Una nueva visión del uso terapéutico de las quinasas del ciclo celular Las células tumorales acumulan diversas mutaciones que provocan una señalización mitogénica constante o que impiden a las células responder ante señales antimitogénicas. Muchas de estas mutaciones afectan a moléculas que regulan la progresión a través del “ciclo celular” o conjunto de procesos que llevan a la división de una célula en dos células hijas. Estos defectos provocan una proliferación celular aumentada en condiciones en las que las células deberían mantenerse quiescentes. Por otra parte, muchas mutaciones que se observan en cáncer afectan a los mecanismos de control que vigilan que, una vez que la célula ha entrado en el ciclo celular, los diferentes procesos de replicación de ADN y segregación de las cromatidas se ejecuten sin errores. Las mutaciones en estos mecanismos de control provocan que las células cancerosas acumulen inestabilidad genómica y cromosomal; i.e. una propensión aumentada a dotaciones genómicas anómalas. La frecuente desregulación del ciclo celular en cáncer sugiere la posibilidad de controlar la proliferación de las células tumorales inhibiendo algunos reguladores específicos de este proceso. Entre estos reguladores destacan las quinasas dependientes de ciclinas o Cdks (por cyclin-dependent kinases). El genoma de mamíferos codifica al menos 13 Cdks de las cuales al menos 5 de ellas (Cdk1-4 y Cdk6) desarrollan distintas funciones en el control de la progresión de ciclo celular y de los mecanismos de control que aseguran la estabilidad genómica. Una reciente revisión por Marcos Malumbres (Jefe del Grupo de División Celular y Cáncer) y Mariano Barbacid (Jefe del Grupo de Oncología Experimental) en el número de marzo de la prestigiosa revista Nature Reviews Cancer evalúa la base genética y biológica para el uso de las Cdks como dianas terapéuticas en cáncer. Como se ha demostrado en los últimos años mediante modelos genéticos, los diferentes tejidos y tipos celulares en mamíferos muestran diferentes requerimientos para las distintas Cdks. Ello sugiere que las Cdks se han extendido en número durante la evolución para poder proporcionar mecanismos moleculares de respuesta a las diferentes señales mitogénicas y antimitogénicas en los distintos tipos celulares. De la misma manera, las células tumorales muestran diferentes requerimientos por los miembros de la familia Cdk dependiendo del tipo celular de donde se originó el tumor o de las alteraciones oncogénicas acumuladas por esas células. Como se sugiere en esta revisión, es por tanto necesario realizar una caracterización detallada de estos requerimientos en los distintos tipos tumorales para sugerir usos terapéuticos apropiados en el tratamiento clínico de los tumores con pequeñas moléculas que inhiben estas proteínas.