HEMOS VISTO SU ESTRELLA Mateo 2, 1-12 Día 6 de enero 2015 Epifanía del Señor (6 de enero) Nos preparamos para acoger la Palabra de Dios en nuestra vida con un momento de silencio y una invocación al Espíritu Santo: Espíritu Santo, susúrrame en el silencio la Palabra. Enséñame,con paciencia, la Palabra. Hazme beber, serenamente, la Palabra. Permanece en nuestro corazón y espera que germine en nosotros la semilla de la Palabra. Ambientación: La verdadera estrella de este relato es Jesús. Es el Mesías esperado y el Rey de los judíos que aparecerá también al final del evangelio. Tampoco resulta raro que se hable de oro y de incienso, símbolos que en el salmo 72 y en Isaías están ligados a la liberación de pobres y oprimidos. Los magos somos nosotros si nos ponemos en camino al encuentro con Dios y con esa actitud de búsqueda que, al debilitarse la luz de la fe, nos hace preguntar: ¿Dónde está el Rey de los judíos, el crucificado y resucitado? Si sabemos leer los signos y la Escritura tendremos la respuesta. Él se manifiesta como estrella en un niño, en lo débil, en la carne. El lugar privilegiado de encuentro con Dios es el hombre y la mujer débiles y excluidos, expuestos a la intemperie, y no los grandes como Herodes. Por eso nosotros, igual que los magos, no podemos volver al poder opresor. Quien se encuentra con este Niño, el Dioscon-nosotros, tiene que volver “por otro camino”. 1. LECTURA: ¿Qué dice el texto? Proclamación de Mateo 2, 1-12 eco… Interiorizamos haciendo El mensaje central de este relato de los Magos, exclusivo de Mateo, es claro: la salvación que trae Jesús es para toda la humanidad, sin fronteras. Él viene a liberar a todos los seres humanos. No en vano la fiesta de los Magos se llama, litúrgicamente, Epifanía, es decir la fiesta de la manifestación de Dios a todos los hombres y mujeres y a todos los pueblos. Es una fiesta misionera. - ¿Cómo vivo la dimensión misionera de mi fe? ¿Vivo la fe no como una doctrina o ideología sino como el encuentro gozoso con Jesús, el “Dios-con-nosotros”? Mateo sitúa el nacimiento de Jesús en el espacio y el tiempo. De ahí el protagonismo del rey Herodes, el arquetipo del perseguidor. Su despotismo contrasta con la humildad del “rey de los judíos” que acaba de nacer y que el tirano contempla como una amenaza a su persona. Este pasaje resume la teología de Mateo: dos realezas entran en conflicto, una temporal y otra eterna, la de Herodes y la de Jesús. Pese a conocer las Escrituras, las autoridades judías y toda Jerusalén se asombran ante el nacimiento del Mesías y no lo reconocen. Unos magos, en cambio, lo buscan, lo encuentran, lo adoran y le ofrecen sus dones, los más costosos de la tierra, que simbolizan la realeza del recién nacido. - ¿Tenemos los cristianos la tentación de utilizar la fe más que como un don como un instrumento de poder? 2. MEDITACIÓN: ¿Qué me dice el texto? Los Magos “vieron al niño con su madre y cayeron de rodillas para adorarle”. También nosotros necesitamos ojos de epifanía para ver al niño, pobre e indefenso, y en él, a Dios. Necesitamos mirada interior. Y ojos de apóstol. Porque ese Dios es para todos. - ¿Cómo vivo mi compromiso misionero? Detrás de los Magos hay que ver a todos los pueblos que ellos simbolizan, los que Isaías descubría con ojos de epifanía: “Mira, Jerusalén. La noche cubre los pueblos, pero sobre ti se levanta el Señor; los naciones caminan a tu luz. ¡Mira cómo se reúnen!”. - ¿Pienso que para descubrir hoy la estrella guiadora habrá que mirar hacia los marginados y excluidos del mundo, hacia las periferias geográficas y existenciales? “Hemos visto su estrella”. - ¿Qué “estrellas” indican la presencia de Dios en nuestros ambientes? ¿Soy capaz de descubrirlas? Los Magos ofrecen al Niño sus dones y se ofrecen a sí mismos en actitud de respeto, adoración y silencio. Adorar, descubrir la cercanía y la ternura de Dios, sentir alegría y agradecimiento, reconocer el misterio, son actitudes propias de toda persona de fe. - ¿Forma parte de mi vida la búsqueda, la admiración, la ternura, la contemplación, la alegría, el agradecimiento? ¿Qué “tesoros” ofrezco a Jesús y a los demás? El encuentro con Jesús les hace cambiar de camino. Es el símbolo de la conversión interior. Recorren caminos nuevos porque son personas nuevas. Ya no necesitan el poder de Herodes ni el saber de los escribas. Es el encuentro con una Persona que dará un nuevo sentido a su vida. - ¿El encuentro con Jesús cambia mi vida? “La estrella se paró encima de donde estaba el niño”. ¿Qué compromiso concreto podría asumir para convertirme en “estrella” de otros? 3. ORACIÓN: ¿Qué me hace decirle a Dios? La actitud de los Magos adorando al Niño Jesús nos mueve a postrarnos también nosotros y adorar al Señor que viene a salvarnos. Volvemos a leer el texto poniendo en sus manos a modo de ofrenda nuestra oración: Mateo 2, 1-12 Que tengamos pasión misionera para llegar a los más alejados, sean personas o ambientes; que descubramos ahí los lugares preferentes de nuestro envío… Que seamos una estrella que ilumine a todos, especialmente a los más alejados, y los conduzca hacia el Señor y a los lugares en que pueden realizar el encuentro vivo con Él: los pobres, la comunidad, la Eucaristía, los sacramentos… Que en los más cercanos, abramos los horizontes de la misión; que no hagamos una Iglesia encerrada en el templo, y menos en la sacristía, sino dispuesta a vivir y anunciar a Jesús y el Reino en la intemperie de la vida, las periferias y las fronteras y en los ambientes marginados de nuestra sociedad… REGALOS Señor de la cuna, me arrodillo ante ti para ofrecerte el oro de mi amor… Señor del cielo, me inclino ante ti para elevar el incienso de mi adoración… Señor de la tierra, me pongo ante ti para presentarte el perfume de mi sonrisa… Y tú, Señor de los vivientes, me dices: “Tus regalos son lindos y muy preciosos. Ofrécelos a tus hermanos de la tierra. Reparte entre ellos tu sonrisa. Derrama sobre ellos tu amor. Dales tu alegría, tu cariño y tu respeto. Porque lo que ofrezcas a tus hermanos y hermanas de la tierra, se lo das también a Dios.