Subido por Axel Mansilla

Receta para espantar la tristeza: Cuentos y poemas infantiles

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RECETA PARA
ESPANTAR LA
TRISTEZA
63
X.
5
3?
Héctor Hidalgo
Zig-Zag
i
RECETA PARA
ESPANTAR LA
TRISTEZA
Héctor Hidalgo
Ilustraciones de
Marta Carrasco
[Primeros Lectores)
ISBN: 956-12-1286-2.
Pedición: diciembre de 1998.
© Héctor Hidalgo González. Inscripción N° 106.720. Santiago de Chile.
Derechos de edición reservados por Empresa Editora Zig-Zag. S.A. Editado
por Empresa Editora Zig-Zag. S.A. Los Conquistadores 1700. Piso 17.
Teléfono 3357477. Fax 3357545. Email: arzigzag @ rdc.cl
Santiago de Chile.
Impreso por Impresos Universitaria. S.A. Avda. Las Parcelas 5585.
(Estación Central) - Santiago de Chile.
Impreso en Chile. Printed in Chile.
Índice
Página
Prólogo
7
CüENTIVERSOS
Receta para espantar la tristeza
El gato macanudo
Oficina de reclamos
Navidad en el bosque
ün cuento de misterio
La señora Imaginación
Tres monedas en un camino
Una boda en el jardín
üna abuelita del tiempo de antes
Pepino va al zoológico
El Rompecuento
El viejito Agustín
Qué manera de crecer
Mi jardín
Adivina, amigo lector
(Jna tarde de lluvia
El viento
13
16
18
26
32
34
38
42
44
48
58
62
64
66
68
70
72
Poemas
La luna está llorando
Las campanas del campo
Llueve en el mar
Hoja seca de otoño
Los animales
A madrugar
El organillero
Mi huerto
77
80
82
84
86
88
90
92
C 3
X*Z0
«y
Prólogo
Receta para espantar la tristeza se
va cociendo con dos preparaciones que, si
bien impresionan distinto al paladar, hallan
motivación en un propósito común. En efec­
to, Cuentiuersos y Poemas obedecen a dos
tonos y aun a dos formas claramente dife­
renciales; han sido sazonados con diverso
gusto, tal vez con mayor exigencia en el
nivel de comprensión lectora para los se­
gundos, pero la intención nutricia es a fin de
cuentas la misma: iniciar en la lectura de
poesía y encantar con la palabra, poniendo
en juego sonoridad y contemplación, ante
un entorno que apela al deleite visual.
En los cuentiversos predomina el afán
lúdico. La métrica y los desplazamientos de
7
voz en las inserciones dialogadas se ponen
al servicio de un dinamismo juguetón, que
permite caracterizar a diferentes personajes
e introducir preguntas curiosas. Los poe­
mas, por su parte, incorporan una dimen­
sión más reposada, reflexiva incluso, gra­
cias a la cual el niño accede a nostálgicas
descripciones de indudable valor poético: la
introspección encuentra apoyo en un len­
guaje legible y fácil de seguir, lo que favore­
cerá el descubrimiento de la propia subjeti­
vidad del novel lector.
Los tópicos son variados: Héctor Hi­
dalgo ha tenido la delicadeza de salvaguar­
dar lo múltiple, y garantizar con ello la po­
sibilidad de “hacer sintonía” con niños de
sensibilidad e intereses diversos: la fauna y
la flora son privilegiadas, pero no quedan
fuera los paisajes urbanos y los oficios.
8
i
Como se ha dicho, encontramos trata­
mientos más narrativos, como la bella his­
toria rimada que hallamos en ese acerca­
miento al proceso creador en “La señora
Imaginación”, conviviendo armónicamen­
te con hermosas descripciones, como las
de “Mi huerto” o “Llueve en el mar”, bien
resueltas en un contenido lírico. El conjunto
se presenta versátil y promete encantar
entre rimas y sonrisas.
Los Editores
9
¿r 2- ;228£
CUENTIVERSOS
---------------------------------
Receta para
espantar la tristeza (
-Vamos, arriba el ánimo
-me dijo un día Enriqueta-,
para espantar la tristeza
tengo la mejor receta.
Entre ollas y teteras,
la vinagreta y la canela
anoté los ingredientes
de mi amiga cocinera.
-Tres cucharadas repletas
del mejor verano molido
más un besito de mamá
para quedarte dormido.
13
I
HÉCTOR HIDALGO
-Medio kilo de recuerdos,
dos tazones de amistad,
más polvillo de ilusión
con cascaritas de bondad.
Y, agregó Enriqueta:
-No perdamos más el tiempo,
lo que viene es importante...
¡Todo el procedimiento!
-Para que tome su color,
revuelve mientras cantas,
porque al primer hervor
ya las tristezas espantas.
?S
14
7^
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Mi amiga Enriqueta
me tomó por una mano,
entregándome el poder
de su cuchara de palo.
Y cuando me dejó solo
trabajé con harta prisa,
y, al probar su receta,
me nació una gran sonrisa.
El gato macanudo
Por creerse macanudo,
un engreído gato siamés,
saltando desde un sillón
se convirtió en un ciempiés.
“Lo primero es lo primero”,
comentó entusiasmado
y fue a la zapatería
por zapatos de su agrado.
El vendedor que lo atendió
le dijo con gran espanto:
-¡De su número, mi amigo,
jamás le tendremos tanto!
16
7^
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Y buscando el buen gato
en tanta zapatería,
fue así como reunió
todo lo que requería.
Zapatos de media estación,
pantuflas con plantillas,
chalas de verano sin talón,
zuecos finos con hebillas.
Uno a uno se los puso,
sin dejar ni un pie desnudo,
más como loco de remate
que como gato macanudo.
/
Oficina
de reclamos
Justo cuando el señor Lirón,
descorre la ventanilla,
el público que espera
con reclamos lo aportilla.
El Murciélago, enojado,
aleteando se define:
-¡No soy primo del vampiro
que aparece en el cine!
18
_______ RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
El Loro, sin parar de hablar,
refunfuña muy en serio:
-¿Creen que soy un parlanchín
que ya no tengo remedio?
Y las brujas, pobres brujas,
estirándose la estola:
-Si no nos dejan tranquilas,
¡vamos a dejar la escoba!
HÉCTOR HIDALGO
Las arañas enredadas
en sus telas de colores,
reclaman con gran empeño
por ser causa de temores.
También está el Lobo Feroz,
quien con fuerte voz les grita:
-Pero si no soy tan malo,
¡culpen a Caperucita!
-¿Qué me dices, sabio Búho,
qué pasa, por qué no hablas?
-¿Y qué quieres que te diga?
¡Si no me sé ni las tablas!
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
La ganada mala fama
de madrastras convocadas,
no se debe a su culpa...
¡es por los cuentos de hadas!
Aunque son tan pequeñitos,
hay que oír a los ratones,
corretean por la sala
reclamando por montones.
21
7^
HÉCTOR HIDALGO
Un cerdito limpíecito,
con corbata y chaquetón,
se presenta compuestito,
para romper la tradición.
Y la esforzada Hormiga,
recolectora y obrera,
quiere muchas vacaciones,
de verano a primavera.
22
i
RECETA PAR/X ESPANTAR LA TRISTEZA
Hasta el Viejito Pascual
solicita con gran bondad:
-Pido una fresca polera
en la próxima Navidad.
HÉCTOR HIDALGO
Pero en la ventanilla
dice bostezando el Lirón:
-No más reclamos, señores,
que comenzó mi colación.
24
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Entonces todos acuerdan
volver en otro horario,
y así mejor reclamar
llenando el formulario.
i
Navidad en el bosque
-Les voy a contar
que se hizo en el bosque
una gran reunión.
-¡Qué fiestón!
-Con gran entusiasmo,
los primeros en llegar
fueron los saltamontes.
-¡Qué aprontes!
26
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
-Luego, con paso ligero,
para no perder detalles,
la liebre y las hormigas.
-¡Qué amigas!
-Hasta de los cerros,
bajaron los conejos,
por los estrechos senderos.
-¡Qué lejos!
-Con mucho alboroto
saltando de flor en flor,
se fueron acercando
abejas y mariposas.
-¡Qué amorosas!
27
HÉCTOR HIDALGO
-Y las pobres tortugas,
para estar a tiempo,
salieron de sus casas
¡una semana antes!
-¡Qué perseverantes!
-El elegante ratón Andrés,
para presentarse bien
se puso en su chaqueta
un vistoso rosetón.
-¡Qué pretensión!
28
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
-Y para sentir más corto el camino,
a grandes saltos compitieron
los sapitos y los grillos.
-¡Qué pillos!
-Nunca se había visto
un lugar tan poblado,
pues estaban desde el gato mañoso
a los revoltosos pericos.
-¡Qué tipos!
-Es que no faltó nadie, ■■
es verdad lo que les cuento,
ni siquiera el Búho.
-¡Qué también estuvo?
29
HÉCTOR HIDALGO
-Claro, muy serio el Búho
al pasar la lista de asistencia,
de pronto... algo sucedió.
-¿Qué sucedió?
-Silencio total en el bosque.
¿Pasa algo? ¿No pasa nada?
¿Algo pasó?
-¿Qué se yo?
Saltando sobre una roca,
molesto el Búho gritó:
“¡Silencio todos!
¡Paren la emoción!”
-¡Qué enojón!
30
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
-Y agregó el Búho, aleteando:
“¿Dónde dejaron la cabeza?
Han olvidado lo más importante:
¡Los regalos de Navidad!”
-¡Qué barbaridad!
Í
Cln cuento de misterio
r
Una vez, en pleno invierno,
en la colina, una mansión,
sobre el tejado musgoso,
una extraña aparición.
En medio del bosque oscuro
aúlla un lobo solitario,
y lejos en la capilla
tañe triste el campanario.
Desde el balcón de piedra
la Princesa en soledad,
enciende un candelabro
que el viento apaga con maldad.
32
I
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
-¡Socorro! -grita la niña.
Pero no hay nadie en casa,
las cadenas se estremecen,
y el tiempo que no pasa...
Por fin el viento trae el eco
de un incierto galopar,
¡es el Príncipe Encantado
el que acaba de llegar!
La señora Imaginación
La señora Imaginación
compró una resma de papel,
para escribir un cuento,
así el niño dormía bien.
Luego comenzó: CJna uez,
en un país con montañas,
bañado por un largo mar,
y el sol en las mañanas...
En las mañanas -lo pensó-.
¿Qué podría poner después?
Partió el niño a clases
-y dudó- ¿o a jugar tal uez?
34
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
A Jugar a la escuela,
fue el verso que decidió.
Pero allá una maestra,
bellas historias le contó.
De un Rey gordo y risueño,
en un castillo de ilusión,
de su hija enamorada
de una nube de algodón.
En las tardes de uerano
la Princesa sollozaba,
cuando buscaba en el cielo
a su nubecita amada.
35
7^
HÉCTOR HIDALGO
¿Dónde habrá partido
mi linda nube de algodón?
Sólo ayer en primavera
me entregó su corazón.
Suspiraba la Princesa
ante el cielo despejado,
soñando con esos días
que amanecían nublados.
El Rey, para animarla
un caballo alado le dio.
Y entonces la Princesa
feliz tras su nube voló.
36
-s
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Al llegar la primavera
se ue la nube de algodón
g con ella la Princesa,
suspirando de emoción.
Como lo han podido ver,
no es difícil comenzar:
a escribir un bello cuento,
hoy yo les quiero invitar.
Basta una hoja en blanco
para que vuele la ilusión,
después nacerá la historia
de la señora Imaginación.
Tres monedas en un
camino
Tres viajeros encontraron
tres monedas en un camino,
cada uno a su tesoro,
le dio un buen destino.
El primero, muy soñador,
la limpió con gran cuidado,
era de un país lejano,
de un tiempo ya olvidado.
38
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Su monedita mostraba
la corona de laureles,
del héroe más importante
de un reino de oropeles.
El segundo peregrino,
llegó a la gran ciudad,
allí regaló la moneda,
para sellar una amistad.
____
39
7^
HÉCTOR HIDALGO
Y la amistosa moneda
se fue cambiando de dueños,
compartiendo con la gente
cada uno de sus sueños.
El tercero empobrecido,
la guardó en un pañuelo,
muy creyente de la suerte,
su moneda fue un consuelo.
Y cada vez que presentía
algún fracaso o desventura,
le daba un apretoncito
a su moneda de fortuna.
40
7^
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Tres viajeros encontraron
tres monedas en un camino,
cada uno a su tesoro,
le dieron un buen destino.
I
tina boda en el jardín
El copihue y la amapola
por fin se fueron a casar,
eligiendo por padrinos
a la azucena y al rosal.
Qué elegante iba el copihue,
paso a paso hacia el altar,
con mejillas sonrosadas
y perfume de azahar.
La amapola tan dichosa
se prendió en el corazón,
como muestra de alegría
un ramito de ilusión.
42
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
En el jardín engalanado
tan grande era la fiesta,
que contrataron para el baile
a los grillos como orquesta.
Pero alguien estaba triste,
era el rosal que no bailó,
pues al invitar a su pareja
una espina le clavó.
Ciña abuelita del tiempo
de antes
Mi querida abuelita,
era del tiempo de antes,
desanudaba recuerdos
como si fueran diamantes.
En las tardes de verano,
y bajo la sombra del parrón,
me contaba las historias
provenientes del corazón.
44
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Me hablaba de su casa,
del zumbido del panal,
del manzano del huerto,
de las flores del rosal.
Y del vestido de organdí
de su muñeca de lana,
de sus zapatos de charol
que reflejaban la mañana.
45
7^
HÉCTOR HIDALGO
Pero de pronto suspiraba,
enseñándome una postal,
tan borrosa y desgastada,
de su novio de ultramar.
Para saber cuánto lo amó,
bastaba mirar sus ojitos,
sentir su voz temblorosa
entre suspiros cortitos.
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
I
Asi era mi abuelita,
muy del tiempo de antes,
desanudaba recuerdos
como si fueran diamantes.
0-^
Pepino va al zoológico
Un domingo de mañana
el Zoo estaba de fiesta,
y Pepino con sus padres,
esperaban en la puerta.
Globo rojo bailarín
comienzas tu primer vuelo,
basta un suave tironcito
y te paseas por el cielo.
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
-¿A quién veremos primero?
¡Qué difícil elección!
-Comencemos por las aves,
escuchemos su canción.
-Yo prefiero el león
que se encuentra dormitando.
En su melena dorada...
¿Qué sueños irá guardando?
49
I
HÉCTOR HIDALGO
Y la tranquila jirafa
estiró con dificultad
el largo cuello manchado
para mirar la ciudad.
-¿Qué opinas de los monos?
-Son tipos muy chistosos,
que al rascarse la cabeza
nos saludan amistosos.
/
50
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
De pronto, el globo rojo,
de Pepino se arrancó,
pero el mono de Brasil
con un brinco lo agarró.
El globito tironeaba
sin tener escapatoria,
hasta que el mono lo soltó
para tomar una zanahoria.
Entonces el globo rojo
salió en vuelo rasante,
de la jaula de los monos
al rincón del elefante.
51
HÉCTOR HIDALGO
El elefante, resfriado,
sin ánimo para jugar,
de un estornudo lo lanzó
a la jaula del jaguar.
I
52
7^
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
El jaguar, de un coletazo,
lanzó el globo de Pepino,
hacia el lado de las cebras
porque era un buen vecino.
Por un cabezazo de las cebras
saltó el globo bailarín,
que con buen fútbol lo lanzaron
a las tortugas del jardín.
53
Una tortuga ni se movió,
como siempre, adormecida,
y el globo rojo se quedó
esperando la salida.
El viento quiso participar,
regalando un ventarrón
que llegó a las pajareras,
y allí no había solución.
Luego Pepino murmuró:
-Ahora viene lo peor,
para cualquier pájaro
un globo rojo es tentador.
54
7^
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
)
Los pájaros planearon,
ajustaron puntería,
se lanzaron en picada
como nadie lo quería.
El tucán que estaba cerca,
vio el globo de Pepino
y con certero picotazo
le fijó un mal destino.
El estampido producido
espantó a los pajaritos,
mientras el globo juguetón
se convirtió en mil trocitos.
55
HÉCTOR HIDALGO
El Zoo quedó en silencio
después del gran reventón,
nadie jugó, nadie soñó,
se acabó la diversión.
-No te preocupes, hijo,
si te sirve de consuelo
te compro otro globo
para que remonte el vuelo.
-No lo creo necesario,
los animales en este día
con mi globo han tenido
un momento de alegría.
56
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Y a Pepino, por dar ilusión
a tanto animal aburrido,
un helado de vainilla
fue el premio ofrecido.
Todavía duermen
las tortugas del jardín,
y es que nunca ellas jugaron
con el globito saltarín.
El Rompecuento
-¿Por qué había una vez?
-preguntó el Rompecuento,
interrumpiendo a su mamá,
haciendo perder el tiempo.
-¿Por qué en un país lejano?
-cuestionó el Rompecuento.
-Si no te callas -dijo mamáte dejaré solo, lo siento.
58
7^
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
-¿Por qué un rey tan barbudo?
-agregó el Rompecuento.
-Si no me dejas terminar,
me iré como el viento.
-¿Por qué un joven tan pobre?
-sospechó el Rompecuento.
-Con tantas preguntas tontas,
hijo, yo me desconcentro.
59
HÉCTOR HIDALGO
-¿El pobre será un príncipe?
-se adelantó el Rompecuento.
-Es que tú me vuelves loca,
ya no sé ni lo que pienso.
-Siempre hay una princesa
-rezongó el Rompecuento.
-Pero no te apresures
que me falta el aliento.
-Y la princesa conoció...
-bostezó el Rompecuento,
y se durmió tan de pronto,
pero no quedó contento.
60
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Porque no cumplió del todo
su papel de Rompecuento,
pues entre las interrupciones
le quedaron más de un ciento.
61
J
El viejito Agustín
En un antiguo caserón,
Santiago, año casi dos mil,
vive allí un viejito,
muy cerca del barrio Brasil.
Se le ve por las mañanas
con su perrito Serafín,
recorriendo callejuelas,
muy cerca del barrio Brasil.
Oficia de zapatero
y su nombre es Agustín,
él remienda los calzados,
muy cerca del barrio Brasil.
62
Z^-
RECETA PARA ESPANTAR I.A TRISTEZA
Están muy agradecidos
con el viejito Agustín,
pues ya no hay dolor de pies,
muy cerca del barrio Brasil.
Él se encarga de ablandar
con su perfecto esmeril,
los zapatos de la gente,
muy cerca del barrio Brasil.
Por la calle va paseando
el viejito y Serafín
y todos están contentos,
muy cerca del barrio Brasil.
63
Qué manera de crecer
Qué manera de crecer,
me dije este verano,
cuando al espejo me miré
y me topé con un grano.
El grano del crecimiento
es más bien una espinilla;
ya todo cambiará en mí,
no me vendrá la chasquilla.
Me he puesto larguirucho
con este afán de crecer,
ya no juego como antes
ni me interesa correr.
64
I
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Me llevaron a la tienda
a comprar ropa holgada,
este sorpresivo cambio
nadie se lo esperaba.
Yo no sé, pero es extraño,
me dan ganas de llorar,
sin tener razón alguna
me he puesto sentimental.
Algo me está pasando,
aparte de tanto crecer,
ya que siento en mi pecho
que a alguien voy a querer.
65
<S^’
Mi jardín
Cada dia en mi jardín
canta que canta mi zorzal,
pica la uva del parrón
o se para en el rosal.
De entre un montón de piedras
aparecen las hormigas,
trabajando entusiasmadas,
demostrando ser amigas.
Sobre la hoja de un laurel
se asoma un caracol,
con su casita a cuesta
y sus dos cachitos al sol.
66
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Por la mañana temprano
cómo juegan los gorriones,
revolcándose en la tierra,
cómo llegan por montones.
Con el sol del mediodía,
asoman las mariposas,
con sus alas de colores
con sus alas tan hermosas.
En la tarde sosegada
dormita el gato bandido,
como si fuera el dueño
de todo el jardín florido.
Cuando llego a mi jardín
siempre busco a mi zorzal,
él a saltitos se acerca
regalándome su cantar.
67
Adivina, amigo lector
Adivina, amigo lector:
hay un niño debilucho
muy travieso y hablador...
-¡Que se llama Papelucho!
Ahora sí te quiero ver:
Garfio era un capitán...
¿Y el personaje que no quería crecer?
-¡El personaje Peter Pan!
Muy chiquito y bien vestido,
saltaba desde un bolsillo
para hablar al oído...
-¡El pequeño Pepe Grillo!
68
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
En el jardín amurallado
vivía sin perder de vista
a los niños del poblado...
-¡El Gigante Egoísta!
Vaya que me has ganado,
nunca te pude sorprender.
¿Y cómo lo has logrado?
-¡Me gusta jugar y leer!
Ciña tarde de lluvia
Esta tarde está lloviendo,
no tengo nada que hacer,
me voy a la biblioteca
para ponerme a leer.
Allí me esperan los libros
que me han dado aventuras,
tal como el del Principito
recorriendo las alturas.
Para qué hablar de Alicia,
detrás de un tronco viejo,
quiere conversar, sin dudas,
con su amigo el conejo.
70
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
O del pirata Sandokán,
soberano de los mares
muy hábil con su espada
y valiente en andares.
Es esta tarde invernal
P'!'"\ yo tengo tanto que hacer,
i jcA revisaré muchos libros
CJj\_*_jintes que deje de llover.
El viento
Recuerdo un bello cuento
que mi padre me leía,
hablaba sobre un viento...
pero después me dormía.
Con el viento yo soñaba,
que viajaba por lugares,
de su mano caminaba
conociendo las ciudades.
Aunque nunca supe el final
de la historia del viento,
mi padre se encargaba
de repetir este cuento.
72
*/
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Y el viento aparecía
nuevamente con empeño,
cayendo sobre mis ojos,
metiéndose en mi sueño.
Así nació el misterio
del cuento que no concluía,
cada vez que comenzaba,
siempre, siempre me dormía.
Poemas
f
La luna está llorando
La luna está llorando
al lado del riachuelo,
porque el día llegaba
para quitarle su cielo.
Los pájaros de la noche
se pusieron a cantar,
así la lunita llena
olvidaba su pesar.
Pero el búho enojado
se posó sobre una rama
exigiendo que croara
junto a ellos la rana.
77
P^X
7^-
HÉCTOR HIDALGO
La única que se negaba
era la rana traidora,
ella no se levantaba,
nunca jamás a deshora.
Una nube en el cielo
se acercó para mirar,
cubriendo la lunita
que no dejaba de llorar.
I
Qué tienes lunita llena,
si tuviste un buen pasar
y mañana por la noche
te volveremos a encontrar.
78
7^
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Comentó el riachuelo,
molesto y quejumbroso,
sin parar su recorrido
por el lecho pedregoso.
Río, llévame contigo,
a ti que te gusta viajar,
nos iremos conversando
hasta que hallemos el mar.
Y el río y la luna
emprendieron el camino,
desde los campos maduros
hasta el más bello destino.
ID
ÍR
Las campanas del
campo
Tañen tañen las campanas
en el campo de mi tierra,
cuando la tarde se pasea
por el camino de piedra.
Tañen tañen las campanas,
cuando el oro del trigal
fue pintado por el sol,
antes de dormir en el mar.
Tañen tañen las campanas,
llaman siempre a reposar,
cada niño a su cama,
cada pájaro a su nidal.
80
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Tañen tañen las campanas,
llaman al recogimiento,
al encuentro de la familia,
al más claro sentimiento.
■>>
///
7/'
Llueve en el mar
Cae la lluvia fina
sobre el lomo del mar,
las olas las mece el viento
invitándolas a jugar.
A lo lejos en el horizonte,
un barquito de papel.
¿Qué niño lo lanzó a un río?
¿Qué sueños transporta él?
Cae la lluvia fina
sobre todo el litoral,
las gaviotas revolotean
sobre las olas del mar.
82
RECETA PARA ESPANTAR I.A TRISTEZA
A lo lejos en el horizonte,
se oculta el sol, se va el día
y la lluvia fina que no cesa
de entregar melancolía.
Hoja seca de otoño
Hoja seca de otoño, escucha,
el viejo sol ya te ha dorado,
y la brisa te enseñó a volar
para que duermas en el prado.
Hoja seca de otoño, atenta,
el viento te está invitando,
contigo quiere recorrer mundo,
vuela, vuela, te está esperando.
Hoja seca de otoño, suerte,
ya que el viento te ha mostrado,
desde el campo maduro
hasta el bosque enmarañado.
84
7^
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Hoja seca de otoño, adiós,
ya no verás el suave monte,
has caído al río que va al mar
donde duerme el horizonte.
Los animales
Y el pez melancólico que se oculta
entre las piedras del riachuelo,
a llorar desconsolado,
extraviado hace tanto tiempo
sin poder retornar a las praderas abisales,
sin poder dormir
en el negro y velludo vientre del mar.
Y el pájaro que planea incierto
sobre la oscura hondonada,
asustado de escuchar tantas veces
su voz y otras,
en el laberinto de piedra y verde.
86
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
¿Dónde está la bandada exploradora del cielo?
¿Dónde el cardumen bailarín?
¿Dónde el nido fragante a boldo?
¿Dónde la selva poblada del mar?
A madrugar
Te invito esta mañana
a recorrer la ciudad,
vamos, salta de la cama,
ven, anímate de verdad.
Veremos, te lo aseguro,
cosas muy interesantes,
respiraremos aire puro
como buenos caminantes.
88
I
7^-
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
En seguida... ¡A caminar!,
recorramos la vecindad
y levántate temprano,
¡pero, anímate de verdad!
El organillero
El barrio está de fiesta,
ya llegó el organillero
con su cajita a cuesta
y su vistoso sombrero.
Gn monito bien vestido
de gorra y zapafos finos,
salta, salta confundido
cuando ríen los vecinos.
El loro ni se inmuta
desde su jaula dorada,
porque él sólo disfruta
con una buena tonada.
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RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
Pero el organillero
prefiere esas canciones
que contrata un caballero,
porque le traen emociones.
.V
i
Mi huerto
Tengo plantado en mi huerto
todo lo que yo más quiero,
desde un zapallo maduro
a un verde limonero.
He puesto entre las piedras
mi gran colección de cactos,
dejando un pequeño lugar
donde duermen los lagartos.
Y si hablo de mis flores,
comienzo por los rosales
que florecen coloridos
entre violetas y juncales.
92
RECETA PARA ESPANTAR LA TRISTEZA
En el fondo de mi huerto
veo como cae la hiedra,
con sus ramas abundantes
por el muro de piedra.
Cuando el sol de la mañana
visita mi huerto florido,
el zorzal del duraznero
canta alegre ei dj nido
• Zíg-Zag
¡meros l.ecíores
Entretenidos cuentos en versos y cadenciosos poemas,
crean una atmósfera acogedora y mágica a la vez, ene
cautivará a los pequeños lectores.
Se nos aparecen de pronto tiernos personajes, que
hablarán de sus esperanzas } sus desesperanzas, de sus
dudas y certezas. Destacan sus páginas también por
un singular tratamiento de las imágenes poéticas: la
melancólica lluvia que no cesa de llorar porque está
triste, la hoja seca de otoño que no se resigna a morir y
un viento solidario que la invita a pasear...
Héctor Hidalgo, escritor chileno, nacido en San
Femando, ha incursionado con
c mucho éxito en las letras
.ción destacan Los cuentos de la
nacionales. En su creación
,arera de Samuel Encino, Cuentos
ciudad dormida, La pajaren
do. La
mágicos del sur del mundo,
' mujer de goma y El piano de
Nenida y otros cuentos,5. Su obra Los gatos de Venecia y
esta casa editorial, ganó el
otros cuentos, editada por
|
primer premio Concurso■ de Literatura Infantil, 1995,
Consejo Nacional del Librjro,
■■■
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008517F
RECETA PARA
ESPANTAR LA
TRISTEZA
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