas que no
cambia la realidad del las víctimas del conflicto. Si no llega a
transformar regiones. A transformar vidas.
En la medida que acuerdos no se implementen, la sostenibilidad
del fin del conflicto será más frágil.
Por eso, la implementación es el verdadero desafío de cualquier
proceso de construcción de paz. Y será el verdadero desafío de
este año 2016 en Colombia.
De allí la importancia de este Foro.
F
En lo que sigue. Quisiera compartir con ustedes algunas
lecciones aprendidas sobre la implementación de otros
procesos de paz en el mundo.
Voy a destacar tres aprendizajes que también son relevantes
para Colombia.
El primer aprendizaje tiene que ver con los tiempos. Con la
rapidez con que se empieza la implementación.
Lo que las Naciones Unidas ha aprendido en otros lugares es el
primer año tras la firma del acuerdo esos primeros 12 meses. Los
que definen si la paz se gana. O se pierde.
G
Si comunidades afectadas por el conflicto no ven cambios
tangibles en su seguridad, en su bienestar, en esos primeros 12
meses, la confianza ciudadana en la paz se puede perder. Y
nuevas violencias resurgir.
Por eso es necesario avanzar en la implementación de forma
eficaz. Sin atrasos. Sin trabas burocráticas. Sin reabrir grandes
debates sobre lo acordado. Para que los beneficios de la paz
lleguen lo más pronto posible a las poblaciones afectadas por el
conflicto.
H
La preparación entonces se convierte en un ejercicio de lo más
crucial.
La identificación previa de recursos. De mecanismos de
implementación. De proyectos.
También, aunque parezca puramente técnico, tener un claro
cronograma que defina resultados concretos de
implementación es de enorme relevancia.
Sin un cronograma y sin indicadores que permitan medir
avances, es muy difícil mantener el ritmo necesario para tener
un impacto en la vida de las personas.
I
Una segunda lección aprendida tiene que ver con la
importancia de compromisos duraderos. De coaliciones amplias
en apoyo no solamente a la paz como principio si no también al
proprio contenido de los acuerdos.
La construcción de la paz es un proceso de largo plazo. Siempre
irá más allá del mandato de un solo gobierno; del gobierno que
habrá firmado la paz.
Pero como hemos visto en otros contextos, el interés de nuevos
gobiernos en implementar acuerdos firmados por sus
predecesores, puede disminuir a medida que nuevas
prioridades surgen en la agenda nacional.
J
Además, el contenido de cualquier acuerdo de paz siempre e
inevitablemente deja a muchos insatisfechos.
Algunos dirán que los acuerdos son demasiados radicales. Y
otros dirán lo contrario: que los acuerdos no son lo
suficientemente radicales. No son lo suficientemente
transformadores.
Y esas criticas. De un lado y del otro. Pueden minar o paralizar la
implementación con eternos debates.
Entre el disminuyente interés de nuevos gobiernos y la mutua
insatisfacción de varios sectores, la implementación de
acuerdos de paz puede llegar a un punto flojo.
K
Para evitar que esto suceda, hace falta convertir la
implementación de lo acordado - y no solo el deseo de la paz en un concreto proyecto de nación.
Hace falta construir una amplia y poderosa coalición política
que puede resistir a la polarización de próximas elecciones. Una
poderosa alianza social entre aquellos sectores que entienden
que el compromiso reflejado en los acuerdos es el camino más
factible y más realista para construir un país en paz.
Y que esta alianza – no importa cuan diversa – se comprometa
a que lo acordado sea implementado independientemente de
la voluntad de uno u otro gobierno o de las críticas que
inevitablemente se harán escuchar.
L
El tercer aprendizaje tiene que ver con el rol de las regiones y la
capacidad de estas mismas para implementar proyectos y
políticas de construcción de paz y de responder a los
inesperados retos que surgirán en un periodo de transición.
En La Habana se podrán diseñar acuerdos muy ambiciosos y en
Bogotá se podrán crear marcos legales, políticas y nuevas
instituciones muy sofisticadas.
Pero son las autoridades a nivel regional y a nivel local las que
tendrán que efectuar cambios reales para sus comunidades.
Las que tendrán que mejorar la vida de los ciudadanos en
Puerto Asís, en Guapi, en Bojayá, en San Vicente del Caguán,
en Mapiripán, en Soacha. Y en todas las regiones más
afectadas por la violencia, la pobreza y la exclusión que han
generado más de 50 años de conflicto y olvido.
M
Para que esto suceda, es fundamental que las autoridades
locales tengan capacidades adecuadas. Capacidades para
diseñar. De forma participativa. Agendas de paz y de desarrollo
que avancen los acuerdos. Capacidades para ejecutar
eficazmente esos mismos planes. Capacidades en términos de
recursos humanos. Recursos financieros. E infraestructura.
Actualmente, en muchas zonas de conflicto esa capacidad no
es adecuada. Y también existen problemas de transparencia,
de corrupción – algo que el General Oscar Naranjo, miembro
plenipotenciario del equipo negociador del gobierno, identificó
como uno de los principales obstáculos a la implementación de
los acuerdos.
N
Rapidez y resultados en los primeros 12 meses. Fuertes
coaliciones políticas comprometidas con la implementación de
lo acordado. E instituciones locales capaces de implementar.
Estas son tres importantes lecciones aprendidas de las Naciones
Unidas en otros contextos de transición.
Son lecciones muy relevantes para Colombia, un país con altos
niveles de escepticismo hacia la paz. Un país que sigue
polarizado en torno a las negociaciones. Y un país donde las
regiones de conflicto se encuentran en zonas marginadas con
limitada capacidad institucional y bajos niveles de
infraestructura.
O
Pero Colombia también es un país con grandes recursos. Un país
con un talento humano extraordinario. Y un país que contará
con un apoyo importante de la comunidad internacional.
No obstante los importantes retos, no hay duda alguna que
Colombia puede - si así lo decide - triunfar en la
implementación, así convirtiéndose en un ejemplo de éxito a
nivel mundial.
Lo que se necesitan son propuestas creativas. Ideas
innovadoras. Personas comprometidas y perseverantes y
prácticas. Y esta sala hoy esta llena de personas con esas
cualidades.
P
Los colombianos y las colombianas han enfrentado las
adversidades de 50 años de conflicto con firmeza y con
dignidad.
Hoy, cuando se abren las puertas para construir un nuevo país,
no tengo duda alguna que ustedes utilizarán esa misma fuerza,
esa misma resiliencia, para asegurar que esta oportunidad se
aproveche al máximo para el bienestar y felicidad de futuras
generaciones y para que Colombia pueda traer esperanza a
otros pueblos viviendo guerras sin fin.
Gracias.
Q
R
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