Maestría en Auditoría Integral y Control de Gestión Análisis artículo: El triángulo del Fraude, por José Antonio Sánchez y Walter López Moreno El artículo presenta un análisis profundo sobre el fenómeno del fraude corporativo a través del modelo conocido como el "triángulo del fraude", propuesto por Donald Cressey. Un modelo que ilustra las condiciones que pueden llevar a personas, que normalmente se considerarían éticas, a incurrir en comportamientos fraudulentos. Este modelo identifica tres elementos esenciales: poder (incentivo o presión), oportunidad y racionalización. Se establece que la integridad es fundamental en el ámbito profesional, no solo como un valor moral, sino como una condición necesaria para el funcionamiento efectivo de cualquier sistema. La metáfora de la rueda, donde la integridad es comparada con los radios, enfatiza que la falta de este valor puede comprometer tanto el rendimiento individual como organizacional. Se define la integridad como una madurez ética y espiritual, permitiendo a las personas actuar de manera óptima en diversas circunstancias. El artículo hace referencia a casos emblemáticos de fraude corporativo, como Enron y WorldCom, para ilustrar cómo la falta de integridad entre líderes empresariales puede tener consecuencias devastadoras para la sociedad y la economía; cómo siendo muy capaces, decidieron dedicar sus esfuerzos al fraude masivo. Estos escándalos financieros han llevado a la creación de regulaciones como la Ley Sarbanes-Oxley, para penalizar legalmente a quienes realicen actividades fraudulentas. En atención a esto se desarrolló un área especializada llamada forense, que profundiza en la detección y prevención del fraude financiero. La evasión fiscal y el fraude son fenómenos que afectan la estructura misma de la sociedad. Se destaca la escasez de estudios sobre fraudes en Puerto Rico, planteando hipótesis para investigar cómo las características del fraude están influenciadas por el nivel gerencial. La metodología incluye un enfoque no experimental, utilizando encuestas a gerentes en el sector bancario para analizar las correlaciones entre las dimensiones del triángulo del fraude. Los resultados indican un alarmante desconocimiento del triángulo del fraude entre los gerentes encuestados, sugiriendo una brecha en la educación ética dentro de las organizaciones. Esta falta de conocimiento puede contribuir a la perpetuación de prácticas deshonestas en el entorno empresarial. Aunque no se encontró evidencia concluyente para rechazar las hipótesis planteadas, el artículo enfatiza la importancia de la educación y el desarrollo de una cultura organizacional ética como herramientas esenciales para prevenir el fraude. En última instancia, se aboga por un enfoque más integral en la capacitación de los gerentes, promoviendo comportamientos éticos en sus decisiones empresariales. ¿Qué tan importante es la capacidad del individuo para ser defraudador? Maestría en Auditoría Integral y Control de Gestión Para cometer fraude, una persona necesita conocer bien el sistema en el que está trabajando, tener habilidades para engañar a otros y ciertos conocimientos técnicos, dependiendo del tipo de fraude que quiera hacer. También es importante saber planear bien para evitar problemas y entender cómo piensan las personas para anticipar sus reacciones. Por otro lado, la capacidad de defraudar puede traer consecuencias serias, tanto para la persona como para la sociedad, generando desconfianza y causando daño económico y social. Sin embargo, esas mismas habilidades pueden ser útiles en situaciones positivas, como negociar o resolver conflictos, donde la persuasión y la estrategia son clave. Al final, lo que importa es la ética y la intención detrás de estas habilidades para determinar su verdadero impacto.