MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA PROBLEMAS DERMATOLÓGICOS MÁS FRECUENTES Dr. José Manuel Azaña Defez Servicio Dermatología Complejo Hospitalario Universitario de Albacete La pubertad comprende el período durante el cual se desarrollan los caracteres sexuales secundarios conforme el sistema reproductor alcanza su plena madurez y se produce un rápido crecimiento. El término adolescencia tendría un significado similar, pero puede emplearse en un sentido más amplio para describir los ajustes sociales y psicológicos que determinan los cambios físicos. Definiéndola por sus límites sería el periodo comprendido entre la infancia y la edad adulta. Dermatosis en pubertad y adolescencia Durante este período se producen una serie de cambios fundamentales: .- Autoafirmación de la persona, modificación en las relaciones sociales y desarrollo de los caracteres sexuales. .-Especial importancia al aspecto externo y a la piel como órgano de relación. La adaptación del adolescente a la enfermedad puede ser muy variable, produciéndose en casos extremos comportamientos ‘anormales’ hacia la enfermedad cutánea (pérdida de autoestima con importante trastorno de la relación familiar y social). Además, la relación médico-paciente se complica, ya sea por dificultades en flujo de comunicación del adolescente al médico, o por el contrario escasa sensibilidad del médico hacia los problemas del adolescente. Si hasta este momento esa relación se ha establecido a través de los progenitores, a partir de ahora es cosa de tres: médico, adolescente y padres, lo que puede resultar especialmente delicado. Se trata de un período difícil para la mayoría de las personas, de adaptación psicosocial, en definitiva un mal momento para presentar enfermedades dermatológicas, si bien no importantes en la mayoría de las ocasiones, sí visibles. Los cambios fisiológicos pueden resultar “dramáticos”: el aumento de la secreción sebácea especialmente en cara y cuero cabelludo, la sudoración y mal olor corporal, el aumento de vello,...Sobre todo las chicas se ven presionadas por la publicidad para tener un pelo bonito y abundante (“pelo Pantene”), pero ningún vello en su cara, axilas o piernas, con una piel resplandeciente sin grasa ni manchas. La adolescencia es, sin embargo, una mala época para alcanzar esos objetivos. Son diversos los cuadros dermatológicos de especial importancia o inicio durante la adolescencia y que veremos a continuación. Los cambios cutáneos más relevantes serían el incremento en excreción sebácea y desarrollo de caracteres sexuales secundarios (vello sexual y la secreción apocrina). Las enfermedades dermatológicas a destacar incluirían: 1 .- Acné. Sin duda la enfermedad “estrella” por su frecuencia. De impacto indudable en la calidad de vida, con problemas de mayor relevancia producidos por una vivencia ‘anómala’ de la enfermedad. .- Proliferación de levaduras en relación con los cambios en las secreciones glandulares (pitiriasis versicolor, dermatitis seborreica). Al mismo tiempo, y por esos mismos cambios, desaparecen infecciones típicas de la infancia como las tiñas de cuero cabelludo. Inicio de procesos infecciosos ‘nuevos’: tinea pedis interdigital, la tinea cruris o las onicomicosis, excepcionales en la infancia. .-Inicio de enfermedades de transmisión sexual. Por otro lado, enfermedades dermatológicas típicas de la infancia se resuelven o disminuyen de forma notable su incidencia, como la dermatitis atópica, o ciertas viriasis (molusco contagioso, primoinfecciones). También los cambios afectan a enfermedades de carácter genético (Genodermatosis), ya sea con empeoramientos o inicio de clínica (p.ej. enfermedad de Darier) o mejoría (p.ej. manifestaciones cutáneas de la incontinencia pigmentaria). Y por último, enfermedades dermatológicas clásicas como la psoriasis, el vitíligo o la alopecia areata, se viven de forma especial en esta edad, por el efecto de “estigma” que pueden suponer en sus relaciones personales. Acné Enfermedad cutánea crónica inflamatoria de la unidad pilosebácea, de etiología multifactorial y que afecta fundamentalmente a las áreas con mayor densidad de glándulas sebáceas. Aunque existen formas neonatales e infantiles, alcanza su mayor prevalencia en este período (“acné juvenil”), constituyendo una de las enfermedades cutáneas más frecuentes al afectar, en mayor o menor grado, hasta al 80 % de la población entre los 13 y 18 años. Proceso multifactorial. Las alteraciones se desarrollan en primer lugar en el canal folicular, afectándose la glándula sebácea de modo secundario. 1) Obstrucción del canal pilosebáceo. 2) Aumento de la producción de sebo 3) Modificación de la flora bacteriana 4) Otros factores (estrés, sudación, exacerbación premenstrual) Enfermedad cutánea polimorfa. 1) Lesiones no inflamatorias Comedones abiertos y cerrados. Lesión esencial del acné. Son las precursoras de las lesiones inflamatorias. 2) Lesiones inflamatorias Derivan de las anteriores por la reacción que provoca el contenido intrafolicular al salir a dermis. Pueden ser superficiales o profundas según el grado de inflamación. 2.1) Superficiales Pápulas y pústulas. 2.2) Profundas Pústulas profundas y nódulos. 2.3) Lesiones residuales Máculas eritematosas de resolución lenta, cicatrices deprimidas varioliformes, máculas hipo o hiperpigmentadas. En espalda y hombros y, en 2 menor medida, área mandibular, pueden desarrollarse cicatrices hipertróficas o queloides. Tratamiento Aspectos generales Explicar la naturaleza de la enfermedad, sin que existan tratamientos milagrosos. Cualquier tratamiento requerirá un tiempo para desarrollar su efecto, lo que hay que transmitir al paciente para evitar prisas y disminuir su ansiedad. Es importante la higiene facial, evitar la manipulación de las lesiones y evitar cosméticos comedogénicos. La decisión terapéutica dependerá del tipo de lesión, intensidad, extensión y factores asociados (tratamientos previos, irregularidades menstruales u otras manifestaciones de hiperandrogenismo,...). Conceptos esenciales del tratamiento 1) Tratar desde el inicio, cuando consulten 2) Adecuar el tratamiento al tipo, extensión y gravedad 3) Efectuar tratamientos completos y prolongados 4) Explicar la posibilidad de nuevos brotes 5) Tratamiento mantenido, si bien se puede suspender durante los meses de exposición solar 6) Destacar eficacia y efectos secundarios 7) No esperar respuesta antes de dos meses 8) Mínimo dos tratamientos 9) Controles periódicos y revisar cumplimento tratamiento Tratamiento tópico Todos los pacientes con acné lo requieren en mayor o menor medida, ya sea combinado con tratamientos orales o, en las formas leves, como monoterapia. La mayoría se aplicarán no sólo en las lesiones sino en todas las zonas de piel susceptibles de presentarlas. Incluyen: 1. Peróxido de benzoilo 2. Ácido retinoico 3. Ácido azelaico 4. - Hidroxiácidos 5. Antibióticos tópicos. La clindamicina al 1 % y eritromicina al 2 %, en monoterapia o en asociaciones con otros tratamientos tópicos. Tratamiento sistémico Indicado en las formas inflamatorias intensas o cuando no existe respuesta al tratamiento tópico. 1. Antibióticos orales Los más empleados son las tetraciclinas y macrólidos (eritromicina, azitromicina, dietilmidecamicina). 2. Retinoides La introducción del isotretinoíno en 1982 supuso un gran avance en el tratamiento de formas severas o refractarias de acné. 3. Tratamiento hormonal 3 Se considera en mujeres en las que existan manifestaciones clínicas relacionadas (irregularidad menstrual, hirsutismo,...) o cuando no se aprecia mejoría clínica tras 3 meses de tratamiento antibiótico adecuado. Su objetivo es bloquear la acción androgénica a nivel periférico. No debe emplearse en menores de 15-16 años o antes de 2 años de la menarquia. El más utilizado es el acetato de ciproterona, inhibidor de la unión DHT-receptor, habitualmente asociado a etilnilestradiol (35 g). Tratamiento quirúrgico 1. Extracción comedones 2. Drenaje / extirpación lesiones quísticas 3. Inyección intralesional corticoides /antibióticos 4. Crioterapia 5. Radioterapia superficial. En desuso. 6. Fototerapia (terapia fotodinámica y LEDs (Light-emitting diode) y láser (diodo, KPT, infrarrojos, colorante pulsado) producen daño en la glándula sebácea, asociado con una disminución de P. acnes y reducen citocinas procomedogénicas y proinflamatorias. Se requieren más estudios. Tratamiento de las secuelas 1. Infiltración material de relleno 2. Extirpación con sacabocados 3. Dermoabrasión 4. Quimioexfoliación (fenol, tricloroacético, glicólico, resorcina,...) 5. Laserabrasión Orientación terapéutica Acné comedogénico: Tretinoína, isotretinoína, peróxido benzoilo, salicílico Acné inflamatorio superficial: antibiótico tópico y peróxido de benzoilo Acné inflamatorio moderado: añadir antibiótico oral Acné severo: isotretinoína oral (derivar dermatólogo) Pitiriasis versicolor Cuadro infeccioso leve y superficial de la piel por Malassezia caracterizado por manchas depigmentadas, eritematosas o pigmentadas, finamente descamativas y de predominio en zona superior de tronco. Más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes, especialmente en climas cálidos. Al menos existen 8 especies de Malassezia (sympodialis, globosa, restricta, slooffiae, furfur, obtusa, dermatis, japonica), todas lipofílicas, que colonizan la piel especialmente en cuero cabelludo, zona superior de tronco y flexuras. La globosa es la especie que se asocia con más frecuencia con la PV. El cuadro es resultado de una interacción entre el hongo y la piel en la que asienta: formas miceliales y tendrían un mayor potencial patogénico y existe una cierta agregación familiar, lo que se explicaría por una mayor susceptibilidad genéticamente condicionada o por un mayor riesgo de colonización por contacto directo. La clínica se caracteriza por manchas asintomáticas o discretamente pruriginosas, en zona superior de espalda y crecen en extensión a cuello, abdomen o tercio proximal de extremidades superiores, con descamación fina. 4 Las formas hipopigmentadas, más evidentes tras exposición solar, se denominan PV alba o achromia parasitica. Las lesiones son más evidentes al examen con luz de Wood, con fluorescencia amarillo pálida en las lesiones activas. Tras tratamiento, la hipocromia puede persistir meses, sin descamación. Por lo general no se realizan exploraciones complementarias. Como son componentes de la flora saprofita, su aislamiento no tiene valor diagnóstico. El tratamiento se basa en el empleo de antifúngicos tópicos u orales, dependiendo de la extensión. Dermatitis seborreica Cuadro cutáneo eritematodescamativo común, de inicio en la adolescencia, también relacionado con Malassezia. No asocia seborrea por lo que para muchos autores la denominación más exacta sería dermatitis de las áreas seborreicas. Aunque no existen datos epidemiológicos exactos, puede afectar entre un 2 y un 5 % de la población. Se produce por cambios cualitativos en la secreción sebácea, unido a una cierta predisposición genética y a la acción proinflamatoria de Malassezia. El aspecto clínico es característico, sobre todo en las localizaciones típicas. La dividiremos en la infantil y la del adulto. Dermatitis seborreica infantil Erupción en los primeros meses de vida en cuero cabelludo, cara, área del pañal y flexuras, relacionada con una mayor actividad de las glándulas sebáceas por el influjo hormonal materno. A pesar de su elevada incidencia es, en ocasiones, difícil de diagnosticar al existir sólo datos clínicos como claves para su diagnóstico. Un aspecto discutido es su relación con la dermatitis atópica. Una opinión compartida por muchos es que la seborreica infantil es un trastorno de transición, que en muchos casos evoluciona a una dermatitis atópica, en otros a una psoriasis y en la mayoría desaparece. No existe predisposición especial a desarrollar la enfermedad siendo adultos. Se presenta entre la segunda semana y el sexto mes de vida como áreas bien delimitadas de eritema con descamación oleosa amarillenta en cuero cabelludo(costra láctea), área centrofacial, pliegues y zona del pañal. Tiende a la resolución espontánea a partir de los 3 meses. Dermatitis seborreica del adulto Comienza a partir de la pubertad, siendo la afectación del cuero cabelludo la manifestación más frecuente (80 % de pacientes): la llamada caspa o pitiriasis simple del cuero cabelludo. En casos severos se observa un eritema en la base, en ocasiones muy pruriginoso, con escamas adherentes de aspecto grasiento que en casos intensos determina la formación de costras de aspecto amiantáceo y mal olor debido a la sobreinfección por el rascado. Suele rebasar la línea de implantación pilosa hacia el área frontal, cuello y regiones retroauriculares. La afectación del conducto auditivo externo es frecuente y en cara es típica la afectación centrofacial, y puede afectar pliegues, especialmente axilar, inguinal y submamario. Es relativamente frecuente la afectación genital, sobre todo pubis. La blefaritis seborreica puede presentarse de modo aislado como única manifestación de carácter crónico forma de descamación adherente en la base de implantación de las pestañas, sobre todo 5 del párpado superior. En la región centrotorácica e interescapular, sobre todo del varón, puede adoptar una forma petaloide, pitiriasiforme o folicular. Existen formas de transición: sebopsoriasis o seborriasis (psoriasis de áreas seborreicas). Tratamiento Explicar al paciente la naturaleza del proceso, de carácter benigno pero crónico, salvo la forma infantil. El objetivo del tratamiento es controlar la enfermedad. El tratamiento se dividirá en: tratamiento del brote agudo y tratamiento de mantenimiento. Se emplean queratolíticos, antiinflamatorios (corticoides tópicos, primera línea en el control de los brotes agudos, solos o combinados con antifúngicos) y antifúngicos (imidazoles, especialmente el ketoconazol al 2 %, que une a su actividad antifúngica una cierta acción antiinflamatoria). Pitiriasis rosada Procesos cutáneo agudo de carácter eruptivo, benigno y autolimitado, que predomina en adolescentes y adultos jóvenes. La erupción tiene un patrón característico: comienza con una placa de 2 a 4 cm. de diámetro, de límite netos y morfología ovalada con un collarete descamativo que no alcanza el borde de la lesión, la placa heraldo. De días a pocas semanas después aparecen lesiones de similar morfología pero de menor tamaño distribuidas por tronco y raíz de extremidades, respetando cara y regiones palmoplantares; en espalda adoptan una morfología típica en “abeto”, con el eje mayor de las lesiones paralelo a las líneas de tensión cutánea. Tienden a la resolución espontánea en 4-6 semanas. Suelen ser asintomáticas o existir prurito, generalmente leve. En ocasiones pueden recogerse síntomas prodrómicos discretos. La etiología se desconoce, pero el curso de la enfermedad, la tendencia a conferir “inmunidad permanente”, su predominio estacional (otoño y primavera) y la tendencia a agruparse los casos en esas épocas, son datos que apoyan su probable origen infeccioso, quizás vírico; algunos estudios sugieren al herpes virus tipo 6 y sobre todo tipo 7, como el agente causal. El tratamiento es sintomático. Psoriasis La psoriasis es una dermatosis inflamatoria eritemato-descamativa crónica, caracterizada por un trastorno en la proliferación y diferenciación epidérmicas. Existen múltiples variantes clínicas, de las que la más frecuente es la psoriasis vulgar o en placas. La artropatía psoriásica representa la manifestación extracutánea más frecuente. Su prevalencia varía en diferentes poblaciones; entre la población adulta europea se estima en un 1-3 %, afectando por igual a ambos sexos. En la mayoría de los estudios, y a diferencia de lo que ocurre en la edad adulta, tanto en la infancia como en la adolescencia es más frecuente en el sexo femenino, y parece iniciarse antes en las chicas. La distribución de la edad de inicio en ambos sexos es bimodal, con un grupo de inicio precoz y otro tardío, compatible con la hipótesis de que existen dos genotipos distintos para la psoriasis. La incidencia máxima se produce antes de los 20 años, representando el 35 % de todos los casos; en al menos un 10-15 %, se 6 presenta antes de los 10 años, y en alrededor del 2 % en los primeros 3 años de vida, habiéndose descrito, aunque poco frecuente, la presentación congénita, especialmente en forma de eritrodermia. De etiopatogenia desconocida, se trata de un proceso multifactorial en el que interaccionan factores hereditarios, inmunológicos y ambientales. La predisposición al desarrollo de psoriasis se transmite genéticamente, aunque se discute el mecanismo de transmisión. La herencia es probablemente de tipo poligénico. Existen antecedentes familiares en un 35-40 % de los pacientes. Las hipótesis en vigor consideran a la psoriasis como un proceso mediado por mecanismos inmunológicos, y el infiltrado inflamatorio es probablemente el fenómeno primario. Clínica En todas las variantes las lesiones tienden a caracterizarse por su uniformidad y tendencia a presentar una distribución simétrica. A destacar en adolescencia: Psoriasis vulgar en placas Presenta placas eritematodescamativas bien delimitadas, en codos, rodillas y cuero cabelludo, extendiéndose lentamente a grandes áreas de tronco, extremidades e incluso las uñas. Las escamas son habitualmente plateadas y se han comparado a la mica. Las localizaciones preferentes son los codos, las rodillas, la región retroauricular y el cuero cabelludo, pudiéndose extender a superficies de extensión de extremidades o el tronco. Como forma de inicio en los lactantes se afectan con frecuencia el área del pañal y las regiones intertrigosas. El prurito, las excoriaciones y la impetiginización de las lesiones son infrecuentes en edad infantil o adolescencia. En cambio la psoriasis en placas de pequeño tamaño, de aspecto eccematoide o psoriasis numular, sí representa una variante clínica relativamente frecuente en esta edad. Psoriasis guttata o en gotas Constituye una forma de presentación frecuente en la infancia y adolescencia. Se caracteriza por pápulas eritematodescamativas de 3 a 10 mm. de diámetro, redondeadas u ovales, asintomáticas o ligeramente pruriginosas, y que, por lo general, aparecen de forma súbita, con distribución generalizada irregularmente simétrica, de localización preferente en tronco y raíz de extremidades respetando la cara y el cuero cabelludo, lo que la distingue de las sifílides secundarias. En estadios iniciales plantea problemas de diagnóstico diferencial con toxicodermias, pitiriasis rosada y pitiriasis liquenoide. El inicio del brote frecuentemente guarda relación temporal (unos 15 días aproximadamente) con un cuadro de faringoamigdalitis y con menor frecuencia otras infecciones estreptocócicas e incluso se ha descrito tras vacunaciones. Las lesiones tienden a hacerse más descamativas y pueden adquirir un aspecto francamente psoriásico, pudiendo evolucionar de manera imperceptible a una forma en placas pequeñas con lesiones persistentes en localizaciones habituales. 7 Diagnóstico Se fundamenta en los hallazgos clínicos. La imagen histológica clásica sólo se encuentra en lesiones maduras. Curso y pronóstico El curso es por lo general, prolongado, crónico e impredecible. En la mayoría no es grave y se mantiene localizada, con tendencia a mejorar en verano en más de la mitad de los pacientes, aunque algunos presentan fotosensibilidad y por tanto, riesgo de exacerbación. El mejor pronóstico es el de la psoriasis en gotas. El inicio precoz, la existencia de antecedentes familiares y las formas extensas son datos que se asocian a una evolución más tórpida. La psoriasis es una dermatosis visible que puede determinar una afectación psicológica importante, como así indican los estudios de calidad de vida en estos pacientes. Los aspectos educativos y de apoyo a los pacientes pediátricos, y especialmente en la adolescencia, son una parte esencial del manejo de la enfermedad por parte del dermatólogo y el pediatra, y es importante el apoyo psicológico a través del médico o de grupos y asociaciones de pacientes. Tratamiento Se disponen de diversas modalidades terapéuticas, decidiendo su empleo de acuerdo con la morfología predominante de las lesiones, su localización y la extensión. El carácter crónico y recidivante del proceso y la carencia de un tratamiento etiológico pueden desalentar al paciente y a la familia, por lo que es importante transmitir una actitud positiva y animosa, explicando las bases fisiopatológicas del tratamiento de forma adecuada a sus posibilidades de comprensión, además de enseñar a evitar los factores desencadenantes. Debe procurarse que el tratamiento sea lo más simple. Distinguiremos dos formas de tratamiento: tópico y sistémico. El tópico, indicado en la mayoría de los casos, debe ser los bastante potente parar producir un efecto rápido, lo que acorta la duración total del tratamiento y consigue un refuerzo positivo que aumenta el cumplimiento. El tratamiento sistémico debe limitarse a las formas graves y rebeldes de psoriasis. Tópico El tipo de tratamiento depende del estadio de la enfermedad, la localización, la preferencia del paciente y las preparaciones galénicas disponibles. Por regla general siempre son preferibles las preparaciones más cosméticas, siendo las cremas mejor aceptadas que los ungüentos o los geles. La frecuencia de empleo de los tratamientos es generalmente diaria, con una o dos aplicaciones. Se emplearán emolientes para la hidratación, queratolíticos para eliminar la descamación, disminuir la hiperqueratosis, alisar la superficie cutánea y aumentar la penetración de otros preparados y limpiadores emolientes sin efecto detersivo o deslipidizante (“syndets”) o aceites para el baño. Pueden adicionarse al baño emolientes como avena o aceites o preparados de brea o alquitrán, por su olor y coloración persistente poco aceptados. 8 Tratamientos Tópicos Antralina, alquitranes, corticoides tópicos, derivados de la vitamina D, tazaroteno. Sistémico En general, las modalidades de tratamiento sistémico se reservarán para las formas de psoriasis más graves, incapacitantes y resistentes al tratamiento tópico, con un estrecho control clínico y analítico. Incluyen: .- Fototerapia .- Retinoides orales .- Ciclosporina .- Metotrexato .- Otros: Micofenolato mofetilo (prodroga que inhibe la mitosis), leflunomida (inmunomodulador isoxazólico), sulfasalazina. .- Tratamientos biológicos: efalizumab (anticuerpo monoclonal humanizado antiCD11a: no se produce la interacción con ICAM y la adhesión del linfocito al endotelio) etanercept (proteína de fusión, inhibidor competitivo de la unión de factor de necrosis tumoral (TNF) a sus receptores de superficie celular), infliximab (anticuerpo monoclonal quimérico que también bloquea TNF) y adalimumab (anticuerpo monoclonal humano recombinante antiTNF) En los brotes relacionados con infecciones estreptocócicas, especialmente en la psoriasis en gotas, cabe prescribir un tratamiento antibiótico oral o parenteral, según las pautas habituales. Vitíligo Leucodermia adquirida secundaria a una pérdida de melanocitos. Existen formas familiares y esporádicas, con una incidencia global del 1 % y con un pico en la tercera década: El 50 % de los casos se inicia antes de los 20 años. Es una enfermedad con predisposición genética y múltiples factores desencadenantes. Existen una serie de teorías patogénicas, que no se excluyen mutuamente, siendo la autoinmune, basada en la asociación del vitíligo con otras enfermedades autoinmunes y en la presencia de autoanticuerpos órgano-específicos (tiroides,...) y anticuerpos contra melanocitos, la más aceptada. Clínica 1 caso / 150-200 individuos. Aproximadamente 25 % comienza antes de los 10 años y el 50 % antes de los 20. Menos del 10 % se inicia después de los 40. En la mayoría de estudios es más frecuente en mujeres (2-3:1), aunque en la infancia esta proporción se iguala. Afecta a todas las razas. Distribución.- Simétrica (predominio en manos, muñecas, cara, areolas, pliegues, genitales, tobillos). En la forma segmentaria es asimétrico y unilateral, respetando línea media. Las manchas se evidencian más fácilmente en caso de bronceado o con el empleo de la luz de Wood. 9 Morfología.- Las lesiones pueden tener desde mm. a varios cm., con un patrón ovoideo o geográfico, con borde suele hiperpigmentado, y en el 5 % con características inflamatorias (edema,eritema, prurito). Factores precipitantes.- Los traumatismos (fenómeno isomórfico de Koebner) es un dato común (al menos 1/3); las quemaduras solares son un factor implicado con frecuencia, representando una variante de dicho fenómeno. Se ha relacionado también con factores como estrés, infecciones,... Tipos.- Focal, segmentario, (de comienzo precoz, más estable, sin enfermedad asociada no familiar, territorio trigeminal (>50 %), cuello o tronco), generalizado, universal (relacionado con síndrome endocrinopatía múltiple), acrofacial. Trastornos asociados.- Otras enfermedades autoinmunes como ya se indicó y alrededor del 40 % presentan alteraciones retinianas o uveales. Aunque se ha sugerido y sería lógico pensar que el daño actínico a largo plazo sería superior en la piel desprovista de pigmento, los estudios no han confirmado esta suposición. Con frecuencia se asocia a nevos con halo (“vitíligo perinévico”), leucotriquia, canicie prematura y areata. Impacto psicosocial No supone una enfermedad con riesgo vital pero sí, como otros trastornos dermatológicos, desfigurante, lo que influye en el desarrollo emocional del niño sobre todo a partir de la escolarización y de forma más intensa en la adolescencia. Esto se agudiza en determinadas culturas (India,..) donde constituye un estigma con importantes influencias psicosociales (aislamiento, rechazo laboral,...). Pronóstico El desarrollo de las lesiones es gradual y en muchos casos permanecen durante toda la vida si no reciben tratamiento. Es frecuente la repigmentación parcial, rara vez lo suficiente para alcanzar resultados cosméticos aceptables, pero sí nos indica que las células pigmentadas son susceptibles de estimulación y proliferación con tratamiento adecuado. Tratamiento Requiere de un reservorio de melanocitos y dar suficiente tiempo a las células parar proliferar y migrar, aproximadamente unos 3 meses antes de considerar un tratamiento como ineficaz. La piel glabra y aquella con vello hipopigmentado carecen de ese reservorio de melanocitos y no pueden repigmentar con tratamiento médico. Hasta en un 50-70 % de casos se puede conseguir repigmentación parcial o total. Si la afectación es menor 20 % tratamiento tópico; si > 50 % tratar zonas visibles, depigmentar o abstención terapéutica Debe informarse acerca de la progresión natural de la enfermedad y las expectativas reales del tratamiento. Tratamientos .- Corticoides tópicos .- Fototerapia. Bath o t-PUVA, PUVA, UVB de banda estrecha 10 .- Tratamiento quirúrgico.- Miniinjertos de piel en áreas que no responden a tratamiento médico, estables durante al menos 2 años para evitar koebner. Existen distintas técnicas (injertos epidérmicos, injertos piel total, miniinjertos, melanocitos cultivados,...), pero todas requieren de la cooperación del paciente durante la fase de curación, para facilitar que los injertos prendan y son procedimientos dolorosos por lo que se recomienda su empleo a partir de la adolescencia. .- Tatuaje.- En áreas determinadas que no responden a tratamiento como manos o labios. .- Otros.- Fenilalanina tópica y oral, pseudocatalasa, kellina seguida de exposición solar, extracto del rizoma del helecho Polypodium leucotomos antes de exposición solar. .- Depigmentación.- En casos extensos sin respuesta a tratamiento repigmentante y tras una valoración exhaustiva, siempre que la afectación psicosocial generada por la patología supere los riesgos a largo plazo que la depigmentación conlleva. Se emplea éter monobencílico de hidroquinona al 20 % durante al menos 1 año. Alopecia La pérdida de cabello o alopecia puede ser una manifestación de un trastorno sistémico u ocurrir sin otra alteración asociada, pero sin duda puede ocasionar gran ansiedad en quien la padece, particularmente en adolescentes. Las formas más comunes son la alopecia androgénica, el efluvio telógeno y la alopecia areata. La androgénica puede comenzar en adolescencia y requerir tratamiento; se suele emplear minoxidilo tópico, aunque es importante descartar en el caso de la mujer (alopecia ginecoide) la existencia de otras manifestaciones de hiperandrogenismo y la presencia de un trastorno hormonal asociado, especialmente un hiperandrogenismo ovárico funcional o una hiperplasia suprarrenal tardía o no clásica (deficiencia de 21-hidroxilasa). El efluvio telógeno puede presentarse de forma aguda o más bien insidiosa; antes de responsabilizar al estrés como causa fundamental, es necesario valorar la existencia de otros desencadenantes (fármacos, ferropenia, trastorno función tiroidea,...). La alopecia areata es menos común pero puede determinar un impacto psicológico importante, sobre todo si es extensa o aguda. Constituye un proceso inflamatorio crónico folicular, de probable origen inmunológico, que se caracteriza por una alteración del ciclo folicular con detención brusca del folículo en la fase anágena precoz y el pelo se desprende en telógeno. La causa permanece desconocida, relacionándose con factores genéticos e inmunológicos, además de con circunstancias agravantes o desencadenantes como el estrés, focos infecciosos crónicos o la constitución atópica. La evolución es impredecible y muestra gran variabilidad. El 95 % de los casos infantiles en placa única tienden a la repoblación en menos de un año mientras que alrededor del 1 % presentarán alopecia total. Se consideran factores de mal pronóstico: el comienzo precoz, antes de los 15-16 años, la asociación a atopia, ya sea el paciente o familiares de primer grado, la presencia de onicodistrofia, la forma ofiásica, asociación a enfermedades autoinmunes o la presencia de nevus flammeus occipital. La repoblación pilosa es característica: 11 aparece un vello fino y de color más claro en el centro de las placas que progresivamente se irá extendiendo y recuperando el color y grosor normal. El tratamiento ha de ser individualizado, informando al paciente y los padres de las posibilidades y la historia natural del proceso. Ninguno de los tratamientos disponibles modifica el curso final de la enfermedad y, por otro lado, la posibilidad de repoblaciones espontáneas dificulta la valoración final, lo que hay que considerar junto con los posibles efectos secundarios. Antes de evaluar los resultados de los distintos tratamientos hay que mantenerlos un período mínimo de tres meses. En muchas ocasiones se emplean tratamientos combinados. La elección del tratamiento dependerá de la extensión del proceso, tratamientos previos, edad del paciente y la repercusión psicológica del proceso. Por lo general se plantean de forma escalonada, comenzando por los tratamientos menos agresivos y manteniéndolos el período aproximado antes descrito. En aquellos pacientes con factores de mal pronóstico (larga evolución, formas extensas u ofiásicas, fracasos terapéuticos previos repetidos) y sin afectación psicológica importante que requiera un apoyo específico, algunos autores optan por la abstención terapéutica, al igual que en niños en formas localizadas sin gran repercusión psicológica dada la repoblación espontánea sin tratamiento en corto espacio de tiempo en un 50 % de casos. Tatuajes El empleo de tatuajes es tan antiguo como nuestra especie. Se han empleado con fines diversos: acentuar la belleza como un adorno permanente, como signo de un status o pertenencia a un grupo, acentuar la agresividad o fiereza, expresar la devoción personas, santos o divinidades, o incluso motivos tan siniestros como los números de identificación en los campos de exterminio nazis. En la actualidad su popularidad y diversidad ha aumentado: son muy populares entre los jóvenes como un accesorio más en el mundo de la moda y en muchos textos se aconseja adoptar una actitud neutra ante su detección, para establecer una buena relación con el paciente. También son comunes los tatuajes temporales con henna, que representan la aplicación de un colorante negro para producir una aspecto de tatuaje que persiste días. Estos han sido especialmente populares entre niños y adolescentes todavía no emancipados en los últimos años durante el verano, pero la alta concentración del colorante parafenilendiamina, conocido sensibilizante de contacto, determina un alto riesgo sensibilización y consiguiente eczema de contacto. Complicaciones asociadas con los tatuajes .- Rechazo .- Infecciones .- Reacciones alérgicas a pigmentos .- Exacerbación de dermatosis Piercing (del inglés to pierc: taladrar) El empleo de objetos metálicos clavados en distintas partes del cuerpo es un tradición en muchas sociedades, y se piensa tiene su origen en la religión hindú. En nuestra sociedad al empleo de estos motivos en los lóbulos de los pabellones auriculares en la mujer (los pendientes), se ha añadido la 12 ornamentación de áreas corporales variadas y la no discriminación por sexos en las últimas décadas, y además con una frecuencia realmente impactante, igual y en paralelo a lo que ocurrió con los tatuajes. Las complicaciones son frecuentes, pero por fortuna menores y en muchas ocasiones el sujeto no busca atención médica y recurre a remedios dictados por el ejecutante del “taladro” o colegas que ya lo pasaron. Incluyen inflamación, exudación, infecciones bacterianas menores, sangrado y menos frecuente, formación de quistes, cicatrices hipertróficas y queloides o desgarros. El eczema de contacto alérgico, generalmente a níquel, es también común. Especial atención a las medidas higiénicas para evitar transmisión de enfermedades (hepatitis, SIDA). Para prevenir complicaciones, además de extremar las condiciones de asepsia, se deben evitar artículos que contengan níquel por el riesgo de sensibilización, evitar las zonas cartilaginosas y retirarlos antes de cualquier actividad en la que existe riesgo de desgarro. Hamartomas y tumores Nevo melanocítico El término nevo, impresión o mancha materna, se emplea para designar hamartomas (del griego hamartia, error), malformaciones constituidas por mezclas anormales de tejidos maduros o anómalos desde el punto de vista funcional, o proliferaciones celulares benignas. Los nevos melanocíticos estarían constituidos por proliferaciones de melanocitos y presentan una incidencia universal, de predominio en áreas expuestas. Esporádicos, son reflejo de una proliferación de melanocitos debido a una mutación somática, que se disponen en acúmulos celulares conocidos como nidos / tecas. Clasificación Momento aparición: congénitos / adquiridos Morfología: - Verrugosos (Miescher, Unna) - Atípicos (Clark) - Halo hipopigmentado (Sutton) - Halo inflamatorio (Meyerson) - Células epiteliodes y fusiformes (Spìtz) - Células epiteliodes pigmentadas (Reed) - Lentiginoso y moteado (spilus) - Azul Y de acuerdo con las características histopatológicas en nevos junturales o de unión, compuestos, intradérmicos, melanocíticos dérmicos,... Clínica Mácula, pápula o mancha, dependiendo del tamaño y la presencia o ausencia de relieve, pigmentada, de coloración desde marrón clara a azulnegra, de límites netos y tamaño variable dependiendo de los tipos. Son datos de atipia clínica la asimetría, el borde irregular, la coloración no uniforme (discromía) y cambios evolutivos (sangrado, aumento de diámetro,...). 13 Diagnóstico Clínico. La dermatoscopia, microscopía de superficie o epiluminiscencia es una técnica desarrollada para el estudio de lesiones cutáneas pigmentadas; consiste en un instrumento óptico con un dispositivo que hace invisible la capa córnea, permitiendo un análisis detallado de la lesión y un control evolutivo mediante la digitalización y almacenaje de las imágenes. Ante cualquier dato de sospecha o riesgo de malignización: biopsia, preferible escisional, para estudio histopatológico. Tratamiento La extirpación de estos nevos estará indicada en aquellos casos en los que existan datos clínicos (fundamentalmente, cambios en la coloración, crecimiento en extensión, determinados tipos como el de Spitz...) o de epiluminiscencia que nos hagan sospechar riesgo de malignización. Los pacientes con gran número de nevos atípicos requerirán un seguimiento periódico. Sin embargo, constituyen un motivo de consulta más frecuente nevos sin características atípicas pero que “molestan” al paciente, ya sea por su localización (nevos de aspecto verrugoso en zona de roce) o simplemente por motivos estéticos. La indicación quirúrgica por estos motivos dependerá de la localización, morfología, riesgo de cicatriz queloidea,..., en definitiva de un buen resultado estético. Bibliografía .- de Lucas R; Campos L; Quesada A. Dermatología y adolescencia. Medicine 2006; 09: 3958-67. .- Katsambas AD; Stefanaki C; Cunliffe WJ. Guideliens for treating acne. Clin Dermatol 2004; 22: 439-44. .- Azaña JM. Acné. En. Muñoz Clavo MT; Hidalgo Vicario MI; Clemente Pollán J. Pediatría Extrahospitalaria. 4ª ed. Madrid. Ergón 2008. pp 913-20. .- Gupta AK; Bluhm R; Summerbell R. Pityriasis versicolor. J Eur Acad Dermatol Venereol 2002; 16: 19-33. .- Raychaudhuri SP; Gross J. 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