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Manchas blancas en las uñas: Leuconiquia
Casi todos hemos sufrido alguna vez en la vida
leuconiquia, esas manchas blancas que aparecen en las
uñas como pequeñas nubecitas y cuyo origen ha sido
objeto de distintas leyendas urbanas. Por ejemplo, que
aparecían por cada mentira que contábamos (una historia
en la que dejábamos de creer casi al mismo tiempo que
en los Reyes Magos) o que se debía a la falta de calcio
(ésta mucho más extendida y asumida).
Hoy se sabe que la leuconiquia surge como consecuencia
de rupturas diminutas que se generan en la base de
la uña (matriz), mismas que favorecen la formación de
pequeñas bolsas de aire. Las manchas, pues, aparecen
cuando nos golpeamos la punta de los dedos, muchas
veces sin percatarnos de ello. «La uña crece un milímetro
cada diez días, así que cuando vemos la mancha en
mitad de la uña significa que la lesión se produjo dos o
tres meses atrás», según explica a ABC el doctor Pablo
Unamuno, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital
Clínico de Salamanca y miembro de la Academia Española
de Dermatología y Venereología (AEDV).
No existe tratamiento para la leuconiquia. La única
manera de deshacernos de las antiestéticas «nubecitas»
es esperar a que la uña crezca para poder cortarla. Si
tenemos prisa, podemos camuflarlas bajo una capa de
esmalte. Estas manchas son inofensivas y no hay que
darles mayor importancia. Salvo que, en lugar de un
puntito aislado, aparezcan líneas blancas a lo largo de la
uña, lo que significa que algo anómalo está pasando de
forma permanente en la matriz. En este caso, deberíamos
consultar con el dermatólogo.
Asimismo, hay condiciones que hacen que las uñas se
vuelvan más frágiles y, por tanto, más susceptibles a sufrir
este problema, tales como:
>> Contacto frecuente con agua, sobre todo caliente.
>> Sumergir las manos durante largo tiempo en sustancias
agresivas empleadas en la limpieza del hogar.
>> Hacer “palanca” con las uñas (al abrir recipientes,
por ejemplo), utilizarlas como “desarmador” (al ajustar
tornillos pequeños, como en los anteojos) o al emplearlas
para quitar etiquetas adheribles.
>> Usar accesorios maltratados o con escaso filo que
requieren considerable esfuerzo para cortar las uñas.
¿Mala alimentación?
Muchos especialistas sostienen que este problema
también puede reflejar una dieta deficiente, ya que se
observa con frecuencia en personas con desórdenes
como bulimia (episodios repetidos de excesivo
consumo de alimentos seguidos de vómito o uso de
laxantes), anorexia (pérdida de peso por dejar de comer
y someterse a intensas rutinas de ejercicio) o anemia
(mala transportación de oxígeno en la sangre por falta
de hierro y ácido fólico).
Hay algo de verdad en todo esto, ya que la falta de
nutrientes, en particular aquellos que participan en
la formación, crecimiento y desarrollo de las uñas,
vuelven más frágiles a estas laminillas y, por tanto, las
hacen susceptibles a tener manchas blancas. Reforzar la
alimentación contribuirá a disminuir la leuconiquia, ante
todo cuando se incluyen los siguientes elementos:
Zinc Se encuentra en mariscos, pescados, hígado y carnes
en general, así como en lácteos, huevo, frutos secos,
pepitas de calabaza, legumbres y cereales integrales.
Hierro Aparece principalmente en alimentos de origen
animal como hígado, carne y pescado. Entre las fuentes
de origen vegetal encontramos plantas de hojas verdes
(espinaca, acelga, perejil), uvas y ciruelas pasa, betabel,
pistachos, almendras, nueces e higos.
Calcio Es común en leche y sus derivados, sobre todo
yogurt y queso, además de sardinas, hortalizas de hoja
verde, perejil, melocotón, y ajonjolí.
Vitamina B6 Abunda en cereales integrales, nueces,
frutos secos (almendras, cacahuates, avellanas) y vísceras
(hígado y riñones); en menor cantidad se obtiene de
frutas como plátano y piña. La levadura de cerveza
también es buen complemento de este nutriente.
organismo cuando se trabaja bajo presión o hay muchas
preocupaciones genera pérdida casi imperceptible
de nutrientes y minerales, con lo que se debilitan
paulatinamente las uñas.
Usted puede llevar a cabo varias medidas que le
ayudarán a prevenir leuconiquia, entre ellas:
>> Emplear instrumentos adecuados para la limpieza de
las manos: tijeras, limas y cortaúñas deben estar limpios y
en condiciones óptimas
>> No cortar la cutícula ni ejercer demasiada presión
al plegarla con un palito de naranjo, ya que pueden
generarse rupturas en la matriz de la uña
>> Proteger las manos con guantes cuando se pueda
producir una agresión, como al realizar labores de
jardinería o limpieza del hogar
Retinol o vitamina A Está presente en frutas y verduras
de color amarillo-anaranjado (zanahoria, mandarina,
durazno, papaya, mango, piña, tomate, fresa y pimiento
rojo), pescado, grasas lácteas (mantequilla y crema), yema
de huevo e hígado.
>> Prefiera jabones suaves para lavarse las manos
La presencia de manchas blancas también se atribuye a
un agotamiento, fatiga y estrés; esta creencia tiene algo
de cierto, ya que la alta exigencia a que se somete al
>> Evitar morderlas
>> Estimular la circulación de la zona a través de suave
masaje
>> No exponer las uñas a largos periodos en el agua
>> Someterlas a manicura periódicamente para hidratar y
nutrirlas
>> Siga una dieta equilibrada
>> Evite estados de estrés y ansiedad mediante técnicas
de relajación
>> Procure no golpear objetos con las uñas o “juguetear”
con ellas mientras pasa por un momento de nerviosismo
o si espera a alguien
Finalmente, le recomendamos que si nota que a pesar de
estas medidas el problema no desaparece, o si descubre
manchas de otro color en sus uñas (amarillo, negro, verde
o café), visite al dermatólogo para evaluar su problema y
seguir el tratamiento necesario para su erradicación.
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