Agro-AL DÍA Boletín Técnico de la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit, Universidad de Costa Rica Encuentre todos los boletines en: www.eefb.ucr.ac.cr En este número: Uso de sensores infrarrojos para la detección temprana de Ralstonia solanacearum en plantas de tomate....... 1 Noticias: - Matambú: nueva variedad de frijol negro....... 4 - Producción de tomate “cherry” en invernadero 5 Eventos de interés...... 6 Febrero 2013 | Número 2 Uso de sensores infrarrojos para la detección temprana de Ralstonia solanacearum en plantas de tomate* Rubén Alfonso Calderón Cerdas El tomate es la hortaliza de mayor consumo en Costa Rica. Según datos de la FAO (2012), nuestro país produjo, en el 2010, cerca de 57 030 toneladas métricas de fruto fresco, las cuales fueron destinadas, en su mayoría al consumo interno. En cuanto al área, en el mismo año se sembraron cerca de 826 hectáreas, de las cuales el 61% se ubicaron en la provincia de Alajuela, seguidas por un 13% en Cartago. La actividad mantiene cerca de 5 000 empleos directos y más de 20 000 empleos indirectos, generando más de 3 000 millones de colones al año (López 2009). R. solanacearum, conocida anteriormente como Pseudomonas solanacearum, es un organismo habitante del suelo que puede ingresar a la planta a través de las heridas naturales, como aquellas producidas durante la emergencia de las raíces, los pelos radicales y a través de lenticelas, o cualquier daño mecánico (Hernández et al. 2005). Luego de ingresar, esta bacteria coloniza el xilema donde se reproduce hasta obstruirlo (Von Bodman et al. 2003); provocando una marchitez como el principal síntoma de la enfermedad (Figura 1). Sin embargo, las plantas enfermas pueden presentar un amarillamiento foliar y el oscurecimiento y necrosis de los haces vasculares. Inicialmente las hojas jóvenes, al estar expuestas al sol, presentan la marchitez (Champoiseau y Jones 2009). Horas o días después, la enfermedad se generaliza a toda la planta, debido a una pérdida de su conductividad hidráulica (Chávez et al. 2012). A partir de los años sesenta, un número considerable de investigadores encontraron aplicaciones potenciales del uso de sensores infrarrojos en la producción agrícola. Inicialmente, los investigadores aprovecharon Figura 1. Planta de tomate con síntomas de marchitez bacterial causada por R. solanacearum. (Foto tomada por el autor). *Avance parcial y preliminar de la Tesis del autor para optar al grado de Licenciatura en Agronomía. Agro-AL DÍA Año 3, Número 2 2 esta tecnología para tomar decisiones acerca de la irrigación de distintos cultivos (Jacson et al. 1981). Recientemente, estos sensores también han sido utilizados en la medición y caracterización térmica de enfermedades en los cultivos (Lenk et al. 2007). Figura 2. Aumento de la temperatura de plantas inoculadas con R. solanacearum durante los primeros seis días posteriores a la inoculación. Panel superior: temperatura (línea, ºC) y humedad relativa (sombra gris, %) del invernadero. Panel inferior: diferencia de temperatura entre plantas enfermas y sanas. Este delta de temperatura contiene un término de error que permite apreciar diferencias significativas entre algunos días. Stoll et al. (2008) utilizaron imágenes térmicas para monitorear la patogénesis de Plasmopara vitícola en plantas de uva. Ellos concluyeron que las termografías revelan la infección cuatro días después de realizada la inoculación y al menos tres días antes de la aparición de los primeros síntomas. Chiwaki et al. (2005) encontraron que hojas de plantas asintomáticas de tomate infectadas con R. solanacearum mostraron un aumento de 0,8 ºC respecto a la temperatura de hojas de plantas sanas. Además, observaron diferencias de hasta 3 ºC al comparar la temperatura de una planta infectada sintomática con respecto a otra sana. Con estos antecedentes, se estableció una prueba con plantas de tomate en estado de prefloración, sembradas en un sustrato compuesto en un 80% por suelo andisol y un 20% por granza de arroz. Las plantas fueron inoculadas con una suspensión bacterial de R. solanacearum. La prueba contó con dos tratamientos: plantas inoculadas y plantas sanas. Cada tratamiento fue repetido 50 veces. Dos equipos infrarrojos fueron utilizados para llevar a cabo la evaluación. El primero de ellos, un termómetro infrarrojo marca Kintrex modelo IRT0421, el cual es de bajo costo y accesible para un productor y, el segundo, una cámara termográfica Flir modelo P640 de alta precisión y costo. Durante los tres primeros días después de su inoculación, no fue posible detectar ningún aumento de temperatura en las plantas enfermas con respecto a las sanas. Sin embargo, en el cuarto día, hubo una leve diferencia de 0,4 ºC entre los tratamientos (Figura 2). El quinto día posterior a la inoculación (DPI), las plantas inoculadas mostraron un incremento de temperatura foliar de 0,9 ºC más que las plantas sanas. A pesar de esta diferencia en la temperatura foliar, las plantas inoculadas aún no evidenciaban la aparición de los síntomas (Figura 3). Recién a partir del sétimo días después de la inoculación, fue posible observar los primeros síntomas de la enfermedad. Figura 3. Dos pares de fotografías de las plantas de tomate evaluadas al sexto día posterior a la inoculación: a) planta sana y, b,) planta inoculada con R. solanacearum. Nótese la predominancia de tonos rojizos en la planta inoculada (b) asociados a una mayor temperatura de las hojas. La primera imagen corresponde a una imagen térmica, mientras que la imagen de la derecha a una imagen digital. Es evidente que la imagen térmica revela información que la imagen digital o la simple observación no detectan (Fotos tomadas por el autor y Carlos Ramírez, Geólogo de la Escuela Centroamericana de Geología). Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno http://www.eefb.ucr.ac.cr Tel. (506) 2511-7798. Fax. (506) 2433-9086 Agro-AL DÍA Año 3, Número 2 3 Posiblemente, el control químico de la enfermedad ha resultado ineficaz debido a que la decisión de aplicar está fundamentada en la aparición de los síntomas de la marchitez bacterial, los cuales comienzan a ser perceptibles por el ojo huFigura 4. Síntomas de mildiu (Oidium lycopersicum) en tomate. Las primeras dos mano cuando la conductiviimágenes son térmicas y, la tercera, fotográfica (Fotos tomadas por el autor y Carlos dad hidráulica de la planta Ramírez, Geólogo de la Escuela Centroamericana de Geología). enferma ha llegado a niveles bajos, que dificultan el movimiento sistémico de los productos aplicados. Si el producto fuera aplicado en la fase asintomática previa, el podría atacar al patógeno con mayor eficiencia. R. solanacearum, no es el único factor que puede inducir un incremento de la temperatura foliar. Como lo indicaron Chaerle et al. (2004), otros patógenos como fusarium, mildiu y el tizón y potenciales hídricos negativos como resultado del déficit hídrico o la acumulación de sales, también podrían generan un aumento de la temperatura foliar (Figura 4). Literatura Citada Chaerle, L; Hagenbeek, D; De Bruyne, E; Valcke, R; Van Der Straeten, D. 2004. Thermal and chlorophyll-flourescence imaging distinguish plant-pathogen interactions at an early stage. Plant Cell Physiology 45(7):887-896. Champoiseau, P; Jones, J. 2009. Ralstonia solanacearum Race 3 Biovar 2 Causes Tropical Losses and Temperate Anxieties. Plant Health Prog. Chávez, P; Yarleque, C; Loayza, H; Mares, V; Hancco, P; Priour, S; Márquez, M; Posadas, A; Zorogastúa, P; Flexas, J; Quiroz, R. 2012. Detection of bacterial wilt infection caused by Ralstonia solanacearum in potato (Solanum tuberosum L.) through multifractal analysis applied to remotely sensed data. Precision Agriculture13 (2): 236-255. Chiwaki, K; Negamori, S; Inoue. Y. 2005. Predicting bacterial wilt disease of tomato plants using remotely sensed imagery. Journal of Agriculture Meteorology 61: 153-164. FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations). 2011. FAO Stat: Rendimiento y área sembrada del tomate (en línea). Roma, Italia. Consultado el 8 de enero del 2012. Disponible en: http://faostat.fao.org/site/567/DesktopDefault.aspx?PageID=567#ancor. Hernandez, Y; Marino, N; Trujillo, G; Urbina, C. (2005). Invasión de Ralstonia solanacearum en tejidos de tallos de tomate (Lycopersicon esculentum Mill). Revista de la Facultad de Agronomía 22 (2): 185–194. Jackson, R; Idso, S; Rejinato, R; Pinter, P. 1981. Canopy temperature as a crop water stress indicator. Water Resources Research 17 (4): 1133-1138. Lenk, S; Chaerle, L; Pfundel, E; Langdorf, G; Van derStraeten, D. 2007. Multispectral fluorescence and reflectance imaging at the leaf level and its possible applications. Journal of Experimental Botany 58 (4): 807-814. López, L. 2009. Venta de tomate en fresco genera cerca de 30 mil millones de colones a la economía. Consultado el 18 de febrero del 2013. http://prensamag.blogspot.com/2012/09/venta-de-tomate-en-fresco-genera-cerca.html Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno http://www.eefb.ucr.ac.cr Tel. (506) 2511-7798. Fax. (506) 2433-9086 Agro-AL DÍA Año 3, Número 2 4 Stoll, M; Schultz, H; Berkelmann, B. 2008. Exploring the sensitivity of thermal imaging for Plasmoparaviticola pathogen detection in grapevines under different water status. Functional Plant Biology 35: 281-288. Von, Bodman; Dietz, W; Coplin, D. 2003. Quorum sensing in plant-pathogenic bacteria. Plant Science Articles 41: 455-82. NOTICIAS Matambú: nueva variedad de frijol negro Juan Carlos Hernández y Rubén Calderón El Programa de Investigación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria en frijol (PITTA-Frijol) con la colaboración de FAO Costa Rica liberó, el pasado 14 de febrero, una nueva variedad de frijol negro llamada Matambú. Matambú es un genotipo, que a diferencia de los demás frijoles negros, muestra resistencia al virus del mosaico dorado amarillo. Además muestra tolerancia intermedia a los principales patógenos de importancia económica en Costa Rica, tales como la mustia hilachosa. Su arquitectura es erecta, arbustiva e indeterminada, pero por lo general produce una guía única corta. La madurez fisiológica del grano se alcanza a los 66 días, y está lista para la cosecha a los 74 días. La liberación de esta variedad ha sido el resultado de más diez años de investigación, siendo sometida a 32 ensayos y 24 parcelas de validación, todas ellas realizadas en distintas zonas productoras de frijol del país. El rendimiento promedio ha sido de 27 quintales por hectárea. Matambú fue evaluada en las principales localidades representativas de la producción comercial de frijol: Pérez Zeledón, Buenos Aires, Los Chiles, Upala y la Cruz. Además, en Puriscal, Esparza, Miramar y Turrialba, siendo este último lugar donde se obtuvo el rendimiento máximo de 35 quintales por hectárea. Cuadro 1. Comparación del rendimiento promedio de Matambú en tres regiones de Costa Rica con respecto a las variedades Brunca y Guaymí, con base en diez ensayos del Vivero Preliminar Nacional (VPN). Región Brunca Central Nacional Matambú 1 230 2 211 1 199 Rendimiento de las variedades (kg/ha) Brunca 720 2 208 867 Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno http://www.eefb.ucr.ac.cr Tel. (506) 2511-7798. Fax. (506) 2433-9086 Guaymí 1 158 2 149 1 205 Agro-AL DÍA Año 3, Número 2 5 Producción de tomate “cherry” en invernadero José Eladio Monge Pérez El pasado jueves 7 de febrero de 2013, la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno celebró el Taller Producción de Tomate “cherry” en Invernadero en sus instalaciones, localizadas en el Barrio San José, Alajuela. A esta actividad asistieron 35 personas, entre productores agrícolas, técnicos, y personas interesadas en el cultivo del tomate “cherry”. Los temas cubiertos durante el taller fueron: manejo del cultivo, fertilización, análisis de crecimiento de la planta, manejo integrado de plagas, criterios de calidad y cosecha y variedades de tomate “cherry”. Además, los participantes discutieron en el invernadero, acerca del comportamiento del cultivo bajo diferentes sistemas de sostén y analizaron los componentes del sistema hidropónico de producción. En el tema de las variedades, los participantes recibieron información sobre el comportamiento de 63 diferentes genotipos de tomate Figura 1. La variedad de formas y colores del tomate evaluados. Entre ellos figuraron variedades de crecimien- “cherry” representan un potencial de innovación. to determinado e indeterminado, y variedades con frutos de diferentes colores (rojo, amarillo, anaranjado, morado) y formas (redondo, alargado, forma de pera, forma de fresa). Finalmente, los participantes degustaron 18 genotipos de tomate “cherry” sobresalientes (Fig. 1). Muchos de estos genotipos producen frutos muy dulces (Brix entre 9,0 a 13,0). Las parcelas de tomate ubicadas en el invernadero responden a diversos proyectos de investigación desarrollados por la Estación Experimental Fabio Baudrit (EEAFBM), gracias al apoyo financiero tanto de la Universidad de Costa Rica como de la Fundación para el Fomento y Promoción de la Investigación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria de Costa Rica (FITTACORI). Entre los productos esperados de estos ensayos está el desarrollo de una metodología para la selección de genotipos de tomate cultivados bajo invernadero, basado en variables como rendimiento, grados Brix, pH, firmeza del fruto y peso del fruto, entre otras. Además, un tesiario obtendrá las curvas de acumulación de materia seca y nutrientes de la planta, información necesaria para aumentar la eficiencia de la fertilización del cultivo y orientar las decisiones sobre cómo lograr un mejor manejo de la planta. Figura 2. Participantes del Taller reciben información de primera mano acerca del tomate “cherry” producido en el invernadero de la EEAFBM. Los participantes mostraron mucho interés por los diferentes aspectos analizados durante el taller y enfatizaron la importancia de la capacitación y las investigaciones para lograr una producción más eficiente y un producto innovador de alto valor agregado (Fig. 2). Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno http://www.eefb.ucr.ac.cr Tel. (506) 2511-7798. Fax. (506) 2433-9086 Agro-AL DÍA Año 3, Número 2 6 Eventos de interés Créditos Producción: Dr. Werner Rodríguez Diagramación: Meliza Villegas Contacto: Dr. Werner Rodríguez [email protected] UCR, Alajuela, COSTA RICA Teléfono: (506) 2511 7798 Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno http://www.eefb.ucr.ac.cr Tel. (506) 2511-7798. Fax. (506) 2433-9086