Estructura y cuidado del cabello El cabello constituye una parte integral de nuestra imagen, una faceta de nuestra identidad personal e incluso una protección. Para cuidar el cabello y mantenerlo sano y atractivo, es importante conocer su estructura. La cutícula es la cubierta protectora externa de la corteza de cada hebra de pelo y es responsable del brillo y la textura. La cutícula normal es suave, permite un ligero reflejo y limita la fricción entre los tallos capilares. Está constituida por seis a ocho capas de células planas superpuestas y cubierta por una capa lipídica invisible y resistente al agua, que actúa como acondicionador natural. Esta capa de ácidos grasos es la que naturalmente otorga al pelo la sensación de suavidad y sedosidad. Cuando el pelo se tiñe o se somete a un alisado o una permanente, esta capa acondicionadora natural se elimina, lo cual influye en la estructura del pelo. La capa lipídica actúa como una especie de impermeable para la hebra capilar, por lo tanto, cuando se elimina, el pelo ya no tiene esa protección, lo que explica por qué los cabellos teñidos y/o bajo tratamiento químico absorben agua como una esponja: cuando está húmedo, el pelo teñido puede aumentar el peso hasta en un 200%, mientras que el pelo virgen aumenta su peso solo entre un 12% y un 18%. La capa lipídica también es responsable de mantener la cutícula suave, que es lo que permite que el cabello refleje luz y brillo. Es por eso que el cabello con tratamiento químico con frecuencia luce opaco y apagado. Otros agresores comunes que pueden irritar una cutícula saludable son el calor excesivo de los secadores de pelo y las planchas, así como también el peinado y el cepillado. Bajo la cutícula encontramos la corteza, responsable de todas las propiedades que definen el pelo, entre ellas, fuerza, elasticidad, forma, humectación, contenido y color. La corteza es más fuerte que el acero y puede estirarse hasta casi un 30% sin daños significativos. Pero al igual que la cutícula, la corteza también puede dañarse por los mismos factores. Cuando esto sucede, la corteza pierde su capacidad de retener la humedad y entonces el pelo se reseca. Mantener el pelo hidratado es clave para lograr y conservar una textura suave y sedosa. Lo que da color al cabello es la melanina, que es un pigmento que también tenemos en la piel. Existen dos subtipos distintos de melanina, lo que explica de mejor manera por qué hay tantas variaciones del color del pelo. El primer subtipo es la eumelanina, que es responsable de los colores de pelo negro y marrón oscuro. El segundo es la feomelanina, que es lo que posee casi exclusivamente el pelo rojizo. La mezcla de estos dos pigmentos en concentraciones diversas es lo que crea el pelo rubio a marrón claro y todas las tonalidades intermedias. A medida que pasa el tiempo, las células que producen la melanina, lo hacen cada vez en menor cantidad. Cerca de los 50 años, el 50% de las personas tienen el 50% del pelo canoso. En el interior del cabello, rodeado por la corteza, está la médula, que consiste en células redondas de queratina, laxamente unidas. La médula muchas veces no es continúa a los largo de la hebra del pelo y a veces no está presente. El pelo grueso normalmente contiene más médula que el cabello fino en el que incluso es inexistente. Conocer los agentes que dañan el cabello es importante. El pelo se daña como resultado del maltrato a lo largo del tiempo. La cutícula del cabello se reseca gradualmente quedando expuesta la corteza, que se degrada paulatinamente. Finalmente, el daño es notorio y el pelo se ve quebradizo. Otro signo que delata el pelo dañado son las puntas abiertas, que aparecen cuando áreas grandes de cutícula se separan y dejan al descubierto la corteza que se encuentra debajo. Se produce una grieta, que comienza a ascender por el cabello y, si el problema es muy severo, la corteza se sale del pelo dañado. Las permanentes y los productos para alisado son dos procesos que pueden dañar el pelo y cambiar la forma del mismo a través de los agentes químicos presentes en su contenido. El tinte también es dañino, pues modifica el pelo al penetrar en la cutícula para ingresar en la corteza, maltratando así la capa lipídica. Los rayos ultravioletas de la luz directa del sol afectan la cutícula de modo similar al de la decoloración y, finalmente, podrían romper la proteína de la queratina presente en el pelo. Esto puede dar como resultado mechones decolorados y sequedad en el pelo dañado. Esto es especialmente problemático para el pelo teñido, que puede verse comprometido. Cepillado y peinado: Por naturaleza, el pelo es bastante fuerte y puede tolerar muchas horas de abuso de peinados; sin embargo, puede dañarse por el cepillado y peinado demasiado enérgicos, especialmente si el pelo está mojado o enredado. Cuando se peina, el pelo mojado tiene una fricción más alta que el pelo seco y tiene más probabilidad de estirarse. El pelo tratado con productos químicos tiene aún más probabilidades de estirarse porque ha perdido la protección de la capa de grasa y es más poroso. El pelo puede estirarse hasta un 30% de su longitud original sin daño, pero se producen cambios irreversibles cuando el pelo se estira más allá del 30%. Si se estira hasta un 80%, el pelo se quebrará. El pelo mojado ha de ser tratado con delicadeza, asegurándonos de que esté bien acondicionado y utilizando un peine de dientes anchos. El calor le quita al pelo la humedad fundamental para que tenga un aspecto frondoso. De hecho, si se aplica demasiado calor, el agua contenida en el pelo puede llegar a su punto de hervor y provocar la formación de burbujas dentro del debilitado tallo capilar. Esto también daña el pelo. Algunos consejos para mantener el cabello sano y bonito: Champú suave: Para evitar que la cutícula pierda su capa lipídica y se reseque es importante utilizar un champú suave, sin agentes espumantes agresivos como los SLS (Sodium Lauryl Sulfate y Sodium Laureth Sulfate) que pueden irritar el cuero cabelludo y eliminar la capa lipídica, y mejor si es rico en agentes hidratantes y nutritivos naturales, como el aloe vera, el aceite de albaricoque o la biotina. El uso complementario del acondicionador es importante, ya que ayudará a mantener la cutícula sellada de forma que el pelo recupere su estado naturalmente suave, y refleje luz y brillo. Utiliza un peine de dientes anchos, especialmente cuando peines pelo húmedo, e intentar reducir al mínimo el cepillado y peinado en general. Minimizar el uso de calor en el pelo y regular las herramientas de peinado a una temperatura más baja son medidas que también ayudan a mantener el pelo suave y con un aspecto saludable. Una forma fácil de conseguirlo es dejar que el pelo se seque al aire y utilizar calor para definir el peinado después, mientras pasa de “apenas húmedo” a seco. Cuando se utilice secador, es recomendable sostenerlo a una distancia de unos 12 centímetros del cabello en lugar de apoyarlo contra él. Después del verano, para reparar los daños ocasionados por el sol, la sal y los productos químicos de las piscinas, Natur Import recomienda tratar el cabello con el champú y acondicionador reparadores de Biotina de Jasön. Formulados sobre una base vegetal activa y enriquecidos con Biotina, proporcionan fuerza y un aspecto saludable a los cabellos débiles y dañados. Gracias a las propiedades de la Biotina y de la Vitamina B5 devuelven el cuerpo, vitalidad y elasticidad al cabello; los extractos de Ginseng y Lavanda ayudan a reparar las puntas y el cabello quebradizo.