Tratamientos hidratantes con Aloe Vera El gel de aloe, obtenido a partir de la pulpa de las hojas de Aloe barbadensis, contiene en su mayor parte polisacáridos mucilaginosos (sustancias vegetales viscosas), entre los que destaca como sustancia activa importante, responsable de muchas de sus propiedades, el acemanano. El gel de aloe se emplea por vía tópica para el tratamiento de heridas, irritaciones de la piel, etc., debido a su acción cicatrizante y antiinflamatoria. Sus propiedades hidratantes y emolientes lo convierten en un ingrediente muy valioso en muchos productos cosméticos. encontradas en cuanto a la composición y las propiedades del gel de aloe. Otros componentes del gel de aloe vera son: compuestos fenólicos, aminoácidos, glicoproteínas, enzimas, vitaminas. El género aloe comprende más de 350 especies que crecen en zonas semiáridas de las regiones tropicales y subtropicales. Las plantas del género aloe han sido utilizadas desde la antigüedad en la medicina tradicional de varios países. Muchas civilizaciones antiguas (china, hindú, egipcia, asiria, romana, griega) conocieron y emplearon productos obtenidos a partir de Aloe sp. con diversos fines medicinales, entre los que se incluyen la protección de la piel. En la actualidad, sólo unas pocas especies tienen interés comercial, encontrándose entre las más importantes A. Barbadensis Miller, que se cultiva en numerosos lugares de América y países de clima cálido. Exclusivamente de la pulpa de sus hojas se obtiene el gel de aloe vera, cuyos principales constituyentes son polisacáridos y se emplea para una gran variedad de fines medicinales, principalmente alteraciones de la piel. El Aloe tiene propiedades hidratantes y emolientes El creciente consumo de los productos de A.barbadensis, principalmente el gel, ha originado un aumento de las zonas de cultivo, habiendo sido introducido y naturalizado en muchas regiones de las zonas más cálidas de Estados Unidos (Florida, Texas, Arizona), México, Antillas, Bahamas, Venezuela, Grecia, Marruecos, Israel, Algeria, Egipto, Arabia. India y España (Andalucía, Baleares y Canarias). El gel del aloe está constituido por el mucílago obtenido a partir del “filete” del centro de la hoja de A.barbadensis Miller. Este “filete” tiene la apariencia de gelatina incolora con matrices conectivas de aspecto velloso. El gel líquido una vez separado de esta matriz debe ser convenientemente conservado y estabilizado, ya que es sensible a la luz y al calor y puede deteriorarse rápidamente. Debido a que existen diferentes métodos de obtención, el producto final puede ser de composición y propiedades muy variables. Con la creciente demanda de preparados a base de gel de aloe, han aumentado también las adulteraciones (generalmente con maltodextrinas) o falsificaciones, por lo que es importante elegir una marca de confianza. Existen organismos como el IASC, International Aloe Science Council, que establecen estándares para definir qué es (y qué no es) “aloe vera” en los productos acabados. Para el IASC, sólo los productos que contienen acemanano, o polisacáridos complejos del tipo ß- (1-4)-manano O-acetilados, polisacáridos naturalmente presentes en el aloe vera, pueden ser correctamente etiquetados como aloe vera. El gel ha sido popularmente utilizado durante años para el tratamiento de heridas, quemaduras, cortes y diversas afecciones de la piel y constituye también un ingrediente habitual de muchos productos cosméticos debido a sus propiedades hidratantes y emolientes, así como al efecto antienvejecimiento de la piel. Es por ello que los productos cosméticos con un elevado contenido de gel de aloe vera son muy recomendados para hidratar las pieles irritadas, proporcionando a la vez que una acción hidratante y acondicionador, un efecto calmante sobre la piel. Composición El gel de aloe está constituido, en su mayor parte, por polisacáridos mucilaginosos responsables de la gran capacidad que tiene la planta para retener agua. Debido a ello, el contenido y composición del gel experimentan variaciones a lo largo del ciclo de vida de la planta según la estación climática, momento de la recolección, condiciones de cultivo o lugar de crecimiento, lo que explica las diferencias Nuestro agradecimiento a Roser Vila Casanovas y María Guinea López, autoras del artículo Gel de áloe, publicado en la Revista de Fitoterapia 2001; 1 (4):245-256, cuyo contenido ha sido utilizado para elaborar parte de esta información.