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EL NÚMERO 2 DE LA REVISTA ‘CANARIAS EN CUBA’ (LA HABANA, FEBRERO DE 1946): CIENCIA Y CULTURA.

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EL DÍA, sábado, 3 de noviembre de 2018
p1
CUATRO MÉDIUMS
“exploran” por separado un
inmueble de Tenerife y cuentan lo
que perciben 6/7
del sábado
revista semanal de EL DÍA
EL NÚMERO 2 DE LA REVISTA ‘CANARIAS EN
CUBA’ (LA HABANA, FEBRERO DE 1946):
CIENCIA Y CULTURA
Textos: Jaime García García (doctor en historia)
Jaime Alberto García González (máster M.B.A. y premio
“Rumeu de Armas” de investigación histórica, 2018)
l presente trabajo es una
continuación del publicado
el 8 de septiembre pasado
en este mismo suplemento bajo el título “Particularidades de la revista Canarias en Cuba
(1946). Acercamiento”, y forma parte
del material recopilado cara a la comunicación que los abajo firmantes
han manejado para la presentación de
la misma a los XXIII Coloquios de Historia Canario-Americana - XII Encuentro Internacional de la Asociación de
Historiadores Latinoamericanos y
del Caribe (ADHILAC), celebrados en
la Casa de Colón de Las Palmas de Gran
Canaria (8-12 de octubre de 2018), bajo
el título genérico de Feliciano Jerez
Veguero (1903-1980). La Historia tiene
memoria.
No olvidemos que el doctor Feliciano
Jerez, como indicamos en el trabajo
referido, fundó y dirigió Canarias en
Cuba, catalogada como revista mensual ilustrada, órgano oficial de la Asociación Canaria, y publicada entre enero
y octubre de 1946 bajo los auspicios
de Editorial Cenit.
E
Abrimos la revista
Este número 2, formado por una
treintena de páginas, vio la luz el 28
de febrero del referido año 1946. Dejó
constancia, en su primera página y en
lugar destacado, que se trataba de una
revista mensual ilustrada (con fecha,
mes, año, volumen y número), acogida a la franquicia postal e inscrita
como correspondencia de segunda clase
en la Administración de Correos de
La Habana.
En su editorial, destacó la gran acogida del número 1 que, de alguna manera, no solo impulsaba la distribución y lectura de esta publicación, sino
también el conocimiento y difusión
de la Asociación Canaria. Ésta se relacionaba estrechamente con la Quinta
de Salud (Nuestra Señora de Candelaria), institución afianzada desde inicios del siglo XX y de corte similar a
las impulsadas por diversos colectivos de emigrantes en América Latina,
de la que fue secretario el grancanario Jenaro Artiles (1897-1976), que resi-
Portada del
número 2 de la
revista.
dió en Cuba hasta 1947. Era una casa de salud con varios pabellones sanitarios y disponía de tecnologías avanzadas para la época. A tal fin, en la documentación de esta institución aparece
la relación de hospitalizados, con diversas dolencias y procedencia, a cargo
de diversos facultativos.
Labor de difusión
En sus inicios, se analizaba la figura
de Ignacio Padrón, pilar indiscutible
en la economía azucarera de la isla,
con su implicación en los procesos de
exportación y consumo interno, así
como en lo concerniente a la recepción de mano de obra, sin olvidar el
papel que desarrollaba en la revista
y en la asociación.
En un lugar destacado –página 29
del presente número–, se resaltó el curso
(conferencias y seminarios de diversa
naturaleza) impartido en la Universidad Nacional de La Habana por el
referido profesor Artiles (enero de 1946),
que respondió al siguiente temario:
1.- Primeros años de la vida habanera.
Organización administrativa. Historia del plano. 2.- Las clases sociales
de Cuba. Títulos de Castilla. 3.- Origen y evolución de la propiedad. Ciudades de señorío. 4.- Escribanías de
Indias. Los escribanos de Cabildo. Categorías y fórmulas documentales del
siglo XVI. Cláusulas cronológicas y cronología diplomática. 5.- Fechas de la
conquista de Cuba y de la Fundación
de La Habana.
A ello sumaba el estudio realizado
por el doctor Jenaro Artiles a través
de un profundo periplo histórico y genealógico de la rama de los Díaz-Pimienta, que enlazó Portugal, Canarias
(sobre todo a través de la isla de La
Palma) y Cuba, partiendo del siglo XVI,
desmitificando a personajes que la Historia encumbró y escondió por designio propio o ajeno.
Este personaje fue paleógrafo, archivero y bibliotecario, doctorado en
Filosofía y Letras por la Universidad
Central de Madrid. En abril de 1939
llegó a Santiago de Cuba procedente
del puerto de Le Havre, vía Guadalupe,
Martinica, Haití y Santo Domingo, para
reunirse con su hermano Francisco Artiles, residente en Cienfuegos, estableciéndose en La Habana a finales de
ese año. Desempeñó el puesto de profesor en la Escuela Libre de La
Habana, en la Escuela de Bibliotecas
y en la Institución Hispano-Cubana
de Cultura (IHCC). Llegó a ser representante de la Comisión Ejecutiva del
PSOE en México (1942) y perteneció
a varias logias masónicas de La
Habana (Fraternidad Española en el
Exilio, Antonio de la Piedra y Realidad nº 8 de La Habana), escribiendo
para la revista Minerva.
Jenaro Artiles fue, además, director de la Biblioteca Municipal de La
Habana, trabajando como ayudante
en el Archivo Histórico Municipal y
en el Archivo Histórico Nacional de
sábado, 3 de noviembre de 2018, EL DÍA
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EN PORTADA
la historia de estas dolencias un eslabón intermediario, cruce de las rutas
entre el Mediterráneo, la costa de África y las Antillas”, a través de las obra
Estudios sobre los dípteros y los parásitos que éstos transmiten al hombre
y a los animales, publicada en los Anales de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Madrid,
1904).
Leoncio
Rodríguez, director
de La Prensa.
Victoriano Darias
daba cuenta en la
revista de la
actualidad de su isla,
El Hierro.
esta ciudad. En septiembre de 1947
marchó hacia Estados Unidos (Putney,
Vermont), donde en 1950 le ofrecerían la dirección de la Biblioteca
Wetminster College (Fulton, Missouri).
En 1957 obtendría la ciudadanía norteamericana, falleciendo el 22 de
septiembre de 1972. En su honor, un
retrato suyo preside el aula que lleva
su nombre en el Colegio Universitario San Jerónimo de La Habana.
Otro personaje puesto de relieve en
este número era María Zambrano Alarcón (Málaga, 1904–Madrid, 1991),
acreditada pensadora, filósofa y ensayista, considerada una notable figura
de claro compromiso cívico y pensamiento poético, exiliada en Méjico,
Cuba, Puerto Rico y Francia, y que no
sería reconocida en España hasta el
último cuarto del siglo XX, cuando recibió el Premio Príncipe de Asturias (1981)
y el Cervantes (1988).
Aparece aquí realizando una ampliación de su trabajo iniciado en el número 1 de la revista, relativo a “Fortunata, en la obra de Pérez Galdós”,
como personaje que dejaba claros sus
rasgos más notables, al considerarla
como la España misma; incluso Fortunata encarnaría el matriarcado
permanente y sustantivo, poseída por
el hambre de maternidad que acabaría
devorándola. Fue una pluma que hizo viajar la idea de este personaje, puesto que creía que existía comunicación
entre quienes la escucharon y entendieron en diferentes épocas y en circunstancias variadas.
En la siguiente estación del recorrido,
Tomás F. Machado recogía la figura
del viajero Agustín Millares Carlo (Las
Palmas de Gran Canaria, 1893–1980).
Este personaje fue reconocido como
destacado paleógrafo, bibliógrafo y académico, el cual se había hecho acreedor al Premio Fastenrath (1932) por su
Tratado de paleografía española. En
ella se destacó la participación en el
epílogo de la obra Historia General de
las Islas Canarias, junto a Antonio Fleitas Santana, uno en Méjico y otro en
Cuba, en colaboración alternativa. Ambos consideraron que la vinculación
de las Islas Canarias con América era
tan estrecha que no sólo se dibujaba
nítidamente en las páginas de la
Historia, sino también en las zonas nebulosas donde leyenda y tradición se
perdían sutilmente en sus contornos
y se transformaban en interrogantes
que la investigación científica no logra contestar en un sentido u otro, permaneciendo en la penumbra de lo que
Fragmento de un
artículo sobre
Tenerife en el nº 2 de
Canarias en Cuba.
puede ser “Historia recogida por la tradición” o “ leyenda recogida por la Historia”.
El doctor Feliciano Jerez Veguero,
director de la revista, mantenía estrechas relaciones con Gustavo Pittaluga
(Florencia, 1876–La Habana, 1956),
nacionalizado español en 1904 y
destacado científico en el ámbito de
la hematología y la parasitología, así
como en la lucha nacional e internacional contra la malaria y otras protozoosis (manifestación clínica de una
infección provocada por microorganismos como bacterias, hongos o virus).
Esta relación quedaba reflejada en su
artículo “Un hallazgo en Canarias”, en
el que revivía el trayecto que llevó a
cabo el doctor Pittaluga a través de las
enfermedades infecciosas y su estado
en Canarias, archipiélago de reciente
visita, y su comparación con las peculiaridades de la isla caribeña, al afirmar que “nuestras islas representan en
Leoncio Rodríguez, protagonista
Con toda seguridad, el periplo más
celebrado en este número representó el trabajo que sobre Tenerife firmó
Leoncio Rodríguez (1881-1955), considerado por la revista Canarias en Cuba
como el gran periodista y amigo en
la distancia. Director de La Prensa, de
Santa Cruz de Tenerife, su quehacer
desbordaba la concepción historicista de los primeros pueblos en arribar
al archipiélago, el papel de los conquistadores y la “conquista de un espacio en la Historia” desde la geografía,
la economía y la idiosincrasia del pueblo que habita Tenerife. Santa Cruz,
La Laguna Icod o La Orotava se hermanaban desde la sintaxis paisajística
al análisis geomorfológico, completados con una sentencia clave, donde
nuestro Jardín Botánico es definido
por Jean Baptiste Genevive Marcellin
Bory de Saint-Vicent (1778-1846) así:
“¡Orotava, venturosa comarca donde
la Europa, el África y la América se abrazan por medio de sus producciones!”,
a partir de sus obras Essais sur les îles
fortunées y Voyage dans les quatre principales iles des mers d’Afrique (París,
1804).
Todo ello, sin dejar en el olvido a
personajes ilustres que ensalzaron las
particularidades de la isla de Tenerife,
de la mano de importantes botánicos.
Inició el recorrido con el británico Philip Barker Webb (1793-1854), conocido
por su trabajo en las Islas Canarias entre
1828 y 1830, donde recolectó especímenes del lugar y colaboró con
Sabino Berthelot en la elaboración de
la enciclopedia Historia Natural de
Canarias. Reseñó las actividades del
noruego Christen Smith (1785-1816),
quien en mayo de 1815, a bordo del
William and Mary llegó a Tenerife, instalándose en el Puerto de la Cruz, donde
durante más de un mes llevó a cabo
interesantes estudios, siendo pionero
en la botánica de criptógamas, briófitas y líquenes (Dagbog paa reisen til
de Canariske øer, 1815).
Aportó la visión André Pierre Ledru
(1761-1825), quien en 1796, en una expedición a las Antillas a bordo de la Belle
Angélique, arribó a Tenerife por una
avería del buque, aprovechando los
cuatro meses de estancia para recorrer la isla y recopilar gran número de
plantas, las cuales enviaría al Museo
de Historia Natural de París. Llevó a
cabo la primera relación científica de
Historia Natural de las Islas Canarias
(minerales, rocas o avifauna insular);
redactó el catálogo de plantas del Jardín de Aclimatación de La Orotava;
enumeró los 50 dragos existentes en
Tegueste; estudió las características
del bosque de Agua García y además
EL DÍA, sábado, 3 de noviembre de 2018
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EN PORTADA
escribió una visión completísima de
la vida, costumbres y características
de Tenerife. Ledru escribe los resultados de esta estancia en la isla en la
primera parte del tomo I de Voyage aux
Iles Ténériffe, París, 1810, y ofrece con
esta obra una visión completísima de
la vida, las costumbres y las características físicas de Tenerife. En 1809 dedica a Canarias otro trabajo publicado
en Mémoires de l’académie celtique (tomo
IV), Mémoire sur les Cérémonies religieuses et le vocabulaire des guanches,
premiers habitants des îles Canaries.
Como apéndice, El Hierro se personalizó a través de la pluma de Dacio
Darias Padrón (El Hierro, 1880–La
Laguna, 1940) con un trabajo sobre la
Virgen de los Reyes, donde relata anécdotas en línea con la realidad histórica y los avatares insulares, tomados
de la publicación Historia de El Hierro, como el ocurrido en tiempos del
beneficiado Juan Márquez de Arteaga
(1621), en unión de Bernardo González, con motivo de tiempos de males
climatológicos.
Dacio Darias fue capitán de infantería, maestro, subdelegado de enseñanza de su isla natal, insigne investigador de nuestro pasado, antiguo socio
y secretario general de esta corporación y cofrade de la Esclavitud de San
Juan Evangelista de La Laguna. Además, al graduarse como profesor
mercantil y maestro de primera enseñanza impartió docencia en la Escuela
Profesional de Comercio de Santa Cruz
de Tenerife y en el Seminario Diocesano.
La visión y la fuerza de la medicina
Los miembros más relevantes de la
Junta Directiva de Canarias en Cuba
realizaban de manera relevante visitas periódicas al territorio insular cubano (San Antonio de los Baños, Florencia, Santa Clara. Morón, Ciego de
Ávila, Taguasco o Zaza del Medio) para
evaluar medidas de reactivación
social y económica que afectarían a
los canarios y sus descendientes. A la
cabeza de estas delegaciones iba el presidente, Emeterio T. Padrón, acompañado del comisionado de Propaganda,
Antonio Navarrete de Córdova. Este
conjunto de visitas demostraba la conducta de los asociados, agradeciendo
la labor que los canarios han realizado
en este país de acogida, según la reseña
que publicaba este número de la
revista.
Así, en el capítulo de noticias destacadas, aparecieron las relativas a nombramientos de relieve, como el del doctor Telesforo García Pérez como secretario de la Sociedad Cubana de Tisiología y jefe del Pabellón de Tuberculosis del Sanatorio de la Asociación
Canaria, en relación con la relevante
labor llevada a cabo por el doctor De
Rojas, director de la Quinta de la Salud
(cuadro 1).
La Quinta de la Salud ofreció su
potencial fuerza con la plantilla
médica, formada por eminentes galenos, bajo la supervisión del comisionado de Sanidad del Comité Ejecutivo,
Antonio Rodríguez Suárez. Este
Cuadro 1
Cuadro 2
Cuadro 3
número del mes de febrero recopilaba
las operaciones llevadas a cabo por cada
médico y los datos del paciente (procedencia, edad y datos de inscripción),
como indicamos en el cuadro anterior. Además, la revista acogió los datos
referidos a las consultas privadas de
los médicos de la Asociación Canaria,
con los datos personales y de contacto
precisos, reflejando con claridad las
especialidades de cada uno, según el
cuadro 2.
Por otra parte, los datos aportados
por la publicación nos permiten establecer el número de hospitalizaciones
y la procedencia de los pacientes en
relación con los facultativos relacionados, siendo La Habana, Cabaiguán, Pinar del Río, Santiago de las
Vegas, San Antonio de los Baños, Ciego
de Ávila, Matanzas, Florencia, Placetas,
Unión de Reyes o Morón los centros
de procedencia más asiduos. Fueron
los doctores Mariano Gómez Camejo
(Medicina Interna) y Aurelio Martín
Jiménez (Medicina General- Digestivo)
los que más enfermos atendieron (cuadro 3).
Conclusiones
La revista Canarias en Cuba supuso
un eslabón entre las dos orillas para
recordar los lazos comunes, procurando
que los isleños no olvidasen sus raíces e introduciendo trabajos que pusiesen de relieve la importancia de la
formación y la información. Para
ello se valió de importantes plumas
de reconocido prestigio, capaces de
integrar ambos espacios culturales. Por
otra parte, La Quinta de la Salud, como
entidad médica de prestigio, protagonizó una inmensa labor médica en amplios sectores de la población cubana,
a cargo de facultativos de notable reputación. En este instante es indispensable recalcar la defensa de la libertad de ideas y la difusión del conocimiento y el ímprobo trabajo de la
medicina y los facultativos. Se produce, por tanto, una intensa y activa
conexión entre ambas orillas, Canarias y Cuba, con nexos de unión en la
figura del doctor Feliciano Jerez
Veguero, director de la revista.
BIBLIOGRAFÍA
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Orotava de Historia de la Ciencia. fundacionorotava.org/bachillerato/expedicionescientificas/.../andre-pierre-ledru/ Recuperado el día 30 de octubre de 2018
sábado, 3 de noviembre de 2018, EL DÍA
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MI CARPETA HERREÑA (XI)
EL TAÑER DE JOAPIRA DEBE
LLEGAR AL PUERTO
Texto: Emiliano Guillén Rodríguez
(periodista, cronista oficial, miembro
del IECan)
Foto: Doña Julia
or lo general, la Iglesia Católica ha tenido por norma casi
inquebrantable la construcción de sus templos en lugares altos, colinas y promontorios destacados sobre el paisaje, para
ostentar, a través de ellos, todo el poder
y toda la gloria de Dios. Por lo común,
estos sagrados lugares estaban dotados
de campanarios complejos o de modestas espadañas, siempre en función a las
capacidades económicas de la feligresía local. En las aberturas del campanario se colocaban los avisadores de bronce, para que, con su inconfundible tañer,
pudiesen convocar a sus fieles devotos,
en los casos en los que se celebrase algún
preceptivo ritual. Estas imprescindibles
infraestructuras comunicativas se labraban formando parte del cuerpo general de los edificios o anejados al mismo.
Siempre se pretendió que el son profundo de sus llamadores, aunque no
alcanzaran todo el distrito parroquial,
sí cubrieran la mayor distancia posible.
Pero cada norma general tiene sus excepciones. Esta que ahora tratamos para
la Isla Meridiana también la tiene.
El visitante de La Frontera, por
ejemplo, apenas puesto el pie en el valle
por el camino de barlovento, pronto se
percata de la existencia de un campanario construido en soledad sobre la cima
de una montaña bermeja. No se fabricó
para ser tímido precisamente, porque
su actual ubicación y su figura esbelta
delatan su arrogancia. El turista, desde
la costa, por mucho que se afane, no va
a descubrir templo alguno a su vera. Para
satisfacer la extrañeza que le provoca
esta particularidad, de inmediato se interesa por la razón.
Llegando al pie de la montaña, descubre complaciente que el austero y robusto templo, dedicado a la Candelaria, se construyó en una vaguada
situada entre la ladera y la montaña. La
prominente mole, acopio rosáceo de
ceniza y lava, impide la normal dispersión
del sonido desde la cañada. Para llamar
a los devotos del valle era preciso buscarle mejor ubicación. Resultaba especialmente necesario durante los tiempos de “mudada”. Cabría pensar ahora
que este fenómeno de mudar de localización por dos veces al año puede considerarse algo así como la materialización representativa de una perspicaz iniciativa humana, utilizada en beneficio
de la supervivencia. Un fenómeno
atrevido y arriesgado, multitudinario
y espectacular, vivido antaño por el pueblo herreño, sencillamente para subsistir.
Durante estos tiempos de “mudadas”,
la mayor parte de la población isleña moraba en este magnífico valle, orientado
en su totalidad de cara a los vientos dominantes. La elevada convicción religiosa
que esta notable comunidad ha venido
practicando desde los inicios de su asentamiento en esta isla obligaba a los representantes de Dios sobre la Tierra a com-
P
Iglesia y
campanario de La
Candelaria, en La
Frontera (El Hierro).
placerles en su justa medida. Cualquier
celebración a realizar se les comunicaba
previamente a todos los parroquianos
mediante el ronco sonar de sus campanas. Este mensaje estaba compuesto
por todo un código descifrable. Los correligionarios sólo por los toques sabían
la finalidad para la que se les convocaba.
Sus ritmos y cadencias eran distintos
según el ritual: alegría, gozo, rebato o
dolor, por ejemplo.
Un campanario atorado en la hondonada no cumpliría adecuadamente
con el fin perseguido. Era necesario optimizar el mensaje. Había que liberar el
sonido de aquel atolladero. Nada mejor
para ello que colocar la espadaña en un
lugar alto. La montaña de Joapira, tal
vez sin quererlo, se ofreció como la mejor
opción para resolver adecuadamente
este curioso dilema.
En 1876 se concluye el primer campanario en su cima. Como se ha visto,
no nace precisamente para contemplar
la hermosa estampa que al caminante
le ofrece el Valle del Golfo. Una belleza
siempre acurrucada entre los vapores
de sus esponjosas nubes, estratos frescos criados por el alisio, tras los cuales,
allá arriba, apenas retirado algunos metros
del cantil, declina la verdura. Los campos secos regresan al paisaje. A sus plantas, la espuma fragante de sus olas, siempre abiertas a un Atlántico huérfano de
horizontes. El encanto de este peculiar
rincón insular en todo tiempo resulta
atractivo, innegable y manifiesto.
El campanario nace, y se hace, para
cumplir con un fin necesario para
muchos como lo es la divulgación de
cualquier mensaje a la mayor distancia posible, bien fuese este de carácter
religioso o civil.
Para la edificación de semejante curiosidad,elmismoañodesuconstrucción,
el prócer herreño Gaspar Jerónimo Quintero dona tres onzas de oro para financiar la obra (ver suplemento La Prensa,
del 9 de diciembre de 2017).
Este primitivo campanario erigido en
la cima de Joapira, cimentado sobre huidizo picón rojo, tenía un aspecto sólido,
rústico y rechoncho.
Constaba de un primer bloque en
forma de cubo macizo, con escalera de
acceso al segundo
cuerpo.
Este
segundo bloque, de
forma octogonal
–quizás recordando
el bulbo de la torre
de la iglesia de Valverde, con remate
en forma de cruz–,
era el que sostenía
las campanas.
En este sentido,
nos comenta Whiltford que en lo alto
de la montaña descansa el campanario, un sólido edificio de piedra que forma
un curioso apéndice de la iglesia.
Añade este autor que su función dominante en el paisaje busca que el repicar de sus campanas se escuche a gran
distancia. Asevera, de otra parte, que
su música llega a los altos de la ladera.
Una afirmación seguramente vivida en
su camino sobre lomos de ganado mular,
orientado a conocer esta banda insular. Ante su llamada, asegura, los vecinos se aderezan y se dirigen al sagrado
lugar para compartir los oficios religiosos.
En similar sentido recoge que las iglesias no eran sólo lugares de oración. Lo
eran también para “reunión y debate”.
Esta afirmación nos conduce a pensar que, ante la carencia de adecuados
lugares públicos en los que reunirse para
discutir ideas sobre asuntos de utilidad
para el común, estos sagrados lugares,
por turnos, se transformaban en foros
asamblearios para organizar tareas, ciclos
de regadío o cualquier otro aspecto relacionado con el interés general.
También fue costumbre muy usada
en algunos lugares de Canarias que, frente
a sus sagrados altares, los asistentes a
las fiestas durmiesen todos juntos, amasijados los hombres y las mujeres, al amparo de sus cubiertas. Con sus actos impuros, por lo general, profanaban escandalosamente aquellos recintos, levantados para la honra del Señor y para el
descanso eterno de sus feligreses. Sobreestelibertinoasunto,losobispostomaron buena cuenta, prohibiéndolos y ordenando a los mayordomos de las iglesias
que fuesen “muy cuidadosos” con las
llaves de los templos, especialmente en
los días de celebración del Santo patrón
del lugar, “fechando” la entrada a una
hora prudencial.
Aquí, en la iglesia de La Candelaria,
las herreñas y los herreños, sin embargo,
mantenían una costumbre mucho más
sana. En sus instalaciones se reunían
para tocar la guitarra, bailar y cantar,
como una muestra más de su espíritu
alegre y dicharachero. En todo caso, guardando el pudor que se le debe a un lugar
venerado, refugio, además de los restos mortales de sus antepasados. En algunos casos, estas reuniones no tenían otra
finalidad mayor que la de charlar. De
todos modos, estos desinhibidos encuentros acostumbraban a durar hasta
ya bien entrado el anochecer.
Para un pueblo dedicado al trabajo
continuado, tales desahogos psicológicos
serían más frecuentes cuando el apremio de las tareas laborales no les agobiase en demasía.
Por culpa de las inclemencias de los
tiempos adversos, bajo los efectos de
las muchas décadas vividas, aquella atalaya primigenia, tosca y rudimentaria
que presidiera inicialmente el entorno,
el 22 de enero de 1881, luego de sufrir
la saña de un violento temporal, cayó
rendida sobre sus propias plantas en un
estado ruinoso. Para continuar manteniendo esta incuestionable rareza, fue
necesario acometer una nueva obra, más
sólida, más elegante, más esbelta y, previsiblemente, más digna del lugar. En todo
caso, acomodada a los nuevos tiempos.
Según consta en leyenda adjunta, por
el año de 1952 viajó desde Cuba hasta
esta Isla Meridiana Matías Castañeda
Padrón. A este afortunado emigrante
se le solicitó ayuda para levantar un nuevo
campanario, el actual, puesto que el anterior se hallaba en ruinas. Su respuesta
fue positiva. El moderno templete, airoso
y gallardo, fue diseñado altruistamente por el aparejador herreño Federico
Padrón Padrón. También su autor llevó la responsabilidad de la dirección de
obras, todo con carácter gratuito. Nuestro técnico siempre aseguró que lo hizo
como obsequio al municipio.
Pronto la obra se materializa. Sería inaugurada el 25 de agosto de 1957, día de
San Luis Rey de Francia. Había sido financiada por la colonia canaria de Cuba. Toda
la acción para consolidar el proyecto
fue coordinada en aquella isla caribeña
por el propio Matías Castañeda.
En el lugar, los vecinos de El Golfo
aportaron todas las jornadas de trabajo
que fueron precisas para culminar esta loable meta. Igualmente, prestaron
sus bestias para el acarreo de los materiales. Todo ello de manera desinteresada. En la fecha de la inauguración oficial regía los destinos municipales, en
calidad de alcalde, Mauro León Padrón.
Los espirituales, como sacerdote, José
Segura Ojeda.
Este elemento arquitectónico, basamentado en la cima de la montaña de
Joapira, separado de su templo parroquial por un empinado sendero escalonado, en la actualidad cumple con sus
principales cometidos para los que se
construyó. Por su extrañeza, y por la atención que le prestan los visitantes, sin
pretenderlo, lo han transformado,
juntoconelCaseríodeGuinea,enelicono,
en la representación más popular y genuina de este municipio frontero.
EL DÍA, sábado, 3 de noviembre de 2018
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TURISMO
Gran figura
de la Pediatría
en Tenerife
Diego Matías Guigou Costa (19011986), hijo del fundador del Hospital
de Niños, “el Hospitalito”, fue director
de este centro de la capital tinerfeña
durante el periodo de máximo apogeo y reconocimiento del mismo. Anótese, por ejemplo, que a mediados de
los años 40 trabajaban allí ocho médicos, nómina que se amplió a 14 en
los años 50, momento en el que se esbozaron, incluso, algunas subespecialidades pediátricas médicas (sistema nervioso) y quirúrgicas (cirugía,
otorrinolaringología, oftalmología...).
A finales de los años 60 y principios
de los 70 se crearon en Tenerife dos
hospitales generales que fueron dotados con sendos servicios de Pediatría
que iban a complementar y, más tarde, sustituir al Hospitalito. Son los que
entonces se denominaron Residencia
Sanitaria de la Seguridad Social y Hospital General y Clínico de Tenerife, hoy,
Hospital Universitario Nuestra Señora
de Candelaria y Hospital Universitario de Canarias (HUC), respectivamente.
Diego Guigou y Diego Matías Guigou, padre e hijo, actuaron como cirujanos pediátricos en los albores de
la especialidad en nuestro país. El hijo cursó sus estudios primarios en el
colegio de San Ildefonso de su ciudad
natal y el bachillerato en el instituto
de Canarias, de La Laguna. También
estudió en Cádiz, donde obtuvo por
oposición una plaza de alumno interno
en las cátedras de Anatomía y Técnica Anatómica. Al finalizar su época universitaria, volvió a Tenerife, donde sería nombrado médico “gratuito” de la
Beneficencia.
Fue un incansable divulgador quirúrgico, a tenor de las publicaciones
localizadas por García Nieto –Dos raros casos de clínica quirúrgica infantil: macroquilia y tumor congénito sacrocoxígeo (1929), Invaginación intestinal íleo-cólica (1931)–. Participó en
las Primeras Jornadas Médicas Canarias,
celebradas en Tenerife (1932), en las
que presentó dos ponencias: “La fimosis en los niños” y “Estudio sobre
la mortalidad infantil en Santa Cruz
de Tenerife” y “Consideraciones sobre la atresia ano-rectal congénita”
(1934), entre muchas otras.
Ese mismo año ingresó como miembro de la Real Academia de Medicina
de Tenerife. A continuación, perfeccionó sus conocimientos quirúrgicos
en la clínica del doctor Louis Ombrédanne, en el Hôpital des Enfants
Malades de París, con especial interés en la cirugía ortopédica. En 1935
relevaría a su padre como director del
Hospital de Niños.
Diego Matías Guigou Costa
(técnica mixta sobre papel)
sábado, 3 de noviembre de 2018, EL DÍA
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CLAVES DEL CAMINO
CUATRO MÉDIUMS Y UN OBJETIVO
Una experiencia de exploración psíquica en Canarias
Semanas atrás tuvimos la oportunidad de convocar a cuatro personas que manifiestan tener habilidades como sensitivos y
médiums en un inmueble de la isla de Tenerife sobre el que habíamos recopilado informes relativos a su presunta actividad
paranormal. Compartimos en Claves del Camino la primera crónica de una experiencia nunca antes llevada a cabo en
Canarias y España. ¿Sintieron y vieron lo mismo estos cuatro invitados? ¿Se corresponde con lo descrito por los testigos? ¿Se
pueden establecer conexiones con lo que sabemos del inmueble?
Texto: José Gregorio González
abe advertir que el experimento de mediumnidad que dimos en llamar
“Cuatro médiums. Un objetivo” no contó con una
planificación exhaustiva. En gran
medida surgió fruto de la oportunidad que supuso contar en Tenerife con
varios médiums dispuestos a participar
y de nuestra disposición a dedicarle
tiempo e improvisar con un mínimo
de criterio para hacer interesante la
vivencia y sacarle el máximo provecho posible. Por ello, más que experimento nos gusta etiquetarlo de experiencia o vivencia, y quien quiera
hacerlo de anécdota o mero entretenimiento es libre pues no había mayor pretensión que la de vivir la
oportunidad y aproximarnos a la
misma con la mayor curiosidad posible. Sobre el terreno nos dimos
cuenta de que algo así, al menos que
conozcamos, nunca se había llevado
a cabo en Canarias, y posiblemente en
toda España. Mikel Lizarralde, Aldo
Linares, Macu San Gil y Sergio Gozzi
fueron los sensitivos que amablemente
participaron de la experiencia.
Sin duda, es una realidad conocida
que durante décadas la investigación
de presuntos fenómenos paranormales
que acontecen en viviendas o inmuebles de todo tipo ha echado mano de
las aportaciones de psíquicos, de
sujetos que afirman percibir lo invisible de maneras muy diversas. Esa
percepción del comúnmente llamado
“más allá” se realiza viendo, escuchando, recibiendo telepáticamente
o en sueños, experimentando sensaciones corporales o ejercitando la
mediúmnidad clásica, en la que el sujeto
deja que su cuerpo sea usado por los
presuntos espíritus para que hablen,
escriban o realicen otras acciones que
requieren de un vehículo y medio corporal. En ocasiones este tipo de
acciones cuentan con el apoyo tecnológico de sistemas de captación y
grabación audiovisual, o los sensitivos se valen de herramientas que, desde
su punto de vista, les permiten canalizar, aportar claridad o amplificar lo
que captan, como puede ser un péndulo. Este tipo de intervenciones se
han hecho y se hacen, generalmente,
con uno o varios psíquicos formando
parte de los equipos de investigación.
C
Arriba, Mikel
Lizarralde, Sergio
Gozzi y Macu San Gil.
Debajo, Aldo Linares.
Aunque es lo deseable, no siempre es
posible que los médiums que van a escanear psíquicamente los lugares
desconozcan la historia general y la
de los fenómenos anómalos específicos que acontecen en los mismos.
Cada vez es más complicado como consecuencia de constante flujo de información potenciado por las redes
sociales, capaces de convertir en
noticias de gran alcance los más
mínimos rumores.
Territorio inexplorado
En este caso contamos con varias
ventajas. Las historias de actividad paranormal del edificio no habían trascendido. Las conocemos desde hace al menos dos años y hemos entrevistado a
testigos directos y recogido relatos de
otros de forma indirecta. Por diversas
razones –entre ellas el uso diario que
tiene el inmueble–, hemos sido discretos con la ubicación y totalmente
reservados con las experiencias allí vividas.
Una segunda ventaja, también distintiva de lo habitual, es que ninguno
de los médiums tenía conocimiento
de la historia, ubicación y usos del edificio, y menos aun de la citada casuística anómala que allí presuntamente
acontece. La tercera ventaja es que cada
uno intervino por separado en días dife-
rentes. Y la cuarta que ninguno supo
de la intervención de los otros psíquicos
hasta terminada su propia visita. En
este punto hay una salvedad. El orden de visitas fue Macu San Gil, Mikel
Lizarralde, Aldo Linares y Sergio
Gozzi. Sólo Linares supo, tras cerrar
su experiencia, de la visita de Lizarralde
una semana antes. Y Gozzi, al trabajar a distancia con sus ilustraciones,
requirió de una localización para
conectar. En este caso, una fotografía
de la fachada remitida por el autor de
estas líneas.
¿Qué cuentan los testigos fortuitos
sobre el lugar? De acuerdo con nuestros informes la actividad se resumen
en: cambios bruscos de temperatura,
ruidos rotundos que no pueden ser explicados, sombras en movimiento, sensación de malestar y acompañamiento, desplazamiento puntual de determinados muebles muy pesados y observación directa de presencias. Concretamente, una mujer de aspecto severo
y elegantemente vestida de época, que
en ocasiones parece airada o contrariada, y que ha llegado a ser tomada
por algunos testigos como alguien real,
de carne y hueso, dirigiéndole la palabra sin obtener respuesta. También se
ha comunicado de forma muy excepcional el caso de una trabajadora que
intentó auxiliar a una niña que escu-
chaba llorando dentro de un baño pequeño, y que terminó en estado de
shock cuando al abrir las dos puertas
encontró que el lavabo estaba vació
a pesar de la nitidez e interacción que
mantuvo con alguien que no existía.
Repasemos a continuación lo que
individualmente percibieron los médiums durante sus respectivas visitas
al lugar, y que los oyentes del nuestro programa “Crónicas de San Borondón” pudieron escuchar hace una
semana:
Macu San Gil. Sensitiva tinerfeña.
Esta médium, autora de un reciente
libro Mis experiencias como médium,
a diferencia del resto de sensitivos, sí
parece interactuar con las presencias
del lugar, revelándoles su situación de
“entremundos” y aconsejándoles que
abandonen el lugar y vayan al otro lado,
con sus seres queridos hacia la luz. Durante su visita interactúa con un total de siete entes espirituales y va comunicando en tiempo real algunas de sus
impresiones:
–Comienza observando a una mujer
asomada a la balconada que parece estar
esperando su visita. Viste de negro,
es bastante mayor y se muestra asustadiza y enfadada con sus hijos por la
falta de visitas. Parece estar al tanto
de la actividad diaria del inmueble,
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CLAVES DEL CAMINO
mostrándose ligeramente molesta
con el ajetreo de las tardes.
–En otra zona, también con la balconada como escenario, aparece otra
mujer, de edad algo más joven que la
primera, que la sensitiva deduce que
puede ser de principios del siglo XX,
quizá 1910. Destaca por su porte firme y esbelto, muy bien peinada, vistiendo traje largo, cinturón ancho y
camisa de manga con visibles encajes. Esta mujer mira con determinación hacia la puerta de entrada del inmueble. Asegura ser maestra, una buena
maestra renombrada de su tiempo y
de la que, asevera, se pueden encontrar referencias si se buscan. Indica
que su esposo está fallecido y habitualmente se dedica a observar la actividad del lugar.
–Un niño rubio, pequeño y juguetón, corretea de un lado para otro en
otra zona del edificio. Está muy nervioso, ronda los 5 años pero su tamaño
parece reducido para esa edad. El pequeño advierte de la presencia de otros
niños en la zona alta a los que culpa
de los ruidos.
–En la zona alta la médium interactúa
en una misma habitación con otros tres
niños, dos hermanos de 8 y 6 años y
un primo de 10. Su aspecto es triste
y asustadizo; evidentemente son pobres, puede que huérfanos y parecen
haber sido maltratados ya que uno de
ellos manifiesta con un gesto defensivo “no me castigues”.
–Finalmente, en otra habitación,
donde hay libros, se esconde otra niña
de unos 6 o 7 años, de pelo castaño
y rizos, cabizbaja y callada, que también parece muy temerosa.
Mikel Lizarralde. Médium vasco. Lizarralde no interactúa con ningún ente
estableciendo un diálogo. No hace preguntas a viva voz. Comparte sus impresiones al finalizar el recorrido:
–Detecta que el lugar está transformado, que es una estructura a la que
le falta una parte. Lo interpreta como
parte de un claustro, y conecta con la
idea, que reconoce como dudosa, de
un posible convento tras escucharse
unas campañas en la lejanía.
–Siente de forma muy intensa a niños
jugando, en corro, que hacen ruido,
interpretando el lugar como guardería u orfanato.
–Hay una señora elegante, con moño y sombrero, de cierto estatus, quizá
una profesora. La vincula a los niños
que ha visto jugando.
–Presiente que el lugar es un espacio de toma de decisiones, de gobierno,
de crear cosas o planificar conflictos
o complots. Percibe que también se
hablan diferentes idiomas; lo interpreta
como algo parecido a una embajada.
–Siente tumbas, enterramientos en
el lugar.
–Finalmente ve un señor muy mayor y una joven novia que, según siente,
sería obligada a noviciar.
Aldo Linares. Integrante del Grupo
Hepta. Linares comparte a tiempo real
sus impresiones. Habla de impregnaciones, es decir, de escenas y personajes con los que no interactúa, que
parecen estar congelados en el tiempo.
–En la zona sótano percibe a un señor
de aspecto bonachón y modesto,
una especie de encargado, recadero,
o cuidador del lugar. Poco pelo y calvo
en el centro, de los años cincuenta.
Camisa de manga corta, pantalón
marrón, lona de rejilla.
–También, en una instancia cercana
donde se guardan ropajes detecta la
zona más potente. Allí ve a una
señora mayor, algo encorvada, vestida
de azul claro celeste, que parece llevar en las manos una bolsa de tela con
una especie de panecillos o bollos, y
en otra escena corta con una taza una
masa verde comestible. Pelo recogido.
Pregunta “por los chicos”, menciona
a “los canillas”. Allí escucha también
la expresión “cabildo chico”. Asegura
que no es la madre de los chicos por
los que pregunta, ni es familia. Tampoco es monja; quizá es tutora o maestra.
–Siente claramente enterramientos,
más hombres que mujeres, y ordenados,
como un pequeño cementerio o cripta.
–Siente de forma notable un muro
que cae tras un golpe o mazazo.
–En la planta superior, en una
habitación ve a un señor mayor
enfermo de pulmón encamado, junto
¿QUÉ SABEMOS DEL INMUEBLE?
La información compartida nos permite establecer vínculos y diferencias entre
lo percibido por los médiums y las vivencias de los testigos fortuitos. El hecho de no
poder desvelar la ubicación del inmueble dificulta el acceso a datos complementarios sobre el mismo que puedan ser aportados por otras personas, y que enriquezcan
el retrato del mismo y permitan ampliar posibles conexiones. En todo caso, lo que sabemos es que el solar pudo estar ocupado por una vivienda primitiva hacia el siglo
XVII, con más certeza en el XVIII. Por ampliación o nueva construcción tendríamos
una vivienda dispuesta en “L” durante el siglo XIX que se mantendría vigente con diferentes modificaciones hasta hace unas décadas. En algún momento pasa a ser de
propiedad municipal. El edificio actual surge del derribo del anterior inmueble y
cuenta con varias plantas, teniendo uso diario. Ha sido escuela y en parte continúa
siéndolo. Fue sede de diferentes organizaciones durante el régimen franquista emanadas del Movimiento Nacional, como es el caso conocido del Frente de Juventudes
y la Sección Femenina con sus Coros y Danzas. Núcleo de actividad cultural, artística,
formativa y espacio de toma de decisiones. De momento las indagaciones no han
permitido identificar conexiones con los nombres y algunas expresiones antes citadas percibidas por Aldo Linares.
Con los datos disponibles el lector puede juzgar. La investigación sigue abierta. Si algún lector reconoce la identidad de los dibujos, le animamos a compartirla en [email protected]
Dibujos de Sergio
Gozzi sobre tres
entidades que él
percibe en el edificio.
a su esposa autoritaria, que parece tener
un mejor posicionamiento económico y social. Está vestida elegantemente y en pose regia. Viste de negro
con pechera roja y está relacionada por
amistad con un grupo de mujeres que
canturrean y dan palmadas, subordinadas de cierta forma a la mujer. El
grupo de mujeres calza zapatos
negros acordonados y unas piezas como
de tela. Mencionan hilos.
–En ese mismo nivel hay un señor,
en otra habitación, claramente un maestro que coloca libros y lleva una taza
de lata esmaltada en blanco con el borde
de otro color, azul. “Mostajo” o “Mosquera” son nombres que escucha.
Sergio Gozzi. Médium especializado
en dibujar a los entes espirituales. Gozzi
interviene a distancia, desde tierras
peninsulares, cuando el experimento
está cerrado. Al contar con descripciones físicas nos parece curioso que
pruebe a dibujar los entes que perciba.
Realiza tres dibujos a lápiz y nos envía
sus sensaciones. Literalmente es lo siguente:
“Lo que siento con mucha fuerza son
tres seres, una pareja, hombre y mujer
y una niña. La niña está enferma y no
estoy seguro si es hija de ellos, o adoptada de aquellos tiempos, pero algún
problema hay con la niña aparte de su
salud muy débil. Algún problema pulmonar, tuberculosis seguramente. El
hombre es alto, delgado, bien vestido.
Su mirada es muy seria. Ella también
va bien vestida. Se ve que son de buena
familia por la ropa que llevan. Ella está
muy triste. Llora todo el tiempo, como
si hubieran entrado en desgracia. Ella
es muy religiosa y cree que una maldición ha caído sobre ellos. La niña es muy
frágil, blanquecina. Se nota en su cara
que está enferma. No se puede hacer
nada por ella.
“Aparte de ellos tres, hay dos mujeres más, del servicio. La cocinera y una
chica joven del servicio también.
“El hombre era un hombre conocido,
médico, o alguien a quien la gente acudía cuando necesitaba ayuda”.
sábado, 3 de noviembre de 2018, EL DÍA
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Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.161
LA PLANIFICACIÓN DEL TERRITORIO TURÍSTICO (VI)
LA ESTRATEGIA Y EL MÁRKETING
“En la planificación del territorio turístico se tendrá presente que los
recursos turísticos pertenecen al patrimonio común de la
Humanidad. Las comunidades en cuyo territorio se encuentran
tienen con respecto a ellos derechos y obligaciones particulares” (del
Código Ético Mundial para el Turismo, de la OMT)
Texto: Antonio Pedro Tejera Reyes
(del Grupo de Expertos de la
Organización Mundial Turismo, UNTWO)
orría el año 1974 cuando en
las Islas Canarias se desarrolló durante 22 días el “I
Seminario Internacional
de Canarias. La planificación del territorio turístico”,
con amplias sesiones en Tenerife y Gran
Canaria.
Los antecedentes de este importante
acontecimiento estaban fundados en
los célebres cursos que anualmente se
celebraban en el CIESTT (Centro Internacional de Estudios Turísticos, de Torino, Italia, promovidos por la UIOOT,
organismo internacional que en 1975
se transformó en la Organización
Mundial del Turismo (OMT), así como
en los que también se organizaban en
España –en varias regiones turísticas–
por el Instituto de Estudios Turísticos,
del Ministerio de Información y Turismo,
en la época del recordado ministro
Manuel Fraga Iribarne, de cuya ilustre personalidad hacemos nuestra su
máxima: instar, presionar, insistir.
C
La estrategia y el marketing turístico
necesarios
Siguiendo con nuestros comentarios sobre el mencionado acontecimiento
de este curso sobre la planificación del
territorio turístico, nos detenemos en
los párrafos más signifi-cativos sobre
la valoración y estrategia necesarias para
optimizar un plan de desarrollo del
turismo en una determinada zona sobre
la que se actuaría, y los condicionantes que fueron exhaustivamente analizados y estudiados durante varios días
en el referido encuentro en las Islas Canarias, convertidas ya desde entonces en
el laboratorio de experiencias que nos
diera oportunidad de llegar a la cúspide de los organismos donde el movimiento del turismo mundial se calibraba
y estudiaba, para conseguir su integración en el desarrollo ideal de la sociedad.
La Unión Internacional de Organismos Oficiales de Turismo (UIOOT) y
ahora la Organización Mundial del
Turismo (OMT) han sido y son fuentes inspiradoras y generadoras del conocimiento que van transformado al mundo en el lugar habitable que todos deseamos.
El escenario en el cual nos movemos
nos obliga a considerar lo que ya en
aquellos años setenta del pasado siglo
llevábamos a la discusión: la confec-
ción del producto turístico es sumamente difícil si consideramos que
la oferta se compone de una serie de
servicios como transporte, alojamiento, alimentación, útiles complementarios, etc., que están unidos con factores que no pueden valorarse en precios fijos como lo son las paisajes, monumentos históricos-culturales, el aire,
el ambiente, y otros tantos más, lo que
nos dará unos resultados que constituyen un conglomerado entre precios
claramente calificables y complementos que son indispensables valorizar
a los efecto de la aplicación de la estrategia de la aplicación de un márketing
adecuado.
Esta escenario nos lleva a lo que el
experto hombre del turismo Oskar A.
Dignoes bautizó como “turmarketing”, que, “con sus amplios conceptos y ramificada instrumentación,
constituye un elemento insustituible
en la moderna y futura economía del
turismo, y por consecuencia en la ordenación de un territorio para el desarrollo del mismo”.
Valor del turismo y sus necesidades
En aquellas circunstancias, con un
panorama en crecimiento continuo del
turismo en casi todos los destinos emergentes, la acertada visión de los estudiosos componentes del grupo que componían el recordado curso-taller-seminario –descripción adecuada para
este encuentro– es hoy una irrepetible historia, por sus conclusiones y recomendaciones, producto de una señalada profesionalidad y experiencia que
les daba la suficiente capacidad de visión
para adivinar lo que el turismo significa hoy para el mundo entero:
“El turismo es –sin la más mínima
duda– el motor que está moviendo al
mundo en todos los sentidos.
La difusión del valor del movimiento turístico en el mundo ha
pasado de ser una actividad económica
a convertirse en el instrumento fundamental para el desarrollo ideal del
planeta Tierra”.
Seguimos las líneas trazadas en
aquellas memorables conclusiones y
recomendaciones:
“Los contingentes turísticos se desplazan en mayor número al campo y
a las costas. Recorren mayores distancias
sobre un espacio más vasto con estancias
más grandes, al mismo tiempo que buscan una mayor cantidad de loisirs* posibles. También, cada vez más, buscan
una mayor calidad en la salvaguarda
–en los países visitados– del paisaje,
la fauna, la flora sus rincones salvajes,
las instalaciones de acogida, etc. etc.
San José de Costa
Rica, X Congreso
Mundial de la
AMFORHT
(Associatión
Mundiale pour la
Formation Hoteliere
et Turistique). Aquí,
junto al fallecido ex
presidente de Costa
Rica Rodrigo Carazo,
promotor de la
Universidad para La
Paz, situada en su
país, un punto de
atracción para el
turismo senior de
EE.UU.
A estas necesidades hay que aplicar la
adecuación de los terrenos en su
urbanización e industrialización, para
asegurar el avituallamiento de los productos necesarios para el confort que
supone la calidad de la vida moderna.
“El crecimiento de los loisirs no tiene
solamente efectos inmediatos y evidentes, tales como la superpoblación, también afecta bajo las más diversas formas y, a menudo, casi todos los
intereses económicos, ecológicos,
estéticos, sociológicos y hasta políticos”
[*loisirs: término francés que significa
actividades del ocio, los elementos complementarios que producen el bienestar
y la estancia placentera del turista: parques temáticos, atracciones culturales, instalaciones deportivas, espectáculos, etc.]
Mercados turísticos
“Los mercados turísticos son creación
puramente humana, de manera que su
estructura, desarrollo y resultados
dependen de la investigación, planificación y manejo impecable de todos los
instrumentos que sirven para confeccionar el producto, su presentación y
su puesta en escena”.
Intencionadamente –instar, presionar, insistir–, hemos reproducido este párrafo anterior para seguir con la
aplicación de las conclusiones comentada en este VI análisis de lo que en
1974 se sentía y se estudiaba en nuestros centros de enseñanzas turísticas.
“De manera evidente –más de cuarenta años atrás– el turismo ha sido para
muchos países europeos la llave de su
despegue económico, y las medidas
adoptadas para aumentar su renta –tanto
en volumen como en valor– han conseguido felices resultados en su desarrollo económico y social, en especial
en sus zonas rurales.
“El turismo ha dado lugar a la rea-
nimación de esas zonas, con numerosas actividades, ofreciendo nuevos puestos de trabajo, manteniendo con vida
la artesanía tradicional, hechos y costumbres, así como ha tenido fuerte repercusión en la mejora de los servicios sanitarios y sociales de colectividades,
otrora demasiado pequeñas que por su
estructura que no podían soportar su
costo.
“El incremento del turismo seguirá
su línea ascendente –pese a todos los
inconvenientes coyunturales que se le
presenten–, especialmente en las zonas
ribereñas de los países de climas cálidos, y en razón de la elevación del nivel
de vida de la población mundial, el
aumento del tiempo reservado a las vacaciones laborables, la extensión de las redes
de comunicación –tierra, mar y aire– y
la desaparición de las fronteras”.
Impactantes previsiones que avalan
la trayectoria de personas e instituciones,
donde el estudio, el conocimiento y las
experiencias vividas se unen a la percepción sociológica que, años más tarde,
nos fuesen concretadas con la certera
visión de unos expertos estudiosos de
la actividad humana, en aquel reducto
histórico ubicado en Costa Rica –el país
que no tiene ejercito militarizado–, la
Universidad para la Paz, UPAZ, creación de las Naciones Unidas, gracias
la pertinaz insistencia y calidad humana
de un hombre imitable, Rodrigo
Carazo Odio –tristemente fallecido ex
presidente de Costa Rica–, a quien tuvimos el honor de conocer e intercambiar comentarios y resultados de
nuestros constantes exitosos trabajos.
“Servir es mi vocación”, como acaba de señalarme acertadamente mi querida Elenita Villar, la magíster en Turismo, directora de la revista Turista
Magazine Destinos, y presidenta de la
Federación Internacional de la Prensa
Turística Digital.
“Servir es mi vocación”. Así es.
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