Discurso Fabrizio Hochschild, Foro Nacional sobre Víctimas, Cali 3, 4 y 5 de agosto 2014

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Discurso Fabrizio, Foro Nacional sobre
Víctimas, Cali 3-5 agosto
Víctimas del conflicto presentes en este recinto
Monseñor Darío Monsalve, Arzobispo de Cali
Ignacio Mantilla, Rector de la Universidad Nacional de Colombia
Temístocles Ortega, Gobernador del Cauca (tbc)
Raúl Delgado, Gobernador de Nariño
Juan Fernando Cristo, Ministro del Interior designado
Jorge Otálora, Defensor del Pueblo
Marta Isabel Castañeda, Viceprocuradora General de la Nación
Congresistas que nos acompañan y Delegados de los partidos
políticos
Expertos internacionales y nacionales
Representantes de los países garantes y acompañantes a los diálogos
de paz
Embajadoras, embajadores y representantes diplomáticos
Representantes de las organizaciones sociales, étnicas, de mujeres,
empresariales y de las iglesias
Amigos de los medios de comunicación
Colegas de la Universidad Nacional y de las Naciones Unidas
Señores y señoras
Buenos días,
Aquí estamos reunidos figuras importantes de la vida nacional de la
capital y víctimas de las regiones mas apartadas de Colombia que
viven en medio del olvido y de la pobreza. Están juntos Colombianas y
Colombianos con origines sociales y visiones políticas muy diferentes.
También hay personas de al menos treinta otros países, embajadores,
expertos y colegas del sistema de Naciones Unidas. Y en toda esta
diversidad compartimos un solo fin:
El de contribuir al proceso de paz nutriendo la Mesa de
Conversaciones en la Habana con propuestas - propuestas relevantes
y realistas – para ayudar a las delegaciones del Gobierno y de las
FARC a alcanzar un acuerdo sobre el tema de Victimas.
Este proceso de consulta con victimas no tiene precedentes en otros
procesos de paz y como Naciones Unidas, nos sentimos privilegiados
de poder contribuir a la organización de este evento.
Este Foro es al mismo tiempo un foro nacional y regional. Aquí hoy
están representadas las principales organizaciones nacionales del
país. También están las organizaciones sociales del Sur y del Pacifico.
Por primera vez un Foro nacional no se realiza en Bogotá sino acá en
Cali, en una ciudad innovadora y creativa que constituye una puerta
hacia el Pacifico, una de las regiones más afectadas por la violencia y
el conflicto armado, especialmente en años recientes. Y lamentamos
profundamente los acontecimientos del conflicto en los últimos días:
La muerte de Yurani en Miranda y el corte de luz por varios días en
Buenaventura.
Junto con la Universidad Nacional hemos organizado foros sobre tres
otros temas de la agenda del proceso de paz. Sin embargo, ningún
otro tema ha generado tanto interés y deseo de participar como este
sobre victimas.
Más de 1,700 personas participaron en los tres foros regionales sobre
victimas que se realizaron en Villavicencio, Barrancabermeja y
Barranquilla. El día se reúnen 1,600 personas mas.
¿A que se debe tanto interés en este tema ¿
Creo que, al acercarse la posibilidad de un acuerdo hay un creciente
interés de contribuir al proceso. Además, el tema de victimas es el
tema más importante y más difícil de la agenda: Con el tema de
víctimas se define el modelo de la justicia transicional, una arquitectura
integral de medidas para asegurar la verdad, la justicia, la reparación,
la no-repetición y la reconciliación. Ningún tema genera tanta
polarización como la justicia, ningún desafío va ser mayor que la
reconciliación, y nada es más importante que lograr la no-repetición.
En los tres foros regionales, la gran mayoría de las y los participantes
fueron víctimas directas del conflicto o representantes de
organizaciones de víctimas. Todos los hechos victimizantes
estuvieran representados, incluyendo víctimas del desplazamiento, de
la desaparición forzada, del secuestro y del reclutamiento infantil, entre
otros. También hubo una representatividad a nivel
sectorial, incluyendo la participación de la empresa privada y de los
gremios. En cada foro hubo una presencia significativa y muy
productiva de adolescentes y jóvenes.
Hemos compartido ya una síntesis preliminar de propuestas
generadas en los tres foros anteriores con la Mesa de
Conversaciones. La mayoría de las propuestas se concentran en los
principios de verdad y reparación. Muchas propuestas solicitan revisar
y mejorar la ley de víctimas. Más que un simple cheque que debería
reparar el sufrimiento las víctimas piden opciones reales de vida con
dignidad.
En términos de justicia más que hacer un llamado a medidas de
justicia retributiva, la mayoría de las propuestas piden que se
reconozca la injusticia vivida y solicitan garantías de no repetición.
Aunque muchos temas eran recurrentes, cada foro tuvo un énfasis
especial: En Villavicencio había énfasis en las propuestas
relacionadas con la protección de líderes sociales. En
Barrancabermeja se destacaron propuestas relacionadas a la violencia
sexual y varias mujeres hicieron muestra de una valentía admirable al
visibilizar este crimen. En Barranquilla, el tema de la corrupción como
obstáculo para la reparación de las víctimas fue un tema distintivo así
como también lo fue la importancia de la reparación psico-social para
contribuir a la reconstrucción del tejido social.
En todos los foros regionales se presentaron demandas que se
termine ya la violencia y que se escojan caminos para la reducción del
impacto humanitario que el conflicto armado continua a causar en
varias regiones del país.
Otro punto importante que surgió en el ultimo foro regional fue la
demanda que las victimas no quieren ser definidas como víctimas sino
como sobrevivientes y sobre todo, como ciudadanas y ciudadanos,
sujetos de derechos, protagonistas de la paz.
Es importante recordar que en los tres foros regionales y en este
Nacional no se buscan propuestas de consenso ni tampoco se ha
llamado a votar sobre las propuestas. Todas las propuestas han sido
escuchadas, todas son importantes y todas han sido y serán
sistematizadas y remitidas a La Habana.
Invertimos mayores esfuerzos para garantizar pluralidad y un cierto
equilibrio en la representación de las víctimas en todos los foros
regionales. A pesar de esto, reconocemos que hubo algunas
percepciones criticas sobre la representatividad en cuanto al
victimario.
Aunque en los tres foros registramos una presencia de víctimas de las
guerrillas, también recibimos señalamientos sobre la reducida
participación de algunas organizaciones. Es cierto que la mayoría de
las y los participantes fueron o representaron víctimas del Estado y de
grupos paramilitares. A pesar de ello, también hubo inconformidades
entre victimas del estado que no se sintieron suficientemente incluidas
en los foros.
Hay un desafío que nos enfrenta en la organización de los foros y más
aun en la organización de las delegaciones de víctimas que irán a la
Habana. Muchos hablan de la necesidad de “un equilibrio justo” en
cuanto a la representación de las victimas. Obviamente estamos de
acuerdo con esto. Al mismo tiempo, me pregunto, ¿ que es un
equilibrio justo de victimas?
Hay diferentes versiones sobre lo que constituye un justo equilibrio y
por lo general las versiones son incompatibles, lo que es justo para
algunos es injusto para otros. Y la discusión sobre lo que constituye
“un equilibrio justo” es sensible y dolorosa, por que lo que se esconde
detrás de las diferentes percepciones de que es justo o no, son
preguntas que polarizan: Quien ha sufrido mas por el conflicto ¿ Quien
ha causado el mayor numero de víctimas?
Tanto en los foros como en las delegaciones podemos tratar de
asegurar pluralidad y representatividad, pero Naciones Unidas no
puede definir cual es el equilibrio justo, ni lo pretendemos.
Y me pregunto honestamente si la cuestión de lo que es un “equilibrio
justo” es realmente la pregunta la más pertinente: Poner el énfasis en
un llamado “equilibrio” implica enfatizar que entre las víctimas hay dos
lados, dos grupos oponiéndose.
De lo que he entendido de conversaciones con varias víctimas la
división no es tanto entre los de las güerillas y los del estado, si no
entre los que portaron armas y los que sufrieron a manos de los que
portaron armas. Además hay un numero importante de víctimas que
son victimas de dos o mas grupos armados. En viajes por las zonas
del conflicto, he escuchado a varios lideres de comunidades decir que
ven en todas los personas armadas involucradas en el conflicto un
riesgo, un posible amenaza.
Creo que más importante que tratar de definir lo que constituye el
equilibrio justo, es reconocer que en este conflicto hubo crímenes de
guerra y de lesa humanidad por parte de todos los grupos armados.
Esto ha sido ampliamente documentado por destacados y valientes
historiadores y periodistas Colombianos.
Y obviamente también entre los armados hubo víctimas, víctimas de
tortura y de secuestro, y de desaparición forzada entre otras
violaciones. Y entre los civiles hubo victimarios, personas que
nutrieron el conflicto con la retorica de la intolerancia y del odio, los
que contrataron y financiaron asesinatos y matanzas, o los que
simplemente cerraron los ojos o se callaron cuando pudieran haber
hecho algo para prevenir la violencia y las violaciones de derechos
humanos.
En un conflicto que ha durado tantas décadas, como ha enfatizado
Padre Francisco de Roux, hay muchos que, por acción o por omisión
llevan alguna responsabilidad.
Entonces creo que el punto de partida para cualquier discusión sobre
víctimas tiene que ser la humildad, el reconocimiento del otro, la
aceptación de una diversidad de experiencias y puntos de vista y la
aceptación de que lo que es justo para uno no es necesariamente
justo para el otro.
En el centro tiene que estar el reconocimiento del dolor de las victimas
y de la necesidad de satisfacer sus derechos. Los principios
adoptados por la mesa para tratar el punto de victimas y la disposición
de la mesa de escuchar a las victimas representan pasos importantes.
El momento en que todos los actores reconozcan plenamente y sin
distinción las victimas es el momento en que Colombia tomará un paso
gigantesco hacia la paz y la reconciliación.
Por esto es tan importante en estos foros que nos concentremos no
solo en recoger propuestas, pero además en promover la dignificación,
el respeto y el reconocimiento de todas las víctimas.
Con pocas excepciones, los tres foros regionales se desarrollaron en
un ambiente de respeto y de tolerancia. Los participantes hicieron
muestra de la mayor consideración al compartir y escuchar
testimonios, historias de vida y propuestas. Los foros fueron espacios
de construcción de paz y de diálogo.
Esperamos que, como en los foros regionales anteriores, este foro
nacional se desarrolle en un ambiente de respeto y tolerancia.
Pedimos que en todos los momentos del Foro se eviten expresiones
de descalificación y se mantenga un clima de respeto hacia la
diversidad.
Para concluir, quiero recordar las palabras de una mujer en
Barranquilla que nos ha dicho que era una víctima de todos los actores
armados:
“Ya era hora que fuese el tiempo de las víctimas. Y lo que aspiro es
que sea un tiempo real para que las palabras tengan credibilidad …
aspiro a que se reconozca que a nosotros ninguno de los grupos
armados nos derrotó. A pesar de todo, seguimos siendo una población
crítica que no cree en las armas. Que cree en el poder de la palabra y
en la organización social.”
Tenemos confianza que las víctimas y las organizaciones sociales
pueden convertirse en los protagonistas del reconocimiento, de la
construcción de paz y de la reconciliación. Esperemos que el trabajo
que haremos en este foro histórico contribuya a este fin.
Gracias
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