RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA 63 X. 5 3? Héctor Hidalgo Zig-Zag i RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Héctor Hidalgo Ilustraciones de Marta Carrasco [Primeros Lectores) ISBN: 956-12-1286-2. Pedición: diciembre de 1998. © Héctor Hidalgo González. Inscripción N° 106.720. Santiago de Chile. Derechos de edición reservados por Empresa Editora Zig-Zag. S.A. Editado por Empresa Editora Zig-Zag. S.A. Los Conquistadores 1700. Piso 17. Teléfono 3357477. Fax 3357545. Email: arzigzag @ rdc.cl Santiago de Chile. Impreso por Impresos Universitaria. S.A. Avda. Las Parcelas 5585. (Estación Central) - Santiago de Chile. Impreso en Chile. Printed in Chile. Índice Página Prólogo 7 CüENTIVERSOS Receta para espantar la tristeza El gato macanudo Oficina de reclamos Navidad en el bosque ün cuento de misterio La señora Imaginación Tres monedas en un camino Una boda en el jardín üna abuelita del tiempo de antes Pepino va al zoológico El Rompecuento El viejito Agustín Qué manera de crecer Mi jardín Adivina, amigo lector (Jna tarde de lluvia El viento 13 16 18 26 32 34 38 42 44 48 58 62 64 66 68 70 72 Poemas La luna está llorando Las campanas del campo Llueve en el mar Hoja seca de otoño Los animales A madrugar El organillero Mi huerto 77 80 82 84 86 88 90 92 C 3 X*Z0 «y Prólogo Receta para espantar la tristeza se va cociendo con dos preparaciones que, si bien impresionan distinto al paladar, hallan motivación en un propósito común. En efec­ to, Cuentiuersos y Poemas obedecen a dos tonos y aun a dos formas claramente dife­ renciales; han sido sazonados con diverso gusto, tal vez con mayor exigencia en el nivel de comprensión lectora para los se­ gundos, pero la intención nutricia es a fin de cuentas la misma: iniciar en la lectura de poesía y encantar con la palabra, poniendo en juego sonoridad y contemplación, ante un entorno que apela al deleite visual. En los cuentiversos predomina el afán lúdico. La métrica y los desplazamientos de 7 voz en las inserciones dialogadas se ponen al servicio de un dinamismo juguetón, que permite caracterizar a diferentes personajes e introducir preguntas curiosas. Los poe­ mas, por su parte, incorporan una dimen­ sión más reposada, reflexiva incluso, gra­ cias a la cual el niño accede a nostálgicas descripciones de indudable valor poético: la introspección encuentra apoyo en un len­ guaje legible y fácil de seguir, lo que favore­ cerá el descubrimiento de la propia subjeti­ vidad del novel lector. Los tópicos son variados: Héctor Hi­ dalgo ha tenido la delicadeza de salvaguar­ dar lo múltiple, y garantizar con ello la po­ sibilidad de “hacer sintonía” con niños de sensibilidad e intereses diversos: la fauna y la flora son privilegiadas, pero no quedan fuera los paisajes urbanos y los oficios. 8 i Como se ha dicho, encontramos trata­ mientos más narrativos, como la bella his­ toria rimada que hallamos en ese acerca­ miento al proceso creador en “La señora Imaginación”, conviviendo armónicamen­ te con hermosas descripciones, como las de “Mi huerto” o “Llueve en el mar”, bien resueltas en un contenido lírico. El conjunto se presenta versátil y promete encantar entre rimas y sonrisas. Los Editores 9 ¿r 2- ;228£ CUENTIVERSOS --------------------------------- Receta para espantar la tristeza ( -Vamos, arriba el ánimo -me dijo un día Enriqueta-, para espantar la tristeza tengo la mejor receta. Entre ollas y teteras, la vinagreta y la canela anoté los ingredientes de mi amiga cocinera. -Tres cucharadas repletas del mejor verano molido más un besito de mamá para quedarte dormido. 13 I HÉCTOR HIDALGO -Medio kilo de recuerdos, dos tazones de amistad, más polvillo de ilusión con cascaritas de bondad. Y, agregó Enriqueta: -No perdamos más el tiempo, lo que viene es importante... ¡Todo el procedimiento! -Para que tome su color, revuelve mientras cantas, porque al primer hervor ya las tristezas espantas. ?S 14 7^ RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Mi amiga Enriqueta me tomó por una mano, entregándome el poder de su cuchara de palo. Y cuando me dejó solo trabajé con harta prisa, y, al probar su receta, me nació una gran sonrisa. El gato macanudo Por creerse macanudo, un engreído gato siamés, saltando desde un sillón se convirtió en un ciempiés. “Lo primero es lo primero”, comentó entusiasmado y fue a la zapatería por zapatos de su agrado. El vendedor que lo atendió le dijo con gran espanto: -¡De su número, mi amigo, jamás le tendremos tanto! 16 7^ RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Y buscando el buen gato en tanta zapatería, fue así como reunió todo lo que requería. Zapatos de media estación, pantuflas con plantillas, chalas de verano sin talón, zuecos finos con hebillas. Uno a uno se los puso, sin dejar ni un pie desnudo, más como loco de remate que como gato macanudo. / Oficina de reclamos Justo cuando el señor Lirón, descorre la ventanilla, el público que espera con reclamos lo aportilla. El Murciélago, enojado, aleteando se define: -¡No soy primo del vampiro que aparece en el cine! 18 _______ RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA El Loro, sin parar de hablar, refunfuña muy en serio: -¿Creen que soy un parlanchín que ya no tengo remedio? Y las brujas, pobres brujas, estirándose la estola: -Si no nos dejan tranquilas, ¡vamos a dejar la escoba! HÉCTOR HIDALGO Las arañas enredadas en sus telas de colores, reclaman con gran empeño por ser causa de temores. También está el Lobo Feroz, quien con fuerte voz les grita: -Pero si no soy tan malo, ¡culpen a Caperucita! -¿Qué me dices, sabio Búho, qué pasa, por qué no hablas? -¿Y qué quieres que te diga? ¡Si no me sé ni las tablas! RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA La ganada mala fama de madrastras convocadas, no se debe a su culpa... ¡es por los cuentos de hadas! Aunque son tan pequeñitos, hay que oír a los ratones, corretean por la sala reclamando por montones. 21 7^ HÉCTOR HIDALGO Un cerdito limpíecito, con corbata y chaquetón, se presenta compuestito, para romper la tradición. Y la esforzada Hormiga, recolectora y obrera, quiere muchas vacaciones, de verano a primavera. 22 i RECETA PAR/X ESPANTAR LA TRISTEZA Hasta el Viejito Pascual solicita con gran bondad: -Pido una fresca polera en la próxima Navidad. HÉCTOR HIDALGO Pero en la ventanilla dice bostezando el Lirón: -No más reclamos, señores, que comenzó mi colación. 24 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Entonces todos acuerdan volver en otro horario, y así mejor reclamar llenando el formulario. i Navidad en el bosque -Les voy a contar que se hizo en el bosque una gran reunión. -¡Qué fiestón! -Con gran entusiasmo, los primeros en llegar fueron los saltamontes. -¡Qué aprontes! 26 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA -Luego, con paso ligero, para no perder detalles, la liebre y las hormigas. -¡Qué amigas! -Hasta de los cerros, bajaron los conejos, por los estrechos senderos. -¡Qué lejos! -Con mucho alboroto saltando de flor en flor, se fueron acercando abejas y mariposas. -¡Qué amorosas! 27 HÉCTOR HIDALGO -Y las pobres tortugas, para estar a tiempo, salieron de sus casas ¡una semana antes! -¡Qué perseverantes! -El elegante ratón Andrés, para presentarse bien se puso en su chaqueta un vistoso rosetón. -¡Qué pretensión! 28 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA -Y para sentir más corto el camino, a grandes saltos compitieron los sapitos y los grillos. -¡Qué pillos! -Nunca se había visto un lugar tan poblado, pues estaban desde el gato mañoso a los revoltosos pericos. -¡Qué tipos! -Es que no faltó nadie, ■■ es verdad lo que les cuento, ni siquiera el Búho. -¡Qué también estuvo? 29 HÉCTOR HIDALGO -Claro, muy serio el Búho al pasar la lista de asistencia, de pronto... algo sucedió. -¿Qué sucedió? -Silencio total en el bosque. ¿Pasa algo? ¿No pasa nada? ¿Algo pasó? -¿Qué se yo? Saltando sobre una roca, molesto el Búho gritó: “¡Silencio todos! ¡Paren la emoción!” -¡Qué enojón! 30 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA -Y agregó el Búho, aleteando: “¿Dónde dejaron la cabeza? Han olvidado lo más importante: ¡Los regalos de Navidad!” -¡Qué barbaridad! Í Cln cuento de misterio r Una vez, en pleno invierno, en la colina, una mansión, sobre el tejado musgoso, una extraña aparición. En medio del bosque oscuro aúlla un lobo solitario, y lejos en la capilla tañe triste el campanario. Desde el balcón de piedra la Princesa en soledad, enciende un candelabro que el viento apaga con maldad. 32 I RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA -¡Socorro! -grita la niña. Pero no hay nadie en casa, las cadenas se estremecen, y el tiempo que no pasa... Por fin el viento trae el eco de un incierto galopar, ¡es el Príncipe Encantado el que acaba de llegar! La señora Imaginación La señora Imaginación compró una resma de papel, para escribir un cuento, así el niño dormía bien. Luego comenzó: CJna uez, en un país con montañas, bañado por un largo mar, y el sol en las mañanas... En las mañanas -lo pensó-. ¿Qué podría poner después? Partió el niño a clases -y dudó- ¿o a jugar tal uez? 34 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA A Jugar a la escuela, fue el verso que decidió. Pero allá una maestra, bellas historias le contó. De un Rey gordo y risueño, en un castillo de ilusión, de su hija enamorada de una nube de algodón. En las tardes de uerano la Princesa sollozaba, cuando buscaba en el cielo a su nubecita amada. 35 7^ HÉCTOR HIDALGO ¿Dónde habrá partido mi linda nube de algodón? Sólo ayer en primavera me entregó su corazón. Suspiraba la Princesa ante el cielo despejado, soñando con esos días que amanecían nublados. El Rey, para animarla un caballo alado le dio. Y entonces la Princesa feliz tras su nube voló. 36 -s RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Al llegar la primavera se ue la nube de algodón g con ella la Princesa, suspirando de emoción. Como lo han podido ver, no es difícil comenzar: a escribir un bello cuento, hoy yo les quiero invitar. Basta una hoja en blanco para que vuele la ilusión, después nacerá la historia de la señora Imaginación. Tres monedas en un camino Tres viajeros encontraron tres monedas en un camino, cada uno a su tesoro, le dio un buen destino. El primero, muy soñador, la limpió con gran cuidado, era de un país lejano, de un tiempo ya olvidado. 38 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Su monedita mostraba la corona de laureles, del héroe más importante de un reino de oropeles. El segundo peregrino, llegó a la gran ciudad, allí regaló la moneda, para sellar una amistad. ____ 39 7^ HÉCTOR HIDALGO Y la amistosa moneda se fue cambiando de dueños, compartiendo con la gente cada uno de sus sueños. El tercero empobrecido, la guardó en un pañuelo, muy creyente de la suerte, su moneda fue un consuelo. Y cada vez que presentía algún fracaso o desventura, le daba un apretoncito a su moneda de fortuna. 40 7^ RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Tres viajeros encontraron tres monedas en un camino, cada uno a su tesoro, le dieron un buen destino. I tina boda en el jardín El copihue y la amapola por fin se fueron a casar, eligiendo por padrinos a la azucena y al rosal. Qué elegante iba el copihue, paso a paso hacia el altar, con mejillas sonrosadas y perfume de azahar. La amapola tan dichosa se prendió en el corazón, como muestra de alegría un ramito de ilusión. 42 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA En el jardín engalanado tan grande era la fiesta, que contrataron para el baile a los grillos como orquesta. Pero alguien estaba triste, era el rosal que no bailó, pues al invitar a su pareja una espina le clavó. Ciña abuelita del tiempo de antes Mi querida abuelita, era del tiempo de antes, desanudaba recuerdos como si fueran diamantes. En las tardes de verano, y bajo la sombra del parrón, me contaba las historias provenientes del corazón. 44 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Me hablaba de su casa, del zumbido del panal, del manzano del huerto, de las flores del rosal. Y del vestido de organdí de su muñeca de lana, de sus zapatos de charol que reflejaban la mañana. 45 7^ HÉCTOR HIDALGO Pero de pronto suspiraba, enseñándome una postal, tan borrosa y desgastada, de su novio de ultramar. Para saber cuánto lo amó, bastaba mirar sus ojitos, sentir su voz temblorosa entre suspiros cortitos. RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA I Asi era mi abuelita, muy del tiempo de antes, desanudaba recuerdos como si fueran diamantes. 0-^ Pepino va al zoológico Un domingo de mañana el Zoo estaba de fiesta, y Pepino con sus padres, esperaban en la puerta. Globo rojo bailarín comienzas tu primer vuelo, basta un suave tironcito y te paseas por el cielo. RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA -¿A quién veremos primero? ¡Qué difícil elección! -Comencemos por las aves, escuchemos su canción. -Yo prefiero el león que se encuentra dormitando. En su melena dorada... ¿Qué sueños irá guardando? 49 I HÉCTOR HIDALGO Y la tranquila jirafa estiró con dificultad el largo cuello manchado para mirar la ciudad. -¿Qué opinas de los monos? -Son tipos muy chistosos, que al rascarse la cabeza nos saludan amistosos. / 50 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA De pronto, el globo rojo, de Pepino se arrancó, pero el mono de Brasil con un brinco lo agarró. El globito tironeaba sin tener escapatoria, hasta que el mono lo soltó para tomar una zanahoria. Entonces el globo rojo salió en vuelo rasante, de la jaula de los monos al rincón del elefante. 51 HÉCTOR HIDALGO El elefante, resfriado, sin ánimo para jugar, de un estornudo lo lanzó a la jaula del jaguar. I 52 7^ RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA El jaguar, de un coletazo, lanzó el globo de Pepino, hacia el lado de las cebras porque era un buen vecino. Por un cabezazo de las cebras saltó el globo bailarín, que con buen fútbol lo lanzaron a las tortugas del jardín. 53 Una tortuga ni se movió, como siempre, adormecida, y el globo rojo se quedó esperando la salida. El viento quiso participar, regalando un ventarrón que llegó a las pajareras, y allí no había solución. Luego Pepino murmuró: -Ahora viene lo peor, para cualquier pájaro un globo rojo es tentador. 54 7^ RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA ) Los pájaros planearon, ajustaron puntería, se lanzaron en picada como nadie lo quería. El tucán que estaba cerca, vio el globo de Pepino y con certero picotazo le fijó un mal destino. El estampido producido espantó a los pajaritos, mientras el globo juguetón se convirtió en mil trocitos. 55 HÉCTOR HIDALGO El Zoo quedó en silencio después del gran reventón, nadie jugó, nadie soñó, se acabó la diversión. -No te preocupes, hijo, si te sirve de consuelo te compro otro globo para que remonte el vuelo. -No lo creo necesario, los animales en este día con mi globo han tenido un momento de alegría. 56 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Y a Pepino, por dar ilusión a tanto animal aburrido, un helado de vainilla fue el premio ofrecido. Todavía duermen las tortugas del jardín, y es que nunca ellas jugaron con el globito saltarín. El Rompecuento -¿Por qué había una vez? -preguntó el Rompecuento, interrumpiendo a su mamá, haciendo perder el tiempo. -¿Por qué en un país lejano? -cuestionó el Rompecuento. -Si no te callas -dijo mamáte dejaré solo, lo siento. 58 7^ RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA -¿Por qué un rey tan barbudo? -agregó el Rompecuento. -Si no me dejas terminar, me iré como el viento. -¿Por qué un joven tan pobre? -sospechó el Rompecuento. -Con tantas preguntas tontas, hijo, yo me desconcentro. 59 HÉCTOR HIDALGO -¿El pobre será un príncipe? -se adelantó el Rompecuento. -Es que tú me vuelves loca, ya no sé ni lo que pienso. -Siempre hay una princesa -rezongó el Rompecuento. -Pero no te apresures que me falta el aliento. -Y la princesa conoció... -bostezó el Rompecuento, y se durmió tan de pronto, pero no quedó contento. 60 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Porque no cumplió del todo su papel de Rompecuento, pues entre las interrupciones le quedaron más de un ciento. 61 J El viejito Agustín En un antiguo caserón, Santiago, año casi dos mil, vive allí un viejito, muy cerca del barrio Brasil. Se le ve por las mañanas con su perrito Serafín, recorriendo callejuelas, muy cerca del barrio Brasil. Oficia de zapatero y su nombre es Agustín, él remienda los calzados, muy cerca del barrio Brasil. 62 Z^- RECETA PARA ESPANTAR I.A TRISTEZA Están muy agradecidos con el viejito Agustín, pues ya no hay dolor de pies, muy cerca del barrio Brasil. Él se encarga de ablandar con su perfecto esmeril, los zapatos de la gente, muy cerca del barrio Brasil. Por la calle va paseando el viejito y Serafín y todos están contentos, muy cerca del barrio Brasil. 63 Qué manera de crecer Qué manera de crecer, me dije este verano, cuando al espejo me miré y me topé con un grano. El grano del crecimiento es más bien una espinilla; ya todo cambiará en mí, no me vendrá la chasquilla. Me he puesto larguirucho con este afán de crecer, ya no juego como antes ni me interesa correr. 64 I RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Me llevaron a la tienda a comprar ropa holgada, este sorpresivo cambio nadie se lo esperaba. Yo no sé, pero es extraño, me dan ganas de llorar, sin tener razón alguna me he puesto sentimental. Algo me está pasando, aparte de tanto crecer, ya que siento en mi pecho que a alguien voy a querer. 65 <S^’ Mi jardín Cada dia en mi jardín canta que canta mi zorzal, pica la uva del parrón o se para en el rosal. De entre un montón de piedras aparecen las hormigas, trabajando entusiasmadas, demostrando ser amigas. Sobre la hoja de un laurel se asoma un caracol, con su casita a cuesta y sus dos cachitos al sol. 66 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Por la mañana temprano cómo juegan los gorriones, revolcándose en la tierra, cómo llegan por montones. Con el sol del mediodía, asoman las mariposas, con sus alas de colores con sus alas tan hermosas. En la tarde sosegada dormita el gato bandido, como si fuera el dueño de todo el jardín florido. Cuando llego a mi jardín siempre busco a mi zorzal, él a saltitos se acerca regalándome su cantar. 67 Adivina, amigo lector Adivina, amigo lector: hay un niño debilucho muy travieso y hablador... -¡Que se llama Papelucho! Ahora sí te quiero ver: Garfio era un capitán... ¿Y el personaje que no quería crecer? -¡El personaje Peter Pan! Muy chiquito y bien vestido, saltaba desde un bolsillo para hablar al oído... -¡El pequeño Pepe Grillo! 68 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA En el jardín amurallado vivía sin perder de vista a los niños del poblado... -¡El Gigante Egoísta! Vaya que me has ganado, nunca te pude sorprender. ¿Y cómo lo has logrado? -¡Me gusta jugar y leer! Ciña tarde de lluvia Esta tarde está lloviendo, no tengo nada que hacer, me voy a la biblioteca para ponerme a leer. Allí me esperan los libros que me han dado aventuras, tal como el del Principito recorriendo las alturas. Para qué hablar de Alicia, detrás de un tronco viejo, quiere conversar, sin dudas, con su amigo el conejo. 70 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA O del pirata Sandokán, soberano de los mares muy hábil con su espada y valiente en andares. Es esta tarde invernal P'!'"\ yo tengo tanto que hacer, i jcA revisaré muchos libros CJj\_*_jintes que deje de llover. El viento Recuerdo un bello cuento que mi padre me leía, hablaba sobre un viento... pero después me dormía. Con el viento yo soñaba, que viajaba por lugares, de su mano caminaba conociendo las ciudades. Aunque nunca supe el final de la historia del viento, mi padre se encargaba de repetir este cuento. 72 */ RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Y el viento aparecía nuevamente con empeño, cayendo sobre mis ojos, metiéndose en mi sueño. Así nació el misterio del cuento que no concluía, cada vez que comenzaba, siempre, siempre me dormía. Poemas f La luna está llorando La luna está llorando al lado del riachuelo, porque el día llegaba para quitarle su cielo. Los pájaros de la noche se pusieron a cantar, así la lunita llena olvidaba su pesar. Pero el búho enojado se posó sobre una rama exigiendo que croara junto a ellos la rana. 77 P^X 7^- HÉCTOR HIDALGO La única que se negaba era la rana traidora, ella no se levantaba, nunca jamás a deshora. Una nube en el cielo se acercó para mirar, cubriendo la lunita que no dejaba de llorar. I Qué tienes lunita llena, si tuviste un buen pasar y mañana por la noche te volveremos a encontrar. 78 7^ RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Comentó el riachuelo, molesto y quejumbroso, sin parar su recorrido por el lecho pedregoso. Río, llévame contigo, a ti que te gusta viajar, nos iremos conversando hasta que hallemos el mar. Y el río y la luna emprendieron el camino, desde los campos maduros hasta el más bello destino. ID ÍR Las campanas del campo Tañen tañen las campanas en el campo de mi tierra, cuando la tarde se pasea por el camino de piedra. Tañen tañen las campanas, cuando el oro del trigal fue pintado por el sol, antes de dormir en el mar. Tañen tañen las campanas, llaman siempre a reposar, cada niño a su cama, cada pájaro a su nidal. 80 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Tañen tañen las campanas, llaman al recogimiento, al encuentro de la familia, al más claro sentimiento. ■>> /// 7/' Llueve en el mar Cae la lluvia fina sobre el lomo del mar, las olas las mece el viento invitándolas a jugar. A lo lejos en el horizonte, un barquito de papel. ¿Qué niño lo lanzó a un río? ¿Qué sueños transporta él? Cae la lluvia fina sobre todo el litoral, las gaviotas revolotean sobre las olas del mar. 82 RECETA PARA ESPANTAR I.A TRISTEZA A lo lejos en el horizonte, se oculta el sol, se va el día y la lluvia fina que no cesa de entregar melancolía. Hoja seca de otoño Hoja seca de otoño, escucha, el viejo sol ya te ha dorado, y la brisa te enseñó a volar para que duermas en el prado. Hoja seca de otoño, atenta, el viento te está invitando, contigo quiere recorrer mundo, vuela, vuela, te está esperando. Hoja seca de otoño, suerte, ya que el viento te ha mostrado, desde el campo maduro hasta el bosque enmarañado. 84 7^ RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Hoja seca de otoño, adiós, ya no verás el suave monte, has caído al río que va al mar donde duerme el horizonte. Los animales Y el pez melancólico que se oculta entre las piedras del riachuelo, a llorar desconsolado, extraviado hace tanto tiempo sin poder retornar a las praderas abisales, sin poder dormir en el negro y velludo vientre del mar. Y el pájaro que planea incierto sobre la oscura hondonada, asustado de escuchar tantas veces su voz y otras, en el laberinto de piedra y verde. 86 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA ¿Dónde está la bandada exploradora del cielo? ¿Dónde el cardumen bailarín? ¿Dónde el nido fragante a boldo? ¿Dónde la selva poblada del mar? A madrugar Te invito esta mañana a recorrer la ciudad, vamos, salta de la cama, ven, anímate de verdad. Veremos, te lo aseguro, cosas muy interesantes, respiraremos aire puro como buenos caminantes. 88 I 7^- RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA En seguida... ¡A caminar!, recorramos la vecindad y levántate temprano, ¡pero, anímate de verdad! El organillero El barrio está de fiesta, ya llegó el organillero con su cajita a cuesta y su vistoso sombrero. Gn monito bien vestido de gorra y zapafos finos, salta, salta confundido cuando ríen los vecinos. El loro ni se inmuta desde su jaula dorada, porque él sólo disfruta con una buena tonada. 90 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA Pero el organillero prefiere esas canciones que contrata un caballero, porque le traen emociones. .V i Mi huerto Tengo plantado en mi huerto todo lo que yo más quiero, desde un zapallo maduro a un verde limonero. He puesto entre las piedras mi gran colección de cactos, dejando un pequeño lugar donde duermen los lagartos. Y si hablo de mis flores, comienzo por los rosales que florecen coloridos entre violetas y juncales. 92 RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA En el fondo de mi huerto veo como cae la hiedra, con sus ramas abundantes por el muro de piedra. Cuando el sol de la mañana visita mi huerto florido, el zorzal del duraznero canta alegre ei dj nido • Zíg-Zag ¡meros l.ecíores Entretenidos cuentos en versos y cadenciosos poemas, crean una atmósfera acogedora y mágica a la vez, ene cautivará a los pequeños lectores. Se nos aparecen de pronto tiernos personajes, que hablarán de sus esperanzas } sus desesperanzas, de sus dudas y certezas. Destacan sus páginas también por un singular tratamiento de las imágenes poéticas: la melancólica lluvia que no cesa de llorar porque está triste, la hoja seca de otoño que no se resigna a morir y un viento solidario que la invita a pasear... Héctor Hidalgo, escritor chileno, nacido en San Femando, ha incursionado con c mucho éxito en las letras .ción destacan Los cuentos de la nacionales. En su creación ,arera de Samuel Encino, Cuentos ciudad dormida, La pajaren do. La mágicos del sur del mundo, ' mujer de goma y El piano de Nenida y otros cuentos,5. Su obra Los gatos de Venecia y esta casa editorial, ganó el otros cuentos, editada por | primer premio Concurso■ de Literatura Infantil, 1995, Consejo Nacional del Librjro, ■■■ Ch863 HIDr - HIDr 008517F RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA HIDALGO.HECTÜR J 4 8bOHIDrl*>8c3' OIGO 81-7 _______ :