Viveiros de Castro: Metafísicas caníbales
Primera parte. El Anti-Narciso
1. Un impresionante retorno de las cosas.
La antropología le debe algo a los pueblos que estudia, ya que los conceptos, problemas,
entidades y agentes introducidos por los antropólogos tienen su origen en tales pueblos,
en su capacidad creativa e imaginativa. Si se acepta esto, la antropología está preparada
para llevar a cabo su misión esencial: la teoría-práctica de descolonización del
pensamiento (14).
Las ideas de los pueblos estudiados “co-producen las teorías sobre la sociedad y la
cultura formuladas a partir de estas investigaciones” (15).
“El objetivo de El Anti-Narciso, entonces, es ilustrar la tesis según la cual todas las
teorías antropológicas no triviales son versiones de las prácticas de conocimiento
indígenas: así, esa teoría se ubica en una estricta continuidad estructural con las
pragmáticas intelectuales de los colectivos que históricamente se encuentran en
‘posición de objeto’ con respecto a la disciplina. Se trata de esbozar una descripción
performativo de las transformaciones del discurso de la antropología que están en el
origen de la interiorización de la condición transformacional de la disciplina en cuanto a
tal.” (17)
“El Anti-Narciso consiste en mostrar que los estilos de pensamiento propios de los
colectivos que estudiamos son la fuerza motriz de la disciplina” (18).
La antropología ha de comprometerse con el proyecto de elaborar una teoría que asuma
la capacidad de creación y reflexividad propias de todo pueblo y de todo colectivo, ya
sea humano o no humano, dejando atrás la exclusión realizada no solo hacia los pueblos
no occidentales, sino también hacia el resto de formas de vida.
Posición crítica con el eurocentrismo, pero también con el antropocentrismo, que piensa
que el ser humano (blanco, heterosexual, etc.) es el animal universal (el completo, el
configurador y acumulador de mundo, siendo los demás, y explícitamente los animales
‘pobres de mundo’. Frente a esto, Viveiros no propone abolir las fronteras entre las
entidades, sino que hay que irreducirlos (Latour) e indefinirlos, densificando sus
contornos.
2. Perspectivismo.