Nombre: Iván López Carbonell Independencias y Formación de los Estados Comparación EEUU y Argentina Contexto: Aunque a primera vista no lo parezca, por la separación temporal entre ambos eventos y la disparidad entre los países resultantes, el punto de partida para ambas entidades coloniales, del Virreinato del Río de la Plata y las 13 Colonias americanas encuentra muchas similitudes. Ambas habían sufrido, a lo largo de su historia colonial, de un cierto abandono. Las dos, frente a otras colonias de la metrópoli, México y Perú en el caso hispánico y las caribeñas en el inglés, eran mucho menos rentables y se situaban en lo que se podría considerar la periferia imperial. Sin embargo, el proceso de abandono americano era uno que favoreció a las colonias, el conocido en la historiografía tradicional como “salutary neglect” les permitió desarrollarse de manera independiente teniendo que lidiar por lo general únicamente con la figura del gobernador, una que, por las necesidades fiscales que dependían de las asambleas, no tenía tanto poder como sus equivalentes hispánicos. Por el contrario, el abandono que afectó al Rio de la Plata era uno que se podría denominar “consciente” y es que, lo que aquejaba a la colonia era precisamente lo contrario que a las británicas, un exceso de reglamentos, principalmente el monopolio comercial, que les impedía desarrollarse. Un paralelismo más plausible entre las colonias británicas y las hispanas se podría hacer en referencia a los últimos años de la anterior. Y es que, una vez se empezó a poner en marcha el proceso de reforma borbónica del XVIII, el recién creado virreinato (1776), comenzó a experimentar un enorme crecimiento. Ante la invasión inglesa del 1806-1807, la huida del virrey y el surgimiento por necesidad de una milicia a cargo de Liniers hizo cuestionarse la necesidad del gobierno hispano. Esto nos podría recordar al como cuando se gana la Guerra de los 7 años en el 1763, los colonos americanos empiezan a cuestionarse la necesidad de un gobierno británico que además de aumentarles los tributos, les impide expandirse en los recién conquistados territorios. Véase podríamos sugerir que ambas colonias de periferia, ante un momento concreto, valoran si la condición de colonia les es rentable, en tanto que ambos gobiernos parecen haber estado restringiendo su crecimiento en el caso rioplatense y querer restringirlo en el caso americano. Ideologías políticas En el aspecto político-ideológico, encontramos que EEUU y Argentina difieren mucho. Esto se debe a que por un lado, las colonias británicas habían desarrollado un potente corpus ideológico propio, influenciadas en gran parte por sus tendencias religiosa: una considerable alfabetización, un gran aprecio hacia la libertad (pensar en los cuáqueros y otros grupos similares). Asimismo, el control que ejercía España sobre la imprenta era uno que no estaba presente en las colonias inglesas, al mismo tiempo que en las colonias inglesas, por tradición e historia, se tenían una mayor afinidad a las ideas liberales (Pensemos en la Carta Magna, la Revolución Gloriosa, etc). Por el contrario, en Castilla (Y por extensión sus colonias), se había logrado desarrollar una corona muy poderosa, que erigía al rey como máximo garante del régimen y, muy importantemente, una figura a la que teóricamente cualquier súbdito suyo podía enviar una carta. Esto hacía que la figura del rey fuese imperativa en cualquier plan de gobierno, puesto que, pese a que no fueran posibles, varias de las propuestas independistas, ya de Miranda o ya de San Martín, contaban con la figura del rey, ya fuese un rey inca, o incluso convertirse en protectorado británico. Desafíos y consolidación político-territorial Aquí quizás sea donde vemos la mayor diferencia entre el Río de la Plata y EEUU. Mientras que EEUU tardó menos de dos décadas en consolidarse políticamente, tres si contamos la guerra de 1812 como esa Segunda Revolución (En tanto que aseguró definitivamente su independencia); Argentina no consolida un régimen político funcional hasta la república oligárquica de los años 70 del siglo XIX. Una vez más, podríamos encontrar los orígenes de esto en la forma de concebir el poder en ambas tradiciones. Lo que serían los EEUU, de acuerdo a las ideas inglesas y en parte las francesas, entienden elementos de la república como la separación de poderes o el imperio de la ley como absolutamente vitales. Asimismo, comprenden que, frente a la posible “reconquista” inglesa, hay una necesidad de mantenerse unidos, lo que los hace optar por la federación en lugar de la confederación o la separación total. Por el contrario la tradición castellana como hemos dicho ponía un enorme peso en la figura del rey. Esto hizo que, una vez desaparecida su figura en las guerras napoleónicas, la vacatio regis devolviese el poder a los pueblos mediante la retroversión de la soberanía. Esto lo que nos deja es una miríada de pueblos que pueden elegir como formar su estado. Lo que queremos decir es que no hay que pensar en el federalismo y unitarismo como tendencias que centralizan o descentralizan lo que fue el virreinato del Río de la Plata, sino que hay que entender que esa figura, el virreinato, desaparece por completo, y lo que se tiene es la posibilidad de configurar de mil maneras diferentes esos cientos de pueblos. Es en ese caos cuando surge la figura del caudillo. Líderes personalistas, con mucho poder en sus regiones que se oponen a la construcción nacional en pos de mantener sus bases. En este sentido, no hay que ver la disputa Federalismo/Unitarismo como la que hubo entre Jefferson y Hamilton, véase, intelectual, sino como un verdadero conflicto armado. Pese a todo esto, podemos trazar algunas similitudes entre los estados resultantes. Estas se encuentran ante todo en la división presente en ambos que discurre en torno al modelo socioeconómico de las dos partes del país. Esta sería la división Puerto-Interior argentina y la división Norte-Sur estadounidense. En ambos casos, estas divisiones se generan por cuestiones económicas: el Interior es ganadero y poco poblado; el Sur se basa en plantaciones y tiene una diferencia significativa de población blanca (De ahí el compromiso de los Tres Quintos). Buenos Aires basa su economía en la ciudad y el puerto y está masivamente poblada y desarrollada; el Norte tiene tendencias manufactureras y es de economía más diversa y con grandes centros urbanos.