Discurso Fabrizio, Foro Nacional sobre Víctimas, Cali 3-5 agosto Víctimas del conflicto presentes en este recinto Monseñor Darío Monsalve, Arzobispo de Cali Ignacio Mantilla, Rector de la Universidad Nacional de Colombia Temístocles Ortega, Gobernador del Cauca (tbc) Raúl Delgado, Gobernador de Nariño Juan Fernando Cristo, Ministro del Interior designado Jorge Otálora, Defensor del Pueblo Marta Isabel Castañeda, Viceprocuradora General de la Nación Congresistas que nos acompañan y Delegados de los partidos políticos Expertos internacionales y nacionales Representantes de los países garantes y acompañantes a los diálogos de paz Embajadoras, embajadores y representantes diplomáticos Representantes de las organizaciones sociales, étnicas, de mujeres, empresariales y de las iglesias Amigos de los medios de comunicación Colegas de la Universidad Nacional y de las Naciones Unidas Señores y señoras Buenos días, Aquí estamos reunidos figuras importantes de la vida nacional de la capital y víctimas de las regiones mas apartadas de Colombia que viven en medio del olvido y de la pobreza. Están juntos Colombianas y Colombianos con origines sociales y visiones políticas muy diferentes. También hay personas de al menos treinta otros países, embajadores, expertos y colegas del sistema de Naciones Unidas. Y en toda esta diversidad compartimos un solo fin: El de contribuir al proceso de paz nutriendo la Mesa de Conversaciones en la Habana con propuestas - propuestas relevantes y realistas – para ayudar a las delegaciones del Gobierno y de las FARC a alcanzar un acuerdo sobre el tema de Victimas. Este proceso de consulta con victimas no tiene precedentes en otros procesos de paz y como Naciones Unidas, nos sentimos privilegiados de poder contribuir a la organización de este evento. Este Foro es al mismo tiempo un foro nacional y regional. Aquí hoy están representadas las principales organizaciones nacionales del país. También están las organizaciones sociales del Sur y del Pacifico. Por primera vez un Foro nacional no se realiza en Bogotá sino acá en Cali, en una ciudad innovadora y creativa que constituye una puerta hacia el Pacifico, una de las regiones más afectadas por la violencia y el conflicto armado, especialmente en años recientes. Y lamentamos profundamente los acontecimientos del conflicto en los últimos días: La muerte de Yurani en Miranda y el corte de luz por varios días en Buenaventura. Junto con la Universidad Nacional hemos organizado foros sobre tres otros temas de la agenda del proceso de paz. Sin embargo, ningún otro tema ha generado tanto interés y deseo de participar como este sobre victimas. Más de 1,700 personas participaron en los tres foros regionales sobre victimas que se realizaron en Villavicencio, Barrancabermeja y Barranquilla. El día se reúnen 1,600 personas mas. ¿A que se debe tanto interés en este tema ¿ Creo que, al acercarse la posibilidad de un acuerdo hay un creciente interés de contribuir al proceso. Además, el tema de victimas es el tema más importante y más difícil de la agenda: Con el tema de víctimas se define el modelo de la justicia transicional, una arquitectura integral de medidas para asegurar la verdad, la justicia, la reparación, la no-repetición y la reconciliación. Ningún tema genera tanta polarización como la justicia, ningún desafío va ser mayor que la reconciliación, y nada es más importante que lograr la no-repetición. En los tres foros regionales, la gran mayoría de las y los participantes fueron víctimas directas del conflicto o representantes de organizaciones de víctimas. Todos los hechos victimizantes estuvieran representados, incluyendo víctimas del desplazamiento, de la desaparición forzada, del secuestro y del reclutamiento infantil, entre otros. También hubo una representatividad a nivel sectorial, incluyendo la participación de la empresa privada y de los gremios. En cada foro hubo una presencia significativa y muy productiva de adolescentes y jóvenes. Hemos compartido ya una síntesis preliminar de propuestas generadas en los tres foros anteriores con la Mesa de Conversaciones. La mayoría de las propuestas se concentran en los principios de verdad y reparación. Muchas propuestas solicitan revisar y mejorar la ley de víctimas. Más que un simple cheque que debería reparar el sufrimiento las víctimas piden opciones reales de vida con dignidad. En términos de justicia más que hacer un llamado a medidas de justicia retributiva, la mayoría de las propuestas piden que se reconozca la injusticia vivida y solicitan garantías de no repetición. Aunque muchos temas eran recurrentes, cada foro tuvo un énfasis especial: En Villavicencio había énfasis en las propuestas relacionadas con la protección de líderes sociales. En Barrancabermeja se destacaron propuestas relacionadas a la violencia sexual y varias mujeres hicieron muestra de una valentía admirable al visibilizar este crimen. En Barranquilla, el tema de la corrupción como obstáculo para la reparación de las víctimas fue un tema distintivo así como también lo fue la importancia de la reparación psico-social para contribuir a la reconstrucción del tejido social. En todos los foros regionales se presentaron demandas que se termine ya la violencia y que se escojan caminos para la reducción del impacto humanitario que el conflicto armado continua a causar en varias regiones del país. Otro punto importante que surgió en el ultimo foro regional fue la demanda que las victimas no quieren ser definidas como víctimas sino como sobrevivientes y sobre todo, como ciudadanas y ciudadanos, sujetos de derechos, protagonistas de la paz. Es importante recordar que en los tres foros regionales y en este Nacional no se buscan propuestas de consenso ni tampoco se ha llamado a votar sobre las propuestas. Todas las propuestas han sido escuchadas, todas son importantes y todas han sido y serán sistematizadas y remitidas a La Habana. Invertimos mayores esfuerzos para garantizar pluralidad y un cierto equilibrio en la representación de las víctimas en todos los foros regionales. A pesar de esto, reconocemos que hubo algunas percepciones criticas sobre la representatividad en cuanto al victimario. Aunque en los tres foros registramos una presencia de víctimas de las guerrillas, también recibimos señalamientos sobre la reducida participación de algunas organizaciones. Es cierto que la mayoría de las y los participantes fueron o representaron víctimas del Estado y de grupos paramilitares. A pesar de ello, también hubo inconformidades entre victimas del estado que no se sintieron suficientemente incluidas en los foros. Hay un desafío que nos enfrenta en la organización de los foros y más aun en la organización de las delegaciones de víctimas que irán a la Habana. Muchos hablan de la necesidad de “un equilibrio justo” en cuanto a la representación de las victimas. Obviamente estamos de acuerdo con esto. Al mismo tiempo, me pregunto, ¿ que es un equilibrio justo de victimas? Hay diferentes versiones sobre lo que constituye un justo equilibrio y por lo general las versiones son incompatibles, lo que es justo para algunos es injusto para otros. Y la discusión sobre lo que constituye “un equilibrio justo” es sensible y dolorosa, por que lo que se esconde detrás de las diferentes percepciones de que es justo o no, son preguntas que polarizan: Quien ha sufrido mas por el conflicto ¿ Quien ha causado el mayor numero de víctimas? Tanto en los foros como en las delegaciones podemos tratar de asegurar pluralidad y representatividad, pero Naciones Unidas no puede definir cual es el equilibrio justo, ni lo pretendemos. Y me pregunto honestamente si la cuestión de lo que es un “equilibrio justo” es realmente la pregunta la más pertinente: Poner el énfasis en un llamado “equilibrio” implica enfatizar que entre las víctimas hay dos lados, dos grupos oponiéndose. De lo que he entendido de conversaciones con varias víctimas la división no es tanto entre los de las güerillas y los del estado, si no entre los que portaron armas y los que sufrieron a manos de los que portaron armas. Además hay un numero importante de víctimas que son victimas de dos o mas grupos armados. En viajes por las zonas del conflicto, he escuchado a varios lideres de comunidades decir que ven en todas los personas armadas involucradas en el conflicto un riesgo, un posible amenaza. Creo que más importante que tratar de definir lo que constituye el equilibrio justo, es reconocer que en este conflicto hubo crímenes de guerra y de lesa humanidad por parte de todos los grupos armados. Esto ha sido ampliamente documentado por destacados y valientes historiadores y periodistas Colombianos. Y obviamente también entre los armados hubo víctimas, víctimas de tortura y de secuestro, y de desaparición forzada entre otras violaciones. Y entre los civiles hubo victimarios, personas que nutrieron el conflicto con la retorica de la intolerancia y del odio, los que contrataron y financiaron asesinatos y matanzas, o los que simplemente cerraron los ojos o se callaron cuando pudieran haber hecho algo para prevenir la violencia y las violaciones de derechos humanos. En un conflicto que ha durado tantas décadas, como ha enfatizado Padre Francisco de Roux, hay muchos que, por acción o por omisión llevan alguna responsabilidad. Entonces creo que el punto de partida para cualquier discusión sobre víctimas tiene que ser la humildad, el reconocimiento del otro, la aceptación de una diversidad de experiencias y puntos de vista y la aceptación de que lo que es justo para uno no es necesariamente justo para el otro. En el centro tiene que estar el reconocimiento del dolor de las victimas y de la necesidad de satisfacer sus derechos. Los principios adoptados por la mesa para tratar el punto de victimas y la disposición de la mesa de escuchar a las victimas representan pasos importantes. El momento en que todos los actores reconozcan plenamente y sin distinción las victimas es el momento en que Colombia tomará un paso gigantesco hacia la paz y la reconciliación. Por esto es tan importante en estos foros que nos concentremos no solo en recoger propuestas, pero además en promover la dignificación, el respeto y el reconocimiento de todas las víctimas. Con pocas excepciones, los tres foros regionales se desarrollaron en un ambiente de respeto y de tolerancia. Los participantes hicieron muestra de la mayor consideración al compartir y escuchar testimonios, historias de vida y propuestas. Los foros fueron espacios de construcción de paz y de diálogo. Esperamos que, como en los foros regionales anteriores, este foro nacional se desarrolle en un ambiente de respeto y tolerancia. Pedimos que en todos los momentos del Foro se eviten expresiones de descalificación y se mantenga un clima de respeto hacia la diversidad. Para concluir, quiero recordar las palabras de una mujer en Barranquilla que nos ha dicho que era una víctima de todos los actores armados: “Ya era hora que fuese el tiempo de las víctimas. Y lo que aspiro es que sea un tiempo real para que las palabras tengan credibilidad … aspiro a que se reconozca que a nosotros ninguno de los grupos armados nos derrotó. A pesar de todo, seguimos siendo una población crítica que no cree en las armas. Que cree en el poder de la palabra y en la organización social.” Tenemos confianza que las víctimas y las organizaciones sociales pueden convertirse en los protagonistas del reconocimiento, de la construcción de paz y de la reconciliación. Esperemos que el trabajo que haremos en este foro histórico contribuya a este fin. Gracias