II CONGRESO NACIONAL DE EDUCACIÓN “MAESTRA REINA REYES” EJE TEMÁTICO N º 5 - SISTEMA NACIONAL DE EDUCACIÓN _______________________________________________________________________ APORTE DE FENAPES (FEDERACIÓN NACIONAL PROFESORES DE EDUCACIÓN SECUNDARIA) _____________________________________________________________________ Extraído de: Marco Legal. Estructura del Sistema Educativo. CONGRESO EXTRAORDINARIO DE PROYECTO EDUCATIVO FENAPES - MAYO 2013. MARCO LEGAL. ESTRUCTURA DEL SISTEMA EDUCATIVO La FENAPES presentó a la Comisión de Seguimiento del Congreso Nacional “Maestro Julio Castro” un proyecto de ley que buscaba responder a los principios emanados del Congreso. Este proyecto, así como las resoluciones del Congreso, fue desconocido por el gobierno. Entendemos que su consideración, revisión y la disposición a su superación entre nosotros y con el conjunto del movimiento popular es fundamental hacía, en y desde el próximo congreso de educación. (…) El Congreso Extraordinario de la FENAPES reitera el rechazo de ésta federación a la Ley de Educación vigente y a los supuestos pedagógicos y de políticas educativas explícitos e implícitos que la sustentan. Esta Ley abre las puertas a la fragmentación del Sistema Educativo Público y a su privatización, al establecer diferencias entre lo público y lo estatal. Esta federación entiende que la Ley debería ser derogada en su totalidad. En lo inmediato deberían dejarse sin efecto los siguientes capítulos: XVI “Descentralización y Coordinación Territorial”; XV “Consejo de Educación No formal”; XVIII “Educación Policial y Militar”; XIX “Coordinación del Sistema Nacional de Educación Pública”; Título IV “Instituto Nacional de Evaluación Educativa”. Nuestro proyecto es para una Educación que aporte a la construcción de un modelo alternativo de sociedad que supere al establecido, construyendo un país productivo, con justicia social y profundización democrática. Supone, por lo tanto, un sistema educativo con una impronta sustantiva y determinante del compromiso social del conjunto del pueblo. Un Sistema Educativo desarrollado en torno al compromiso social, y que para ello se plantee formar una sólida conciencia democrática, debe proponer a sus protagonistas una permanente práctica democratizante – que no puede ser una ficción, debe tener consecuencias concretas – lo que solo es posible en el ejercicio colectivo de la conducción del Sistema en todos sus niveles. Esto es el cogobierno. “… el cogobierno implica una rica experiencia educativa, en tanto posibilita espacios y oportunidades para la construcción colectiva, la resolución común de los conflictos y la asunción colectiva de responsabilidades” 1 1 “PRIMER CONGRESO NACIONAL DE EDUCACIÓN MAESTRO JULIO CASTRO” 29 de noviembre – 3 de diciembre de 2006.Pág.4, citado en el documento de nuestro XIII Congreso “Ramón Peré”, Solís, 2011 1 El cogobierno del Sistema Educativo genera la participación sólo si sus resoluciones se aplican, sin injerencias político - corporativas. Para ello debe ser autónomo. Un sistema educativo autónomo no se despega de las necesidades globales de la población en tanto se construye a partir del compromiso social y tiene, entre sus organismos principales de conducción, representación del pueblo en su conjunto para la elaboración y contralor de las políticas educativas. La Educación pertenece al ámbito de lo público, es el pueblo uruguayo el que ha de definir sus objetivos y lineamientos. El compromiso social existe si la participación se genera promoviendo espacios de reflexión, dialógicos, donde, a partir del análisis de la realidad local, se traten asuntos generales de la Educación, con la seguridad de que se incide en las decisiones centrales. Para que lo anterior se haga realidad, son organizaciones necesarias las Asambleas de Órdenes, las ATD y el Congreso Nacional de Educación. Esto sin desmedro del derecho y deber de los sindicatos a tomar y defender posiciones sobre todos los temas pedagógicos y de política educativa que estimen pertinentes. Nuestro proyecto necesita entonces otra estructura de gobierno de la Educación, por lo que requiere una ley de educación que contemple los reclamos históricos de autonomía y cogobierno. “Hablar de autonomía en términos jurídicos, implica dotar a un ente del grado máximo de descentralización respecto al poder central del Estado. Es decir, otorgarle a los entes de enseñanza plenas potestades para autodeterminarse en las esferas: administrativa, de gobierno, técnico-docente y financiera. … La autonomía de gobierno conlleva la consagración del cogobierno por parte de todos los actores involucrados, definiendo las políticas educativas con independencia del gobierno del momento, a través de mecanismos democráticos de participación. Por tanto para garantizar la autonomía, las autoridades deben ser electivas, rechazando su designación por parte del Poder Ejecutivo”. 2 En la ley actual se da participación a los docentes, en cuanto a la elección de los consejeros: eligen dos de cinco para el CODICEN y un consejero en tres para su rama respectiva. Existe control del Poder Ejecutivo Sigue existiendo el control político del Poder Ejecutivo sobre el ente autónomo ANEP. Los partidos políticos (al decidir las personas que ocupan los cargos de consejeros) han sido hasta ahora los que han conducido a la Educación Pública y, por lo tanto, al caos y fracaso de los que se intenta responsabilizar a los docentes. 2 PRIMER CONGRESO NACIONAL DE EDUCACIÓN MAESTRO JULIO CASTRO citado en el documento de nuestro XIII Congreso “Ramón Peré”, Solís, 2011 2 Proponemos una Ley de Educación donde: La integración de cada uno de los consejos desconcentrados sea con consejeros, electos por sus pares, entre los funcionarios del sistema. Exista representatividad de los órdenes estudiantiles y de padres (según corresponda) que deberán tener delegados elegidos desde las asambleas de órdenes nacionales respectivas. Al independizar el sistema educativo de la política partidaria, la elección de los consejeros no coincida con las elecciones nacionales. Existan mecanismos de control y poder revocatorio de los diferentes órdenes sobre sus representantes. Respetar los cometidos de cada Consejo Desconcentrado en su especificidad y autonomía. Las funciones y potestades del CODICEN deben ser de coordinación, representación y racionalización de acciones entre los desconcentrados. Los miembros del CODICEN sean elegidos entre los consejeros de los desconcentrados y la presidencia rotativa entre sus integrantes en forma anual. Se establezca como en la Ley de Educación vigente que “No se suscribirá acuerdo o tratado alguno, bilateral o multilateral, con Estados u organismos internacionales, que directa o indirectamente signifiquen considerar a la educación como un servicio lucrativo o alentar su mercantilización”, agregando que tampoco los propósitos y objetivos de la educación, ni la implementación de planes deben estar subordinados a dichos compromisos.3 Asambleas de Órdenes: Proponemos las Asambleas de Órdenes como espacios de participación real, para que, desde los centros educativos, el cogobierno sea entendido con verdadero carácter democrático, resultando en una educación concebida como construcción permanente de la sociedad para su propia transformación. Las Asambleas de Órdenes propuestas en el Proyecto de ley presentado por FENAPES a la Comisión de Seguimiento del Congreso Nacional de Educación “Julio Castro”, (asambleas de padres, de estudiantes y de funcionarios docentes y no docentes de cada rama) constituyen verdaderos ámbitos de participación. Proponemos la estructura de asambleas, porque ofrece a todos los involucrados, a través del intercambio y la confrontación de ideas, la posibilidad 3 Rechazamos toda emergencia de estructuras paralelas de programas y proyectos, con metas no decididas por los reales protagonistas de la educación. Nuestros gobiernos no pueden seguir firmando acuerdos nacionales e internacionales en materia educativa, en los que se fijan propósitos, metas y plazos, sin consulta ni debate real con la sociedad. 3 de incidir, decidir y aportar a la síntesis de opiniones que, a nivel nacional, cada orden lograría. Lo que interesa en el Sistema Educativo es esa síntesis de todos los aportes, que va generando conocimiento acumulado para pensar e implementar las políticas educativas desde la autonomía. La participación a la que aspiramos no se debe limitar – aunque no la excluya – a la esfera del barrio, el centro educativo, encapsulando el accionar y el pensar de padres y alumnos en solucionar problemas inmediatos y propios del lugar. Debe mantener la visión global de los asuntos de política educativa nacional, donde deben incidir como integrantes de sus respectivos colectivos. La forma de trabajo en las asambleas de órdenes debe generar participación sostenida de los integrantes de cada uno y un aprendizaje progresivo de los que ingresan al sistema a través de la experiencia de los demás. Se debe reglamentar un mecanismo de elección de delegados entre los integrantes de los distintos órdenes (estableciendo condiciones, cometidos y formas) que permita organizar la síntesis de las asambleas y la participación en instancias de reunión de los Consejeros. En el orden estudiantil se debe tener especial cuidado en generar los espacios y los tiempos de sus asambleas, puesto que la educación integral a la que aspiramos implica formarse como personas participativas y comprometidas que incidan en la realidad y su transformación. Hay aquí un doble propósito: crear el espacio para que la voz de los estudiantes se exprese a través de un mecanismo que garantice que va a ser tenida en cuenta y posibilitar un ámbito de aprendizaje de participación responsable. Los jóvenes aprenden, al participar en tareas relevantes desde el punto de vista cultural, en colaboración con compañeros de los años superiores que tienen la experiencia. Ésta es una de las razones por las que proponemos que la Educación Media sea concebida como una unidad básica de seis años integrada en dos niveles y que convivan en el centro estudiantes de ciclo básico y bachillerato. Las asambleas del orden estudiantil pervertirían sus propósitos si funcionaran como una contención institucional de los reclamos estudiantiles, asfixiando así su organización gremial. Las asambleas de órdenes están pensadas para la institucionalidad y su fin es generar opinión sobre los procesos y las políticas educativas para fortalecer al Sistema Educativo e incidir en la toma de decisiones desde el cogobierno. Aunque son ámbitos diferentes es esperable que el aprendizaje y la participación en estas asambleas estimulen en el colectivo estudiantil su capacidad de organización y se instauren gremios estudiantiles fuertes y maduros. El objetivo de estas precisiones sobre las Asambleas de Orden Estudiantil no es la injerencia de lo sindical docente en un orden cuya autonomía nos merece absoluto respeto. Por el contrario, es la prevención de 4 toda injerencia institucional en ese orden y en cualquier instancia representativa del estudiantado, tanto a nivel de centros de estudios como departamental o nacional. El sistema cuenta hoy con las Asambleas Técnico Docentes de cada rama. Su existencia demuestra que las asambleas de órdenes pueden ser implementadas. Las Asambleas Técnico Docentes: La estructura de funcionamiento de las ATD debe estar conformada de manera tal que involucre directamente a todos los docentes en ejercicio y permita la reflexión colectiva, el análisis y el debate de los temas propuestos por las autoridades o por el propio colectivo, la producción teórica desde la práctica y la experiencia de aula y la elaboración de documentos que reflejan la síntesis del pensamiento del colectivo docente. La participación de los distintos órdenes en la Educación requiere reconocer los límites de lo que es técnico y lo que no: El orden docente es el que consideramos idóneo para concretar en planes y programas las propuestas educativas que se construyan socialmente. La génesis de las ATD está en la concepción de autonomía técnico pedagógica que se reclama para la ANEP. En un sistema educativo autónomo y cogobernado, el alcance de sus análisis, reflexiones y decisiones sobre planes y programas no puede tener sólo el carácter de consulta y asesoramiento. En estos temas las ATD deben tener poder de veto sobre las propuestas que se formulen. Congreso Nacional de Educación: En el XI Congreso de FENAPES (Montevideo, 2007) se hizo el balance y análisis crítico de lo actuado por la federación en el marco del Primer Congreso Nacional de Educación “Maestro Julio Castro”. La visión respecto a la nula influencia en el sistema político de las resoluciones de este Congreso no permitía ser optimistas en cuanto al contenido de la ley de educación que se gestaba en esos momentos. A pesar de todo la conclusión fue: “se logró llevar adelante el proceso de debate y participación democrática, que se sintetizó en un Congreso en el cual los principales lineamientos definidos por la Federación fueron ampliamente mayoritarios”. Consideramos que: Las políticas educativas son asunto de toda la sociedad y el Congreso Nacional de Educación debe ser el instrumento a través del cual el pueblo haga oír su voz, en un proceso que sintetice sus análisis y reflexiones, sus definiciones y sus demandas. Los responsables de la redacción y aprobación de la actual ley de educación ignoraron las propuestas emanadas del Primer Congreso de Educación, hecho que dejó sensación de estafa y de pérdida de tiempo en la sociedad y desalentó al involucramiento y el entusiasmo responsable para 5 continuar aportando al proceso de cambio. La población debe tener la seguridad de que, desde los lugares de toma de decisiones, se respetará su pronunciamiento, por lo tanto, en el marco legal que proponemos sus resoluciones han de ser vinculantes. La organización del primer Congreso Nacional de Educación Maestro Julio Castro con las asambleas territoriales y sectoriales previas al congreso en si, es un ejemplo a seguir en los próximos. El establecimiento del Debate Educativo a través de las asambleas territoriales previo a la instancia del congreso propiamente dicho es la etapa fundamental para el proceso popular, amplio y democrático que debe tener el Congreso. Todos los uruguayos deben ser invitados a participar a través de una campaña masiva de información y divulgación del evento y se deben respetar los tiempos necesarios para que se organicen asambleas en todo el país. Las asambleas deben ser soberanas en la incorporación de los temas a discutir. Los uruguayos ya demostraron su cultura de diálogo y discusión fraterna en el primer Congreso y la profundidad con que pueden hacerlo. No es admisible la imposición de temas excluyentes. Se debe lograr el compromiso de la sociedad para que las asambleas territoriales se reúnan en una segunda oportunidad para tomar posición sobre los documentos generados y nombrar sus delegados al Congreso. Esta instancia es la que le da legitimidad a los delgados en la etapa final del Congreso. Coordinación de la Enseñanza: El artículo 202 de la Constitución en su último párrafo dice: “La ley dispondrá la coordinación de la enseñanza”. En el Proyecto de ley presentado por FENAPES a la Comisión de Seguimiento del Congreso Nacional de Educación “Julio Castro”, la única mención a la coordinación de la enseñanza dice: “Además de las competencias anteriores, (se refiere a las competencias del Consejo Directivo de la ANEP) coordinará con la Universidad de la República en cumplimiento del Inc.4 del Art.202 de la Constitución.” Está clara la intención de no permitir, en aras de la defensa de la autonomía de los entes de Enseñanza, la intromisión del Ministerio de Educación y Cultura. “El MEC, según la Constitución, tendría que ser sólo Ministerio de Cultura” 4 Tampoco es admisible en ningún órgano de Coordinación de la Enseñanza Pública la participación del sector empresarial; no pueden incidir en la orientación de las políticas educativas públicas estatales representantes de intereses privados y económicos que, como tales, es lo que demandaran y defenderán. 4 (Cagnoni, J.A, revista Brecha, 2008) La entrevista es transcripta en “La ley de Educación 18.437 y antecedentes” de Faraone, R y Pedretti, S, página55 6 En el nuevo marco legal la Coordinación de la Enseñanza debe estar muy bien explicitada en cuanto a su integración exclusivamente por los entes públicos de la enseñanza y a sus funciones de coordinación, basada en el respeto de la autonomía de cada ente, así como a la especialización de cada consejo desconcentrado de la ANEP. Otras consideraciones: - En tanto el Art. 13 del Código del Niño y de la Adolescencia establece que ningún niño o adolescente puede ser obligado a participar en conflictos bélicos ni entrenado para ello, y teniendo en cuenta que la hipótesis de toda educación militar es la posibilidad de tales conflictos, el Congreso Extraordinario de la FENAPES resuelve que la misma debería impartirse sólo a ciudadanos mayores de edad. Se encomienda al Comité Ejecutivo difundir esta resolución y presentar una petición en este sentido a las autoridades que corresponda. - Teniendo en cuenta que la Ley de Servicio Militar de 1940 responde a un contexto histórico en extremo diferente al actual y para salvaguardar la integridad moral y física de los estudiantes, entendemos que el juramento de fidelidad a la bandera debería tomarse a partir de la mayoría de edad, respetando toda posible objeción de conciencia y no debería ser impedimento para acceder a la función pública. Los días 19 de Junio debería dedicarse al natalicio del prócer. - Según el Art. 202 de la Constitución de la República la educación está a cargo de entes autónomos, sobre los que no debe pesar injerencia alguna del Poder Ejecutivo, carece de sentido la existencia de un Ministerio de Educación. Por lo expuesto, esta Federación deberá incorporar a su plataforma el reclamo de que el actual MEC se convierta estrictamente en un Ministerio de Cultura. - El Congreso Extraordinario de la FENAPES reitera la posición de esta Federación de que el único Sistema Educativo Público es el estatal. Por eso mismo los recursos públicos solamente deberían financiar centros educativos estatales, sin ningún tipo de subvención a institutos educativos privados. La FENAPES emprenderá acciones en pos de este objetivo, que implica la reforma de la Constitución vigente. 7